información adicional del sr. william w. walter

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W I L L I A M W. W A L T E R
I NFORMACIÓN ADICIONAL DEL S R.
W ILLIAM W. W ALTER ,
DE LAS BASES , Y RESÚMENES DE LOS ESCRITOS
Este documento informal es primariamente para los nuevos
estudiantes de Escatología. Sin embargo, si se solicita, está
también disponible para quien desee obtener información
adicional después de haber leído “¿Qué es Escatología?” y
“¿Qué es Escatología? —Suplemento—”. Estos dos escritos
proporcionan información básica acerca de este estudio
científico que sirve como fundamento para este documento.
Aquí tenemos un doble propósito: ampliar un poco más la
información de antecedentes proporcionada en el par de
documentos mencionados, así como dar una descripción
breve del motivo o de las ideas principales de cada una de las
obras escritas por el Sr. William W. Walter. Estos resúmenes
breves indican por qué cada libro o serie de folletos
publicados por el Sr. Walter es de gran utilidad para todos
los estudiantes de Escatología. Estos resúmenes pudieran ser
útiles para quienes solamente deseen obtener información
adicional acerca de este estudio científico, antes de decidir si
ofrece lo que están buscando. (ver ref. en resúmenes).
En el escrito básico “¿Qué es Escatología?”, que el mismo
Sr. Walter preparó en la década de 1920 para responder a las
preguntas que sobre ella le hacían, recomendó que la mejor
forma de estudiar sus obras es leerlas en el orden en que él
las había listado, al reverso de ese escrito. Había descubierto
que proseguir en esta forma era la mejor en esa época, ya que
la mayoría de las preguntas en ese entonces procedían de
gente que buscaba mayor iluminación, pero que aún
pertenecía a la iglesia de la Ciencia Cristiana o de aquellos
quienes ya habían abandonado ese movimiento.
Mencionó en ese documento original que había empezado a
escribir una serie no-sectaria de folletos denominados
Sentido Común, aun cuando solamente había publicado los
primeros cuatro. Cuando terminó los primeros 20, se
encontró que algunos de ellos (tal como se menciona en el
“Suplemento” que se preparó del documento original de
información) cumplían mejor el propósito de dar mayor
penetración a las enseñanzas verdaderas de Escatología.
Ya para entonces, la mayoría de la gente que preguntaba
acerca de este estudio no era la que se había interesado por la
Ciencia Cristiana o por las obras de Mary Baker Eddy.
Después de haber leído primero algunos de estos folletos de
la serie Sentido Común, pueden leerse desde un punto de
vista no-sectario los libros tempraneros del Sr. Walter (que
fueron escritos en forma de novelas), con el fin de discernir
los puntos específicos que se discuten en ellos. Esto se aplica
Escatología
también a la serie de Platicas Francas, que es valiosísima,
escrita originalmente para los Científicos Cristianos pero que
por razones que se dan en el Resumen en este documento, es
la serie de folletos que se utiliza para el Curso de
Principiantes (el “Curso Preparatorio”) del Plan de
enseñanza del Sr. Walter. Se enseñan, sin embargo sin darles
ninguna connotación sectaria.
La razón del Sr. Walter para escribir estos libros tempraneros
en la forma que lo hizo, cuando todavía era miembro de la
iglesia de la Ciencia Cristiana, se explica en parte en el
“Suplemento” mencionado. Debemos añadir aquí que,
cuando dejó la iglesia para presentar su entendimiento de una
manera absolutamente directa, no-sectaria y sin velo,
mantuvo esas obras tempraneras disponibles con el propósito
principal de presentar ciertos conceptos, que se desarrollan y
explican más ampliamente en los siguientes textos utilizados
para los cursos progresivos en su Plan de Enseñanza.
Si el nuevo estudiante de Escatología ha leído con cuidado
los dos escritos básicos, así como éste, podrá ver claramente
por qué el Sr. Walter nunca quiso que se le solicite a nadie
leer o estudiar sus obras. Lo anterior es importante que lo
entienda todo nuevo estudiante, porque algunas veces el
entusiasmo de quienes inician este estudio, hace que intenten
interesar a otros y enseguida intenten también dar respuestas
a muchas preguntas, que realmente no se pueden responder
científicamente hasta que los conceptos básicos se hayan
explicado cuidadosa y correctamente. Puesto que el nuevo
estudiante tiene tan sólo un sentido de principiante, puede,
involuntariamente, dar a quien pregunta un concepto
erróneo acerca de lo que enseña exactamente el Sr. Walter.
Si enseguida ese amigo intenta utilizar lo que el estudiante
parece haber comunicado por sus respuestas, frecuentemente
los resultados no son los esperados y traen desilusión, y en
algunas ocasiones hasta son penosos.
La forma más sabia en que puede responder cualquier
estudiante a las preguntas de sus amigos, es de hacerlo en
forma más sencilla posible (la forma en que se debe hacer se
le explicará su maestro), y después recomendar a su amigo la
lectura de los documentos antes mencionados, Si el amigo
todavía está interesado, puede solicitar la información
adicional que se menciona allí. Por supuesto, no hay ninguna
razón para que el estudiante no pueda comentarle a sus
amigos acerca del beneficio que está obteniendo por su
propio estudio, cuando responde a sus preguntas.
Sin embargo, debe entenderse que las “conversaciones de
discusión” acerca de un estudio científico nunca servirán
para mejor beneficiar a su amigo, así como discutir acerca
de las matemáticas no le sirve de nada a quien no sabe nada
de aritmética. Será mucho mejor para ese amigo las propias
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explicaciones del Sr. Walter, y considerarlas tranquilamente,
en su propio pensamiento. Entonces puede decidir si quiere
saber más acerca de estos conceptos por medio de leer otras
obras del Sr. Walter, o por iniciar el estudio actual de
Escatología. En cualquiera de los casos, la información que
obtenga será presentada tanto ordenada como
científicamente; si su decisión es iniciar su estudio, su
progreso será de manera gradual, paso a paso, que es
necesario en cualquier tipo de trabajo en verdad científico.
La información de antecedentes que sigue será útil para la
lectura de los resúmenes que se ofrecen posteriormente en
este documento.
Cuando William Walter inició su estudio del libro de texto
de la Sra. Eddy: “Ciencia y Salud”, en 1905, utilizó la
edición más reciente que estaba disponible. No sabía
entonces que ella había velado progresivamente su texto
original, publicado en 1875, por medio de numerosas
revisiones en varias ediciones subsecuentes de este libro de
texto. La práctica de la iglesia era que solamente la última
edición debía ser usada por sus miembros, o vendida a quien
se interesará en la Ciencia Cristiana.
Como se explicó en el “Suplemento”, cuando el Sr. Walter
recuperó la salud por medio de un estudio cuidadoso de la
Biblia y del libro de texto de la Sra. Eddy, ingresó a la iglesia
de la Ciencia Cristiana con la esperanza de descubrir,
exactamente, el “qué, cómo y porqué” del sanar mental. El
“Suplemento” presenta también las respuestas que recibió a
sus múltiples preguntas, y por qué tuvo que buscar las
respuestas, tanto por su propio estudio, investigación y
análisis, razonados cuidadosamente, como por comprobar
cada penetración más profunda obtenida por este esfuerzo
persistente. Todo esto se hizo en forma continua.
A medida que empezó a encontrar las respuestas que
buscaba tan encarecidamente, eran conflictivas con respecto
a su sentido religioso muy arraigado de que “un poder más
elevado gobernaba el destino de la humanidad” y sostuvo
una lucha mental dentro de sí mismo. Había logrado muchas
cosas basándose en las enseñanzas de la Sra. Eddy, de que
este poder era la “Mente Divina” o un “Principio” y había
abandonado su sentido anterior de ello como un “Dios
Personal”. Pero como su raciocinio le indicaba que un
“principio” sería inmutable en cuanto a la manera en que
operaba, tenía que descubrir por qué sus “oraciones”
(llamadas “tratamiento silencioso”), y las oraciones de los
otros “practicantes” de la iglesia, eran más efectivas que las
de sus “pacientes”.
Por cierto, una de las cosas que más le confundía, después de
haber ingresado a la iglesia, era que tantos miembros se
atenían a los pocos individuos quienes estaban clasificados
Escatología
como “sanadores” o “practicantes”. Podía entender
fácilmente el beneficio que esta ayuda podía proporcionar a
quien empezaba a estudiar el libro de texto de la Sra. Eddy,
pero no entendía por qué tantos estudiantes que habían
estudiado por mucho tiempo dependieran todavía de los
“tratamientos” de su practicante. Él había logrado ayudar con
éxito a aquellos que habían acudido a él para sanarse, a
volverse más y más autosuficientes para ayudarse a sí
mismos, por medio de sus explicaciones razonadas de cómo
cambiar su propio pensamiento, para poder obtener el
resultado deseado.
Cuando William Walter, finalmente encontró las únicas
respuestas que realmente dejaron satisfechas sus incógnitas
más profundas, y habló acerca de ellas con los miembros
más respetados de su propia iglesia, le dijeron repetidamente
que estaba equivocado. Esto prolongó su conflicto anterior y
tuvo un período de forcejeo mental tremendo, pero a pesar de
ello persistió en poner a prueba sus respuestas y comprobó
finalmente lo correcto de su razonamiento deductivo.
Para cuando obtuvo su propio entendimiento fundamental,
ya añoraba encontrar alguna verificación de ello en los
escritos de la Sra. Eddy, ya que había sido el trabajo de ello
lo que le había abierto el camino, no tan sólo para continuar
viviendo, sino también para tener la vida productiva que
estaba disfrutando. Se le ocurrió que tal vez le resultará útil
rastrear en las numerosas revisiones que se habían llevado a
cabo en las ediciones anteriores. Las primeras ediciones de
“Ciencia y Salud” eran ya extremadamente raras y
sumamente difícil encontrarlas. Cuando finalmente obtuvo
una de las mil copias de la primera edición, encontró amplias
verificaciones de sus propias deducciones del significado
actual de la Sra. Eddy. Se dio cuenta de que el estilo de
escribir de la Sra. Eddy era muy inspirado y en ocasiones
poético, por lo cual oscurecía en cierto grado la cantidad de
afirmaciones muy sucintas que ella hacía en esa primera
edición de su libro de texto. Pudo ver por qué el sentido
religioso anterior de la mayoría de sus primeros seguidores
había atraído como consecuencia pasar por alto el
significado de esas afirmaciones en particular, muy directas
y francas de la Sra. Eddy.
También se percató que en la 3ª edición de su obra ella había
empezado a velar ligeramente algunas de esas afirmaciones
claras y que este velo aumentó en las ediciones subsecuentes
que se llevaron a cabo a medida que pasaron los años, aun
cuando en la 14ª ella pensó que el significado todavía se
podía obtener si se analizaba cuidadosamente. Sin embargo,
en revisiones posteriores, estas mismas afirmaciones habían
sido parafraseadas tanto que ya trasmitían solamente un
sentido religioso.
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En ese momento, el Sr. Walter tuvo que resolver una nueva
pregunta: ¿Ella había hecho eso porque descubrió
posteriormente que había estado equivocada en su primera
presentación o había sido porque deseaba ayudar a mayor
número de gente en su búsqueda de buena salud y una vida
mejor, por imbuir más un sentido religioso, mientras todavía
llamaba su trabajo una ciencia? Para encontrar la respuesta,
releyó cuidadosamente todos los demás escritos o libros
publicados por ella. También buscó en las numerosas copias
anteriores del “Christian Science Journal” que ella había
establecido, por medio del cual se comunicaba con
frecuencia con sus seguidores de las varias iglesias u otras
organizaciones que había establecido.
