la estimación de pérdidas crediticias esperadas

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Punto de Vista
Un avance hacia la
complejidad: la
estimación de pérdidas
crediticias esperadas
sobre activos financieros
de acuerdo con normas
de información
financiera
El retraso en el reconocimiento de las pérdidas crediticias asociadas con activos financieros fue identificado como una
debilidad de las normas contables vigentes durante la última crisis financiera. El modelo de pérdidas incurridas que se
utiliza actualmente, en la mayoría de los países, sólo requiere el reconocimiento de pérdidas crediticias cuando ocurre un
evento o indicio de deterioro. Por ello, se recomendó evaluar alternativas para reemplazar dicho modelo por otro que
considere información futura proyectada, así como, un rango mayor de información sustentable y razonable.
Ante estas circunstancias, varios organismos emisores de normas de información financiera incluyeron el análisis de este
asunto en sus agendas, entre ellos, el Consejo Mexicano de Normas de Información Financiera (“CINIF”) y el International
Accounting Standards Board “(IASB”).
Como consecuencia, se propuso el nuevo modelo de pérdidas crediticias esperadas, cuyo propósito es proporcionar
información más útil a los usuarios de los estados financieros. Como este nuevo modelo intenta superar la crítica del
mercado respecto que las reservas para incobrables son reconocidas muy tarde y por importes insuficientes; se espera que
la estimación por incobrabilidad no solo sea mayor sino que también se reconozca antes.
El Consejo Mexicano de Normas de Información Financiera (“CINIF”) emitió recientemente, la NIF C-3 “Cuentas por
Cobrar”, en la cual se incorporó el requerimiento de aplicar este nuevo modelo para los ejercicios que inicien a partir del 1
de enero de 2016.
De acuerdo con la nueva NIF C-3, en el reconocimiento inicial y posterior de las cuentas por cobrar (incluyendo los saldos
con clientes y otras cuentas), una entidad debe determinar y reconocer una estimación de las pérdidas crediticias
esperadas, afectando los resultados de dicho período.
Para determinar esta estimación, la entidad debe utilizar su juicio profesional y considerar la experiencia histórica, las
condiciones actuales y pronósticos razonables y sustentables de los diferentes eventos futuros cuantificables que pudieran
afectar el importe de los flujos de efectivo de las cuentas por cobrar. Estas condiciones actuales y pronósticos deben de ser
consistentes con los cambios esperados en los indicadores macroeconómicos, tales como: la tasa de desempleo, precios de
bienes raíces, precios de bienes genéricos y capacidad general de pago.
Las pérdidas crediticias esperadas se calculan usando un enfoque ponderado de probabilidades basado en información
sustentable y considerando el valor de tiempo del dinero. Este cálculo no es una estimación del mejor o peor escenario,
sino que debe incorporar al menos la probabilidad de que ocurra una pérdida crediticia y la probabilidad de que no ocurra.
En algunos casos, un modelo relativamente simple, sin la necesidad de un gran número de escenarios simulados, podría
ser suficiente. Pero en otros casos, se requerirá la identificación de varios escenarios que especifiquen los flujos de fondos
esperados para cada uno y su probabilidad de ocurrencia específica.
Actualmente, un gran número de empresas realizan un análisis histórico de antigüedad de sus cuentas por cobrar, así como
un análisis sobre la situación financiera actual de cada cliente, para determinar la estimación por incobrabilidad en base al
resultado esperado más probable. Cuando no se identifica un indicio de que una cuenta no será recuperable, no se registra
reserva alguna. Bajo el nuevo modelo, el reconocimiento de una estimación por incobrabilidad no dependerá de la
identificación de un indicio de deterioro que indique la necesidad de reconocer una posible pérdida sobre la cuenta por
cobrar. Se deberán estimar las pérdidas crediticias esperadas de todas las cuentas, considerando la probabilidad de que
una pérdida por incobrabilidad pueda o no ocurrir, así como, todos los factores indicados previamente.
