GOBIERNO DE CHILE PROPUESTA DE DECLARACIÓN RETROSPECTIVA DE VALOR UNIVERSAL EXCEPCIONAL PARQUE NACIONAL RAPA NUI (Nº 715, inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial en 1995) 1 ÍNDICE Declaración Retrospectiva de Valor Universal Excepcional............................. 2 1 Breve Síntesis..................................................................................................... 2 3. Atributos............................................................................................................... 4 4. Integridad............................................................................................................ 5 5. Autenticidad........................................................................................................ 7 6. Requisitos de protección y gestión ............................................................ 8 Parque Nacional Rapa Nui – CHILE 2 Declaración Retrospectiva de Valor Universal Excepcional1 1 Breve Síntesis El Parque Nacional Rapa Nui (en adelante, PNRN), es un área silvestre protegida del Estado de Chile ubicada en Isla de Pascua, que concentra el legado de la civilización rapa nui. De acuerdo al artículo 1 de la Convención, el bien es un sitio; podríamos agregar que es uno que en sí constituye un complejo de sitios arqueológicos de gran densidad. El bien tiene características que permiten considerarlo un paisaje cultural relicto. El bien mantiene indiscutiblemente su valor universal como testimonio de una cultura que en total aislamiento desarrolló una civilización extraordinaria, expresada materialmente en una arquitectura y escultura sin parangón en el mundo, así como en una escritura hasta hoy no descifrada, reflejo de una compleja cosmovisión. Estos testimonios materiales, de gran magnificencia y expresividad artística, se insertan dentro de un paisaje cultural que remite a todo quien lo enfrente a las problemáticas esenciales del ser humano. El bien es una obra maestra, y es un testimonio único de una cultura cuyo desarrollo en sí mismo es un fenómeno excepcional. En la historia universal, la mayoría de las culturas más complejas y avanzadas se desarrollaron con una población numerosa, en un contexto de intercambio, diálogo e interacción, insertas en un medio que facilitaba la obtención de recursos y la transferencia de ideas y tecnologías externas. La cultura rapa nui, en cambio, única y extraordinaria, se desarrolló en una pequeña isla inserta en medio de un enorme océano, relativamente pobre en fauna y flora, comparada con otras islas del Pacífico. Isla de Pascua se ubica en la latitud sur 27º 09’ y longitud oeste 109º 27’ y tiene una superficie de 16.628 hectáreas. El PNRN, en tanto, ocupa unas 6.671,6, incluyendo cuatro islotes cercanos. 3.700 kilómetros la separan de la costa de Chile continental. Es la isla habitada más remota del planeta. Fue colonizada a mediados del primer milenio de la era cristiana por un grupo pequeño de colonos provenientes de la Polinesia Oriental cuya compleja cosmovisión se traduciría en un singular sistema de escritura y en una arquitectura y escultura en piedra sin parangón en el mundo. Los grandes ahu o altares ceremoniales, y las colosales estatuas moai, -que miden en promedio 4 metros de altura, encontrándose ejemplares de entre 2 y 22 metros de altura, aproximadamente- presentan 1 Además de las decisiones del Comité, del informe de los organismos asesores (ICOMOS y UICN), y del expediente de nominación, esta Declaración tiene como fuente el Informe Periódico del sitio realizado en 2003 por la Corporación Nacional Forestal y el Consejo de Monumentos Nacionales. Parque Nacional Rapa Nui – CHILE 3 un valor artístico que va aparejado de una pericia técnica excepcional, aplicada con mayor intensidad entre los siglos XI y XVII. De los más de 800 moai que se conservan en la isla en la actualidad, alrededor de un tercio se encuentra asociado directamente al ahu, destino esencial de todos, donde se dispusieron de acuerdo a orientaciones astronómicas. Casi 400, en cambio, se encuentran en o en las inmediaciones de la cantera donde fueron fabricados, el volcán Rano Raraku; se encuentran aquí moai en las distintas fases de su fabricación y traslado, dotando a este monumento de una imponencia sobrecogedora. Tal como señalara William Mulloy, se trata verdaderamente de “la más espectacular compulsión constructiva religiosa conocida en Polinesia”[s1]. Al momento de entrar en contacto con los europeos (siglo XVIII) y ver el fin de ese aislamiento, el agotamiento de los recursos naturales había determinado crisis y decadencia, y esa crisis ecológica dio lugar a una crisis espiritual, en el marco de la cual tuvo lugar el comienzo de la destrucción de estos