W I L L I A M W. W A L T E R I NFORMACIÓN ADICIONAL DEL S R. W ILLIAM W. W ALTER , DE LAS BASES , Y RESÚMENES DE LOS ESCRITOS Este documento informal es primariamente para los nuevos estudiantes de Escatología. Sin embargo, si se solicita, está también disponible para quien desee obtener información adicional después de haber leído “¿Qué es Escatología?” y “¿Qué es Escatología? —Suplemento—”. Estos dos escritos proporcionan información básica acerca de este estudio científico que sirve como fundamento para este documento. Aquí tenemos un doble propósito: ampliar un poco más la información de antecedentes proporcionada en el par de documentos mencionados, así como dar una descripción breve del motivo o de las ideas principales de cada una de las obras escritas por el Sr. William W. Walter. Estos resúmenes breves indican por qué cada libro o serie de folletos publicados por el Sr. Walter es de gran utilidad para todos los estudiantes de Escatología. Estos resúmenes pudieran ser útiles para quienes solamente deseen obtener información adicional acerca de este estudio científico, antes de decidir si ofrece lo que están buscando. (ver ref. en resúmenes). En el escrito básico “¿Qué es Escatología?”, que el mismo Sr. Walter preparó en la década de 1920 para responder a las preguntas que sobre ella le hacían, recomendó que la mejor forma de estudiar sus obras es leerlas en el orden en que él las había listado, al reverso de ese escrito. Había descubierto que proseguir en esta forma era la mejor en esa época, ya que la mayoría de las preguntas en ese entonces procedían de gente que buscaba mayor iluminación, pero que aún pertenecía a la iglesia de la Ciencia Cristiana o de aquellos quienes ya habían abandonado ese movimiento. Mencionó en ese documento original que había empezado a escribir una serie no-sectaria de folletos denominados Sentido Común, aun cuando solamente había publicado los primeros cuatro. Cuando terminó los primeros 20, se encontró que algunos de ellos (tal como se menciona en el “Suplemento” que se preparó del documento original de información) cumplían mejor el propósito de dar mayor penetración a las enseñanzas verdaderas de Escatología. Ya para entonces, la mayoría de la gente que preguntaba acerca de este estudio no era la que se había interesado por la Ciencia Cristiana o por las obras de Mary Baker Eddy. Después de haber leído primero algunos de estos folletos de la serie Sentido Común, pueden leerse desde un punto de vista no-sectario los libros tempraneros del Sr. Walter (que fueron escritos en forma de novelas), con el fin de discernir los puntos específicos que se discuten en ellos. Esto se aplica Escatología también a la serie de Platicas Francas, que es valiosísima, escrita originalmente para los Científicos Cristianos pero que por razones que se dan en el Resumen en este documento, es la serie de folletos que se utiliza para el Curso de Principiantes (el “Curso Preparatorio”) del Plan de enseñanza del Sr. Walter. Se enseñan, sin embargo sin darles ninguna connotación sectaria. La razón del Sr. Walter para escribir estos libros tempraneros en la forma que lo hizo, cuando todavía era miembro de la iglesia de la Ciencia Cristiana, se explica en parte en el “Suplemento” mencionado. Debemos añadir aquí que, cuando dejó la iglesia para presentar su entendimiento de una manera absolutamente directa, no-sectaria y sin velo, mantuvo esas obras tempraneras disponibles con el propósito principal de presentar ciertos conceptos, que se desarrollan y explican más ampliamente en los siguientes textos utilizados para los cursos progresivos en su Plan de Enseñanza. Si el nuevo estudiante de Escatología ha leído con cuidado los dos escritos básicos, así como éste, podrá ver claramente por qué el Sr. Walter nunca quiso que se le solicite a nadie leer o estudiar sus obras. Lo anterior es importante que lo entienda todo nuevo estudiante, porque algunas veces el entusiasmo de quienes inician este estudio, hace que intenten interesar a otros y enseguida intenten también dar respuestas a muchas preguntas, que realmente no se pueden responder científicamente hasta que los conceptos básicos se hayan explicado cuidadosa y correctamente. Puesto que el nuevo estudiante tiene tan sólo un sentido de principiante, puede, involuntariamente, dar a quien pregunta un concepto erróneo acerca de lo que enseña exactamente el Sr. Walter. Si enseguida ese amigo intenta utilizar lo que el estudiante parece haber comunicado por sus respuestas, frecuentemente los resultados no son los esperados y traen desilusión, y en algunas ocasiones hasta son penosos. La forma más sabia en que puede responder cualquier estudiante a las preguntas de sus amigos, es de hacerlo en forma más sencilla posible (la forma en que se debe hacer se le explicará su maestro), y después recomendar a su amigo la lectura de los documentos antes mencionados, Si el amigo todavía está interesado, puede solicitar la información adicional que se menciona allí. Por supuesto, no hay ninguna razón para que el estudiante no pueda comentarle a sus amigos acerca del beneficio que está obteniendo por su propio estudio, cuando responde a sus preguntas. Sin embargo, debe entenderse que las “conversaciones de discusión” acerca de un estudio científico nunca servirán para mejor beneficiar a su amigo, así como discutir acerca de las matemáticas no le sirve de nada a quien no sabe nada de aritmética. Será mucho mejor para ese amigo las propias 1 W I L L I A M W. W A L T E R explicaciones del Sr. Walter, y considerarlas tranquilamente, en su propio pensamiento. Entonces puede decidir si quiere saber más acerca de estos conceptos por medio de leer otras obras del Sr. Walter, o por iniciar el estudio actual de Escatología. En cualquiera de los casos, la información que obtenga será presentada tanto ordenada como científicamente; si su decisión es iniciar su estudio, su progreso será de manera gradual, paso a paso, que es necesario en cualquier tipo de trabajo en verdad científico. La información de antecedentes que sigue será útil para la lectura de los resúmenes que se ofrecen posteriormente en este documento. Cuando William Walter inició su estudio del libro de texto de la Sra. Eddy: “Ciencia y Salud”, en 1905, utilizó la edición más reciente que estaba disponible. No sabía entonces que ella había velado progresivamente su texto original, publicado en 1875, por medio de numerosas revisiones en varias ediciones subsecuentes de este libro de texto. La práctica de la iglesia era que solamente la última edición debía ser usada por sus miembros, o vendida a quien se interesará en la Ciencia Cristiana. Como se explicó en el “Suplemento”, cuando el Sr. Walter recuperó la salud por medio de un estudio cuidadoso de la Biblia y del libro de texto de la Sra. Eddy, ingresó a la iglesia de la Ciencia Cristiana con la esperanza de descubrir, exactamente, el “qué, cómo y porqué” del sanar mental. El “Suplemento” presenta también las respuestas que recibió a sus múltiples preguntas, y por qué tuvo que buscar las respuestas, tanto por su propio estudio, investigación y análisis, razonados cuidadosamente, como por comprobar cada penetración más profunda obtenida por este esfuerzo persistente. Todo esto se hizo en forma continua. A medida que empezó a encontrar las respuestas que buscaba tan encarecidamente, eran conflictivas con respecto a su sentido religioso muy arraigado de que “un poder más elevado gobernaba el destino de la humanidad” y sostuvo una lucha mental dentro de sí mismo. Había logrado muchas cosas basándose en las enseñanzas de la Sra. Eddy, de que este poder era la “Mente Divina” o un “Principio” y había abandonado su sentido anterior de ello como un “Dios Personal”. Pero como su raciocinio le indicaba que un “principio” sería inmutable en cuanto a la manera en que operaba, tenía que descubrir por qué sus “oraciones” (llamadas “tratamiento silencioso”), y las oraciones de los otros “practicantes” de la iglesia, eran más efectivas que las de sus “pacientes”. Por cierto, una de las cosas que más le confundía, después de haber ingresado a la iglesia, era que tantos miembros se atenían a los pocos individuos quienes estaban clasificados Escatología como “sanadores” o “practicantes”. Podía entender fácilmente el beneficio que esta ayuda podía proporcionar a quien empezaba a estudiar el libro de texto de la Sra. Eddy, pero no entendía por qué tantos estudiantes que habían estudiado por mucho tiempo dependieran todavía de los “tratamientos” de su practicante. Él había logrado ayudar con éxito a aquellos que habían acudido a él para sanarse, a volverse más y más autosuficientes para ayudarse a sí mismos, por medio de sus explicaciones razonadas de cómo cambiar su propio pensamiento, para poder obtener el resultado deseado. Cuando William Walter, finalmente encontró las únicas respuestas que realmente dejaron satisfechas sus incógnitas más profundas, y habló acerca de ellas con los miembros más respetados de su propia iglesia, le dijeron repetidamente que estaba equivocado. Esto prolongó su conflicto anterior y tuvo un período de forcejeo mental tremendo, pero a pesar de ello persistió en poner a prueba sus respuestas y comprobó finalmente lo correcto de su razonamiento deductivo. Para cuando obtuvo su propio entendimiento fundamental, ya añoraba encontrar alguna verificación de ello en los escritos de la Sra. Eddy, ya que había sido el trabajo de ello lo que le había abierto el camino, no tan sólo para continuar viviendo, sino también para tener la vida productiva que estaba disfrutando. Se le ocurrió que tal vez le resultará útil rastrear en las numerosas revisiones que se habían llevado a cabo en las ediciones anteriores. Las primeras ediciones de “Ciencia y Salud” eran ya extremadamente raras y sumamente difícil encontrarlas. Cuando finalmente obtuvo una de las mil copias de la primera edición, encontró amplias verificaciones de sus propias deducciones del significado actual de la Sra. Eddy. Se dio cuenta de que el estilo de escribir de la Sra. Eddy era muy inspirado y en ocasiones poético, por lo cual oscurecía en cierto grado la cantidad de afirmaciones muy sucintas que ella hacía en esa primera edición de su libro de texto. Pudo ver por qué el sentido religioso anterior de la mayoría de sus primeros seguidores había atraído como consecuencia pasar por alto el significado de esas afirmaciones en particular, muy directas y francas de la Sra. Eddy. También se percató que en la 3ª edición de su obra ella había empezado a velar ligeramente algunas de esas afirmaciones claras y que este velo aumentó en las ediciones subsecuentes que se llevaron a cabo a medida que pasaron los años, aun cuando en la 14ª ella pensó que el significado todavía se podía obtener si se analizaba cuidadosamente. Sin embargo, en revisiones posteriores, estas mismas afirmaciones habían sido parafraseadas tanto que ya trasmitían solamente un sentido religioso. 