COLABORACIÓN ESPECIAL 337 R e v. Soc. Esp. Dolor 8: 337-348, 2001 Fármacos que alteran la hemostasia y técnicas regionales anestésicas y analgésicas: recomendaciones de seguridad (foro de consenso) J. V. Llau*, J. de Andrés**, C. Gomar***, A. Gómez-Luque****, F. Hidalgo*****, J. Sahagún****** y L. M. Torres******* Llau JV, de Andrés J, Gomar C, Gómez-Luque A, Hi dalgo F, Sahagún J and Torres LM. Hemostasia-dis turbing drugs and anesthetic and analgesic regional techniques: recommendations regarding safeness. Rev Soc Esp Dolor 2001; 8: 337-348. RESUMEN No es infrecuente que los pacientes que van a ser intervenidos quirúrgicamente estén tratados con fármacos que alteran la hemostasia, cuyas implicaciones afectan a la actuación del anestesiólogo, sobre todo cuando están indicadas las técnicas neuroaxiales para la realización de una anestesia subaracnoidea o epidural. El objetivo de este documento es ofrecer unas re c o m e ndaciones de seguridad sobre cómo realizar las técnicas regionales anestésicas en los pacientes con alteraciones farmacológicas de la hemostasia, para minimizar el riesgo de complicaciones hemorrágicas. Para ello se analizan pormenorizadamente los pacientes tratados con antiagregantes plaquetarios (se recalca que la terapia antiagregante aislada no contraindica la re a l i z a c i ó n de un bloqueo neuroaxial, si bien es aconsejable mantener unas recomendaciones generales), heparina no fraccionada *FEA. Coordinador del Foro de Consenso. Hospital Clínico Universitario. Valencia. ** Jefe de Unidad. Hospital General Universitario. Valencia. ***Jefe de Servicio. Profesor Titular de Anestesiología. Hospital Clínic. Barcelona. ****FEA, Profesor Titular de Farmacología. Hospital Clínico Universitario. Málaga. *****Consultor. Clínica Universitaria de Navarra. Pamplona. ******Jefe de Sección. Hospital Doce de Octubre. Madrid. *******Jefe de Servicio. Hospital Puerta del Mar. Cádiz. Todos los autores pertenecen al Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor del Hospital correspondiente. (la técnica debe postponerse al menos 4 horas o re a l i z a r s e 30 minutos antes de la administración de la misma, contando siempre con un TPTA normal), heparina de bajo peso molecular (administración del fármaco 12 horas antes o 12 horas después de la técnica anestésica) y anticoagulantes orales (la realización de una anestesia regional depende s o b re todo del resultado de la monitorización del INR). Igualmente se destaca que para la retirada de los catétere s se deben seguir recomendaciones similares a las citadas, que el riesgo de complicaciones hemorrágicas en los casos de asociación de fármacos se incrementa considerablemente y que es imprescindible una monitorización neuro l ó g i c a adecuada en el periodo postoperatorio inmediato. Con todo, la decisión final de la realización de una técnica anestésica regional en estos pacientes debe ser individualizada, después de la valoración particular de la re l a c i ó n beneficio/riesgo en cada uno de ellos. PREFACIO El objetivo de este documento es ofrecer unas recomendaciones sobre cómo realizar las técnicas de anestesia regional sin riesgo y de forma adecuada en los casos en los que puede existir una alteración de la hemostasia por administración de fármacos en el periodo perioperatorio. Se han redactado en base a las evidencias existentes en las publicaciones revisadas; cuando ello no ha sido posible, se ha aplicado el criterio de los autores, según su experiencia y conocimiento. Las recomendaciones que a continuación se exponen no implican un protocolo rígido e inflexible, debiéndose considerar como sugerencias encaminadas a mejorar la calidad, eficacia y seguridad de la anestesia regional en las circunstancias apuntadas. Sin e m b a rgo, pensamos que poseen un peso específico 338 J. V. LLAU ET A L . R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 8, N.