La Política como Vocación; Max Weber

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1.− Redacción: Max Weber. a) Cualidades del P.: Pasión, Responsabilidad, Mesura. b) Ética de la
Responsabilidad y ética de la Convicción. c) Cualidades psicológica del político.
Por supuesto como dice el sociólogo Max Weber en este fragmento de su obra, nada se solucionar en la
política con la simple pasión, ya que se puede hacer la política con el corazón, con sentimientos, incluso con
la más noble pasión, pero el político debe hacer la actividad política, con la cabeza, es decir con la razón Sí,
quiere poseer las cualidades que un político debe de tener: lo primero, es sentido del deber, en toda su
actuación y si ha de ser fiel a su verdadera vocación, tiene que tener no sólo pasión y sentido de la
responsabilidad sino también mesura, que es la cualidad que le puede dar, sentido común...La pasión por si
sola no lleva al hombre a la política correcta, por muy fogosa que sea esta pasión, incluso a pesar que la causa
sea muy justa, y que la defienda con ardor. Ya que las tareas políticas de la actividad del hombre pueden ser
conseguidas de una manera exitosa, con la moral de la responsabilidad, siempre que sus fines sirvan para el
bien colectivo y no para el individual. El hombre es un animal gregario, pero además es capaz de prever y
planificar sus actos, lo que lo convierte en un animal político como dijo, Aristóteles. Por eso el autor tiene
razón en este caso cuando dice que el político no debe guiarse en su actividad por la simple pasión. Ya que
esta pasión puede también ser fuente de sus errores. Un político debe tener además de las virtudes que el autor
señala: Pasión, responsabilidad y mesura, sentido de la proporción, creo que un político debe guiarse por el
sentido común, y saber en cada momento que es mejor...Por supuesto aquí entramos en la disyuntiva, de que
es más importante si actuar con la moral de la responsabilidad o la moral de la convicción, si obedecer a las
premisas de una o a las premisas de la otra...Así que estos dos factores juegan mucho en el quehacer del
político y aunque como señala en otro sitio de su libro Max Weber, no tiene por−que se polos opuestos sino
complementarios. Lo más normal sería que el político hiciera, o actuara teniendo presente las dos aspectos.
Por otra parte, considero, que en la práctica de los políticos profesionales, se da más la oposición de ambos
postulados.
Uno de los pecados de los políticos hoy en día, es precisamente no saber guardar las distancias, en realidad, es
que vemos, cada dos por tres, a los políticos profesionales decir hoy una cosa, y mañana decir otra, no es que
no se pueda cambiar de opinión, nadie tiene la verdad absoluta, pero lo que hacen muchos políticos es decir
una cosa y después, hacer otra, es decir permutar, por la sencilla razón de la oportunidad de conseguir mas
votos electoralmente, esta actitud sigue siendo menos grave, que cuando se cambia por intereses individuales,
cosa más condenable si cabe. Solamente, si además de las cualidades enumeradas, pasión, responsabilidad y
mesura, el político se distingue del simple diletante, puede empezar a considerarse un buen político. Sin
olvidar que el político profesional, tiene que además vencer cada día y cada hora, enemigos que están oculto
en lo más hondo del alma humana, y que a la primera de cambio salen a la superficie, para llevar al político a
lo más innoble, me refiero al egoísmo y a la vanidad, actuaciones humanas, que se encuentran intrínsicamente
en el hombre, y pueden hacer llevar al político, a su perdición, el político debe de saber, que sólo hay una
manera de vencer y erradicar estás enfermedades de la política, y es como dice el adagio, "no solo tiene que
ser honrado, sino también parecerlo". La actividad política tiene que tener unos objetivos definidos y diáfanos,
además tiene que hacer su actividad política con sentido de la responsabilidad de cara a defender los interés de
la sociedad. Éticas: Tenemos que ver con claridad que toda acción éticamente orientada a una causa, puede
ajustarse a dos máximas fundamentales distintas entre sí, e irre−mediablemente opuestas, se puede orientar
confor−me a la ética de la convicción o a la ética de la responsabilidad. No es que una sea contraria a la otra,
pero si hay una diferencia abismal entre actuar de una manera o de otra, según la máxima. Quien quiera en
general hacer política como profesión ha de tener conciencia de estas parado−jas éticas y de su propia
responsabilidad a la hora de optar, por una o por otra, ya que el político con su propia actividad puede hacer
que las cosas y él mismo cambie.