En un libro en que se repasaba a cierto grado la vida de la
Sra. Eddy, y comentaba acerca de su descubrimiento y
esfuerzos posteriores, encontró en poco tiempo la respuesta.
Notó que este libro se había publicado en 1891, poco
después de que en 1890 ella había editado su libro de texto
con una revisión muy importante.
En su revisión de 1891, llamó a la primera edición de
Ciencia y Salud, “El Volumen Precioso”, y manifestó que
contenía “las afirmaciones completas de la Ciencia
Cristiana”. Añadía que “cuando se imprimió por primera
vez, la crítica disfrutó comentando: Este libro es en verdad
completamente original, pero jamás se va a leer”. El Sr.
Walter en ese momento quedó satisfecho en cuanto a que
ella no había cambiado su texto original porque hubiera
descubierto algún error en su concepto básico, sino lo
cambió por su deseo profundo de llagar a todos los
individuos que pudieran obtener beneficio y mayor paz
mental de sus enseñanzas.
Puesto que en ese entonces el deseo del Sr. Walter era
compartir tan sólo con sus compañeros de la Ciencia
Cristiana, su sentido profundo del libro de texto de la Sra.
Eddy, continuó revisando cuidadosamente todos sus escritos,
puesto que deseaba entender más plenamente las razones de
las varias acciones que ella había llevado a cabo con respecto
a su iglesia, y en otros aspectos de su trabajo. El Sr. Walter
había aprendido que sus asociados en la iglesia escuchaban
lo que les decía solamente cuando citaba alguna afirmación
de la Sra. Eddy, como verificación. La llamaban su “Líder” y
cariñosamente la denominaban “Madre”. Él, incluso,
encontró el propio comentario de ella de que cuando este
último título se le había dado, había intentado evitarlo; sin
embargo, puesto que “se propagó como fuego” entre sus
seguidores, ella misma posteriormente lo usó en alguna de
sus comunicaciones con los miembros de su iglesia.
Debido al crédito sincero que el Sr. Walter siempre le dio al
trabajo explorador de la Sra. Eddy, y debido que en sus
Escatología
propios escritos hace frecuentemente referencia a las
afirmaciones de ella, resulta útil para los nuevos estudiantes
conocer un poco más de Mary Baker Eddy y de su notable
esfuerzo y valor. Este repaso ahorrará mucho tiempo y
trabajo a quienes piensen que deben investigar sus escritos
por sí mismos; les llevaría años de estudio y sólo duplicaría
el trabajo que tan cuidadosamente y honestamente hizo el Sr.
Walter. Al él le costó un gran esfuerzo obtener el verdadero
significado científico subyacente a la redacción “victoriana”
de la Sra. Eddy, un estilo de escribir usado comúnmente en
su época, inclusive en muchos periódicos y revistas. Así
como las frecuentes referencias que ella hace de los antiguos
pero ahora “clásicos” escritores, y otros de su época que en
el presente son casi desconocidos; todo lo cual contribuye a
oscurecer aún más su mensaje.
Esta sección también puede servir a aquellos lectores que
conozcan poco o nada de la Sra. Eddy, o de la Ciencia
Cristiana. Esperamos que aquellos que han sido seguidores
de esta notable y valerosa mujer, consideren este breve
repaso completamente justo. Está basada totalmente en los
propios escritos publicados por ella.
M ARY B AKER E DDY
Mary Baker Eddy nació en 1821, en un pequeño pueblo
cerca de Concord, N.H. Publicó su primera obra acerca de la
Ciencia Cristiana usando el nombre Mary Baker Glover, el
apellido de su primer marido.
Después de su matrimonio en 1877 con el Dr. A. G. Eddy
(un médico), quien fue uno de sus primeros estudiantes, usó
su apellido y es conocida mejor como Mary Baker Eddy.
De pequeña la consideraban “frágil” y sólo pudo asistir a las
escuelas regulares periódicamente. Sin embargo, recibió una
buena instrucción en su hogar, especialmente de un hermano
mayor que se convirtió en un distinguido abogado después
de haberse graduado en Dartmouth. Estaba muy
familiarizada con la literatura clásica, y más tarde dijo que
sus estudios favoritos habían sido “Filosofía Natural, Lógica
y Ciencia Moral”. También recibió lecciones de hebreo,
griego y latín. Además de esos estudios, le dedicó una gran
atención a la Biblia a lo largo de su niñez. Era una idealista,
y su estudio la convenció desde muy temprana edad de la
“bondad de Dios”.
A los 12 años de edad, educada para ingresar a la iglesia a la
que asistían sus padres, se rehusó a aceptar su doctrina de
“castigo interminable para los incrédulos” o la convicción
del clérigo en la “predestinación”. Defendió tan bien su
concepto de Dios, aun cuando “con lagrimas”, se le permitió
ser miembro sin aprobar esas doctrinas.
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En su propio resumen de su vida y esfuerzos (en 1891), la
Sra. Eddy dice que desde la niñez la había impulsado un
“deseo de algo más elevado y mejor que la materia, y
dejándola a un lado, buscar diligentemente el conocimiento
de Dios como el único gran alivio de angustia humana
siempre presente”. Indudablemente las situaciones y penas
difíciles que experimentó en la edad adulta aumentaron este
deseo. Frecuentes enfermedades la hicieron investigar en el
lado físico, por lo que examinó los méritos de los muchos
distintos tipos de conceptos médicos que prevalecían por los
años 1880.
Dijo que se fastidió de la “suposición científica” como se le
ha llamado con propiedad. Su investigación apoyó su
“conclusión final de que la creencia mortal, en lugar de las
drogas, gobernaba la acción de la medicina material”.
Manifestó que durante 20 años, hasta 1866, había intentado
“rastrear todos los efectos físicos a una causa mental”, y que
después de que había experimentado una lesión que los
médicos habían dicho era incurable, y probablemente fatal,
retornó a su Biblia. Dice que mientras la leía, “la Verdad
sanadora empezó a penetrar mi sentido”. Su “recuperación
inmediata” fue “la caída de la manzana que me llevó al
descubrimiento de cómo estar bien yo, y hacer que otros lo
estuvieran también”.
Entonces dedicó 3 años a “estudiar mi misión, investigar las
Sagradas Escrituras, descubrir la Ciencia de la Mente… La
Biblia fue mi libro de texto”. A fines de 1866, “logré la
certeza científica de que toda causación era la Mente, y todo
efecto un fenómeno mental”.
La Biblia “dio respuesta a mis preguntas acerca de cómo
había sido sanada; pero las Sagradas Escrituras tenían para
mí un nuevo significado, una nueva lengua. Apareció su
significado espiritual; y conocí por primera vez, en su
significado espiritual, la enseñanza y demostración de Jesús
y el Principio y Ley de la ciencia Espiritual y el sanar
metafísico en una palabra, la Ciencia Cristiana”.
Continuaba: “La llamé Cristiana, porque es misericordiosa,
útil y espiritual”. Su elección puede comprenderse más
claramente por recordar una afirmación que se encuentra en
otros de sus escritos. Ahí definió la palabra “Cristo” como la
“idea de la Verdad”, y dijo que “Jesús es el nombre de un
hombre nacido en una provincia remota de Judea, por lo
tanto Jesús el Cristo era un título honorario; significaba «un
buen hombre»“. Añade que este “epíteto” era más que
merecido por su gran bondad y obras maravillosas.
En su resumen —en cuanto a su “misión”— señala: “El
motivo de mis primeros trabajos nunca ha cambiado”. Era de
Escatología
“remediar los sufrimientos de la humanidad por un sistema
sanitario que incluyera toda reforma moral y religiosa”.
En 1870 registró su primer trabajo acerca del “Sanar mental,
espiritual, y científico”, titulado “La Ciencia del Hombre”.
Afirmó sin embargo, que “era tan nuevo… las bases que
sustentaba para la salud física y moral eran tan
desesperadamente originales, y los hombres estaban tan poco
familiarizados con el tema que no me aventuré a publicarlo
hasta después”. Se imprimió en 1876, como un folleto de 24
páginas. Fue escrito bastante más conciso cuando lo
convirtió después, como ella dice, con el fin de usarlo como
un capítulo adicional de una nueva edición revisada en 1875
de su texto original de Ciencia y Salud.
En 1867 empezó a enseñar a sus primeros estudiantes “El
sanar Mental” de la Ciencia Cristiana. Durante los siguientes
cuatro años, también curo, predicó y enseñó de una manera
general. Para sus verdaderos estudiantes copió a manuscrito
cuidadosamente “La Ciencia del Hombre” para que lo
estudiaran. La mayor parte de su sanar lo hacía
silenciosamente, con solamente algunas afirmaciones
tranquilizadoras, y sus éxitos suscitaron una gran oposición
tanto de lo clérigos como de los médicos.
Conforme se comentaba más y más ampliamente su trabajo
de sanar, Mary Baker Eddy tuvo ocasión de conocer
anticipadamente el ridículo y la oposición que
posteriormente tendría que confrontar. Cuando publicó la
primera edición de Ciencia y Salud, en 1875, se enfrentó a
una avalancha de oposición y se volvió el blanco de muchas
burlas. Periódicos y revistas publicaban muchísimos
artículos de denuncia y ridículo. Su carácter fue difamado
indecorosamente, se reportaron falsamente sus antecedentes,
escribieron muchas cosas poco bondadosas que no eran la
verdad, no sólo acerca de ella, sino también acerca de sus
seguidores y de los pocos individuos que intentaron
defenderla, a ella y al mérito de sus conceptos.
Los líderes religiosos de esa época se opusieron fuertemente
a su enseñanza de que la Mente es la Causa o Dios; su
enseñanza de que toda enfermedad es de origen mental y no
físico, despertaron la misma enconada oposición de los
integrantes de la profesión médica. Su concepto de que toda
discordia era el resultado del pensar equivocado, al que
también denominó “pensamiento malvado” ofendió
prácticamente a todo el mundo! Se hicieron insinuaciones de
iniciar acción legal en su contra si se diera el caso de que
algunos de sus trabajos de sanar resultaran perjudiciales para
cualquier individuo.
A pesar de todo esto, persistió en sanar y enseñar y su
movimiento creció. En Boston, durante 1876, ella y seis de
sus estudiantes formaron la primera “Asociación de la
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Ciencia Cristiana”. En 1879, esta Asociación votó a favor de
organizar una iglesia y se obtuvo la cédula para la “Iglesia
Científica de Cristo”.
Este acto indica un cambio en el propósito original de la Sra.
Eddy. En su primera edición de Ciencia y Salud, en 1875,
había afirmado: “Jesús no rendía homenaje a diplomas ni a
las formas de veneración de iglesia”, así como: “No tenemos
necesidad de credos ni de organización de iglesia para
sostener una plataforma demostrable que se define a sí
misma, en sanar a los enfermos y echar fuera el error”. Para
1879, su movimiento todavía seguía siendo blanco de
ataques; tal vez ella pensó que sería parte de la sabiduría,
proteger bajo las leyes que garantizan la libertad de culto, o
tal vez sintió que por establecer una iglesia, su trabajo
atraería y beneficiaría a mayor número de gente.
