“La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Facultad de Ciencias Sociales y Económicas Tesis Final de Licenciatura en Economía “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Alumna: Carolina Areán N° Registro: 03-050308-9 Tutor: Gerardo Sanchis Muñoz Mayo de 2009 “Es indispensable procurar consensos fundamentales que se conviertan en referencias constantes para la vida de la Nación, y puedan subsistir más allá de los cambios de gobierno” Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad, 2010-2016 “Los Pactos Sociales en los países europeos se han desarrollado como el resultado de una toma de conciencia de los principales actores económicos, de que una implementación efectiva de las políticas económicas, requiere de una aceptación generalizada sobre la necesidad de las mismas” Alexandra Pizzuto, 2006 1 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino INDICE Introducción……………………………………………………………………………… 3 I Inestabilidad Social y Política = Inestabilidad Económica………………………… 5 a) Inestabilidad Social………………………………………………………………. 5 b) Inestabilidad Política…………………………………………………………….. .. …. 7 c) La Necesidad de Buscar Soluciones……………………………………. ………… 12 II. La Opción de los Pactos Sociales……………………………………………………. 14 a) Definición de Pacto Social…………………………………………………………. b) Una Taxonomía de los Pactos Sociales……………………………………………. c) Críticos vs. Defensores de los Pactos Sociales……………………………………. 14 17 21 III. Contexto para el Surgimiento de los Pactos Sociales y Condiciones para su Éxito 27 a) Contexto para el Surgimiento de un Pacto Social…………………………………… b) Prerrequisitos y Características de un Pacto Social Exitoso………………………… c) Consideraciones sobre las Particularidades de los Pactos Sociales…………………. 27 33 39 IV. Análisis de Casos……………………………………………………………………. 41 a) Experiencias Diversas: Irlanda, España, Italia, Bélgica, Argentina y Corea del Sur…. b) Lecciones Aprendidas ………………………..……….……………………………… 41 58 V. Pacto Social en la Argentina de Hoy………………………………………………… 62 a) Contexto Económico, Político y Social Actual ……………….……………………… b) Condiciones para el Surgimiento de un Pacto Social………………………………... c) Problemas y Oportunidades de un Pacto Social ………………………..…………… d) Premisas para un Pacto Social Argentino…………………………………………… VI. Conclusiones ………….…………………………………………………………… 62 66 69 78 84 Bibliografía………………………………………………………………………………. 86 2 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Introducción Acuerdo, Diálogo o Pacto Social han sido los términos que se han oído recientemente en la Argentina, como las herramientas de política necesarias para lograr crecimiento y estabilidad. La actual Presidente Cristina Fernández de Kirchner, con cada una de estas tres acepciones, ha intentado definir su proyecto político y sus objetivos respecto al manejo de las tensiones existentes en la esfera de la economía. No obstante, con el correr de los días, la posibilidad de llevar a cabo un acuerdo social, no parece ubicarse entre las prioridades del gobierno, por lo menos en un horizonte cercano. Los Pactos Sociales han tenido éxito en determinados países pues han permitido conciliar intereses diferentes, en particular en naciones donde los retos económicos y sociales son relevantes. Han servido como instrumentos claves para sobrellevar situaciones de crisis económicas, y ciertos países han optado por desarrollar hasta su punto máximo esta nueva forma de hacer política económica, institucionalizando el proceso, y de esta manera perpetuando la idea de consenso y cooperación en la sociedad. Hoy en día, la Argentina sigue vulnerable a una nueva reversión de las condiciones externas. Sería deseable encaminar la política económica en dirección a resguardar la economía de los shocks externos, procurando una serie de reformas que estimulen el ahorro, la inversión y permitan diversificar riesgos, generando confianza. Ciertamente, este objetivo implica la formación de una visión estratégica de largo plazo, para lo cual se hace necesario un entendimiento común de la situación que atraviesa el país. Claramente, este camino podrá seguirse, si se dejan de lado las pequeñeces obstaculizantes y si se logran despejar los conflictos sociales y políticos, que alimentan cada vez más la inestabilidad económica de nuestro país. Evidentemente, la estabilidad política será primordial a la hora de implementar los cambios en la dirección correcta. ¿Será un Pacto Social lo que nos ayude a cortar con el cortoplacismo, y de esta manera encaminarnos hacia un compromiso colectivo y un sendero de estabilidad? 3 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Indudablemente, este tipo de planteamientos despierta un notable interés por involucrarse en la cuestión, por lo que se vuelve clave analizar qué características engloba el concepto de Pacto Social y cuáles son sus ventajas y desventajas, bajo qué condiciones se dan en los diversos países, y cuáles son los requisitos generales para poder alcanzar consensos exitosos y que definan la política económica de largo plazo del país. El objetivo de esta tesis será entonces analizar estas cuestiones teóricas, para luego abordar cuestiones más prácticas respecto a experiencias exitosas y las fallidas, y de esta manera, a partir del análisis de la literatura y de la evidencia empírica, poder plantear un abordaje para el caso argentino actual, arribando consecuentemente a conclusiones más generales para el país. Ciertamente, estas generalizaciones dejarán abierto un espacio para el debate y para posteriores investigaciones. En la Sección I, se pretende mostrar cómo la inestabilidad social, que conlleva a la creación de un círculo vicioso, y la inestabilidad política, conducen ambas a la inestabilidad económica de un país, y cómo estas dificultades han estimulado el surgimiento de la idea de Pactos Sociales en varios países. En la Sección II, se describe el concepto de Pacto Social, para luego presentar una taxonomía de los Pactos Sociales, y por último se analizan las argumentaciones de los defensores y críticos de los mismos, dejando entrever de esta manera las diversas visiones existentes respecto a la implementación de este tipo de procesos. La Sección III, tiene como objetivo plantear el contexto necesario para el surgimiento de un Pacto Social, como así también, los prerrequisitos y características de éxito de este tipo de acuerdos. A continuación, en la Sección IV, se procede al análisis de casos prácticos que han experimentado procesos de diversa naturaleza, arribando a conclusiones de interés. Luego, en la Sección V, se estudia particularmente el caso argentino actual, analizando si están dadas las condiciones para la emergencia de un Pacto Social como los prerrequisitos de éxito, y si éste finalmente se lleva a cabo, cuáles serían las posibles dificultades y ventajas de la implementación de un Pacto Social en la realidad de hoy, reconociendo consecuentemente los desafíos a plantearse, a partir de la consideración de los criterios de éxito definidos en la sección anterior. Luego, se desarrollan las premisas para un Pacto Social Argentino. Y por último, en la Sección VI, se plantean las principales conclusiones del trabajo expuesto. 4 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino I. Inestabilidad Social y Política = Inestabilidad Económica a) Inestabilidad Social El Círculo Vicioso de las Economías Débiles: la falta de consenso conduce al estancamiento económico La adopción de cualquier esquema de desarrollo económico, requiere contar con un sustento adecuado para así alcanzar sus objetivos. Ciertamente, una política económica sana requiere que ella se plantee frente a la agenda real de los temas latentes en la sociedad tal como ellos son percibidos por los actores claves.1 En un sistema democrático, esta situación implica la búsqueda de consensos. Una sociedad polarizada impide constituir mecanismos que convoquen a la concordia. Este es el rasgo típico de una sociedad subdesarrollada, incapaz de crear propuestas para definir un proyecto de nación incluyente. Los choques entre sectores llevan a un "juego de suma negativa" caracterizado por un retroceso económico global. Ante esta situación, se vuelve necesaria una visión capaz de ofrecer una propuesta para reconstituir el capital social y brindar espacios de convivencia y progreso para todos, a partir de una búsqueda del bien común.2 En toda nación, existe una amplia gama de intereses, que son representados por los diversos sectores que integran la sociedad. Una de las funciones claves de un gobernante, es hacer que la confluencia de todos los grupos de la sociedad sea justa y tenga la menor cantidad de afectados posibles. No obstante, los países débiles del mundo son generalmente presididos por gobiernos que utilizan el poder para establecer políticas arbitrarias y no consensuadas. 1 Foxley Alejandro, “Las alternativas para la política posautoritaria”; 1985 El diálogo es esencial en cualquier construcción comunitaria. El que acepta este camino amplía sus perspectivas. Gracias a la opinión constructiva del otro, descubre nuevos aspectos y dimensiones de la realidad, que no alcanzaría a reconocer en el aislamiento y la obstinación (“Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad”, 2008). 2 5 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Aquellos gobiernos incapaces de lograr un diálogo rompen toda posibilidad de desarrollo sustentable a largo plazo. Los recursos, son utilizados para lograr objetivos sin sustento, y se pierde la noción de estrategia incluyente, de bien común. Este tipo de gobiernos se caracterizan por la imposición de políticas que maximizan su electorado, más allá de consideraciones de largo plazo, y de esta manera, las estrategias muchas veces poco tienen que ver con lo que está sucediendo realmente en el país. No se concretan acciones que a través de un diálogo comprometido lleven a la prosperidad sustentable de todos, y no a la de unos pocos. Obviamente, esta situación desencadena reacciones de protesta y críticas entre los diversos sectores. Los choques entre sectores llevan a un "juego de suma negativa", que conduce a un retroceso económico general. Asimismo, ante la presencia de un gobierno incapaz de escuchar y dialogar, los problemas de la nación empeoran. Entonces, es así como se crea una poderosa cúpula de burócratas ciegos y sordos, alejados de una visión coherente. Toda esta situación conduce a la aparición de la corrupción, perjudicando cada vez más los intereses nacionales y generando más protestas.3 Frente a tales circunstancias, quien se opone al gobierno se transforma en un enemigo y quien señale errores desde adentro es un traidor. Ante una mínima base de consenso que posibilite un juego cooperativo, los distintos sectores enfrentados entre sí y con el Estado, invierten enormes esfuerzos y recursos en defenderse, en lugar de negociar una propuesta que permita el mejoramiento de todos. Este escenario, imposibilita una definición eficiente de los derechos de propiedad, la inversión se estanca y con ella el crecimiento. La única salida existente del gobierno, consiste en contener y cohibir las oposiciones, y al cabo de un tiempo, lo que resta es la pérdida de la gobernabilidad, que nuevamente conduce al surgimiento de políticas arbitrarias y de corto plazo. Consecuentemente, se puede percibir la conformación de un círculo vicioso, que conduce inexorablemente al estancamiento. Ver Gráfico 1. Como observamos, aquellos países que no permiten consensuar una estrategia país, y que dejan de lado a ciertos sectores de la sociedad, no logran un crecimiento sostenido. Los 3 Frente a situaciones de tal politización se plantea la necesidad de fortalecer la sociedad civil, de asegurar cierta participación a las organizaciones sociales, y de articular sus demandas a través de instituciones que representen sus intereses. 6 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino gobiernos que “ignoran” al conjunto de la población, pierden el rumbo, y no logran perdurar.4 Este escenario explica la mayoría de las crisis político-económicas que se viven en los países latinoamericanos, en el siglo XX.5 Gráfico1: El Círculo Vicioso Falta de Diálogo Uso de recursos para objetivos sin sustento Gobierno Desacertado Protestas y enfrentamientos entre sectores Juego No Cooperativo Inversión Políticas no Consensuadas Crecimiento Contención de la Oposición Burócratas ciegos y sordos E s t a n c a m i e n t o Fuente: Elaboración Propia b) Inestabilidad Política Visión Estratégica de Largo Plazo: la importancia de la estabilidad de las políticas económicas Un punto clave a tener en cuenta para el desarrollo de una visión estratégica en un país, es que ésta debe estar fundada en la existencia de políticas de estado de largo plazo dadas por consensos amplios. Dado que ciertas acciones del Estado se hacen efectivas a través de 4 Se trata de un régimen con representación parcial de los intereses sectoriales, y estatista en la formulación de las políticas. Claramente, Argentina ha vivido este tipo de experiencias a lo largo de su historia. 5 Las dificultades en la mayoría de los países latinoamericanos, son de variada naturaleza: instituciones débiles, gobiernos arbitrarios y oportunistas, marcados ciclos político- económicos, falta de diálogo. 7 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino períodos de tiempo prolongados, se vuelve fundamental la estabilidad de las políticas que le sirven de base. Asimismo, por la misma característica, deben estar basadas en consensos más extensos que el de algún partido político victorioso o dominante.6 Es decir, este tipo de consensos deben ser trasversales a los partidos políticos para que se mantengan en el tiempo, de manera que la alternancia electoral no provoque dinámicas de polarización y deterioro en la trayectoria temporal de las instituciones y por ende en el desempeño de la economía. En varias experiencias se ha verificado que la inestabilidad asociada a políticas económicas conducidas por los gobiernos se debe principalmente a que su enfoque coincide fuertemente con el interés de algún grupo particular, como así también a motivaciones oportunistas y desacuerdos políticos. De este modo la administración siguiente se ve fácilmente tentada a apartarse de la línea seguida por el gobierno antecedente con lo cual se cae en ciclos con la consecuente pérdida de continuidad, coherencia y consistencia de los objetivos de la administración pública. Esta situación es lo que denominamos inestabilidad política. La confrontación entre dos lógicas opuestas sin base consensual lleva a ciclos contraproducentes. Claramente existe una gran relación entre inestabilidad política y crecimiento económico. Inestabilidad Política = Inestabilidad Económica y Menor Crecimiento Económico Claramente, el punto de incumbencia de esta tesis es demostrar como la inestabilidad política, que consecuentemente conlleva a la inestabilidad en las políticas económicas y a la incertidumbre en la sociedad, termina perjudicando el crecimiento de un país y la posibilidad de alcanzar una visión de desarrollo de largo plazo. Numerosos trabajos se han realizado referentes a factores políticos e institucionales que se encuentran correlacionados con el crecimiento económico de largo plazo. Sobre la base de conceptos desarrollados por Persson y Tabellini (2000)7, se pueden distribuir los factores políticos en 4 categorías: i. Distribución del ingreso, riqueza o tierras; ii. Estabilidad política, 6 7 Resico M.; “Las Reformas Económicas y la Modernización del Estado”; 2006. Persson, T. and G. Tabellini; “Political Economics: Explaining Economic Policy”; 2000. 8 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino medida por frecuencia de cambio en los regímenes políticos, desacuerdos políticos y conflictos; iii. Protección de los derechos de propiedad; iv. Promoción de innovación y desarrollo tecnológico. Los estudios empíricos que se han realizado concluyen que existe una correlación negativa tanto entre desigualdad en la distribución del ingreso como inestabilidad política, con respecto al crecimiento. Para este trabajo, analizaremos el punto ii desarrollado por los autores, para luego abordar el tema de incumbencia de esta tesis. La inestabilidad política es un concepto que varios analistas han definido y le han atribuido un rol fundamental en términos del crecimiento económico y bienestar social. La idea que se encuentra implícita en este fenómeno es la incertidumbre que provoca un eventual cambio de gobierno sobre las decisiones de los agentes económicos en cuanto a inversión, producción y decisiones en el mercado laboral. En muchos países, un cambio de gobierno significa un cambio de visión estratégica para el país, rompiéndose la relación con las políticas del pasado. Los agentes económicos concebidos como adversos al riesgo interrumpirán sus iniciativas, postergarán sus decisiones económicas productivas, aumentando el consumo presente, o quizás hasta decidan apartarse de dicha economía. Por su parte, los inversores extranjeros preferirán siempre un marco político estable, con el menor grado de incertidumbre política posible, así como la garantía de sus derechos de propiedad.8 Así, en el modelo neoclásico de crecimiento, esta incertidumbre implicará trayectorias para el consumo, y, por ende, para la acumulación de capital, diferentes que en el caso de no existir incertidumbre. Esto, a su vez, se traduce en una menor acumulación de capital y, entonces, en un menor crecimiento. La incertidumbre política es causa tanto de la arbitrariedad o discrecionalidad del gobierno como de la inestabilidad de las reglas. La arbitrariedad se genera a partir de la libertad ex post con que cuenta el gobernante para cambiar las reglas existentes. Cuando el gobierno es arbitrario los resultados de las decisiones económicas de los agentes van a depender del ánimo de los gobernantes. La inestabilidad tiene que ver con reglas que cambian continuamente. En este sentido, el problema de la inconsistencia temporal agrega complejidad, tanto al sistema económico como político. La mayoría de las decisiones 8 Poisnot Flavia; “La inestabilidad Política, la incertidumbre y el crecimiento económico”; 2004. 9 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino políticas pueden dar “marcha atrás” o ser modificadas en periodos posteriores. En un régimen sin compromisos con las decisiones pasadas, aún un gobierno benevolente no será capaz de implementar una política óptima ex ante. Entonces, a pesar de que los cambios en la política obedezcan a causas justificables, el costo que ello implica- la pérdida de reputación del gobierno, la desconfianza de los agentes del sector privado y la incertidumbre que ello genera en el sistema- puede ser mayor a su beneficio inmediato. La evidencia empírica recabada por Persson- Tabellini (2000) demuestra que las tasas de crecimiento son más bajas en aquellos países que se manifiesta un alto de grado de inestabilidad política. Siguiendo con esta línea, por su parte, Alesina, Ozler, Roubini y Swagel9, han tratado este tema, y concluyeron que en los diversos países y períodos de tiempo con mayor propensión a un cambio de gobierno, el crecimiento es significativamente menor. Ahora bien, ¿qué conduce a los gobiernos a tener este tipo de comportamientos? Primeramente, siguiendo las ideas de Murphy, Sheifer y Vishny (1991)10, muchas veces se percibe cómo la falta de gobernabilidad, dada por la amenaza de perder el poder, conduce a que las decisiones del gobernante puedan estar enraizadas en motivaciones que sólo tienen como objetivo recuperar el poder perdido, en detrimento de decisiones que tiendan a mantener la senda del crecimiento. Por otra parte, Rodrik (1998)11 realiza argumentos que son de gran utilidad para analizar los conflictos ocurridos en la actualidad. Rodrik estudia el modo en que los conflictos sociales y la debilidad de las instituciones de manejo de crisis vulneran a la actividad económica. La economía internacional y particularmente las economías latinoamericanas son un ejemplo ideal para observar los comportamientos que describe Rodrik. Por un lado están los shocks internacionales comúnmente observados: deterioro en los términos de intercambio, cambios abruptos en las tasas de interés y la reversión de los flujos de capitales internacionales. Por el otro, las instituciones débiles en combinación con lo que Rodrik denomina “conflicto social 9 Alesina, Ozler, Roubini y Swagel;“Political Instability and Economic Growth”; 1992. Murphy, K., A. Shleifer and Vishny; “The Allocation of Talent: Implications for Growth”; 1991. 11 Rodrik Dani; “Where did all the Growth go?: External Shocks, Social Conflict and Growth Collapses”; 1998. 10 10 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino latente”, es decir, desacuerdo en temas sociales y económicos. Ello conforma una esfera compleja de intereses diversos, de modo que se procede sistemáticamente a la postergación de decisiones, generalmente asociada a la fragmentación y fraccionamiento del sistema político. Esto promueve una amplificación de los shocks a lo largo del tiempo y por tanto, el crecimiento se vislumbra severamente deteriorado. Lane y Tornell (1998)12 estudian la inestabilidad política desde el punto de vista del poder que poseen los grupos de interés y cómo estos presionan sobre las decisiones de redistribución fiscal; y la posibilidad de las autoridades de evitar que dichas presiones se vuelvan reales. Es así como concluyen que una economía en la que existen grupos de poder, las tasas de crecimiento de la actividad económica son menores que en aquellas en las que o bien no existen grupos poderosos o actúan de manera coordinada. Además, el crecimiento es menor en presencia del poder distribuido en pocos grupos que estando diversificado entre varios grupos. Es así como se puede percibir que la existencia de ciertos grupos puede perjudicar la presencia de una visión de desarrollo país de largo plazo, que incluya a todos los miembros de la sociedad. Claramente la resolución de los problemas de acción colectiva no es una tarea fácil. Los aportes de Mancur Olson, que parten de un punto de vista similar al de Douglass North, se centran en destacar las condiciones y la posibilidad de soluciones de equilibrio para la resolución de problemas de ‘acción colectiva’, señalando que la existencia de grupos de interés múltiples, y con intereses parciales, dificultan la existencia de estas soluciones. La existencia de grupos de interés sólidamente entretejidos con el sistema de formación de instituciones impide la flexibilidad necesaria para adaptarse a los cambios económicos y para aprovechar las condiciones con lo cual el rendimiento de la economía es menor que en los casos en que existen menos grupos o no están tan consolidados en el sistema. Y por último, a este análisis se suma la importancia de las motivaciones oportunistas de los gobernantes a la hora de impulsar las políticas económicas del país, y cómo estas pueden afectar las tasas de crecimiento de un país. En la literatura, uno de los pilares en la 12 Lane and Tornell; “Voracity and Growth”; 1998. 11 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino investigación respecto a las motivaciones oportunistas es el trabajo de Nordhaus (1975)13. El autor muestra como quienes se mantendrán en el poder serán aquellos que se comporten de un modo oportunista, en detrimento de quienes se focalicen en sus posiciones ideológicas. La idea subyacente en términos de oportunismo es que los hacedores de políticas son individuos con una racionalidad propia, donde el objetivo de bienestar social es uno entre varios. Su racionalidad está en actuar de acuerdo a incentivos, que generalmente no se encuentran alineados con los de la sociedad en su conjunto. Si bien existen motivaciones ideológicas y benévolas de los gobernantes, se suele asociar el éxito de un partido político en democracia con su habilidad de permanecer en el poder. Esto, usualmente incluye la adopción de estrategias y el diseño de mecanismos que permitan al partido de gobierno maximizar la probabilidad de ser reelecto. c) La Necesidad de Buscar Soluciones A lo largo de este apartado se ha presentado un marco teórico que trata de explicitar los fundamentos de la inestabilidad social y la inestabilidad política en la teoría del crecimiento. Ha quedado claro, como las vulnerabilidades que presentan las economías que poseen una combinación de debilidad institucional, inestabilidad política y conflictos sociales, pueden tener un impacto enorme sobre la actividad económica. Por un lado, planteamos la posibilidad de un círculo vicioso de la falta de consenso conduce al estancamiento económico, y por el otro, como la inestabilidad política, dada por diversas acciones contraproducentes de los gobernantes, conllevan a menores tasas de crecimiento. Si un país se caracteriza por este tipo de premisas, las políticas económicas dependerán sin duda de los ciclos políticos, por lo que ante este esquema, se hace imposible configurar una visión estratégica de desarrollo-país de largo plazo, ya que la presencia de esta clase de comportamientos conducirá a la inconsistencia del cortoplacismo. Hemos visto como la toma de decisiones políticas alejadas del consenso, de la realidad actual, y de una visión incluyente de largo plazo, ponen en peligro al crecimiento económico y a la estabilidad. Si bien se hace necesario el desarrollo de políticas económicas de corto 13 Nordhaus; “The political business cycle”; 1975. 