3.− Redacción: Max Weber. a) ¿Por qué hacemos la política con la cabeza? b) ¿Qué es la política?
c) Cualidades del P. profesional. c) ética de la responsabilidad y ética de la convicción.
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Antes de explicar las cualidades de un político, trataré de explicar brevemente ¿Qué es la política? Y, por qué,
se debe hacer la política con la cabeza, aunque se haga también con otras partes del cuerpo. Por supuesto hoy
en día la política es mucho más que una simple definición etimológica, hoy la política abarca no sólo la
actividad propia del Estado, sino la toda la actividad del hombre en el medio que habita, ya que este depende
cada día más de las decisio−nes que toma el Estado. Fue Maquiavelo, quien en la época moderna, planteó con
claridad, las diferencias que se podía tener, a la hora de decidir, sobre lo mejor para el Estado, y lo mejor para
el alma. Y que no siempre, coincidía ambas, por lo que a veces había que decidirse, entre la razón del Estado,
o estar bien con la razón del alma. Se puede hacer la política con el corazón, con sentimientos y pasión, pero
el político debe hacer la actividad política con la cabeza, es decir con la razón... Si quiere poseer las
cualidades que un político debe de tener: lo primero es sentido del deber, en toda su actua−ción y si ha de ser
fiel a su verdadera vocación, tiene que tener no sólo pasión y sentido de la responsabilidad sino también
mesura. La pasión por si sola no lleva al hombre a la política correcta, por muy fogosa que sea esta pasión,
incluso a pesar que la causa sea muy justa y que la defienda con ardor. Ya que las tareas políticas de la
actividad del hombre pueden ser conseguidas de una manera exitosa, con la moral de la responsabilidad,
siempre que sus fines sirvan para el bien colectivo y no para el individual. El político tiene que tener
cualidades psicológicas, para saber en cada momento tratar y relacionarse con los hombres. Y por supuesto,
tener mesura, capacidad para ser capaz de que la propia realidad que le rodea pueda actuar sobre él, esto le
servirá para saber colocar a cada uno en su lugar. La mesura le servirá para poner al orden del día, sus
convic−ciones, así podrá tener un sentido de la responsabilidad más convincente, a la hora de saber, como
tiene que hacer su acción política, por supuesto sabiendo guardar las distancias con los hombres y las cosas...
Por eso, al plantearse las tres cualidades,
−antes mencionadas− para poder atajar estos problemas planteados por el autor, me parecen bien, aunque
insuficiente, pero me parece aún menos acertado, lo que plantear Max Weber: que sólo, si nos dejamos llevar
por el recogimiento y la tranquilidad, podremos estar bien con nosotros mismos, yo creo que entonces
seremos víctimas de las presiones de la situación imperante, qué es, precisamente, lo que el político debe
cambiar, por supuesto que esto, no significa que perdamos de vista en cada momento, donde estamos, y a
donde vamos...Creo que así de esta manera podremos situarnos equitativamente en la opción más ventajosa
para poder utilizar de una manera correcta la ética de la responsabilidad y por otra no olvidar la ética de la
convicción... Creo que en un mundo donde, donde la palabra de moda al comienzo de un nuevo milenio, es la
globalización, y la internacinalización, donde los cambios son vertiginosos e imprevisibles, y que por otra
parte las dos tercera partes de sus habitantes están viviendo en el umbral de la pobreza, las enseñanzas de Max
Weber, están vigente en tanto y en cuanto, los problemas siguen siendo los mismos, lo que no tengo claro es si
las recomendaciones del autor son suficientes, por mi parte creo que la situación no es la misma, y por tanto
desde mi punto de vista, se debería de buscar soluciones, poniendo más medidas de participación de los
ciudadanos en la actividad del Estado. Por supuesto la solución de los problemas, no es responsabilidad de los
políticos exclusivamente, pero si es tarea de los políticos profesionales, actuar, al menos, con la moral de la
responsabilidad, teniendo presente que sus éxitos lo sean para la comunidad, y creo, que estos éxitos no le
tienen por que llevar a actuar, en contra de sus convicciones, ya que como también apuntaba el autor ambas se
pueden complementar, siempre que esté dentro de unos canones, anteriormente aceptados por él. De esta
manera se convergerá, para crear las bases, de un autentico ciudadano con vocación política.
2.− Redacción: Max Weber. a) ¿Qué entendemos por la política? b) Actividades que abarca. c) Asociaciones
políticas. d) Estado moderno. e) Monopolio de la violencia.