Manteniéndose alerta de los cambios en las leyes estatales
que se aplican en cuanto a establecer cualquier colegio
superior, la Sra. Eddy obtuvo la cédula para “El Colegio
Superior de Metafísica en Massachusetts”, en 1881. Esta
cédula se otorgó “con fines médicos, para impartir
instrucción en los métodos científicos del sanar mental sobre
una base netamente práctica, para impartir un entendimiento
completo de la metafísica, con el fin de restaurar la salud, la
esperanza y la armonía al hombre”. Sin embargo, en 1889, la
Junta Directiva cerró el colegio por propia recomendación de
la Sra. Eddy, ya que ella indicó entonces su deseo de
retirarse de la enseñanza activa. Había permitido tan sólo que
otros tres individuos le ayudaran a impartir los tres cursos
que se ofrecían en el colegio.
Su razón para solicitar esta clausura fue que “había
prosperado tanto” que recibían más solicitudes de las que se
podían aceptar, y que todos solicitaban que fuera ella quien
les enseñará; también que no conocía a nadie más quien
“pudiera sostener este instituto, con todo lo que se requería
para su propósito vital: el establecer el genuino (subrayado
por ella) sanar de la Ciencia Cristiana”. Sin embargo se
retuvo la cédula, y entonces una “Junta de Educación”
manejó algunos de sus cursos.
En ese mismo periodo, ella indicó que debido a su trabajo en
el colegio, no le había sido posible estar “en el púlpito todos
los domingos” con su iglesia, y que no había encontrado
ningún estudiante capaz de mantener en ella la “prosperidad
y felicidad”. Por lo que recomendó la desorganización de la
iglesia, y de las “asociaciones”; pero después de que esto se
había logrado en forma general, dejó a sus seguidores
reorganizarse.
En la revisión de su libro de 1891, sus comentarios acerca de
este período son interesantes. Dice: “A pesar de la
prosperidad de mi iglesia, se aprendió que la organización
Escatología
material tiene su beneficio y sus riesgos... Cuando esta forma
material de cohesión y compañerismo ha logrado su
finalidad, el continuar la organización retrasa el crecimiento
espiritual y debe quitarse de encima”. Sin embargo, añade:
“veo claramente que los estudiantes en la Ciencia Cristiana
deben, en el presente, continuar organizando iglesias,
escuelas y asociaciones para fomentar y desarrollar la
Verdad, y que mi necesidad no es necesariamente la de
ellos”.
Cuando el colegio se cerró, la Sra. Eddy se fue de Boston
para radicar en una propiedad muy grande cerca de Concord,
N.H. a la que llamó: “Pleasent View”. En otros escritos,
comentó que deseaba buscar “en soledad y silencio un
entendimiento más elevado de la unidad científica absoluta
que tiene que existir entre la enseñanza y la letra de la
Cristiandad, y el espíritu de la Cristiandad”. Cuándo se le
preguntó cuándo volvería a enseñar alguna clase, respondió:
“No hasta que las mentes se vuelvan mentes menos
mundanas… y hayan sacado provecho de la palabra escrita
según su capacidad del presente, estarán preparadas para la
palabra hablada hoy día. Mis alumnos pueden decir a los
demás lo que saben, y guiarlos lentamente hacia el puerto”.
Las demandas imperativas, acumulativas, dulces, descansan
en mi retiro del bullicio de la vida.
En esa misma comunicación afirmó también “Ha llegado la
hora de que los Científicos Cristianos hagan su propio
trabajo; aprecien los signos de los tiempos; demostrar auto
conocimiento y auto gobierno; y demostrar conforme exige
este período...”. Después añade: “Apenas la mitad,
comparado con la totalidad de las Sagradas Escrituras y el
libro de texto de la ciencia Cristiana, se ha asimilado
espiritualmente por los más fieles buscadores...”.
Cuando la revisión mayor de 1890 de Ciencia y Salud, se
imprimió, dijo que había cumplido uno de sus propósitos que
le permitiría buscar mayor “soledad”. En la revisión que hizo
de su trabajo en 1891, ya mencionada anteriormente, hizo la
siguiente afirmación general acerca de su libro de texto:
“Quien aprenda la letra de este libro, tiene que obtener
también su significado espiritual, para poder demostrar la
Ciencia Cristiana”. Más adelante en esta revisión dijo: “La
posteridad tendrá derecho a exigir que la Ciencia Cristiana
sea afirmada y demostrada en su piedad y grandeza y por
muy poco que se enseñe o aprenda, ese poco debe ser
correcto. Que haya leche para los infantes, pero que la leche
no se adultere. A menos que se siga este método, el sanar de
la Ciencia Cristiana se volverá a perder, y aumentará el
sufrimiento humano”.
La Sra. Eddy animó a sus estudiantes de Boston a construir
su propia iglesia cuando aumentó su número, al punto en que
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el lugar que se usaba anteriormente ya no era suficiente. En
un terreno donado por la propia Sra. Eddy, en Boston, se
edificó una iglesia con un costo de $250,000 dólares, y en
enero de 1895 fue consagrada como la “Primera Iglesia:
Científica Cristiana”, (llamada “La Madre Iglesia”). El
evento lo cubrieron periódicos de todo el país. La iglesia fue
elogiada como “un edificio magnífico” y se rindió tributo a
la Sra. Eddy llamándola “mujer extraordinaria”. El punto que
más se enfatizó, sin embargo, fue el asombro de que esta
iglesia había sido totalmente pagada para cuando se terminó.
Todos los artículos revelaban respeto y tolerancia crecientes
hacia el movimiento de la Ciencia Cristiana. Un periódico
comentó: “qué lástima que algunos de nuestros amigos
cristianos prácticos no tengan una fe que se aproxime a la de
estos Científicos Cristianos «poco prácticos»“.
En 1906 se añadió a esta “Madre Iglesia” una ampliación
que costo $2,000,000 de dólares. Los periódicos de todo el
país informaron de su “insuperable belleza”, pero
nuevamente le concedieron mayor importancia al hecho de
que el importe de la ampliación había sido pagado totalmente
para cuando finalizó su construcción. Muchos periódicos
añadieron comentarios acerca de la “intolerancia superior al
promedio” y “la apariencia buena, próspera y alegre” de los
cerca de 50,000 asistentes a esta ceremonia, provenientes de
muchas partes del mundo, así como de todo Estados Unidos.
Algunos comentaron que en comparación con “el número
insignificante de más o menos 4000 adeptos en 1890, el
crecimiento desde entonces de esta iglesia había sido
«fenomenal»“.
Se puede representar la opinión que se tenía de la Sra. Eddy
por el siguiente extracto de un periódico: “No es necesario
aceptar las doctrinas de la Sra. Eddy para reconocer el hecho
de que esta mujer maravillosa es un poder mundial… está
manifestado claramente”. Todo esto fue un contraste
completo comparado con el abuso al que se le había
sometido, tan sólo treinta años antes.
Mary Baker Eddy no asistió a ninguna de estas dedicaciones
pero envió mensajes para que se leyeran en su nombre. En le
envió para la dedicación de 1906, advirtió: “El orgullo de
lugar o poder es el príncipe de este mundo que no ha tenido
nada en Cristo”… y posteriormente, en ese mismo mensaje,
llamó a esta iglesia “un monumento mental… que da a la
materia significado espiritual —la rapidez, belleza y logros
de la bondad”.
En 1895, la Sra. Eddy había, como ella dijo: “reconstruido
mi sistema original de ministerio y gobierno de la iglesia”.
Ese año había “decretado” que el único pastor de cualquiera
de las iglesias de la Ciencia Cristiana debía ser “la Biblia y
Ciencia y Salud con clave a las Sagradas Escrituras”.
Escatología
Deberían leerlos, alternadamente, los que llamó “Primer y
segundo lector”. Estos lectores debían ser un hombre y una
mujer, electos periódicamente por los miembros de cada
iglesia. También dio instrucciones precisas para todo el
servicio. De esta forma cada iglesia tendría un “pastor doble
e impersonal”, sin que nadie asumiera el papel de “líder” en
ninguna iglesia.
Fue más o menos en este tiempo cuando los seguidores de
Mary Baker Eddy empezaron a llamarla “Madre”
afectuosamente (como ya se mencionó). En 1903, ella dijo
que “debido al mal entendimiento que tenía el público del
nombre”, se debería abandonar, y sustituirse por el término
“líder” que se usaba en las publicaciones periódicas de la
Ciencia Cristiana. También se le llamó “Pastor Emérito” de
la Madre Iglesia.
Para cerrar esta breve penetración dentro del carácter y
trabajo de Mary Baker Eddy, los siguientes comentarios
pueden resultar muy apropiados. En el prefacio de otro
volumen pequeño publicado en 1895, dijo: “Dentro de tres
cuartos de siglo, cuando los niños de ahora sean los mayores
del Siglo XX, será interesante no tan sólo tener un registro de
la inclinación dada a sus propios pensamientos durante la
segunda mitad del Siglo XIX… será instructivo voltear el
telescopio de esa época avanzada… hacia los primeros pasos
de la Ciencia Cristiana… para estudiar los hechos que rodean
la cuna de esta gran veracidad… y examinar adicionalmente
las facciones distintivas del inmenso problema de la vida
eterna, tal como se expresan en el poder absoluto de la
Verdad y del deleite actual de la existencia del hombre en la
Ciencia”.
En 1879, dijo: “Pocos creen que la Ciencia Cristiana
contenga infinitamente más de lo que ha sido demostrado, o
que la altura de sus proporciones más altas aun no se haya
alcanzado”. Sin embargo, como en el caso del propio Sr.
Walter, el valeroso trabajo explorador de la Sra. Eddy había
logrado por lo menos algo de lo que ella esperaba lograr…
“remediar los sufrimientos de la humanidad”. Esto se
comprobó por el gran número de gente que recurrió a la
Ciencia Cristiana como “último recurso” —al haber sido
“desahuciados” por los profesionales de la medicina— y
recobraron la salud; la mayoría de ellos, además, mejoraron
también en otros aspectos de su vida diaria.
W ILLIAM W. W ALTER
De esta información acerca de la Sra. Eddy, se puede ver que
el conocimiento cabal que tenía el Sr. Walter de todas su
obras y comentarios publicados, contribuyó a decidir que era
justo y absolutamente honesto que él dejará la iglesia de la
Ciencia Cristiana, y empezará a desarrollar su propio Plan de
Enseñanza sistemático. Por medio de esto podía presentar, en
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W I L L I A M W. W A L T E R
una forma práctica y completa, paso a paso, el entendimiento
que había ganado en sus años de estudio, práctica y análisis
razonados profundamente. Encontró suficientes razones para
seguir su propia inclinación de hacerlo calladamente, sin
publicidad, y solamente como un guía. Deseaba evitar
cualquier posibilidad de ser considerado “líder” con muchos
“seguidores”. Entendió por qué la Sra. Eddy había
encontrado que era difícil desarrollar muchos maestros bien
calificados, y había tenido que recurrir al uso doble tanto de
la Biblia como de Ciencia y Salud (con su “Clave a las
Sagradas Escrituras” que le había agregado en 1883) como el
“único pastor” de todas las iglesias de la Ciencia Cristiana.
En algunos aspectos, la vida tempranera del Sr. Walter fue
similar a la de Mary Baker Eddy. Nació en un pequeño
poblado de Illinois, en 1869, y creció en una época de
muchas controversias importantes. En la última parte del
Siglo XIX, al terminar la Guerra Civil, se encontró que era
necesario muchos cambios y ajustes sociales y económicos,
no sólo en el sur, sino también en el norte del país. Algunos
de los que habían proclamado su puntos de vista de igualdad,
encontraron que era difícil vivir de acuerdo con ellos, con el
flujo de esclavos liberados que llegó buscando empleo. La
industria y tecnología crecían rápidamente, aguijoneados por
nuevos inventos y métodos para aumentar la producción pero
con ello llegó una intranquilidad creciente en el movimiento
obrero que estaba creciendo. Las mujeres empezaron a unirse
en una campaña por su “derecho al voto”.