º 5, Junio-Julio 2001 suficiente como para poder llegar a modificar la práctica de la misma. El grupo de anestesiólogos que ha formado este Foro de Consenso ha redactado las directrices que se han considerado más adecuadas en cada uno de los supuestos analizados, pero en ningún caso se puede derivar responsabilidad alguna si apareciera cualquier acontecimiento adverso tras la realización de una técnica regional en la que se hubieran aplicado las mencionadas recomendaciones. INTRODUCCIÓN Cada día es más frecuente que los pacientes que van a ser intervenidos quirúrgicamente estén tratados con una variedad enorme de fármacos. Algunos de estos fármacos presentan en común su capacidad de alteración de la hemostasia, que es un proceso cuya integridad parece que deba ser esencial para iniciar un acto anestésico-quirúrgico. En este grupo, nos encontramos con los fármacos antiagregantes plaquetarios (AP) y los anticoagulantes (AC), cuyo empleo se encuadra tanto dentro de los métodos de tromboprofilaxis como en el arsenal terapéutico habitual que está recibiendo un determinado paciente (Tabla I) (1, 2). Las implicaciones que se derivan del empleo de unos y otros afectan no sólo a la hemostasia quirúrg ica, sino también y de forma importante a la actuación que el anestesiólogo debe desarrollar. En este aspecto destaca la relación con la anestesia locorregional, y más concretamente con las técnicas neuroaxiales para la realización de una anestesia subaracnoidea o epidural. La seguridad de la realización de estas técnicas ha sido puesta en entredicho en numerosas ocasiones, y la controversia acerca de si las medidas recomendadas para incrementar la seguridad del empleo simultáneo de los fármacos mencionados con las técnicas regionales anestésicas son o no suficientes se mantiene, e incluso se incrementa cuando aparecen en la literatura determinados artículos que contribuyen a aumentar el desconcierto existente (3,4). Son numerosos los trabajos escritos en relación con este debatido tema, y sin embargo no parece que hayan conseguido llegar de forma definitiva a un protocolo final de consenso que se pueda aplicar de forma universal. Sí parece que en la actualidad podamos estar de acuerdo en las siguientes afirmaciones (5): —La anestesia regional es segura. —Las complicaciones pueden ocurrir incluso en las técnicas realizadas por los más expertos anestesiólogos. —En ocasiones los bloqueos nerviosos pueden fal l a r. —La anestesia locorregional por sí misma disminuye la incidencia de complicaciones tromboembólicas (6). Aunque probablemente el empleo simultáneo de métodos farmacológicos como tromboprofilaxis y bloqueos neuroaxiales no esté contraindicado (7), es necesario reconsiderar y mejorar continuamente las recomendaciones para incrementar la seguridad de los bloqueos nerviosos realizados a pacientes con la hemostasia alterada por la administración de cualquier fármaco (8). La incidencia actual de las alteraciones neurológicas derivadas de complicaciones he- TA B L A I. A LTERACIONES DE LOS TESTS DE COAGULACIÓN DERIVADAS DE LA A D M I N I S T R A C I Ó N DE FÁRMACOS ANTICOAGULANTES Y A N T I A G R E G A N T E S Agente Máxima actividad Normalización de hemostasia T P, INR T P TA Tiempo de H e m o rr a g i a Antiagregantes plaquetarios AINE HNF intravenosa HBPM Horas Entre 2 y 10 días (*) 1-3 días 2-4 horas Normal Normal Normal A l a rgado (+) Normal A l a rgado (+++) Normal Normal A l a rg a d o (+++) A l a rgado (++) Normal o a l a rgado (+) Normal A l a rg a d o (+++) A l a rgado (+) Normal Anticoagulantes orales Horas Minutos 2-4 horas 4-6 días Al menos 12 horas 4-6 días (*) Ver Tabla IV; TP: tiempo de protrombina; INR: international normalized ratio; AINEs: antiinflamatorios no esteroideos; HNF: heparina no fraccionada; HBPM: heparna de bajo peso molecular. FÁRMACOS QUE A LTERAN LA HEMOSTASIA Y TÉCNICAS REGIONALES ANESTÉSICAS YANALGÉSICAS: RECOMENDACIONES DE SEGURIDAD (FORO DE CONSENSO) morrágicas en relación con los bloqueos centrales es desconocida (9), aunque se ha estimado en menos de 1/150.000 anestesias epidurales y menos de 1/220.000 anestesias subaracnoideas (10). En una amplia revisión de la literatura publicada, Va n d e rmeulen y cols. encontraron 61 casos de hematoma espinal asociados con técnicas subaracnoidea o epidural (11); en 42 de los 61 casos (68%) había evidencia de alteraciones hemostáticas, y en la mayoría de estos pacientes la causa fue la administración de algún fármaco en el perioperatorio (heparina, heparina de bajo peso molecular, medicación antiagregante, etc.). Contrariamente, Horlocker y cols. no hallaron ningún hematoma espinal en dos series que incluían conjuntamente casi 2.000 pacientes, en el 39% de los cuales existía historia previa de toma de medicación antiagregante (12,13). Con toda probabilidad un primer paso es la identificación de las características del paciente que suponen un incremento del riesgo de aparición de sangrado espinal, independientemente del riesgo que pueda existir por la administración concomitante de alguno de los fármacos comentados y cuyas implicaciones se desarrollan más adelante. Algunas de estas características “de riesgo” se recogen en la Tabla II ( 1 , 11 , 1 4 - 1 6 ) . TA B L A