Tenemos que partir que existe, una definición de la política, diferente en cada persona, a la que preguntemos,
así, dependiendo de la persona, tendremos una respuesta u otra, −si le preguntamos a un político profesional,
nos dirá, que es su profesión y la actividad que hace, si preguntamos a un estudiantes de acceso a Ciencias
Políticas, nos puede decir, que es la carrera que él eligió, y si le preguntamos a un funcionario de un
organismo público, no puede responder que él, en su trabajo también hace política− todas estas respuestas, nos
debe servir para aproximar−nos más a la definición, qué es la política. Es el dicho popular, "todo en la vida es
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política", partiendo de este postulado podemos decir: <<que la política, es la actividad de las asociaciones
políticas creadas por el hombre, para administrar y gobernar la sociedad, y que en los tiempos modernos se
identifica con el Estado>>...Sin embargo, hay todo tipo de asociaciones, donde el hombre desarrolla, otras
artes de gobernar, otras actividades sociales, culturales y depor−tivas, que incluso mueven a las masas, y
cantidades de medios astronómicos, y a la hora de determinar su actividad, nos dirigimos a ellas, diciendo, la
política social, cultural, de fichajes, que lleva tal o cual sociedad depor−tiva. Por supuesto que todo en la vida
es política en un sentido u otro, pero lo que nos interesa, es la política que determina a las demás, y esa, sólo
la desarrolla el Estado moderno que es el que tiene el monopolio de la violencia, se puede asegurar, que es el
Estado, el único que hace política con mayúscula...Aunque podamos decir que en esencia, no ha variado el
Estado, desde la época de las Ciudades−Estado, de la Grecia clásica, donde gobernó Pericles, y se desarrollo
la Democracia; pero también otras forma de gobierno, como la tiranía...El Estado sigue siendo una asociación
política, dirigidas por hombres, éstos pueden ser elegidos de una forma democrática, o no, pero su fin, no ha
variado, el Estado es el que regula a la sociedad, el que mantiene la ley y el orden mediante el monopolio de
los medios de coerción,
como dijo Trotski: "Todo Estado está fundado en la violencia", aunque es cierto, tenemos que considerar que
el Estado ejerce la violencia física, porque ostenta su monopolio, es decir, el derecho legítimo a ejercer la
violencia...Por supuesto, no todo los Estados han sido iguales, incluso actualmente tenemos diferentes tipos de
Estado, inclusos algunos se están formando, o
reformándose; que juegan distintos roles en la sociedad, dependiendo de las condiciones económica, las
tradiciones, factores históricos, inclusos geográficos, como está ocurriendo actualmente en el
desmembramiento de la ExURSS.
Aunque todos los Estados, tengan el monopolio de la violencia, no es lo mismo el tipo Estado, que se da en la
Europa Occidental, que el que se da en la Europa Orienta, por no hablar de los países del Tercer Mundo,
además, en la misma Europa, nos encontramos con diferentes modelos, o regímenes como monarquías,
repúblicas, y a su vez, con diferentes desarrollos culturales, económicos y sociales. El monopolio de la
violencia, es un medio, que tiene el Estado, para ejercer el control, de la propia violencia, que engendra la
convivencia socia. Sin embargo el Estado cada día más está haciendo dejación de sus cometidos, estamos
viendo como florecen todo tipo de empresas privadas de seguridad, para prevenir o controlar la violencia,
pero, esta situación, se le puede ir, fuera de control, del propio Estado, como hemos visto en otros países, por
poner dos ejemplos, lo que paso en Rusia, cuando el presidente Yeltsin, decidió atacar al Parla−mento, y un
empresario, amigo del Presidente, que disponía de guardas de seguridad, tomó partido, a favor de éste y en
contra del Parlamento, o lo que, a ocurrido este verano en Estados Unidos, donde los periódicos han
informado, de la situación de las condiciones, de las cárceles privadas, donde se maltratan a los presos, con
método totalmente inhumanos, y paradójicamente este mismo país, exige a los demás, con su política exterior,
que se respeten los Derechos Humanos, que me parece muy bien que se exija, pero hay que predicar con el
ejemplo...
Otrora, como ahora, el Estado podía tener más o menos competencias, ser más fuerte, más o menos
democráticos, pero todos sustentaban, su poder, en el dominio de la fuerza.