Además de todo esto, el final del Siglo XIX fue un período
de gran corrupción política, que sometió a duras pruebas
muchos de los valores anteriores. Se asesinó a un segundo
presidente, y al terminar el siglo, los Estados Unidos estaban
de nuevo en guerra.
La publicación de Darwin del “Origen de las Especies”, en
1859, con su concepto de la evolución, había estremecido a
la comunidad religiosa, y seguiría sacudiéndola durante
décadas de discusión. Inclusive los científicos de esa época
no estaban tan dispuestos a aceptar alumnos de los hallazgos
de Darwin. Luego, cuando la tormenta de publicidad
difamatoria se lanzó contra Mary Baker Eddy y conspiraba
expresándose ampliamente la oposición a sus conceptos,
estimuló adicionalmente muchas más discusiones entre
amigos y “adversarios potenciales”. Esta época, era sin duda,
de mucha controversia.
Aunque Walter aún era niño cuando sucedió casi todo esto,
el haber escuchado tantas discusiones acera de tal cantidad
de cosas, sirvió para desarrollar en él una mente muy
inquisitiva. Era un niño alerta, que leía mucho, con un interés
en particular, aun entonces, en los nuevos descubrimientos
científicos.
Escatología
Estaba bien adoctrinado en cuanto a la fe católica, a la que
sus padres pertenecían, pero aún siendo niño le hacía
preguntas a su madre referente a ciertas cosas que escuchaba,
en la iglesia, acerca del “cielo”. Por supuesto, recibía las
respuestas acostumbradas de esa época, tales como: “Todas
las cosas son posibles para Dios”, y que tan sólo debería
tener fe, orar todos los días o intentar ser bueno. Tuvo que
aceptar esto cuando niño, pero empezó a rebelarse contra
ciertas doctrinas religiosas a medida que creció a la juventud.
Dejó de limitarse a sí mismo por asistir a la iglesia católica, y
visitó otras denominaciones de la fe cristiana. Aun cuando
no estaba preparado para abandonar su creencia en un Dios
personal, consideró que lo que escuchaba en las distintas
iglesias era demasiado místico para que su sentido común y
estado de ánimo práctico lo aceptara totalmente.
Fue un buen estudiante, y antes de cumplir los 17 años ya
había terminado la instrucción elemental regular, además de
un curso especializado en negocios. Años más tarde se dio
cuenta de cuánto había buscado, a lo largo de su infancia,
obtener mayor conocimientos que pudieran satisfacer
verdaderamente su anhelo de entender cuanto pudiera. Cierta
vez, entre risas, comentó con sus estudiantes que había sido
uno de esos niños que inquietaban a sus padres; cualquier
cosa que le dieran, que tuviera partes mecánicas movibles, lo
había desarmado para ver “cómo trabajaba”. Sin embargo,
como pronto aprendió a volver a armarlos para que pudieran
seguir funcionando, gradualmente dejaron de preocuparse
sus padres de que dañaría las cosas.
Dejó su casa a los 17 años, pero apenas había iniciado su
carrera mercantil, en Aurora, Illinois (una ciudad pequeña
cerca de Chicago), le pidieron que regresara para ayudar en
una emergencia. Como tenía que encontrar trabajo en su
pueblo natal, donde no había empleos disponibles, usó sus
escasos ahorros para comprar la barbería que estaba en venta.
Tuvo que aprender por sí mismo a ser barbero, y lo logró
haciendo primero el trabajo gratis. Después de tener que
enviar a algunos de sus amigos a Chicago para
“reparaciones”, finalmente aprendió de sus errores, y se
volvió diestro en ese trabajo. Aun entonces ya tenía bien
desarrollada la cualidad que denominaba: “aferrarse a… y no
soltarlo”.
Cuando se resolvió el problema familiar, regresó a su empleo
anterior en Aurora. A los 21 años ya estaba en condiciones
de casarse con Barbara Stenger, la chica que había sido su
novia desde la primera vez que residió ahí, a los 17 años. Fue
un buen matrimonio y ella lo animó en todos sus esfuerzos.
Sin embargo, su felicidad se frustró cuando su primer y
único hijo se enfermó gravemente a la edad de 2 años. El
médico casi perdió la esperanza de que el pequeño viviría,
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W I L L I A M W. W A L T E R
pero logró salvarlo. Sin embargo, la enfermedad dejó al niño
impedido en parte, y a pesar de que los Walter consultaron a
los mejores médicos, incluso en lugares alejados como
Nueva York, no encontraron forma de mejorar la condición
del niño. Éste tenía 14 años cuando el Sr. Walter empezó a
estudiar la Ciencia Cristiana.
A pesar de su inquietud durante esos primeros años por la
condición de su hijo, Walter mantuvo un buen estado de
ánimo, y en el trabajo alcanzó una posición de
responsabilidad más o menos a la edad de 27 años. Era
comprador de una gran tienda de departamentos, y era muy
respetado por quienes lo llegaron a conocer desempeñando
esta función. Aun cuando el trabajo de relaciones con los
empleados o clientes no era parte de su trabajo, con
frecuencia se le pedía que resolviera disputas entre los demás
trabajadores, o quejas de los clientes contra la compañía. Su
don de ser tan razonable servía para mostrar a ambas partes
el punto de vista de la otra, y esto desarrolló adicionalmente
su habilidad de mostrar ideas a otra gente.
En su tiempo libre disfrutaba leyendo extensivamente, y de
esta forma continuó educándose a sí mismo. Su otra
diversión predilecta era la pesca. Decía que eso se debía a
que le daba mucho tiempo para sentarse y pensar, mientras
esperaba que los peces mordieran.
Sin embargo, durante ese período también emprendió varios
proyectos que dijo que no le salieron bien; estos
contratiempos, junto con las continuas dificultades
relacionadas con la condición de su hijo, hicieron que se
sintiera como “el individuo más afortunado que jamás había
vivido”. Este sentido aumentó en gran medida cuando, cerca
de los 30 años, le dijeron que tenía tuberculosis. Esta
enfermedad era llamada desde tiempo atrás “la plaga
blanca”, ya que durante muchos años varios grupos de
médicos habían pensado repetidamente que se había
descubierto como se curaba, para descubrir a la vuelta más o
menos de un año que estaban equivocados. No obstante,
como explicó en “¿Qué es Escatología? —Suplemento—”,
Walter decidió que lucharía por recobrar la salud y continuó
haciéndolo incluso después de que le aseguraron que su caso
era indudablemente fatal.
En el “Suplemento” se explicó cómo fue que Walter durante
siete años buscó una forma que le permitiera cuando menos
vivir, pero con un gran deseo de lograr todavía más que eso:
de reobtener la salud normal. Cómo fue que penetró por
primera vez en los principios científicos de la Vida, y
después los entendió realmente (también se explicó en parte).
Puesto que había tenido mucho éxito en ayudar a otros
individuos desde casi el principio de su estudio, por darles
sus explicaciones muy bien razonadas de las enseñanzas de
Escatología
la Sra. Eddy, entre 1907 y 1910 escribió tres novelas,
principalmente para compartir este método razonador de
iluminación con sus compañeros de la Ciencia Cristiana.
Encontró que esas historias servían también para introducir
los conceptos de la Sra. Eddy de una manera gradual, a los
que no estaban dentro de la iglesia, pero que buscaban ayuda
para resolver muchos problemas, particularmente los que se
relacionaban con la salud. El razonamiento que el Sr. Walter
presentaba en esas historias le dio a muchos la esperanza de
que se podían beneficiar por lograr un cambio en su propio
pensamiento y actitud.
En 1910, Walter publicó “El Camino de Cristo”, en el que
presentó las leyes de causación mental, y discutió las falacias
de las tradiciones religiosas y médicas, así como otros
conceptos materiales de la vida. Escribió este libro en una
forma no sectaria, y desde un punto de vista de sentido
común, con explicaciones muy bien razonadas acerca de
todo lo que presentaba. Aun cuando no mencionó el nombre
de la Sra. Eddy, le dio crédito por todos los conceptos
fundamentales que presentó, ya que dijo: “Una mujer
redescubrió el camino de Cristo”, y añadió que esto había
recibido una fuerte oposición de “la teología y la medicina”.
Primero publicó este libro bajo un seudónimo,
principalmente como una prueba para poder observar la
reacción de sus amigos en la iglesia. Para que esta prueba
estuviera bien balanceada, envió libros gratis en forma
anónima a amigos, tanto dentro de la iglesia de la Ciencia
Cristiana como fuera de ella. No tan sólo quedó sorprendido,
sino desalentado, que sus amigos de la iglesia ni tan siquiera
reconocieran las bases científicas reales del libro, cuando no
tenía el membrete de “Ciencia Cristiana”. La mayoría de
estos amigos comentó con el Sr. Walter el nuevo libro que
habían recibido, algunos dijeron que tenía algo de mérito,
pero la mayoría lo rechazó abiertamente.
Por comparación, los amigos que no pertenecían a la iglesia
y que comentaron el libro con el Sr. Walter, generalmente
opinaron que lo habían encontrado estimulante, y que
algunos de ellos ya habían aplicado algunos de los conceptos
y, por hacerlo, recibieron muy buenos resultados. Hasta le
preguntaron si sabía dónde podían obtener más ejemplares,
ya que otros con quienes lo habían comentado, lo querían.
Cuando les dijo a muchos de estos amigos que él había
escrito “El Camino de Cristo”, empezó a recibir muchos
pedidos, pero en su mayor parte era gente que no se
interesaba en los conceptos de la iglesia de la Ciencia
Cristiana. Por supuesto, cuando hizo una nueva edición del
libro, lo publicó con su propio nombre.
Esta “prueba” o “experimento” y sus resultados,
contribuyeron mucho a la conclusión posterior a la que llegó
8
W I L L I A M W. W A L T E R
el Sr. Walter de que debía retirarse de la iglesia, y presentar
su entendimiento comprobado de la Ciencia de la Vida a
quienes estaban buscando una base firme, práctica y
razonable para su Vida. Puesto que aumentó notablemente su
ya considerable correspondencia con gente solicitando que
los guiara, después de la publicación de “El Camino de
Cristo” pudo percatarse aún más de cuánta gente ya se había
preparado hasta cierto punto para las explicaciones
científicas completas que les podía dar y les daría.
Continuó su trabajo dentro de la estructura de la Ciencia
Cristiana hasta 1912, ya que todavía deseaba compartir su
entendimiento profundo de las enseñanzas de la Sra. Eddy
con otros en la iglesia. Había un buen número que había
apreciado esto, y habían desarrollado más su propia auto
suficiencia, pero la mayoría estaban satisfechos con lo que
habían logrado de su sentido de los escritos de ella, Al notar
que estaba surgiendo disensión en algunas de las iglesias en
cuanto a su método de enseñanza a lo largo de su trabajo de
sanar, y también en cuanto a sus libros, finalmente decidió
que debería dejar la iglesia, desarrollar su propio sistema de
enseñar paso a paso la Ciencia de la Vida, y transmitir la
profundidad de entendimiento que ya había comprobado.