2 W I L L I A M W. W A L T E R En ese momento, el Sr. Walter tuvo que resolver una nueva pregunta: ¿Ella había hecho eso porque descubrió posteriormente que había estado equivocada en su primera presentación o había sido porque deseaba ayudar a mayor número de gente en su búsqueda de buena salud y una vida mejor, por imbuir más un sentido religioso, mientras todavía llamaba su trabajo una ciencia? Para encontrar la respuesta, releyó cuidadosamente todos los demás escritos o libros publicados por ella. También buscó en las numerosas copias anteriores del “Christian Science Journal” que ella había establecido, por medio del cual se comunicaba con frecuencia con sus seguidores de las varias iglesias u otras organizaciones que había establecido. En un libro en que se repasaba a cierto grado la vida de la Sra. Eddy, y comentaba acerca de su descubrimiento y esfuerzos posteriores, encontró en poco tiempo la respuesta. Notó que este libro se había publicado en 1891, poco después de que en 1890 ella había editado su libro de texto con una revisión muy importante. En su revisión de 1891, llamó a la primera edición de Ciencia y Salud, “El Volumen Precioso”, y manifestó que contenía “las afirmaciones completas de la Ciencia Cristiana”. Añadía que “cuando se imprimió por primera vez, la crítica disfrutó comentando: Este libro es en verdad completamente original, pero jamás se va a leer”. El Sr. Walter en ese momento quedó satisfecho en cuanto a que ella no había cambiado su texto original porque hubiera descubierto algún error en su concepto básico, sino lo cambió por su deseo profundo de llagar a todos los individuos que pudieran obtener beneficio y mayor paz mental de sus enseñanzas. Puesto que en ese entonces el deseo del Sr. Walter era compartir tan sólo con sus compañeros de la Ciencia Cristiana, su sentido profundo del libro de texto de la Sra. Eddy, continuó revisando cuidadosamente todos sus escritos, puesto que deseaba entender más plenamente las razones de las varias acciones que ella había llevado a cabo con respecto a su iglesia, y en otros aspectos de su trabajo. El Sr. Walter había aprendido que sus asociados en la iglesia escuchaban lo que les decía solamente cuando citaba alguna afirmación de la Sra. Eddy, como verificación. La llamaban su “Líder” y cariñosamente la denominaban “Madre”. Él, incluso, encontró el propio comentario de ella de que cuando este último título se le había dado, había intentado evitarlo; sin embargo, puesto que “se propagó como fuego” entre sus seguidores, ella misma posteriormente lo usó en alguna de sus comunicaciones con los miembros de su iglesia. Debido al crédito sincero que el Sr. Walter siempre le dio al trabajo explorador de la Sra. Eddy, y debido que en sus Escatología propios escritos hace frecuentemente referencia a las afirmaciones de ella, resulta útil para los nuevos estudiantes conocer un poco más de Mary Baker Eddy y de su notable esfuerzo y valor. Este repaso ahorrará mucho tiempo y trabajo a quienes piensen que deben investigar sus escritos por sí mismos; les llevaría años de estudio y sólo duplicaría el trabajo que tan cuidadosamente y honestamente hizo el Sr. Walter. Al él le costó un gran esfuerzo obtener el verdadero significado científico subyacente a la redacción “victoriana” de la Sra. Eddy, un estilo de escribir usado comúnmente en su época, inclusive en muchos periódicos y revistas. Así como las frecuentes referencias que ella hace de los antiguos pero ahora “clásicos” escritores, y otros de su época que en el presente son casi desconocidos; todo lo cual contribuye a oscurecer aún más su mensaje. Esta sección también puede servir a aquellos lectores que conozcan poco o nada de la Sra. Eddy, o de la Ciencia Cristiana. Esperamos que aquellos que han sido seguidores de esta notable y valerosa mujer, consideren este breve repaso completamente justo. Está basada totalmente en los propios escritos publicados por ella. M ARY B AKER E DDY Mary Baker Eddy nació en 1821, en un pequeño pueblo cerca de Concord, N.H. Publicó su primera obra acerca de la Ciencia Cristiana usando el nombre Mary Baker Glover, el apellido de su primer marido. Después de su matrimonio en 1877 con el Dr. A. G. Eddy (un médico), quien fue uno de sus primeros estudiantes, usó su apellido y es conocida mejor como Mary Baker Eddy. De pequeña la consideraban “frágil” y sólo pudo asistir a las escuelas regulares periódicamente. Sin embargo, recibió una buena instrucción en su hogar, especialmente de un hermano mayor que se convirtió en un distinguido abogado después de haberse graduado en Dartmouth. Estaba muy familiarizada con la literatura clásica, y más tarde dijo que sus estudios favoritos habían sido “Filosofía Natural, Lógica y Ciencia Moral”. También recibió lecciones de hebreo, griego y latín. Además de esos estudios, le dedicó una gran atención a la Biblia a lo largo de su niñez. Era una idealista, y su estudio la convenció desde muy temprana edad de la “bondad de Dios”. A los 12 años de edad, educada para ingresar a la iglesia a la que asistían sus padres, se rehusó a aceptar su doctrina de “castigo interminable para los incrédulos” o la convicción del clérigo en la “predestinación”. Defendió tan bien su concepto de Dios, aun cuando “con lagrimas”, se le permitió ser miembro sin aprobar esas doctrinas. 3 W I L L I A M W. W A L T E R En su propio resumen de su vida y esfuerzos (en 1891), la Sra. Eddy dice que desde la niñez la había impulsado un “deseo de algo más elevado y mejor que la materia, y dejándola a un lado, buscar diligentemente el conocimiento de Dios como el único gran alivio de angustia humana siempre presente”. Indudablemente las situaciones y penas difíciles que experimentó en la edad adulta aumentaron este deseo. Frecuentes enfermedades la hicieron investigar en el lado físico, por lo que examinó los méritos de los muchos distintos tipos de conceptos médicos que prevalecían por los años 1880. Dijo que se fastidió de la “suposición científica” como se le ha llamado con propiedad. Su investigación apoyó su “conclusión final de que la creencia mortal, en lugar de las drogas, gobernaba la acción de la medicina material”. Manifestó que durante 20 años, hasta 1866, había intentado “rastrear todos los efectos físicos a una causa mental”, y que después de que había experimentado una lesión que los médicos habían dicho era incurable, y probablemente fatal, retornó a su Biblia. Dice que mientras la leía, “la Verdad sanadora empezó a penetrar mi sentido”. Su “recuperación inmediata” fue “la caída de la manzana que me llevó al descubrimiento de cómo estar bien yo, y hacer que otros lo estuvieran también”. Entonces dedicó 3 años a “estudiar mi misión, investigar las Sagradas Escrituras, descubrir la Ciencia de la Mente… La Biblia fue mi libro de texto”. A fines de 1866, “logré la certeza científica de que toda causación era la Mente, y todo efecto un fenómeno mental”. La Biblia “dio respuesta a mis preguntas acerca de cómo había sido sanada; pero las Sagradas Escrituras tenían para mí un nuevo significado, una nueva lengua. Apareció su significado espiritual; y conocí por primera vez, en su significado espiritual, la enseñanza y demostración de Jesús y el Principio y Ley de la ciencia Espiritual y el sanar metafísico en una palabra, la Ciencia Cristiana”. Continuaba: “La llamé Cristiana, porque es misericordiosa, útil y espiritual”. Su elección puede comprenderse más claramente por recordar una afirmación que se encuentra en otros de sus escritos. Ahí definió la palabra “Cristo” como la “idea de la Verdad”, y dijo que “Jesús es el nombre de un hombre nacido en una provincia remota de Judea, por lo tanto Jesús el Cristo era un título honorario; significaba «un buen hombre»“. Añade que este “epíteto” era más que merecido por su gran bondad y obras maravillosas. En su resumen —en cuanto a su “misión”— señala: “El motivo de mis primeros trabajos nunca ha cambiado”. Era de Escatología “remediar los sufrimientos de la humanidad por un sistema sanitario que incluyera toda reforma moral y religiosa”. En 1870 registró su primer trabajo acerca del “Sanar mental, espiritual, y científico”, titulado “La Ciencia del Hombre”. Afirmó sin embargo, que “era tan nuevo… las bases que sustentaba para la salud física y moral eran tan desesperadamente originales, y los hombres estaban tan poco familiarizados con el tema que no me aventuré a publicarlo hasta después”. Se imprimió en 1876, como un folleto de 24 páginas. Fue escrito bastante más conciso cuando lo convirtió después, como ella dice, con el fin de usarlo como un capítulo adicional de una nueva edición revisada en 1875 de su texto original de Ciencia y Salud. En 1867 empezó a enseñar a sus primeros estudiantes “El sanar Mental” de la Ciencia Cristiana. Durante los siguientes cuatro años, también curo, predicó y enseñó de una manera general. Para sus verdaderos estudiantes copió a manuscrito cuidadosamente “La Ciencia del Hombre” para que lo estudiaran. La mayor parte de su sanar lo hacía silenciosamente, con solamente algunas afirmaciones tranquilizadoras, y sus éxitos suscitaron una gran oposición tanto de lo clérigos como de los médicos. Conforme se comentaba más y más ampliamente su trabajo de sanar, Mary Baker Eddy tuvo ocasión de conocer anticipadamente el ridículo y la oposición que posteriormente tendría que confrontar. Cuando publicó la primera edición de Ciencia y Salud, en 1875, se enfrentó a una avalancha de oposición y se volvió el blanco de muchas burlas. Periódicos y revistas publicaban muchísimos artículos de denuncia y ridículo. Su carácter fue difamado indecorosamente, se reportaron falsamente sus antecedentes, escribieron muchas cosas poco bondadosas que no eran la verdad, no sólo acerca de ella, sino también acerca de sus seguidores y de los pocos individuos que intentaron defenderla, a ella y al mérito de sus conceptos. Los líderes religiosos de esa época se opusieron fuertemente a su enseñanza de que la Mente es la Causa o Dios; su enseñanza de que toda enfermedad es de origen mental y no físico, despertaron la misma enconada oposición de los integrantes de la profesión médica. Su concepto de que toda discordia era el resultado del pensar equivocado, al que también denominó “pensamiento malvado” ofendió prácticamente a todo el mundo! Se hicieron insinuaciones de iniciar acción legal en su contra si se diera el caso de que algunos de sus trabajos de sanar resultaran perjudiciales para cualquier individuo. A pesar de todo esto, persistió en sanar y enseñar y su movimiento creció. En Boston, durante 1876, ella y seis de sus estudiantes formaron la primera “Asociación de la 4 W I L L I A M W. W A L T E R Ciencia Cristiana”. En 1879, esta Asociación votó a favor de organizar una iglesia y se obtuvo la cédula para la “Iglesia Científica de Cristo”. Este acto indica un cambio en el propósito original de la Sra. Eddy. En su primera edición de Ciencia y Salud, en 1875, había afirmado: “Jesús no rendía homenaje a diplomas ni a las formas de veneración de iglesia”, así como: “No tenemos necesidad de credos ni de organización de iglesia para sostener una plataforma demostrable que se define a sí misma, en sanar a los enfermos y echar fuera el error”. Para 1879, su movimiento todavía seguía siendo blanco de ataques; tal vez ella pensó que sería parte de la sabiduría, proteger bajo las leyes que garantizan la libertad de culto, o tal vez sintió que por establecer una iglesia, su trabajo atraería y beneficiaría a mayor número de gente. Manteniéndose alerta de los cambios