Ana Seisdedos: “Se debe aplicar de igual modo la custodia

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Ana Seisdedos: “Se debe aplicar de igual modo la custodia
compartida y la individual siempre que busque los beneficios e
intereses de los menores, y que no sea perjudicial para ellos”
18.Jul.2016
Debido a que la custodia individual era la que más presente estaba en el Código Civil, a comienzos del
siglo XXI aumentaron las demandas para la reforma del Código Civil en el que estuviese presente de una
forma más significativa e igualitaria la custodia compartida. “Se modificó el artículo 92 en el que se hizo
visible la custodia compartida siempre y cuando hubiese un acuerdo entre ambos padres. Aun así, si no
hubiese acuerdo y solamente uno de los progenitores quisiera pedir la custodia compartida, el juez
debería establecerla”.
En este contexto, Ana Seisdedos ha analizado la ley vasca, que comenzó con la tramitación
parlamentaria en el 2011 y que vio la luz en el 2015. “¿Qué novedades tiene la ley vasca en comparación
con lo que dice el Código Civil sobre la custodia de los menores?”
En el artículo 9, la ley vasca señala lo mismo que el Código Civil. Para solicitar la custodia compartida,
en el caso de que no haya acuerdo entre los progenitores y uno de ellos la pida, el juez debe concederla.
“En este sentido no hay ningún avance respecto al Código Civil. No se le permite al juez que elija en
función de los beneficios e intereses de los menores, que es lo que se debe tener siempre presente”.
Además, si en lugar de pedir custodia compartida, ambos padres piden la custodia individual, “el juez no
podría establecer la custodia compartida, que sería lo justo al estar ambos progenitores de acuerdo en
quedarse con la custodia del menor, ya que los padres han pedido la custodia individual y ninguno la
compartida”, ha explicado Ana Seisdedos.
Aun así, ha subrayado que desde 2014 existe un anteproyecto de la ley de reforma de la custodia
compartida, que en el caso de que prosperase, “el juez podría establecer la custodia compartida si
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contribuyera al beneficio e interés de los menores aunque los progenitores no lo pidiesen”.
En los casos de las leyes establecidas en Aragón, Valencia, Cataluña y Navarra, la custodia compartida
es más favorable que la individual. En el caso de establecer la custodia individual, es necesario
argumentarla y justificar el porqué de esa decisión. Por el contrario, la custodia compartida no hay que
argumentarla porque forma parte de la norma habitual. En este caso, la ley vasca trata las dos medidas
de una manera más igualitaria. “La custodia compartida es la más adecuada, es el derecho de los
menores, pero no queda tan claro que sea la preferente. Se debe aplicar de igual modo la custodia
compartida y la individual siempre que busque los beneficios e intereses de los menores, y que no sea
perjudicial para ellos”.
Sobre esta cuestión, en el anteproyecto de 2014 sobre la ley de reforma de la custodia compartida,
“ninguna de estas dos medidas tendría preferencia. Habría una libre determinación judicial que buscase
los beneficios e intereses del menor”.
La cuestión sobre la atribución del uso de la vivienda familiar también “es una ley que tiene que ver con
la custodia de los menores y que generalmente está pensada para la custodia monoparental”, ha
señalado Ana Seisdedos. El artículo 96 del Código Civil, que no fue modificado al igual que el artículo 92
sobre la custodia compartida, define que “el progenitor que se quede con la custodia del menor es el que
se queda con la vivienda”.
Sin embargo, la ley vasca en su artículo 12 define la atribución del uso de la vivienda teniendo en cuenta
otros criterios. Por un lado, “vincular la atribución de la vivienda con la custodia de los menores”. En el
caso de que la custodia sea monoparental, y si es en función de los beneficios e intereses de los
menores, “se puede adjudicar el uso de la vivienda familiar al progenitor que tiene la custodia. Si la
vivienda familiar no responde adecuadamente a los beneficios e intereses de los menores, el juez puede
tomar la decisión de cambiar la vivienda”. En el caso de que la custodia sea compartida, se puede
adjudicar el uso de la vivienda por turnos. Esta posibilidad supone que “los hijos no se muevan de la
vivienda, pero que los padres a su vez la compartan, lo que puede ser fuente de conflictos”.
Otro de los criterios que define la ley vasca sobre el uso de la vivienda familiar, en el caso de la custodia
compartida, es “atribuir el uso al progenitor que más dificultades tenga para conseguir otra vivienda”.
Sin embargo, esta posibilidad supone que “los menores tengan que peregrinar, lo que desde el punto de
vista de los beneficios e intereses de los menores no permite que disfrute de una vivienda estable”. En el
caso de la custodia individual, “se puede adjudicar la vivienda al no custodio si tiene dificultades a la
hora de conseguir una vivienda. Además, el otro progenitor debe disponer de los medios suficientes para
proporcionar una vivienda adecuada al menor”.
Ana Seisdedos ha concluido su intervención recordando que la ley vasca define un gran número de
criterios a la hora de adjudicar el uso de la vivienda familiar y que siempre tiene presente buscar el
beneficio e interés de los menores antes que cualquier otra cuestión. “El Código Civil define que la
persona que tiene la custodia es la que se queda con la vivienda, pero eso no es siempre lo adecuado
para los menores”.
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