Sintió que había llegado plenamente el momento en que los
principios científicos que habían sido entendidos y utilizados
por Jesús y los primeros profetas hebreos de la época
Bíblica, podían y debían ofrecerse de una manera directa y
totalmente práctica y libre de todo sentido religioso que se
les había impuesto con anterioridad. Para ese entonces, ya se
había ganado considerablemente la larga batalla por la
libertad de expresión y por la libertad individual de elección,
por los esfuerzos acumulados de muchos hombres y mujeres
durante años de lucha. Por lo tanto, llegó a la conclusión de
que podía enseñar estos principios sin la “cubierta
protectora” de una organización de una iglesia, ni
dependiente de las leyes de libertad de cultos.
Después de haber dejado silenciosamente la iglesia,
aproximadamente en 1912, probó lo acertado de esta
conclusión por continuar su enseñanza y su trabajo de sanar,
basándose totalmente en que su método de enseñar los
principios de la causación mental individual era una cosa
práctica y válida. Algunos de los científicos Cristianos
continuaron obteniendo mucha iluminación de su enseñanza
y escritos, y muchos de ellos, gradualmente, se dieron cuenta
de que también ellos habían crecido fuera de lo que la propia
Sra. Eddy había indicado era “la cuna” de la iglesia, y la
dejaron silenciosamente, para buscar un entendimiento más
profundo bajo la guía del Sr. Walter.
Entre 1912 y 1916 el Sr. Walter escribió algunos otros libros,
dos de los cuales estaban totalmente libres de sectarismo.
Escatología
Estos interesaron a muchos que no se habían interesado en la
Ciencia Cristiana tal como presentado por el libro de texto
velado de la Sra. Eddy. En 1916, publicó también sus
primeros dos folletos de Platicas Francas, que ponían de
manifiesto el significado subyacente a la enseñanza de la Sra.
Eddy, y explicaban claramente cómo operan los principios
básicos de la Vida en la mente y pensamiento individual.
Después de que sus estudiantes, a lo largo de todo el país,
habían estudiado estas obras adicionales, en 1917 dio una
“clase” en su casa para aquellos que habían probado más
plenamente lo que les había enseñado, en esta forma
preparatoria. Ya para entonces, el Sr. Walter tenía en mente
un esquema general de la forma en que ofrecería su
enseñanza progresiva, sistemática y explicó su Plan a estos
estudiantes avanzados. A partir de entonces continuó
publicando textos adicionales para sus cursos subsecuentes, a
medida que sus estudiantes lograron prepararse para
estudiarlos, asimilarlos y utilizarlos en la mayor profundidad
de entendimiento, presentando en cada uno de estos textos
posteriores.
Su método de enseñanza paso a paso probó ser un éxito, y ya
para 1920 algunos de sus primeros estudiantes probaron
suficiente entendimiento como para empezar a enseñar a
nuevos estudiantes. En esta implementación gradual de su
Plan de Enseñanza, el Sr. Walter continuó enseñando sus
cursos más avanzados a estudiantes recomendados para que
él mismo los enseñara y que también se habían preparado
para ello por haber calificado en el examen que él mismo les
impartió.
Durante un tiempo, su método de enseñanza continuó siendo
conocido como “El Método Walter de la Ciencia Cristiana”,
para distinguir su método de explicaciones razonadas de la
aplicación de los principios científicos enseñados por Jesús,
y en realidad, también por sus antepasados. Este “nombre”
para el método de enseñar y sanar del Sr. Walter se había
originado entre aquellos que él había ayudado cuando era
todavía practicante de la Ciencia Cristiana.
Finalmente, cuando su plan estuvo encaminado lo suficiente,
les dijo a sus estudiantes lo que había elegido desde antes,
como el único nombre educado para enseñar la Ciencia de la
Vida, que incluye todas las otras ciencias. Les dijo que su
enseñanza debía llamarse la “Ciencia de Escatología” o la
ciencia de lo que es perpetuo, y que un entendimiento actual
de esto traería el “fin” de todos los conceptos erróneos
previos acerca del ser y de toda la Vida. Añadió que la
Ciencia de la Vida, como la enseñaron Jesús y sus
Discípulos, era también la Ciencia de la Razón Verdadera
que habilita al individuo a aprender a razonar acertadamente
hasta un entendimiento completo, finalmente.
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W I L L I A M W. W A L T E R
Para entonces, el Sr. Walter había inscrito con el gobierno de
los Estados Unidos una “marca registrada”, que es el
“Cuerno de la Abundancia” que está impreso en sus libros.
Está impreso también en todos los “Permisos de Maestro”
que entregó a quienes habían calificado para recibirlo, por
haber completado todos los cursos y repasos de su Plan de
Enseñanza, que habían probado también entendimiento
suficiente para enseñar a otros individuos.
El Sr. Walter exigió que cada maestro solicite la renovación
anual de su “permiso”: la fecha actualizada del “Permiso
para Maestro” identifica a los maestros calificados y activos
en la enseñanza de Escatología, de acuerdo al plan del Sr.
Walter. Todos los maestros calificados usan juegos idénticos
de preguntas y respuestas para cada curso, con el propósito
de mantener toda la enseñanza consistente y científica.
Una explicación más detallada del “Plan de Enseñanza para
el Estudio de Escatología”, se proporciona en otro
documento, que se entrega a todos los estudiantes nuevos, y
está disponible para quienes se interesen en él.
Las propias acciones del Sr. Walter y el éxito de su sistema
de enseñanza prueba que él había entendido los comentarios
de la Sra. Eddy acerca del “peligro” de las organizaciones
eclesiásticas o escolares, así como el valor de una enseñanza
completa y científica, sobre una base individual. En la
primera explicación de su Plan, dijo que durante “los últimos
cinco años muchos le habían solicitado con ahínco que
abriera una escuela, y varias fuentes le habían ofrecido más
que suficientes fondos para construir edificios vistosos y
cuantiosos”. Sin embargo, añadió: “No deseo que la gente
venga a mí solamente porque tengo edificios atractivos, ya
que este trabajo es distinto. Mi razón principal para no
iniciar una escuela o un movimiento organizado, es que una
organización de cualquier tipo trae consigo el error de la idea
de amo y esclavo, la cual obstruye el desarrollo individual
libre e ilimitado”. Quería decir que la organización y su
prosperidad se vuelven más importantes que el propósito
original, y que sus “reglamentos” y “credos” resultan ser
limitantes.
En esta declaración, explicó también un concepto básico
sobre el cual desarrolló todo su sistema de enseñanza: “No se
puede tener un líder sin un seguidor… Un metafísico
auténtico nunca es un líder, siempre es un guía verdadero.
Un líder manda. Un guía sugiere o señala el camino, dejando
a cada individuo su libre albedrío para seguir la ruta señalada
u otra que elija”. Él siempre cumplió con el derecho de cada
individuo a elegir.
En explicaciones posteriores señaló que cualquiera que
intentara mezclar las enseñanzas de Escatología con otros
conceptos del “pensamiento metafísico” (ya sea que hubieran
Escatología
sido aceptados por algunos, o fueran solamente “nuevas
teorías”) entonces ese “maestro” no podría sostener
acertadamente que estaba enseñando “Escatología”, ya que
la mezcla que enseñara NO SERÍA, en lo absoluto la Ciencia
de la Escatología.
A través de los años que el Sr. Walter trabajó para desarrollar
y en seguida implementar totalmente su Plan de Enseñanza,
y de escribir todos sus textos, continuó haciendo una gran
cantidad de investigación adicional para estar seguro de que
no había pasado por alto ningún punto que debiera estar
incluido en su propia enseñanza, como parte de la Ciencia de
la Vida. Revisó lo mejor de las obras de los pensadores
profundos que ya había examinado previamente, así como
también se volvió un conocedor cabal de la historia y
conceptos de varios cultos religiosos. Lo que es más, estudió
a fondo la colección traducida de 30 volúmenes manuscritos
que originalmente se escribieron durante los siguientes 300
años a la época de Jesús. Además obtuvo y estudió copias de
otros manuscritos de esa época que nunca se han publicado y
que sólo son conocidos por unos cuantos eruditos.
Como Aurora, donde vivió el Sr. Walter, está tan cerca de la
Universidad de Chicago, tuvo acceso a su excelente
biblioteca mientras hacía sus investigaciones iniciales, antes
de obtener su primer discernimiento, por medio de la Biblia
y del libro de texto de la Sra. Eddy. En su continuo uso de
esa biblioteca después de 1907, tuvo frecuentes contactos
con varios miembros de la Facultad de la Universidad. Esos
señores con frecuencia trataban sus estudios con él, y le
tenían gran respeto por su erudición, sus métodos de
investigación y también por sus conocimientos. Por ser
recomendado, el Sr. Walter pudo obtener acceso a excelentes
bibliotecas en todo el mundo, fundadas desde hace muchos
años atrás, para que pudiera aplicar sus investigaciones. A su
tiempo, esas bibliotecas antiguas estuvieron dispuestas a
enviarle copias de obras que la Universidad de Chicago no
tenía, así como también las copias de los antiguos
manuscritos no publicados que mencionamos anteriormente,
algunos de los cuales tan sólo estaban disponibles en su
lengua original. Entonces el Sr. Walter los mandó traducir en
forma precisa por eruditos ampliamente capaces para este
trabajo, para su propio estudio.
En sus libros de texto menciona sólo brevemente el grado de
su investigación, principalmente para dar crédito a “todos los
pensadores avanzados de las épocas antiguas y modernas”,
cuyo trabajo contribuyó (un poco aquí, un poco allá) al
entendimiento actual que había logrado por estos años de
esfuerzo dedicado. En sus enseñanzas, el Sr. Walter presenta
y explica cada uno de los conceptos o principios
fundamentales que encontró y comprobó, durante sus años
de investigación y estudio.
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W I L L I A M W. W A L T E R
Por eso esta enseñanza sistematizada de paso en paso ahorra
al estudiante pensar que es necesario dedicar años de
esfuerzo laborioso en investigar y analizar, y que solamente
duplicarían el trabajo que el Sr. Walter ya había hecho
cabalmente. Si el estudiante de Escatología aprecia el
espíritu práctico y la racionalidad completos de las
deducciones y explicaciones del Sr. Walter, puede empezar
su estudio de la Escatología a ser enseñado cómo obtener
resultados benéficos desde el primer curso que se le imparte.
Todo estudiante tendrá cierto “forcejeo mental” en su
propia mente, a medida que se esfuerza en cambiar
conceptos y hábitos de pensamiento anteriores. Cada
estudiante tiene distintos grados de “conflicto interno” en su
esfuerzo por liberar su mentalidad de patrones de
pensamiento que estaban basados anteriormente en el sentido
material o físico generalmente aceptado del ser y la vida.
Muchos tienen también un conflicto adicional antes de
eliminar totalmente todos los conceptos religiosos,
tradicionales, de “Dios” o de cualquier teoría mística
referente a un “poder más elevado” con el que se podían
“volver uno”.