en las leyes estatales que se aplican en cuanto a establecer cualquier colegio superior, la Sra. Eddy obtuvo la cédula para “El Colegio Superior de Metafísica en Massachusetts”, en 1881. Esta cédula se otorgó “con fines médicos, para impartir instrucción en los métodos científicos del sanar mental sobre una base netamente práctica, para impartir un entendimiento completo de la metafísica, con el fin de restaurar la salud, la esperanza y la armonía al hombre”. Sin embargo, en 1889, la Junta Directiva cerró el colegio por propia recomendación de la Sra. Eddy, ya que ella indicó entonces su deseo de retirarse de la enseñanza activa. Había permitido tan sólo que otros tres individuos le ayudaran a impartir los tres cursos que se ofrecían en el colegio. Su razón para solicitar esta clausura fue que “había prosperado tanto” que recibían más solicitudes de las que se podían aceptar, y que todos solicitaban que fuera ella quien les enseñará; también que no conocía a nadie más quien “pudiera sostener este instituto, con todo lo que se requería para su propósito vital: el establecer el genuino (subrayado por ella) sanar de la Ciencia Cristiana”. Sin embargo se retuvo la cédula, y entonces una “Junta de Educación” manejó algunos de sus cursos. En ese mismo periodo, ella indicó que debido a su trabajo en el colegio, no le había sido posible estar “en el púlpito todos los domingos” con su iglesia, y que no había encontrado ningún estudiante capaz de mantener en ella la “prosperidad y felicidad”. Por lo que recomendó la desorganización de la iglesia, y de las “asociaciones”; pero después de que esto se había logrado en forma general, dejó a sus seguidores reorganizarse. En la revisión de su libro de 1891, sus comentarios acerca de este período son interesantes. Dice: “A pesar de la prosperidad de mi iglesia, se aprendió que la organización Escatología material tiene su beneficio y sus riesgos... Cuando esta forma material de cohesión y compañerismo ha logrado su finalidad, el continuar la organización retrasa el crecimiento espiritual y debe quitarse de encima”. Sin embargo, añade: “veo claramente que los estudiantes en la Ciencia Cristiana deben, en el presente, continuar organizando iglesias, escuelas y asociaciones para fomentar y desarrollar la Verdad, y que mi necesidad no es necesariamente la de ellos”. Cuando el colegio se cerró, la Sra. Eddy se fue de Boston para radicar en una propiedad muy grande cerca de Concord, N.H. a la que llamó: “Pleasent View”. En otros escritos, comentó que deseaba buscar “en soledad y silencio un entendimiento más elevado de la unidad científica absoluta que tiene que existir entre la enseñanza y la letra de la Cristiandad, y el espíritu de la Cristiandad”. Cuándo se le preguntó cuándo volvería a enseñar alguna clase, respondió: “No hasta que las mentes se vuelvan mentes menos mundanas… y hayan sacado provecho de la palabra escrita según su capacidad del presente, estarán preparadas para la palabra hablada hoy día. Mis alumnos pueden decir a los demás lo que saben, y guiarlos lentamente hacia el puerto”. Las demandas imperativas, acumulativas, dulces, descansan en mi retiro del bullicio de la vida. En esa misma comunicación afirmó también “Ha llegado la hora de que los Científicos Cristianos hagan su propio trabajo; aprecien los signos de los tiempos; demostrar auto conocimiento y auto gobierno; y demostrar conforme exige este período...”. Después añade: “Apenas la mitad, comparado con la totalidad de las Sagradas Escrituras y el libro de texto de la ciencia Cristiana, se ha asimilado espiritualmente por los más fieles buscadores...”. Cuando la revisión mayor de 1890 de Ciencia y Salud, se imprimió, dijo que había cumplido uno de sus propósitos que le permitiría buscar mayor “soledad”. En la revisión que hizo de su trabajo en 1891, ya mencionada anteriormente, hizo la siguiente afirmación general acerca de su libro de texto: “Quien aprenda la letra de este libro, tiene que obtener también su significado espiritual, para poder demostrar la Ciencia Cristiana”. Más adelante en esta revisión dijo: “La posteridad tendrá derecho a exigir que la Ciencia Cristiana sea afirmada y demostrada en su piedad y grandeza y por muy poco que se enseñe o aprenda, ese poco debe ser correcto. Que haya leche para los infantes, pero que la leche no se adultere. A menos que se siga este método, el sanar de la Ciencia Cristiana se volverá a perder, y aumentará el sufrimiento humano”. La Sra. Eddy animó a sus estudiantes de Boston a construir su propia iglesia cuando aumentó su número, al punto en que 5 W I L L I A M W. W A L T E R el lugar que se usaba anteriormente ya no era suficiente. En un terreno donado por la propia Sra. Eddy, en Boston, se edificó una iglesia con un costo de $250,000 dólares, y en enero de 1895 fue consagrada como la “Primera Iglesia: Científica Cristiana”, (llamada “La Madre Iglesia”). El evento lo cubrieron periódicos de todo el país. La iglesia fue elogiada como “un edificio magnífico” y se rindió tributo a la Sra. Eddy llamándola “mujer extraordinaria”. El punto que más se enfatizó, sin embargo, fue el asombro de que esta iglesia había sido totalmente pagada para cuando se terminó. Todos los artículos revelaban respeto y tolerancia crecientes hacia el movimiento de la Ciencia Cristiana. Un periódico comentó: “qué lástima que algunos de nuestros amigos cristianos prácticos no tengan una fe que se aproxime a la de estos Científicos Cristianos «poco prácticos»“. En 1906 se añadió a esta “Madre Iglesia” una ampliación que costo $2,000,000 de dólares. Los periódicos de todo el país informaron de su “insuperable belleza”, pero nuevamente le concedieron mayor importancia al hecho de que el importe de la ampliación había sido pagado totalmente para cuando finalizó su construcción. Muchos periódicos añadieron comentarios acerca de la “intolerancia superior al promedio” y “la apariencia buena, próspera y alegre” de los cerca de 50,000 asistentes a esta ceremonia, provenientes de muchas partes del mundo, así como de todo Estados Unidos. Algunos comentaron que en comparación con “el número insignificante de más o menos 4000 adeptos en 1890, el crecimiento desde entonces de esta iglesia había sido «fenomenal»“. Se puede representar la opinión que se tenía de la Sra. Eddy por el siguiente extracto de un periódico: “No es necesario aceptar las doctrinas de la Sra. Eddy para reconocer el hecho de que esta mujer maravillosa es un poder mundial… está manifestado claramente”. Todo esto fue un contraste completo comparado con el abuso al que se le había sometido, tan sólo treinta años antes. Mary Baker Eddy no asistió a ninguna de estas dedicaciones pero envió mensajes para que se leyeran en su nombre. En le envió para la dedicación de 1906, advirtió: “El orgullo de lugar o poder es el príncipe de este mundo que no ha tenido nada en Cristo”… y posteriormente, en ese mismo mensaje, llamó a esta iglesia “un monumento mental… que da a la materia significado espiritual —la rapidez, belleza y logros de la bondad”. En 1895, la Sra. Eddy había, como ella dijo: “reconstruido mi sistema original de ministerio y gobierno de la iglesia”. Ese año había “decretado” que el único pastor de cualquiera de las iglesias de la Ciencia Cristiana debía ser “la Biblia y Ciencia y Salud con clave a las Sagradas Escrituras”. Escatología Deberían leerlos, alternadamente, los que llamó “Primer y segundo lector”. Estos lectores debían ser un hombre y una mujer, electos periódicamente por los miembros de cada iglesia. También dio instrucciones precisas para todo el servicio. De esta forma cada iglesia tendría un “pastor doble e impersonal”, sin que nadie asumiera el papel de “líder” en ninguna iglesia. Fue más o menos en este tiempo cuando los seguidores de Mary Baker Eddy empezaron a llamarla “Madre” afectuosamente (como ya se mencionó). En 1903, ella dijo que “debido al mal entendimiento que tenía el público del nombre”, se debería abandonar, y sustituirse por el término “líder” que se usaba en las publicaciones periódicas de la Ciencia Cristiana. También se le llamó “Pastor Emérito” de la Madre Iglesia. Para cerrar esta breve penetración dentro del carácter y trabajo de Mary Baker Eddy, los siguientes comentarios pueden resultar muy apropiados. En el prefacio de otro volumen pequeño publicado en 1895, dijo: “Dentro de tres cuartos de siglo, cuando los niños de ahora sean los mayores del Siglo XX, será interesante no tan sólo tener un registro de la inclinación dada a sus propios pensamientos durante la segunda mitad del Siglo XIX… será instructivo voltear el telescopio de esa época avanzada… hacia los primeros pasos de la Ciencia Cristiana… para estudiar los hechos que rodean la cuna de esta gran veracidad… y examinar adicionalmente las facciones distintivas del inmenso problema de la vida eterna, tal como se expresan en el poder absoluto de la Verdad y del deleite actual de la existencia del hombre en la Ciencia”. En 1879, dijo: “Pocos creen que la Ciencia Cristiana contenga infinitamente más de lo que ha sido demostrado, o que la altura de sus proporciones más altas aun no se haya alcanzado”. Sin embargo, como en el caso del propio Sr. Walter, el valeroso trabajo explorador de la Sra. Eddy había logrado por lo menos algo de lo que ella esperaba lograr… “remediar los sufrimientos de la humanidad”. Esto se comprobó por el gran número de gente que recurrió a la Ciencia Cristiana como “último recurso” —al haber sido “desahuciados” por los profesionales de la medicina— y recobraron la salud; la mayoría de ellos, además, mejoraron también en otros aspectos de su vida diaria. W ILLIAM W. W ALTER De esta información acerca de la Sra. Eddy, se puede ver que el conocimiento cabal que tenía el Sr. Walter de todas su obras y comentarios publicados, contribuyó a decidir que era justo y absolutamente honesto que él dejará la iglesia de la Ciencia Cristiana, y empezará a desarrollar su propio Plan de Enseñanza sistemático. Por medio de esto podía presentar, en 6 W I L L I A M W. W A L T E R una forma práctica y completa, paso a paso, el entendimiento que había ganado en sus años de estudio, práctica y análisis razonados profundamente. Encontró suficientes razones para seguir su propia inclinación de hacerlo calladamente, sin publicidad, y solamente como un guía. Deseaba evitar cualquier posibilidad de ser considerado “líder” con muchos “seguidores”. Entendió por qué la Sra. Eddy había encontrado que era difícil desarrollar muchos maestros bien calificados, y había tenido que recurrir al uso doble tanto de la Biblia como de Ciencia y Salud (con su “Clave a las Sagradas Escrituras” que le había agregado en 1883) como el “único pastor” de todas las iglesias de la Ciencia Cristiana. En algunos aspectos, la vida tempranera del Sr. Walter fue similar a la de Mary Baker Eddy. Nació en un pequeño poblado de Illinois, en 1869, y creció en una época de muchas controversias importantes. En la última parte del Siglo XIX, al terminar la Guerra Civil, se encontró que era necesario muchos cambios y ajustes sociales y económicos, no sólo en el sur, sino también en el norte del país. Algunos de los que habían proclamado su puntos de vista de igualdad, encontraron que era difícil vivir de acuerdo