12 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino plazo para la resolución de ciertos problemas de incumbencia, la adopción del cortoplacismo como método para definir una estrategia de desarrollo, claramente no conducirá a un rumbo eficiente. En el cortoplacismo no hay idea alguna sobre el futuro, y no hay manera de saber cuál es la estrategia adoptada ya que no existen metas, ni objetivos, ni finalidades, y todo se convierte en improvisación, azar e incertidumbre. Podemos distinguir dos clases de efectos en las medidas económicas adoptadas por los gobernantes: los efectos primarios o impactos y los efectos secundarios o inducidos. Los efectos primarios generan consecuencias inmediatas. Los efectos secundarios provocan resultados inducidos después de un tiempo y no resultan ser tan favorables. Estos efectos secundarios, no se pueden apreciar con inmediatez, se producen después de un lapso desvinculado de las circunstancias que promovieron la medida y tienen una prolongada duración. Cuando se actúa con criterios del cortoplacismo, los efectos secundarios casi siempre neutralizan el efecto de las medidas de impacto y en muchos casos esas consecuencias derivadas provocan resultados contrarios al impulso inicial, alterándolo por completo. De esta manera, la percepción de la sociedad no se encontrará, ante estos comportamientos, siempre alineada con los fundamentos de largo plazo de la economía, pues perciben el desenvolvimiento del sistema económico de acuerdo a las actitudes oportunistas de los mandatarios de turno. Entonces, ¿Son las motivaciones oportunistas de los gobernantes perjudiciales para el crecimiento? Una respuesta intuitiva a este respecto es sí. Las motivaciones oportunistas por sí solas no estimulan el crecimiento de una economía, sino que en el mejor de los casos, pueden no tener efectos dañinos. La cuestión es que las políticas con motivación oportunista sistemáticamente promueven acciones no dirigidas en pos del bienestar social y el crecimiento económico. Bajo esta perspectiva, la adopción de reglas resulta imperiosa en pos del bienestar y el crecimiento de la actividad. En este sentido, la Nueva Economía Institucional supone que la calidad de las instituciones existentes en un país es la clave para determinar su comportamiento económico de largo plazo, en particular la posibilidad de un crecimiento alto y estable. Ante este supuesto, se necesita de una estructura institucional que 13 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino permita la que los agentes privados tengan la certeza de que su riqueza real no se verá depreciada ante el manejo equivocado de políticas macroeconómicas de corto plazo. En materia de política económica, la dirección en pos de fortalecer a la institución gubernamental, debería ser la imposición de un mecanismo que permita generar compromiso con el futuro, consenso, credibilidad y confianza social. Ahora bien, una vez analizados estos problemas, sería útil considerar los caminos seguidos por diversos países para sobrellevar estas dificultades sociales, políticas y económicas que hemos descripto. Es aquí donde entra en juego la importancia de los Pactos Sociales, como una opción de política económica elegida por diversos países del mundo para lograr la conformación de una visión estratégica consensuada que permita el desarrollo sostenible. Ciertamente, una política económica sana requiere que ella se plantee frente a la agenda real de los temas claves de la sociedad. Ciertos países, han optado por el proceso de Pactos Sociales como una forma de hacer política económica que prioriza la estabilidad y la confianza. Diversos autores encuentran en los Pactos Sociales, una herramienta para lograr comportamiento responsable y compromiso, a partir de una visión estratégica integral de largo plazo. Veamos ahora las diversas visiones al respecto. II. La Opción de los Pactos Sociales a) Definición de Pacto Social La pregunta que nos incumbe ahora para poder comprender el análisis propuesto en esta tesis es: ¿Qué es un Pacto Social? No es fácil definir con precisión el concepto de "Pacto Social". La cultura política, económica, social y laboral de cada país hace que su forma, contenido y resultados difieran significativamente de un país a otro e incluso a lo largo del tiempo en el mismo país. No obstante, existen ciertos rasgos que permiten describirlo. En primer lugar cabe destacar que 14 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino en el Pacto Social el Estado o las autoridades públicas participan como actores junto con las organizaciones de empresas y de trabajadores, incluso participan otros actores tales como las ONG, la Iglesia, sociedad civil. En segundo lugar, el Pacto Social por lo general suele representar un consenso entre los principales actores respecto de la orientación de las principales políticas económicas y sociales de un país. Un ‘Pacto Social’ es un método de implementación política en países democráticos basado en la concertación entre los principales actores sociales. Los Pactos Sociales son el resultado de un dialogo social exitoso.14 Implican un profundo proceso de consulta, intercambio de información, negociación, y concertación. Los Pactos Sociales tienen como resultado final, el consenso, luego de que las partes han examinado los trade-offs y han reconciliado los diversos intereses a través del diálogo social. Como resultado de negociaciones se firma un acuerdo en el que se incorpora una lista de medidas a implementar. El análisis de la literatura nos permite distinguir diversos conceptos claves que engloba la idea de Pacto Social. Avdagic, Rhodes y Visser15, argumentan que existe una confusión terminológica en la literatura respecto al concepto de Pacto Social. Ellos definen a los Pactos Sociales como formas específicas de macro-cooperación en relación a otras formas de macro-concertación e intercambio político. Los representantes del gobierno y los demás socios negocian y coordinan ciertas políticas a través de un número de aéreas formalmente independientes pero a la vez realmente relacionadas e interconectadas (ingresos, trabajo, temas fiscales y políticas sociales). Parte del concepto de Pacto Social incluye la idea de negociación, que se trata de un proceso a partir del cual cada parte participante con sus preferencias definidas tratan de maximizar sus ganancias. Si bien esta es una parte importante de los Pactos Sociales, el proceso total pareciera envolver algo más. El mecanismo envuelve a los jugadores en un proceso de deliberación que tiene el potencial de darle forma a sus entendimientos, identidad y preferencias. Esta idea de que la identidad 14 puede ser moldeada en la interacción es ILO, www.ilo.org Avdagic, Rhodes and Visser; “The Emergence and Evolution of Social Pacts: A Provisional Framework for Comparative Analysis”; 2005. 15 15 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino claramente importante. Implícitamente el proceso es descripto como “dependiente de un entendimiento compartido” y “caracterizado por un enfoque de resolución de problemas (problem-solving approach) diseñado para producir consenso” (NESC, 1996). Esta dimensión descripta agregada a la noción de negociación y solidaridad, adecuadamente captura la idea general del proceso. Por su parte, La Conferencia Nacional de Pactos Sociales (2008)16, ha definido el concepto de manera precisa. Los Pactos Sociales son interpretados como intentos de innovación socioeconómica- introduciendo nuevas normas y objetivos, aumentando el nivel de coordinación entre los actores privados y públicos, y entre diversas áreas de políticas- de manera de asegurar la estabilidad y el crecimiento, la competitividad y el empleo. Como una forma de “governance interconectada” , los Pactos Sociales envuelven un proceso de diálogo social en el cual los actores informan sus intenciones y capacidades, elaboran e intercambian información, y clarifican y explican sus supuestos y expectativas. En efecto, hoy se acepta que la democracia supone pluralismo, esto es, el reconocimiento de la coexistencia de grupos autónomos con intereses diferentes y a veces contrapuestos, y que la articulación de los mismos debe, necesariamente, pasar por su reconocimiento y participación. Este enfoque se basa en la convicción de que los actores económicos poseen el conocimiento requerido para identificar los principales problemas y así proponer las soluciones apropiadas. Además, la inclusión de los mismos en el proceso de desarrollo movilizaría energías y recursos humanos que de lo contrario hubieran permanecido inactivos. En síntesis, el concepto de Pacto Social es amplio e inclusivo. Puede ser definido en términos generales como un arreglo en el cual diversas partes cooperan y trabajan juntos. Específicamente, el objetivo principal es coordinar los recursos de los actores económicamente y eficientemente. En este contexto, los actores tendrán un objetivo común, y desarrollarán un compromiso para una agenda de acción conjunta. Idealmente, los actores lograrán una sinergia, alcanzando mucho más al actuar conjuntamente que lo que cada actor alcanzaría de manera individual. 16 Rhodes M. and Avdagic S.; “Workshop and Practitioner Forum- National Social Pacts Conference”; 2007. 16 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Los Pactos Sociales han tenido éxito en algunos países pues han permitido conciliar intereses diferentes, en particular en países donde los retos económicos y sociales son relevantes. Como ejemplos, en la década de 1990, muchos Estados miembros de la Unión Europea han firmado Pactos Sociales cuando preparaban la introducción del euro, como también en varios países de Europa central y oriental se firmaron Pactos Sociales para abordar aspectos claves de la transición a una economía de mercado. Asimismo, otros prototipos de Pactos Sociales se dieron en Asia, Sudamérica, América central y África, firmados en momentos crisis financieras y programas de ajuste estructural. Estos consensos sociales y económicos, han permitido manejar con prudencia los problemas socioeconómicos de cada país. Existe un alto grado de diversidad en los Pactos Sociales, esencialmente respecto a temas cubiertos, o en el nivel de éxito obtenido. El tipo de participantes es otra cuestión que diferencia a los Pactos Sociales europeos, reflejando la composición del consejo económico y social de cada país. Los países desarrollan diversas formas de diálogo social que refleja sus sistemas tradicionales de concertación y relaciones. Por lo tanto, los mecanismos y procesos de diálogo social que resulta en los Pactos Sociales son únicos para cada país. El envolvimiento del gobierno en los Pactos Sociales varía en cada sociedad. Por ejemplo en Irlanda, Italia y Portugal, el gobierno se involucra intensivamente en la negociación, firmando, lanzando y a veces haciendo un seguimiento de los Pactos Sociales. En Finlandia, muchos Pactos son concluidos con el soporte del gobierno, que lleva a cabo las medidas necesarias establecidas en los acuerdos, incluyendo legislación específica por ejemplo. En España, el Estado se involucra y además da el soporte. b) Una Taxonomía de los Pactos Sociales Ahora bien, una vez definido el concepto de Pacto Social, el análisis que nos concierne es acerca de las diversas formas que estos pueden tomar, ya que la experiencia nos demuestra que existen diferentes acuerdos para determinados objetivos y contextos, variando en la 17 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino naturaleza del intercambio, la cantidad de áreas de políticas englobadas como así también la influencia de los diversos actores sobre las reformas de política, entre otras cosas. El perfil de los Pactos Sociales más recientes es claramente distinto a aquel que se percibía en los acuerdos neo-corporativistas característicos de la era keynesiana. Primeramente, la particularidad distintiva corresponde al contexto en el que se dieron, es decir que se ha dado un giro hacia políticas de mercado más liberales y de descentralización en un escenario de nuevos shocks exógenos. Segundo, tanto el contenido como los objetivos de los mismos han variado, volcándose hacia metas de mayor competitividad internacional en el nuevo mundo globalizado. Y por último, el estado ha cumplido un rol clave y de compromiso. Luego de esta primera distinción, analizando más detalladamente, podemos diferenciar dos dimensiones de los Pactos Sociales: horizontal y vertical17. La dimensión horizontal tiene que ver con el tipo y número de temas acordados en el Pacto18; y la dimensión vertical hace referencia a los niveles de gobierno (nacional, regional y local) y a la naturaleza de la articulación de políticas entre ellos. Ahora bien, una vez distinguidas ambas dimensiones, podemos presentar una taxonomía general de los Pactos Sociales. Siguiendo a Avdagic, Rhodes y Visser (2005), se pueden identificar cuatro tipos de Pactos Sociales, dependiendo de las dimensiones horizontal o vertical, como así también del grado de institucionalidad. 17 Treu T.; “Participation in Public Policy Making. The Roles of Trade Unions and Employers Associations”; 1992. Los diversos países han aplicado Pactos de distinta índole, unos más abarcativos, otros menos. Sin embargo, aquellos países que adoptaron Pactos más limitados, llevaron a cabo acuerdos y concertaciones con mayor frecuencia a lo largo del tiempo. Irlanda y Finlandia son dos de los países que han sido más consistentes a lo largo de las dos últimas décadas para celebrar Pactos cada 2 o 3 años. Irlanda, desde 1988, ha firmado 6 Pactos Sociales, cubriendo un período de 3 años en cada uno. Finlandia, desde 1990, ha celebrado un Pacto Social aproximadamente cada 2 años. 18 18 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Tabla 1- Una Taxonomía de Pactos Sociales Tipo de temas – Número de áreas de política Baja Alta 1. Restringidos/Exclusivos Nivel de Gobierno Grado de Articulación 2. Amplios/Inclusivos Baja Débilmente integrados/ poco profundos 3. Restringidos/Exclusivos Débilmente integrados/poco profundos 4. Amplios/Inclusivos Alta Altamente Profundos integrados/ Altamente Integrados/Profundos De la Tabla 1, pueden desprenderse dos grupos bien diferenciados de Pactos Sociales, según han demostrado las experiencias. A continuación, se detallará la explicación de cada caso, complementando las ideas con las conclusiones expuestas por el Foro de la Conferencia Nacional de Pactos Sociales. El Foro también ha enfocado su discusión en torno a la categorización de los Pactos Sociales en 4 tipos, según el grado de concertación e institucionalización. De esta manera, presentaremos la siguiente clasificación: A) Pactos escasamente institucionalizados, de corto plazo 1) Aquí la negociación y la consulta se dan por razones políticas o funcionales en diversas mesas sin una relación explicita entre ellas, pero con efectos que son similares a los del punto siguiente, es decir, desinflación, consolidación fiscal y reformas coordinadas. Pactos que son una solución aislada para un pequeño rango de problemas de políticas y que ocurren en momentos de extrema turbulencia política y de debilidad gubernamental. Es estos casos no existe una estructura institucional estable y hay poco acuerdo sobre cuándo y en qué áreas de política debe ocurrir la 19 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino concertación. existe un limitado grado de acuerdo en las políticas y en los procesos también, los cuales se debilitan a lo largo del tiempo. (Caso Portugal) 2) Relaciona diversas áreas de política simultáneamente, y lo hacen de una manera declaratoria, en foros y textos anunciados públicamente. Son Pactos que están basados en acuerdos esporádicos en áreas de concertación política como en procesos, pero están bajamente institucionalizados. B) Pactos bien institucionalizados, de largo plazo 3) Simples pero sujetos a un sistema de negociación salarial centralmente coordinado, y típicamente beneficiado de un alto grado de articulación entre los niveles nacional, sectorial y local. 4) Pactos iterativos, caracterizados por altos niveles de compromiso político y confianza, que se construyen sobre un sistema de diálogo social permanente entre las partes del mercado laboral y otros sectores, y los gobiernos y frecuentemente cubren múltiples temas de políticas. Pactos basados en un entendimiento común tanto en procesos como en las áreas de políticas, las cuales pueden ser múltiples y estar interconectadas. Estos Pactos tienen una gran probabilidad de institucionalizarse a lo largo del tiempo, y así se logra la característica esencial de una “sociedad basada en el consenso. (Caso de Irlanda) Estos dos grupos de Pactos varían en términos del grado de institucionalización, por lo que consecuentemente variarán respecto al nivel de confianza. Los tipos de Pactos 1) y 2) generalmente son respuestas a shocks exógenos no repetidas o no habituales, consistiendo en relaciones no estables de intercambio político, en la forma de paquetes de políticas acordadas y trade-offs, que compensan la ausencia de confianza mutua entre los actores económicos en momentos determinados. Haciendo un paralelismo entre los cuatro tipos de Pactos comentados, en todos casos los actores relevantes han acordado que los payoffs obtenidos a partir de la interdependencia y la cooperación superan las ventajas de la independencia y la acción individual. Lo que difiere en 20 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino los casos, es el grado en que este compromiso se estabiliza o consolida, apuntalados por redes de interacción, sostenidos por confianza mutua y normas sociales, en pocas palabras, el grado en que los Pactos se institucionalizan. Este diverso grado de institucionalización, hace que los Pactos difieran en la probabilidad de duración a lo largo del tiempo, la resistencia ante shocks externos y la reconstitución de los intereses de los actores implicados. Existen diversas trayectorias de desarrollo de los Pactos, caracterizadas por procesos de institucionalización, reinstitucionalización, y desinstitucionalización. La evidencia demuestra, que mientras ciertos Pactos florecen inesperadamente y luego mueren, otros toman camino y consecuentemente se vuelven más estables y consolidados. ¿Qué es lo que determina la trayectoria subsecuente? Ciertamente, ésta dependerá de la naturaleza de su formación y los problemas que tratan.19 Mientras algunos Pactos surgen en ambientes no propicios como respuestas emergentes a crisis domesticas por problemas distributivos o a un shock exógeno (habitualmente ambos), otros emergen a partir de prácticas usuales de concertación en momentos críticos de redefinición o renegociación, en respuesta a nuevos desafíos. c) Críticos vs. Defensores de los Pactos Sociales Críticos de los Pactos Sociales Para la elaboración de un análisis completo de cualquier cuestión, siempre resulta importante considerar los riesgos y aspectos negativos que engloba, de manera de arribar a conclusiones más relevantes. Entre las críticas más comunes hacia los Pactos Sociales, existen dos principales. Por un lado, se cree que los Pactos generan una cierta distorsión al libre mercado, y por otro, se considera que provocan una dilución de la democracia parlamentaria.20 La primera crítica se apoya en la idea de que el cambio económico en tecnología, mercados, habilidades, demanda que las 19 Rhodes M., Avdagic S. and Visser J.; “The Emergence and Evolution of Social Pacts: A Provisional Framework for Comparative Analysis; 2005. 20 Ver O’Donnell R.; “The Future of Social Partnership in Ireland”; 2001. 21 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino empresas tengan flexibilidad para adaptarse a las diversas circunstancias, y los Pactos Sociales no permiten este tipo de acciones. Ciertos analistas sienten que el énfasis en el consenso sirve para prevenir la innovación, llevando a rigideces perjudiciales. Se argumenta que este mecanismo ha disminuido la capacidad para alcanzar cambios, pues el consenso se percibe como una traba. Además, siguiendo con este punto, otros creen que los acuerdos crean considerables rigideces en el mercado laboral (Haughton, 1998)21. Respecto a la segunda critica, ésta se apoya en la idea de que la democracia representativa es delegativa, es decir, el pueblo no delibera ni gobierna “sino por medio de sus representantes”, por lo cual la idea de acuerdos o Pactos, diluiría la naturaleza de este tipo de democracia. Asimismo, existen otro tipo de críticas a la idea de Pactos Sociales. Algunos analistas creen que si bien los Pactos generan ventajas, los términos de inclusión en los mismos son inequitativos. Los economistas más liberales y ortodoxos han opinado críticamente al respecto. Algunos objetaron la politización de las relaciones industriales. Otros discutieron sobre el rol de los socios en los Pactos de negociación salarial, denominados “insiders”, cuyas condiciones son protegidas a la expensa de los “outsiders”, que trabajarían por menos dinero, lo que provocaría el aumento del nivel de desempleo y la emigración (Walsh and Leddin, 1992).22 Además, ciertos socios que han participado de este tipo de procesos, si bien reconocen los logros significativos del mecanismo, también expresaron cierta frustración respecto a la dificultad en hacer que su participación se exprese en un cambio real. Siguiendo con esta línea, otros opinan que determinados actores no cumplen sus responsabilidades y que los objetivos del Pacto podrían ser alcanzados de manera más completa fuera de este enfoque.23 Defensores de los Pactos Sociales La literatura a favor de la idea de los Pactos Sociales, entre otros, Baccaro (2006) y Donaghey (2005), ha tratado de demostrar las equivocaciones de quienes los critican. 21 Haughton, J; “The dynamics of economic change”; 1998. Walsh B.and Leddin A; “The Macroeconomy of Ireland”; 1992. 23 Los empresarios y sindicatos en contra de la concertación creen que este tipo de procesos es costoso, y hacen perder parte de su autonomía. Ver Licha 2003. 22 22 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Respecto a las críticas económicas citadas anteriormente, los analistas argumentan que las mismas parecerían estar basadas en una visión más mecánica, que ve a los precios y costos como los únicos signos relevantes en la economía. Claramente, la visión ignora ciertos problemas de coordinación que pueden dificultar la performance de la economía. Parecen ignorar la importancia de las expectativas en las decisiones económicas, la posibilidad de reclamos inconsistentes sobre el producto de la economía, el rol del consentimiento en mejorar la implementación de la política, el rol de las relaciones en la performance de la empresa, el rol de un acuerdo en sostener una respuesta flexible y coordinada a los eventos inesperados, y el rol del acuerdo y el consenso en ciertos parámetros claves en facilitar una discusión constructiva sobre temas más relevantes y polémicos. Además, se asume que los Pactos Sociales imponen restricciones rígidas a las empresas y reducen la habilidad de las mismas y de los otros grupos a reaccionar ante eventos inesperados. Sin embargo, muchos Pactos Sociales han favorecido la competitividad y flexibilidad en la economía, lo cual es importante tener en cuenta a la hora de hacer un análisis profundo del tema.24 Respecto a la crítica que se relaciona con la democracia representativa, ciertos analistas creen que al gobernar representantes, muchas veces estos se desprenden por completo de sus representados. Mecanismos más directos de ejercicio de la voluntad popular, como consultas, consenso, si bien no son incompatibles con la democracia parlamentaria, no le son consustanciales; se puede prescindir de ellos. Si bien es necesario que exista representación, pues en la complejidad de la sociedad actual sería imposible prescindir de mediadores a la hora de las decisiones cotidianas, esta situación no quita la importancia y ventaja de los Pactos Sociales para acrecentar la democracia y el pluralismo propio de la misma. No se trata de situaciones contrapuestas, sino que ambas se complementan.25 En la década anterior, ha habido un surgimiento progresivo de Pactos Sociales como método para la realización de diversas reformas, en países europeos principalmente. Intentos de acuerdos existieron en todos los países miembros de la Unión Europea, excepto en Gran Bretaña. Claramente, esto deja entrever que la idea de llevar a cabo un Pacto Social, ciertamente tiene sus ventajas. En Europa Occidental, los Pactos de segunda generación, de la 24 25 Pizzuto A.; “Social Pacts in Europe”; 2006. World Bank; “National Visions Matters: Lessons of Success”; 2005. 