1 MI: RCANTILISTAS D`nero y balan/a comercial son dos conceptos

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M I: R C A N T I L I S T A S
D'nero y balan/a comercial son dos conceptos a ios >.\\\c
S'_ e iv: centra asociado el nombre de los meivaniilislas. SÍ M.'
;Ke;vi< que el dinero reúne las siguientes Uvs caraeterístie;is:
u ) Tener precio.
b Medir los precios, y
e) Canihiarse por lo que tiene precio,
correr.pende a ION meiYanlilistas haber asignado a ellas umi
nuoví: jerarquía. Antes de los mercaniiüstas era eonsidcuuln
que -íi el oro go¿aba de las propiedades de medir ios precios
de la> mercancías y cambiarse por ellas era gracias u su propio.
valor como metal. Los mercantilistas en cambio reconocieron;
que si el oro tenía precio y podía medir los precios de Uis
mercancías, era en razón a sus capacidades de cambiarse por
aquellas eosas que tuvieran precio, concediendo importancia
a dinero no por su contenido en metálico sino por su función
como medio de representación del valor y de intercambio. Un
palabras de Foueault. los mercantilistas aceptaron que "el
oro es precioso por ser moneda y no a la inversa"'. Aún hoy
para el lego esta idea resulta totalmente heterodoxa, pues es
natural admitir que, antes que todo, el oro es valioso.
1. Vouciiui!, M. ¡.as Palabras y tan ('osas, Si^lu XXI. 9a rd., Mt-xiru, 1978, pp. [TL'-Ü
l : n virtud de la concepción mercanlilista del dinero puede
entenderse la importancia asignada por ellos al niela!, ya que
al ser esencialmente i r a representación de la rique/a, el oro
so convertía en su medio de atracción. Así, el oro cumple
su pape! en cuanto permane/ca cambiándose por lo que tiene
precio, o sea "reemplazando" a fas mercancías en eí comercio
y ampliando su radio de acción. Justamente es ésta la tesis que
permite también afirmar que los mercantilisias disponían de
una teoría cuantitativa dei dinero, en la cual la cantidad de
dinero jugaba el papel determinante sobre el volumen de comercio, si bien de contera también podría afectar los precios.
Para un país que no dispone de minas de metales preciosos,
el comercio internacional es su sustituto. Saldos favorables tic)
comercio representan para e! país entrada de metálico si no se
dispone de mecanismos de pagos o crédito internacional desarrollados; de allí que la concepción mercantiüsta del dinero
remita directamente a sus tesis sobre la balanza comercial.
Pero a d m i t i r que el comercio exterior es la forma de
salvar la deficiencia de minas domésticas no es. por supuesto,
explicar su papel en el funcionamiento de la economía: de
suerte que aunque dinero y balanza comercial se encuentren
relacionados de la forma señalada, es necesario ahondar más
en la significación mercantilista de las tesis sobre la batan/a
comercial. Enunciemos para ello una variedad de razones
que servirán de excusa para presentar más extensamente las
teorías mercan! i lis tas sobre diversos asuntos, a ia vez que señalar los errores de sus exégetas.
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Identificación de Riqueza con Dinero
Sería sencillo entender el papel de la balanza comercia!
entre los mercantilistas si como creyó A. Smith ellos hubieran
identificado dinero con riqueza, ya que tal cosa significaría
simplemente que el saldo de la balanza comercial correspondía
directamente a un aumento de riqueza. Esta tesis, sin embargo,
carece de validez. Ha sido señalado arriba que los mercantilistas
comprendieron que eí papel de! metal en el comercio es repre6
seuur a las mercancías", pero representarlas no significa ser
igual a ellas.
El Oro Como Reserva tic Emergencia
Otra torina más o menos directa de explicar la importancia
asignada a la balan/a comercial es a d m i t i e n d o que para los
meri antilisias acumulación de oro iba diridda a la
constitución ¿e una reserva para situaciones de emergencia. Tal "demaní'.! de dinero por precaución" sería una (alacia a nivel
tii:reg...jo para unía la economía, toda vez que en caso de emergencia -conerelamenle en easo de guerra entre naciones, prototipo de emergencia en la época mercantilisui-. no so dispondría
de los bienes domésticos en los cuales debería volcarse la masa
de metálico acumulada. En efecto, tampoco puede alrihuirsc
este argumento a los mereantilistas. quienes reconocieron qne
la rique/a consistía de elementos de consumo \ que solo su
abundante producción y disponibilidad podrían ser solución
a una situación de supuesta necesidad. Con este mismo argum e n t o puede ser desechada la idea según la cual los mercan!¡listas concedieron al oro su m á x i m a importancia como depósito
de ñque/ü 1 .