I I. CARACTERÍSTICAS QUE PUEDEN IMPLICAR UN INCREMENTO DEL RIESGO DE H E M O R R A G I A E S P I N A L EN LOS PA C I E N T E S SOMETIDOS A A N E S T E S I A N E U R O A X I A L Anormalidades anatómicas y funcionales de la columna vertebral y espacio epidural Dificultades de realización de la técnica Técnicas con colocación de catéter (máximo riesgo en la retirada del catéter) Insuficiencia hepática Historia de sangrado inadecuado tras extracción dentaria Historia de epistaxis o gingivorragia frecuentes y prolongadas Historia familiar de alteración de la hemostasia Desarrollo de petequias o púrpura sin motivo aparente Sangrado anormal tras episodio banal Pacientes de edad avanzada En esta situación se han realizado diversos intentos para llegar a un consenso respecto a los criterios necesarios para la realización de una técnica regional segura en los pacientes que reciben profilaxis tromboembólica con métodos farmacológicos (Wi n d s o r en 1991 (17), A S R A en 1998 (1), a pesar de lo cual 339 no parece que exista una práctica uniforme entre la mayoría de los anestesiólogos. Esta conclusión se puede extraer, al menos en España, de un estudio cuyos resultados están pendientes de publicación, llevado a cabo recientemente por Torres y cols. Igualmente se han publicado diversos artículos con recomendaciones generales para resaltar los requerimientos hemostáticos de los pacientes que van a ser sometidos a una técnica anestésica neuroaxial, aunque parece que sólo en Alemania a esta guía se le ha dado carácter completamente oficial (18), habiendo sido aprobada por la Sociedad de Anestesiología y Cuidados Intensivos correspondiente (19). Es deseo de los autores que la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR) y la Sociedad Española del Dolor (SED) tomen este original como documento de consenso, o, en su defecto, como base para el desarrollo de un futuro documento de consenso. Éste, se considera absolutamente necesario, para establecer una guía adecuada a todos los anestesiólogos españoles para la realización de las técnicas de anestesia regional con el menor riesgo en los casos en los que existe una alteración de la hemostasia por administración de fármacos A P o AC en el periodo perioperatorio. ANTIAGREGANTES PLAQUETA R I O S Características generales Los A P son compuestos de diversa procedencia química que se utilizan en la prevención de la trombosis arterial en varios procesos clínicos: cardiopatía isquémica, enfermedad cerebrovascular, enfermedad vascular arterial periférica y en otras indicaciones (retinopatía diabética, preeclampsia, etc.) (20-22). Todos estos compuestos presentan en común su capacidad de inhibir el proceso de agregación plaquetaria, si bien realizan este efecto por mecanismos diferentes, lo que hace que se puedan clasificar en tres grupos (Tabla III) (23-30): 1. El primer grupo está representado por los fármacos que antagonizan la acción de los inductores plasmáticos de la agregación bloqueando la activación de receptores plaquetarios (ADP y GP I I b / I I I a ) . Los preparados más conocidos son ticlopidina y clopidogrel, que alcanzan su pico de actividad a los 3-5 días (31), produciendo un prolongado efecto antiagregante (7-10 días) debido a su larga vida media. A nivel hospitalario se utilizan A P de uso exclusivamente intravenoso que son notablemente más potentes (eptifibatida, abciximab, tirofiban) con un efecto antiagregante de menor duración (24 h). 340 J. V. LLAU ET A L . R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 8, N.º 5, Junio-Julio 2001 TA B L A I I I. FÁRMACOS ANTIAGREGANTES G rupo farmacológico Bloqueo receptor A D P y GP I I b / I I I a Ti c l o p i d i n a Clopidogrel Eptifibatida Abciximab Ti r o f i b a n I n c remento de nucleótidos Activación de adenilciclasa Epoprostenol Iloprost Inhibición de la fosfodiesterasa Dipiridamol Dipiridamol + A A S Inhibición síntesis de tromboxano A 2 Ácido acetilsalicílico (AAS) Tr i f l u s a l AINE Ditazol N o m b re comerc i a l Tiempo de seguridad R e f e re n c i a Tiklid, Ti c l o d o n e Plavix, Iscover Integrelín (*) Reopro Aggrastat 10 días 7 días 24 h 48 h 24 h 26 27 28 28 28 1h 3h 29 30 24 h 7 días 23 23 7 días 7 días ver Tabla IV 24 h 23 24 Flolan Ilocit, Ilomedin Miosen, Persantin Asasantin ver Tabla IV Disgren ver Tabla IV Ageroplas 25 (*) No comercializado en España en la actualidad. 