23 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino década del 90, representaron una vuelta, luego de la primera ola de Pactos de política de ingresos negociados en respuesta de las crisis monetarias y de energía de la década del 70. En la década del 80, por su parte, ha habido una pausa en la actividad de pactar, junto con una tendencia de descentralización de las relaciones laborales. Gráfico 2: Pactos Sociales 1970 – 2007 26 Como bien muestra el Gráfico 3, los dos picos de Pactos Sociales son particularmente visibles si nos focalizamos en intentos de negociar un Pacto, con la iniciativa proviniendo usualmente desde el gobierno (variable “pactneg”). En el segundo período (1990-2007), ha habido 80 intentos de Pactos, contra 62 intentos en el primer periodo (1970-1989). En este sentido, los analistas que apoyan el desarrollo de Pactos Sociales, argumentan que para aquellos que discuten que los Pactos no son una opción viable, la experiencia demuestra que 26 Visser J.; “Institutionalization of Social Pacts”; 2008. 24 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino siguen creándose nuevos Pactos, demostrándose su potencial, resistencia y capacidad.27 Los Pactos Sociales son una característica recurrente y estable de las sociedades europeas. La tasa de éxito, es decir, aquellas negociaciones que terminaron en un acuerdo firmado (variable “pactsign”), creció de 56.4% a 63.8 %. Ahora bien, ¿Qué motiva este impulso por introducirse en el proceso de pactar? Ciertamente, la diversa literatura coincide en la existencia de ciertas ventajas. Procesos sucesivos de consenso pueden resultar en ciclos virtuosos, basados en la cooperación y la confianza.28 Los principales resultados de la implementación de los Pactos Sociales han sido la moderación salarial, el empleo y la consolidación fiscal. Comparando los niveles cooperativos de empleo e inflación respecto a los casos no cooperativos, los diversos estudios demuestran que la cooperación siempre induce a una mejor performance en término de ambos conceptos. El NESC 29 , ha argumentado que los programas negociados, cuando están basados en un entendimiento común de mecanismos económicos y sociales claves, puede no sólo alinear a los grupos en acciones consistentes y competitivas sino también proveer un escenario para una política pública estratégica.30 El rol del consenso en asistir al gobierno y darle forma las políticas probablemente proviene de la combinación de ciertos efectos: • Coherencia creciente y consistencia • Mejoramiento en la implementación y aumento de la eficiencia • Aumento de la innovación y experimentación de las políticas Asimismo, se argumenta que el proceso inicial de implementación de acuerdos ha sufrido diversas variaciones positivas, que parecieran crear un nuevo modelo de concertación y de gobernabilidad. La observación de las tendencias sugiere tres características de este nuevo 27 Donaghey, J. and Teague, P.; “The persistence of social pacts in Europe”; 2005. Ver Pizzuto A., “Social Pacts in Europe”; 2006. 29 En ingles, National Economic and Social Council (Irlanda). 28 30 “Los Pactos Sociales proveen un mecanismo de adaptación pragmática al trilema de reconciliar la integración del mercado, intergobernalismo y responsabilidad democrática”. 25 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino modelo: primero, la naturaleza y el rol de los socios está cambiando. Las características tradicionales de los socios en los sistemas neo-corporativos- representación monopólica, estructuras centralizadas para representar y a los miembros- están dando paso a nuevas características: la información es un recurso clave, nuevas formas de apoyo público: análisis, dialogo y entendimiento común. Segundo, existe un cambio profundo en el rol del gobierno nacional. Los roles tradicionales- reasignar recursos, dirigir la operación de los departamentos, y administrar complejos sistemas de deliberación y vigilancia- han culminado, para dar lugar a otros nuevos: emprendimiento político, monitoreo, facilitar la comunicación y la acción conjunta entre los grupos, y apoyar la formación de grupos representativos. Tercero, la relación entre el armado de las políticas, la implementación y el monitoreo está cambiando, hacia un camino que pone a la función de monitoreo en el centro del desarrollo de las políticas. El enfoque ha tenido un Pacto significativo en ciertas economías, lo cual muestra las ventajas del proceso. Por ejemplo, la economía irlandesa –como se analizará en la sección siguiente-se ha visto beneficiada a partir de tres canales principales: la negociación salarial, una política macroeconómica coherente y consistente y cambios en los factores de oferta. Si bien pueden percibirse ciertas críticas, existe un gran énfasis en la idea de que el mecanismo de Pactos Sociales no puede divorciarse de la gran cantidad de cambios que tuvieron lugar en Irlanda: el cambio del rol de la mujer en la sociedad, la economía y la vida pública; la representación de intereses; la aparición de una cultura mas empresarial o emprendedora y la adopción de un nuevo enfoque para la organización; el continuo aumento en los niveles de educación; la aparición de una cultura de la investigación; la extensión de la tecnología de información. En conclusión, los impulsos crecientes por llevar a cabo este tipo de procesos tienen sus justificaciones. Este enfoque todavía tiene un futuro bueno si continúa siendo consistente con la dinámica de la economía y la sociedad, y si puede anticipar y ayudar a resolver los problemas que sus cambios revelan. Es decir, los Pactos deben ser dinámicos y permitir ka posibilidad de cambios.31 La idea es aprender de los éxitos y los errores, y tomar esta forma 31 En algunos países, este tipo de enfoque se ha visto como la única forma de alcanzar un cambio, particularmente en bienestar, ya sea en presencia de fortaleza política (Suecia, Portugal, España) o bien en presencia de debilidad en el sistema 26 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino de hacer política económica como un nuevo desafío a plantearse, tomando todas las consideraciones al respecto. La literatura argumenta que la evidencia empírica demuestra que la posibilidad de alcanzar acuerdos sociales a la hora de plantearse una estrategia de desarrollo futura, ciertamente conduce a la formación de círculos virtuosos. Sólo bajo estas premisas puede hablarse de un desarrollo sostenible, la armonización social conduce al afianzamiento de un compromiso normativo con lo propuesto, y el diálogo permite la definición de los valores que sostendrán a la sociedad en lo que respecta a las consideraciones de desarrollo económico y social. III. Contexto para el Surgimiento de un Pacto Social y Condiciones para su Éxito a) Contexto para el Surgimiento de un Pacto Social La economía mundial ha cambiado, ahora los países se enfrentan a un proceso de globalización, en donde las alzas de impuestos pueden producir contracciones de la inversión extranjera, dificultando su uso para calmar demandas sociales; donde el mercado laboral ha variado y los mercados globales son altamente inestables. Este tipo de temas representan un importante reto para los gobiernos. Debido a ello, el diálogo social aparece como una alternativa válida ante los nuevos desafíos. En general, los países han entendido que la concertación social resulta fundamental en un mundo moderno, de forma que los agentes sociales logren acuerdos sobre temas fundamentales que beneficien a la sociedad en su conjunto. En ese contexto, hay diferentes instrumentos para lograr dicho objetivo, pero la forma más usada y relevante en términos de política económica, ha sido el mecanismo de los Pactos Sociales. político (Italia). Sin embargo, la literatura demuestra que el proceso de Pactos Sociales ha resultado mejor en aquellos países en los cuales este mecanismo ha sido renovado o fue reinventado, que en aquellos países que el enfoque varió poco. Esta idea sugiere que el análisis del tema precisa de un balance entre las ventajas de aquellos Pactos Sociales continuos y estables- en términos de entendimiento común y confianza- y las desventajas de un modelo rígido, en el cual ciertos intereses atrincheran y vetan la posibilidad de cambio. 27 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Los nuevos Pactos Sociales, ocurridos durante la década del 90 y en luego del 2000, claramente son diferentes a sus predecesores, correspondientes al período 1950-1980. Estos Pactos de segunda generación han abandonado la teoría neo-corporativista que acompañó al fenómeno original de los Pactos Sociales. Los Pactos de segunda generación se diferencian claramente de los predecesores tanto en la motivación como en la dinámica organizacional. La aparición de estos Pactos y la consolidación institucional se dieron de manera desigual en los diversos países. Algunos países usaron este tipo procesos como forma de hacer política económica extensivamente, otros de manera limitada; otros países trataron de forzar estos Pactos pero fallaron; en ciertos casos en los que fueron alcanzados, se trató de fenómenos de corto plazo; ciertos Pactos se limitaron a determinados sectores; en otros los Pactos fueron usados repetidamente, entre múltiples sectores, a pesar de llevarse en una forma gradualmente débil; en dos países- Irlanda y España- se han vuelto una forma regular y permanente de hacer política económica; y en este último caso, completamente ha transformado el sistema socio-económico de gobernabilidad, como así también las identidades de los actores públicos y privados envueltos en el proceso. Los nuevos acuerdos han surgido bajo shocks externos similares, y su fragilidad o falla proviene precisamente de la ausencia de las condiciones que permitieron a los Pactos predecesores perdurar. Sólo cuando estas condiciones están presentes- respecto a jerarquía de objetivos y predisposición de los actores privados como de los agentes con propósitos públicos y bajo condiciones de reciprocidad y cooperación (características que se parecen a aquellas de los primeros Pactos)- los Pactos Sociales perdurarán. De lo contrario, las ventajas de los Pactos Sociales pueden convertirse en desventajas, como los incentivos que generaron la primera ronda de cooperación entre los actores. Ahora bien, el objetivo de este apartado es analizar cuáles son los determinantes potenciales que han llevado al surgimiento de los Pactos Sociales en las experiencias recientes, es decir, cuál es el contexto que conlleva al planteamiento de este tipo de procesos. Los momentos de crisis económicas y la necesidad de ajuste son ampliamente reconocidos como los impulsos que han llevado a los actores económicos de diversos países europeos a 28 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino considerar la opción de realizar Pactos Sociales como una solución institucional viable para sus respectivos problemas económicos. Mientras los objetivos inmediatos pudieron ser diferentes (desde la necesidad de lograr el criterio de Maastricht y prepararse para ser miembro de EMU, a objetivos más generales como la mejora de la competitividad internacional), los mismos shocks exógenos enfrentados por las respectivas economías nacionales son los que se consideran ser la causa de este cambio institucional. Al respecto, Rhodes (2001), argumenta que los Pactos son una respuesta a las presiones de la “globalización”, especialmente a la necesidad de asegurar la competitividad de exportaciones y la estabilidad macroeconómica. Ciertos autores han desarrollado la idea denominada bundling hypothesis (hipótesis de conjunto), lo que implica que cambios en las condiciones macroeconómicas internacionales en la década del 90 ha impulsado a los gobiernos a lograr coordinación en múltiples áreas simultáneamente en oposición a tratar solo áreas de manera independiente, como forma de incrementar la competitividad nacional.32 En relación a este concepto, se analizó que las presiones específicas externas, dadas por el establecimiento de EMU, han incrementado la propensión de los gobiernos a alcanzar cooperación en las políticas con los grupos de la sociedad claves, especialmente en aquellos países donde el umbral de calificación era más difícil de alcanzar.33 Sin embargo, la literatura y las diversas experiencias, nos indican que mientras una situación económica crítica podría ser una condición necesaria para construir un Pacto Social o promover un rápido proceso de aprendizaje institucional, no es una condición suficiente. Es decir, si bien es cierto que los Pactos son iniciados en la mayoría de las veces en momentos de crisis o serias dificultades económicas, estas no pueden adecuadamente explicar por qué en ciertos casos estas negociaciones han terminado fallando, a pesar de la presencia de tales condiciones económicas. Claramente, para entender por qué ciertos Pactos logran darse mientras otros no, se requiere un mayor análisis de las condiciones políticas e institucionales detrás de los Pactos Sociales. Entonces, ¿qué otras condiciones deben considerarse? ¿Por qué las soluciones experimentadas en los casos exitosos no son seguidas en los países donde un ajuste es necesario? ¿Cómo podemos explicar la falla de estas soluciones en algunos casos 32 33 Rhodes M., “The Political Economy of Social Pacts: “Competitive Corporatism” and European Welfare Reform”; 2001 Schmitter P. and Grote J.; “The Corporatist Sisyphus: past, present and future”; 1997. También, Hassel 2000. 29 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino aun cuando ellos parecen más capaces de alcanzar resultados sociales eficientes? El caso de Polonia por ejemplo, muestra que a pesar de haber existido necesidades de ajuste, los actores fallaron en alcanzar una solución cooperativa y continuaron perpetuando soluciones subóptimas. Veamos por qué. Siguiendo con la línea planteada por el “Foro Profesional de la Conferencia de Pactos Sociales Nacionales (2008)”, apuntaré a mostrar cuáles son los determinantes más relevantes de los Pactos Sociales, además de la existencia de una situación económica crítica. Analizando dos o tres períodos de tiempo (1980´s, 1990´s y 2000´s), los autores se preguntaron acerca de las condiciones para que se dé un Pacto Social, y han identificado los siguientes prerrequisitos o situación de contexto: a) Contexto Económico: - Inflación alta - Déficit - Deuda - Desempleo - Disminución de la competitividad b) Contexto Político: - Prevalencia de gobiernos minoritarios - Coaliciones inestables - Fragmentación parlamentaria - Una tradición de toma de decisiones a partir del consenso c) Contexto Institucional/Organizacional: - Centralización de organizaciones alta o intermedia – Interconexión – Unidad InternaAusencia de conflictos internos visibles y divisiones - Asociaciones moderadamente fuertes – Prevalencia de sectores más moderados - Representatividad e Independencia 30 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino - Incapacidad de amenazar con abandono- Compromiso claro de negociación Esta clasificación, nos demuestra que las condiciones para que se conlleve un acuerdo social no se remiten únicamente a una crisis económica, sino que engloban conceptos que van más allá de lo meramente económico. Savina Avdajic (2008), ha demostrado que ninguna condición individual se vuelve necesaria y suficiente, sino que el surgimiento de un proceso de concertación es complejo, multi-causal y está fuertemente influenciado por las condiciones específicas de contexto, como demuestra la experiencia europea en la década del 90. Más que de un rango de causas especificas para explicar todos los casos, se puede hablar de tres “caminos causantes” de los Pactos Sociales: 1) Combina alta inflación o déficits con gobiernos débiles y centralización intermedia de organizaciones (caso de Italia, Portugal y España) 2) Combina alto desempleo, organizaciones relativamente centralizadas y predominantemente gobiernos débiles (caso de Irlanda) 3) Combina alto desempleo con centralización intermedia de organizaciones (caso de Finlandia) Del análisis realizado, se pueden extraer algunas lecciones a tener en cuenta. Primero, muchos de los factores que fueron críticos para explicar los Pactos de primera generación, no son relevantes para los Pactos de segunda generación. Segundo, los Pactos tienen mayor probabilidad de emerger durante períodos de distress económico, en particular alta inflación y/o desempleo. Además, otros autores reconocen determinadas características que hacen que los Pactos sean más probables de emerger: los Pactos son más probables en países más expuestos a la economía internacional, especialmente a través del comercio; y los Pactos son más probables en países con resultados pobres de balanza comercial. Segundo, los problemas económicos son importantes para explicar los Pactos pero no se trata de un factor suficiente de explicación. Los gobiernos no sólo llevaron a cabo estos Pactos para manejar los problemas económicos, sino también cuando ellos percibieron que eran 31 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino útiles para reducir los costos electorales potenciales de ajuste económico.34 De esta manera, los Pactos generalmente surgen en la época cercana a las elecciones y son más probables en gobiernos débiles. Tercero, se sabe que la solidez y unidad de las agrupaciones también es importante. Entonces, ¿Qué condiciones deben darse generalmente en los actores sociales para que se plantee un Pacto Social? Claramente, para que un Pacto Social sea sólido, debe consistir en una alianza entre “débiles y moderados”, es decir entre un gobierno en condiciones de inestabilidad y debilidad, y organizaciones de los sectores más moderados. Ciertamente es una condición relevante en la mayoría de los casos, que no existan divisiones internas o falta de compromiso unificado. Asimismo, se vuelve importante considerar aspectos más subjetivos respecto indicadores de poder relativo, que tienen que ver con la habilidad de presentar una amenaza creíble de abandono o salida, tanto para las organizaciones como para el caso gubernamental. Es decir, se debe evitar que el gobierno actué unilateralmente, abandonando el Pacto, o que las organizaciones decidan soportar los costos de abandonar la negociación. De este análisis, surge que puede suceder que existan ciertas divisiones en las organizaciones y que el Pacto se dé igual, ya que las mismas se encuentran incapacitadas para amenazar con retirarse, lo cual ciertamente sucedió en algunos casos. Por lo tanto, este indicador ha jugado un rol clave en diversos intentos de Pactos.35 De la misma forma, la existencia de un diálogo social real supone la presencia de actores sociales representativos e independientes. De faltar alguna de estas condicionantes, tal diálogo no existirá, o existirá una formalidad carente de contenido real, o será tan desequilibrado que en verdad encubrirá la imposición de la voluntad de algunas de las partes. En términos de relaciones laborales, esos presupuestos se identifican con los principios de libertad sindical, autonomía colectiva y autotutela. Sólo allí donde existan estos principios, se darán las condiciones habilitantes del desarrollo de un diálogo social verdadero, sustantivo y fluido. En América latina siempre se ha registrado un déficit de todos o algunos de estos requisitos. Hoy, además, las dificultades también se presentan, a veces, en otras regiones, a 34 35 Hamman K. and Kelly. J; “Party Politics and the reemergence of Social Pacts in Western Europe”;2007. Avdagic S.; “Distributive Politics: Experimentation, Learning and Reform: National Social Pacts”; 2006. 32 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino causa de la política económica predominante y el consecuente debilitamiento de las entidades colectivas. El debilitamiento de los principales actores sociales dificulta el diálogo social por ausencia de sus presupuestos, razón por la cual, el fortalecimiento de los actores es necesario para el desarrollo del diálogo social, tanto como el de este lo es para el de la democracia pluralista, razón por la cual habrá un círculo vicioso- debilidad de los actores - inexistencia de diálogo social real y eficaz - carencias de la democracia, o un círculo virtuosofortalecimiento y representatividad de los actores - diálogo social real y fluido profundización de la democracia pluralista. b) Prerrequisitos y Características de un Pacto Social Exitoso Hemos analizado las condiciones o contexto necesarios para el surgimiento de un Pacto Social. Es decir, existen ciertas condiciones de demanda propias de este tipo de procesos. Ahora bien, que el contexto se dé o no, no asegurará el éxito o fracaso de la implementación de un Pacto. Ciertamente, la ejecución exitosa y eficiente de un Pacto Social, dependerá de diversas cuestiones, tanto técnicas como político-sociales. El análisis de los prerrequisitos engloba ciertamente conceptos más profundos, que van más allá de las consideraciones anteriores. Es decir, puede existir el contexto propicio para la celebración de un Pacto Social, pero sin embargo este puede no llegar a buen rumbo. • Prerrequisitos de éxito: Como prerrequisito clave de éxito, los diversos estudiosos del tema, han coincidido que es de extrema importancia el entendimiento común de la situación entre los actores, pues facilitaría la cooperación y el alcance de un acuerdo. Sin este entendimiento, los intereses concentrados de corto plazo serán quienes guíen el rumbo, dejando atrás los beneficios potenciales de largo plazo para un mayor número de actores de la economía entera. Analizando la experiencia de Pactos Sociales exitosos, se puede observar como los Pactos son producto de una situación en la cual los actores socioeconómicos, que en escenarios críticos inesperadamente y milagrosamente se convierten en actores pragmáticos que 33 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino resuelven problemas y cooperan en un rango de temas.36. La cooperación en economías políticas complejas depende de consideraciones estratégicas, económicas y políticas. Respecto a este análisis, es relevante considerar lo expresado por Compston (2003), quien argumenta que la creación de un proceso de concertación amplio y eficaz es causada por una combinación determinada de factores: a) el reconocimiento de un problema serio relevante; b) acuerdos preexistentes considerables respecto a los objetivos y mecanismos de la política económica; c) la percepción de que los participantes del Pacto razonablemente implementarán lo que corresponda según el acuerdo. Ciertamente, la persistencia estará basada en la relevancia continua de estos factores, y la terminación estará determinada por la depreciación de estos factores. Se trata de factores que son internos al proceso de concertación. En la política Europea, la concertación social es una característica estable en los últimos 30 años, más que un arreglo momentáneo dado en las épocas del consenso keynesiano. Respecto al punto a), Donaghey y Teague (2005) argumentaron la importancia de las percepciones comunes, de un reconocimiento general del problema del país, introduciendo el concepto de “mecanismos de aprendizaje”, que se trata de cómo los actores desarrollan ciertos entendimientos comunes y realizan elecciones estratégicas particulares no en respuesta a determinadas limitaciones macroeconómicas, sino por condiciones históricas iníciales y la cultura. Para que esto se convierta en un beneficio es necesario revisar las estructuras institucionales en búsqueda de un diseño, ya sea voluntario como espontáneo, en el que se puedan tener en cuenta los balances necesarios: participación-gobernabilidad, decisiones prudencialesconsenso, contrapesos-cooperación, etc. 36 Rhodes M., Avdagic S. and Visser J.; “The Emergence and Evolution of Social Pacts: A Provisional Framework for Comparative Analysis; 2005. 