Dinero y Capital
Mayor fundamento de verdad puede encontrarse en hi
afirmación de que los mercantilistas identificaron el concepto
de capital con el de dinero. Antes de la instauración de las
formas de producción capitalistas, el campo de acción del
capital se encontraba reducido al comercio, en cuyo escenario
cambia sucesivamente de forma al pasar de dinero a mercancías
y de éstos a dinero. Hstas circunstancias pueden dar ra/ón
de esa posible identificación de dinero y capital, explicando
también la importancia asignada a la balanza comercial, loda
2. Una ilriüllailu dilución (Ir estos uygutiictitos, profusamt'iiti* doi'umnitada cu
textos ilf los ui(Tc:iin¡IÍMHS Ut constituye la primera parle d'1 la ubra ile VÍIUT, ,J,
"Stitdies in ihc Thvury <>J Inlernatiitna! Tradc, llarpcr aiicl Bros., Ni.-\v Vurk, 1937.
ve/ que. por un lado, el comercio exterior constiluía la forma
dominante de comercio y. por otro, sin él no tendría sentido
pensar a nivel agregado para un país que el comercio doméstico podría elevar el cúmulo de valores hechos capital.
El Deseo de Reducir La Tasa de ínteres
(Ymuinmente aceptado por los mercanrilistas era el hecho
de que !;t disponibilidad de dinero-capital en forma de préstamo
aliviaba el n i v e l de la tasa de interés, que consideraban oport u n o controlar dado que servía de p u n t o de referencia para la
determinación de las ganancias y las rentas. Oíros medios diferentes al aumento de la cantidad de dinero fueron utili/ados
por los mercantihslas para reducir la tasa de interés, siendo
común la fijación de niveles máximos en la concesión de créditos entre el público: sin embargo su reducción a través de
una mayor disponibilidad de metálico era considerada una
a l t e r n a t i v a más ágil y de mayor alcance.
Aumento del Comercio y la Producción
La consideración de que el meta! representaba a las mercancías y ayudaba a "atraerlas" al comercio ensanchando
su radio de acción llevó a ios mercantilistas a'asociar el saldo
de la balan/a comercial con el nivel de actividad económica,
la diferencia entre exportaciones e importaciones venía así
a representar un estímulo a la circulación y finalmente a la
producción al aumentar la masa de metal existente en el mercado. De aquí se deducían una serie de corolarios que vale la
pena enumerar. Hn primera instancia, el saldo favorable de
exportaciones solo ofrecía estos incentivos a la actividad comercial interna si su pago era obtenido en metálico, derivándose
de ello las regulaciones que exigían el pago de las exportaciones
mediante movimientos efectivos de metálico cuando no se
hubiera producido compensación. En segundo lugar, dicha
entrada de metálico al país solo representaría un real beneficio
si engrosaba el torrente de la circulación, de ahí que fueran
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desestiinuiaJas Unías las formas de atesoramiento "improductivo" o la constitución de reservas excesivas en las arcas del
tstado. Ue otra parte, si el beneficio de la balan/a comercial
provenía de la mayor circulación del metal, también resultaba consistente limitar las salidas de metal, si bien en este
punto se presenta una diversidad de posiciones que finalmente
concluyen en la concepción de un mecanismo automático
de ajuste, al que liaremos referencia mas adelante. Por último.
en cuanto correspondía al comercio un papel delenninanle
sobre la producción, era asignado al uso del metal como capital comercial una mayor apreciación que si se ¿instara en
cualquier forma de consumo suntuario. La Feugalidad y. por
supuesto, la limitación a las compras de bienes foráneos conspicuos fueron dos principios de acción entre los mercan!¡listas.
Aumento del Empleo
De numera independiente, y no conjunlamente con el
elem m'o anterior como lo pensaríamos hoy en día. los mercantilistas aceptaron utmbie'n que el saldo de comercio implicaba un saldo de empleo favorable o desfavorable según fuera
el si ino positivo o negativo de la balanza. La importancia
coiKMlidu a este p u n t o puede destacarse recordando que los
nurcuntilislus establecieron mecanismos de "gradación de la
protección", en el sentido de que recibirán mayores estímulos
Lis exportaciones de manufacturas que de materias primas,
cue incluso en ciertos casos fueron prohibidas, y mayores
obstáculos o prohibiciones las importaciones de manufacturas,
en tanto que las adquisiciones de materias primas no encontraban impedimento. Numerosas políticas aplicadas a las colunias, de todos conocidas, encuentran en este punto relación
con las tesis mercantilistas.
La Interpretación Keynesiana1
Las .relaciones, establecidas por los mercantilistas entre
saldo de la balanza comercial y empleo, o saldo de la balanza
3. Keynrs,.]. M., Teoría General tic la Ocupación, el Interés y el Dinero, cap. 23, so1.
1 a IV.
comercial y producción, y aún entrada de metálico y tasa de
interés, hacen pensar en Keynes, Es a él, en efecto, a quien
en gran medida se debe una cierta reivindicación de que han sido objeto los mercantilistas en este siglo. En su Teoría General,
Keynes dedicó algunas páginas a una interpretación de las
tesis mercantilistas. Puede ser cierto que dicha interpretación
diga m;Ts sobre el propio Keynes que sobre los mercan! ilislas.
lo que le ha merecido diversas críticas , pero aún así permilen
señalar la capacidad que dichas lesis tienen para u coge i diversas
leonas que hoy enconlramos modernas o revolucionarias
y en tal sen litio beneficia los propósitos de yslas páginas,
según Keynes, las tesis mercantilistas se s u s t e n t a n en el principio
de que el progreso puede ser l i m i t a d o por falta de e s t í m u l o a la
inversión, pudiemlo ser ésta de carácter externo o interno.