2. El segundo grupo está integrado por los compuestos que favorecen los mecanismos antiagregantes endógenos incrementado la concentración de AMPc intraplaquetario. El más conocido es el dipiridamol que desarrolla un efecto antiagregante moderado y de corta duración (24 h). Otros fármacos de este grupo son la prostaglandina I 2 (epoprostenol) y su análogo iloprost, utilizados ambos por vía intravenosa (generalmente en el tratamiento de la vasculopatía arterial periférica) con un efecto antiagregante breve (<3 h). 3. El tercer grupo está formado por los inhibidores de la enzima ciclooxigenasa (COX) plaquetaria. El representante más conocido es el ácido acetilsalicílico (AAS) y todos aquellos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) que inhiben de forma potente la COX-1 (Tabla IV) (23,32-51). El AAS es el mejor estudiado y su efecto antiagregante se produce al bloquear de forma irreversible la COX-1 (52), por lo que la acción del AAS perdura a lo largo de toda la vida de la plaqueta (7-10 días) (53). Sin embargo, a partir del tercer o cuarto día ya hay suficiente número de plaquetas como para asegurar una hemostasia ade-1 cuada. Incluso a dosis bajas (75-160 mg.día ) el A A S se ha mostrado eficaz en la angina estable e inestable, en el infarto agudo de miocardio, en el ictus isquémico, en la estenosis carotídea severa, etc. (54). Los AINEs también producen inhibición de la agregación plaquetaria por un mecanismo similar al AAS, aunque destacan dos diferencias: en primer lug a r, el efecto bloqueante de la COX-1 es reversible, por lo que una vez eliminado el fármaco se restituye la función plaquetaria. En segundo lugar, existe una gran diferencia entre los distintos AINEs en su capacidad de inhibir la COX-1 y, consecuentemente, en su acción antiagregante plaquetaria. En la Tabla IV se muestran los AINEs clasificados en su potencia antiagregante. Esta clasificación se basa en las características farmacológicas de los principales representantes de cada grupo terapéutico que, debido a la ausencia de datos clínicos o experimentales, se han hecho extensivas al resto de los componentes del grupo. Así, por ejemplo, el piroxicam es un potente inhibidor de la COX-1 que produce inhibición de la agregación plaquetaria, y este efecto, ante la ausencia de datos, se ha extendido a otros compuestos similares del mismo grupo (tenoxicam, lornoxicam). Los AINEs con importante efecto A P (oxicams, indometacina, ketorolaco), se comportan en la práctica de forma similar al AAS aunque con algunos compuestos la duración del efecto es notablemente menor (Tabla IV). Frente a este tipo de compuestos, existen otros AINEs cuya acción antiagregante está menos contrastada o es de menor cuantía tanto en intensidad como en duración. FÁRMACOS QUE A LTERAN LA HEMOSTASIA Y TÉCNICAS REGIONALES ANESTÉSICAS YANALGÉSICAS: RECOMENDACIONES DE SEGURIDAD (FORO DE CONSENSO) 341 TA B L A I V. EFECTO ANTIAGREGANTE DE LOS A I N Es G rupo farmacológico Derivados ácido acetilsalicílico Acetil-salicílico Oxicams Piroxicam Te n o x i c a m Lornoxicam Meloxicam Indólacético Indometacina Acemetacina Proglumetacina Sulindac P i rro l a c é t i c o s Ketorolaco To l m e t i n A r i l p ro p i ó n i c o s Ibuprofeno Naproxeno Nabumetona Ketoprofeno Ibuprosan Butibufeno Fenbufeno Flurbiprofeno Fenoprofeno Dexketoprofeno Ti a p r o f e n o Fenilacéticos Diclofenaco Aceclofenaco N o m b re comerc i a l Efecto a n t i a g re g a n t e Tiempo de seguridad R e f e re n c i a Aspirina, Adiro, Cafiaspirina, Calmante Vitaminado, Dolomega, Inyesprim, Mejoral, Okal, Orraxina, Rhonal, Sedergine, Sespryl, Solusprin, Tr o m a l y t Importante 7 días 23 Feldene, Artragil, Brenixil, Cycladol, Doblexan, Improntal, Salvacan, Sasulen, Vi t a x i c a m Tilcotil, Artriunic, Reutenox Acabel, Bosporon Movalis, Parocin, Uticox Importante 7 días 32 Importante Sin datos Débil 7 días 48 h 12 h* 33 Inacid, Aliviosin, A r t r i n o v o , Fracin, Flogoter, Indoframan, Indocaf, Indolgina, Neodecabutin, Reusin Oldan, Espledol Prodamox, Protaxil Sulindal Importante 3 días 35 Sin datos Sin datos Débil 3 días 3 días 12 h* 36 Toradol, A l g i k e y, Droal, To n u m Artrocaptin Importante Sin datos 48 h 24 h 37 Neobrufén, Algiasdin, Dalsy, Espidifen, Nureflex, Saetil, Naprokes, Naproval, Proxen, Ta c r o n Naprosyn, Alive, Aliviomas, A n t a l g i n , Denaxpren, Lundiran Relif, Dolsinal, Lisran Orudis, Arcental, Fastum, Ketosolam, To p r e k Nialen Mijal Cincopal Froben, Neo Artrol, Tu l i p Nalfol Enantyum, Ketesse, Quiralam, Pyrsal S u rg a m i c Moderado 24 h 38 Moderado 2 días 39 Débil Moderado 12 h* 24 h 40 41 Sin datos Sin datos Importante Importante Moderado Sin datos Sin datos Sin datos Sin datos 3 días 24 h 24 h 24 h 24 h 42 43 44 Voltaren, Directard, Dolotren, Liberalgium Airtal, Falcol, Gerbin, Sanein Moderado Sin datos 24 h 24 h 34 41 342 J. V. LLAU ET A L . R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 8, N.