34 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino • Características de un Pacto Social Exitoso A partir del análisis anterior y siguiendo la literatura al respecto, me propongo exponer las características propias de un Pacto Social exitoso, y que deberían considerarse a la hora de encarar un consenso nacional, y por lo tanto un proyecto de país sostenible. Entonces, a continuación, describiré las características que deberían formar parte de una propuesta de desarrollo a través de un consenso como estrategia económica y social, y que claramente deberían ser tenidas en cuenta para la celebración de un Pacto Social en cualquier país.37 Para este punto, me apoyaré en los principios fundamentales que forman parte del Marco Integrado de Desarrollo, propuesto por el Banco Mundial.38 Ver Gráfico 3. Gráfico 3: El Círculo Virtuoso Estrategia de D esarrollo País Criterios para el éxito de un Consenso EconómicoEconómico- Social Credibilidad y Voluntad Persistencia Diversidad de Conocimie nto Estrategia Integral de Largo Plazo Compromiso y Focalización en Resultados Responsabilidad Social Cooperación Fuente: Elaboración Propia 37 Confianza social Se consideran las ideas planteadas por Alexandra Pizzuto, 2006. World Bank, “Supporting Development Programs Effectively: Applying the comprehensive development framework principles: a staff guide”, 2004. 38 35 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Credibilidad y Voluntad: La credibilidad se vuelve una característica indispensable para lograr la sostenibilidad de cualquier estrategia de desarrollo. Para que una política económica implique formalidad, es necesario que el gobierno se muestre capaz y con voluntad de aplicar la política que se está tratando. La credibilidad se obtiene a partir de una estrategia de comunicación con la sociedad, notificando sobre las políticas propuestas y las intenciones de desarrollo, demostrando la voluntad y seriedad con lo planeado. Ciertamente, la credibilidad en la sociedad permite una implementación eficaz de cualquier política económica, si la estrategia no es creíble, los resultados se dispersan. Otro factor que motiva la credibilidad es la firmeza en las políticas que poseen los hacedores de políticas. Es clave no permitir el avance de presiones políticas en búsqueda de ciertos beneficios sectoriales, que pueden llevar a revertir un programa ya anunciado. Persistencia: La persistencia contribuye de manera importante al éxito de los Pactos Sociales, muestra la experiencia. Como se observa en el gráfico, persistencia y credibilidad van de la mano. La estabilidad y credibilidad de los mismos suele ser superior en aquellos casos en los que los Pactos se consuman y se renuevan regularmente. La persistencia en las acciones estimula el desarrollo de la confianza mutua y social, logrando encarar los beneficios desde una perspectiva de largo plazo.39 En un país donde el Pacto Social y el consenso sólo es un evento ocasional, existe un menor grado de confianza en la sociedad, ya que la evaluación de los resultados se lleva a cabo en un marco de cortoplacismo, atentando ciertamente contra la credibilidad. El Banco Mundial, propone entre los principios englobados en el Marco Integrado de Desarrollo, la necesidad de una visión estratégica integral a largo plazo, que de dirección y consistencia a las acciones y políticas de corto plazo. Se enfatiza la necesidad de tener continuidad en las acciones, modificando la mentalidad de que todo lo realizado por el gobierno anterior es inoportuno y debe ser modificado. Diversidad de Conocimiento: Las asociaciones empresariales, los sindicatos, ONGs, y demás sectores, poseen cierto conocimiento de utilidad, que puede ser efectivamente 39 Pizzuto A., “Social Pacts in Europe”; 2006. 36 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino aprovechado a través del diálogo y el intercambio de información en las negociaciones. El “diálogo social” debe implicar una mayor amplitud y diversidad de conocimiento, logrando de esta manera considerar los diversos intereses de la sociedad y necesidades reales, y no caer en el error de implementación de políticas arbitrarias, que no tengan en cuenta las propuestas de cada sector.40 El gobierno, puede estar motivado por razones políticas, por lo que se vuelve oportuno que las políticas y reformas sean negociadas entre los sectores claves de la sociedad para lograr mayor eficiencia y coherencia en el planteamiento del Pacto Social. Estrategia Integral de Largo Plazo: Esta diversidad de conocimiento necesaria en el proceso de las negociaciones, ciertamente permitirá perfilar una estrategia integral de largo plazo que conlleve a un equilibrio entre los económico y lo social, como se aprecia en el gráfico. Los Pactos que cubren temas de importancia tanto para el crecimiento económico y como para el bienestar social tienen mayor probabilidad de éxito, por lo cual, se vuelve una condición esencial para el éxito de los consensos nacionales, la consideración de aspectos políticos, económicos, sociales y morales, a la hora de plantear un modelo país.41 El Marco Integrado de Desarrollo, enfatiza la necesidad de lograr una visión estratégica integral de largo plazo, a partir de una consideración explicita de la interdependencia de los aspectos económicos, sociales, políticos, jurídicos, institucionales, ambientales, mejorando las oportunidades de lograr un enfoque más integrado. Los Pactos que envuelven una profunda diversidad de temas de importancia para la gobernabilidad y el desarrollo económico del país, tienen mayor posibilidad de éxito que aquellos que tienen un enfoque más restringido.42 Es evidente, que una mayor cobertura permite realizar resarcimientos y compensaciones entre los diferentes actores involucrados y mejora las oportunidades de lograr una perspectiva conjunta más integrada. 40 Se deberían institucionalizar las necesarias políticas públicas para el crecimiento de toda la comunidad. Instalarlas requiere la participación y el compromiso de los ciudadanos, ya que se trata de decisiones que no deben ser impuestas por un grupo, sino asumidas por cada uno, mediante el camino del diálogo sincero, respetuoso y abierto. Nadie puede pensar que el engrandecimiento del país sea fruto del crecimiento de un solo sector, aislado del resto. (Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad; 2010-2016) 41 La búsqueda de consensos implica un diálogo moral, y muchos concluyen en los cambios de valores sostenidos por la sociedad. 42 Algunos Pactos sólo cubrieron una o dos áreas, como Holanda y Finlandia. Otros intentaron cubrir un rango más amplio de temas, como por ejemplo los casos de Irlanda y Eslovenia. 37 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Claramente, cualquier Pacto Social debe considerar entre sus estrategias a los sectores menos favorecidos para lograr un modelo de país incluyente.43 Compromiso y Focalización en Resultados: La efectividad de los Pactos Sociales depende de que se den acuerdos precisos y con compromiso por parte de los actores sociales. Como demuestra la experiencia, la falta de compromiso de uno de los actores, conduce al fracaso. Es decir, es realmente importante materializar las propuestas, de manera de lograr credibilidad asimismo. Por esta razón, es primordial que estos acuerdos especifiquen cronogramas para realizar las distintas medidas y etapas de la reforma consensuada. El Marco Integrado de Desarrollo, hace hincapié en este punto, asentando que es necesario establecer metas concretas para los objetivos estratégicos a alcanzar, determinando indicadores de progreso y procesos de seguimiento y evaluación. Es decir, que las estrategias deben tener resultados concretos, que puedan evaluarse y monitorearse periódicamente de manera de considerar los avances y efectividad de las acciones realizadas hasta el momento, alarmándose por los errores, y animándose por los logros. Responsabilidad Social: en relación con el criterio anterior, como se percibe en el grafico, el compromiso en las políticas, genera indudablemente responsabilidad social. Debe darse una apropiación interna de la estrategia por todos los actores sociales, de manera de lograr una conciencia de responsabilidad social. La estrategia debe ser el resultado de un amplio consenso interno de los diversos socios. Si bien el Gobierno ejerce el liderazgo, es necesario concienciar sobre la responsabilidad que tiene cada uno para lograr el fin propuesto, por lo cual se requiere un proceso participativo continuo, logrando de esta manera un apoyo certero de los partidos políticos, empresarios, trabajadores y sociedad civil. Las responsabilidades deben estar bien definidas, e identificadas para cada actor, fijando prioridades y secuencias. Ahora bien, esta serie de criterios o características, conducen a un proceso que desemboca en la confianza social y la cooperación, permitiendo de esta manera el perfeccionamiento de una Estrategia de Desarrollo País, conformándose un círculo virtuoso. 43 “Sólo habrá logros estables por el camino del diálogo y del consenso a favor del bien común, si tenemos particularmente en cuenta a los más pobres y excluidos”. (Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad; 2010-2016) 38 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Este proceso consigue que las partes de la sociedad asuman que el juego cooperativo es mejor que el confrontativo, tanto para salir de una crisis como para emprender un proceso de desarrollo, y que cualquier programa de desarrollo, o aunque sea de crecimiento económico, requiere tener visiones y políticas, públicas y privadas, de largo plazo. Claramente, el resultado de esto, es la institucionalidad. Estos criterios permiten la efectividad de los Pactos y consensos sociales y económicos, y el círculo virtuoso contenido dentro del mismo proceso consigue la formación de una cultura de concertación social en el país, contribuyendo de esta manera al afianzamiento de un clima de negociación cooperativa y confianza recíproca.44 La ausencia de estos criterios podría llevar a resultados no beneficiosos, generando ciclos viciosos de desconfianza y conflictividad, como se ha demostrado en la Sección 1 del trabajo. c) Consideraciones sobre las Particularidades de los Pactos Sociales Como conclusión del apartado 3), propongo unir los conceptos analizados hasta ahora, desarrollando una generalización de las características de los Pactos según las condiciones en las que se dan. Esta caracterización, muestra como a pesar de la existencia de una situación económica grave, o crisis económica, y de debilidad gubernamental, los prerrequisitos de éxito claramente influyen sobre la forma en que se dan los Pactos Sociales, como así también influyen en que no prospere un Pacto Social. Ver Tabla 2. 44 Ver Siegel N.; “Assessing the effects of Social Pacts- with a special focus on the German case”; 2003. 39 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Tabla 2.: Caracterización de los Pactos Sociales Características de los Pactos Tipos Áreas Cubiertas Condiciones Económicas Simples- Tema principal del acuerdo: negociación salarial Soluciones de Largo Plazo Soluciones Aisladas Múltiples temas de políticaInterconexión entre áreas Pequeño rango de políticas o negociación salarial principalmente Diversas áreas de políticas de interés del momento Pocas áreas o aisladas- negociación salarial Mal Implementados Cambio en las condiciones macroeconómicas internacionales; proceso de globalización; crisis Crisis económica; extrema turbulencia Contexto de cambios; crisis importante Diversas áreas- falta de interconexión Condiciones Políticas Necesidad de aumentar la competitividad nacional para no perder prestigio internacional, necesidad de buscar una visión estratégicaidea de institucionalizar Pactos- Alto compromiso político y voluntad de diálogo, confianza y percepciones comunes Debilidad gubernamental, necesidad de apoyo en momentos de ajuste económico, compromiso político para superar situación adversa Falta de compromiso político y de los actores, inexistencia de un entendimiento común Fuente: Elaboración Propia Más allá de esta clasificación, la idea clave es identificar los principales problemas y proponer las soluciones más apropiadas. La inclusión de diversas áreas, y por lo tanto de diversos actores en el proceso de desarrollo permitirá movilizar energías y recursos humanos que de otra forma hubieran quedado inactivos. Durante los últimos años el concepto de Pacto Social ha evolucionado para incluir cada vez más cantidad de actores colectivos que pertenecen a diversos sectores públicos y privados. Sin embargo, existe una observación básica: diversos tipos de Pactos Sociales pueden llevar a programas de desarrollo de tasas de eficiencia similares. 40 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Más precisamente, el tamaño y la inclusión en los Pactos no influencian el éxito o falla del programa, pero si influencia la calidad del programa, es decir, el tipo de acciones perseguidas. 45 Y por último, se puede percibir como la existencia de una situación económica extrema es condición necesaria pero no suficiente para el éxito de un Pacto Social, por lo que se vuelve clave considerar la presencia de un entendimiento común en el país, como de un compromiso político al diálogo, que generará confianza y credibilidad, y por lo tanto se logrará un círculo virtuoso, que permitirá que el Pacto prospere. IV. Análisis de casos a) Experiencias diversas: Irlanda, España, Italia, Bélgica, Argentina y Corea del Sur Cada economía tiene sus particularidades, cada país se define por su cultura y valores, por lo que es cierto que buscar las claves del éxito en casos prósperos no es tarea fácil, sin embargo permiten orientarnos y descubrir nuevos caminos, como así también las experiencias frustrantes, nos invitan a cambiar y a buscar soluciones. Es así, como me atrevo a explorar 6 casos de países respectivamente diversos que han logrado acuerdos sociales con favorable resolución, como también casos que han fracasado. Los Pactos Sociales efectivos, como los de Irlanda o España, por ejemplo, realizados a la salida de sus profundas crisis, son ciertamente interesantes de analizar. El Diálogo Social a nivel nacional ha sido ampliamente practicado en muchos países europeos luego de la Segunda Guerra Mundial. Se ha vuelto un importante instrumento para enfrentar los desafíos económicos y sociales de la globalización y la integración económica. En la década del 90, el enfoque de los acuerdos fue ampliado, considerando estrategias más generales que incluyan el incremento de la competitividad económica y la justicia social.46 Los Pactos, se desarrollaron como resultado de la toma de conciencia, por parte de los principales actores económicos, de que la implementación 45 Dipartimento per le Politiche di Sviluppo, 2003. Muchos países adoptaron diversos Pactos Sociales a lo largo del tiempo: Austria (1), Bélgica (5), República Checa (1), Finlandia (8), Irlanda (6), Italia (6), Lithuania (1), Holanda (6), Polonia (2), Portugal (10), Eslovenia (3) y España (6). 46 41 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino efectiva de políticas económicas y sociales requería una aceptación generalizada de las mismas. Existe un alto grado de heterogeneidad en los Pactos Sociales que han llevado a cabo los diversos países, principalmente en cuanto a las áreas políticas o temas cubiertos, en el tipo de firmantes, o en los resultados alcanzados. Es interesante analizar los gráficos 1 y 2 que se presentan debajo. Si miramos el Gráfico 547, durante la década del 90, y en los primeros años del nuevo milenio, las negociaciones se han ampliado en todos los países de Europa, menos el Reino Unido. Claramente observando el Gráfico 4, se percibe un doble proceso de repetición de Pactos en sólo algunos países y una difusión de intentos de Pactos en otros países durante los 90. La sorpresa es que los nuevos Pactos Sociales, surgieron, y en algunos casos se volvieron estables, en países no probables, es decir, caracterizados por organizaciones divididas o falta de ciertas instituciones, lo cual muestra que ciertas condiciones propias de Pactos anteriores no deben darse de manera exacta para que surja un Pacto Social. Gráfico 4: Pactos Sociales 1970 – 1989 48 47 Visser J.; “Institutionalization of Social Pacts”; 2008. Grecia (EL, 1975-), Hungría (HU, 1990-), Irlanda (IE), Italia (IT), Países Bajos (NL), Nueva Zelanda (NZ), Noruega (NO), Polonia (PL, 1990-), Portugal (PT, 1976-), Suecia (SE), Eslovaquia (SK, 1993-), Eslovenia (SI, 1990-), España (ES, 1977-), Reino Unido (UK), Estados Unidos (US). 48 42 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Gráfico 5: Pactos Sociales 1990 - 2007 A continuación, presentaré una visión general del contexto y aplicación de consensos sociales y económicos en dos de los casos más famosos y más imitados, Irlanda y España, y asimismo, analizaré los casos de Italia, Bélgica, Corea del Sur y Argentina. Se trata de 6 países que han intentado llevar a cabo el proceso de Pactos Sociales, algunos efectivamente, otros sin cumplir ciertos principios claves para el éxito. Es ciertamente útil aplicar las consideraciones teóricas a casos prácticos, de manera de observar de qué manera han surgido los Pactos Sociales en diversas sociedades. Se vuelve clave analizar el contexto y condiciones en las que se dieron los Pactos Sociales con ineficiente resultado, de manera de extraer lecciones más notables. Y por otro lado, las experiencias más exitosas, dejarán entrever como un compromiso claro y la existencia del diálogo en una sociedad, dadas ciertas condiciones necesarias, permiten la aplicación de políticas cercanas a la realidad social y económica de la nación. Irlanda: ¿Milagro celta o simplemente visión consensuada a largo plazo? ¿Cómo pudo un país con un elevado grado de retraso relativo, tanto en lo económico como en lo social, convertirse en una de las economías más prosperas del mundo? 43 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino ¿Qué sucedió para que un país que hace 20 años tenía un ingreso per cápita de 6000 dólares, una desocupación de 17%, una inflación galopante, una deuda insostenible, que se expresaba en un ratio deuda/PIB de 125% en 1987, déficit fiscal mayor al 8% del PIB, expulsor de mano de obra, se convirtiera en un país con un ingreso per cápita de más de 40000 dólares, con uno de los menores desempleos de Europa, baja deuda, superávit fiscal y en un receptor de mano de obra? El mecanismo de “social partnership” ha sido identificado como la principal fuerza que genera el éxito de Irlanda, en los últimos años, mediante un esquema institucional y un proceso por el cual el gobierno, el sector privado y la sociedad civil acuerdan sobre las principales decisiones socioeconómicas; siempre con un amplio apoyo popular, creando una dinámica de beneficio para todos los participantes, mediante competitividad y un contexto amigable que estimula la inversión y el crecimiento. En las primeras negociaciones, patrones y sindicatos, abandonan el modelo tradicional de confrontación por el de concertación, con efectos en el empleo, los salarios, las relaciones industriales, los métodos de producción y la mayor flexibilidad laboral. Particularmente en este país, el liderazgo de las confederaciones favoreció las negociaciones entre el gobierno y los sectores. Este país se ha visto fuertemente beneficiado por la firma e implementación de Pactos Sociales sucesivos desde los 80s, los que permitieron que alcanzara los beneficios de pertenecer a la Unión Europea –Irlanda experimentó un rápido incremento del PBI per cápita, pasando de apenas el 70% del promedio de la UE a alcanzar cerca del 140%. ¿Cómo surge el primer y tan estudiado Pacto Social en Irlanda? Después de 1987, el país se encontraba en una situación bastante complicada, con un gobierno minoritario. Para superar esta crisis y regenerar la economía hubo que trabajar por una cooperación entre los distintos sectores sociales. Es así como ese mismo año, se firmó el primer acuerdo social, bajo el nombre de Programa para la Recuperación Nacional (PRN). Este consistió en acuerdos multisectoriales, en las que se convinieron determinadas medidas, como disminuir los aumentos salariales a cambio de que las empresas mejoraran los beneficios sociales para sus 44 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino empleados. Como contraparte, el estado se comprometió a rebajar los impuestos a los trabajadores. Se consideraban a todos los grupos como “socios” para implementar los acuerdos establecidos. El patrón de negociación del PRN siguió usándose en diversos Pactos Sociales sucesivos.49 El objetivo del proceso que desarrolla Irlanda es lograr la inclusión social principalmente, y no tiene como meta única la regulación salarial, lo cual es clave. Este objetivo más amplio impacta en la estructura institucional de este proceso de tres maneras. Una es que las partes envueltas en la negociación de los acuerdos nacionales no son sólo las asociaciones empresariales y de trabajadores, sino también una amplia gama de asociaciones civiles. Otra es que los acuerdos sociales condujeron al surgimiento de un nuevo enfoque respecto a lo que implica el quehacer de las políticas económicas. Es discutido que este proceso en Irlanda, ha resultado en formas más abiertas de realización de las políticas económicas, lo que implica considerar a todos los socios relevantes en cada etapa del proceso político.50 Otra característica institucional de gran importancia sobre los acuerdos sociales en Irlanda es que ellos tienen una fuerte orientación descentralizada lo cual permite la inclusión de las asociaciones locales civiles y comunitarias en la formación y deliberación de las políticas diseñadas para sus respectivas áreas. ¿Cómo es el método de pactar en Irlanda? El método abierto de coordinación desarrollado en Irlanda tiene ciertas características básicas. Primero, un atributo significativo ha sido el énfasis puesto en producir un consenso de procedimiento, con la gran capacidad de cambiar a través del tiempo, y no produciendo equilibrios estáticos que hacen que los acuerdos sean fijos y rígidos. La segunda característica es que el proceso de decisión no sólo implica una negociación para alcanzar ciertos ajustes, sino también un tipo de interacción deliberativas que se basan en discusiones razonables para avanzar en ideas de política. Tercero, la 49 Desde 1987 Irlanda ha implementado diversos programas y consensos: Programme for National Recovery (PNR) (1987 a 1990); Programme for Economic and Social Progress (PESP) (1990 a 1993); Programme for Competitiveness and Work (PCW) (1994 a 1996); Partnership 2000 (1997 a 2000); Programme for Prosperity and Fairness (PPF) (2000 a 2003); Sustaining Progress (2003 a 2005) (Fuente: ILO) 50 O’Donnell R.; “Ireland’s economic transformation: Industrial policy, European integration and Social Partnership”; 1998. 45 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino coordinación abierta ha ampliado los acuerdos que incluyen políticas públicas diseñadas para promover la inclusión social. Es decir, que ha permitido que nuevos grupos sociales entren al proceso de negociación para concluir los acuerdos.51 ¿Cuál es el mecanismo propio de los acuerdos? El proceso de negociación para alcanzar un acuerdo nacional comienza con una sesión abierta donde los participantes determinan las preocupaciones o problemas que desean tratar. Luego, una multitud de acuerdos son sostenidos implicando diversos temas. De esta manera el Departamento de Taoiseach - que entre sus principales tareas esta la coordinación de las políticas para el desarrollo económico y social - junta esta compleja y flexible cadena de negociaciones. Además es responsable de volcar la variedad de acuerdos individuales en un documento coherente que es la base del acuerdo social En lo que respecta al proceso de formación de políticas, una interesante característica de los acuerdos sociales es la creación de grupos de trabajo especializados, que envuelven oficiales del gobierno y representantes de los diversos socios, como también diferentes grupos de interés especializados, de manera de desarrollar políticas, o al menos realizar recomendaciones de acción, en temas particulares económicos y sociales. 