monumentos megalíticos. El culto original a los antepasados fue reemplazado por el culto al hombre – pájaro, que tiene por excepcional testimonio la aldea ceremonial de Orongo, ubicada al borde del acantilado, orientada hacia el mar y a los islotes de donde se obtendría el huevo del manu-tara, parte esencial del culto en cuestión, de carácter religioso tanto como político. Las casas, de forma de elipse, son unas 50 y complementan el recinto sagrado centro del culto, profusamente decorado con petroglifos alusivos al hombre - pájaro y a la fertilidad. Este culto vería su fin a mediados del siglo XIX, época en la cual la isla vive su etapa más oscura. La colonización y la evangelización; la introducción de la ganadería; el confinamiento de los habitantes originales a áreas reducidas; el dramático efecto de las enfermedades foráneas y, sobre todo, la esclavitud, redujeron la población rapa nui hasta llegar a poco más de un centenar. En el ámbito cultural, esta debacle determinaría, por ejemplo, la pérdida de la escritura rongorongo, hasta hoy no descifrada. Actualmente, la isla está habitada por los descendientes de los antiguos rapa nui e inmigrantes foráneos, contándose con una importante población mestiza. Para todos sus habitantes el legado de la civilización rapa nui es parte esencial de su identidad; no hay sólo valoración de este legado sino que él es parte fundamental de la vida de la isla y de sus habitantes. La relación entre los testimonios materiales de la cultura rapa nui y la superficie del territorio de la isla es también excepcional desde el punto de vista de la concentración y cantidad. Ello, sumado a su valor escénico natural, hace de Isla de Pascua y el PNRN un bien invaluable para toda la humanidad. Parque Nacional Rapa Nui – CHILE 4 2. Criterios de Valor Universal Excepcional La inscripción del PNRN en la Lista del Patrimonio Mundial tuvo lugar bajo tres de los seis criterios de valor universal definidos en el marco de la Convención para los bienes culturales: i) el bien representa una obra maestra del genio creativo del ser humano. El Comité del Patrimonio Mundial concluyó que el bien “contiene uno de los más notables fenómenos culturales del mundo. Una tradición artística y arquitectónica de gran poder e imaginación fue desarrollada por una sociedad completamente aislada de influencias culturales externas de cualquier tipo por más de un milenio. Los restos sustanciales de esta cultura se unen a un entorno natural para crear un paisaje cultural sin parangón.” iii) es un testimonio único, o por lo menos excepcional, de una tradición cultural o de una civilización. Luego de su poblamiento original, antes del siglo IX de nuestra era, y hasta comienzos del siglo XVIII, Isla de Pascua no recibió nuevos flujos de inmigrantes. Desarrolló su compleja cultura, única en la Polinesia, de manera autónoma, siendo un testimonio único de civilización en esta región. Otorga también excepcionalidad a este sitio su condición de testimonio de crisis ecológica en tiempos premodernos. v) es un ejemplo excepcional de un asentamiento tradicional representativo de una cultura, especialmente cuando ella se ha vuelto vulnerable. El PNRN es, además de una obra maestra, un testimonio de carácter innegablemente único de una cultura que sufrió una debacle a raíz de una crisis ecológica primero y de la irrupción del mundo foráneo después. 3. Atributos Los atributos más eminentes son los sitios arqueológicos, y la isla tiene una concentración sin parangón de ellos, estimándose su número en 8 000. El PNRN contiene una cantidad altísima y los exponentes más representativos del conjunto. Parque Nacional Rapa Nui – CHILE 5 En este conjunto se distinguen naturalmente los moai, las estatuas monumentales de piedra que representan a los ancestros; los hay de todos los tipos: en proceso de creación, junto a la cantera, en proceso de traslado rumbo a su destino esencial, el ahu, derribados y erigidos, de distintas alturas. Las canteras (Rano Raraku y Puna Pau) son testimonios sobrecogedores del proceso de talla de los moai, y ahí han de estar las respuestas a las interrogantes que presentan aún estas estatuas, cúspide de la tecnología y del arte isleño. Están los ahu, estructuras religioso – ceremoniales, -incluyendo el más colosal, el ahu Tongariki, con sus 16 moai. Extremadamente valiosos son también los sitios de arte rupestre (pictografías y petroglifos), de gran diversidad de estilos, técnicas y motivos. Estos últimos van desde los abstractos a los antropomorfos y los zoomorfos, incluyendo también los objetos rituales y los seres míticos; todos dan cuenta de esa expresividad artística notable. Otras tipologías de sitios arqueológicos son las cavernas –que tienen también arte