Los niveles de interpretación de Temor y temblor Luis Guerrero M. Universidad Iberoamericana Publicado en el Boletín 8 de la Sociedad Iberoamericana de Estudios Kierkegaardianos A comienzos de este año se publicó un libro sobre Kierkegaard editado por Alastair Hannay y Gordon D. Marino, en la colección The Cambridge Companion. En esta obra se encuentra un sugestivo artículo de Ronald M. Green titulado “Revelando” Temor y temblor. El autor acude al símil del revelado fotográfico, en el cual las imágenes van apareciendo paulatinamente, marcándose primero unos aspectos, luego otros y así sucesivamente hasta que queda configurada la fotografía. R.M. Green, profesor de religión y Director del Instituto de Ética aplicada en Dartmouth College, usa esta analogía para exponer los diversos niveles interpretativos que el lector de Temor y temblor puede encontrar; aunque cada uno de ellos tiene una cierta autonomía, al mismo tiempo son complementarios y orientados a explicaciones más acabadas y superiores. A continuación se presenta una breve síntesis de los cinco niveles desarrollados en el artículo. I. Llamado al cristianismo oculto. En este primer nivel Temor y temblor es interpretado como una crítica a la visión superficial del cristianismo; en una sociedad en la que se puede ser cristiano por el simple hecho de haber nacido en una sociedad o familia de “creyentes”, o por la simple aceptación mental de los dogmas. En este “triunfalismo cristiano” la figura de Abraham suele presentarse de forma simplista, llegando demasiado pronto al final feliz. Como un antídoto a este letargo espiritual, Johannes de Silentio, el autor pseudónimo de Temor y temblor, presenta a Abraham y los sucesos del capítulo 22 del Génesis como una terapia de shock. El padre en la fe es presentado en una situación terrorífica, de angustia, de paradojas e irracionalidad que no dejan duda de que para ser creyente es necesario recorrer la senda solitaria del caballero de la fe, descrita desde el comienzo de la obra. También en este primer nivel se ubica la crítica al cristianismo de corte hegeliano, que considera la fe como un rudimentario paso al desarrollo intelectual de la filosofía racional. II. La psicología de la fe. Una vez experimentado el shock del primer nivel, el lector encuentra en Temor y temblor una exploración de la psicología de la fe. Por muy dramático que pueda parecernos el posible sacrificio de Isaac, lo fundamental de la fe pertenece a la interioridad, a un doble movimiento que experimenta el creyente. El primero de ellos es el abandono y resignación infinita a la voluntad de Dios, el creyente sólo puede reconocerse a sí mismo en esta unión a los designios de Dios. El segundo movimiento de esta psicología es la absoluta confianza de que para Dios todo es posible, esta actitud se tiene en virtud del absurdo, en la conciencia de que humanamente las exigencias divinas son imposibles. De esta forma se llega al movimiento infinito, a una gravedad que conjunta la angustia y la paz. III. Las normas que guían la existencia cristiana. En este nivel Johannes de Silentio enfrenta al lector a la oposición entre las exigencias de la ética y las de un deber absoluto para con Dios, la paradoja de que el individuo singular sea superior a las normas universales. No quiere dejar lugar a dudas sobre esta oposición al diferenciar a los héroes trágicos, pero al fin y al cabo éticos, con la figura de Abraham, negando además cualquier posibilidad para entender el comportamiento de Abraham racionalmente. El profesor Green hace una relación de las diversas interpretaciones a esta postura radical de Temor y temblor, varias de ellas buscan una justificación en contraposición a las correspondientes posturas radicales de Kant, con su universalismo ético del deber, o en las de Hegel y la subordinación que hace del individuo a lo general. Sin embargo, Green considera que esta postura ética contenida en Temor y temblor está orientada a mostrar la posibilidad de una relación directa con Dios que no tiene por qué estar sujeta a formas o normas que sean idénticas para todos. IV. Pecado y perdón. En este nivel se plantea una pregunta fundamental: ¿Cómo puede el individuo particular obtener el perdón de los pecados? Esta reflexión no está propuesta de forma directa, pues Abraham no es considerado como pecador; está basada en algunos textos de la obra, teniendo en cuenta las interpretaciones que la tradición ha hecho del capítulo 22 del Génesis, en las que Abraham prefigura la relación entre Dios Padre y Cristo que abre las puertas de la salvación por medio del sacrificio. Kierkegaard conocía bien estas consideraciones. Es factible que Temor y temblor sea un contra argumento a la crítica que Kant formuló sobre esta postura en La Religión dentro de los límites de la sola razón. Green afirma que muchas de las referencias autobiográficas en Temor y temblor pueden ser consideradas dentro de esta temática. V. Hacia un texto transparente. Este último nivel representa la visión de conjunto que es ofrecida por Johannes de Silentio. En los anteriores niveles se establecía un doble movimiento. Los dos primeros hacen una contraposición entre los engaños de un cristianismo superficial y las exigencias internas de la auténtica fe. En los dos siguientes niveles, de forma análoga, la visión ético-racional de la vida, demasiado centrada en la fuerza humana es contrapuesta a la consideración del pecado y a la convicción de que sólo Dios salva. Dicho en otras palabras, ni la oficialidad de ser cristiano, ni un comportamiento ético-racional pueden salvar; sólo la auténtica fe salva. Green llega a la conclusión final de que Temor y temblor es una propedeútica a las obras de Kierkegaard como un todo, pues contiene todos los temas que sirven como base a sus obras pseudónimas o religiosas. En realidad sobrepasa la obra de un poeta, ya que contiene una profundidad teológica en continuidad con Pablo y Lutero.