con ellos, con el flujo de esclavos liberados que llegó buscando empleo. La industria y tecnología crecían rápidamente, aguijoneados por nuevos inventos y métodos para aumentar la producción pero con ello llegó una intranquilidad creciente en el movimiento obrero que estaba creciendo. Las mujeres empezaron a unirse en una campaña por su “derecho al voto”. Además de todo esto, el final del Siglo XIX fue un período de gran corrupción política, que sometió a duras pruebas muchos de los valores anteriores. Se asesinó a un segundo presidente, y al terminar el siglo, los Estados Unidos estaban de nuevo en guerra. La publicación de Darwin del “Origen de las Especies”, en 1859, con su concepto de la evolución, había estremecido a la comunidad religiosa, y seguiría sacudiéndola durante décadas de discusión. Inclusive los científicos de esa época no estaban tan dispuestos a aceptar alumnos de los hallazgos de Darwin. Luego, cuando la tormenta de publicidad difamatoria se lanzó contra Mary Baker Eddy y conspiraba expresándose ampliamente la oposición a sus conceptos, estimuló adicionalmente muchas más discusiones entre amigos y “adversarios potenciales”. Esta época, era sin duda, de mucha controversia. Aunque Walter aún era niño cuando sucedió casi todo esto, el haber escuchado tantas discusiones acera de tal cantidad de cosas, sirvió para desarrollar en él una mente muy inquisitiva. Era un niño alerta, que leía mucho, con un interés en particular, aun entonces, en los nuevos descubrimientos científicos. Escatología Estaba bien adoctrinado en cuanto a la fe católica, a la que sus padres pertenecían, pero aún siendo niño le hacía preguntas a su madre referente a ciertas cosas que escuchaba, en la iglesia, acerca del “cielo”. Por supuesto, recibía las respuestas acostumbradas de esa época, tales como: “Todas las cosas son posibles para Dios”, y que tan sólo debería tener fe, orar todos los días o intentar ser bueno. Tuvo que aceptar esto cuando niño, pero empezó a rebelarse contra ciertas doctrinas religiosas a medida que creció a la juventud. Dejó de limitarse a sí mismo por asistir a la iglesia católica, y visitó otras denominaciones de la fe cristiana. Aun cuando no estaba preparado para abandonar su creencia en un Dios personal, consideró que lo que escuchaba en las distintas iglesias era demasiado místico para que su sentido común y estado de ánimo práctico lo aceptara totalmente. Fue un buen estudiante, y antes de cumplir los 17 años ya había terminado la instrucción elemental regular, además de un curso especializado en negocios. Años más tarde se dio cuenta de cuánto había buscado, a lo largo de su infancia, obtener mayor conocimientos que pudieran satisfacer verdaderamente su anhelo de entender cuanto pudiera. Cierta vez, entre risas, comentó con sus estudiantes que había sido uno de esos niños que inquietaban a sus padres; cualquier cosa que le dieran, que tuviera partes mecánicas movibles, lo había desarmado para ver “cómo trabajaba”. Sin embargo, como pronto aprendió a volver a armarlos para que pudieran seguir funcionando, gradualmente dejaron de preocuparse sus padres de que dañaría las cosas. Dejó su casa a los 17 años, pero apenas había iniciado su carrera mercantil, en Aurora, Illinois (una ciudad pequeña cerca de Chicago), le pidieron que regresara para ayudar en una emergencia. Como tenía que encontrar trabajo en su pueblo natal, donde no había empleos disponibles, usó sus escasos ahorros para comprar la barbería que estaba en venta. Tuvo que aprender por sí mismo a ser barbero, y lo logró haciendo primero el trabajo gratis. Después de tener que enviar a algunos de sus amigos a Chicago para “reparaciones”, finalmente aprendió de sus errores, y se volvió diestro en ese trabajo. Aun entonces ya tenía bien desarrollada la cualidad que denominaba: “aferrarse a… y no soltarlo”. Cuando se resolvió el problema familiar, regresó a su empleo anterior en Aurora. A los 21 años ya estaba en condiciones de casarse con Barbara Stenger, la chica que había sido su novia desde la primera vez que residió ahí, a los 17 años. Fue un buen matrimonio y ella lo animó en todos sus esfuerzos. Sin embargo, su felicidad se frustró cuando su primer y único hijo se enfermó gravemente a la edad de 2 años. El médico casi perdió la esperanza de que el pequeño viviría, 7 W I L L I A M W. W A L T E R pero logró salvarlo. Sin embargo, la enfermedad dejó al niño impedido en parte, y a pesar de que los Walter consultaron a los mejores médicos, incluso en lugares alejados como Nueva York, no encontraron forma de mejorar la condición del niño. Éste tenía 14 años cuando el Sr. Walter empezó a estudiar la Ciencia Cristiana. A pesar de su inquietud durante esos primeros años por la condición de su hijo, Walter mantuvo un buen estado de ánimo, y en el trabajo alcanzó una posición de responsabilidad más o menos a la edad de 27 años. Era comprador de una gran tienda de departamentos, y era muy respetado por quienes lo llegaron a conocer desempeñando esta función. Aun cuando el trabajo de relaciones con los empleados o clientes no era parte de su trabajo, con frecuencia se le pedía que resolviera disputas entre los demás trabajadores, o quejas de los clientes contra la compañía. Su don de ser tan razonable servía para mostrar a ambas partes el punto de vista de la otra, y esto desarrolló adicionalmente su habilidad de mostrar ideas a otra gente. En su tiempo libre disfrutaba leyendo extensivamente, y de esta forma continuó educándose a sí mismo. Su otra diversión predilecta era la pesca. Decía que eso se debía a que le daba mucho tiempo para sentarse y pensar, mientras esperaba que los peces mordieran. Sin embargo, durante ese período también emprendió varios proyectos que dijo que no le salieron bien; estos contratiempos, junto con las continuas dificultades relacionadas con la condición de su hijo, hicieron que se sintiera como “el individuo más afortunado que jamás había vivido”. Este sentido aumentó en gran medida cuando, cerca de los 30 años, le dijeron que tenía tuberculosis. Esta enfermedad era llamada desde tiempo atrás “la plaga blanca”, ya que durante muchos años varios grupos de médicos habían pensado repetidamente que se había descubierto como se curaba, para descubrir a la vuelta más o menos de un año que estaban equivocados. No obstante, como explicó en “¿Qué es Escatología? —Suplemento—”, Walter decidió que lucharía por recobrar la salud y continuó haciéndolo incluso después de que le aseguraron que su caso era indudablemente fatal. En el “Suplemento” se explicó cómo fue que Walter durante siete años buscó una forma que le permitiera cuando menos vivir, pero con un gran deseo de lograr todavía más que eso: de reobtener la salud normal. Cómo fue que penetró por primera vez en los principios científicos de la Vida, y después los entendió realmente (también se explicó en parte). Puesto que había tenido mucho éxito en ayudar a otros individuos desde casi el principio de su estudio, por darles sus explicaciones muy bien razonadas de las enseñanzas de Escatología la Sra. Eddy, entre 1907 y 1910 escribió tres novelas, principalmente para compartir este método razonador de iluminación con sus compañeros de la Ciencia Cristiana. Encontró que esas historias servían también para introducir los conceptos de la Sra. Eddy de una manera gradual, a los que no estaban dentro de la iglesia, pero que buscaban ayuda para resolver muchos problemas, particularmente los que se relacionaban con la salud. El razonamiento que el Sr. Walter presentaba en esas historias le dio a muchos la esperanza de que se podían beneficiar por lograr un cambio en su propio pensamiento y actitud. En 1910, Walter publicó “El Camino de Cristo”, en el que presentó las leyes de causación mental, y discutió las falacias de las tradiciones religiosas y médicas, así como otros conceptos materiales de la vida. Escribió este libro en una forma no sectaria, y desde un punto de vista de sentido común, con explicaciones muy bien razonadas acerca de todo lo que presentaba. Aun cuando no mencionó el nombre de la Sra. Eddy, le dio crédito por todos los conceptos fundamentales que presentó, ya que dijo: “Una mujer redescubrió el camino de Cristo”, y añadió que esto había recibido una fuerte oposición de “la teología y la medicina”. Primero publicó este libro bajo un seudónimo, principalmente como una prueba para poder observar la reacción de sus amigos en la iglesia. Para que esta prueba estuviera bien balanceada, envió libros gratis en forma anónima a amigos, tanto dentro de la iglesia de la Ciencia Cristiana como fuera de ella. No tan sólo quedó sorprendido, sino desalentado, que sus amigos de la iglesia ni tan siquiera reconocieran las bases científicas reales del libro, cuando no tenía el membrete de “Ciencia Cristiana”. La mayoría de estos amigos comentó con el Sr. Walter el nuevo libro que habían recibido, algunos dijeron que tenía algo de mérito, pero la mayoría lo rechazó abiertamente. Por comparación, los amigos que no pertenecían a la iglesia y que comentaron el libro con el Sr. Walter, generalmente opinaron que lo habían encontrado estimulante, y que algunos de ellos ya habían aplicado algunos de los conceptos y, por hacerlo, recibieron muy buenos resultados. Hasta le preguntaron si sabía dónde podían obtener más ejemplares, ya que otros con quienes lo habían comentado, lo querían. Cuando les dijo a muchos de estos amigos que él había escrito “El Camino de Cristo”, empezó a recibir muchos pedidos, pero en su mayor parte era gente que no se interesaba en los conceptos de la iglesia de la Ciencia Cristiana. Por supuesto, cuando hizo una nueva edición del libro, lo publicó con su propio nombre. Esta “prueba” o “experimento” y sus resultados, contribuyeron mucho a la conclusión posterior a la que llegó 8 W I L L I A M W. W A L T E R el Sr. Walter de que debía retirarse de la iglesia, y presentar su entendimiento comprobado de la Ciencia de la Vida a quienes estaban buscando una base firme, práctica y razonable para su Vida. Puesto que aumentó notablemente su ya considerable correspondencia con gente solicitando que los guiara, después de la publicación de “El Camino de Cristo” pudo percatarse aún más de cuánta gente ya se había preparado hasta cierto punto para las explicaciones científicas completas que les podía dar y les daría. Continuó su trabajo dentro de la estructura de la Ciencia Cristiana hasta 1912, ya que todavía deseaba compartir su entendimiento profundo de las enseñanzas de la Sra. Eddy con otros en la iglesia. Había un buen número que había apreciado esto, y habían desarrollado más su propia auto suficiencia, pero la mayoría estaban satisfechos con lo que habían logrado de su sentido de los escritos de ella, Al notar que estaba surgiendo disensión en algunas de las iglesias en cuanto a su método de enseñanza a lo largo de su trabajo de sanar, y también en cuanto a sus libros, finalmente decidió que debería dejar la iglesia, desarrollar su propio sistema de enseñar paso a paso la Ciencia de la Vida, y transmitir la profundidad de entendimiento que ya había comprobado. Sintió que había llegado plenamente el momento en que los principios científicos que habían sido entendidos y utilizados por Jesús y los primeros