rupestre-, y las aldeas, entre las que destaca Orongo, la aldea ceremonial, centro del culto del hombre pájaro. Si bien no han atraído tanta atención mundial como la arquitectura ceremonial, las estructuras habitacionales y productivas son de extremo interés. Están las viviendas, con sus dos tipologías reconocida, las casas bote y las casas circulares. También, los fogones de piedra y los refugios en cavernas; los gallineros e invernaderos de piedra y las terrazas de cultivo. También, las estructuras funerarias más comunes y torreones de piedra para la observación, los embarcaderos de canoas, las cisternas y los talleres líticos. El sitio es ejemplo de total deforestación y pérdida de especies endémicas, por lo cual su condición natural actual es, paradójicamente, un atributo a considerar; en él están las claves de esas pérdidas y los testimonios de su pretérita riqueza en flora y fauna. Por otra parte, los caracteres geológicos y geomorfológicos son parte esencial del bien, de cuya naturaleza volcánica emana la materialidad de la eximia arquitectura monumental rapa nui. 4. Integridad El PNRN es propiedad del Estado de Chile. Sus límites, que como hemos señalado cubren aproximadamente un 40% de la isla, incorporan un conjunto altamente representativo de la totalidad de los sitios arqueológicos, y las manifestaciones más excepcionales de sus diversas tipologías, dentro de este pequeño territorio de riqueza y densidad arqueológica extremas. Parque Nacional Rapa Nui – CHILE 6 El PNRN tiene una doble protección oficial. Por una parte, es desde 1935 Área Silvestre Protegida del Estado, declarada como tal en el marco de las dos legislaciones de protección del patrimonio natural, la Ley de Bosques –dictada en 1931- y la Convención de Washington, vigente desde 1967 como Ley de la República. La institución encargada de la aplicación de esta legislación, y de la administración del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado, es la Corporación Nacional Forestal CONAF, que lo administra de hecho desde 1966. Por otra parte, la isla completa, en su integridad, fue declarada Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico en 1935, en el marco de la legislación monumental de Chile. Desde 1970, dicha legislación dispone además que todos los sitios arqueológicos del país son Monumentos Nacionales y propiedad del Estado. Por otra parte, la cercana Isla Salas y Gómez y los islotes adyacentes a Isla de Pascua fueron declarados Monumentos Nacionales en la categoría de Santuario de la Naturaleza en 1976. El PNRN no tiene delimitada expresamente una zona de amortiguación. Sin embargo, en la realidad el bien si tiene un área que opera como tal, dada la condición de Monumento Nacional de la isla completa y de los islotes adyacentes. Los límites del PNRN han sido modificados en diversas oportunidades, siendo las últimas modificaciones las correspondientes a 1995 y al año 2000. En 1995 se excluyeron del área del Parque terrenos ya sometidos a explotación, y se incluyeron sectores relevantes desde el punto de vista arqueológico y ambiental. El año 2000 se desafectaron sectores para asignarlos a la comunidad rapa nui, en el contexto de las políticas de desarrollo y restitución de tierras a las comunidades indígenas que lleva a cabo el Gobierno, y sin perjuicio de la permanente protección oficial de los bienes arqueológicos, y de la condición de Monumento Histórico de la isla. [s2] Ahora bien, debe señalarse que hay un 20% aproximadamente de la superficie de la Isla de Pascua que no ha sido objeto de prospecciones arqueológicas. Si en el futuro se llegara a prospectar ese remanente, en función de sus resultados, podría justificarse una redelimitación del PNRN.[s3] La integridad de los sitios arqueológicos es objeto de gran preocupación, y es objeto de investigación científica y de los esfuerzos de manejo y conservación, aún insuficientes. Los principales factores de alteración son, entre los naturales, las aguas lluvia, la microflora (hongos, musgos y líquenes), el viento, la humedad, la corrosión, la vegetación invasiva y la depositación (cobertura de los recursos por sedimentos y material rocoso). Estos factores inciden tanto en la materialidad –lava y toba volcánica- como en la estabilidad de las estructuras. De igual incidencia son los factores antrópicos: el desgaste por el tránsito de los visitantes, el remarcaje y pintado de arte rupestre, los graffiti, la remoción física de elementos integrantes, el vandalismo común, la negligencia y los errores de algunas investigaciones, y muy particularmente, la ganadería, pues en la isla deambulan animales domésticos que ingresan al PNRN. Parque Nacional Rapa Nui – CHILE 7 Con respecto al momento de la inscripción, lamentablemente