Resolución No. En el Juicio No. 624-2010 que sigue Jaime Zeas Hoyos contra Blanca Rosario Tapia Toledo hay lo que sigue: Jueza Ponente: Dra. Paulina Aguirre Suárez CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- SALA DE LO CIVIL Y MERCANTIL.- Quito a, de junio de 2012, a las 20 14h25------------------ VISTOS: (624-2010) En virtud de que las Juezas y Juez abajo firmantes, hemos sido debidamente designados por el Consejo de la Judicatura de Transición, mediante Resolución No. 004-2012 de 25 de enero del 2012; y, el Pleno de la Corte Nacional de Justicia, mediante Resolución de 30 de enero del 2012, nos designó para integrar esta Sala Especializada; y conforme el acta de sorteo que consta en el expediente, somos competentes para conocer la presente causa.- Antecedentes: En el juicio ordinario que por cobro de dinero siguen Jaime Rodrigo Zeas Hoyos y Ninfa Guadalupe Gutiérrez Sarmiento contra Blanca Rosario Tapia Toledo y Manuel Antonio Idrovo Tapia; los demandados interponen recurso de casación respecto de la sentencia dictada por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Morona Santiago, el 19 de julio del 2010, a las 15h32, que confirma el fallo del juez de primer nivel que aceptó la demanda.- El recurso se encuentra en estado de resolver, para el efecto, la Sala hace las siguientes consideraciones: PRIMERO: Competencia: Este Tribunal de la Sala es competente para conocer el recurso de casación en virtud de lo dispuesto en el artículo 184 numeral 1 de la Constitución de la República del Ecuador , el Art. 190.1 del Código Orgánico de la Función Judicial y el Art. 1 de la Ley de Casación; por cuanto el recurso de casación ha sido calificado y por ende, admitido a trámite por la Sala de lo Civil, Mercantil y Familia de la Corte Nacional de Justicia, mediante auto de 10 de marzo del 2011; las 16h14, por cumplir con los requisitos de procedencia, oportunidad, legitimación y formalidades acorde a lo dispuesto en el Art. 6 de la Ley de Casación; y, por corresponder a este Tribunal la resolución del recurso de casación, en virtud del sorteo realizado acorde a lo previsto en el Art. 183, inciso quinto del Código Orgánico de la Función Judicial, conforme obra de la razón precedente.- SEGUNDO.- Fundamentos del recurso de casación: 2.1.- Los casacionistas fundamentan su recurso en la causal primera del Art. 3 de la Ley de Casación por falta de aplicación de los Arts. 374, 376, 377 y 297 del Código de Procedimiento Civil; y, el Art. 76 de la Constitución de la República.- En estos términos fija el objeto del recurso y, en consecuencia, lo que es materia de análisis y decisión de la Sala de Casación en virtud del principio dispositivo consagrado en el Art. 168.6 de la Constitución de la República y regulado por el Art. 19 del Código Orgánico de la Función 1 Judicial.- 2.2.- Con cargo en la causal antes referida, los recurrentes afirman que de las copias certificadas del juicio ejecutivo No.339-08 formulado por los cónyuges Jaime Rodrigo Zeas Hoyos y Ninfa Guadalupe Gutiérrez Sarmiento contra Blanca Tapia Toledo, iniciado el 3 de septiembre del 2008 por una letra de cambio por el valor de US.$ 16.640,00 dólares americanos, es el mismo documentos que ha sido desglosado y luego aparejado como principio de prueba en este juicio ordinario.- Que en los Arts. 374, 376 y 377 del Código de Procedimiento Civil, se regula la institución jurídica del desistimiento y al haber los ahora actores nuevamente demandado la acción que ya ejercieron en la vía ejecutiva, extinguieron su derecho por uno de los medios previstos en el Art. 1583 del Código Civil que es la solución. Que al haber desistido de la demanda en el juicio ejecutivo tal retractación surte efectos irrevocables, a tal punto que no puede iniciarse nuevamente la acción, el desistimiento, dicen, es inalterable a partir del auto que lo aceptó.- Se expresa por parte de los recurrentes que se estaría ordenando el pago por segunda vez de la misma obligación, en contraposición con el principio constitucional consagrado en el Art. 76 letra i) de la Constitución de que nadie podrá ser demandado por segunda vez y sobre la misma materia; y que las sentencias, autos o decretos ejecutoriados surten efectos irrevocables respecto de las partes que siguieron el juicio, previsto en el Art. 297 del Código de Procedimiento Civil, rompiendo el principio universal de la cosa juzgada.TERCERO.- Motivación: Conforme el mandato contenido en el Art. 76, numeral 7, letra l) de la Constitución de la República, las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda o no se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho establecidos en el proceso.- La falta de motivación y por lo mismo de aplicación de la norma constitucional en referencia ocasiona la nulidad de la resolución.- Cumpliendo con la obligación constitucional de motivación antes señalada, este Tribunal de la Sala fundamenta su resolución en el análisis que se expresa a continuación: 3.1.- La causal primera del artículo 3 de la Ley de Casación procede por: “Aplicación indebida, falta de aplicación o errónea interpretación de normas de derecho, incluyendo los precedentes jurisprudenciales obligatorios, en la sentencia o auto, que hayan sido determinantes de su parte dispositiva.”