profetas hebreos de la época Bíblica, podían y debían ofrecerse de una manera directa y totalmente práctica y libre de todo sentido religioso que se les había impuesto con anterioridad. Para ese entonces, ya se había ganado considerablemente la larga batalla por la libertad de expresión y por la libertad individual de elección, por los esfuerzos acumulados de muchos hombres y mujeres durante años de lucha. Por lo tanto, llegó a la conclusión de que podía enseñar estos principios sin la “cubierta protectora” de una organización de una iglesia, ni dependiente de las leyes de libertad de cultos. Después de haber dejado silenciosamente la iglesia, aproximadamente en 1912, probó lo acertado de esta conclusión por continuar su enseñanza y su trabajo de sanar, basándose totalmente en que su método de enseñar los principios de la causación mental individual era una cosa práctica y válida. Algunos de los científicos Cristianos continuaron obteniendo mucha iluminación de su enseñanza y escritos, y muchos de ellos, gradualmente, se dieron cuenta de que también ellos habían crecido fuera de lo que la propia Sra. Eddy había indicado era “la cuna” de la iglesia, y la dejaron silenciosamente, para buscar un entendimiento más profundo bajo la guía del Sr. Walter. Entre 1912 y 1916 el Sr. Walter escribió algunos otros libros, dos de los cuales estaban totalmente libres de sectarismo. Escatología Estos interesaron a muchos que no se habían interesado en la Ciencia Cristiana tal como presentado por el libro de texto velado de la Sra. Eddy. En 1916, publicó también sus primeros dos folletos de Platicas Francas, que ponían de manifiesto el significado subyacente a la enseñanza de la Sra. Eddy, y explicaban claramente cómo operan los principios básicos de la Vida en la mente y pensamiento individual. Después de que sus estudiantes, a lo largo de todo el país, habían estudiado estas obras adicionales, en 1917 dio una “clase” en su casa para aquellos que habían probado más plenamente lo que les había enseñado, en esta forma preparatoria. Ya para entonces, el Sr. Walter tenía en mente un esquema general de la forma en que ofrecería su enseñanza progresiva, sistemática y explicó su Plan a estos estudiantes avanzados. A partir de entonces continuó publicando textos adicionales para sus cursos subsecuentes, a medida que sus estudiantes lograron prepararse para estudiarlos, asimilarlos y utilizarlos en la mayor profundidad de entendimiento, presentando en cada uno de estos textos posteriores. Su método de enseñanza paso a paso probó ser un éxito, y ya para 1920 algunos de sus primeros estudiantes probaron suficiente entendimiento como para empezar a enseñar a nuevos estudiantes. En esta implementación gradual de su Plan de Enseñanza, el Sr. Walter continuó enseñando sus cursos más avanzados a estudiantes recomendados para que él mismo los enseñara y que también se habían preparado para ello por haber calificado en el examen que él mismo les impartió. Durante un tiempo, su método de enseñanza continuó siendo conocido como “El Método Walter de la Ciencia Cristiana”, para distinguir su método de explicaciones razonadas de la aplicación de los principios científicos enseñados por Jesús, y en realidad, también por sus antepasados. Este “nombre” para el método de enseñar y sanar del Sr. Walter se había originado entre aquellos que él había ayudado cuando era todavía practicante de la Ciencia Cristiana. Finalmente, cuando su plan estuvo encaminado lo suficiente, les dijo a sus estudiantes lo que había elegido desde antes, como el único nombre educado para enseñar la Ciencia de la Vida, que incluye todas las otras ciencias. Les dijo que su enseñanza debía llamarse la “Ciencia de Escatología” o la ciencia de lo que es perpetuo, y que un entendimiento actual de esto traería el “fin” de todos los conceptos erróneos previos acerca del ser y de toda la Vida. Añadió que la Ciencia de la Vida, como la enseñaron Jesús y sus Discípulos, era también la Ciencia de la Razón Verdadera que habilita al individuo a aprender a razonar acertadamente hasta un entendimiento completo, finalmente. 9 W I L L I A M W. W A L T E R Para entonces, el Sr. Walter había inscrito con el gobierno de los Estados Unidos una “marca registrada”, que es el “Cuerno de la Abundancia” que está impreso en sus libros. Está impreso también en todos los “Permisos de Maestro” que entregó a quienes habían calificado para recibirlo, por haber completado todos los cursos y repasos de su Plan de Enseñanza, que habían probado también entendimiento suficiente para enseñar a otros individuos. El Sr. Walter exigió que cada maestro solicite la renovación anual de su “permiso”: la fecha actualizada del “Permiso para Maestro” identifica a los maestros calificados y activos en la enseñanza de Escatología, de acuerdo al plan del Sr. Walter. Todos los maestros calificados usan juegos idénticos de preguntas y respuestas para cada curso, con el propósito de mantener toda la enseñanza consistente y científica. Una explicación más detallada del “Plan de Enseñanza para el Estudio de Escatología”, se proporciona en otro documento, que se entrega a todos los estudiantes nuevos, y está disponible para quienes se interesen en él. Las propias acciones del Sr. Walter y el éxito de su sistema de enseñanza prueba que él había entendido los comentarios de la Sra. Eddy acerca del “peligro” de las organizaciones eclesiásticas o escolares, así como el valor de una enseñanza completa y científica, sobre una base individual. En la primera explicación de su Plan, dijo que durante “los últimos cinco años muchos le habían solicitado con ahínco que abriera una escuela, y varias fuentes le habían ofrecido más que suficientes fondos para construir edificios vistosos y cuantiosos”. Sin embargo, añadió: “No deseo que la gente venga a mí solamente porque tengo edificios atractivos, ya que este trabajo es distinto. Mi razón principal para no iniciar una escuela o un movimiento organizado, es que una organización de cualquier tipo trae consigo el error de la idea de amo y esclavo, la cual obstruye el desarrollo individual libre e ilimitado”. Quería decir que la organización y su prosperidad se vuelven más importantes que el propósito original, y que sus “reglamentos” y “credos” resultan ser limitantes. En esta declaración, explicó también un concepto básico sobre el cual desarrolló todo su sistema de enseñanza: “No se puede tener un líder sin un seguidor… Un metafísico auténtico nunca es un líder, siempre es un guía verdadero. Un líder manda. Un guía sugiere o señala el camino, dejando a cada individuo su libre albedrío para seguir la ruta señalada u otra que elija”. Él siempre cumplió con el derecho de cada individuo a elegir. En explicaciones posteriores señaló que cualquiera que intentara mezclar las enseñanzas de Escatología con otros conceptos del “pensamiento metafísico” (ya sea que hubieran Escatología sido aceptados por algunos, o fueran solamente “nuevas teorías”) entonces ese “maestro” no podría sostener acertadamente que estaba enseñando “Escatología”, ya que la mezcla que enseñara NO SERÍA, en lo absoluto la Ciencia de la Escatología. A través de los años que el Sr. Walter trabajó para desarrollar y en seguida implementar totalmente su Plan de Enseñanza, y de escribir todos sus textos, continuó haciendo una gran cantidad de investigación adicional para estar seguro de que no había pasado por alto ningún punto que debiera estar incluido en su propia enseñanza, como parte de la Ciencia de la Vida. Revisó lo mejor de las obras de los pensadores profundos que ya había examinado previamente, así como también se volvió un conocedor cabal de la historia y conceptos de varios cultos religiosos. Lo que es más, estudió a fondo la colección traducida de 30 volúmenes manuscritos que originalmente se escribieron durante los siguientes 300 años a la época de Jesús. Además obtuvo y estudió copias de otros manuscritos de esa época que nunca se han publicado y que sólo son conocidos por unos cuantos eruditos. Como Aurora, donde vivió el Sr. Walter, está tan cerca de la Universidad de Chicago, tuvo acceso a su excelente biblioteca mientras hacía sus investigaciones iniciales, antes de obtener su primer discernimiento, por medio de la Biblia y del libro de texto de la Sra. Eddy. En su continuo uso de esa biblioteca después de 1907, tuvo frecuentes contactos con varios miembros de la Facultad de la Universidad. Esos señores con frecuencia trataban sus estudios con él, y le tenían gran respeto por su erudición, sus métodos de investigación y también por sus conocimientos. Por ser recomendado, el Sr. Walter pudo obtener acceso a excelentes bibliotecas en todo el mundo, fundadas desde hace muchos años atrás, para que pudiera aplicar sus investigaciones. A su tiempo, esas bibliotecas antiguas estuvieron dispuestas a enviarle copias de obras que la Universidad de Chicago no tenía, así como también las copias de los antiguos manuscritos no publicados que mencionamos anteriormente, algunos de los cuales tan sólo estaban disponibles en su lengua original. Entonces el Sr. Walter los mandó traducir en forma precisa por eruditos ampliamente capaces para este trabajo, para su propio estudio. En sus libros de texto menciona sólo brevemente el grado de su investigación, principalmente para dar crédito a “todos los pensadores avanzados de las épocas antiguas y modernas”, cuyo trabajo contribuyó (un poco aquí, un poco allá) al entendimiento actual que había logrado por estos años de esfuerzo dedicado. En sus enseñanzas, el Sr. Walter presenta y explica cada uno de los conceptos o principios fundamentales que encontró y comprobó, durante sus años de investigación y estudio. 