52 Claramente, se vuelve clave el trasfondo institucional que acompaña a este tipo de procesos. Por lo tanto, es relevante considerar el diseño y estructura institucional del enfoque. Existe diversa literatura al respecto. Pero principalmente, tres son las características de interés. La primera es la delegación. El segundo principio es la supervisión y la coordinación, evaluando la performance para aprender de los éxitos y fallas de los acuerdos. El tercer principio consiste en lograr acciones pragmáticas de manera de construir iniciativas sustentables. “Los experimentos en este tipo de procesos debe ir acompañado de por un cambio institucional significativo”. Este tipo de enfoque conlleva a un proceso de decisión superior. Primero, porque el énfasis en el dialogo abierto permitirá destapar conocimientos sobre la fortaleza o debilidad de métodos existentes para hacer las cosas. Segundo, aquellos implicados en el proceso de 51 Teague Paul; “The Irish Experiment in Social Partnership”; 2002. “The claim is that this institutional system has allowed the social partners as well as civic associations to have greater influence on the formation, delivery and evaluation of social and economic policies”; O’Donnell and Thomas, 1998. 52 46 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino formación de políticas tendrán la oportunidad de adquirir nuevas ventajas y un mayor knowhow sobre determinados métodos. Tercero, la promoción de la acción cooperativa y conjunta conducirá a un modelo más rico de toma de decisiones, permitiendo que los participantes justifiquen sus posiciones adoptadas con mayor calidad de razonamiento. Cuarto, el fomento a la construcción de consenso y de la confianza permitirá volcar los límites entre las diversas circunscripciones que están envueltas en una red política. Entonces, la idea central es esencialmente la identificación y resolución de los problemas de política a través de un debate informado y un dialogo de intercambio de información y preferencias. Se trata de lograr que las instituciones políticas y económicas promuevan la acción colaborativa que permite movilizar esfuerzos y conocimientos para así avanzar en prioridades económicas y sociales más amplias. El énfasis esta puesto en lograr soluciones políticas a preocupaciones económicas y sociales logrando reconciliar intereses particulares que deben estar colisionados. Crear entendimientos compartidos y actividades de construcción de consensos son dos características claves de este enfoque. La idea es que cada grupo abandone su rol de conflicto y desarrollen capacidades para articular opiniones bien informadas dentro de los diversos grupos. Enseñanzas del caso irlandés La transformación económica y social experimentada por la República de Irlanda fue claramente espectacular. Si bien no puede decirse que el proceso de social partnership fue la única característica detrás del éxito económico, sino que una multitud de factores, interactuando positivamente el uno con el otro, permitieron altas tasas de crecimiento, al mismo tiempo, la aplicación de Pactos Sociales ha hecho una importante contribución a la transformación económica. Como puede percibirse, el planteamiento del primer gran Pacto Social se ha dado bajo condiciones de crisis económica, debilidad política y organizaciones moderadamente fuertes, como bien analizamos en el apartado anterior. Sin embargo, el movimiento sindical de Irlanda ha tenido gran poder laboral de mercado y capacidad que ciertas veces fue perjudicial. El proceso irlandés tiene como premisa clave el entendimiento común, y claramente se ha basado en los criterios de éxito que he expuesto en el punto 47 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino anterior. Por un lado, existió compromiso político e intención de diálogo considerando a los diversos actores claves de la sociedad, y por el otro, se ha implementado un proceso de monitoreo y focalización en las políticas, que alimentó el proceso exitosamente, generándose de esta manera un círculo virtuoso de credibilidad, cooperación y confianza, características claves en una economía. No se trata de ningún “milagro celta” y menos aún de haber descubierto la solución mágica. Es simplemente un ejemplo de la aplicación consecuente y consensuada de políticas correctas, mantenidas a través del tiempo con una visión de largo plazo, con el doble objetivo de crecimiento elevado con contenido social. España: compromiso y claridad de propósitos España es otro país que muestra una historia rica en Pactos Sociales. Esto se manifiesta en que la transición española es considerada una transición pactada, pues los problemas asociados con la transición fueron, en su mayoría, resueltos a través de Pactos. El Pacto de transición más importante es el Pacto de Moncloa, firmado en el año 1977 durante el gobierno de Adolfo Suárez. En ese tiempo, España venía saliendo de la dictadura de Franco y enfrentaba una fuerte crisis económica. La dependencia energética hizo que la conformación de la OPEP provocara un Estado Español altamente endeudado, pues la dictadura no había tomado medidas para contrarrestar las posibles alzas del petróleo, y una inflación del orden del 30%. El problema energético e inflacionario hizo que las empresas comenzaran a despedir trabajadores, creciendo la tasa de desempleo. Todo esto planteaba una crisis social que amenazaría la recién reinstaurada democracia española. Para enfrentar esta crisis, se propuso medidas de corto plazo y de largo plazo. Entre las primeras, se sugirió moderar el crecimiento del gasto fiscal, la masa monetaria y el endeudamiento externo; realizar reformas tributarias y modernizar el mercado financiero. Además, se fijó en un 22% la tasa máxima de incremento salarial y se establecieron precios por ley en productos claves. Entre las medidas de más largo plazo, figuraba el acceso universal y gratuito a la educación. También se realizó una focalización de los créditos hacia los sectores productivos. Los Pactos de la Moncloa fueron los acuerdos firmados en el Palacio de la Moncloa en 1977 entre el Gobierno de España de la legislatura constituyente, presidido por Adolfo Suárez, los principales partidos 48 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino políticos con representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados y las asociaciones empresariales y el sindicato Comisiones Obreras, con el objetivo de procurar la estabilización del proceso de transición al sistema democrático, así como adoptar una política económica que contuviera la vertiginosa inflación. El Pacto fue acordado entre los partidos políticos, donde el Partido Socialista Español lo suscribió por concesiones, igualmente importantes, como la legalización del divorcio, reformas al derecho de reunión, despenalización del adulterio y el término de la censura. El Pacto de Moncloa logró estabilizar la economía, y, por lo tanto, la democracia española. Se considera que este hecho institucional constituye uno de los cimientos, junto con el ingreso a la Comunidad Económica Europea en 1986, de la España moderna y democrática de hoy. Si bien este acuerdo fue de naturaleza política, fue el comienzo de una cultura de Pactos, en donde empezarían a tener notoriedad los diferentes agentes sociales. El Pacto de la Moncloa fue el medio clave para la consolidación de la democracia, los cambios en la economía y el desarrollo armónico del país. En ese marco, hubo planes de empleo, con modernización y flexibilización del mercado de trabajo. Los Pactos han constituido ciertamente una respuesta inteligente de la dirigencia de ese país para superar el retraso e involucrarse en el exitoso tren de la integración europea. El objetivo no era otro que el de mirar hacia el futuro, evitar los errores que condujeron al colapso de la II República y concluyeron con el golpe de Franco. Había necesidad y ansia de que todo saliera bien. Otra gran oportunidad se dio con el ingreso a la Comunidad Económica Europea y desde 1996 con la obligación de acatarse a los criterios de Maastricht para converger al Sistema Monetario Europeo. Desde la década de 1970, Pactos bipartitos y tripartitos han sido parte del proceso de democratización. Los primeros Pactos Sociales fueron el Acuerdo Básico Interconfederal de 1979 y Acuerdo Marco Interconfederal de 1980-81. Estos Pactos, firmados entre trabajadores y empleadores, regulaban salarios, horas de trabajo, abordaban temas de productividad y garantizaban derechos mínimos a los trabajadores. Las preocupaciones políticas como la situación económica en deterioro condujo al resurgimiento de la necesidad 49 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino e importancia del dialogo social y económico en España en los 90.53 Sin embargo, a lo largo de los años existieron ciertas divisiones en los sindicatos y bajo apoyo, lo cual ha influido de forma negativa en algunos Pactos. Sin embargo, los diversos Pactos permitieron una transición tranquila y establecieron una cultura de concertación social en España. Enseñanzas del caso español Como se pudo percibir, el famoso Pacto de la Moncloa se dio en un contexto de grave crisis económica, debilidad gubernamental y organizaciones con representatividad. El objetivo fue estabilizar la democracia y la economía, apoyándose en el consenso y el entendimiento común de la situación, para así lograr los objetivos de manera eficiente. En España, se vio como un fervor por la democracia se había instalado en el sentimiento social y era la medida para ajustar toda la vida del país. Existía una convicción en lo que se quería hacer y un claro apoyo para que saliera bien a través de las líneas fundamentales, dejando de lado las pequeñeces obstaculizantes, como claramente también se ve en el caso irlandés. Es relevante observar, que en los dos casos analizados, se percató que en esos momentos de crisis, sólo era necesario pensar en lo que debía suceder a futuro a favor de lograr la consolidación nacional. Se pusieron los acuerdos por delante y se valoró todo lo que unía despejando lo que podía crear grietas en el camino que se estaba delineando. Sin duda, los Pactos de la Moncloa han mostrado respetar los criterios de un Pacto Social exitoso. Italia: Pactos Sociales Temporales Una característica de los Pactos de Italia es que, al contrario de los países anteriores, estos tratan un tema de política determinado. Italia paso por diversas experiencias. Por ejemplo, si analizamos la década del 90, en Julio de 1992, en un intento de calmar las expectativas de una devaluación de la lira, y a causa de la debilidad del gobierno, tomó lugar un acuerdo 53 Interconfederal Accord (AI) (1983); Economic and Social Agreement (AES) (1984); Interconfederal Agreement on Labour Ordinances and Work Regulations (1994); Agreement on the Rationalization of the System of Social Security (1996); Interconfederal Agreement for Stability in Employment (AIEE) (1997); Interconfederal Agreement on the Coverage of Gaps/Vacuums (1997); Interconfederal Agreement on Collective Bargaining (AINC) (1997); Agreement on Part-time Employment Contracts (1998); Agreement for the Improvement and Development of the Social Security System (2001) ; (Fuente: ILO) 50 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino tripartito que abolía la indexación salarial y prohibía temporalmente la negociación salarial a nivel empresaria. En 1993, se dio un acuerdo centralizado similar. En 1995, el gobierno y los sindicatos negociaron una reforma comprensiva del sistema de pensión, cuyo objetivo era lograr una solución de largo plazo, pero sólo condujo a resultados de mediano plazo. Luego, en 1996, se llevó a cabo un Pacto tripartito para el Trabajo, que permitió aumentar la flexibilidad del mercado laboral. En 1997, una nueva reforma de pensión negociada acelero el proceso de transición hacia un nuevo régimen de pensión. Y en 1998, un acuerdo tripartito institucionalizó las consultas del gobierno con los socios sobre temas sociales y laborales. Ciertos Pactos han fallado en su implementación, principalmente debido al hecho de que uno de los firmantes, el mayor sindicato, no mostró una actitud de compromiso, es decir, ha fallado una de las características de éxito descriptos anteriormente. Desde la década del 70, el movimiento laboral italiano ha sido protagonista de una lucha interna entre bandos radicales y bandos moderados, situación que ha influido en la ejecución de los diversos Pactos, existiendo en ciertos años debilidad en las organizaciones y en otros años mayor interconexión y fortaleza. Sin embargo, es clave analizar los indicadores de poder relativo de las mismas. Por ejemplo en la década del 70 y luego en 1992, la inhabilidad de un gobierno minoritario electoralmente y la presencia de actores sociales divididos internamente, provocó la incapacidad de poder presentar una amenaza creíble de abandono, lo cual transformó las percepciones de interdependencia de los grupos, incrementando de esta manera la propensión hacia un acuerdo. Es decir, que ciertas veces puede existir división interna, pero la incapacidad de actuar de manera individual conlleva a comprometerse con la negociación. Enseñanzas del caso italiano En Italia también se cumplen en la mayoría de las veces las condiciones o contexto necesario para que se dé un Pacto. Ciertamente los Pactos toman lugar a causa de una crisis y los gobiernos se muestran técnicamente débiles, es decir en términos parlamentarios, o como en el caso del gobierno de 1992, severamente deslegitimado por escándalos políticos. Respecto a las organizaciones, los sindicatos causaron ciertas fallas, como la frustración de un intento gubernamental de reforma del sistema de pensión en 1994, por ejemplo. Italia ha cumplido ciertos criterios de éxito en ciertos Pactos, pero 51 ha echado a menos otros, lo cual ha “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino provocado que sus Pactos Sociales sean temporales, más que procesos persistentes de cooperación. Bélgica: falta de compromiso Por otra parte, un país donde los acuerdos han continuamente fallado, mientras en el resto de Europa han resultado exitosos en la mayoría de los casos, es Bélgica (como también el caso de Indonesia y otros países asiáticos). Hacia el año 1993, tras el diagnóstico de la economía belga logrado entre trabajadores y empleadores en el Consejo Central de la Economía (equivalente belga a un consejo económico y social), se comenzó a negociar cambios para abordar el mercado del trabajo, la competitividad y la seguridad social. No obstante, las partes no lograron acuerdo, lo que se verificó con el retiro del sindicato FGTB, acusando al gobierno de intervencionismo y a los empleadores de permitir dicho comportamiento. Igualmente, el sindicato CSC ofreció seguir con las negociaciones, sin embargo, el gobierno generó su propio Plan Global de manera unilateral, lo que culminó con una huelga general de 24 horas. Luego en 1994, la incapacidad de lograr acuerdo en torno a la implementación del Plan Global resultó, nuevamente, en una acción unilateral del gobierno. Estos episodios se verían repetidos los años 1996 y 1997, donde, tras el fallo en las negociaciones, el gobierno realizó cambios unilaterales como, por ejemplo, establecer el crecimiento de los salarios según los aumentos salariales observados en Francia, Holanda y Alemania. Enseñanzas del caso belga En el caso belga se puede observar que el contexto político para el surgimiento de un Pacto Social no ha estado presente y además, ciertas características han hecho fallar la implementación efectiva del mismo. Como bien hemos analizado, la falta de compromiso y cooperación ciertamente será la causante de una mala ejecución del proceso. Tres elementos en el caso belga caracterizan el proceso. Primero, no ha habido una emergencia económica nacional perceptible de manera clara en el país. Segundo, la razón inmediata de la falla de varios intentos de Pactos Sociales fue que una porción del movimiento sindical, como en Corea, no han estado de acuerdo con el contenido de la solución negociada. Tercero, y quizás el más importante, el gobierno belga ha necesitado de un Pacto Social mucho menor 52 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino que el gobierno irlandés, español e italiano, ya que ha sido más fuerte electoralmente.54 El gobierno no ha sido vulnerable, por lo que se llevó a cabo una respuesta unilateral más que una restructuración negociada. Argentina: la condena del cortoplacismo Aunque escasa a lo largo del tiempo, la búsqueda de consensos en Argentina ha tenido aceptación en algunos períodos. Previamente al golpe militar de 1976, se intentó introducir un esquema de consenso y diálogo, con mayor o menor éxito. Los antecedentes más importantes en la Argentina de este tipo de acuerdos que hemos analizado se remontan al Congreso de la Productividad, convocado en 1955, por el gobierno de Perón, y el Pacto Social de Gelbard, firmado el 8 de junio de 1973. Hubo a lo largo de la historia otros intentos en ese sentido, aunque menos notables que los mencionados, como el Consejo Económico Social, de 1946, o incluso se observó un intento de concertación bajo el gobierno militar de Lanusse, con el Gran Acuerdo Nacional. Parte del fracaso puede endilgarse a que la mayoría de las veces el gobierno intentó imponer el acuerdo. Descontado el apoyo sindical, la duración del Pacto dependía del entusiasmo mostrado por los empresarios, el cual terminaba siendo efímero. Con la llegada de la democracia, se renueva el interés por la concertación y el diálogo. En el año 1984 se lanzó la Conferencia Económica y Social, de la cual participaban representantes del gobierno (Ministerios de Economía y Trabajo), del empresariado (UIA) y del trabajo (CGT). Durante el mismo año se estableció el Consejo Nacional de Salario Mínimo, con el objetivo de introducir un mayor consenso en el diseño de las políticas salariales. Con Menem en el poder, y con la implementación del programa de convertibilidad, la necesidad de consenso fue dejada de lado. El nuevo escenario social (desempleo) fortaleció las condiciones para la aplicación de una nueva receta en el mercado laboral: desregulación, modificación de las relaciones empleador – empleado, como así también del sistema de fijación de salarios (mayor descentralización). Pese a lo anterior, el gobierno justicialista instrumentó en 1994 un Acuerdo – Marco para el Empleo, la Productividad y la Equidad Social, y tres años más tarde 54 Baccaro and Lim; “Social Pacts as Coalitions of Weak and Moderates”; Baccaro and Lim; 2006. 53 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino convocó a un Acta de Coincidencias, destinada a consensuar entre los principales actores un esquema de reformas del código laboral y flexibilizar el mercado de trabajo. La crisis de 2001 vuelve a poner en el tapete la importancia del consenso y el diálogo en la toma de decisiones. Auspiciado por la Iglesia Católica y el PNUD, se convocó al diálogo social con el objetivo de buscar salidas que pudieran disminuir el impacto de la crisis, aunque éste no resultó en políticas concretas. Los resultados de esas experiencias no fueron muy alentadores. Y por último, seguidamente a estos intentos infructuosos, en la actualidad, la presidenta Cristina Fernández ha hablado de la idea de firmar un Pacto Social. Sin embargo, a lo largo de la historia argentina, el único Pacto Social que realmente se articuló en la Argentina fue el firmado el 6 de junio de 1973, durante el gobierno de Héctor J. Cámpora, refrendado por la CGE, con Julio Bronner, del lado empresarial, y la CGT de José Ignacio Rucci, por parte del sindicalismo. El arquitecto del Pacto fue el entonces ministro de Hacienda y Finanzas, José Ber Gelbard. Se trató de un Pacto Social polémico y controvertido. El objetivo de este acuerdo era frenar la incontenible inflación de los últimos tiempos del gobierno de Agustín Lanusse, tras la sucesiva acumulación de ceros en la moneda. Se buscaba congelar las tensiones económicas entre los distintos sectores de la economía nacional. Tras determinados aumentos, la meta era limitar las demandas de reajustes salariales de los sectores gremiales y al avance de los precios impulsados por los grupos empresariales. El Pacto Social fue ciertamente complejo, al ensayar el objetivo de constituir un programa económico y social integral, que incluía varios proyectos legislativos, como el impuesto a la renta potencial de la tierra, entre otros. ¿Qué establecía ese Pacto Social? Se estableció un compromiso que incluía el congelamiento de precios y un alza general de los sueldos en 200 pesos mensuales, tras lo cual se suspendían las negociaciones colectivas salariales por el lapso de dos años. Esas dos obligaciones fueron resistidas por las bases empresarias y sindicales: las primeras, con desabastecimiento; las segundas, intensificando el conflicto con reclamos de más aumentos de salarios y desbordando el liderazgo de las conducciones tradicionales. 54 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Además, se incrementaban las asignaciones familiares, las jubilaciones y las tarifas de los servicios públicos. Como los incrementos salariales no podían ser trasladados a los precios, el gobierno estableció una línea de créditos para que las empresas pudieran afrontar los mayores costos. En efecto, pretendían solucionar un problema de flujos negativos con más endeudamiento. Por otro lado, se intentó dejar congelados los precios por dos años, se revisaron los aumentos ocurridos durante 1973, antes del Pacto, y, en algunos casos, se obligó a las empresas a rebajarlos. También se estableció que no se podían lanzar nuevos productos al mercado sin la autorización del Estado. Los controles eran amplios. Las tasas de interés estaban reguladas y el tipo de cambio era fijo y múltiple. En definitiva, la “inflación cero” de Gelbard no estuvo basada en reformas estructurales, sino que se limitó a redistribuir ingresos a favor del sector asalariado y en reprimir todo incremento de precios surgidos de la emisión monetaria, mediante la fuerza pública, sin mirar en un largo plazo. El Pacto Social pareció funcionar un tiempo. Influyó en ello el efecto psicológico que tuvo sobre la economía, por un tiempo, el regreso definitivo de Juan Domingo Perón al país. Por unos meses, los indicadores económicos parecieron estabilizarse ante el paraguas de la autoridad del general. Pero en realidad, se vio pronto que era un espejismo.55 Las tensiones crecientes, en especial los reclamos gremiales de sectores de la CGT hicieron irrisorio todo el andamiaje, incluso con Perón vivo. Tras la muerte de Perón, el Pacto Social se derrumbó rápidamente. La experiencia terminó en un mercado negro y en el desabastecimiento de productos esenciales. Como experimento económico-social, el Pacto sólo duró desde el 6 de junio de 1973 hasta un poco antes de la muerte de Perón, en julio del año siguiente. ¿Quién podía dudar de que semejante desvarío intervencionista condujera a un resultado subóptimo? Sólo era una cuestión de tiempo el advenimiento de la crisis. Y así ocurrió. Alfredo Gómez Morales, el sucesor de Gelbard, intentó flexibilizar algo las variables y recomponer la estructura de precios relativos, pero duró poco en el cargo de ministro. Lo 55 Diario La Nación; “El recuerdo del plan de Gelbard”; 2007. 