Además el Estado se convertía, en la salvaguardia del territorio que la comunidad de hombres había
determinado como propio, de esa sociedad...Por supuesto el Estado como ente, creado por el hombre ha tenido
diferentes tipo de dirigentes, durante su historia, desde los sacerdotes ejipcios, los "demagogos" elegidos en
las Ecclesias griegas, los nobles de la Edad Media, o ahora los políticos profesionales, todos han utilizado al
Estado, o lo utilizan, por que consideran, que a través de él, pueden llevar a cabo sus pretensiones; y que por
eso "explotan" el medio, la asociación política más perfec−cionada, para llevar, adelante, estas tareas, o unos
fines colectivos, esa asociación en la época actual, es el Estado moderno. Pero el Estado es una organización,
que en la época moderna tiene su propia necesidades. El Estado moderno está ya muy desarrollado, y está
muy lejos, de esos Estados, que simplemente tenían la tarea de evitar las peleas o riñas de una sociedad
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primitiva, o de evitar la lucha del hombre contra el hombre, que se originaban en la sociedad esclavista, o
medieval. Hoy el Estado moderno, ha evolucionado, a la par que se ha ido transformado la sociedad, y al ser
hoy las disputa a unos niveles más grandes que en el pasado, para poder evitar la anarquía, y estas
conflagraciones, los hombres han tenidos que conciliar las disputas de una forma moderna.
Empero esto no significa que los conflictos se hayan solucionado, lo que tenemos ahora son nuevos
problemas, o los viejos problemas, de la sociedad, pero más "agudizados". Por eso el Estado sigue
manteniendo el derecho (ya sea por la legitimidad de una elecciones o bien por el mandato imperativo de una
dictadura) del derecho al monopolio de la fuerza.
Este Estado moderno puede estar dirigidos por una plutocracia, −ya que las clases pudientes siempre han
estado cerca o alrededor del Estado− o pueden estar, dirigidos por avispados delitantes, en la actualidad, lo
están por la legitimidad de una elecciones, si hablamos del mundo occidenta−lizado, porque en la mitad del
planeta, según la ONU, las elecciones brillan por su ausencia.
Por otra parte podemos ver empresas multinacionales Norteamericanas, como la General Motor, que tiene
4200, personas de seguridad, o incluso, lo vemos diariamente en cualquier organismo público, en España,
(una sola empresa de seguridad tiene más de 15000 empleados de seguridad) donde las funciones de control y
seguridad, están llevadas por guardas privados, a lo mejor, está influyendo en la sociedad, y sea la causa, de lo
que han planteado varios estudiosos del tema, que en las democracia desarrolladas, se están dando un divorcio
entre el Estado y la ciudadanía, ya que esta se siente cada vez menos protegida. Esta dejación de las funciones
fundamentales del Estado, va encaminada cada día más, en la idea de cambiar los postulados en los que se
fundamen−taba, el Welfare state, pero el problema es que si los políticos profesionales lo privatizan todo, el
Estado tendrá cada día menos medios, y por lo tanto menos necesidad de funcionarios, tantos políticos como
empleados públicos, por supuesto esto llevara parejo las repercusiones en todos los ámbitos de la sociedad, la
política sanitaria, educativa incluso social...Por lo que podremos tener en breve plazo sistemas de seguridad y
controles de la sociedad, más perfeccionados, pero donde sólo la plutocracia podrá ejercer o al menos acceder
a la política con mayúscula, es decir al control del Estado, si se diera este caso, sería preferible un gobierno de
diletantes, aunque tuvieran que aprender, las cualidades del político, antes de que la política deje de ser el
medio que posibilite a todos, el poder gobernar con equidad el Estado...
Redacción: Max Weber. a) ¿Qué es el Estado? b) Monopolio de la violencia. c) Legitimidad del Estado y los
político. d) Estado y violencia física. e) Los partidos políticos y carisma de los políticos. El Estado moderno
es la asociación política, que el hombre utiliza para administrar y gobernar una determinada sociedad. Por
supuesto, durante la Historia ha habido diferentes tipo de Estado, pero todos han tenidos en común, que tienen
el derecho, a ejercer el monopolio de la violencia. El hombre necesitó un instrumento para dirimir los
conflictos, que en la sociedad misma se planteaban, estas competencia podían ser por intereses particulares o
públicos, en una sociedad donde todos los antagonismo, se solucionan de una manera individual, podían
originar el caos.
