Reforzar los derechos de información, de consulta y de participación para todos los trabajadores Resolución adoptada en la reunión del comité ejecutivo de 22-23 de octubre de 2013 El Presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha declarado que el cierre de la ERT1 era una amenaza para “la libertad y el pluralismo de los medios”. Los medios públicos, en su rol de voces independientes, son un pilar de los sistemas democráticos occidentales y juegan el papel permanente de control y de supervisión de otros poderes. Nunca antes se había producido un caso igual de casi eliminación de un medio en un sistema democrático. Este caso muestra una vez más que la democracia económica y la democracia en el lugar de trabajo en particular deben ser reforzadas. Como ya ocurrió hace una década en el caso Renault-Vilvoorde que dio lugar a la adopción de la directiva de 2002 que establece un marco general sobre el derecho a la información y a la consulta, la Comisión europea se enfrenta al desafío de demostrar que los derechos fundamentales y la información/consulta están en el corazón del proyecto europeo. Estos derechos están inscritos en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE y es un deber de la Unión apoyar y completar las actividades de los Estados miembros en el ámbito de la información y de la consulta de los trabajadores, en particular la cogestión, como lo estipula el artículo 153 del TFUE. Es importante cambiar la política y reforzar la democracia en Europa. La CES ya ha señalado la necesidad de reforzar el marco general sobre la información y la consulta 2002/14, por ejemplo cuando los servicios de la Comisión han llevado a cabo una “evaluación de calidad” que implica no solamente la directiva 2002/14, sino también la directiva 98/59 sobre los despidos colectivos y la directiva 2001/23 sobre las transferencias de empresas. En este ejercicio de “mejor reglamentación”, la Comisión ha encargado un estudio que incluye una encuesta con el objetivo de explorar si las disposiciones de la directiva eran adecuadas para alcanzar los resultados deseados. Una parte de esta encuesta consistía en un cuestionario enviado a las afiliadas de la CES y a compañeros en las empresas. El resultado de esta encuesta muestra que nuestros compañeros han detectado lagunas, ambigüedades y problemas prácticos en la utilización de la legislación. La conclusión general a la que han llegado las afiliadas de la CES fue que las disposiciones eran insuficientes y necesitaban una actualización. Además, la CES ha detectado “incoherencias en el contenido de las directivas, por ejemplo: las definiciones de los términos información, consulta, transnacional y transfronterizo no son 1 Ellinikí Radiofonía Tileórasi (Ελληνική Ραδιοφωνία Τηλεόραση, en español Radiotelevisión helénica), también conocida por sus siglas ERT. El 11 de junio de 2013, el Gobierno griego anunció el cierre de ERT y el cese de emisiones de todos sus canales (radio, televisión, satélite e internet). El cierre de la Radiotelevisión Griega (ERT) ha convertido momentáneamente al país en el único de la Unión Europea sin televisión pública. Oficialmente la señal está suspendida y prohibida en todo el territorio griego, pero los trabajadores de la ERT continúan emitiendo radio y televisión a través de otras plataformas. La policía griega desalojó la sede de ERT el 7 de noviembre. las mismas. Por tanto, es necesario reflexionar sobre la posibilidad de una reformulación tomando las mejores definiciones de CEE – o de directiva sobre las empresas europeas y utilizarlas en todas las directivas. La CES pide a la Comisión que prevea posibilidades de mejora de las directivas existentes. Debido a esta “evaluación de calidad”, la Comisión ha concluido este verano que las tres directivas mencionadas anteriormente estaban “adaptadas al objetivo que se persigue”. Sin embargo, se ha confirmado la existencia de defectos, en particular en relación con el campo de aplicación de las directivas (exclusión de las administraciones públicas, de los marinos y de las PYME) y con la definición de información y de consulta. La Comisión hace referencia a un dictamen del Comité Económico y Social europeo que sugiere que se tome seriamente en consideración la consolidación de los derechos de información y de consulta en una directiva marco europea única para asegurar una mayor coherencia entre las diferentes definiciones de la información y de la consulta “y, si fuese necesario, la participación en los consejos de administración de las empresas también”. La Comisión prevé como próximas etapas potenciales: a) cubrir la administración pública, las PYME más