La NIF C-3 no incluye la metodología que debe aplicarse para determinar la estimación de pérdidas crediticias esperadas.
De acuerdo con lo manifestado por el CINIF, la nueva NIF converge con la Propuesta del IASB sobre este tema
(“ED/2013/3”), la cual a la fecha aún constituye una norma en auscultación. En el ED/2013/3 si se incluye la metodología
a seguir para determinar esta estimación (En el anexo al final de este artículo se incorpora una breve descripción de la
metodología propuesta por el IASB en su ED/2013/3). El CINIF manifestó que más adelante emitirá otra NIF en la cual se
incluirá la misma. Por lo tanto, el CINIF tendrá que estar atento para evaluar la aplicabilidad en México de la metodología
incorporada en la norma finalmente emitida por el IASB. Así como también es posible que, puedan surgir precisiones y
cambios cuando el CINIF y el IASB emitan las normas aún pendientes mencionadas.
Sin embargo, el nuevo modelo de pérdidas crediticias esperadas no parece estar a la fecha bajo discusión y todas las
entidades que emitan estados financieros de acuerdo con las Normas de Información Financiera Mexicanas o
Internacionales, entre otras, deberán en un futuro cercano modificar la información utilizada y metodología de cálculo de
su estimación por incobrabilidad.
Debido a que la nueva estimación debe basarse en probabilidades e información proyectada, en adición a la información
histórica que era utilizada hasta la fecha, es probable, que una empresa no cuente con personal con la capacidad suficiente
para determinar estas estimaciones. Este es un aspecto que requerirá de atención tanto para preparadores como revisores
de información financiera, ya que se deberá cuidar de sustentar con información y documentación razonable tanto los
porcentajes de probabilidad como de pérdida estimados y los cálculos de incobrabilidad por cada cuenta por cobrar. Por lo
tanto, es importante, que la Dirección de cada empresa, evalúe estas circunstancias, y los pasos a seguir, ya sea, capacitar a
su personal o solicitar un asesoramiento o apoyo de terceros expertos en la materia.
Tal como se comentó previamente, es probable que la estimación por incobrabilidad al utilizar el enfoque de pérdidas
crediticias esperadas se incremente. Este incremento, que afectará resultados acumulados o del año, según la
circunstancias, pudiera ser significativo y derivar en incumplimientos legales o contractuales, relacionados con ratios o
totales de los estados financieros. Por ello, consideramos importante que la Dirección de cada empresa tome conocimiento
de este cambio, y defina un plan de acción que contemple todos los aspectos relevantes de la implementación de estas
nuevas normas, así como, sus potenciales impactos en la información financiera y las operaciones de la empresa.
Ejemplo práctico de aplicación del modelo de pérdidas
crediticias esperadas
La entidad A realizó una venta por $1, 000,000 a 12 meses de plazo. Considerando las expectativas para instrumentos de
calidad crediticia similar (usando la información más relevante disponible, tal como información específica del acreedor y
de la industria), la calidad crediticia del acreedor y el panorama económico para los siguientes 12 meses, la Entidad A
estima que el instrumento tiene el 0.5% de probabilidad de que un incumplimiento ocurra en los siguientes 12 meses. La
entidad A estimó que el 25 % del importe de la cuenta no se cobrará en caso de incumplimiento. Por otro lado, la Entidad A
estima que existe una probabilidad del 99.5% de que no exista incumplimiento
Bajo estas circunstancias, la entidad A reconoce una reserva para pérdidas crediticias esperadas por $1,250. La misma se
determina de la siguiente manera:
Monto del crédito
Probabilidad de
Porcentaje de pérdida
incumplimiento
Monto de estimación
(a)x(b)x(c)
(a)
(b)
(c)
1,000,000
0.5%
25%
1,250
1,000,000
99.5%
0%
0
Total
100%
--
1,250
Bajo estas circunstancias, como la probabilidad de pérdida es muy baja, no se hubiera reconocido reserva alguna bajo el
modelo de pérdidas incurridas que se utiliza actualmente.