º 5, Junio-Julio 2001 TA B L A I V. EFECTO ANTIAGREGANTE DE LOS A I N Es (continuación) G rupo farmacológico Derivados del ácido salicílico Salsalato Diflunisal Fosfosal Salicilamida Antranílicos Mefenámico Meclofenámico Floctafenina Niflúmico Paraaminofenoles Paracetamol Fenazopiridina Propacetamol Pirazolonas Propifenazona Metamizol (Dipirona) Fenilbutazona Derivados del ácido n i c o t í n i co Clonixina o Clonixinato de lisina Isonixina O t ro s Nimesulida I n h i b i d o res selectivos de COX-2 Rofecoxib Celecoxib Va l d e c o x i b Parecoxib N o m b re comerc i a l Efecto a n t i a g re g a n t e Tiempo de seguridad R e f e re n c i a Umbradol Dolobid Disdolen, Aydolid, Protalgia Débil-Nulo Débil Sin datos Sin datos 12 h 12 h 12 h 12 h 45 46 Coslan Meclomen Idarac Niflactol Moderado Sin datos Sin datos Sin datos 12 h 12 h 12 h 12 h 38 Débil 12 h 47 Sin datos 12 h Débil 12 h E fferalgan, Apiretal, Febrectal, Gelocatil, Te r m a l g i n Furantoina Sedante, Micturol Sedante, Primuril, Urogobens P r o e ff e r e l g a n Calmoplex, Flenalgin, Flexagil, T o n o p á n , Optalidon Nolotil Butazolidina, Carudol, Dartranol Sin datos 12 h Débil Sin datos 12 h 12 h Dolalgial Sin datos 12 h Nixin Sin datos 12 h Antifloxil, Guaxan Moderado 24 h Vi o x x Celebrex No comercializado No comercializado Débil-Nulo Nulo Nulo Nulo 37 48 49 50 51 51 El tiempo de seguridad se ha establecido en función de la duración del efecto biológico (caso del ácido acetilsalicílico y triflusal) o en base a la vida media plasmática de eliminación (resto de los compuestos), aceptando un periodo de 5 veces la vida media como tiempo de aclaramiento total aproximado. *: Los compuestos meloxicam, sulindac y nabumetona tienen vida media plasmática de eliminación prolongada, sin embargo debido a su débil o nulo efecto antiagregante pueden ser mantenidos hasta 12 h antes de practicar la técnica. A n t i a g regantes plaquetarios y anestesia l o c o r re g i o n a l Los fármacos con capacidad antiagregante más potentes producen un notable alargamiento del tiempo de hemorragia y su utilización pre o intraoperatoria se ha relacionado con un incremento en el sangrado qui- rúrgico en algunos tipos de intervenciones (55). No obstante, no existe un acuerdo unánime entre los autores sobre la posibilidad de que el tratamiento con fármacos antigregantes facilite el sangrado tras la realización de técnicas locorregionales en el raquis. Aunque algunas publicaciones han comunicado un incremento en la incidencia de hematoma subdural (56-59), FÁRMACOS QUE A LTERAN LA HEMOSTASIA Y TÉCNICAS REGIONALES ANESTÉSICAS YANALGÉSICAS: RECOMENDACIONES DE SEGURIDAD (FORO DE CONSENSO) en un análisis retrospectivo Horlocker y cols. (12) revisaron 1.013 anestesias epidurales y subaracnoideas en pacientes de los que 391 habían tomado medicación antiagregante (113 pacientes con varios fármacos antiagregantes de forma simultánea), sin que se describiera ningún caso de hematoma espinal. Sin embargo, el estudio determinó que los pacientes tratados con medicación antiagregante presentaron una mayor incidencia de complicaciones hemorrágicas menores, como la aspiración de sangre a través de la aguja o del catéter, lo que sugiere la necesidad de ser cautos en estas circunstancias. En la práctica clínica diaria es difícil valorar el estado de la función plaquetaria de una forma fácil y rápida. Actualmente, la prueba más habitual es el tiempo de hemorragia, la cual es compleja en su realización y en su valoración. En general se acepta que un tiempo inferior a 12 minutos sugiere normalidad en la función plaquetaria, por lo que idealmente sería recomendable su realización en pacientes en los que se sospeche disfunción plaquetaria que vayan a ser sometidos a una anestesia locorregional. Sin embargo, esta prueba no es muy específica, por lo que la normalidad de los resultados del test no implica normalidad de la funcionalidad de la plaqueta (60). Por este motivo algunos autores no se muestran de acuerdo con la práctica anterior (61). Conducta anestésica Debido a la falta de unanimidad es difícil establecer unas normas concretas de actuación ante el binomio anestesia locorregional-tratamiento con A P. No obstante, es preciso recordar que la terapia antiagregante por ella misma y en ausencia de asociación con otros fármacos que alteren la hemostasia, no contraindica formalmente la realización de una técnica locorregional subaracnoidea o epidural, ya que no ha sido demostrada su relación con la producción de hematoma espinal (9,61-63). Sin embargo, dicha técnica sí se debería evitar en pacientes en tratamiento con varios fármacos antiagregantes simultáneos (64). En todo caso, como recomendaciones en estos pacientes es aconsejable seguir las siguientes: 1. Realizar siempre una anamnesis dirigida (Tabla V) (2) encaminada a descartar cualquier problema hemorrágico (coagulopatía) asociado al uso de estos fármacos. La técnica no se recomienda cuando existe plaquetopenia (<50.000/ml) o enfermedad funcional plaquetaria documentada. 