55 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino sucedió Celestino Rodrigo, quien a mediados de 1975 hizo una recomposición de precios relativos que produjo un estallido económico y social. Claramente, el concepto de Pactos Sociales engloba fundamentos más profundos y estructurales que conlleven a la conformación de una visión de largo plazo consensuada para la economía de un país. El Pacto argentino no parece haberse fundado sobre estas bases, sino que se basó en un acuerdo cortoplacista. El sistema de precios basado en soluciones de corto plazo y restrictivas, siempre termina mal.56 Si comparamos el caso argentino con Los Pactos de la Moncloa descriptos anteriormente, a cuya convocatoria acudieron los enemigos hasta entonces irreconciliables de la Guerra Civil Española, podríamos marcar algunas diferencias de interés. En la versión Gelbard, el Pacto Social no tiene nada que ver, ni desde la forma ni desde el contenido, con el Pacto de la Moncloa. Este último fue firmado en España, en 1977, por todos los partidos políticos que tenían representación parlamentaria y se concentró en limitaciones al gasto público, la emisión monetaria, etc. Por el contario, el Pacto Social firmado en Argentina en 1973, fue celebrado entre la Confederación General económica (CGE), la Confederación General del Trabajo (CGT) y el Poder Ejecutivo –al tope de cuyo equipo económico estaba Gelbard, líder de la CGE. En otros términos, fue un Pacto corporativo, que ignoró las restricciones fiscal y monetaria, disponiendo congelamientos de precios, salarios, tipos de cambio, tarifas públicas y tasas de interés. Pensado para que durara 2 años, durante dicho período tuvo que ser modificado en 4 oportunidades, y terminó en el Rodrigazo. El contraste entre el Pacto de la Moncloa y el Pacto Social de Gelbard es nítido. Debe evitarse que del Pacto Social sólo pueda salir un acuerdo entre los firmantes, con visiones de corto plazo, para que lo que haya que ajustar recaiga sobre los ausentes. Enseñanzas del caso argentino En Argentina han existido intentos de Pactos a lo largo de la historia, sin embargo el Pacto de Gelbard fue el más relevante. Como pudo analizarse, el mismo ha surgido en un contexto de inflación y crisis, con un gobierno que no mostraba debilidad en términos electorales, y por 56 La actual administración también se ha basado en políticas cortoplacistas respecto al tema precios. Si efectivamente se celebra un Pacto Social, debería contener propuestas más estructurales, mirando hacia el largo plazo de la economía. 56 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino cierto, las organizaciones se mostraban moderadamente fuertes. Haciendo un paralelismo con Bélgica, el gobierno argentino ha tomado una actitud unilateral al imponer ciertas medidas y no consensuarlas, reprimiendo ciertas variables a partir del uso de la fuerza pública, pues no se encontraba en una situación de debilidad extrema. Claramente, ciertos principios no han sido cumplidos. Primeramente, las consideraciones se han planteado desde una visión de corto plazo. Segundo, no ha existido un compromiso claro desde el gobierno en considerar una estrategia que beneficie a la sociedad en su conjunto es pos de lograr crecimiento económico de largo plazo. Se trató de un plan de contención principalmente. Tercero, no ha existido responsabilidad en el cumplimiento de las metas, lo cual claramente provoca la falla de un Pacto. Corea del Sur: inestabilidad El Pacto Social de Corea surgió como respuesta de la crisis asiática de 1997. Bajo el auspicio de una nueva institución tripartita, la Comisión Tripartita Coreana, un acuerdo muy abarcativo tuvo lugar en febrero de 1998. Este Pacto tuvo tres elementos claves: aumentó la transparencia en los asuntos corporativos, incrementó la flexibilidad en el mercado laboral y logró extender los derechos de las organizaciones de trabajadores para determinadas categorías. En el período de la crisis financiera el gobierno se encontraba en una etapa crítica, y la coalición que apoyaba al gobierno elegido en 1997 no tenía mayoría en el Parlamento. Respecto a las organizaciones, la movilización colectiva de los sindicatos se mostró fuerte, y ha logrado parar, sólo unos meses antes de la crisis Asiática, una ley de reforma laboral que contenía elementos cruciales para la legalización de los despidos, situación que ha influido negativamente en la implementación del Pacto Social. Enseñanzas del caso coreano Como en el caso irlandés, italiano y español, el gobierno de Corea era minoritario en el momento de la crisis. Además, el mismo se ha enfrentado a poderosos movimientos laborales que han mantenido una capacidad de movilización social relevante, condiciones que influyeron categóricamente sobre la implementación del Pacto. Es decir, las organizaciones 57 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino no estaban comprometidas con una estrategia de negociación, provocando de esta manera la inestabilidad en los Pactos Sociales. b) Lecciones Aprendidas Estos países han experimentado Pactos Sociales principalmente en la década del 90, con diversos resultados, como bien muestra la Tabla 3. Esto se dio bajo diversas condiciones. Sin embargo, a pesar de las múltiples diferencias entre los países, en términos de historia, cultura, tamaño, desarrollo político, estructura institucional, relaciones industriales, también podemos extraer diversas similitudes respecto a ciertas condiciones en que surgieron los Pactos. A continuación, se detallará un análisis general de los casos. Tabla 3: Resultados de los Casos Prácticos Irlanda Resultados Pactos Sociales Durables - Institucionalización del Proceso España Institucionalización del Compromiso, más que del proceso en si Italia Pactos Sociales Temporales- Negociaciones Bélgica Falla del Pacto Social Argentina Falla del Pacto Social Corea del Sur Pactos Sociales Inestables Fuente: Elaboración Propia Contexto Económico: en los seis países el proceso de formación de un Pacto Social ha comenzado como una respuesta a un shock externo o crisis económica. A pesar de que las crisis sean de diversa naturaleza (macroeconómica, financiera, etc.), este factor económico es claramente el primer impulso para la emergencia de un Pacto Social. Ciertamente, como argumenta la teoría, un Pacto Social comienza cuando un gobierno débil, imposibilitado por 58 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino razones electorales a manejar la crisis unilateralmente, trata de construir una alianza alrededor de sus políticas de ajuste. La literatura de política económica respecto a cambios de política, argumenta que lo que parece impensable bajo condiciones normales se vuelve posible cuando un país enfrenta un shock que amenaza los intereses nacionales y el prestigio internacional. Una crisis económica no determina enteramente la respuesta política de un país y ciertamente no establece el proceso a través del cual esta respuesta es elaborada, pero sin embargo limita el rango de opciones disponibles para los hacedores de política. En momentos de crisis, los actores pelean por una causa compartida. De esta manera, es común ver los picos de procesos de concertación en los diversos países, en momentos de disturbios exógenos, y ante restricciones de la economía globalizada. (Rhodes 2000). El debate se ha centrado alrededor de que es lo que constituye una “crisis” suficiente y significativa para la respuesta a un Pacto Social. Los recursos mayoritariamente citados como causantes de crisis, son el alto desempleo y la inflación, es decir condiciones económicas pobres, que si se dieron en estos países. Contexto Político: Durante los periodos de formación de Pactos, los gobiernos de estos países, menos Bélgica y Argentina, eran débiles en términos parlamentarios. Construir un consenso es una forma de lograr legitimidad y apoyo social. Esto sucede cuando una estrategia unilateral del gobierno tiene el riesgo de provocar un problema en términos electorales, que puede beneficiar a la oposición y cuando los gobiernos no tienen la capacidad de despolitizar los problemas a partir de la construcción de una coalición que envuelva a la oposición. En los casos analizados, los gobiernos eran minoritarios en el momento de la crisis, como Irlanda y Corea, o severamente incapacitados por otras razones, como en el caso de Italia. El caso de Bélgica y Argentina, muestran cómo la existencia de un gobierno fuerte, conllevó a la falla del Pacto, pues se tomaron medidas unilaterales en beneficio propio al mostrarse con fortaleza frente a los demás actores. La evidencia demuestra que, cuando un país enfrenta una emergencia nacional, un gobierno débil, incapaz por razones electorales de tratar la crisis unilateralmente, es conducido a alcanzar una alianza con las fuerzas sociales más importantes, especialmente 59 aquellos “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino representando al mercado laboral, pues su consentimiento activo es necesario para una implementación exitosa de reformas de política potencialmente impopulares. Claramente el compromiso político fue clave en los casos de Irlanda, España e Italia. Contexto Institucional-Organizacional: una crisis económica sólo genera consensos de corto plazo. Para que se convierta en un resultado estable, una coalición entre “débiles y moderados”, es decir, una alianza entre un gobierno débil y los sectores más moderados del movimiento laboral, necesita ser establecida. En otras palabras, las organizaciones o sindicatos deberían alcanzar un consenso interno respecto a la solución negociada. En Irlanda e Italia, han prevalecido las uniones moderadas, pero en Corea no por ejemplo.57 La evidencia sugiere que un gobierno débil, enfrentado a una emergencia nacional, incapaz por razones electorales de manejar la crisis unilateralmente, es conducido a alcanzar una alianza con las fuerzas sociales más relevantes, especialmente aquellas que representan al sector laboral, cuyo consenso se vuelve necesario para una implementación exitosa de las reformas. Con el análisis de los casos hemos mostrado como, contrastando Corea con Irlanda e Italia, una alianza sólida será formada cuando las organizaciones estén de acuerdo a comprometerse verdaderamente con una estrategia de cooperación. Sin embargo ciertas veces las organizaciones han actuado con compromiso sólo por no poseer la fortaleza para tomar medidas unilaterales. Como bien analizamos teóricamente, las condiciones organizacionales no siempre deben cumplirse de manera precisa para la emergencia de un Pacto Social, aunque esto influirá en los beneficios de los actores en cierta manera. Prerrequisitos de éxito: Ciertamente en los casos de Irlanda y España, el entendimiento común y el compromiso fueron las claves del éxito. En Italia, ciertas veces ha primado la falta de compromiso, lo cual ha hecho fallar los acuerdos en ciertos años. En los casos de Bélgica, Argentina y Corea del Sur, no han existido percepciones comunes acerca de la situación a resolver, optando por elecciones estratégicas que permitan el mejoramiento de todos a partir de un juego cooperativo. 57 Baccaro L.; “The Political Economy of Social Concertation”; 2006. 60 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Características de Éxito La Tabla 4 muestra qué características de éxito fueron cumplidas por cada caso analizado, y cómo estas consideraciones influyeron en los resultados del proceso (mostrados en Tabla 3) Tabla 4: Características de éxito en los casos prácticos analizados Credibilidad Diversidad de Persistencia y Voluntad Conocimiento Estrategia Integral de Largo Plazo Compromiso Responsabilidad y Focalización Social en Resultados Irlanda SI SI SI SI SI SI España SI SI SI SI SI SI algunas veces NO SI ciertos intentos SI SI Bélgica NO NO SI NO NO NO Argentina NO NO SI NO NO NO Corea del Sur NO NO SI NO NO NO Italia Fuente: Elaboración Propia En síntesis, esencialmente la evidencia de los casos de estudio sugiere que el proceso de concertación social está determinado por la presencia de un shock externo al sistema, en la forma de una crisis macroeconómica o financiera. En países caracterizados por gobiernos electoralmente o políticamente débiles, los gobiernos eligen envolver a los principales actores sociales de forma de producir una solución conjunta para la emergencia. Sin embargo, se debe tener cuidado en que el elemento de crisis, sólo produzca consensos de corto plazo entre los actores, y por lo tanto formas altamente inestables y efímeras de centralización, a pesar del compromiso por lograr una estrategia cooperativa. Hay grandes diferencias en término de grado de institucionalización en los países. Si bien la emergencia de los Pactos sigue un camino común, existen importantes diferencias en el grado de institucionalización entre los diversos casos. Por ejemplo, Irlanda y Corea son los polos opuestos en términos de duración y resistencia de los Pactos, e Italia se encuentra en el medio. (Tabla 3) Entonces, ¿qué nos dicen estas experiencias? ¿Acaso no es posible extraer relevantes lecciones? Independientemente de que se trate un Pacto Social o político, lo fundamental es 61 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino que promovieron el consenso y concienciaron al espectro social de su importancia. En los casos de Irlanda y España, se observó que existía un “objetivo común”. Es cierto que el contexto importa, y mucho, en cuanto al establecimiento de políticas o Pactos de consenso se refiere. Ese contexto tiene mucho que ver con la percepción que de la realidad tienen los protagonistas. Si es la misma, es que existe esa necesidad, y hay acuerdo. Si no es la misma, hay confrontación y por lo tanto, falta de una estrategia país nacional, como se vio en el proceso de Bélgica. Ciertamente, la percepción pública de una crisis es necesaria para crear las condiciones bajo las cuales es políticamente posible llevar a cabo políticas de reforma extensivas. Los casos famosos más exitosos analizados, muestran ejemplos de esfuerzos mancomunados de los actores sociales y el gobierno, para moderar los precios y cumplir otros objetivos superiores. Los sectores que antes se enfrentaban, se encuentran en ese momento peleando por una misma causa.58 Pero es relevante considerar que el riesgo del Pacto Social es jugar un juego donde todos creen ganar, con lo cual no gana ninguno, o un juego donde todos resignan una parte, pero luego no cumplen, con lo cual tampoco gana ninguno. El desafío es lograr un juego donde todos resignan una parte (acuerdan) y cumplen, con lo cual ganan todos. Indudablemente, se pueden tomar estos Pactos de resultado favorable como una guía a seguir, tomando a posteriori los aspectos positivos de éstos y adecuándolos en la medida de lo posible a cada caso concreto. V. Pacto Social en la Argentina de Hoy a) Contexto Económico, Político y Social Actual Supongamos que la base de la política económica del gobierno actual sea la celebración de un Pacto Social. Deberíamos analizar si en Argentina están dadas las condiciones de demanda o el contexto para el surgimiento de un Pacto Social. Se vuelve clave considerar qué tipo de dificultades presentará esta estrategia, a la luz de la pasada experiencia en la materia y a la de la realidad económica que le tocará enfrentar 58 Rhodes M.; “The Political Economy of Social Pacts: “Competitive Corporatism” and European Welfare Reform”; 2001. 62 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino próximamente. Por lo tanto, analizaré primeramente el contexto económico, político y social actual. Si uno analiza económicas de las expectativas los argentinos, claramente se percibe que han caído fuertemente en los últimos años y meses, como bien expresa el Grafico.59 La crisis financiera internacional ha afectado a la Argentina más de lo pensado en un principio, a través de la economía real, impactando de manera directa en dos de los pilares fundamentales del modelo económico: el superávit fiscal y externo (aunque los mismos ya venían deteriorándose). El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó que la actividad económica en la Argentina caerá 1,5% en 2009. Asimismo, los analistas de mercado consideran la posibilidad de que la economía argentina entre en recesión este año. La actividad económica ciertamente está debilitándose.60 El sector externo está sumando a la profundización del deterioro económico del país, pues las exportaciones se han visto reducidas en un 30% durante el primer bimestre del año, lo que parece ser la tendencia para buena parte del 2009 (probablemente hasta finales del mismo). Respecto a la situación del gobierno, los gastos fiscales han crecido (presionados en buena medida por las alzas salariales) y no fueron acompañados por la dinámica de la recaudación. Transcurrido el primer bimestre de 2009, los ingresos totales crecieron al 12.8% y el gasto 59 El estudio realizado por la Escuela de Economía de la Universidad Católica Argentina y Tns Gallup, ha mostrado como el Índice General de Expectativas Económicas (IGEE), se ubicó en 77 puntos en el relevamiento de marzo, siendo el valor más bajo desde los últimos 5 años. La investigación muestra que para 6 de cada 10 entrevistados la situación económica actual es mala o muy mala, a la vez que la preocupación por el desempleo registra un significativo aumento. (Abril 2009) 60 Por ejemplo, en febrero, la producción industrial observó una contracción interanual del 1,1%, siendo éste el segundo mes consecutivo en negativo. El debilitamiento de la actividad económica también se observa en los comercios.60 63 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino primario lo hizo al 27.3%, con lo cual el superávit primario mostró una reducción muy importante (de 45.1%, pasando de $6,568 M en el primer bimestre de 2008 a $3,606 M en igual lapso de 2009).61 Sin embargo, más allá de las cifras macro, subyace un elemento clave: el empleo. En efecto, una desaceleración de la tasa de crecimiento, no sólo afecta al nivel de actividad sino que se expande al empleo y en particular a la capacidad de generación del mismo. Se está produciendo la desaceleración del nivel de empleo. Los motivos que la originan son varios: caída de la demanda externa – efecto disminución de precios-; el “credit crunch” producto de la salida de capitales operados que no afectó al nivel de reservas internacionales; la caída de confianza de los consumidores con consecuente caída de la demanda. Claramente, el nivel de actividad está cayendo por la ausencia de políticas anti-cíclicas y la agudización de la desconfianza. El consumo se mantiene en caída por la combinación de salarios reales en baja, menor empleo, crédito estancado y fuga de capitales. El consumo masivo se sostiene y cae fuertemente la demanda de bienes durables. La caída de la inversión (importaciones y producción de bienes de capital y construcción) es fuerte por la combinación de menores precios internacionales, riesgo político altísimo, demanda y confianza baja y desaceleración del mercado inmobiliario. Mientras que la actividad y el empleo caen, la tasa de inflación se sostiene en 10% anualizado, y podría ser mayor si operan nuevos incrementos de tarifas y si la devaluación del peso supera 20% en el año. La contracción monetaria no está siendo suficiente (a corto plazo) para evitar cierto traspaso del tipo de cambio a los precios y para frenar la inercia inflacionaria.62 En este contexto de profundización del deterioro económico, se decidió el adelanto de las elecciones, ya que de lo contrario el Gobierno corría el riesgo de una aceleración en el desgaste de su gestión con claros efectos electorales desfavorables. Como puede percibirse, es este es un claro ejemplo de inestabilidad en las reglas de juego y de unilateralismo. Desde el punto de vista económico, el Gobierno sabe que la situación estará peor en octubre que en junio en materia de actividad, consumo, empleo y pobreza y caja fiscal. Además como casi no cuenta con instrumentos de política económica (fiscales, monetarios y cambiarios), 61 62 Análisis Estudio Broda, Abril 2009. Informe de Banco Ciudad, Abril 2009. 64 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino poco es lo que puede hacer para estimular la demanda agregada y morigerar los efectos de la crisis, que ya empezaron a pegar de lleno en la economía. Diversos estudios demuestran que la economía argentina llegará a las elecciones de junio con una situación peor que la que hubiese habido si no se hubieran adelantado los comicios.63 (Con menos actividad económica en el IIT09; con menor superávit fiscal y probablemente con una peor asignación del gasto público (más gasto público clientelar) y con un mercado cambiario bajo mayor presión producto de una mayor salida de capitales de la que se hubiese producido sin adelantamiento y una menor oferta de divisas. Ver Gráfico 6. Grafico 6: Efecto del adelantamiento de las elecciones legislativas sobre el PIB Fuente: Estudio Broda, Abril 2009 En esta sentido, en el marco de este escenario, los actores sociales no pueden menos que buscar la herramienta donde poder establecer un marco de negociación, diálogo, consenso y concertación a los temas para enfrentar la crisis, que mas allá de ser causada por contextos 63 Para “The Economist”, el gobierno podría salir debilitado de las próximas elecciones y luego de las mismas, por lo que el oficialismo debería negociar con la oposición, algo que las actuales autoridades no se han mostrado muy dispuestas a hacer hasta el momento. 65 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino internacionales adversos, es empeorada por ciertas actitudes oportunistas del gobierno. ¿Qué soluciones se plantean al respecto? El tema del Pacto Social surgió y se estancó, y no fue sino hasta que se produjo la crisis internacional, que el tema ha vuelto a emerger. Los motivos por los cuales esto ha vuelto a la luz, ha sido la comprensión del desafío que implica la crisis financiera externa para nuestra economía, en un momento donde es prioritario mantener el nivel de actividad con tonicidad luego de la disminución observada en los sectores productores y el retroceso de la inversión interna bruta fija. La experiencia que se está tomando como caso testigo es la española, Pacto de la Moncloa. En nuestro caso, la historia nos enseña que existen dificultades por parte de nuestra dirigencia tanto política como económica para lograr consensos de largo plazo. Ciertos acuerdos no prosperaron, envueltos ellos en una sucesión de crisis y conflictos que explicarían los fracasos. Por lo tanto, se vuelve interesante y propicio analizar si están dadas las bases para la celebración de este tipo de procesos que hemos estudiado a lo largo de la tesis. b) Condiciones para el Surgimiento de un Pacto Social Para este punto, nos basaremos en las condiciones dadas por el “Foro de la Conferencia de Pactos Sociales Nacionales 2008”, descriptas en la Sección 3 del trabajo: Contexto Económico: Primero, como hemos analizado en el apartado anterior, Argentina enfrenta dificultades económicas que se definen por: inflación alta, desempleo en aumento, caída del superávit fiscal y externo, caída de la competitividad en términos internacionales, caída de la actividad en general. Por lo tanto, las condiciones económicas parecen estar dadas. Pero esta situación amerita una solución que lejos esté de las consideraciones cortoplacistas del gobierno de turno, es decir, se debe mirar al conjunto de la sociedad, pensando en una salida estratégica que marque el rumbo futuro del país. Contexto Político: El gobierno se encuentra en una condición de debilidad, reflejada ciertamente en la decisión del mismo de adelantar las elecciones parlamentarias, disposición que genera mayor incertidumbre económica y social. Además, no existen coaliciones estables 66 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino en el gobierno que permitan plantear una solución conjunta. Los diversos hechos de los últimos años nos han demostrado que no parece haber una visión común o un compromiso compartido en el contexto político.64 Si bien, estas condiciones claramente se dan en la Argentina, no existe en el país una tradición o historia respecto a la toma de decisiones a partir del consenso, como hemos analizado en los apartados anteriores, por lo que la sociedad no encuentra en los gobiernos un compromiso claro y responsable ante los acuerdos, no existe confianza social. Contexto Institucional/Organizacional: En la Argentina existe una difusa representatividad de los principales actores económicos (sindicatos y empresas), y aun más en otros sectores. La crisis 2001 no sólo hizo debilitar las estructuras políticas tradicionales sino que también afectó con intensidad a las organizaciones gremiales y patronales. Estas ya no son instituciones legitimadas en sus bases, además de existir una dispersión de su poder en otras entidades. La baja consideración social de sindicalistas y empresarios –sumada a su creciente heterogeneidad y fragmentación - refuerza las dudas sobre la representatividad de sus entidades. Claramente, existen fragmentaciones, y algunas asociaciones no demuestran ser fuertes, sin embargo ciertas organizaciones son muy representativas. Asimismo, se requieren estabilidad en los grupos que pactan y organizaciones empresarias independientes de las prebendas gubernamentales y distantes. Si estas limitaciones se cumpliesen en medida razonable, los Pactos Sociales podrían ser vistos como Pactos de innovación a partir de la cultura del compromiso. Compromisos para llevar adelante políticas de distribución del ingreso, de cambios productivos, de inserción, en suma, del país en el mundo. Son acciones públicas que requieren actores sociales independientes, que no se confundan con los privilegios que les otorga el Estado. Las organizaciones sindicales y empresariales no deberían ser colonizadas por el Gobierno ni éste por aquéllas. Ciertamente, en Argentina siempre han existido ciertos grupos de interés más privilegiados que otros sectores. En este marco, cabe preguntarse por los actores que integrarían el hipotético Pacto. 