¿Se puede transformar una asociación en una sociedad?

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Contenido
¿Se puede transformar una asociación en una sociedad?
GLOSARIO empresarial
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¿Se puede transformar una asociación
en una sociedad?
Ficha Técnica
Autor:Dr. Cristhian Northcote Sandoval
Título:¿Se puede transformar una asociación en
una sociedad?
Fuente: Actualidad Empresarial, Nº 241 - Segunda
Quincena de Octubre 2011
1. Introducción
El Código Civil regula a las personas jurídicas sin fin de lucro como las asociaciones,
fundaciones y comités, en tanto que la Ley
General de Sociedades y el Decreto Ley Nº
21621 – Ley de la E.I.R.L., regulan a las
sociedades y a las E.I.R.L., respectivamente,
que son personas jurídicas con fin de lucro.
Debe quedar claro que el fin de lucro no
está referido al tipo de actividad que pueden desarrollar las personas jurídicas, como
comúnmente se cree, sino que tiene que
ver con la distribución o la atribución de
los ingresos que genera la persona jurídica
a favor de sus integrantes. Las personas
jurídicas sin fin de lucro no pueden distribuir
sus ingresos entre sus miembros, en tanto
que las personas jurídicas con fin de lucro
sí efectúan dicha repartición o distribución.
Esta diferencia entre las personas jurídicas
con y sin fin de lucro también conlleva
la situación de que los miembros de
una persona jurídica sin fin de lucro no
tienen derechos sobre el patrimonio de
la persona jurídica, es decir, no pueden
atribuirse o repartirse sus bienes si la
persona jurídica es disuelta.
En cambio, en las personas jurídicas con fin
de lucro, su disolución genera la repartición
de sus bienes entre sus miembros, luego de
la etapa de liquidación correspondiente.
Como se puede apreciar, existen diferencias trascendentales entre las personas
jurídicas sin y con fin de lucro y son estas
diferencias las que motivan la situación
que se analizará en el presente informe,
relativa a si es posible transformar una
asociación (persona jurídica sin fin de
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lucro) en una sociedad (persona jurídica
con fin de lucro).
2. Marco legal
Efectos del presente informe, se analizarán
las disposiciones contenidas en el Código
Civil, con relación a las asociaciones, las
disposiciones de la Ley General de Sociedades, con relación al procedimiento de
transformación y las decisiones adoptadas
por la Superintendencia Nacional de los
Registros Públicos en torno a la posibilidad
de transformar una asociación en una
sociedad.
3. Conceptos preliminares
Antes de analizar la posibilidad y los
procedimientos para la transformación
de una asociación en una sociedad, es
necesario establecer las características
de cada una de estas personas jurídicas.
3.1.Asociaciones
Las asociaciones son personas jurídicas sin
fin de lucro, que se encuentran reguladas
por el Código Civil a partir de su artículo 80°.
Como tales, las asociaciones no pueden distribuir entre sus asociados los ingresos o ganancias que obtienen como consecuencia de
sus actividades, pero ello no implica que no
puedan realizar actividades empresariales.
Si bien es cierto que una gran cantidad de
asociaciones están orientadas hacia la realización de actividades deportivas, recreativas, religiosas, de apoyo social, etc., existen también aquellas que tienen por objeto
la realización de actividades de carácter
empresarial, como asociaciones educativas, de servicios, comerciales, entre otras.
Ahora bien, tal como ya habíamos mencionado, a diferencia de las personas
jurídicas con fin de lucro, los miembros
de una asociación no tienen derechos
de participación sobre el patrimonio de
la asociación, es decir, no son titulares o
propietarios de la asociación ni poseen
títulos que les atribuyan derechos sobre
los bienes o activos de la asociación.
En este orden de ideas, el Código Civil
prevé que si la asociación se disuelve,
su patrimonio debe ser destinado a otra
entidad con fines similares, según lo debe
establecer el estatuto de la asociación.