10 W I L L I A M W. W A L T E R Por eso esta enseñanza sistematizada de paso en paso ahorra al estudiante pensar que es necesario dedicar años de esfuerzo laborioso en investigar y analizar, y que solamente duplicarían el trabajo que el Sr. Walter ya había hecho cabalmente. Si el estudiante de Escatología aprecia el espíritu práctico y la racionalidad completos de las deducciones y explicaciones del Sr. Walter, puede empezar su estudio de la Escatología a ser enseñado cómo obtener resultados benéficos desde el primer curso que se le imparte. Todo estudiante tendrá cierto “forcejeo mental” en su propia mente, a medida que se esfuerza en cambiar conceptos y hábitos de pensamiento anteriores. Cada estudiante tiene distintos grados de “conflicto interno” en su esfuerzo por liberar su mentalidad de patrones de pensamiento que estaban basados anteriormente en el sentido material o físico generalmente aceptado del ser y la vida. Muchos tienen también un conflicto adicional antes de eliminar totalmente todos los conceptos religiosos, tradicionales, de “Dios” o de cualquier teoría mística referente a un “poder más elevado” con el que se podían “volver uno”. Cuando William Walter alcanzó su primer discernimiento del concepto de la causación mental, probablemente estaba mejor preparado para cambiar sus patrones de pensamiento anteriores que lo estaban la mayoría de sus estudiantes, cuando empiezan a estudiar. Esto no se debió tan sólo a su fuerte motivación, sino también porque durante sus siete años de estudio desalentador, con anterioridad a este momento decisivo, había visto claramente las múltiples contradicciones e inconsistencias en los conceptos físicos, y materiales de la vida y especialmente de la salud. Cuando amplió su investigación, y estudió varios cultos de fe religiosa, así como también ideas metafísicas y filosóficas, aun cuando encontró muchos hilos comunes de pensamiento idealista e inspirador, vio también cuántas teorías contradictorias había en los escritos de ese tipo. Al buscar una idea práctica, comprobable, sanadora para cumplir su deseo profundo de recobrar su salud, y al ver que cuantas veces se esforzaba por utilizar estos conceptos más espirituales o mentales, le traían mayores desilusiones, tuvo que cultivarse siendo más y más de mente abierta. No obstante, a pesar de los resultados desalentadores de esos primeros siete años de estudio, el Sr. Walter se dio cuenta después que había obtenido algo de gran valor para cuando inició su estudio de la Biblia desde el nuevo punto de vista aprendido de las enseñanzas de la Sra. Eddy. Por medio de su método de estudio auto-disciplinado, había desarrollado a un alto grado tanto su habilidad razonadora como analítica, lo cual le ayudó en gran parte a ver realmente que las obras de Jesús eran naturales y estaban basadas en principios Escatología científicos que otros también habían utilizado. Además, ya se había enseñado a sí mismo cómo mantener su pensamiento conformemente, durante periodos prolongados en cuanto a cualquier idea que le podría ser útil. Puesto que al fin tuvo su primera esperanza verdadera de ganar la ahora larga batalla, estaba totalmente dispuesto a cambiar su actitud y pensamientos habituales anteriores, y pensar en la forma que la Sra. Eddy afirmaba era “el pensar correcto”. Puesto que ya había descubierto con anterioridad que no podía aceptar nada tan sólo por fe, Walter respaldó hasta sus primeros esfuerzos en la Ciencia Cristiana, por razonar cuidadosamente acerca de todo lo que estudiaba. Por eso le sorprendió que otros, que habían seguido por mucho tiempo las enseñanzas de la Sra. Eddy, le quedaran tan agradecidos por sus explicaciones bien razonadas cuando acudían a él en busca de ayuda para sus problemas. Eso también explica por qué el Sr. Walter enfatiza que a ningún estudiante de Escatología se le debe pedir que crea en lo que él enseña; por lo contrario, se le pide que razone acerca de todo lo que presenta, lo ponga a prueba y lo compruebe por sí mismo. Aunque indudablemente el mismo Walter tuvo ciertos “conflictos mentales” que resolver, al corregir sus hábitos anteriores de pensamiento, “la tremenda lucha mental” ya mencionada brevemente en este documento, sólo la experimentó al encontrar lo que a él le parecía que era el “qué, cómo y porqué exactos” de la causación mental individual. Fue su característica “aferrarse a… y no soltar” una cosa, lo que finalmente resolvió su confusión temporal. A pesar de las dudas que tenía por el sentido religioso que transmitía el libro de texto velado de la Sra. Eddy, persistió en someter a prueba sus deducciones bien razonadas y finalmente comprobó su exactitud. Con este entendimiento fundamental de los principios, leyes y procesos actuales de la Ciencia de la Vida y cómo trabajan en la mente y el pensamiento individual, el Sr. Walter estaba preparado para progresar constantemente de tal manera que su entendimiento profundo y verdadero que cuando decidió presentar por medio de su propio sistema de enseñanza fue porque ya lo había desarrollado. Como entendió totalmente que era necesario un fundamento firme y completo para todo estudio científico, el Sr. Walter presenta los puntos básicos fundamentales del “qué, cómo y porqué” de la causación mental individual en el primer curso de su Plan de Enseñanza. También explica esos mismos puntos en la serie de folletos de Sentido Común. De esta manera da a sus estudiantes la enseñanza esencial que los ayudará a ganar cualquier “batalla” que experimenten en sus primeros esfuerzos por cambiar sus conceptos o hábitos de pensamiento anteriores. Esto les enseña cómo resolver 11 W I L L I A M W. W A L T E R cualquier pensamiento conflictivo posterior que sólo surge como el remanente de actitudes previas. escribir cada libro, o serie de folletos y también dan la idea o ideas principales en cada uno de esos trabajos. Los estudiantes que dan atención suficiente a su primer estudio básico, y aplican acertadamente lo que se les enseña, prueban por sí mismos los principios fundamentales que les presenta el Curso de Principiantes de Escatología. Con su esfuerzo sincero y por usar su propia habilidad de raciocinio, pueden obtener un entendimiento práctico de los principios científicos de la Vida para cuando hayan terminado el curso y su repaso completo. Entonces, a medida que progresan con el mismo interés prolongado a través de los cursos más avanzados, pueden obtener un grado profundo del entendimiento real, para cuando hayan terminado todos los cursos con sus repasos, de acuerdo al Plan de Enseñanza, siempre y cuando hayan también mejorado su aplicación en un grado progresivo correspondiente. E L H IJO El tiempo que le llevará a cada estudiante desarrollar las profundidades mayores del entendimiento real que el Sr. Walter ha escrito dentro de sus obras, depende enteramente de la continuidad del esfuerzo y el deseo prolongado del propio estudiante por progresar segura y firmemente. El Sr. Walter logró la plenitud del entendimiento real tan rápidamente como lo hizo, debido a que estaba motivado fuertemente por su propio deseo profundo, y por ser de mente singular en cuanto a su propósito. Probó cada paso de su propio desarrollo, ya que se había dado cuenta de que el entendimiento real tiene que ser totalmente práctico, en todo. Con esta información adicional de antecedentes y el discernimiento que da del propósito y la razón de su método de enseñanza del Sr. Walter, los siguientes resúmenes de cada una de sus obras, resultarán útiles para todos los estudiantes nuevos de Escatología. Se espera que las descripciones sucintas que se dan aquí también sean de utilidad para cualquiera que solicite este documento informal, en su propósito de conocer más de cerca de lo que se presenta en este estudio científico. B REVES RESÚMENES DE LAS OBRAS ESCRITAS POR W ILLIAM W. W ALTER Estos resúmenes se presentan en la misma secuencia en que el Sr. Walter enlistó sus obras al dorso de “Qué es Escatología?” y en cada uno de los folletos de las series de Platicas Francas y Sentido Común. La fecha de la 1ª edición de cada obra se pone bajo cada título. Muchas de las afirmaciones en estos resúmenes son las que el Sr. Walter usó cuando notificó a sus estudiantes o lectores acerca de su trabajo más reciente. Como se mencionó antes, estas descripciones indican el motivo que llevó al Sr. Walter a Escatología DEL P ASTOR (1907) Este libro originalmente indujo a muchos individuos a buscar en la metafísica, ya que les dio su primera luz verdadera respecto a la Verdad del Ser. Presenta en forma de historia las primeras reacciones de los distintos personajes a los conceptos presentados, y cómo más tarde respondieron después de razonar acerca de esas ideas. La experiencia del joven es similar a la propia iluminación inicial del Sr. Walter; el prejuicio y el cambio posterior en el pensamiento del Pastor es representativo de la manera en que muchos han respondido a los conceptos presentados en este libro. La explicación de la creación, o “Génesis”, llevada a cabo mientras se desarrolla la historia, le dará a cualquier buscador mucho “en qué pensar” (esta visión anticipada del Génesis se explica más adelante, de forma totalmente científica, en los libros de texto del Sr. Walter para sus cursos avanzados en el estudio de la Ciencia de Escatología). L A H IJA DEL D OCTOR (1908) Se trata de una secuela de “El hijo del Pastor”, y señala la falacia del concepto popular del sanar a través de medicamentos o drogas. Este libro explica por qué los medicamentos no tienen poder propio, y también explica el uso del pensamiento, basado en ciertos principios, como el camino a la salud, la abundancia y la felicidad, a través del “Método Walter” del pensamiento correcto. En este libro, es la hija quien primero capta el concepto mental o “espiritual”, y el doctor es quien finalmente razona sobre eso y cambia su propio pensamiento y actitud. E L Á RBRITRO DE T U D ESTINO (1911) Ésta es una conclusión adecuada a los dos libros previos, formando así un conjunto. A quienes han avanzado de la teoría a la práctica les encanta este libro. Señala claramente la falacia de creer que hay un “Dios personal” rigiendo el destino de la humanidad, pero también señala cómo igualmente falaz el concepto de que no hay un “Dios” o causa como poder universal para el bien. Muestra cómo utilizar este poder bueno para lograr la “salvación” de los resultados experimentados debido al pensamiento erróneo basado en conceptos falsos de uno mismo y de la Vida. Este libro muestra que cada uno de nosotros es el “árbitro de su propio destino”. C INCO A ÑOS EN LA C IENCIA C RISTIANA (1910) Los casos de sanar citados, con la propia experiencia del autor, son auténticos. El libro, entregado a los que están sin 12 W I L L I A M W. W A L T E R esperanza, ha demostrado muchas veces ser la causa de una esperanza renovada. E L D IOS D ESCONOCIDO —V OL . 2— L UCAS (1921) No hay nada que retrase cualquier caso de sanar o lo haga casi desesperanzador, que la desesperanza del paciente mismo. ¿Sabías que el libro de Juan no es sólo una biografía histórica de la vida de Jesús, sino que realmente es el planteamiento de la gran verdad de que éste es un universo mental, y que vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser en la mente (Dios)? Jesús intentó enseñarnos, por precepto y ejemplo, la verdad de que la Vida es mental (está en la mente), y no material (no en el cuerpo). Juan comprendió el punto de vista verdadero espiritual (mental) de la enseñanza “del Maestro”. Este sentido mental o metafísico no es aprehendido por el lector casual, pues su punto de vista humano oculta de su comprensión el verdadero significado. Los libros de Lucas y Juan se han interpretado metafísicamente, y su significado se ha establecido de forma clara en el Volumen II de “El Dios Desconocido”. Muchos de quienes están enfermos, han, a través de su propia lectura o por medio de creer el veredicto de un doctor, llegado a la conclusión de que sus males no tienen remedio y son incurables. Entendido correctamente, no hay casos incurables. La desesperanza del paciente es la principal causa de retraso y, por tanto, si este estado de ánimo mental equivocado se puede cambiar, el caso se resolverá con mayor facilidad. Las sanaciones mencionadas en este libro se dieron para mostrarle a otros enfermos que males similares a los suyos fueron sanados, y por qué no el de ellos. E L S ANAR DE P IERPONT W HITNEY (1913) Uno de los temas más desconcertantes que el principiante en el desarrollo de la Ciencia de la Vida tiene que enfrentar, y fuente de su mayor lucha, radica en comprender la relación verdadera entre Alma y cuerpo, Dios y hombre. En forma de historia, este libro da algunas de las enseñanzas más provechosas e importantes de los discípulos de Jesús, las cuales se encuentran en los manuscritos escritos durante los 325 años siguientes a las obras de Jesús. En este libro, se muestra claramente cómo la mentalidad individual, corregida mediante la razón y el entendimiento de la Verdad, puede erradicar los efectos nocivos de su pensamiento errado anterior por medio del uso del pensamiento correcto. E L D IOS D ESCONOCIDO —V OL . 