Pero todo los dirigentes tienen un fin, y es utilizar el poder que le concede el Estado para llevar a cabo sus
objetivos, estos pueden ser más o menos éticos, pero al fin y al cabo, objetivos que el propio hombre se
autoimpone, el problema viene, cuando los hombres a través del Estado, dejan de defender unos fines éticos y
utilizan la autoridad del propio Estado, para sus fines particula res o partidista. Con lo dicho, no quiero decir
que todo los Estado tengan la legitimidad en sí mismo, sino que el Estado es un ente independiente del
hombre como individuo, y como sujeto colectivo que es, tiene que defender los problemas generales y
comunes de la propia sociedad. La sociedad, le da la legitimidad, que en cada época o situación le convenga,
bien por unos intereses determinados, bien por que lo aconseje el sentido pragmático, como puede ser
mantener o cambiar el "statu quo". Como ya he planteado, o como incluso traza el propio Max Weber, por las
tradiciones, las elecciones, o el carisma personal de los líderes políticos, éstos son, los que hoy en día dirigen
el Estado moderno, este caudillaje de los líderes políti−cos, también le viene dado, por sus cualidades, a la
hora de ser elevados, como dirigentes por las propias masas. Por supuesto, hay que decir que en el
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funcionamiento del Estado, en lo que se ha venido a llamar la `maquinaria' del Estado, lo mismo que otras
asociaciones políticas, como son los partidos políticos, denominados `aparatos', trabajan, en el sentido más
propio de la palabra otros profesionales, que nadan tiene que ver, en el sentido, de poder, y con los
profesionales de la política, (pero que sin ellos sería muy difícil que todo el entramado funcionara), que aquí
exponemos, en el sentido de legitimidad, emanada de los preceptos legales, ya sea como dije antes, poder
emanado de unas elecciones democrática o de otras fuentes de poder; el funcionario del Estado o el del partido
están al servicio del Estado o del partido político, de turno, esto no quita que algunas veces se de una
interrelación entre profesional de la política y profesional del Estado y partido, pero lo más aconsejable, es
que en su cometido, se abstuviera de hacer política, a no ser que sea por razón de Estado. Por otra parte hay
que señalar que el Estado está haciendo cada día más dejación de sus funciones, estamos viendo como están
creándose por doquier, todo tipo de empresas de seguridad, para prevenir o controlar la violencia, ejemplos
como, lo que sucedió este verano, en las cárceles privadas de Estado Unidos, donde se trataban a los presos de
una manera inhumana, paradóji−camente en el país que más exige, a otros, el cumplimiento de los Derechos
Humanos.
Y, casos como lo ocurrido el 3 y 4 de octubre del 1993 en Rusia, donde los guardias de una empresa privada,
tomaron partido por el Presidente Yeltsin, en la confrontación de éste con el Parlamento, simplemente porque
el dueño de la empresa, era amigo del Presidente Ruso, por supuesto hubiera sido lo mismo de reprobable, si
hubiera ayudado por amistad al Presidente del Parlamento, lo que deja claro este hecho, es que el Estado no
está exento de la propia actitud de la acción política de los hombres, sino que son los propios hombres los que
en su lucha por el poder crean y modifican el Estado. El Estado puede conceder el derecho que tienen sobre la
fuerza, a otros, para que puedan ejercer la violencia, ya que es el Estado el que tiene el monopolio de la
violencia física, pero también esta violencia física puede ser utilizada en un momento determinado contra
parte, o el propio Estado, como ha ocurrido muchas veces en la historia.
No sólo el propio Max Weber, sino incluso otros teóricos del Estado, que planteaban que las medidas
coercitivas, como la policía, el ejército, las cárceles, los tribunales, etc.,
tenían que ser controlados por el Estado, sin embargo vemos como hoy en día, sólo hace falta,ir a un
organismo estatal para observar, en el
propio Estado, hace, utilización de estas empre−sas de seguridad en nuestro propio país, que aunque sean para
la simple disuasión, eran cometidos que estaban en manos del Estado...
El propio Max Weber se encontraría muy preocupado, al ver, el cariz que está tomando el Estado, y sobre
todo, en estos tiempos que se está poniendo en duda el Welfare State, en beneficio del Laissez faire, y no
precisamente, solamente, en el sentido de la no intervención en la economía, sino incluso de privatizar, lo que
hasta ahora era considerado público.
Redacción: Max Weber. a) Cualidades: 1.−Pasión. 2.−Responsabilidad. 3.−Mesura. b) Ética de la
responsabilidad y ética de la convicción d) Cualidades psicológicas del político.