No existiendo un m o v i m i e n t o autónomo de capitales. la inversión externa se identifica con el saldo de la balanza comercial.
De otra p a r t e , la inversión doméstica depende de la tasa de
Ínteres, de suerte que el efecto de una batan/a comercial favorable sobre la inversión es doble: de una parte significa ella
misma iinersión. de otra reduce la tasa de interés al a u m e n t a r
la disponibilidad de dinero-capital incentivando por esta vía la
inversión doméstica. Según Keynes, dos l i m i t a n t e s podrían
entorpecer este resultado: el alza de salarios o la emigración
de capitales. Kn el primer caso las posibilidades de colocación
de las exportaciones se afectarían, en el otro la inversión externa no se realizaría si como resultado de la baja de interés
fluyeran capitales hacia el exterior. Fn efecto, dos prácticas
utilizadas por los mercantilistas fueron mantener bajos salarios
(y utilizar medios para disponer de abundante trabajo 5 ) y
prohibir los retiros de metálico del país. Sin embargo, de ello
no se sigue que tuvieran una comprensión del funcionamiento
interrela ció nado de las principales variables económicas, tal
como la ofrecida por Keynes. No obstante algunas relaciones
-independientes unas de otras- sí pueden señalarse como acep4. Por ejemplo, Hfaug, M La Teoría Económica Actual, Kd. Luis Miradc, Cap. 1,
pp 2!) - 26.
5. tu F.llsu'orth, I'. I'., The International hconumr, 4ih Kditíon, McMillan, NV,
19fi!í, cap Ií sf niciitmni una clara descripción de las políticas laborales y litros aspectos de las pnitlií as y puntos df vista i\r los mercan! i lis tas.
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lajas y conocidas por los morcanlilisUis. Ln primera instancia,
reconocieron una función a! dinero en la actividad económica
al insistir en la importancia ik- su disponibilidad para la expansión del comercio. De otro lado, establecieron una clara relación
ent v demanda exterior y empleo, habiendo pensado en esta
vari.ible como una función muy sensible al estado de los negocios y el consumo. Lin cuanto lia ce a políticas restrictivas.
juzgaron convenienlc la protección y el control de precios
(incluyendo aquí salarios y tasa de interés) como una fonmi
de mantener el empleo y la actividad comercial.
El Mecanismo Precio-Especie-Flujo de D. Hume 6
Los mercanl¡lisias conocieron tanto la relación existente
entre cantidad de dinero y precios como, por otro latió, entre
nivel de precios y volumen cíe exportaciones e importaciones;
sin embargo no conectaron entre sí ambas relaciones para establecer la interdependencia existente entre cantidad de dinero
y volumen de exportaciones e importaciones. í;u v e r d a d , los
tiK'rcunt i listas tuvieron un método de observación y práctica
ajeno u este tipo de reflexiones. Es con David Hume, a medias
ya en el mundo clásico, cuando se expresa sistemáticamente
esta relación que conduce al descubrimiento de un mecanismo
automático de distribución del metal entre países y ajuste
de la balanza comercial. D. Hume razona de la siguiente manera:
si un país viera súbitamente reducida su cantidad de moneda,
los precios de sus mercancías necesariamente caerían, con lo
cual se haría mas competitivo en el exterior, aumentando
sus exportaciones y disminuyendo sus importaciones hasta
recuperar la cantidad de metálico perdido. A través de este
mecanismo cada país mantiene en circulación una cantidad
de metálico que es proporcional a la importancia y extensión
de sus "artes e industrias", por lo que carece de sentido que
los estados tanto "celo" en controlar los movimientos de
metálico o mantengan balanzas de comercio positivas.
6. Iluim.-, D-, "Oí thr Balnam^ of Trade" (1752), m Cooprr, K.N., (eil) Iniernational ¡-'inance, i'engum Buoks, 1969, pp 25 - .5.1.
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L;i concepción de este mecanismo automático de ajusíe permite integrar relaciones dispersas aceptadas por los mercantilistas pero, a la vez, exige rechazar sus proposiciones de política
exterior. No supone, sin embargo, como el propio Hume lo
señala, que otras medidas proteccionistas carezcan de sentido
para buscar a u m e n t a r el empleo, la actividad económica o el
comercio. Hume no pensaba, como posteriormente vendrían
a hacerlo los clásicos, que el empleo se encontrara determinado
por la magnitud de capital existente. Semejante presupuesto
clásico no impedfa acoger la tesis del mecanismo automático de
Hume, pero sí rechazar otras formas de protección ajenas a
su funcionamiento.
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