1— M ATEO M ARCOS (1914) Y La misión de Jesús no fue sanar a los enfermos ni el perdón de los pecados; su verdadera misión fue enseñar a otros la Ciencia real de la Vida, o Dios. Pocos están conscientes de que subyacente a las palabras simples de las Escrituras se encuentra la verdadera ciencia de la Vida, pero “escondida” de quienes todavía no están dispuestos a cambiar sus conceptos antiguos y a asumir la responsabilidad completa de sus propias vidas. Fue su comprensión de la bondad real de la Vida la que le dio a Jesús su maravilloso poder para hacer el bien. Los resultados que “él” obtenia no se lograron por hacer a un lado las leyes reales del universo, sino por entender estas leyes y conformar su pensamiento y acciones a ellas. Otros denominaron sus trabajos como “milagros”. Él supo que eran los resultados positivos e inalterables naturales que siguen a la aplicación correcta de la Ciencia de la Vida. En este volumen el “velo” de los pasajes de las Escrituras se levanta y se presenta el significado real. Escatología C OMENTARIO SOBRE D ESCONOCIDO ‖ LOS VOLÚMENES DE Y J UAN ―E L D IOS La investigación cuidadosa del Sr. Walter llevó a su atención el hecho de que todos los grandes maestros escribieron en la Biblia utilizando lo que puede denominarse un “código” que cada entendedor posterior podría interpretar correctamente. Esto se describió como “la terminología simbólica” en los documentos anteriores de información sobre la Escatología. Interpretar un “código” no significa “traducir las palabras” solamente, sino sacar el significado subyacente de la forma en que ciertas palabras se utilizan, con relación a otras palabras clave. Esto explica por qué la interpretación del Sr. Walter de los versículos bíblicos suele ser más larga que los versículos mismos. Al ser capaz de descifrar el código utilizado por estos grandes maestros, el Sr. Walter muestra que todas las enseñanzas de los “Cuatro Evangelios” son consistentes en su significado, mientras que éste no es el caso si uno sólo lee las “palabras” ahí escritas. La misma coherencia se lleva a cabo en las obras del Sr. Walter en sus explicaciones de las partes esenciales de la Biblia entera. La Biblia utilizada por el Sr. Walter es la denominada “The King James Version”. Muchos eruditos se mantuvieron ocupados durante años traduciendo, al inglés, los primeros manuscritos que fueron escritos en sus diversas lenguas originales. Las traducciones actuales, en lo que hoy se conoce como “inglés moderno”, no retienen el significado real de los maestros bíblicos porque sus propias afirmaciones “codificadas” se cambian al adaptar las frases al uso actual de las palabras y construcciones gramaticales en inglés. L A H ISTORIA MÁS D ULCE J AMÁS C ONTADA (1916) Este libro abarca, en forma narrativa simple, el descubrimiento de la concepción espiritual o mental; el nacimiento y la infancia de Jesús; el significado subyacente 13 W I L L I A M W. W A L T E R de la enseñanza que le dio a sus doce discípulos; y, por último, su crucifixión y resurrección, por la cual demostró su prueba positiva de que hay un “más allá” y que la vida no depende del cuerpo (como creen quienes han aceptado en su totalidad los conceptos físicos o materiales de la vida). El señor Walter cita referencias y da su interpretación práctica de los primeros escritos. La forma en que todo esto se presenta en este libro prueba lo razonable de todo lo dicho. E L D ESARROLLO (1921) A través de respuestas razonables a las preguntas, este libro explica la diferencia entre el concepto manejado por el científico de la iglesia y de aquél presentado por el “Método Walter”. Es de gran ayuda para liberar al estudiante sincero de la Ciencia de la Vida de estar “atado-a-la-iglesia”. Sin embargo, sus explicaciones de sentido común son útiles para cualquier estudiante de la Vida. E L S EMBRADOR , LA S EMILLA, LA T IERRA (1912) El tema de esta pequeña historia, con personajes ficticios, fue sugerida por una de las parábolas más bellas e instructivas que Jesús dio, la parábola del sembrador. El señor Walter presenta su sabiduría metafísica, mental y espiritual. Se puede observar que en esta parábola Jesús expuso el qué y el cómo del sanar espiritual o mental. Él también explicó por qué algunos sanan y otros no, y cuándo se logrará cualquier sanar. Conforme la historia avanza, se explican grados más profundos de significado. E L C AMINO DE DEL B IEN (1924) Uno de los grandes problemas que confronta cada estudiante serio de la verdadera metafísica es la mejor manera de obtener una comprensión demostrable de la totalidad del bien, y la consiguiente nada del “mal”. Entendido correctamente, la totalidad del bien es el principio fundamental que hace verdadera curación mental una ciencia nunca varía. Escatología Otros profesores, escritores y curadores cometen el error de hablar de una manera misteriosa de la “última” o de la “alta verdad”, y crucifican a la Razón. Ciertamente es crucificar a la Razón y confiar en la ignorancia (el mal) el buscar un “último más alto” que la totalidad del bien. La ignorancia de este principio de vida resulta en un pensamiento errado, y sus consiguientes resultados equivocados, que han sido clasificados en general como “el mal”. Cualquier “mal” o el llamado “mal” que se experimenta no es más parte de la realidad de la vida que lo que lo es una respuesta equivocada en cálculos matemáticos. Éstos son el resultado de un pensamiento equivocado y todo el mundo sabe que estos errores pueden corregirse. Todo pensamiento acerca de uno mismo o de la vida también pueden corregirse, a través de la razón correcta, basada en la totalidad del bien. El señor Walter llamó a este libro de 63 páginas, encuadernado en cuero, “un compañero siempre listo a ser consultado cada vez que el pensamiento individual esté vacilante en cuanto a la positiva totalidad del bien”. Puede llevarse convenientemente en un bolso, o colocarse en el bolsillo del abrigo. C RISTO (1910) El “Camino de Cristo” explica la verdadera Ciencia de la Vida en términos claros y razonables, y es de ayuda para todos quienes buscan respuestas inteligentes en cuanto a la forma de obtener o conservar la salud, el éxito y la felicidad en la vida diaria. El señor Walter dijo que este libro podría leerse cinco veces, con un mayor beneficio en cada lectura, si se le da una reflexión cuidadosa. Su punto de vista de sentido común, libre de puntos de vista místicos o religiosos, también elimina los prejuicios que algunos tienen en contra de cualquier estudio metafísico por haber oído hablar de las muchas teorías indemostrables que han sido presentadas por diversos maestros no científicos, o incluso falsos. L A T OTALIDAD Muchos trabajadores honestos no pueden producir el sanar o mejoría en su vida por la única razón de que usan las palabras y los métodos que han estudiado, sin haberse dado cuenta de la necesidad de primero demostrarse este principio vivificante. Este libro es de un valor particular para todos los estudiantes según avanzan a través de los cursos más avanzados de estudio. L ECCIONES M ETAFÍSICAS DE LA B IBLIA (1926) En este libro se hace una serie de preguntas pertinentes con referencia a un variado número de temas o “elementos” en la ciencia de la vida, y se dan referencias a la página, capítulo y versículo del primer volumen de “El Dios Desconocido”, en donde se encuentran las respuestas a estas preguntas. El primer capítulo en estas lecciones de la Biblia trata del “Pensamiento”, el segundo tema es la “Razón” y el siguiente es “Mente”. Otros temas incluyen “El Concepto Verdadero”, “Conciencia”, “Inteligencia”, “Causa” y otros temas similares. Este método de estudio pone de manifiesto lo coherentes y prácticas que son las enseñanzas de Jesús en realidad. Este trabajo no sólo es valioso para todos los estudiantes de Escatología, para el autoestudio, sino también es útil en la enseñanza de los niños y ayuda a darles cierta perspectiva en cuanto a las enseñanzas de Jesús, y para tener un buen estándar por el cual guiarse, en total justicia con ellos mismos y para con los demás. 14 W I L L I A M W. W A L T E R E L G RAN E NTENDEDOR (1931) Esta historia abarca la infancia azarosa del señor La Fontaine, seguido de su huida del hogar a la edad de dieciseis años para satisfacer su ansia de ver California. Su experiencia en ferrocarriles en el Viejo Oeste; su audaz intento de caminar solo a través de Valle de la Muerte, como un simple muchacho; su vida en los campamentos mineros de oro entre los hombres más duros y fuertes de los malos hombres del Lejano Oeste; sus experiencias, que desafiaban a la muerte, con indios hostiles; su casi milagroso escape de la muerte en el Valle de la Muerte; sus diversas experiencias como agente local; su experiencia con ladrones de carretas como mensajero del Wells Fargo Shotgun Express; su cambio de corazón para convertirse en un ingeniero minero; su experiencia con la Ciencia Cristiana, y su posterior confusión y total impotencia, y finalmente, su éxito con el Método Walter. Una historia de vida tan excepcional, tan fascinante, tan emocionante y tan esclarecedora, que empezar a leerla es quedar encantado hasta el final. (William Walter no fue el autor, sino el compilador de este libro —N. del E.). L A S ERIE DE P LÁTICAS F RANCAS (1916–1925) Los folletos de esta serie están a disposición de cualquiera. También se utilizan como el “texto” para el “Curso de Principiantes” (el “Curso Preparatorio”) en el Plan de Enseñanza del Sr. Walter, ya que estos 12 folletos ponen de manifiesto los puntos básicos esenciales en el estudio de la ciencia de la vida. Éstos se enseñan a fondo por el maestro del estudiante, y se da instrucción adicional sobre cómo aplicar de forma específica, o utilizar, estos conceptos fundamentales. Esta serie de folletos se escribió originalmente para presentarle el significado subyacente del libro de texto velado de la Sra. Eddy a los buscadores sinceros de una comprensión verdaderamente científica, y para ayudar a quienes deseaban superar totalmente la “cuna” de la iglesia, para hacer esto tal como ya lo había hecho el Sr. Walter. Él estaba plenamente consciente de que muchos de los seguidores de la Sra. Eddy deseaban profundamente aprender a depender de su propio pensamiento para resolver sus propios problemas. Sin embargo, como todo el mundo comete el mismo tipo de errores básicos, el Sr. Walter pronto descubrió que estos folletos fueron igualmente útiles para aquellos que nunca antes habían estudiado metafísica, ni habían leído las obras de la Sra. Eddy. Por otra parte, encontró que su análisis y explicaciones de muchas de las declaraciones de la Sra. Eddy Escatología fueron muy útiles para todos los estudiantes en cultivar su propia capacidad de razonar y analizar lo que estudian. Estos folletos también han demostrado ser muy útiles para cualquiera