25/7/07 09:29 Página 4 La cera: material escultórico Al hablar de los materiales empleados por los escultores para realizar sus obras, pensamos en seguida en la madera, la piedra, el metal…, pero más difícilmente pensamos en la cera. Sin embargo, nos encontramos ante un material que ya ha sido utilizado desde antiguo en la escultura. Materia fácil de moldear y teñir, tanto en el mundo romano como en el medieval se utilizó para la realización de máscaras relacionadas con los ritos funerarios y, también, para hacer exvotos de carácter devocional. Utilizada igualmente para llevar a cabo los modelos de escultores y orfebres, fue a partir del siglo XVI cuando destacó como género específico en la realización de retratos, pequeñas figuras aisladas y escenificaciones más o menos complejas. Ciertamente, conocemos la existencia de estas obras más por referencias escritas que por piezas conservadas, a causa, sobre todo, de la fragilidad de la propia materia. La historiografía señala Italia como el lugar donde más altos vuelos tomó el denominado “arte de la cera”, siendo Florencia donde los “ceratoli” –artistas especializados en esta materia– practicaron dicho arte con gran maestría. Otras ciudades como Venecia, Génova o Nápoles también fueron centros de producción importantes. Busto de muchacha. Museo de Bellas Artes de Lille (Francia). La práctica de este arte llega a España a principios del siglo XVII a través de artistas españoles formados en los centros italianos, como en el caso de Juan de Revenga (Zaragoza, hacia 1614 – Madrid, 1684). Otros artistas, como el reputado Eugenio de Torices (Madrid, hacia 1625 – Madrid, 1709), parece que se formaron en la Península. Este material se aplicó, principalmente, en la realización de figuras aisladas y escenas religiosas y/o profanas colocadas en vitrinas o con cristal frontal. Estas obras, normalmente de pequeño tamaño, fueron destinadas a conventos, gabinetes o habitaciones de casas de familias nobles y/o acomodadas. Pequeños cuadros de cera también se incorporaron a los muebles, y se aplicaron principalmente a la decoración del frontal de cajones de arquetas. Otras lecturas, otras miradas MFM 1256 Las primeras noticias documentales que se tienen de obras realizadas en cera en España hacen referencia a pequeñas figuras del Niño Jesús. Se sabe que el famoso Niño de Praga, objeto de culto en las Carmelitas de Praga desde 1628, fue llevado de España a Chequia por María Maximiliana Manrique de Lara. También se menciona en el inventario del Palacio Real de Madrid de 1685, “una caja de un Niño de zera [sic] y vitrina delante”. En el testamento del escritor y dramaturgo Calderón de la Barca, de 1681, también se mencionan dos Niños de cera entre sus pertenencias. De la colección de escultura del museo, destaca esta delicada escultura en cera de un Niño Jesús dormido. Es una representación intimista del niño durmiendo plácidamente sobre un suelo de hierba cubierto con una sábana profusamente doblada. De la parte alta de la vitrina cuelga una guirnalda de fruta naturalista realizada, también, con cera policromada. La delicadeza del trabajo queda patente en la randa aplicada a la sábana, la cinta que cose la almohada y que se recoge en los ángulos en delicados lacitos, y las pequeñas rosas dejadas, como por azar, a uno y otro lado de la cama. Desconocemos el autor de esta fina obra, pero se ha atribuido a la escuela española, quizá andaluza, por el interés del tema en la escultura y la pintura barrocas de esa región, donde se sabe, por referencias documentales, que algunos escultores gozaron de gran prestigio en el arte de la cera. Destacan documentalmente los hermanos García, originarios de Granada y de quienes, por desgracia, no conocemos ninguna obra. Volviendo a la pieza que se expone en esta vitrina, se podría definir como una pequeña obra de alta calidad artística que evidencia el arte de un buen escultor que dominaba notablemente esta materia. Finalmente, cabe destacar que Frederic Marès consiguió reunir un interesante conjunto de esculturas de cera, piezas poco habituales en el mundo del coleccionismo. María Magdalena. Museo de la Platería de Florencia (Italia). Español MFM. La Cera