2. En caso de cirugía electiva suspender la medicación antiagregante con la suficiente antelación ( Tabla III). Si el paciente está en tratamiento con un 343 TA B L A V. INTERROGATORIO DIRIGIDO PA R A D E S C A RTAR UN POSIBLE T R A S TORNO DE LA COAGULACIÓN NO CONOCIDO ¿Ha presentado sangrado abundante por mordedura accidental de lengua o labios? ¿Tiene con frecuencia grandes hematomas después de sufrir pequeños golpes? ¿Ha presentado alguna vez una hemorragia después de una extracción dentaria? ¿Presenta con frecuencia hemorragia abundante por cepillado dental? ¿Ha sufrido alguna intervención en la que haya desarrollado posteriormente una hemorragia exagerada? ¿Ha visitado al ginecólogo por menstruación excesiva? AINE con efecto antiagregante potente sustituirlo por uno de acción moderada o escasa (Tabla IV). 3. En caso de realizar la técnica a pacientes bajo el efecto de medicación antiagregante, aplicar las siguientes precauciones: —Informar al paciente del riesgo adicional. —Preferencia de elección de un bloqueo periférico frente a una técnica neuroaxial si ello fuera posible y adecuado. —Preferencia de elección de un bloqueo subaracnoideo frente a uno epidural. —Preferencia de empleo de técnica de dosis única frente a técnica continua con catéter. —Elección de una aguja del menor diámetro posible adecuado al bloqueo que se vaya a realizar. —En las técnicas neuroaxiales, elección de un abordaje medial. —El catéter debe ser introducido la menor longitud posible para asegurar la eficacia de la técnica (generalmente menor de 5 cm). La retirada posterior puede hacerse con seguridad sin precisar atención especial. —Empleo de anestésicos locales de corta duración, que permitan evaluar lo más pronto posible el estado neurológico postoperatorio. —Antes de iniciar una perfusión continua postoperatoria analgésica, se debe permitir que revierta lo suficiente el bloqueo anestésico para valorar el estado neurológico del paciente. HEPARINA NO FRACCIONADA La heparina no fraccionada (HNF) está indicada, entre otras en la profilaxis antitrombótica, en cirugía cardiaca y en cirugía vascular (65). Su efecto anticoagulante se ejerce después de unirse a la AT-III, lo 344 J. V. LLAU ET A L . R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 8, N.º 5, Junio-Julio 2001 que determina la aceleración de la capacidad inhibidora de la misma frente a los factores de la coagulación IIa (trombina), Xa y IXa (65). Después de la administración intravenosa posee una vida media plasmática sólo discretamente superior a una hora (entre 70 y 100 minutos). A pesar de que presenta ciertas limitaciones, en la práctica clínica el T P TA e s el método más utilizado de monitorización de la heparinoterapia. Conducta anestésica Cuando se va a practicar una anestesia regional, el empleo de HNF no está contraindicado si se siguen unas recomendaciones fundamentales (9,66-69): 1. Administración de HNF antes de la punción: si se debe administrar una dosis de HNF intravenosa antes de la realización de una técnica anestésica regional, ésta deberá postponerse al menos 4 horas, aún con un resultado de T P TA normal, desde la administración intravenosa de la HNF. La retirada de un catéter después de la administración intravenosa de HNF se debe postponer también al menos 4 horas. 2. Administración post-punción: la administración de HNF por vía intravenosa deberá realizarse al menos 30 minutos después de la realización de la técnica neuroaxial, incluyendo la colocación de un catéter a dicho nivel. Si la técnica resultó hemorrágica deberá desaconsejarse la administración de HNF al menos hasta 6 horas después. 