que pueda haber obtenido una concepción errónea de la causalidad mental de los escritos de otros autores, los cuales pudieran haber sido meros teóricos o incluso “copistas” que mezclaron muchas teorías acerca de la vida, lo que resulta en un sentido general, poco práctico de la Vida, o en algunos conceptos de poco uso en la vida diaria. Los títulos de la serie “Pláticas Francas” indican cuán verdaderamente útiles son para el comienzo del estudio: # 1 — Práctica Mental # 7 — El Temor # 2 — El Pensar # 8 — Practicante y Paciente # 3 — El Engaño # 9 — Negocios # 4 — Escultores de la Vida # 10 — El Camino # 5 — Tu Abastecimiento # 11 — El Trabajo # 6 — Armonía # 12 — Descanso y Alegría Estos folletos son de tamaño de bolsillo, por lo que se puede llevar uno o más convenientemente para estudiar siempre que se desee, o para una fácil referencia cuando sea de ayuda. L A S ERIE DE S ENTIDO C OMÚN (1925–1940) Estos folletos son utilizados por los estudiantes como “lectura complementaria”; los primeros 20 de esta serie se utilizan sobre todo en la serie de Pláticas Francas o en el Curso de Principiantes. Ofrecen muchas explicaciones, cuidadosamente razonadas, de una manera práctica, con sentido común, y completamente no-sectaria en su presentación. En esta serie, el Sr. Walter explica cómo la Biblia es en realidad una obra metafísica científica, y también muestra que las enseñanzas de Jesús son completamente prácticas, razonables y totalmente científicas. Muchos de los conceptos físicos generalmente aceptados son ampliamente discutidos de una manera razonada, y también se explica cómo utilizar el pensamiento de forma constructiva. A través de un estudio cuidadoso de los puntos cubiertos en estos folletos, y luego de aplicarlos de forma sincera, uno puede liberar su mentalidad de muchos de los conceptos falsos que crean problemas, de diversos tipos, en la experiencia propia. Los títulos de cada uno de estos folletos se enumeran en “¿Qué es Escatología?” y también en la parte posterior de cada folleto de la serie de Sentido Común y de la de Pláticas Francas. La descripción del propio Sr. Walter de cada grupo de diez, y de los últimos cuatro de estos folletos se da aquí. 15 W I L L I A M W. W A L T E R En la primera serie de diez folletos, el motivo principal es establecer un fundamento seguro sobre el “quién”, “qué” y “porqué” de la una y sola causa o creador. En el segundo grupo de diez, el motivo es mostrar, simple y llanamente, la aplicación del pensamiento correcto para el sanar de la enfermedad y otros “problemas”, y la razón por la que la aplicación correcta de pensamiento causará, y debe causar, ambos, el sanar y otros resultados correctos. El tercer conjunto de diez retoma declaraciones particulares acreditadas a Jesús, y las explica de acuerdo a la luz mental que la Escatología, la ciencia de la vida, arroja sobre ellas. 4. Disipa varias supersticiones adoptadas por algunos científicos de la iglesia; el papel que el sentido de la vida y de sí mismo juega en la experiencia; diferencia entre el sentido falso y verdadero. 5. Lo fundamental a saber: ¿qué es causa, cómo opera, cuando vienen los resultados; errores principales que nublan el conocimiento; cómo cada uno puede conocer y utilizar este poder científico para el bien. 6. Cómo seguir el camino correcto de la “fantasía” al hecho, la limpieza de la “basura sin valor” que oscurece los hechos; la importancia de probar a través de la demostración real. A partir de folleto número 31, el esfuerzo es mostrar de forma más precisa la forma de utilizar la verdad, y para cumplir con el verdadero propósito de la vida. 7. Cómo limpiar el sentido del oído; por qué uno puede recuperar el sentido de la audición perfecta. Es evidente, entonces, que cada uno de estos folletos se ha diseñado para cubrir alguna fase particular de la “ciencia de las últimas cosas” —Escatología— que en realidad significa la ciencia de lo que es eterno, porque es la verdad. 8. ¿Qué es la oración verdadera, y la falacia en el sentido usual de la “oración”; “Dios” como un “Dios (Bien — Good) justo e inmutable”; cómo podía Jesús enseñar que “el reino está dentro”. Estos folletos son de un conveniente tamaño de bolsillo y son no-sectarios. Para quienes desean averiguar si la Escatología ofrece el tipo de estudio que están buscando, los folletos particularmente útiles para este propósito se recomiendan en el “Suplemento” referenciado. 9. El camino hacia el éxito; la manera correcta de pensar acerca del dinero; llevar el pensamiento a fruición; penetración en el sentido correcto del amor. C ARTAS DE UN P RACTICANTE Y P ACIENTE (1923) Este libro es una recopilación de diez cartas que el Sr. Walter le escribió a varios estudiantes y pacientes, cuando todavía era un practicante de la Ciencia Cristiana. Por lo tanto, estas cartas contienen terminología particular de la Sra. Eddy, y de vez en cuando se refiere a ella como “nuestro líder”. Sin embargo, las explicaciones muy prácticas y sucintas del Sr. Walter de ciertos puntos específicos son muy útiles para todos los estudiantes y maestras de Escatología. Los principales puntos en cada una de las diez cartas son: 1. Breve reseña del estudio y el trabajo propios del Sr. Walter; cómo elegir un guía o maestro; lo que Jesús logró a través de utilizar los principios científicos. 2. Relación de la mente y el cuerpo; la declaración de Jesús de que su cuerpo era una “sombra”; el poder del pensamiento correcto de uno; cómo corregir el “insomnio” y “problemas de pulmón”. 3. Orientación a los padres en la crianza de los niños; cómo enseñarles el verdadero sentido de la vida. Escatología 10. Fomento e instrucción para corregir una “adicción a las drogas”; manera de recuperar el dominio en sí y de su pensamiento y acciones, y volver a experimentar la salud, la felicidad y el éxito; el poder del propio pensamiento correcto del paciente. R ESÚMENES DE LOS TEXTOS UTILIZADOS EN LOS CURSOS AVANZADOS Las obras del Sr. Walter, “La Hoz”, “Las Notas primarias” y “La Hoz Aguzada”, se utilizan como textos para los cursos que siguen al “Curso de Principiantes” en su Plan de Enseñanza. Estos tres textos más avanzados se venden sólo a quienes realmente estudian con profesores calificados que tienen un “Permiso de Enseñar” actual. Como el Sr. Walter deseaba que su sistema de enseñanza fuese presentado de forma científica por cada maestro, él requirió que estos “permisos para enseñar” fuesen renovados cada año. Antes de que un estudiante pueda adquirir cualquiera de estos tres textos avanzados, debe haber completado satisfactoriamente el estudio y revisión del curso que precede al texto que está siendo comprado. El señor Walter no puso estas restricciones sobre la venta de estos textos avanzados con un sentido de rebajar la inteligencia de los buscadores interesados, sino como reconocimiento de su inteligencia. Él estaba seguro de que el buscador genuino entendería particularmente que la manera 16 W I L L I A M W. W A L T E R inteligente para estudiar cualquier sistema científico es empezar por el principio, y ser enseñado paso a paso. Este sistema de enseñanza corregirá cualquier concepto erróneo que de esta Ciencia o de la forma en que operan sus leyes, temporalmente pueda tener cualquier estudiante simplemente por interpretar lo que estudia a la luz de sus conceptos antiguos o de algunas “ideas apreciadas” de la forma en que previamente pensaba que la vida “debe ser”. El método de enseñanza paso a paso del señor Walter hace posible que cada estudiante progrese de manera segura y firme. Este texto incluye una gran cantidad de información que es muy sucinta, y le sirve al estudiante en aprender bien a aplicar cada vez más y más de forma práctica, de una manera progresiva constante, todo lo que le ha sido enseñado. La franqueza en la presentación de los puntos esenciales es extremadamente valiosa. Hay 20 capítulos en este texto de 70 páginas, a 8 1/2 x 11 pulgadas, en el estilo de cuaderno de notas, con una cubierta. Este formato ofrece una gran comodidad en el estudio. L A H OZ A GUZADA (1928) Cada uno de estos tres textos ha sido traducido al español, al igual que los folletos de Pláticas Francas y de Sentido Común. Esto se ha hecho debido a un interés cada vez mayor en México, donde mucha gente desea estudiar Escatología y sabe muy poco inglés. L A H OZ (1918) Éste es el libro de texto para el segundo curso, para el cual el estudiante es elegible cuando ha completado con éxito el Curso de Principiantes y su revisión. El señor Walter describe este texto como un puente mental, construido a través del abismo de la ignorancia que hay entre “materia” y “Espíritu”, es decir, entre la creencia humana y el sentido común, la incomprensión y la comprensión de uno mismo y de la Vida. El precio de este libro se puso deliberadamente alto para que sea valorado a fondo, estudiado y revisado con frecuencia por cada estudiante mientras continúa su desarrollo a la comprensión real o completa. Aquellos que han calificado para comprar este libro encuentran que vale mucho más de lo pedido. Ellos siguen ganando mayor iluminación de él cada vez que revisan este texto, sobre todo en años posteriores, después de haber asimilado las enseñanzas de los cursos aún más avanzados. El libro de La Hoz está encuadernado en cuero, y consta de un prefacio, introducción y 21 capítulos, con un total de 391 páginas. Está impreso en papel muy fino, y su tamaño es de 4 1/2 x 6 1/4 pulgadas, por lo que puede llevarse cómodamente en el bolsillo de un abrigo o en una cartera, para estudiar fuera de casa. Éste es el texto utilizado para el cuarto curso. Enseña no sólo la armonía mental que es posible, mediante el uso de lo que se da en los cursos anteriores, pero también enseña de manera muy completa la misma Ciencia del Ser. Los principios básicos enseñados en los cursos anteriores siguen siendo los mismos, pero La Hoz Aguzada profundiza y enriquece la comprensión del estudiante de todos los hechos de la vida y del universo, así como de cada ser individual. El estudiante que se ha ganado el derecho a tener La Hoz Aguzada, a través de su estudio previo y de la aplicación correcta, atesora este libro con un valor incalculable, y descubre que su estudio continuado desarrolla más y más la plenitud de entendimiento. La Hoz Aguzada tiene un prólogo y 37 capítulos, con un total de 568 páginas. Su tamaño es similar a la de La Hoz; también está encuadernado en piel, y su papel es, por supuesto, muy fino. E L Q UINTO C URSO S R . W ALTER EN EL P LAN DE E NSEÑANZA DEL Éste se llama “El Curso de Maestros Graduados” (“The Teachers Graduate Class”) y se presenta de manera diferente a los cuatro cursos anteriores. Es el curso culminante al que todos los estudiantes podrán calificar, y deberían tener, sea que quieran ser maestros de Escatología o no. Información adicional sobre este curso se presenta en el “Plan de Enseñanza para el Estudio de Escatología”. L AS N OTAS P RIMARIAS (1919) Éstas sirven como texto para el tercer curso de Escatología, y en realidad son “notas complementarias” a La Hoz. Por lo tanto, sólo se venden a quien ha completado su revisión del Curso de La Hoz. Este texto también se llama “Las Notas de la Armonía Mental” (“The Mental Harmony Notes”). Escatología 17