Cuando William Walter alcanzó su primer discernimiento
del concepto de la causación mental, probablemente estaba
mejor preparado para cambiar sus patrones de pensamiento
anteriores que lo estaban la mayoría de sus estudiantes,
cuando empiezan a estudiar. Esto no se debió tan sólo a su
fuerte motivación, sino también porque durante sus siete
años de estudio desalentador, con anterioridad a este
momento decisivo, había visto claramente las múltiples
contradicciones e inconsistencias en los conceptos físicos, y
materiales de la vida y especialmente de la salud. Cuando
amplió su investigación, y estudió varios cultos de fe
religiosa, así como también ideas metafísicas y filosóficas,
aun cuando encontró muchos hilos comunes de pensamiento
idealista e inspirador, vio también cuántas teorías
contradictorias había en los escritos de ese tipo. Al buscar
una idea práctica, comprobable, sanadora para cumplir su
deseo profundo de recobrar su salud, y al ver que cuantas
veces se esforzaba por utilizar estos conceptos más
espirituales o mentales, le traían mayores desilusiones, tuvo
que cultivarse siendo más y más de mente abierta.
No obstante, a pesar de los resultados desalentadores de esos
primeros siete años de estudio, el Sr. Walter se dio cuenta
después que había obtenido algo de gran valor para cuando
inició su estudio de la Biblia desde el nuevo punto de vista
aprendido de las enseñanzas de la Sra. Eddy. Por medio de
su método de estudio auto-disciplinado, había desarrollado a
un alto grado tanto su habilidad razonadora como analítica,
lo cual le ayudó en gran parte a ver realmente que las obras
de Jesús eran naturales y estaban basadas en principios
Escatología
científicos que otros también habían utilizado. Además, ya se
había enseñado a sí mismo cómo mantener su pensamiento
conformemente, durante periodos prolongados en cuanto a
cualquier idea que le podría ser útil. Puesto que al fin tuvo su
primera esperanza verdadera de ganar la ahora larga batalla,
estaba totalmente dispuesto a cambiar su actitud y
pensamientos habituales anteriores, y pensar en la forma que
la Sra. Eddy afirmaba era “el pensar correcto”.
Puesto que ya había descubierto con anterioridad que no
podía aceptar nada tan sólo por fe, Walter respaldó hasta sus
primeros esfuerzos en la Ciencia Cristiana, por razonar
cuidadosamente acerca de todo lo que estudiaba. Por eso le
sorprendió que otros, que habían seguido por mucho tiempo
las enseñanzas de la Sra. Eddy, le quedaran tan agradecidos
por sus explicaciones bien razonadas cuando acudían a él en
busca de ayuda para sus problemas. Eso también explica por
qué el Sr. Walter enfatiza que a ningún estudiante de
Escatología se le debe pedir que crea en lo que él enseña; por
lo contrario, se le pide que razone acerca de todo lo que
presenta, lo ponga a prueba y lo compruebe por sí mismo.
Aunque indudablemente el mismo Walter tuvo ciertos
“conflictos mentales” que resolver, al corregir sus hábitos
anteriores de pensamiento, “la tremenda lucha mental” ya
mencionada brevemente en este documento, sólo la
experimentó al encontrar lo que a él le parecía que era el
“qué, cómo y porqué exactos” de la causación mental
individual. Fue su característica “aferrarse a… y no soltar”
una cosa, lo que finalmente resolvió su confusión temporal.
A pesar de las dudas que tenía por el sentido religioso que
transmitía el libro de texto velado de la Sra. Eddy, persistió
en someter a prueba sus deducciones bien razonadas y
finalmente comprobó su exactitud.
Con este entendimiento fundamental de los principios, leyes
y procesos actuales de la Ciencia de la Vida y cómo trabajan
en la mente y el pensamiento individual, el Sr. Walter estaba
preparado para progresar constantemente de tal manera que
su entendimiento profundo y verdadero que cuando decidió
presentar por medio de su propio sistema de enseñanza fue
porque ya lo había desarrollado.
Como entendió totalmente que era necesario un fundamento
firme y completo para todo estudio científico, el Sr. Walter
presenta los puntos básicos fundamentales del “qué, cómo y
porqué” de la causación mental individual en el primer curso
de su Plan de Enseñanza. También explica esos mismos
puntos en la serie de folletos de Sentido Común. De esta
manera da a sus estudiantes la enseñanza esencial que los
ayudará a ganar cualquier “batalla” que experimenten en sus
primeros esfuerzos por cambiar sus conceptos o hábitos de
pensamiento anteriores. Esto les enseña cómo resolver
11
W I L L I A M W. W A L T E R
cualquier pensamiento conflictivo posterior que sólo surge
como el remanente de actitudes previas.
escribir cada libro, o serie de folletos y también dan la idea o
ideas principales en cada uno de esos trabajos.
Los estudiantes que dan atención suficiente a su primer
estudio básico, y aplican acertadamente lo que se les enseña,
prueban por sí mismos los principios fundamentales que les
presenta el Curso de Principiantes de Escatología. Con su
esfuerzo sincero y por usar su propia habilidad de raciocinio,
pueden obtener un entendimiento práctico de los principios
científicos de la Vida para cuando hayan terminado el curso
y su repaso completo. Entonces, a medida que progresan con
el mismo interés prolongado a través de los cursos más
avanzados, pueden obtener un grado profundo del
entendimiento real, para cuando hayan terminado todos los
cursos con sus repasos, de acuerdo al Plan de Enseñanza,
siempre y cuando hayan también mejorado su aplicación en
un grado progresivo correspondiente.
E L H IJO
El tiempo que le llevará a cada estudiante desarrollar las
profundidades mayores del entendimiento real que el Sr.
Walter ha escrito dentro de sus obras, depende enteramente
de la continuidad del esfuerzo y el deseo prolongado del
propio estudiante por progresar segura y firmemente. El Sr.
Walter logró la plenitud del entendimiento real tan
rápidamente como lo hizo, debido a que estaba motivado
fuertemente por su propio deseo profundo, y por ser de
mente singular en cuanto a su propósito.
Probó cada paso de su propio desarrollo, ya que se había
dado cuenta de que el entendimiento real tiene que ser
totalmente práctico, en todo.
Con esta información adicional de antecedentes y el
discernimiento que da del propósito y la razón de su método
de enseñanza del Sr. Walter, los siguientes resúmenes de
cada una de sus obras, resultarán útiles para todos los
estudiantes nuevos de Escatología. Se espera que las
descripciones sucintas que se dan aquí también sean de
utilidad para cualquiera que solicite este documento
informal, en su propósito de conocer más de cerca de lo que
se presenta en este estudio científico.
B REVES RESÚMENES DE LAS OBRAS ESCRITAS
POR W ILLIAM W. W ALTER
Estos resúmenes se presentan en la misma secuencia en que
el Sr. Walter enlistó sus obras al dorso de “Qué es
Escatología?” y en cada uno de los folletos de las series de
Platicas Francas y Sentido Común. La fecha de la 1ª edición
de cada obra se pone bajo cada título. Muchas de las
afirmaciones en estos resúmenes son las que el Sr. Walter
usó cuando notificó a sus estudiantes o lectores acerca de su
trabajo más reciente. Como se mencionó antes, estas
descripciones indican el motivo que llevó al Sr. Walter a
Escatología
DEL
P ASTOR (1907)
Este libro originalmente indujo a muchos individuos a buscar
en la metafísica, ya que les dio su primera luz verdadera
respecto a la Verdad del Ser. Presenta en forma de historia
las primeras reacciones de los distintos personajes a los
conceptos presentados, y cómo más tarde respondieron
después de razonar acerca de esas ideas. La experiencia del
joven es similar a la propia iluminación inicial del Sr.
Walter; el prejuicio y el cambio posterior en el pensamiento
del Pastor es representativo de la manera en que muchos han
respondido a los conceptos presentados en este libro. La
explicación de la creación, o “Génesis”, llevada a cabo
mientras se desarrolla la historia, le dará a cualquier
buscador mucho “en qué pensar” (esta visión anticipada del
Génesis se explica más adelante, de forma totalmente
científica, en los libros de texto del Sr. Walter para sus
cursos avanzados en el estudio de la Ciencia de Escatología).
L A H IJA DEL D OCTOR (1908)
Se trata de una secuela de “El hijo del Pastor”, y señala la
falacia del concepto popular del sanar a través de
medicamentos o drogas. Este libro explica por qué los
medicamentos no tienen poder propio, y también explica el
uso del pensamiento, basado en ciertos principios, como el
camino a la salud, la abundancia y la felicidad, a través del
“Método Walter” del pensamiento correcto. En este libro, es
la hija quien primero capta el concepto mental o “espiritual”,
y el doctor es quien finalmente razona sobre eso y cambia su
propio pensamiento y actitud.
E L Á RBRITRO
DE
T U D ESTINO (1911)
Ésta es una conclusión adecuada a los dos libros previos,
formando así un conjunto. A quienes han avanzado de la
teoría a la práctica les encanta este libro. Señala claramente
la falacia de creer que hay un “Dios personal” rigiendo el
destino de la humanidad, pero también señala cómo
igualmente falaz el concepto de que no hay un “Dios” o
causa como poder universal para el bien. Muestra cómo
utilizar este poder bueno para lograr la “salvación” de los
resultados experimentados debido al pensamiento erróneo
basado en conceptos falsos de uno mismo y de la Vida. Este
libro muestra que cada uno de nosotros es el “árbitro de su
propio destino”.
C INCO A ÑOS EN
LA
C IENCIA C RISTIANA (1910)
Los casos de sanar citados, con la propia experiencia del
autor, son auténticos. El libro, entregado a los que están sin
12
W I L L I A M W. W A L T E R
esperanza, ha demostrado muchas veces ser la causa de una
esperanza renovada.
E L D IOS D ESCONOCIDO —V OL . 2— L UCAS
(1921)
No hay nada que retrase cualquier caso de sanar o lo haga
casi desesperanzador, que la desesperanza del paciente
mismo.
¿Sabías que el libro de Juan no es sólo una biografía
histórica de la vida de Jesús, sino que realmente es el
planteamiento de la gran verdad de que éste es un universo
mental, y que vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser
en la mente (Dios)? Jesús intentó enseñarnos, por precepto y
ejemplo, la verdad de que la Vida es mental (está en la
mente), y no material (no en el cuerpo). Juan comprendió el
punto de vista verdadero espiritual (mental) de la enseñanza
“del Maestro”. Este sentido mental o metafísico no es
aprehendido por el lector casual, pues su punto de vista
humano oculta de su comprensión el verdadero significado.
Los libros de Lucas y Juan se han interpretado
metafísicamente, y su significado se ha establecido de forma
clara en el Volumen II de “El Dios Desconocido”.
Muchos de quienes están enfermos, han, a través de su
propia lectura o por medio de creer el veredicto de un doctor,
llegado a la conclusión de que sus males no tienen remedio y
son incurables. Entendido correctamente, no hay casos
incurables. La desesperanza del paciente es la principal causa
de retraso y, por tanto, si este estado de ánimo mental
equivocado se puede cambiar, el caso se resolverá con mayor
facilidad. Las sanaciones mencionadas en este libro se dieron
para mostrarle a otros enfermos que males similares a los
suyos fueron sanados, y por qué no el de ellos.
E L S ANAR
DE
P IERPONT W HITNEY (1913)
Uno de los temas más desconcertantes que el principiante en
el desarrollo de la Ciencia de la Vida tiene que enfrentar, y
fuente de su mayor lucha, radica en comprender la relación
verdadera entre Alma y cuerpo, Dios y hombre. En forma de
historia, este libro da algunas de las enseñanzas más
provechosas e importantes de los discípulos de Jesús, las
cuales se encuentran en los manuscritos escritos durante los
325 años siguientes a las obras de Jesús. En este libro, se
muestra claramente cómo la mentalidad individual, corregida
mediante la razón y el entendimiento de la Verdad, puede
erradicar los efectos nocivos de su pensamiento errado
anterior por medio del uso del pensamiento correcto.