pequeñas y los marinos que están excluidos de las directivas, mediante el diálogo social sectorial; b) la consolidación de las tres directivas tras la consulta con los interlocutores sociales europeos; c) una evaluación ex post en 2016 de la revisión de los CEE. La CES continuará siguiendo de cerca estas actividades, en colaboración con las federaciones industriales afectadas y contribuirá activamente en la evaluación de la reformulación. En el orden del día del REFIT (IP/13/891)2, la Comisión anuncia la “consolidación de tres directivas en el ámbito de la información y de la consulta de los trabajadores bajo reserva de los resultados de una consulta con los interlocutores sociales”. El objetivo de la Comisión queda un poco más claro, no es simplemente una reformulación del mismo texto, sino que la “consolidación” será una posible síntesis de las tres directivas para hacerlas “menos pesadas” para las empresas, algo casi imposible sin recortar los derechos de los trabajadores. La CES se opone completamente a un paso desregulador de este tipo. El movimiento sindical europeo se enfrenta a importantes desafíos: la crisis financiera, económica y social actual; un desempleo dramáticamente elevado, en particular entre los jóvenes; la puesta en práctica de formas no democráticas de gobernanza económica de la UE; la política de austeridad actual y, por último, pero no menos importante, graves ataques contra los derechos de información, de consulta y de participación de los trabajadores y contra la negociación colectiva; interferencias en la autonomía de los interlocutores sociales. Uno de los ataques más recientes ha sido el cierre de la ERT, radiodifusión y teledifusión pública griega, el 11 de junio, algo que ha supuesto una sacudida en Grecia y ha provocado reacciones en toda la UE. Este suceso es importante a escala europea. Para la CES, se trata de un nuevo caso Renault Vilvoorde. I. Argumentos en favor de la inclusión de los servicios públicos: la ERT – un nuevo Renault Vilvoorde La CES, en cooperación con la FSESP y la FEP, ha enviado una carta a las instituciones europeas solicitándoles que investiguen qué es lo que ha funcionado mal, en especial en lo que se refiere a los derechos de información y de consulta de los trabajadores y de los periodistas. Más de 2.500 trabajadores han sido efectivamente despedidos sin ninguna información, consulta o participación; incluso los representantes de los trabajadores en el consejo de administración no han estado implicados en la decisión. Este cierre muestra que 2 Programa de Adecuación y Eficacia de la Regulación (REFIT). La Comisión adopta una nueva serie de ambiciosas medidas para aligerar la legislación de la UE con el objetivo de alcanzar una mayor eficacia al servicio del crecimiento» los derechos de información y de consulta del personal, de los trabajadores y de los periodistas han sido completamente ignorados. La CES, en cooperación con los sindicatos del servicio público y de los periodistas, la FSESP y la FEP, exige que se tomen medidas: no es aceptable que los trabajadores del servicio público y los periodistas sean excluidos del derecho fundamental a la información y a la consulta. La CES pide a la Comisión que incluya los servicios públicos en el marco 2002/2014 sobre la información y la consulta y que refuerce los procedimientos de información y de consulta según los principios de la directiva revisada sobre los CEE. Es necesaria una revisión de la directiva marco en este sentido. La CES pide además a la Comisión que analice qué otra legislación europea (directiva relativa a los despidos colectivos, etc.) ha sido violada con el cierre de la ERT, qué derechos fundamentales han sido pasados por alto, y que evalúe si hay que iniciar un procedimiento de infracción contra Grecia a este respecto. II. Argumentos a favor de una información y una consulta más fuertes La CES reitera su petición de un fortalecimiento de los procedimientos de información y consulta, en particular mediante una revisión del marco general 2002/14, que es una de las piedras angulares del derecho laboral europeo, al menos para alinearlos con las definiciones avanzadas de la directiva revisada sobre los CEE. Además, la CES está convencida de que hay que mejorar el marco de la información y la consulta teniendo en cuenta la anticipación y la gestión del cambio en caso de fusiones, absorciones, cierres de planta, despidos masivos u otros cambios importantes como reorganizaciones o reestructuraciones. En su “Programa de Adecuación y Eficacia de la Regulación (REFIT): resultados iniciales de la cartografía del acervo comunitario” (IP/13/891) la Comisión va