3. M o n i t o r i z a c i ó n: se recomienda un seguimiento de la monitorización con T P TA de la terapia con H N F, debiendo encontrarse el resultado de la prueba en rango de normalidad. ratoria de la enfermedad tromboembólica venosa, entre otras razones por su buena relación beneficio/riesgo, por la administración habitual de una única dosis diaria y la ausencia de necesidad de monitorización para su empleo regular. Las HBPM producen su efecto principalmente mediante la activación de la antitrombina. Su interacción con la antitrombina activada está mediada por una secuencia única de pentasacárido (65,70). Sin embargo, a diferencia de la HNF, la HBPM no es capaz de formar un complejo heparina-antitrombina-trombina para inhibir a esta última. Esto hace que la relación de inhibición anti-Xa/anti-IIa que para la HNF es 1:1, oscile para las diferentes HBPM entre 2:1 y 8:1 según la distribución de su peso molecular (70,71). En la Tabla VI se muestran algunas de las características farmacocinéticas de las distintas HBPM (72-74). Tras la administración subcutánea de la HBPM los niveles plasmáticos más altos se alcanzan aproximadamente a las 4 horas, persistiendo su actividad incluso 24 horas después (70). La terapia con HBPM no precisa monitorización (75) porque no supone mejor manejo del fármaco (76) y porque los riesgos derivados del tratamiento a las dosis recomendadas son escasos en general. A d iferencia de lo que ocurre con la HNF, el sulfato de protamina no es capaz de neutralizar completa y eficazmente la actividad anticoagulante de las HBPM. Aunque el fármaco más estudiado y referenciado es la enoxaparina, existen diversos preparados comerciales en el mercado que comparten características comunes, pero que también poseen algunas propiedades clínicas y farmacológicas diferenciales, por lo que deben ser consideradas fármacos similares pero no iguales (Tabla V I ) . HEPARINAS DE BAJO PESO MOLECULAR Conducta anestésica Las heparinas de bajo peso molecular (HBPM) se emplean muy frecuentemente en la profilaxis periope- Si bien el riesgo de desarrollo de un hematoma espinal en los pacientes que reciben un régimen de pro- TA B L AV I. CARACTERÍSTICAS FARMACOCINÉTICAS DE LAS DISTINTAS HBPM Fármacos N o m b re c o m e rc i a l Enoxaparina Dalteparina Nadroparina Bemiparina Ti n z a p a r i n a Clexane, Decipar Fragmin, Boxol Fraxiparina Hibor Innohep (Refs: 72-74, y monografías de los productos). Vida media (min) Pico de acción (h) Relación antiXa/antiIIa 129-180 11 9 - 1 3 9 132-162 >300 90 2-4 2,8-4 2,2-4,6 3-6 4-6 3,8:1 2,7:1 3,6:1 8:1 1,7:1 FÁRMACOS QUE A LTERAN LA HEMOSTASIA Y TÉCNICAS REGIONALES ANESTÉSICAS YANALGÉSICAS: RECOMENDACIONES DE SEGURIDAD (FORO DE CONSENSO) filaxis con una HBPM a los que se realiza una técnica neuroaxial es muy bajo, todavía se puede disminuir más si se siguen determinadas precauciones que se resumen en (8,9,66,67,70,77-82): 1. Administración preoperatoria: si la HBPM se administra antes de la cirugía, la anestesia espinal se realizará al menos 12 horas después de la administración de la última dosis de HBPM. 2. Administración postoperatoria de la HBPM: si por cualquier circunstancia no se ha realizado la profilaxis preoperatoria, se puede iniciar la misma unas 1012 horas después de la cirugía. En pacientes de muy alto riesgo, se podría considerar administrar la HBPM 4 horas después de realizada la técnica anestésica. 3. Técnicas continuas con catéter: se pueden realizar siguiendo las mismas recomendaciones que las descritas para la punción única. La retirada del catéter no se realizará antes de 10-12 horas desde la administración de la última dosis del fármaco, y no menos de 4 horas antes de la dosis siguiente. 4. Punción hemorrágica: en estos casos se valorará la posibilidad de postponer la siguiente dosis de HBPM hasta 24 horas, con independencia de otras consideraciones globales. 5. Otras situaciones: si se decide la realización de una anestesia espinal en cualquier otra circunstancia, ésta deberá ser una decisión individualizada en función de la relación beneficio/riesgo de cada paciente. En todo caso, se recomienda el empleo de una técnica de dosis única, aguja del menor calibre posible, anestésico local de corta vida media, punción en la línea media y control neurológico exhaustivo en el postoperatorio inmediato. ANTICOAGULANTES ORALES Los AO inhiben la gamma-carboxilación de los factores de la coagulación vitamina-κ d e p e n d i e n t e s II, VII, IX y X, y de las proteínas C y S (83). Dado que la vida media de los factores II y X es de 72-120 h y 24-60 horas, respectivamente (84), los pacientes pueden no estar correctamente anticoagulados tras la administración del fármaco, incluso si el INR es mayor al límite inferior del rango terapéutico, pues éste refleja sobre todo la reducción de la actividad del factor VII (83), de vida media más corta. El tiempo de protrombina es el método más frecuentemente empleado para monitorizar el tratamiento con AO, pero la estandarización de este test ha llevado al uso cada vez más extendido y recomendado del International Normalized Ratio o INR, de forma que en la actualidad sus valores deben ser los de referencia (85). 