E L D IOS D ESCONOCIDO —V OL . 1— M ATEO
M ARCOS (1914)
Y
La misión de Jesús no fue sanar a los enfermos ni el perdón
de los pecados; su verdadera misión fue enseñar a otros la
Ciencia real de la Vida, o Dios. Pocos están conscientes de
que subyacente a las palabras simples de las Escrituras se
encuentra la verdadera ciencia de la Vida, pero “escondida”
de quienes todavía no están dispuestos a cambiar sus
conceptos antiguos y a asumir la responsabilidad completa
de sus propias vidas.
Fue su comprensión de la bondad real de la Vida la que le
dio a Jesús su maravilloso poder para hacer el bien. Los
resultados que “él” obtenia no se lograron por hacer a un
lado las leyes reales del universo, sino por entender estas
leyes y conformar su pensamiento y acciones a ellas. Otros
denominaron sus trabajos como “milagros”. Él supo que eran
los resultados positivos e inalterables naturales que siguen a
la aplicación correcta de la Ciencia de la Vida. En este
volumen el “velo” de los pasajes de las Escrituras se levanta
y se presenta el significado real.
Escatología
C OMENTARIO SOBRE
D ESCONOCIDO ‖
LOS VOLÚMENES DE
Y
J UAN
―E L D IOS
La investigación cuidadosa del Sr. Walter llevó a su atención
el hecho de que todos los grandes maestros escribieron en la
Biblia utilizando lo que puede denominarse un “código” que
cada entendedor posterior podría interpretar correctamente.
Esto se describió como “la terminología simbólica” en los
documentos anteriores de información sobre la Escatología.
Interpretar un “código” no significa “traducir las palabras”
solamente, sino sacar el significado subyacente de la forma
en que ciertas palabras se utilizan, con relación a otras
palabras clave. Esto explica por qué la interpretación del Sr.
Walter de los versículos bíblicos suele ser más larga que los
versículos mismos. Al ser capaz de descifrar el código
utilizado por estos grandes maestros, el Sr. Walter muestra
que todas las enseñanzas de los “Cuatro Evangelios” son
consistentes en su significado, mientras que éste no es el
caso si uno sólo lee las “palabras” ahí escritas. La misma
coherencia se lleva a cabo en las obras del Sr. Walter en sus
explicaciones de las partes esenciales de la Biblia entera.
La Biblia utilizada por el Sr. Walter es la denominada “The
King James Version”. Muchos eruditos se mantuvieron
ocupados durante años traduciendo, al inglés, los primeros
manuscritos que fueron escritos en sus diversas lenguas
originales. Las traducciones actuales, en lo que hoy se
conoce como “inglés moderno”, no retienen el significado
real de los maestros bíblicos porque sus propias afirmaciones
“codificadas” se cambian al adaptar las frases al uso actual
de las palabras y construcciones gramaticales en inglés.
L A H ISTORIA MÁS D ULCE J AMÁS C ONTADA (1916)
Este libro abarca, en forma narrativa simple, el
descubrimiento de la concepción espiritual o mental; el
nacimiento y la infancia de Jesús; el significado subyacente
13
W I L L I A M W. W A L T E R
de la enseñanza que le dio a sus doce discípulos; y, por
último, su crucifixión y resurrección, por la cual demostró su
prueba positiva de que hay un “más allá” y que la vida no
depende del cuerpo (como creen quienes han aceptado en su
totalidad los conceptos físicos o materiales de la vida). El
señor Walter cita referencias y da su interpretación práctica
de los primeros escritos. La forma en que todo esto se
presenta en este libro prueba lo razonable de todo lo dicho.
E L D ESARROLLO (1921)
A través de respuestas razonables a las preguntas, este libro
explica la diferencia entre el concepto manejado por el
científico de la iglesia y de aquél presentado por el “Método
Walter”. Es de gran ayuda para liberar al estudiante sincero
de la Ciencia de la Vida de estar “atado-a-la-iglesia”. Sin
embargo, sus explicaciones de sentido común son útiles para
cualquier estudiante de la Vida.
E L S EMBRADOR ,
LA
S EMILLA,
LA
T IERRA (1912)
El tema de esta pequeña historia, con personajes ficticios, fue
sugerida por una de las parábolas más bellas e instructivas
que Jesús dio, la parábola del sembrador. El señor Walter
presenta su sabiduría metafísica, mental y espiritual. Se
puede observar que en esta parábola Jesús expuso el qué y el
cómo del sanar espiritual o mental. Él también explicó por
qué algunos sanan y otros no, y cuándo se logrará cualquier
sanar. Conforme la historia avanza, se explican grados más
profundos de significado.
E L C AMINO
DE
DEL
B IEN (1924)
Uno de los grandes problemas que confronta cada estudiante
serio de la verdadera metafísica es la mejor manera de
obtener una comprensión demostrable de la totalidad del
bien, y la consiguiente nada del “mal”. Entendido
correctamente, la totalidad del bien es el principio
fundamental que hace verdadera curación mental una ciencia
nunca varía.
Escatología
Otros profesores, escritores y curadores cometen el error de
hablar de una manera misteriosa de la “última” o de la “alta
verdad”, y crucifican a la Razón. Ciertamente es crucificar a
la Razón y confiar en la ignorancia (el mal) el buscar un
“último más alto” que la totalidad del bien. La ignorancia de
este principio de vida resulta en un pensamiento errado, y sus
consiguientes resultados equivocados, que han sido
clasificados en general como “el mal”. Cualquier “mal” o el
llamado “mal” que se experimenta no es más parte de la
realidad de la vida que lo que lo es una respuesta equivocada
en cálculos matemáticos. Éstos son el resultado de un
pensamiento equivocado y todo el mundo sabe que estos
errores pueden corregirse. Todo pensamiento acerca de uno
mismo o de la vida también pueden corregirse, a través de la
razón correcta, basada en la totalidad del bien.
El señor Walter llamó a este libro de 63 páginas,
encuadernado en cuero, “un compañero siempre listo a ser
consultado cada vez que el pensamiento individual esté
vacilante en cuanto a la positiva totalidad del bien”. Puede
llevarse convenientemente en un bolso, o colocarse en el
bolsillo del abrigo.
C RISTO (1910)
El “Camino de Cristo” explica la verdadera Ciencia de la
Vida en términos claros y razonables, y es de ayuda para
todos quienes buscan respuestas inteligentes en cuanto a la
forma de obtener o conservar la salud, el éxito y la felicidad
en la vida diaria. El señor Walter dijo que este libro podría
leerse cinco veces, con un mayor beneficio en cada lectura, si
se le da una reflexión cuidadosa. Su punto de vista de sentido
común, libre de puntos de vista místicos o religiosos,
también elimina los prejuicios que algunos tienen en contra
de cualquier estudio metafísico por haber oído hablar de las
muchas teorías indemostrables que han sido presentadas por
diversos maestros no científicos, o incluso falsos.
L A T OTALIDAD
Muchos trabajadores honestos no pueden producir el sanar o
mejoría en su vida por la única razón de que usan las
palabras y los métodos que han estudiado, sin haberse dado
cuenta de la necesidad de primero demostrarse este principio
vivificante. Este libro es de un valor particular para todos los
estudiantes según avanzan a través de los cursos más
avanzados de estudio.
L ECCIONES M ETAFÍSICAS
DE LA
B IBLIA (1926)
En este libro se hace una serie de preguntas pertinentes con
referencia a un variado número de temas o “elementos” en la
ciencia de la vida, y se dan referencias a la página, capítulo y
versículo del primer volumen de “El Dios Desconocido”, en
donde se encuentran las respuestas a estas preguntas.
El primer capítulo en estas lecciones de la Biblia trata del
“Pensamiento”, el segundo tema es la “Razón” y el siguiente
es “Mente”. Otros temas incluyen “El Concepto Verdadero”,
“Conciencia”, “Inteligencia”, “Causa” y otros temas
similares. Este método de estudio pone de manifiesto lo
coherentes y prácticas que son las enseñanzas de Jesús en
realidad. Este trabajo no sólo es valioso para todos los
estudiantes de Escatología, para el autoestudio, sino también
es útil en la enseñanza de los niños y ayuda a darles cierta
perspectiva en cuanto a las enseñanzas de Jesús, y para tener
un buen estándar por el cual guiarse, en total justicia con
ellos mismos y para con los demás.
14
W I L L I A M W. W A L T E R
E L G RAN E NTENDEDOR (1931)
Esta historia abarca la infancia azarosa del señor La
Fontaine, seguido de su huida del hogar a la edad de dieciseis
años para satisfacer su ansia de ver California.
Su experiencia en ferrocarriles en el Viejo Oeste; su audaz
intento de caminar solo a través de Valle de la Muerte, como
un simple muchacho; su vida en los campamentos mineros
de oro entre los hombres más duros y fuertes de los malos
hombres del Lejano Oeste; sus experiencias, que desafiaban
a la muerte, con indios hostiles; su casi milagroso escape de
la muerte en el Valle de la Muerte; sus diversas experiencias
como agente local; su experiencia con ladrones de carretas
como mensajero del Wells Fargo Shotgun Express; su
cambio de corazón para convertirse en un ingeniero minero;
su experiencia con la Ciencia Cristiana, y su posterior
confusión y total impotencia, y finalmente, su éxito con el
Método Walter. Una historia de vida tan excepcional, tan
fascinante, tan emocionante y tan esclarecedora, que
empezar a leerla es quedar encantado hasta el final.
(William Walter no fue el autor, sino el compilador de este
libro —N. del E.).
L A S ERIE
DE
P LÁTICAS F RANCAS (1916–1925)
Los folletos de esta serie están a disposición de cualquiera.
También se utilizan como el “texto” para el “Curso de
Principiantes” (el “Curso Preparatorio”) en el Plan de
Enseñanza del Sr. Walter, ya que estos 12 folletos ponen de
manifiesto los puntos básicos esenciales en el estudio de la
ciencia de la vida. Éstos se enseñan a fondo por el maestro
del estudiante, y se da instrucción adicional sobre cómo
aplicar de forma específica, o utilizar, estos conceptos
fundamentales.
Esta serie de folletos se escribió originalmente para
presentarle el significado subyacente del libro de texto
velado de la Sra. Eddy a los buscadores sinceros de una
comprensión verdaderamente científica, y para ayudar a
quienes deseaban superar totalmente la “cuna” de la iglesia,
para hacer esto tal como ya lo había hecho el Sr. Walter. Él
estaba plenamente consciente de que muchos de los
seguidores de la Sra. Eddy deseaban profundamente
aprender a depender de su propio pensamiento para resolver
sus propios problemas.
Sin embargo, como todo el mundo comete el mismo tipo de
errores básicos, el Sr. Walter pronto descubrió que estos
folletos fueron igualmente útiles para aquellos que nunca
antes habían estudiado metafísica, ni habían leído las obras
de la Sra. Eddy. Por otra parte, encontró que su análisis y
explicaciones de muchas de las declaraciones de la Sra. Eddy
Escatología
fueron muy útiles para todos los estudiantes en cultivar su
propia capacidad de razonar y analizar lo que estudian.
Estos folletos también han demostrado ser muy útiles para
cualquiera que pueda haber obtenido una concepción errónea
de la causalidad mental de los escritos de otros autores, los
cuales pudieran haber sido meros teóricos o incluso
“copistas” que mezclaron muchas teorías acerca de la vida,
lo que resulta en un sentido general, poco práctico de la
Vida, o en algunos conceptos de poco uso en la vida diaria.