64 Por ejemplo, el problema con el campo en el 2008, condujo a ciertas irregularidades políticas, que enfrentaron al gobierno con el propio vicepresidente de la Nación, como con diversos partidos políticos. 67 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Sin embargo, como hemos analizado en el apartado anterior, las condiciones organizacionales no siempre se han cumplido de manera precisa, como demuestra el caso de Italia, ciertamente son relevantes para una consideración más exhaustiva y correcta del tema, es decir, para el buen desenvolvimiento del Pacto. Prerrequisitos de Éxito Ahora bien, fuera de estas clasificaciones, falta analizar si se cumplen en la Argentina los prerrequisitos de éxito que hemos descripto en la Sección III. Actualmente, se percibe en la Argentina una diversidad de enfrentamientos entre sectores económicos y sociales, por lo que parece no existir un entendimiento común respecto a la situación crítica. Las experiencias de los años recientes, han demostrado que ciertos sectores rechazan el modelo económico desarrollado por el gobierno, y ante esta situación, la administración actual no se muestra proclive a escuchar propuestas o a negociar con los sectores que poseen visiones diferentes.65 Esta condición ciertamente hace difícil la cooperación y el alcance de un acuerdo. Asimismo, siguiendo la línea de Compston, si bien existe en Argentina un reconocimiento de un problema serio relevante, no hay una percepción común del mismo, tampoco existen acuerdos preexistentes sobre los objetivos de política económica, y respecto a los participantes, no puede asegurarse plenamente que los mismos implementarán lo que corresponda según el acuerdo.66 De este análisis, podemos observar que si bien el contexto económico y político parece darse en forma general, el contexto organizacional no se cumple de manera precisa. Asimismo, es necesario fortalecer en la Argentina los prerrequisitos de éxito, para así alcanzar los objetivos de un Pacto Social. Claramente, el surgimiento de un Pacto Social que permita encarar el 65 El conflicto con el campo todavía no ha llegado a resolución alguna, hecho que demuestra que ni el gobierno ni los sectores parecen mostrar voluntad de aceptar los diversos puntos de vistas. 66 La historia demuestra que muchas veces los sectores actúan en beneficio propio, sin compromiso hacia una visión de largo plazo e incluyente. 68 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino contexto adverso, podría ser útil para comenzar a generar en la Argentina una cultura del consenso, el compromiso y la cooperación. Por lo tanto, el objetivo de esta tesis es demostrar, que si bien existen ciertas dificultades para que un Pacto Social pueda ser exitoso plenamente, dado el contexto actual que atraviesa la Argentina, también es relevante considerar las oportunidades que surgen a partir del compromiso de plantarse un Pacto Social entre los actores claves de la economía. c) Problemas y Oportunidades de un Pacto Social 1) Problemas Ausencia de Voluntad y Propensión al Diálogo: Cuando en una sociedad el estilo de la concertación se impone sobre el ánimo de la confrontación, es posible conducir mejor los problemas económicos de un país. ¿Será capaz el gobierno de alcanzar la inteligencia acuerdista en un escenario en que ha primado en los años recientes la voluntad de imposición y falta de consenso? ¿Qué se busca, en efecto, con estas proclamas acerca del Pacto Social? Ciertos países del mundo han usado al Pacto Social como una herramienta para adoptar “medidas impopulares”. El énfasis que el gobierno argentino ha puesto sobre el Pacto Social señala una cuestión muy importante: fracaso del intervencionismo parcial. Es decir, al fracasar la política de dirección centralizada en aspectos parciales del proceso económico, se pretende intentar otra estrategia distinta. Si el objetivo es plantearse medidas de crecimiento basadas en el consenso, claramente se trata de una decisión positiva justamente en el contexto actual que atraviesa la Argentina, pero si el Pacto Social se usa como sólo vía para llevar a cabo políticas impopulares, claramente no se trataría de un proceso enriquecedor para el país. Ciertamente, debería utilizarse como un mecanismo de política económica necesario para promover el crecimiento y estabilidad a partir del consenso y el diálogo, y de esta manera asentar las bases económicas de largo plazo para el país. Para esto, debe existir verdadera propensión al dialogo, y voluntad plena de negociar y dialogar, tanto desde el gobierno, como de los diversos sectores económicos. Por su parte, el gobierno debería mostrarse capaz de 69 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino escuchar propuestas, sin usar el Pacto como un contrato de adhesión de la actual política económica, pues este no es el objetivo de un Pacto. Aunque en muchos casos la resolución consensuada permite superar los resultados que serían obtenidos bajo un esquema no cooperativo (en situaciones del tipo “dilema del prisionero”), el lanzamiento del diálogo no garantiza per se su éxito, como bien analizamos en las secciones anteriores. Para comenzar, las partes deben garantizar la sustentabilidad del mismo, lo cual implica fijar objetivos y enmarcar al Pacto en un contexto dinámico. Más allá de los factores que despiertan el interés en la firma de acuerdos (por ejemplo, nivel salarial), los incentivos pueden no ser lo suficientemente robustos como para que los participantes mantengan una actitud cooperativa. En otras palabras, aunque nadie niegue la importancia del diálogo, la ausencia de incentivos o voluntad plena de negociación puede llevar a impedir el diálogo o incluso el acuerdo, o puede hacer que éste no se muestre sustentable. La falta de credibilidad en el gobierno no permitiría el éxito del Pacto. En ese contexto, las perspectivas y los efectos esperados, son negativos. Si el gobierno no muestra verdadera vocación al diálogo y compromiso con lo que se plantea, continuará restando credibilidad, alimentando la desconfianza y dilatando las medidas y los ajustes que ya deberían estar en marcha. Es bueno recordar que los acuerdos económico-sociales prosperan en un clima de consenso que disipa los disensos pronunciados. Por consiguiente, sólo cuando esta atmósfera prevalece, el Pacto remeda un régimen asociativo de crecimientos menos proclive a acentuar los enfrentamientos. Los casos de Suecia, Holanda e Irlanda ilustran esta clase de regímenes. Ausencia de Diversidad de Conocimiento: Una debilidad del Pacto es la difusa representatividad de los principales actores económicos (trabajadores y empresarios). Como hemos analizado en el apartado anterior, el contexto organizacional en la Argentina no se da de manera precisa, situación que podría ocasionar ciertos riesgos ante una posible implementación del Pacto. Sumar a otros sectores a un futuro Pacto Social es ciertamente relevante, como ha mostrado la experiencia irlandesa, e incluso fue planteado por algunos funcionarios, pero sucede que su representatividad es aún más dudosa que la de los empresarios y sindicalistas. ¿Quién, por ejemplo, representa a los desocupados? Los movimientos sociales expresan a sólo una fracción de ellos. Asimismo, aproximadamente la 70 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino mitad de los ocupados están inmersos en el mercado informal y cuanto mayor es la protección del sector formal del mercado laboral, más aumenta la proporción de gente que no obtiene dichos beneficios. ¿Quién, por ejemplo, representa a los consumidores, jubilados a los excluidos? Si el Gobierno finalmente se anima a crear un Pacto Social, deberá, por supuesto, llamar a los actores tradicionales y ciertamente, son los empresarios y los sindicalistas con sus condiciones. No se trata entonces de negar su importancia, ni de excluirlos de un futuro acuerdo, sino de demostrar que la realidad de un Pacto es claramente compleja. Claramente debe analizarse qué cabe esperar que le interese a quienes firmen el nuevo Pacto Social, y por consiguiente, planteando quién va a defender los intereses de los ausentes en la mesa de negociaciones. En el mejor de los casos, en la referida mesa estarán representados los asalariados del sector formal de la economía, las empresas industriales y comerciales, las entidades financieras y quizás las agropecuarias. Dado que la esencia consiste en la defensa de los intereses de sus miembros, cabe plantear quién se va a ocupar de los restantes actores económicos. Claramente, como hemos expresado en la Sección III, la falta de representatividad no conllevará a un acuerdo rico y enriquecedor, por lo tanto el desafío es hacer que los diversos grupos con sus condiciones asuman un compromiso verdadero primando el interés general. Una característica clave en un Pacto Social es armar una estrategia incluyente. El Riesgo del Cortoplacismo - Pacto de Contención: Los Pactos Sociales abiertos a la innovación requieren un terreno fértil. Muy diferentes de esos últimos son los Pactos Sociales de contención de una peligrosa carrera entre precios y salarios como la que se ha desatado en los últimos meses. Expedientes de corto plazo, estos Pactos suelen encubrir también políticas de desmadre electoral en materia de gasto público y de inflación inducida. La situación general de la Argentina, inclinaría la balanza hacia un Pacto Social de contención. Tal vez por necesidad y no por convicción, estas actitudes podrían al cabo prevalecer. Aun así, proseguiremos viviendo bajo la férula del corto plazo, apostando a la bonanza de nuestros precios internacionales. ¿Habrá espacio para innovar desde adentro? 71 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Asimismo, la idea de un Pacto Social no es caer en la centralización sino en formar una visión estratégica para el país a partir del consenso con los principales actores económicossociales. Es decir, la celebración de un Pacto Social en la Argentina no debe implicar la defensa de intereses económicos particulares. Por cierto, existe una percepción generalizada de que no hay desde el gobierno una actitud proclive a escuchar propuestas y nuevas ideas, para apostar al largo plazo a partir de la cooperación. Si se trata de un fenómeno de contención para ayudar a la gobernabilidad en el corto plazo, sin ayudar a la gobernabilidad general del sistema, ciertamente los intereses entrarán en conflicto, y el Pacto tendría un fin en un horizonte cercano, situación que dificulta poner a la persistencia como una característica segura. ¿Cuánto ayudaría el Pacto Social para controlar la inflación?: La solución concreta del tema inflacionario no proviene específicamente de los Pactos Sociales. Si bien los Pactos Sociales ayudan a coordinar las expectativas, lo cual se vuelve clave en la lucha contra la inflación, sobre todo para minimizar las pérdidas que en el corto plazo se pueden producir en términos de actividad económica al realizarse una política inflacionaria, si los acuerdos tienen lugar sin una política monetaria adecuada, caerán al vacio.67 La inflación impone un límite al objetivo político de crecimiento con equidad. Entre sus efectos más importantes, la puja distributiva que desencadena deteriora la coalición social que sirve de soporte al programa económico y, en último análisis, al gobierno mismo. Conscientes de ese conflicto, las representaciones de los actores centrales de este programa –la UIA y la CGT- han considerado la celebración de un Pacto entre los empleadores y los sindicatos que regule los ajustes de salarios y los precios. La experiencia argentina en acuerdos de este tipo es antigua y no exitosa. Como hemos analizado en líneas anteriores, en 1973, el Pacto de Gelbard, se firmó un acuerdo entre la CGT y la CGE, por el que se convenía que, a cambio de mantener estables los precios, los salarios serían corregidos conforme al crecimiento de la productividad media de la economía. El diagnóstico de inflación implícito en este acuerdo era de costos, que se trasladaban a los precios al consumidor. Luego de resultados iniciales alentadores apoyados en una coyuntura 67 Tiscornia C.; “Inflación y Pacto Social”; 2007. 72 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino internacional de elevados precios agropecuarios, el creciente déficit fiscal condujo al “rodrigazo” de 1975. En diciembre de ese año, la tasa anualizada de aumento de los precios al consumidor fue de 330%. La aceleración inflacionaria continuó hasta alcanzar casi 780% anual en mayo de 1976. El resultado fue una caída sin precedentes del salario real de 37% entre 1974 y 1976. Ciertamente, los Pactos Sociales que no dieron resultado tienen que ver con el déficit fiscal, que los hacía estallar. Analicemos la situación actual. Durante el cuarto mes de 2009 el gasto creció a un ritmo que duplica al de los ingresos, dinámica que plantea un escenario incierto de cara al resto de 2009.68 La consolidación del superávit primario debe encuadrarse en una política fiscal no expansiva. Con un gasto público creciendo más rápido que los ingresos, será muy difícil que, aún con un superávit primario, la política fiscal cumpla un rol estabilizador. Una política fiscal expansiva limita fuertemente la eficacia posible de un Pacto de salarios y precios. La decisión de congelar el gasto público no alcanza a despejar el horizonte de más largo plazo. Aún así, la política fiscal no sustituye la necesidad de fijar una pauta nominal clara y creíble. “Los agentes económicos necesitan tener bien claro cuál será el ancla nominal capaz de fijar el nivel de precios”. Este es un tema pendiente. Asimismo, deben cumplirse, simultáneamente, otras condiciones macroeconómicas e institucionales. En primer lugar, la política monetaria debe mirar la demanda de dinero. El Banco Central debe no solamente evitar convalidar una tasa de inflación superior a la deseada, sino la incertidumbre resultante de no observar de manera estricta el compromiso con las metas monetarias, de inflación y de tipo de cambio. Esto también tiene implicancias para la eficacia de un Pacto de salarios y precios entre agentes privados. 69 Estas condiciones sugieren que, para ser efectivo, un Pacto Social debe partir de un marco claro de política económica, al cual debe sujetarse. Pero también deben cumplirse ciertos requisitos institucionales. El primero es que el acuerdo debe involucrar el mayor número posible de sectores económicos. Con un supuesto de plena representatividad sectorial, la cobertura que podría alcanzar un Pacto acordado por el lado empleador sólo por la UIA, sería de 20% del empleo asalariado privado formal y 11% del 68 Diario Cronista Comercial; “La recaudación se redujo en términos reales y fue negativa si se considera la devaluación, un dato no menor debido a que los vencimientos de la deuda se pagan en dólares”; Mayo 2009. 69 “La inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario”; Milton Friedman. 73 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino empleo asalariado total. En términos de la masa salarial (incluyendo los asalariados públicos y privados no registrados) esa cobertura alcanzaría a poco más de 12%. Es claro que la eficacia sobre salarios y precios de un acuerdo de este tipo sería muy restringida. El segundo requisito es que las demandas deben procesarse con arreglo a criterios de intercambio y concesiones recíprocas, excluyendo taxativamente la confrontación sistemática, en especial cuando ésta sea contraria al orden legal y pueda producir daño a la sociedad. Este debe ser un punto de partida. Un tercer requisito, tiene que ver con la crisis en el INDEC, que claramente necesita de una solución para luego poder hablar de un Pacto Social que tenga entre sus objetivos la disminución de la inflación. Si el objetivo es realizar un Acuerdo Social, la actual administración debería apurar la reconstrucción del INDEC para que los indicadores recuperen rápida credibilidad. En caso contrario, cuando se reúnan gremios y empresas a esa mesa de diálogo, no habrá índices de referencia para ordenar la discusión salarial y la de precios. Si así sucediera, el Pacto Social correría el riesgo del naufragio o de constituirse en un acuerdo vacío, sin sustento alguno. Bajo estas condiciones macroeconómicas e institucionales, un Pacto Social podría ser instrumento útil en el esfuerzo social para frenar la inflación. Si esas condiciones no se cumplen, se sumaría a los fracasos del pasado y eso es, precisamente, lo que hay que evitar. 2) Oportunidades Si bien hemos definido ciertos problemas a tener en cuenta ante la implementación de un Pacto Social en la Argentina, esto no quita que la posibilidad de una ejecución eficiente produzca ciertos beneficios, que son ciertamente interesantes de analizar. Las experiencias pueden tomarse como puntos de referencia para la reflexión. Puede decirse que uno de los requisitos básicos de cualquier acuerdo social es que las partes involucradas asuman que el juego cooperativo es mejor que el confrontativo, tanto para salir de una crisis como para emprender un proceso de desarrollo, y que cualquier programa de desarrollo, o aunque sea de crecimiento económico, requiere tener visiones y políticas, públicas y privadas, de largo plazo. 74 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Medio para superar un contexto adverso: El lograr un Pacto Social entre los diferentes sectores aparece como un elemento necesario para que la economía argentina pueda superar este contexto adverso sin tener que enfrentar nuevos episodios de crisis. El gobierno se debe mostrar dispuesto a escuchar a todos los sectores pero también comprometerlos con la situación por la que atraviesa la economía. Lograr credibilidad en las acciones del gobierno y confianza en el mercado: Es claro que las dificultades que le han comenzado a aparecer a la economía argentina, si bien en parte es producto de lo que está ocurriendo a nivel internacional, en una medida no menor es producto de ciertas equivocaciones en materia de política económica. El gobierno argentino ha seguido una línea de política económica con un dudoso beneficio en el mediano y largo plazo. El 2009 no será un buen año para los dos pilares del actual modelo económico: el superávit fiscal y externo, los cuales se deteriorarán con fuerza. Frente a este panorama, surge la necesidad de actuar contundentemente para recomponer los fundamentos macroeconómicos y generar señales claras que generen confianza en el mercado. Pero los errores que sistemáticamente ha cometido el gobierno lo obligan a ir más allá de un cambio en la dirección de la política económica para lograr credibilidad en sus acciones. La experiencia pasada y reciente indica que en Argentina hace falta consenso entre los diferentes grupos de interés. El tan nombrado Pacto Social no llegó a resolución alguna. Los Pactos Sociales, han mostrado que son capaces de generar un clima de confianza y credibilidad, lo cual sería claramente una característica positiva para la economía. Medio para lograr Previsibilidad y Estabilidad: entre los resultados positivos que se podrían alcanzar con este Pacto Social es que ciertamente el compromiso del gobierno (en caso de que lograra credibilidad) aportaría a la previsibilidad, ayudaría a la estabilidad de las fuentes laborales y limitaría la caída en la inversión privada (mediante el compromiso empresario), al tiempo que también permitiría ponerle un límite a la dinámica inflacionaria (con el compromiso que deberían asumir los sindicatos en materia salarial, siempre y cuando se tengan en cuenta las consideraciones antes comentadas). Claramente, los Pactos Sociales 75 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino son de utilidad para lograr estabilidad en las políticas, al basarse en consensos que van más allá de los cambios de gobierno. Posibilidad de comenzar a plantear una Visión Estratégica consensuada de largo plazo: Si bien los resultados inmediatos que se alcanzarían con el acuerdo entre los diferentes sectores de la economía ayudarían a la Argentina a enfrentar de una mejor manera la situación de crisis, el Pacto Social debe necesariamente incluir una Visión de Largo Plazo de país, la cual sea respetada por la política económica que no debe tentarse con medidas que brindan una solución parcial e inmediata a los problemas. Ahora bien, cuando se habla de una visión de largo plazo se tiene que hablar, entre otras cuestiones, del abordaje del tema inflacionario y de la cuestión fiscal. Argentina necesita implementar políticas más sanas que ayuden a ubicar a la inflación dentro de un rango acorde a una economía que busca desarrollarse y alcanzar un crecimiento sostenido en el largo plazo. Vinculado al extendido conflicto entre el gobierno argentino y el campo, surge la necesidad de que dicho Pacto Social promueva la inversión y el desarrollo de todos los sectores productivos. El gobierno debe incentivar al sector privado a asumir riesgos con la confianza de que cuando los resultados sean positivos, éstos no les serán quitados mediante nuevas o mayores imposiciones. La disciplina fiscal, la estabilidad de precios y reglas claras y estables en el tiempo complementadas por una calidad institucional que ayude a su cumplimiento, son los objetivos que el gobierno argentino deberá perseguir si pretende alcanzar un crecimiento y desarrollo sostenido en el largo plazo. Este año le servirá de lección para aprender que no se puede ir indefinidamente en contra de las leyes naturales que rigen a la economía. La línea de los anuncios desde el gobierno se concentró en acciones de corto plazo, algo lógico para lograr que la economía no pierda impulso, pero que no termina de despejar la incertidumbre acerca del rumbo económico que adoptará la Argentina a futuro. Creo que la Argentina tiene una serie de materias pendientes que inevitablemente deberá atacar si quiere evitar que la crisis afecte significativamente a la economía del país. El economista Roberto Frenkel enunció una frase que significa mucho al respecto: “La fuente de incertidumbre son las propias acciones del Gobierno”. Más allá de los anuncios y planes que tenga el gobierno argentino, surge ahora más que nunca la necesidad de reencauzar el rumbo de la política 76 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino económica y de darle mayor previsibilidad y coherencia. Antes que anuncios coyunturales, Argentina no debe olvidar las urgencias que le representan los problemas de fondo. El deterioro fiscal y la necesidad de mejorar la competitividad de la economía se encuentran dentro de dichas urgencias. También como se mencionara anteriormente, es necesario lograr una mayor transparencia y credibilidad en los indicadores económicos. La reinserción del país en los mercados financieros internacionales no es un tema menor pues influye sobre la fortaleza macroeconómica. Todo ello también es un elemento necesario para que el sector empresario pueda realizar un diagnóstico adecuado de la realidad y tomar las medidas oportunas del caso. Argentina está invadida por las urgencias y se debate entre la necesidad de implementar medidas de fondo, claras y coherentes con el crecimiento de largo plazo, y la tentación de aplicar medidas salvadoras de corto plazo pero con consecuencias negativas no siempre bien evaluadas, en términos del crecimiento y la estabilidad económica. Quizás la idea de implementar un Pacto Social sirva para comenzar a plantearse una Visión Estratégica de Desarrollo país consensuada y de largo plazo. Forma de acotar los niveles de conflictividad social: Sin duda, la posibilidad de fijar políticas de manera consensuada tiene su interés. Diferentes autores de la economía del desarrollo han destacado el rol diferenciador del diálogo y el consenso al permitir acotar los niveles de conflictividad social – y por ende, mejorar el desarrollo. Sin dudas, la inestabilidad social de la Argentina actual necesita de una solución. Participación activa: Ciertamente, el camino que tome Argentina no puede permitirse dejar de lado la defensa del impulso a la generación de riqueza para toda la población, mediante una política económica inserta en la globalización y que fomente la participación del mayor número de ciudadanos en la vida política del país. En este escenario, una pregunta clave es cómo debe ser el Estado en Argentina con el objeto de lograr un equilibrio armónico entre los principales actores. Su respuesta: se requiere promover un cambio bajo la perspectiva del consenso de los principales actores sociales. Es decir, establecer una nueva relación, no sólo por medio de políticas gubernamentales, sino mediante la participación activa de la sociedad civil. 