Licencias obligatorias un instrumento soberano para las políticas

Anuncio
Licencias obligatorias:
Un instrumento soberano para las políticas en salud pública
A muchas personas les sucede que, ante una enfermedad se ven imposibilitadas de adquirir
los medicamentos que se requieren para el tratamiento, por el elevado costo que tienen.
Paúl Salazar, comerciante, químico de profesión, nos relata una situación como la señalada.
“Hace tres o cuatro años a un pariente cercano mío le diagnosticaron un mieloma múltiple,
que es una enfermedad cancerígena complicada. El tema es que una de las medicinas que
se recomienda es de desarrollo relativamente nuevo que se llama bortezomiv. Esta medicina
cuesta cada ampolla de 3,5 m gr alrededor de 3 mil dólares. La dosis recomendada es de
entre tres a cuatro ampollas por mes. Es una cantidad que ninguna familia puede financiar
para un tratamiento de un enfermo. El cálculo interesante es que si cada ampolla de 3,5 m
gr cuesta tres mil dólares quiere decir que un kilo de ese producto cuesta 850 millones de
dólares. Yo dudo que un kilo de plutonio tenga ese valor”.
¿Por qué un país no puede fabricar un genérico con el mismo ingrediente activo del
medicamento de marca, de manera de abaratarlo y hacerlo accesible a mucha gente que lo
necesita? Pues, sencillamente, porque para producir ese medicamento genérico tendría que
realizar una inversión muy grande que implicaría investigación, tiempo y recursos
económicos. Entonces, la pregunta es: ¿por qué una empresa farmacéutica que ya hizo esa
investigación durante largo tiempo, no pasa los datos de prueba al país que desea producir
el genérico? La respuesta es: porque ella tiene protección sobre los datos de prueba en la
normativa internacional. Y según nos dice Valentina Delich, directora de la Maestría en
Propiedad Intelectual de FLACSO-Argentina, quienes gozan del derecho de protección con
exclusividad de los datos de prueba inclusive ejercen presión para que ese período se
extienda:
Hay una presión muy grande en las negociaciones internacionales para que se extienda
protección sobre los datos de prueba que los laboratorios le proveen al Estado a la hora de
evaluar los productos farmacéuticos. La presión es muy grande. Algunos hablan de extender
la protección cinco o 10 años más.
La actual normativa internacional protege con exclusividad los datos de prueba de las
industrias farmacéuticas por muchos años, si esos períodos de protección se alargaran más
tiempo, cada producto genérico demoraría mucho más en entrar al mercado.
El ingreso de genéricos es muy importante una vez vencida la patente porque es la que
hace bajar los precios de los medicamentos, genera competencia y calidad.
En este contexto, en vez de esperar a que venzan las patentes que han impuesto los países
desarrollados para proteger los datos de prueba de sus industrias, los países en desarrollo,
como Ecuador, pueden usar ciertas flexibilidades que la propia norma internacional permite.
Una de ellas son las licencias obligatorias. Valentina Delich nos dice lo que son:
Las licencias obligatorias son un instrumento legal y legítimo que ayudan a los gobiernos y
a los estados a regular mejor el mercado y, también, las necesidades que no tienen que ver
con el mercado sino con la salud pública. Es fundamental que este tipo de instrumentos los
estados aprendan a utilizarlos y que los regulen correctamente porque van en beneficio del
propio estado, de sus ciudadanos y de un mejor funcionamiento del mercado.
El estado tiene un rol y está en su capacidad el de construir su relación con el mercado.
Tiene que redefinir la relación estado – mercado y tiene que regular el mercado de manera
de que el mercado no funcione solamente para generación de fortunas personales o
corporativas sino que también genere bienestar para todos los ciudadanos y la sociedad.
Ecuador está dando ejemplo al mundo al declarar licencias obligatorias para algunos
productos farmacéuticos de marca, de manera de facilitar la producción de genéricos. Sin
embargo, la pelea no debe ser solo de un país, según Valentina Delich.
La clave para incidir en la OMC es la cooperación y colaboración entre todos los países en
desarrollo. El mundo es asimétrico, todos tenemos capacidades distintas: económicas,
militares. Así, tenemos que armar posiciones regionales, visiones comunes y tratar de
compensar con la unidad las asimetrías económicas que tenemos con los países más
desarrollados.
Descargar