345 Conducta anestésica Las precauciones a la hora de realizar una anestesia regional en los pacientes en tratamiento crónico con AO siguen siendo una cuestión discutida. No se debe realizar una anestesia espinal ni se debe colocar un catéter en un paciente anticoagulado de forma correcta con AO (8,9,83), debiéndose retirar el fármaco y proceder a la mejor alternativa eficaz para mantener la anticoagulación. Dado que después de retirar el fármaco se necesitan entre 3 y 5 días para que los valores del INR vuelvan a la normalidad y no son infrecuentes las variaciones interindividuales, es siempre recomendable la monitorización del INR antes de realizar cualquier bloqueo central (81). Aunque lo deseable para la realización del mismo sería normalidad de la coagulación (INR=1, TP=100%), se deben tener en cuenta algunas consideraciones con las variaciones en los tests de la hemostasia (11 ) : —Con un INR <1,5 (o un T P ≥50%), siempre que el T P TA esté al menos en el límite superior de la normalidad, no existe aumento del riesgo de desarrollar hematoma espinal con la realización de un bloqueo central. —Si el INR se encuentra entre 1,5-1,75 (TP e n t r e 40-50%), el riesgo parece aumentado, pero la decisión final dependerá de la evaluación individual de cada paciente. —Si el INR es superior a 1,75 (TP<40%), se considera contraindicada la realización de un bloqueo neuroaxial. —Si a un paciente al que se ha colocado un catéter se le debe anticoagular, es deseable que se realice con un fármaco distinto a los AO, esperando a la retirada del catéter para su administración. RECOMENDACIONES GENERALES La decisión de realizar una anestesia locorregional y la de retirar un catéter en un paciente que esté recibiendo una medicación que altere la hemostasia, se debe realizar de forma individualizada, valorando el pequeño riesgo de desarrollar hematoma compresivo, siendo el hematoma espinal el de mayor gravedad (9), en contraposición con los beneficios que pueda aportar la técnica utilizada. Además de lo expuesto hasta el momento, deberemos tener presente en todos los casos las siguientes recomendaciones: —Se deberá procurar realizar la técnica regional correspondiente con una hemostasia dentro de los m á rgenes de seguridad. 346 J. V. LLAU ET A L . —La realización de una anestesia neuroaxial hemorrágica en un paciente tratado con un fármaco que modifique la hemostasia no implica que deba retrasarse la intervención quirúrgica, pero sí se deberá reevaluar el balance beneficio/riesgo individual de cada caso. —El riesgo de aparición de hematoma espinal se incrementa enormemente si se asocian varios fármacos que modifican la hemostasia. Se recomienda en estos casos realizar una técnica anestésica alternativa. —Es imprescindible realizar una monitorización neurológica adecuada en el periodo postoperatorio inmediato. En caso de desviación en la evolución natural del bloqueo anestésico realizado, es imperativo realizar el diagnóstico causal lo más precozmente posible utilizando todos los recursos disponibles. R e v. Soc. Esp. del Dolor, Vol. 8, N.º 5, Junio-Julio 2001 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11 . AGRADECIMIENTOS Los autores desean mostrar su agradecimiento a Aventis Pharma, por el apoyo prestado para la realización del documento, y en especial a la Dra. Inés M a rgalet Fernández, de la Dirección Científica de Aventis Pharma, por la colaboración prestada con sus acertados comentarios y aportaciones científicas. 12. 13. 14. CORRESPONDENCIA: J. V. Llau Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor Hospital Clínico Universitario de Va l e n c i a Avda. Blasco Ibáñez, 17 46010 Va l e n c i a e-mail: [email protected] 15. 16. 17. 18. BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. Horlocker T T, Wedel DJ. Anticoagulation and neuroaxial block: historical perspective, anesthetic implications and risk management. Reg Anesth Pain Med 1998; 23(Suppl 2): 129-34. Sahagún J, Jerez AL. Manejo de bloqueos nerviosos centrales en pacientes con trastornos de la hemostasia o bajo tratamiento con anticoagulantes. Madrid: Quiroga & Hierro, SL, 1999. Lumpkin MM. From The FDA. 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