3.2.Sociedades
La sociedad es una persona jurídica constituida por una pluralidad de personas con
la finalidad de realizar actividades empresariales y beneficiarse con los resultados
de dichas actividades. En nuestro país,
las sociedades están reguladas por la Ley
N° 26887 – Ley General de Sociedades.
Al igual que la gran mayoría de legislaciones en el mundo, nuestra Ley regula distintos tipos societarios, que son el resultado
de la forma como se han ido desarrollando
los esquemas societarios a lo largo de la
historia. Algunos esquemas están diseñados para sociedades con una gran cantidad
de socios, otros para sociedades pequeñas,
sociedades con mecanismos para impedir
el ingreso de nuevo socios, etc.
Veamos en forma breve las principales
características de los tipos societarios
regulados en nuestra Ley:
Informe Especial
Informe especial
a. Sociedad anónima
Es una persona jurídica de responsabilidad limitada, lo que implica que los
socios sólo responderán por las obligaciones de la sociedad hasta donde
alcancen los aportes efectuados.
Asimismo, al ser una sociedad debe
cumplir con el requisito de la pluralidad de socios, pudiendo tener
entre dos y setecientos cincuenta
accionistas. Su capital se representa en
acciones y se pueden hacer aportes en
dinero, bienes o derechos de crédito.
La estructura de este tipo societario está
conformada por la junta general de
accionistas, el directorio y la gerencia.
b. Sociedad anónima cerrada
Es una forma especial de la sociedad
anónima en la que no pueden haber
más de veinte socios. Está pensada
para sociedades de pequeña escala, en
las que generalmente existe una vincuActualidad Empresarial
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lación familiar o amical entre los socios.
Esto motiva que se haya establecido un
derecho de adquisición preferente en
este tipo de sociedades, en virtud del
cual cuando un socio desea transferir
sus acciones a terceros debe realizar un
ofrecimiento a todos los socios a fin de
que éstos manifiesten su intención de
adquirir o no las acciones.
Asimismo, se ha buscado simplificar
su estructura al permitir que se prescinda del órgano del directorio.
Sociedad anónima abierta
Es una forma especial de la sociedad
anónima en la que se constituye
como abierta por tener más de 750
accionistas o por las causales previstas
en el artículo 249º de la Ley General
de Sociedades. Sus acciones deben
inscribirse en el Registro Público del
Mercado de Valores.
Se trata de sociedades en las que la
envergadura del negocio a desarrollar
motiva o justifica que el capital social
sea difundido, es decir, que sea ofrecido y negociado en mercados abiertos,
como la bolsa de valores, de tal manera
que no existen restricciones o controles
a la libre transferencia de las acciones.
Sociedad comercial de responsabilidad limitada (SRL)
La SRL es una persona jurídica que se
constituye por un número de socios
que pueden ir desde dos hasta veinte.
Como su nombre lo indica, es una
sociedad que ofrece el beneficio de la
responsabilidad limitada a sus socios,
al igual que las sociedades anónimas.
Su capital puede formarse por aportes
en dinero, bienes o derechos de crédito y no se representa en acciones sino
en participaciones, las cuales no son
libremente transferibles pues existe un
derecho de adquisición preferente a
favor de los otros socios, cuando uno
de ellos desea transferir sus participaciones a terceros o a otro socio.
Sociedad colectiva
La sociedad colectiva es una persona
jurídica de responsabilidad solidaria
e ilimitada para los socios, es decir,
estos responden con su patrimonio
personal por las obligaciones de la
sociedad, cuando los bienes de esta
no alcancen.
La duración de la sociedad es de plazo
determinado y los socios no pueden
transferir sus participaciones sin el
consentimiento de los demás socios.
Por sus características, es una sociedad
en desuso.
