claves de ddeser Editor Equipo Central ddeser Número 6 Fecha 12 de septiembre 2003 Planificación familiar y métodos anticonceptivos La posibilidad de elegir cómo, cuándo y cuántos hijos tener es uno de los derechos más importantes con los que cuentan las personas en este país. Iniciar una vida como padre o como madre implica modificar aspectos como la administración de recursos económicos, las tareas a las que habitualmente se dedicaban y, para las mujeres, también implica una serie de cambios en el cuerpo. Estos procesos que inician con el embarazo, generalmente terminan hasta pasados ya varios años, tiempo en el cual los hijos o hijas se vuelven independientes y pueden cuidarse solos o solas. Uno de los derechos reproductivos más importantes es tener información suficiente, actualizada, verídica, desmitificada y oportuna, no sólo para elegir el método que mejor se acomode al cuerpo de cada mujer sino para identificar el mejor momento para ser madre o padre. Ejercer una maternidad o paternidad responsable implica tener presente que se requiere información sobre los procesos de crecimiento, desarrollo psicoemocional, higiene, nutrición, etc., de los niños y las niñas. No hablamos aquí sólo generar una vida, sino de contar con los medios suficientes para proporcionar a los hijos e hijas una calidad de vida óptima. Este planteamiento es en sí mismo sumamente subjetivo, eso quiere decir que varía entre cada familia lo que se considera mejor para la educación y desarrollo de niños y niñas, sin embargo hay una serie de necesidades básicas que están consideradas dentro de los derechos estipulados para este sector de la población. Los niños y las niñas tienen derecho a la educación, a la salud, a jugar todos los días, a vivir libres de violencia, a que se respete su opinión, a ser toma-dos en cuenta en las decisiones familiares, a que se respete su integridad corporal, entre otros. El hecho de que niños y niñas cuenten con estos derechos básicos obliga a padres y madres a vigilar de forma cercana que se cumplan, algunos también implican acciones que los padres y madres tienen que llevar a cabo. Tomando en cuenta todas estas consideraciones de cuidado hacia los hijos y las hijas, y partiendo de que no son procesos sencillos, se 1 vuelve imprescindible realizar un plan de vida en el cual las personas identifiquen las ventajas y las desventajas que en el presente les implica tener hijos. Así mismo es necesario evaluar si se cuentan con los medios económicos, psicológicos y familiares para educarlos en un marco de res-peto a sus derechos y pensando un una óptima calidad de vida. Estas preocupaciones son las que han llevado a promover programas nacionales e Internacionales de planificación familiar. No se trata de imponer el número de hijos a las personas, sino de promover que cada quien reflexione de manera individual y en pareja cuándo y cuántos hijos tener. Lo ideal es que esta decisión se tome considerando los valores, educación e información individuales. Nadie tiene derecho a imponerle a otro esta decisión. Es importante estar informadas e informados para que con base en lo que cada quien sabe, lo que siente y lo que cada quien cree, se decida cual es el mejor momento para tener hijos e hijas. Las formas que existen para evitar un embarazo son variadas, se puede optar por la abstinencia sexual, el sexo seguro y el sexo protegido. La abstinencia sexual consiste en no tener relaciones sexuales de ningún tipo, es una posibilidad que garantiza no tener embarazos si es que así se decide y puede cambiarse de opinión en cualquier momento. El sexo seguro son aquellas prácticas sexuales que no conllevan riesgo alguno con respecto al embarazo no deseado. Entre estas prácticas están considerados los intercambios eró-ticos y afectivos de todo tipo que no incluyan la penetración del pene en la vagina (coito). Estas prácticas son 100% seguras pues no existe la posibilidad de que se presente un embarazo. El sexo protegido son todos aquellos intercambios eróticos que sí incluyen la penetración del pene en la vagina con el uso de algún método anticonceptivo. La confiabilidad o la seguridad de cada método varia a partir de la efectividad del mismo y del cuidado que se tenga al hacer uso de él. En el cuadro anexo haremos referencia a estos métodos destacando las ventajas, las desventajas y sus características principales. Es importante recordar que cada método tiene consecuencias diferentes para cada mujer, esto quiere decir que aunque sepamos que a alguna compañera o vecina le funciona bien, no es sinónimo de que a otra le sirva. Para elegir el mejor método es necesario que personal de salud nos asesore, nos de información completa y de forma sencilla para que nos sea fácil entenderla, y final-mente decidamos con base en nuestro contexto familiar, nuestros valores y posibilidades el método que más nos convenga. Simultáneamente es necesario que todas las personas (esencialmente las mujeres ya que la mayor parte de los métodos están dirigidos a nosotras) aprendamos a conocer nuestro cuerpo, pues si bien es cierto que el personal de salud está obligado a proporcionarnos la información que solicitemos, es indispensable conocer nuestra propia anatomía y la fisiología de nuestro cuerpo, saber el nombre y el funcionamiento de nuestros órganos y conocer el color, olor o 2 sabor de nuestros fluidos para identificar cuando algo está cambiando y acudir al médico para saber si estos cambios son normales o debemos darle algún tratamiento. En síntesis, cuando hablamos de planificación familiar y la información correspondiente sobre anticonceptivos, requerimos además trabajar en un plan de vida que nos permita identificar el mejor momento para ser padres o madres, contar con información completa, des-mitificada y actualizada, no tener presión externa para elegir libre y responsablemente, además contar con las habilidades necesarias para expresar nuestra decisión y para hacerla valer. En este sentido no hay que olvidar que tenemos derecho a tomar decisiones sobre nuestra vida reproductiva y las demás personas tienen la obligación de respetar nuestra decisión, así como las instituciones de salud pública tienen la obligación de proporcionarnos toda la información que solicitemos. Este derecho está claramente estipulado en el 4º Artículo Constitucional, el cual indica que las personas tenemos derecho a elegir cuándo y con quién tener hijos. Información tomada del manual Intervención postaborto para adolescentes. Susana García Medrano- Colección de ideas La planificación familiar es una idea que se instaura en nuestro país en la década de los 70 y que refiere la posibilidad de las personas de elegir sobre el número de hijos que desea tener pensando en la calidad de vida que puede ofrecerles. Nadie tiene derecho de presionar a otra persona sobre su reproducción en ningún sentido. En México el 4º Artículo de la Constitución aclara la posibilidad que tenemos las personas de decidir sobre nuestra vida reproductiva. Los prestadores de servicios de salud tienen la obligación de proporcionar información a la población que lo demande sobre todos los métodos anticonceptivos existentes y deben hacerlo de forma respetuosa, completa, sencilla y las veces que sean necesarias para que la gente entienda y pueda elegir de manera responsable. Elaboración: Susana García Medrano 3