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MISERICORDIA: recibida con gratitud, compartida con alegría
Transcripción del mensaje sobre el Año de la Misericordia del Arzobispo Naumann que se presentará
en las misas de Diciembre 5 y 6 , 2015
En este último año he consultado con muchas personas de la Arquidiócesis para discernir
una Visión Común que nos guiará como Iglesia en los próximos 10 años. Esta Visión Común
identifica tres iniciativas claves que serán las primeras áreas de interés a medida que
avanzamos.
Estas iniciativas claves son:
1) Contruir una cultura de Evangelización a lo largo y ancho de la Arquidiócesis.
2) Fortalecer la vocación matrimonial y la vida familiar... Y
3) Cultivar las relaciones mediante nuestra participación en Obras Espirituales y
Corporales de Misericordia.
Hoy nos enfocaremos en la tercera faceta de esa Visión: Cultivar las relaciones mediante
nuestra participación en Obras Espirituales y Corporales de Misericordia.
En el Evangelio del Segundo Domingo de Adviento, escuchamos la voz profética de Juan el
Bautista. Él es "el que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor ..." "En nuestros
días, escuchamos esta voz profética a través del Papa Francisco, quien ha llamado a toda la
Iglesia a "Preparar el camino del Señor" al embarcarse en un Extraordinario Año Jubilar
de la Misericordia, el cual comienza el ocho de diciembre, en la Fiesta de la Inmaculada
Concepción, y continuará hasta el Domingo de Cristo Rey en noviembre del próximo año.
Nuestra Visión Común de cultivar las relaciones a través de la misericordia va de
acuerdo con las intenciones que tiene el Santo Padre para el Año de la Misericordia. El Papa
Francisco dice en su decreto: "Es absolutamente esencial para la Iglesia y para la
credibilidad de su mensaje que ella misma viva y dé testimonio de la misericordia." El Papa
nos está llamando a todos a abrazar el camino de la misericordia.
Espero que, durante las últimas semanas, hayan tenido la oportunidad de leer los
artículos sobre las Obras Corporales y Espirituales de Misericordia, que se han publicado
en los boletines parroquiales.
Las Obras Corporales de Misericordia son aquellos actos amables por medio de los
cuales podemos ayudar a nuestros semejantes, en sus necesidades físicas y materiales.
-Dar de beber al sediento
-Dar de comer al hambriento
-Visitar al encarcelado
-Visitar a los Enfermos
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- Dar alojamiento a los desaparados.
- Vestir al desnudo
- Enterrar a los muertos
Las Obras Espirituales de Misericordia son actos de compasión, por medio de los
cuales podemos ayudar a nuestros semejantes en sus necesidades espirituales y
emocionales.
- Sufrir con paciencia los defectos de los demás.
-Orar por los vivos y los muertos.
-Corregir al que se equivoca
-Dar consejo a quien lo necesita
-Enseñar al que no sabe
-Perdonar las ofensas
-Consolar al triste.
Como discípulos de Jesús, estamos comisionados por el Señor para
anunciar la misericordia de Dios, que es el corazón palpitante del Evangelio. Como
católicos, queremos hacer del amor y la misericordia de Dios una realidad concreta.
Muchos de nosotros ya practicamos las obras de misericordia; pero este año es un
tiempo especial de gracia, en el cual la Iglesia nos invita a llevar nuestras obras de
misericordia a un nivel superior. Así que los invito a encontrar a Cristo comprometiéndose
a realizar tres cosas sencillas:
Uno, aprenda y memorice bien las Obras Corporales y Espirituales de Misericordia.
•
Su parroquia le proporcionará tarjetas en las que se enlistan y explican las
Obras de Misericordia.
•
Coloque esas tarjetas donde pueda verlas a diario como un recordatorio y
una manera de memorizarlas.
•
Si tiene niños, enséñeles las Obras Corporales y Espirituales de Misericordia
y anímelos para que también ellos las memoricen.
Dos, busque personas en su vida que estén en necesidad de misericordia.
•
En este momento hay alguien en su vida que necesita misericordia, alguien
que necesita experimentar la compasión y la ternura de Dios a través de
usted. Por favor tome un momento para visualizar a esa persona ...
Propóngase hoy que en los próximos meses, usted ayudará a esa persona y
buscará a otros que necesiten que usted sea Cristo para ellos.
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•
Ruegue a Cristo, para que usted pueda ver en su vida a quienes necesitan de
la misericordia de Dios.
Tres, viva las Obras Corporales y Espirituales de Misericordia.
•
Haga hoy un compromiso para ayudar a las personas necesitadas, tanto física
como espiritualmente.
•
Por favor llene la tarjeta de compromiso que se encuentra en su banca y haga
una promesa para comprometerse regularmente en una o más de las Obras
Corporales y/o Espirituales de Misericordia durante este Año Jubilar. En
algunos minutos los ministros de hospitalidad recogerán las tarjetas que
ustedes han llenado. Estas tarjetas se mantendrán en su iglesia durante todo
el Jubileo de la Misericordia para recordarnos que debemos vivir las Obras
Corporales y Espirituales de Misericordia en nuestra vida diaria. Si usted
desea tomar más tiempo para reflexionar sobre este compromiso, no dude en
tomar una tarjeta de compromiso y llevársela a su casa. Por Favor devuélvala
la próxima semana, o entre al internet para hacer su promesa desde su hogar.
Sólo haga estas tres cosas:
- Apréndase las Obras Corporales y Espirituales de Misericordia.
- Busque a quienes necesitan misericordia y
- Viva las Obras Corporales y Espirituales de Misericordia en su vida diaria.
Dé a los demás el regalo de la misericordia que Dios le ha dado tan libremente.
Ruego para que haciendo obras de misericordia: surjan nuevas relaciones, se
formen nuevas amistades y se levanten los puentes para poder atravesar las brechas que a
menudo nos pueden dividir. Así, podremos descubrir el rostro de Cristo en los demás.
El Papa Francisco, al anunciar el Año de la Misericordia, dijo: "Es mi ardiente deseo
que, durante este Jubileo, el pueblo cristiano pueda reflexionar sobre las obras corporales y
espirituales de misericordia. Será una manera de despertar a nuestra conciencia, que con
demasiada frecuencia se ensordece ante el rostro de la pobreza. Y vamos a entrar más
profundamente en el corazón del Evangelio, donde los pobres tienen una experiencia
especial de la misericordia de Dios. Jesús nos presenta estas obras de misericordia en su
predicación para que podamos saber si estamos viviendo o no, como sus discípulos.”
Sea un discípulo de Jesús al hacer un compromiso renovado para vivir las obras corporales
y espirituales de misericordia. Con sus gestos de amor, compasión y misericordia la Iglesia
Católica, en nuestro rincón de Kansas, reflejara a Jesús - el rostro vivo de la misericordia del
Padre.
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