Sociedad en comandita
La sociedad en comandita es una
persona jurídica en la que existen dos
tipos de socios. Los comanditarios que
aportan dinero o bienes y que tienen
responsabilidad limitada. Los socios
Instituto Pacífico
colectivos que aportan sus servicios
o trabajo y responden de manera
solidaria e ilimitada.
La sociedad puede ser en comandita
simple, que representa su capital en
participaciones, y la sociedad en comandita por acciones que representa
su capital en acciones.
g. Sociedad civil
Es una persona jurídica que se constituye para ejercer una actividad
profesional, oficio o práctica común
entre los socios.
Puede ser ordinaria o de responsabilidad limitada. En la ordinaria los socios
responden de manera personal y subsidiaria por las obligaciones de la empresa. Esto quiere decir que primero se
paga con el patrimonio de la empresa y
si este no alcanza, responden los socios.
El capital se constituye con aporte en
bienes o dinero, pero es posible que
algunos socios aporten servicios o su
trabajo, con lo cual sus utilidades se
determinarán sacando un promedio de
las utilidades de los socios capitalistas.
4. Supuestos de transformación
en la Ley General de Sociedades
Luego de haber revisado las principales
características y reglas aplicables a las
asociaciones y a las sociedades, debemos
entrar al análisis del tema relativo a la
posibilidad de efectuar la transformación
de una asociación en una sociedad.
La discusión se origina en las disposiciones de la Ley General de Sociedades
(LGS) vigente, la Ley Nº 26887. Y esto
es así porque es la LGS la que introduce
la posibilidad de que un procedimiento
de transformación se realiza no solamente
para variar el tipo societario de una sociedad a otro, sino también para aquellos
casos en los que se desea transformar una
sociedad en otra forma de persona jurídica regulada por la legislación peruana
y, el caso que nos interesa, para aquellos
casos en los que se desea transformar otra
forma de persona jurídica regulada por
la legislación peruana en una sociedad.
De esta manera, tenemos tres supuestos
de transformación regulados en la LGS:
4.1. Transformación de una sociedad
a otro tipo societario regulado
por la LGS
Este es el caso más usual de transformación. En este supuesto, una sociedad que
ha sido constituida bajo una determinada
forma societaria decide modificar su
situación y opta por otra forma societaria regulada por la LGS. Esto se da, por
ejemplo, cuando una sociedad anónima
opta por transformarse en una sociedad
anónima cerrada.
La finalidad con la que se efectúa un
cambio de la forma societaria suele estar
relacionada con la necesidad de contar
con los mecanismos del nuevo tipo
societario, los cuales, a criterio de los
socios, resultan más convenientes para
los objetivos de su sociedad.
Entre las consecuencias que se generan a
raíz de la transformación de una sociedad,
probablemente la más importante sea la
referida al cambio de responsabilidad
que puede conllevar el cambio de un tipo
societario a otro.
En efecto, nuestra LGS regula formas
societarias en las que los socios gozan
de una responsabilidad limitada con respecto a las obligaciones de la sociedad.
Esto quiere decir, que las obligaciones de
la sociedad deben ser cubiertas con su
patrimonio mas no con el de los socios
que la conforman, por lo que su responsabilidad se limita a los aportes que hayan
efectuado al capital de la sociedad.
Los tipos societarios que cuentan con
responsabilidad limitada son la sociedad
anónima, la sociedad anónima cerrada,
la sociedad anónima abierta, la sociedad
comercial de responsabilidad limitada,
la sociedad en comandita con respecto a
los socios comanditarios y las sociedades
civiles de responsabilidad limitada.
Pero la LGS también regula sociedades en
las que la responsabilidad de los socios no
está limitada a sus aportes al capital de
la sociedad, por lo que las obligaciones
asumidas por ésta serán cubiertas con su
patrimonio, pero también con el patrimonio personal de cada uno de los socios. Las
sociedades de responsabilidad ilimitada que
regula la LGS son la sociedad colectiva, la
sociedad en comandita con respecto a los
socios colectivos y la sociedad civil ordinaria.