el aumento o disminución de los efectos del intemperismo no pueden, a falta de estudios sistemáticos, ser precisados; sin embargo, últimamente se ha avanzado en consideraciones específicas al respecto. En cuanto a la erosión del terreno, los suelos de la isla son extremadamente frágiles, y la proliferación de senderos informales y caminos alternativos para acceder a los sitios más visitados muestran un aumento de la influencia de este factor, que ya es perceptible a simple vista en algunos lugares. El aumento del uso de vehículos puede incrementar este efecto, lo cual conduce al énfasis actual en el control de visitantes. La erosión complica el problema de la estabilidad de los sitios ceremoniales que, como es el caso, se concentran en la costa, muy frecuentemente al borde de acantilados. A este respecto, cabe reconocer que ha habido grandes avances expresados en cierre de sectores, vigilancia y trazados de caminos. Por cierto, centrándose los esfuerzos en los sitios más visitados, persiste y presumiblemente se acrecienta el riesgo para los sitios más aislados, que son objeto de mucho menor vigilancia y carecen de infraestructura de acogida. No hay datos sistemáticos sobre los efectos del tránsito y erosión, pero es presumible que este factor esté agravado por el aumento del turismo. No puede decirse que el remarcaje y pintado del arte rupestre sea un problema del pasado, si bien debe confiarse que la capacitación de los guías de turismo locales tenga un efecto en su menor incidencia. En cuanto a la remoción física de materiales arqueológicos, ya está superado el problema de la extracción constante de materiales para su uso en construcciones –pircas para ganado, muros de casas, etc.- Más difícil es dar conclusiones sobre la remoción de artefactos como puntas de lanza o azuelas, pero ciertamente la mejora en la fiscalización en el aeropuerto y la difusión de las normas legales son disuasivas. Ya no ocurren casos de extracción ilícita de bienes culturales de la isla de gran magnitud y notoriedad, como hasta hace un par de decenios atrás. La extracción de muestras por parte de misiones científicas es objeto de un adecuado control. La ganadería fue el principal factor de deterioro del patrimonio isleño hasta mediados del siglo XX; actualmente no causa estragos como en esa época por la disminución de la masa ganadera. Sin embargo persiste como problema fundamental; en los últimos años se aprecia un aumento de los animales que permanecen y deambulan en el Parque. En cuanto a la vegetación invasiva, han proliferado ciertas especies que ejercen un impacto a nivel paisajístico y también afectan negativamente la estabilidad estructural y el manejo de los sitios. 5. Autenticidad El PNRN sigue presentando un alto grado de autenticidad, por cuanto “ha habido poca intervención, a causa del virtual abandono del área a fines del siglo XIX. Se han hecho Parque Nacional Rapa Nui – CHILE 8 reconstrucciones de ahu en base a investigaciones científicas estrictamente controladas y ha habido algunas relevantamientos de moai caídos, con la recolocación de los tocados de piedra roja, que no han traspasado los límites permisibles de anastylosis, tal como se define en la Carta de Venecia de 1964”. En esta materia, y comparando con la situación al momento de la inscripción, no se han conocido casos de negligencia por parte de investigadores o de deterioro provocado por la acción de pseudocientíficos, que tuvieron lugar en el pasado. En general, todas las intervenciones arqueológicas científicas son objeto de supervisión y control por parte del Consejo de Monumentos Nacionales en cumplimiento de la legislación. No ocurre lo mismo con intervenciones puntuales sin carácter científico, llevadas a cabo por la población local, muy particularmente por algunos ocupantes ilegales de terrenos del Parque. Ellos han efectuado, por ejemplo, reconstrucciones de estructuras menores del todo objetables científicamente. Ahora bien, se trata de un problema de la mayor complejidad, que combina una problemática social y política y que, sin embargo, refleja un legítimo y destacable interés de la población local en la recuperación de testimonios materiales de su cultura. Requiere un enfoque prudente. La autenticidad e integridad del PNRN se mantienen, y su conservación es altamente consecuente con ellas, imperando el respeto al devenir histórico de la cultura rapa nui, que en un contexto de profunda crisis derribara los moai y reemplazara el culto al que deben su existencia. Es importante a este respecto reflexionar que el PNRN debe dar cuenta de las diversas etapas de la civilización rapa nui, sin excluir la de su crisis. 