La acción política viene determinada por la decisión del hombre y de la mujer de intervenir en la sociedad,
mediante asociaciones políticas. Aunque podamos plantear que en la "vida todo es política", la única política,
o acción política que conlleva la intervención en los asuntos de la sociedad, es la lucha por el poder, y este
poder está representado por el Estado moderno.
Por eso, toda actividad de los partidos, se dirigen hacia el control del Estado, ya que, es éste el que ostenta el
monopolio de la violencia, podemos decir que el Estado, es el ente, que refleja mejor que nadie, la lucha de
los hombres, por el control de la fuerza física y medios que componen el Estado, quien mantiene este control,
tiene el poder asegurado y la posibilidad de intervenir para cambiar el Statu quo, o simplemente dejarlo, tal
como le convenga. Además toda acción política viene determinada en función de que intereses defiende los
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hombres a la hora de hacer la política y su actividad, esta acción pude venir determinada por intereses
económicos, ideales, o simplemente por conseguir poder en sí, ya que éste, da a los hombres una cierta
aureola de importancia...Sin embargo todos los políticos necesitan una cierta dosis de pasión, mesura y
responsabilidad, sin estas cualidades, como muy acertadamente plantea Max Weber, sería muy difícil que el
político profesional tuviera sentido de la armonía y responsabilidad a la hora de saber actuar, y no ser
absorbido por la propia política, de los sin sentidos, de una actividad, que no esté, fundamentada en los
valores antes citados, y que por supuesto cada político profesional debería tener, para así poder desarrollar
acertadamente su acción, y además para actuar iempre bien con uno mismo, y con la colectividad,
independientemente, de que su obra sea la de poder cambiar el statu quo, o mante−nerlo. Por supuesto la
política es mucho más, pero podemos resumirla en la propia acción consciente de los hombres y las mujeres,
actuando sobre el medio, para bien de la colectividad, siendo en este caso el medio, es el Estado moderno. Por
lo que queda claro que el político debe de optar siempre por la eficacia. Se pude hacer la política con el
corazón, con los sentimientos, incluso con la pasión, pero el político profesional debe hacerla con la cabeza,
es decir con la "razón del Estado", si verdade−ramente quiere poseer, sentido de la eficacia en todas sus
acciones, debe saber controlar sus pasiones y tener un sentido de la responsabili−dad, esto por supuesto debe
de ir acompañado con la cualidad de poseer mesura. Aquí entramos en la disyuntiva de que es más importante,
o acertado en la acción de los políticos profesionales, si la ética de la convicción o la ética de la
res−ponsabilidad. Por supuesto que estos dos valores o métodos de actuar, influyen mucho en el resul−tado o
éxitos del que hacer de un político.
Aunque, la ética de la responsabilidad no sea, la antítesis de la ética de la convicción, ya que en cierta medida
el político puede actuar, con las dos, dentro de una escala de valores, aceptados previamente por él mismo. Sí,
la máxima absoluta de cualquiera de ella, puede llevar a actuar antagónicamente la una de la otra, es decir se
pueden complementar, pero también se pueden contradecir: se puede actuar con la responsabilidad sin tenerse
que oponer a la ética de la convicción y viceversa, pero la situación que conlleva obrar en el sentido opuesto
de la otra, puede tener resultados que no pueden ser prevenidos de antemano. El que actúa con la convicción,
se exime de la responsabilidad, de las consecuencias de sus actos, hayan o no hayan influidos positivamente,
en la actividad autónoma que haya estado realizando, él siempre echara la culpa de las consecuencias de sus
actos a los dioses, o al destino, no se siente responsable de las consecuencias de sus actos, para él "el fin
justifica los medios". Por el contrario el que actúa con la moral de la responsabilidad, pone todo los medios
para conseguir el éxito de su empresa, ciertamente la moral del hombre de acción es la ética de la
responsabilidad, ya que calibra y utiliza todo los medios, para conseguir el éxito, teniendo en cuenta sus
consecuencias. Pero la contradicción de esta moral, se da, cuando los éxitos son para él, individualmente, y no
para la sociedad. El político lo que tiene que saber es saber utilizar lo mejor de la ética de la convicción y lo
mejor de la ética de la responsabilidad, actuando con la suficiente mesura, para que en un momento
determinado sea capaz de pararse y meditar, de las consecuencias que puede traer su acción, incluso en un
momento determinado saber, dar marcha atrás, y ser capaz de ser dueño de sus propios actos.
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