Siendo esto así, es posible que como
consecuencia de la transformación se
produzca un cambio en la responsabilidad
que tenían los socios con anterioridad a la
transformación. Frente a esta posibilidad,
la LGS ha establecido las siguientes reglas:
4.1.1.Cambio de responsabilidad
limitada a ilimitada
Cuando la transformación de la sociedad
genera que la responsabilidad de los
socios cambie de limitada a ilimitada, la
LGS dispone que la ausencia de límite en
la responsabilidad de los socios se aplicará
incluso para las obligaciones que hubieran sido contraídas con anterioridad a la
transformación de la sociedad.
4.1.2.Cuando se cambia la responsabilidad ilimitada por la responsabilidad limitada
Si como consecuencia de la transformación de una sociedad se modifica la responsabilidad ilimitada de los socios a una
responsabilidad limitada, dicha limitación
sólo será oponible a las obligaciones que
contraiga la sociedad con posterioridad
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a la transformación. Esto significa que
las obligaciones contraídas con anterioridad a la transformación de la sociedad,
mantendrán el respaldo consistente en la
responsabilidad personal de los socios,
incluso contra aquéllos que hubieran
dejado de formar parte de la sociedad.
4.2. Transformación de una sociedad
regulada por la LGS a otro tipo
de persona jurídica regulada por
otras leyes peruanas
Este es el segundo supuesto de transformación societaria regulado por la LGS. En este
caso, una sociedad regulada por la LGS,
como puede ser una sociedad anónima
o una sociedad civil de responsabilidad
limitada, decide transformarse en una
persona jurídica regulada por otras disposiciones legales del Perú. Estas otras personas
jurídicas vienen a ser las reguladas por el
Código Civil, como son las asociaciones, los
comités, las fundaciones y las comunidades
campesinas y nativas. Además, tenemos a
la Empresa Individual de Responsabilidad
Limitada – EIRL y a las Cooperativas, reguladas por sus propias leyes.
Lo particular de esta situación es que la
transformación de una sociedad a una
persona jurídica regulada por disposiciones distintas a la LGS, puede suponer la
desaparición del fin de lucro.
Además, la transformación de una sociedad regulada por la LGS a una persona
jurídica de derecho civil, implica la desaparición de la participación en el capital
de la persona jurídica. En efecto, mientras
que en una sociedad los socios poseen un
porcentaje de participación sobre el capital
social, el cual determina su porcentaje de
participación en las utilidades, el peso de
su voto en las decisiones que se adopten
a nivel de la junta de socios, entre otros
aspectos; en las asociaciones, comités,
cooperativas, fundaciones y comunidades
campesinas todos los asociados carecen de
un porcentaje de representación en el patrimonio de la persona jurídica, por lo que,
por ejemplo, sus votos tienen el mismo
peso al momento de adoptar un acuerdo.
Aún así, no existe impedimento alguno en
este tipo de transformaciones, ya que serán
los propios socios los que deciden que la
sociedad pase a funcionar como una persona jurídica distinta, una asociación por
ejemplo, y en consecuencia, aceptan que
a partir de la transformación ya no tendrán
participación en los ingresos de la persona
jurídica ni en su patrimonio.
No se vulnera tampoco el derecho de los
socios que no estén de acuerdo con la
transformación, pues la LGS les confiere
el derecho de separación y que puedan
recuperar el valor de su participación en
el capital social.
Distinto es el caso siguiente, en el que evaluaremos el procedimiento de transformaN° 241
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ción de una persona jurídica sin fin de lucro,
como una asociación, en una sociedad.
4.3.Transformación de una persona
jurídica regulada por otras leyes
peruanas a una sociedad regulada por la LGS
Este es el tercer supuesto de transformación y el que genera la discusión a ser
analizada. En este caso, una persona jurídica de derecho civil, como puede ser una
asociación, un comité o una fundación,
decide transformarse en una sociedad
regulada por la LGS.