77 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino d) Premisas para un Pacto Social Argentino Entonces, ¿Qué lecciones podemos extraer de todo este análisis para la Argentina? Ciertamente, nuestra sociedad se encuentra lejos de haber eliminado determinadas tensiones sociales y económicas, de lo cual se sigue que tal vez un Pacto que recupere el espíritu de cooperación podría resultar interesante.70 Sin embargo, un análisis completo del tema, requiere de un balance correcto entre los posibles riesgos y las posibles ventajas. Como demuestra la experiencia empírica, la emergencia del diálogo no implica per se su éxito, por lo cual, no podemos afirmar que, dadas las condiciones de demanda para el surgimiento de un Pacto Social, éste se desarrollará de manera eficiente. Hemos analizado el contexto que conlleva al surgimiento de un Pacto Social en un país. En Argentina, el contexto económico y político parece darse, sin embargo, las condiciones respecto a las organizaciones no se cumplen de manera precisa. Claramente, la representatividad y fortaleza de ciertos actores está en duda, situación que podría perjudicar el desenvolvimiento correcto del Pacto, ya que estaría influyendo en una de las características propias de los Pactos Sociales exitosos, que se relaciona con la importancia de la diversidad de conocimiento, es decir, la participación de los diversos sectores para lograr una estrategia incluyente, implicando los diversos puntos de vista y necesidades. Entonces, si bien el contexto argentino de hoy provoca la existencia de posibles problemas, es interesante considerar que la opción por un Pacto Social en torno a consensos estratégicos, ha demostrado ser una opción interesante en situaciones de enorme complejidad, involucrando fuertes expectativas e intereses altamente contradictorios, en especial en sociedades con fragmentación social y económica.71 Ciertas experiencias han manifestado que los Pactos Sociales han surgido en países que no cumplían con el contexto 70 “Sólo el diálogo hará posible concretar los nuevos acuerdos para proyectar el futuro del país y un país con futuro. Ello es fundamental en este tiempo, donde la crisis de la economía global implica el riesgo de un nuevo crecimiento de la inequidad, que nos exige tomar conciencia sobre la dimensión social y política del problema de la pobreza” (Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad) 71 “La negociación y el arbitraje son esenciales para la resolución de conflictos –entre naciones, agentes sociales, y entre grupos políticos. Las instituciones que proveen las reglas para la resolución de conflictos debieran estar guiadas por la solidaridad. De este modo un “mejor estado” es aquel que logra de modo más acabado esta serie de objetivos” (Resico 2006) 78 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino organizacional- institucional, y han fallado en otros que sí lo hacían, por lo que el éxito de un Pacto Social, ciertamente depende además de otras consideraciones más profundas. A lo largo del trabajo, hemos podido identificar los prerrequisitos de éxito de un Pacto Social. Para el caso particular argentino, se vuelve necesario fortalecer esta serie de condiciones si realmente se quieren alcanzar los objetivos y beneficios de un Pacto Social. Sin dudas, la posibilidad de un Pacto Social supone no sólo un gobierno abierto al diálogo lo que, dicho de otro modo, supone aceptar errores; sino también de actores sociales comprometidos. Los consensos sociales y económicos para impartir las estrategias de desarrollo del país, presentan una oportunidad interesante para impulsar una mayor participación de las organizaciones de trabajadores y de empleadores en el quehacer público. El Documento de la Conferencia Episcopal Argentina, “Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad”, destaca la importancia de no caer en reduccionismos y simplificaciones sobre cuestiones que requieren el aporte de muchos, y valora como un don, la pluralidad de miradas sobre la cuestión social y política. Pero, por otra parte, hay una cuestión de fondo muy importante: ¿cuál va a ser el contenido del Pacto argentino? Está claro que no resulta trivial esta pregunta y que los actores que lo promueven deberían comprometerse a realizar ciertos sacrificios y negociar, analizando los diversos trade-offs propios de una economía, en busca de un bien común. Como han demostrado los casos analizados exitosos, se necesitan primeramente consensos en cuestiones básicas, una mirada conjunta hacia el mismo horizonte. Se vuelve importante la incorporación de nuevas ideas, la existencia de la autocrítica y la voluntad de dialogar. Si miramos el ejemplo español, en este país se vio como un fervor por la democracia se había instalado en el sentimiento social y era la medida para ajustar toda la vida del país. Existía una convicción en lo que se quería hacer y un claro apoyo para que saliera bien a través de las líneas fundamentales, dejando de lado las pequeñeces obstaculizantes, como claramente también se ve en el caso irlandés. Es relevante observar, que en las experiencias analizadas, se percató que en esos momentos de crisis, no era propicio hacer clasificaciones en distintos grados de responsabilidad por lo ya sucedido sino pensar en lo que debía suceder a favor de lograr la consolidación nacional. Se pusieron los acuerdos por delante y se postergaron para más adelante aquellas cosas en la que hubiera divergencias. Se 79 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino valoró todo lo que unía despejando lo que podía crear fisuras en el camino que se estaba trazando. Y todo esto ocurría en la realidad de un país con una clara tensión de sectores sociales deseosos de plantear sus respectivas pujas. En general hubo conciencia de lo que se estaba frente a un momento clave para el desarrollo futuro, y que ciertamente no se trataba de un camino fácil, por lo que se precisaba de un gran esfuerzo. Había en estos Pactos un compromiso con la historia y con el futuro como una claridad de propósitos, y cada uno sabía lo que tenía que dar o resignar. Claramente, es necesario lograr que en Argentina existan intenciones de alcanzar una suma de voluntades evitando las divisiones y enfrentamientos. Asimismo, el proceso de pactar, para ser efectivo, debe partir de un marco claro de política económica, al cual debe sujetarse, como bien hemos demostrado respecto a los objetivos de inflación. Sin dudas, las crisis económicas deberían generar un amplio consenso respecto de "lo que hay que hacer", como ha sucedido en los casos exitosos comentados. Esto ciertamente caracteriza a un país responsable y comprometido. Evidentemente, se debería hablar de un Pacto Social donde estuviesen los actores de la vida económica y social para abordar los tópicos que en estas materias trascendiesen el cortoplacismo, en un ámbito de debate de los temas nacionales importantes de medio y largo plazo; especialmente en un escenario de crecimiento leve, caída de niveles de actividad y de peligro del empleo. En ese cuadro de situación, si el gobierno no le adiciona a su iniciativa proyectos para la consolidación de un modelo de inclusión social, que implica no sólo el reclamo de un sello de respaldo a lineamientos generales de la economía sino el debate de reformas (por caso, del mercado financiero para atender un proceso de desarrollo, o la reformulación de los planes sociales, o el sistema de salud, o la administración de la renta energética), quedará como un Pacto simbólico. O, en el mejor de los casos, como un instrumento para canalizar/disciplinar la discusión salarios-precios en un escenario que se presenta con un horizonte complicado. Que el Pacto Social se vuelva un acuerdo de contención o de corto plazo dependerá realmente de la voluntad y objetivos estratégicos que se propongan las partes. Claramente, un Pacto Social podría usarse como base para encarar una estrategia de inserción al mundo, una estrategia de desarrollo. Muchos países han optado por insertarse al mundo de hoy captando claramente las reglas de juego que el sistema proporciona. Muchos otros, todavía no han percatado las señales que el mundo está 80 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino ofreciendo para no quedar detrás. La falta de visión concertada, en un contexto de economía globalizada, trae como consecuencia la convivencia de la democracia con un conjunto de paradojas que generan un permanente déficit de gobernabilidad. Por gobernabilidad no entendemos la mera eficiencia institucional, sino también la articulación de intereses sociales. Por lo tanto, para avanzar se vuelve clave la implementación de un mecanismo de política económica que permita la inclusión social y el desarrollo. Es imperioso profundizar la búsqueda de un marco conceptual sistemático que integre suficiente flexibilidad para poder adaptarse a las exigencias de circunstancias y contextos específicos de cada país en un momento particular de su historia. Claramente, la gobernabilidad democrática no significa la ausencia de conflicto, el estatus quo o la emergencia de un consenso amorfo. La política democrática es, por excelencia, un proceso en flujo constante hecho de conflictos continuos enmarcados en un consenso sobre las reglas del juego democrático. La clave está en superar el conflicto político sustentada por una cultura de negociación y compromiso. En el contexto actual, con la presencia de una sociedad que se hizo cada vez más compleja y en un régimen democrático, la incapacidad gubernamental de responder a las demandas políticas y sociales de los actores tradicionales, sin duda alguna, agudiza la crisis. Se requiere que los intereses sociales dejen de constituirse al interior del Estado, lo que requiere su embate previo en la sociedad, en un contexto de preponderancia de la lógica del mercado y de una economía globalizada. Inestabilidad y cierta inseguridad son los sentimientos que caracterizan la situación actual, predominan percepciones y actitudes que muestran vulnerabilidades: desconfianza, miedo al desempleo, indiferencia en relación con el régimen, reducción de la confianza en el conjunto de instituciones, bajos índices de credibilidad y aprobación de los gobiernos. Una Estrategia de desarrollo país necesariamente requiere de una adecuada articulación entre los diversos sectores de la sociedad, siendo la cohesión social un factor clave a la hora de definir una propuesta para el crecimiento futuro. Claramente, las posibilidades de generar estrategias de institucionalización del poder y cohesión social están determinadas por la eliminación del cortoplacismo y la arbitrariedad del poder del Estado y por la inserción de estas sociedades en una economía globalizada. 81 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino La estrategia, está entonces, en encontrar los medios para que la eficiencia económica se logre en un marco de equidad y sustentabilidad. La participación de los sectores de la sociedad puede servir para balancear ciertas decisiones de los órganos de gobierno, logrando de esta manera que las políticas tengan una relación más directa con las necesidades de amplios grupos sociales, tendiendo a ser socialmente más equitativas. Este análisis se sustenta en la idea de la importancia de la cohesión social, tanto en el sentido de finalidad como así también en términos de medios. La idea que quiero defender en definitiva se basa en el desarrollo de los mercados en un contexto donde el marco institucional y las orientaciones de política económica permiten poner el desarrollo del país en la línea del largo plazo y la confianza. El trabajo intentó demostrar cómo las economías débiles aplican políticas no consensuadas y de corto plazo, que conducen al estancamiento, por lo que se hace necesario un planeamiento estratégico a largo plazo en conjunto. La falta de compromiso social; la prevalencia del interés personal sobre el social; la desconfianza que no permite generar credibilidad y certezas acerca de las políticas nacionales, el compromiso vacío, indudablemente no conducen a rumbo alguno. Los países necesitan estados comprometidos y coherentes, capaces de generar consensos y no polarizar, logrando de esta manera confianza interpersonal, que generará un clima de cooperación y de comportamiento responsable de la sociedad. El estancamiento es un peligro que debe inquietar a los países. La estrategia de hoy determina el mundo del mañana, y claramente apostar al diálogo, es la estrategia correcta. Invertir en el futuro es una tarea para quienes desean ganar. Notoriamente, las experiencias demuestran la importancia del consenso como premisa esencial para la aplicación de políticas consistentes que se mantengan en el tiempo. Si bien los Pactos Sociales aplicados en los diversos países dependieron de determinadas características propias de cada nación, ciertamente se puede vislumbrar que existen criterios básicos y esenciales que permiten el éxito y el desarrollo de acuerdos sociales y económicos. No se pretende encontrar una “solución mágica”, pero si es relevante observar aquellos casos que percataron cuáles eran las soluciones para un desarrollo de largo plazo, y cómo la necesidad de buscar salidas en momentos de crisis, concienciaron 82 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino sobre la importancia del diálogo y la participación. Aunque las utopías son inalcanzables, éstas nos sirven para caminar, o cambiar. El desarrollo de los Pactos Sociales ha creado expectativas que han sobrepasado la realidad del fenómeno. Si tomamos los conceptos analizados al principio del trabajo, Argentina presenta problemas de inestabilidad social y política, por lo tanto, inestabilidad económica. Esta situación ha provocado el surgimiento de Pactos Sociales en diversos países, y muchos han logrado cumplir sus objetivos, como el caso español e irlandés. Sin embargo, en todos estos casos, existía un verdadero entendimiento común y percepciones similares, la voluntad y los incentivos para cooperar eran claros. Al evaluar la pertinencia e importancia de un ejercicio de diálogo, es preciso tener claro las condiciones que lo motivan, el propósito que se persigue, el contexto en el que tiene lugar el proceso, la tradición democrática y las necesidades/ prioridades del país. Desde el inicio, el diálogo debe ser orientado como un mecanismo a ser incorporado orgánicamente en los procedimientos formales, para fortalecer la democracia y el desarrollo, y por lo tanto, debe ser pensado como un triple proceso: diálogo/negociación/concertación para la acción: como un proceso por etapas, de maduración gradual, acompañado por un trasfondo de políticas económicas que acompañen los objetivos del Pacto, que conduce a acuerdos concertados y a su oportuna operacionalización. La factibilidad de alcanzar consensos amplios en torno a políticas sociales específicas se basa en un proceso que necesita tiempo, recursos y foco. Ciertamente, la Argentina debería tomar los ejemplos positivos, y tratar de que las dificultades que hemos señalado sean superadas, preponderando los beneficios que traería la implementación de un Pacto Social. Deben considerarse aquellos prerrequisitos y características de éxito, si verdaderamente Argentina quiere proponerse objetivos altos. Cuando falla alguno de estos factores la concertación podría no cumplir sus fines, ocurriendo con ello una cancelación o abandono del proceso. Cuando los factores se conjugan adecuadamente se produciría una creación de procesos de concertación y aún más, una persistencia del proceso, que va dando resultados pero que persiste para seguir asegurándolos. 83 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Claramente, la Argentina necesita de una visión estratégica, un esquema que genere compromiso político y social. Sin estrategias mínimas de cohesión social, será cada vez más difícil no sólo construir una sociedad más justa, sino también alcanzar un mayor crecimiento. VI. Conclusiones La inestabilidad social, dada por el enfrentamiento entre sectores como consecuencia de la presencia de gobiernos no partidarios del diálogo y caracterizados por la implementación de medidas cortoplacistas, como también la inestabilidad política, dada por la variación en las reglas ante cada cambio de gobierno como por los comportamientos oportunistas de los estados, despertaron en ciertos países una motivación por encontrar nuevas formas de hacer política económica que permitan superar los retos económicos y sociales eficientemente. Es así como surgieron los Pactos Sociales. Ciertamente, los Pactos Sociales son una herramienta positiva para el planteamiento de una estrategia de crecimiento y desarrollo de un país, y para la estabilidad de las políticas económicas, y por lo tanto, la estabilidad económica. La experiencia histórica analítica demuestra que éstos han surgido como resultado de una toma de conciencia de los principales actores económicos, de que una implementación efectiva de las políticas económicas, requiere de una aceptación generalizada sobre la necesidad de las mismas. Si bien existen claras ventajas concernientes a los Pactos Sociales, como hemos analizado a lo largo del trabajo, diversos analistas encuentran en los Pactos ciertas dificultades y riesgos, que responden a las críticas de los sectores más liberales, como así también a críticas de los propios protagonistas del proceso. Un análisis de la literatura y la investigación de los diversos casos prácticos, nos han permitido definir el contexto en el que surgen los Pactos Sociales. Claramente, estos emergen en momentos de crisis o dificultades económicas, en presencia de gobiernos débiles y generalmente ante organizaciones (principalmente sindicatos) con prevalencia de sectores moderados, sin divisiones internas y con un compromiso claro de lograr una solución negociada. Sin embargo, si bien estas condiciones son consideradas los impulsos necesarios para que surja un Pacto Social, la emergencia efectiva del acuerdo no implicaría per se el éxito del mismo. Se necesita del reconocimiento general del problema como de un 84 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino entendimiento común del mismo. Asimismo, existen determinadas características que hacen al éxito de un Pacto Social, y que deberían ser consideradas por todo país al momento de plantearse el objetivo de hacer un Pacto Social. Estos criterios tienen que ver con la voluntad y la credibilidad, la persistencia de los Pactos, la diversidad de conocimiento o inclusión de sectores, el planteo de una estrategia integral de largo plazo, el compromiso con lo propuesto y la focalización en los resultados del Pacto, y por último, la responsabilidad social de los actores. Por cierto, varios países se han caracterizado por el desarrollo de Pactos Sociales exitosos, como son los casos de Irlanda, España e Italia, y otros países, como Bélgica, Corea del Sur y Argentina, han fallado respecto a este tipo de procesos, al no cumplir alguna de los criterios que caracterizan a los Pacto Sociales con resultado exitoso. Todo este análisis, tuvo como objetivo principal la investigación particular del caso argentino actual. Las condiciones del contexto argentino demuestran que existen ciertos riesgos de aplicación de un Pacto Social. Las condiciones económicas y políticas parecen darse, sin embargo la representatividad y fortaleza de determinados actores se considera estar en duda. No obstante, la investigación de las experiencias exitosas nos ha demostrado que la aplicación de un Pacto Social, puede traer grandes beneficios a un país, principalmente cuando éste está atravesando graves dificultades económicas y un conflicto social marcado. De esta manera, la celebración de un Pacto en la Argentina, a pesar de tener sus riesgos, no deja de tener ciertas ventajas si el acuerdo se plantea de manera seria y coherente, es decir, si realmente existe verdadera voluntad de diálogo y de alcanzar objetivos de largo plazo. Entonces, a partir de estas consideraciones, se podría argumentar que se vuelve una opción interesante para la Argentina el planteamiento de este tipo de procesos, siempre y cuando se respeten los criterios de éxito claves para que un Pacto Social no falle. En otras palabras, la Argentina debería primeramente tratar de lograr un entendimiento común de la situación que atraviesa, para luego, a partir del consenso comprometido y de un diálogo inclusivo y verdadero, acompañado de un proceso técnico e institucional sólido que le sirva de base, plantearse una estrategia de crecimiento y desarrollo de largo plazo, que permita el florecimiento de la confianza y la cooperación. 85 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino Bibliografía - Ahlquist J.; “Parties, Pacts, and Elections: The Determinants of Social Pacts, 1974-2000”; Department of Political Science, Center for Statistics & the Social Sciences; University of Washington and Institute for Research on Labor & Employment UCLA; June 2008. - Alesina, Ozler, Roubini and Swagel, 1992; “Political Instability and Economic Growth”; NBER Working Paper Series No. 4173; Cambridge, September 1992. - Avdagic S.; “A Fuzzy Set Analysis of the Resurgence of Tripartite Concertation in the 1990s”; New Modes of Governance- Integrated Project: Citizens and Governance in the Knowledge-based society; Analytical Report 4; European University Institute, University of Amsterdam; 2008. - Avdagic S.; “Institutional Emergence: Framework Evaluation”; New Modes of GovernanceIntegrated Project: Citizens and Governance in the Knowledge-based society; Analytical Report; European University Institute, University of Amsterdam; 2006. - Barry Luis A.; “Política Argentina y los Pactos de la Moncloa”; Julio 2007; www.euroresidentes.com - Baccaro L. and Simoni M.; “Policy Concertation in Europe: Explaining government choice”; Discussion paper; International Institute for Labour Studies; 2006. - Baccaro L. and Sang-Hoon Lim; “Social pacts as coalitions of ‘weak’ and ‘moderate’: Ireland, Italy and South Korea in comparative perspective”; Discussion paper; International Institute for Labour Studies; 2006. - Baccaro L.; “The Political Economy of Social Concertation”; Institute for Work and Employment Research, Massachusetts Institute of Technology; December 2006. - Baccaro L. and Simoni M.; “The Irish social partnership and the “Celtic tiger” phenomenon”; Discussion paper; International Institute for Labour Studies; 2004. - Brodersohn M.; “No aprender de los fracasos solo lleva a repetirlos”; Argentina Macroeconomic Outlook; Econometrica; 2007. - Cachanosky R.; Argentina: ¿Pacto Social o Acuerdo Fascista?; Artículo de Economía para Todos; Diciembre 2007. 86 “La Opción de los Pactos Sociales como Estrategia de Desarrollo Económico” Consideraciones para el Caso Argentino - Cerruti J.; “Déficit Fiscal del Gobierno”; Diario Cronista Comercial; Mayo 2009. - Conferencia Episcopal Argentina, “Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad” (2010 2016), 96ª Asamblea Plenaria El Cenáculo – la Montonera (Pilar), Noviembre 2008. - Diario La Nación; Articulo: “El Recuerdo del Plan de Gelbard”; Edición Empresa, Octubre 2007. - Díaz A.; “El Sueño de un Pacto Social”; Economía; Revista Noticias; 2008. - Donaghey, J. and Teague, P.; “The persistence of social pacts in Europe” Industrial Relations Journal November 2005 Volume 36 (6); 2005. - Foxley Alejandro, “Las alternativas para la política posautoritaria”, Desarrollo Económico, Revista de Ciencias Sociales; Vol. 25, Núm. 98; 1985. - Fitoussi J. and Saraceno F.; “A Theory of Social Custom of Which Soft Growth May Be One Consequence. 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