.- El vicio que la causal primera imputa al fallo es el de violación directa de la norma sustantiva, incluyendo los precedentes jurisprudenciales obligatorios, porque no se ha dado la correcta subsunción del hecho en la norma; es decir no se ha producido el enlace lógico de la situación particular que se juzga con la previsión hipotética, abstracta y genérica realizada de antemano por el legislador; yerro que se puede producir por tres diferentes tipos de infracción, que son: por la aplicación indebida, falta de aplicación o errónea interpretación de las normas de derecho; siempre que estos vicios sean determinantes de la parte dispositiva de la sentencia o auto, lo que el recurrente debe fundamentar debidamente. La aplicación indebida ocurre cuando la norma ha sido entendida rectamente en su alcance y significado; más se la ha utilizado para un caso que no es el que ella contempla. La falta de aplicación se manifiesta si el juzgador yerra ignorando la norma en el fallo, la 1 cual efectivamente si es aplicable al caso que se está juzgando. La errónea interpretación tiene lugar cuando, siendo la norma cuya transgresión se señala la pertinente para el caso, el juzgador le ha dado un sentido y alcance que no tiene, que es contrario al espíritu de la Ley.- 3.2.- Al respecto este Tribunal estima que el desistimiento que dicen los recurrentes ha operado en el juicio ejecutivo no es impedimento para que los acreedores puedan intentar la acción cambiaria ordinaria, según los previsto en el Art. 461, inciso tercero del Código de Comercio que establece: “Sin embargo, en caso de caducidad o prescripción subsistirá la acción cambiaria contra el girador que no haya hecho provisión o contra un girador o un endosante que se haya enriquecido injustamente; así como, en caso de prescripción, contra el aceptante que hubiere recibido provisión o se hubiere enriquecido injustamente, lo que se resolverá en el mismo proceso iniciado para el pago de la letra de cambio”. Esta acción de enriquecimiento injustificado, es eminentemente civil y no ejecutiva, se trata de un juicio de conocimiento pues, busca la declaración de un derecho, como es la existencia de una obligación, no ejecutiva, se la debe intentar en la vía ordinaria a diferencia de las demás acciones que se pueden intentar para conseguir el pago de un documento cambiario, de naturaleza meramente mercantil, por ser el último recurso que una persona intenta para que se cumpla con una obligación, se transforma en una acción civil, no solo porque la vía en la que la contienda se decidirá es la ordinaria, y no la verbal sumaria o ejecutiva, que es la regla para demandar la ejecución o el cumplimiento de la obligación pecuniaria contenida en un título de crédito, sino porque se trata de establecer la existencia de una deuda sin recurrir solamente al principio de literalidad del título de crédito, el cual por sí solo no constituye prueba de la obligación, sino un principio de prueba por escrito, ya que en la acción ordinaria de enriquecimiento injustificado el actor debe probar tanto la existencia de una obligación como que ésta tenga los requisitos necesarios para que persista, como es: objeto lícito, causa lícita, capacidad de las partes y que tal declaración no adolezca de ningún vicio de consentimiento, puesto que al haber operado la caducidad o prescripción de las acciones cambiarias, corresponde establecer el nexo causal, que dio origen a la obligación; en consecuencia, la acción ejecutiva y la ordinaria son dos acciones distintas, por tanto no cabe el argumento de que operó el desistimiento y que el mismo hace improcedente la acción ordinaria.- Sobre el argumento de que el auto que admitió el desistimiento en el juicio ejecutivo, causó ejecutoria y constituye cosa juzgada, por tanto no se puede juzgar más de una vez a una persona sobre un mismo asunto (Art. 76 numeral 7, letra i) de la Constitución); este Tribunal considera que tal acusación carece de sustento jurídico, pues en primer lugar, en el juicio ejecutivo no se dictó una sentencia de mérito, sobre el asunto de fondo materia de la acción ejecutiva, sino un auto relativo al desistimiento de los accionantes en el proceso ejecutivo; y, en segundo lugar, como ya se lo analizó anteriormente, se trata de dos acciones diferentes, la ejecutiva y la ordinaria.-Por lo expuesto, se desechan los cargos por la causal primera del Art. 3 de la Ley de Casación.- En base a las consideraciones que anteceden este Tribunal de la Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Nacional de Justicia, ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN 1 NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, no casa la sentencia dictada por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Morona Santiago, el 19 de julio del 2010, a las 15h32-.- Sin costas.Notifíquese y devuélvase.- f. Dra. Paulina Aguirre Suárez, Dr. Paúl Iñiguez Ríos y Dra. María Rosa Merchán Larrea – Juezas y Juez Nacionales.- Certifico.- Dra. Lucía Toledo Puebla.- Secretaria Relatora de la Sala.- Lo que comunico a usted para los fines pertinentes.- Dra. Lucía Toledo Puebla Secretaria Relatora 1