Sucede muchas veces que los miembros
de una persona jurídica de derecho civil,
que la constituyeron con la idea de realizar
actividades para el beneficio de sus asociados, como puede ser un club deportivo,
una asociación educativa, entre otros,
deciden que resulta más conveniente a sus
intereses transformar la asociación a fin de
que a través de una forma societaria regulada por la LGS, puedan distribuirse las
utilidades que obtengan de su actividad.
Ahora bien, debe tenerse en cuenta que
este supuesto de transformación está
regulado por la LGS en su artículo 333°,
el cual señala lo siguiente:
“Artículo 333°.- Casos de transformación
Las sociedades reguladas por esta ley pueden
transformarse en cualquier otra clase de
sociedad o persona jurídica contemplada en
las leyes del Perú.
Cuando la ley no lo impida, cualquier persona jurídica constituida en el Perú puede
transformarse en alguna de las sociedades
reguladas por esta ley.
La transformación no entraña cambio de la
personalidad jurídica”.
Como se puede apreciar, la LGS condiciona
la posibilidad de que una persona jurídica
no regulada por ella se transforme en una
sociedad, siempre que la ley no lo impida.
Centrando la discusión en el caso de las
asociaciones, tenemos que el Código Civil
dispone lo siguiente:
“Artículo 78°.- Diferencia entre persona
jurídica y sus miembros
La persona jurídica tiene existencia distinta
de sus miembros y ninguno de estos ni todos
ellos tienen derecho al patrimonio de ella
ni están obligados a satisfacer sus deudas”.
“Artículo 80º.- Noción
La asociación es una organización estable de
personas naturales o jurídicas, o de ambas,
que a través de una actividad común persigue un fin no lucrativo”.
“Artículo 98º.- Destino del patrimonio restante a la liquidación
Disuelta la asociación y concluida la liquidación, el haber neto resultante es entregado
a las personas designadas en el estatuto, con
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exclusión de los asociados. De no ser posible,
la Sala Civil de la Corte Superior respectiva ordena su aplicación a fines análogos en interés
de la comunidad, dándose preferencia a la
provincia donde tuvo su sede la asociación”.
Es cierto que el Código no contiene
ninguna disposición con respecto a la
posibilidad de que las asociaciones puedan ser transformadas en sociedades,
por lo que muchos consideran que, en
sentido estricto, el Código no prohíbe
dicha posibilidad. En nuestra opinión, los
artículos antes señalados son justamente
las normas que prohíben o impiden que
las asociaciones se transformen en sociedades, pues a través de la transformación
se estarían contraviniendo dichas normas.
Pero antes de entrar a detallar nuestros
argumentos en contra de la posibilidad
de transformar una asociación en una
sociedad, debemos dejar en claro que este
tipo de procedimientos se ha realizado y,
de hecho, se realizan sin mayor impedimento ante la Superintendencia Nacional
de los Registros Públicos, entidad que ha
emitido pronunciamientos favorables a la
transformación de asociaciones.
Ve a m o s l o s f u n d a m e n t o s e s g r i midos al respecto en la Resolución
Nº 633-2004-SUNARP-TR-L:
Fundamentos del Tribunal
“Transformación de asociación en sociedad anónima”
No existe impedimento legal para la transformación de una asociación civil en sociedad
anónima, siempre que los bienes que conforman el patrimonio de la asociación sean
destinados al fin contemplado en el estatuto,
en aplicación analógica de lo previsto en el
artículo 98° del Código Civil”.
Según lo señalado por el Tribunal Registral,
esta conclusión se deriva de la interpretación de las normas contenidas en la LGS
y en el Código Civil. El Tribunal establece
que no existe impedimento legal para la
transformación de una asociación en una
sociedad, debido a que el Código Civil no
contiene una prohibición legal para dicho
procedimiento y que es la LGS la norma
que, precisamente, contempla la posibilidad de que la transformación se realice.