6. Requisitos de protección y gestión El bien goza de un sólido marco legal e institucional de protección y gestión, que no presenta falencias graves o necesidad de reforma en sus bases. Este marco considera al bien en su integridad ambiental, integrando lo natural y lo cultural. Hay dos instituciones responsables, coordinadas entre sí, con nexos con los niveles de autoridad y también con la comunidad. Hay un museo, el Museo Antropológico R. P. Sebastián Englert, que apoya el esfuerzo de conservación e investigación. El bien presenta una gestión de nivel local tanto como de nivel nacional. Se aplica un Plan de Manejo, que debe ser actualizado para un nuevo período, y existe un equipo –aunque pequeño- encargado de la administración del Parque. Sin embargo, el manejo del sitio se ve complejizado por las diferencias culturales y las reticencias a la acción estatal de algunos sectores de la comunidad local, motivados por ánimos de reivindicativos. Se requiere una profundización del diálogo y comprensión mutua, basado en principios establecidos que respeten todas las partes. Parque Nacional Rapa Nui – CHILE 9 El manejo de los visitantes es un gran imperativo. Se debe definir de manera más precisa la capacidad de carga turística del sitio. La infraestructura de servicios básicos y de interpretación, así como el control de los visitantes, presentan grandes desafíos; se están emprendiendo importantes obras tanto por las instituciones estatales como desde la asistencia internacional, pero queda mucho por hacer. Como contrapartida, es necesario que la población local apoye de mejor forma el esfuerzo de conservación; el control del ganado y de los animales domésticos es un imperativo. Debe evaluarse la pertinencia de realizar obras físicas para evitar el tránsito de animales en el parque. El PNRN es y ha sido objeto de una enorme cantidad de investigación científica, incluyendo el ámbito de la conservación de la materialidad de las estructuras y su preservación. Ahora bien, es necesario un mejor diálogo entre los investigadores, llegar a conclusiones sobre el conocimiento disponible y manejarlo de una manera funcional a la conservación. Se requiere sistematizar la información producida por la gran cantidad de investigaciones, en particular en el área de la conservación de la piedra y los factores naturales de deterioro de la piedra, y generar un sistema de monitoreo periódico integral, comprehensivo y sustentable en el tiempo. Se necesita más personal y más recursos para la administración y cuidado del sitio. Es del todo necesario reforzar en número y capacitación al equipo de guardaparques, y aumentar el presupuesto para operaciones. Habiéndose ya logrado una coordinación e interacción fluida con la autoridad local y con diferentes sectores de la comunidad, falta hacer más efectivos esos vínculos, por ejemplo, involucrando más directamente a la comunidad en las labores de conservación, mediante programas específicos orientados a su capacitación. La pequeñez del territorio disponible ciertamente implica una presión permanente para los terrenos del Parque. El Estado debe prevenir y evitar su ocupación ilegal, implementar su política de entrega de tierras fuera de sus límites y proseguir los esfuerzos orientados a equilibrar los flujos de inmigración, dentro del marco constitucional. En el último tiempo ha habido progresos en el control del tráfico ilícito y en la imposición judicial de sanciones por delitos contra el patrimonio cultural, ámbito en el cual se deben mantener y proyectar los esfuerzos. Es necesario apoyar la labor del personal de Aduanas y del Servicio Agrícola Ganadero (encargado del control fitosanitario) con capacitación en materias arqueológicas. Los incendios son una amenaza bastante controlada, pero en materia de desastres naturales, los sismos y los maremotos deben ser objeto de un esfuerzo preventivo mayor. La vegetación invasiva requiere permanentes labores de mantención en los monumentos y sitios. El mayor desafío es el deterioro natural de la estatuaria, producto de la erosión de la piedra –por las aguas-lluvia, el viento, la humedad-, salinidad, líquenes, entre otros, y los problemas de la estabilidad de las estructuras, estatuaria y la piedra en general, por la erosión de la piedra y del suelo. Son problemas que concentran los esfuerzos desde el punto de vista de la conservación. Parque Nacional Rapa Nui – CHILE 10 El requisito esencial de la protección y manejo de este bien radica en su multifacética condición, de sitio de interés mundial, referente y base del desarrollo de la población de la isla, y depositario de las respuestas a interrogantes fundamentales que distan de haberse revelado. Junio de 2010 Corporación Nacional Forestal Consejo de Monumentos Nacionales _________________ Parque Nacional Rapa Nui – CHILE