un paso más allá y ataca la llamada “sobrereglamentación”, las normas y los derechos impuestos por algunos Estados miembros que van más allá de las exigencias mínimas, por ejemplo: “el establecimiento de umbrales relativos al número de trabajadores para la puesta en marcha de entidades representativas por debajo del nivel establecido por la directiva marco sobre la información y la consulta” como “carga reglamentaria” suplementaria. La conclusión no es franca, pero es clara: estas “cargas” deben ser eliminadas. El mínimo (europeo) debe convertirse en el máximo (nacional); un suelo de derechos es sustituido por un techo de derechos. La Comisión anuncia: “En consecuencia, se preverá una consolidación de las tres directivas mediante una reformulación. Los interlocutores sociales deben ser consultados como se prevé en el Tratado”. La CES no se opone a la consulta de los interlocutores sociales sobre este tema, pero se opone a cualquier tentativa de medida de desreglamentación que pretenda reducir un derecho fundamental, ya sea a nivel nacional o de la UE. III. Argumentos para la anticipación del cambio en vista de una gobernanza de empresa sostenible en una empresa sostenible A este respecto, la CES avanza las siguientes propuestas concretas de cara a la revisión de la directiva marco general 2002/14: ● La CES pide su aplicación para todos los trabajadores, incluyendo a los trabajadores del servicio público, los funcionarios y los marinos; ● La CES pide que la Directiva 2002/14 se alinee con las mejores normas (definiciones, etc.) incluidas en la directiva revisada sobre CEE (2009/38) y en la directiva sobre la sociedad europea (2002/86/CE). La importancia de un derecho de consulta más fuerte de cara a alcanzar un acuerdo mediante un diálogo significativo antes de finalizar cualquier decisión; la información- consulta debe implicar a la cadena de valor: empezando por los proveedores, subcontratistas, y terminando con las empresas dependientes; ● La directiva debe reconocer a los representantes de los trabajadores un derecho a la opinión de un experto; ● La CES pide la gestión anticipativa del empleo y de las competencias y el examen de las estrategias de empresa a medio y largo plazo para el fortalecimiento de la empleabilidad interna y externa: por ejemplo, una reflexión anual sobre el desarrollo estratégico de una empresa (o de un servicio público) a 5, 10 años para prepararse al cambio. ● Reforzar la representación de los trabajadores en el seno de los consejos de administración (si fuera necesario) para recibir informaciones completas sobre las elecciones estratégicas antes de que se tomen las decisiones o para mejorar el control y la influencia que tienen los trabajadores sobre los procesos de toma de decisiones estratégicas en el seno de una empresa o de un servicio público; ● Sanciones efectivas y fuertes en caso de violación grave del derecho a la información y a la consulta. Es necesario otro enfoque: hay que reforzar la información y la consulta, pero también el aspecto participativo, en particular en los Estados miembros donde estos derechos se imponen. En estos Estados miembros que ya tienen una representación de los trabajadores en los consejos de administración (WBLR), ese sistema de participación debe cubrir también los servicios y las instituciones públicas. Cada Estado miembro tiene su propio sistema de relaciones industriales, basado en diferentes procesos históricos y diferentes tradiciones, que debe ser respetado y no requiere armonización. Debemos reconocer que las empresas siguen pudiendo soslayar o evitar la cogestión gracias a los vacíos en las formas jurídicas europeas de las sociedades o utilizando formas jurídicas extranjeras de sociedades en el mercado interior. La directiva sobre las sociedades europeas (SE) no ha superado completamente estos vacíos. Una razón importante de esta situación es el hecho de que la SE no ha creado una norma europea mínima, sino que aplica únicamente el principio “antes-después” en relación con la situación nacional. Este fallo importante debe tratarse completando el principio “antes-después” con una norma de base europea. Una participación más fuerte supone un paso hacia una gobernanza de empresa sostenible en la dimensión económica, social y ecológica, algo que es en sí mismo un paso hacia una empresa sostenible. La CES reitera su llamamiento a un fortalecimiento y a una ampliación del campo de aplicación de los procedimientos de información y de consulta, en particular mediante una revisión de la directiva marco general, pero también del derecho a la participación en los Estados miembros donde existe este derecho.