Señala también el Tribunal que si bien es
cierto que el artículo 80° del Código Civil
dispone que la asociación es una persona
jurídica sin fin de lucro, es el artículo 333°
de la LGS el que prevé la posibilidad de
que las personas jurídicas distintas a las
sociedades puedan transformarse y someterse a la regulación de la LGS. Manifiesta
el Tribunal que negar esta posibilidad es
restarle sentido al artículo 333° de la LGS.
Sostiene también el Tribunal que son
motivaciones económicas las que justifican la posibilidad de que una asociación
se transforme en sociedad, pues en la
práctica, muchas asociaciones requieren
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realizar operaciones comerciales, obtener
financiamiento y otros actos a los que no
tiene acceso una asociación. Consideramos que este argumento no es más que
un pragmatismo sin sustento, pero seguiremos reseñando los demás argumentos
del Tribunal.
En la misma Resolución, el Tribunal también señaló que no habiendo impedimento legal para la transformación, aún quedaba pendiente solucionar el problema
consistente en el artículo 98° del Código
Civil, según el cual, el patrimonio de la
asociación, luego de su disolución, debe
ser entregado a otra entidad con fines
similares, según lo disponga su estatuto.
El Tribunal ha señalado que aunque en
la transformación no se produce propiamente una disolución, ya que la persona
jurídica se transforma sin disolverse, por
una aplicación analógica del artículo 98°
del Código, es necesario que se decida
sobre el patrimonio de la asociación.
Así, el Tribunal estableció que se podían
presentar dos escenarios en la transformación:
- Que la asociación se transforme atribuyéndole su patrimonio a los asociados
para formar el capital social de la sociedad en la que se transformaría. Según
el Tribunal, esta opción contraviene lo
dispuesto por el artículo 98° del Código Civil y no sería admisible, ya que
los asociados se estarían beneficiando
del patrimonio de la asociación.
- Que la asociación se transforme en una
sociedad cuyo capital sea aportado por
los asociados y que el patrimonio de
la asociación sea entregado, tal como
lo dispone el artículo 98° del Código
Civil, a otra entidad con fines similares,
de forma tal que los asociados no se
beneficiarían. Esta posibilidad de transformación es la que admite el Tribunal.
Fundamentos en contra de la posición
del Tribunal
Luego de haber reseñado los fundamentos desarrollados por el Tribunal en la Resolución Nº 633-2004-SUNARP-TR-L, es
necesario establecer los fundamentos por
los cuales consideramos que la posición
adoptada por el Tribunal es incorrecta y
por lo cual no debe admitirse la posibilidad de transformar una asociación en
una sociedad.
En primer lugar, debemos dejar de lado el
argumento pragmático esgrimido por el
Tribunal en virtud del cual la transformación debe admitirse por el hecho de que
una asociación requiere realizar operaciones a las que solo puede acceder siendo
una sociedad. Este argumento carece de
sustento pues siguiendo esa línea de pensamiento sería posible admitir cualquier
acto aun cuando contravenga la ley, pues
siempre podrá encontrarse un beneficio
o motivación económica.
Asimismo, es correcto lo indicado por el
Tribunal cuando menciona que se pueden
dar dos supuestos de transformación, el
caso en el que el patrimonio de la asociación se atribuye a los asociados para formar
el capital social de la sociedad y aquel en
el cual dicho patrimonio se entrega a otra
entidad sin fin de lucro y son los asociados
los que tendrán que efectuar aportes para
conformar el capital de la sociedad.
Pero discrepamos cuando el Tribunal señala que la segunda opción sí es admisible
legalmente. Está claro que la primera
opción sería inválida al contravenir directamente las disposiciones del Código
Civil. Pero consideramos que la segunda
opción también es inadmisible por el
mismo motivo.