Descripción de la metodología propuesta por el IASB en su
ED/2013/3
Determinación de la estimación por incobrabilidad
Bajo el modelo propuesto por el IASB, una entidad debe reconocer una estimación por incobrables igual a las pérdidas
crediticias esperadas en los próximos 12 meses. Sin embargo, si el riesgo crediticio de los activos financieros se ha
incrementado significativamente desde su reconocimiento inicial, entonces debe reconocer las pérdidas crediticias
esperadas por todo el plazo de cobro del activo financiero respectivo.
Las pérdidas crediticias esperadas en los próximos 12 meses son los flujos de efectivo que no se espera cobrar por
incumplimientos (“déficits”) que sean posibles dentro de los 12 meses siguientes a la fecha del cierre del período,
ponderados por la probabilidad de que ocurra el incumplimiento.
Las pérdidas crediticias esperadas por todo el plazo de cobro del activo financiero, son los déficits posibles a lo largo de
todo el plazo de vigencia del activo financiero, ponderados por la probabilidad de que ocurra el incumplimiento.
Evaluación sobre el riesgo crediticio de los activos financieros
A efectos de determinar si se deben reconocer las pérdidas crediticias esperadas por todo el plazo de cobro del activo
financiero, una entidad debe considerar la mejor información disponible, incluidos los cambios actuales y proyectados en
los indicadores del mercado, los factores internos y la información específica del acreedor.
Al realizar dicha evaluación, la entidad debe comparar el riesgo crediticio inicial del activo financiero con el riesgo
crediticio a la fecha de cierre del período, y, evaluar si existe un incremento significativo en el riesgo, es decir, en la
probabilidad de que ocurra un incumplimiento.
Cuando no esté disponible información prospectiva, se puede usar la información histórica (como base para esta evaluar si
deben reconocerse las pérdidas crediticias esperadas de los próximos 12 meses o totales). Pero, si se considera esta
alternativa, se presume que si los flujos de efectivo contractuales tienen una mora de 30 días se debe considerar que el
riesgo crediticio ha aumentado y deben reconocerse pérdidas crediticias esperadas por todo el plazo de cobro del activo
financiero.
Clientes y arrendamientos por cobrar
El proyecto propuesto por el IASB incluye un enfoque simplificado para las cuentas por cobrar a clientes y arrendamientos
por cobrar. En el caso de cuentas por cobrar a clientes a corto plazo que surjan de operaciones dentro del alcance de la IAS
18 “Ingresos”, se deben reconocer las pérdidas crediticias esperadas por todo el plazo de cobro del activo financiero. En el
caso de cuentas por cobrar a clientes a largo plazo y arrendamientos por cobrar, las entidades tienen la opción de elegir
aplicar el modelo general antes descrito o el modelo aplicable a las cuentas por cobrar a clientes a corto plazo
Ingresos por intereses
Los ingresos por intereses se calculan con base en el método de interés efectivo sobre el importe bruto en libros del activo
financiero, excepto cuando existen evidencias objetivas de deterioro, que los intereses se calculan sobre el importe neto en
libros después de la estimación por incobrabilidad.
Activos financieros adquiridos ya deteriorados:
Cuando existen evidencias objetivas de que activos financieros adquiridos están deteriorados, se reconocen las pérdidas
crediticias esperadas por todo el plazo de cobro del activo financiero desde su reconocimiento inicial. En este caso, se
deben incluir las pérdidas crediticias esperadas en el flujo de efectivo para determinar la tasa efectiva de interés del activo
financiero. Cualquier cambio posterior en las pérdidas crediticias esperadas se reconoce inmediatamente en el resultado
del ejercicio.
Fecha de vigencia bajo IFRS
El IASB espera recibir comentarios para definir la fecha de vigencia de todo el IFRS 9 “Instrumentos financieros”,
incluyendo este nuevo modelo de estimación de pérdidas crediticias esperadas.
PricewaterhouseCoopers
C.P.C. Javier Buzo
Socio Líder de Auditoría
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