Los títulos de la serie “Pláticas Francas” indican cuán
verdaderamente útiles son para el comienzo del estudio:
# 1 — Práctica Mental
# 7 — El Temor
# 2 — El Pensar
# 8 — Practicante y Paciente
# 3 — El Engaño
# 9 — Negocios
# 4 — Escultores de la Vida
# 10 — El Camino
# 5 — Tu Abastecimiento
# 11 — El Trabajo
# 6 — Armonía
# 12 — Descanso y Alegría
Estos folletos son de tamaño de bolsillo, por lo que se puede
llevar uno o más convenientemente para estudiar siempre
que se desee, o para una fácil referencia cuando sea de
ayuda.
L A S ERIE
DE
S ENTIDO C OMÚN (1925–1940)
Estos folletos son utilizados por los estudiantes como
“lectura complementaria”; los primeros 20 de esta serie se
utilizan sobre todo en la serie de Pláticas Francas o en el
Curso de Principiantes. Ofrecen muchas explicaciones,
cuidadosamente razonadas, de una manera práctica, con
sentido común, y completamente no-sectaria en su
presentación.
En esta serie, el Sr. Walter explica cómo la Biblia es en
realidad una obra metafísica científica, y también muestra
que las enseñanzas de Jesús son completamente prácticas,
razonables y totalmente científicas. Muchos de los conceptos
físicos generalmente aceptados son ampliamente discutidos
de una manera razonada, y también se explica cómo utilizar
el pensamiento de forma constructiva. A través de un estudio
cuidadoso de los puntos cubiertos en estos folletos, y luego
de aplicarlos de forma sincera, uno puede liberar su
mentalidad de muchos de los conceptos falsos que crean
problemas, de diversos tipos, en la experiencia propia.
Los títulos de cada uno de estos folletos se enumeran en
“¿Qué es Escatología?” y también en la parte posterior de
cada folleto de la serie de Sentido Común y de la de Pláticas
Francas. La descripción del propio Sr. Walter de cada grupo
de diez, y de los últimos cuatro de estos folletos se da aquí.
15
W I L L I A M W. W A L T E R
En la primera serie de diez folletos, el motivo principal es
establecer un fundamento seguro sobre el “quién”, “qué” y
“porqué” de la una y sola causa o creador.
En el segundo grupo de diez, el motivo es mostrar, simple y
llanamente, la aplicación del pensamiento correcto para el
sanar de la enfermedad y otros “problemas”, y la razón por la
que la aplicación correcta de pensamiento causará, y debe
causar, ambos, el sanar y otros resultados correctos.
El tercer conjunto de diez retoma declaraciones particulares
acreditadas a Jesús, y las explica de acuerdo a la luz mental
que la Escatología, la ciencia de la vida, arroja sobre ellas.
4. Disipa varias supersticiones adoptadas por algunos
científicos de la iglesia; el papel que el sentido de la vida
y de sí mismo juega en la experiencia; diferencia entre el
sentido falso y verdadero.
5. Lo fundamental a saber: ¿qué es causa, cómo opera,
cuando vienen los resultados; errores principales que
nublan el conocimiento; cómo cada uno puede conocer y
utilizar este poder científico para el bien.
6. Cómo seguir el camino correcto de la “fantasía” al
hecho, la limpieza de la “basura sin valor” que oscurece
los hechos; la importancia de probar a través de la
demostración real.
A partir de folleto número 31, el esfuerzo es mostrar de
forma más precisa la forma de utilizar la verdad, y para
cumplir con el verdadero propósito de la vida.
7. Cómo limpiar el sentido del oído; por qué uno puede
recuperar el sentido de la audición perfecta.
Es evidente, entonces, que cada uno de estos folletos se ha
diseñado para cubrir alguna fase particular de la “ciencia de
las últimas cosas” —Escatología— que en realidad significa
la ciencia de lo que es eterno, porque es la verdad.
8. ¿Qué es la oración verdadera, y la falacia en el sentido
usual de la “oración”; “Dios” como un “Dios (Bien —
Good) justo e inmutable”; cómo podía Jesús enseñar que
“el reino está dentro”.
Estos folletos son de un conveniente tamaño de bolsillo y
son no-sectarios. Para quienes desean averiguar si la
Escatología ofrece el tipo de estudio que están buscando, los
folletos particularmente útiles para este propósito se
recomiendan en el “Suplemento” referenciado.
9. El camino hacia el éxito; la manera correcta de pensar
acerca del dinero; llevar el pensamiento a fruición;
penetración en el sentido correcto del amor.
C ARTAS
DE UN
P RACTICANTE
Y
P ACIENTE (1923)
Este libro es una recopilación de diez cartas que el Sr. Walter
le escribió a varios estudiantes y pacientes, cuando todavía
era un practicante de la Ciencia Cristiana. Por lo tanto, estas
cartas contienen terminología particular de la Sra. Eddy, y de
vez en cuando se refiere a ella como “nuestro líder”. Sin
embargo, las explicaciones muy prácticas y sucintas del Sr.
Walter de ciertos puntos específicos son muy útiles para
todos los estudiantes y maestras de Escatología.
Los principales puntos en cada una de las diez cartas son:
1. Breve reseña del estudio y el trabajo propios del Sr.
Walter; cómo elegir un guía o maestro; lo que Jesús
logró a través de utilizar los principios científicos.
2. Relación de la mente y el cuerpo; la declaración de Jesús
de que su cuerpo era una “sombra”; el poder del
pensamiento correcto de uno; cómo corregir el
“insomnio” y “problemas de pulmón”.
3. Orientación a los padres en la crianza de los niños; cómo
enseñarles el verdadero sentido de la vida.
Escatología
10. Fomento e instrucción para corregir una “adicción a las
drogas”; manera de recuperar el dominio en sí y de su
pensamiento y acciones, y volver a experimentar la
salud, la felicidad y el éxito; el poder del propio
pensamiento correcto del paciente.
R ESÚMENES DE
LOS TEXTOS UTILIZADOS EN LOS
CURSOS AVANZADOS
Las obras del Sr. Walter, “La Hoz”, “Las Notas primarias” y
“La Hoz Aguzada”, se utilizan como textos para los cursos
que siguen al “Curso de Principiantes” en su Plan de
Enseñanza. Estos tres textos más avanzados se venden sólo a
quienes realmente estudian con profesores calificados que
tienen un “Permiso de Enseñar” actual. Como el Sr. Walter
deseaba que su sistema de enseñanza fuese presentado de
forma científica por cada maestro, él requirió que estos
“permisos para enseñar” fuesen renovados cada año. Antes
de que un estudiante pueda adquirir cualquiera de estos tres
textos avanzados, debe haber completado satisfactoriamente
el estudio y revisión del curso que precede al texto que está
siendo comprado.
El señor Walter no puso estas restricciones sobre la venta de
estos textos avanzados con un sentido de rebajar la
inteligencia de los buscadores interesados, sino como
reconocimiento de su inteligencia. Él estaba seguro de que el
buscador genuino entendería particularmente que la manera
16
W I L L I A M W. W A L T E R
inteligente para estudiar cualquier sistema científico es
empezar por el principio, y ser enseñado paso a paso. Este
sistema de enseñanza corregirá cualquier concepto erróneo
que de esta Ciencia o de la forma en que operan sus leyes,
temporalmente pueda tener cualquier estudiante simplemente
por interpretar lo que estudia a la luz de sus conceptos
antiguos o de algunas “ideas apreciadas” de la forma en que
previamente pensaba que la vida “debe ser”. El método de
enseñanza paso a paso del señor Walter hace posible que
cada estudiante progrese de manera segura y firme.
Este texto incluye una gran cantidad de información que es
muy sucinta, y le sirve al estudiante en aprender bien a
aplicar cada vez más y más de forma práctica, de una manera
progresiva constante, todo lo que le ha sido enseñado. La
franqueza en la presentación de los puntos esenciales es
extremadamente valiosa. Hay 20 capítulos en este texto de
70 páginas, a 8 1/2 x 11 pulgadas, en el estilo de cuaderno de
notas, con una cubierta. Este formato ofrece una gran
comodidad en el estudio.
L A H OZ A GUZADA (1928)
Cada uno de estos tres textos ha sido traducido al español, al
igual que los folletos de Pláticas Francas y de Sentido
Común. Esto se ha hecho debido a un interés cada vez mayor
en México, donde mucha gente desea estudiar Escatología y
sabe muy poco inglés.
L A H OZ (1918)
Éste es el libro de texto para el segundo curso, para el cual el
estudiante es elegible cuando ha completado con éxito el
Curso de Principiantes y su revisión.
El señor Walter describe este texto como un puente mental,
construido a través del abismo de la ignorancia que hay entre
“materia” y “Espíritu”, es decir, entre la creencia humana y
el sentido común, la incomprensión y la comprensión de uno
mismo y de la Vida.
El precio de este libro se puso deliberadamente alto para que
sea valorado a fondo, estudiado y revisado con frecuencia
por cada estudiante mientras continúa su desarrollo a la
comprensión real o completa. Aquellos que han calificado
para comprar este libro encuentran que vale mucho más de lo
pedido. Ellos siguen ganando mayor iluminación de él cada
vez que revisan este texto, sobre todo en años posteriores,
después de haber asimilado las enseñanzas de los cursos aún
más avanzados.
El libro de La Hoz está encuadernado en cuero, y consta de
un prefacio, introducción y 21 capítulos, con un total de 391
páginas. Está impreso en papel muy fino, y su tamaño es de
4 1/2 x 6 1/4 pulgadas, por lo que puede llevarse
cómodamente en el bolsillo de un abrigo o en una cartera,
para estudiar fuera de casa.
Éste es el texto utilizado para el cuarto curso. Enseña no sólo
la armonía mental que es posible, mediante el uso de lo que
se da en los cursos anteriores, pero también enseña de
manera muy completa la misma Ciencia del Ser. Los
principios básicos enseñados en los cursos anteriores siguen
siendo los mismos, pero La Hoz Aguzada profundiza y
enriquece la comprensión del estudiante de todos los hechos
de la vida y del universo, así como de cada ser individual.
El estudiante que se ha ganado el derecho a tener La Hoz
Aguzada, a través de su estudio previo y de la aplicación
correcta, atesora este libro con un valor incalculable, y
descubre que su estudio continuado desarrolla más y más la
plenitud de entendimiento.
La Hoz Aguzada tiene un prólogo y 37 capítulos, con un
total de 568 páginas. Su tamaño es similar a la de La Hoz;
también está encuadernado en piel, y su papel es, por
supuesto, muy fino.
E L Q UINTO C URSO
S R . W ALTER
EN EL
P LAN
DE
E NSEÑANZA DEL
Éste se llama “El Curso de Maestros Graduados” (“The
Teachers Graduate Class”) y se presenta de manera diferente
a los cuatro cursos anteriores. Es el curso culminante al que
todos los estudiantes podrán calificar, y deberían tener, sea
que quieran ser maestros de Escatología o no.
Información adicional sobre este curso se presenta en el
“Plan de Enseñanza para el Estudio de Escatología”.
L AS N OTAS P RIMARIAS (1919)
Éstas sirven como texto para el tercer curso de Escatología, y
en realidad son “notas complementarias” a La Hoz. Por lo
tanto, sólo se venden a quien ha completado su revisión del
Curso de La Hoz. Este texto también se llama “Las Notas de
la Armonía Mental” (“The Mental Harmony Notes”).
Escatología
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