En efecto, según lo señalado por el Tribunal, no existe impedimento legal para
llevar a cabo la transformación ya que el
Código Civil no contiene una prohibición
al respecto y el artículo 333° de la LGS legitima la transformación. Lo que quedaría
por definir, según el Tribunal, es el destino
del patrimonio de la asociación para no
vulnerar el artículo 98° del Código Civil.
Lo que no comprendemos es cómo el
Tribunal concluye que no se debe vulnerar
el artículo 98° del Código si en sus mismos
fundamentos señala que la transformación no entraña la disolución de la asociación. Es decir, si el artículo 98° del Código
está referido al supuesto de la disolución
de la sociedad y la transformación no conlleva la disolución de la persona jurídica,
¿por qué el Tribunal considera que aún
así se debe dar cumplimiento al artículo
98°? Esto no es coherente.
En realidad lo coherente es dar cumplimiento a lo previsto por los artículos 78°
y 94° del Código Civil, que el Tribunal no
toma en cuenta en su análisis.
Así, el artículo 78° referido a todas las formas de personas jurídicas reguladas por
el Código Civil, incluyendo a las asociaciones. Según este artículo, los miembros
de la persona jurídica no tienen derecho
a su patrimonio. Es este artículo y no el
98°, el que motivaría que la asociación no
pueda transformarse en sociedad y que
su patrimonio pase a ser el capital social,
pues los socios se estarían beneficiando
de él, sin que ello implique la disolución.
Pero además, el artículo 94° establece que
la asociación se debe disolver si no puede
funcionar según su estatuto, supuesto en
el que nos encontraríamos si su patrimonio es entregado en su totalidad a otra
entidad sin proceder a su disolución, que
es la condición exigida por el Tribunal
para que se lleve a cabo la transformación
de la asociación en una sociedad.
En consecuencia, la condición exigida por
el Tribunal para permitir la transformación
de la asociación en una sociedad, es causal de disolución de pleno derecho de la
persona jurídica y, en tal sentido, no podría seguir funcionando transformándose
en una sociedad.
5. Conclusión
Después de haber desarrollado los diversos supuestos en los que opera la transformación, así como los fundamentos por
los cuales el Tribunal de la Sunarp admite
la transformación de asociaciones en sociedades, consideramos que la posición
es incorrecta y que existen fundamentos
jurídicos suficientes para sostener que las
asociaciones no pueden ser transformadas
en sociedades.
Sin embargo, debemos reiterar que esta
es una posición particular y que en la
práctica, el Tribunal Registral sí admite
la transformación de la asociación con la
condición que su patrimonio sea entregado a otra de entidad sin fin de lucro.
Glosario Empresarial
1. ¿Cuál es la formalidad para la celebración de un contrato de donación?
Cuando se trata de la donación de un bien inmueble, el contrato debe
formalizarse por escritura pública. Si se trata de bienes muebles, la
donación puede hacerse en forma verbal, salvo cuando el valor del bien
supera el 25% de la UIT, en cuyo caso la donación se debe formalizar
por escrito de fecha cierta.
2. ¿ Un contrato de arrendamiento financiero es lo mismo que un
contrato de arrendamiento-venta?
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Operativamente, el contrato de arrendamiento financiero o leasing, regulado por el Decreto Legislativo N° 299, y el contrato de
Instituto Pacífico
arrendamiento-venta regulado por el Código Civil, son figuras muy
similares. En ambas existe la entrega de un bien en arrendamiento y
se da la posibilidad al arrendatario de adquirir la propiedad del bien
al término del contrato.
Sin embargo, el arrendamiento-venta regulado por el Código Civil no
recibe el mismo tratamiento jurídico que el contrato de leasing, sobre
todo en las disposiciones de carácter tributario que se aplican solo
cuando el contrato cumple con los requisitos previstos en el Decreto
Legislativo N° 299, entre los que se encuentra la necesidad de que
el arrendador sea un banco o entidad autorizada a celebrar contratos
de leasing.
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Segunda Quincena - Octubre 2011
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