ficha pedagógica Consumir en el siglo XXI El comercio de proximidad y la denominación de origen PIENSA… Llega el día de la semana en que hay que llenar el frigorífico y te subes o una gran superficie, que normalmente está a las afueras de la ciudad. Llegáis, cogéis un carrito y entráis en un edificio en donde parece que encontraréis cualquier cosa que podáis necesitar. Si te fijas en las calles de estanterías llenas de productos, te darás cuenta de que hay montones de marcas para cada uno de ellos. ¿Cuál elegir? ¿Por qué? Tus padres ya conocen muchas de esas marcas, y probablemente estén acostumbrados a comprar más o menos las mismas, pero ¿qué harías si tuvieras que escoger tú? ¿Comprarías lo más barato? ¿Lo que te suena por haberlo visto anunciado por la televisión? La verdad es que aprender a tomar estas decisiones no siempre es fácil. La mayoría de los productos que se venden en este tipo de comercios están envasados. Apenas puedes ver lo que hay en su interior, su color o incluso su olor hasta que lo pagas en la caja. También puede pasarte que en alguna ocasión necesitéis información antes de decidiros a comprar algo y no encontréis a nadie que pueda atenderos, o que quien esté allí no sepa demasiado sobre dicho producto: qué harina es la mejor para preparar un postre, qué tomates para una ensalada, qué carne para un guiso... ¡Hay tantas cosas! ¿Hay que resignarse a comprar a ciegas? ¿Es esa la única opción posible?¿No te gustaría saber cómo está hecho, cultivado o criado aquello que vais a comprar antes de pagarlo? ¿Saber de dónde procede? sabias que... Originalmente, el tipo de comercio que se daba era el trueque. Éste consistía en el intercambio de productos. Si un ciudadano se dedicaba a cultivar verduras, cambiaba una determinada cantidad de éstas por carne a su vecino, que tenía una granja. Era sencillo porque podías conseguir justamente lo que necesitabas muy cerca de casa, viéndolo, escogiéndolo y sabiendo de dónde procedía. ©2011 iStockphoto al coche con tus padres y hermanos, camino de un hipermercado ficha pedagógica El comercio de proximidad y la denominación de origen Las plazas de abasto El comercio ha evolucionado mucho. En la actualidad, lo más parecido a ese sistema son los mercados y las plazas de abastos. Estos lugares se componen de pequeños puestos para cada tipo de producto, como la carne, el pescado o la fruta y las verduras. Son atendidos por personas que conocen muy bien lo que venden, y que a menudo también lo crían, lo cultivan o lo recolectan. El comercio de proximidad Como en todos los barrios no es posible que haya un mercado, a menudo encontramos esas pequeñas tiendas por separado, en las calles que hay cerca de casa: pescaderías, carnicerías, fruterías, ferreterías, quioscos de prensa, droguerías, papelerías, etc. A eso se le llama comercio de proximidad, ya que su objetivo es proporcionar los productos necesarios a diario a las personas que viven en ese mismo barrio para que no tengan que desplazarse más lejos, gastando más tiempo y dinero en el viaje. Sin embargo, durante los últimos años este tipo de comercios se ha visto amenazado por los grandes centros comerciales, que abren durante más horas, tienen algunos precios más baratos, y a veces pueden resultar más cómodos al reunirlo todo en un solo lugar. La ventaja de los pequeños comercios es que sus dueños son especialistas en los productos que venden, y siempre están dispuestos a resolverte todas tus dudas y a darte toda la información y los consejos que necesites sobre ellos. No sólo recibes atención personalizada, sino que aprendes a diferenciar unos productos de otros, y por qué no: te acostumbras a preguntar, a informarte bien y a relacionarte. Piensa que es algo que tendrás que hacer durante el resto de tu vida. Otras ventajas del comercio de proximidad • Más sostenible: - Los desplazamientos por el barrio se hacen a pie. Si no nos desplazamos en coche, estamos reduciendo la contaminación que produciríamos, razón por la cual el comercio de proximidad es más ecológico. - La distancia desde donde se elaboran, crían o cultivan los productos, hasta el establecimiento es menor (se trata de lugares de los propios dependientes o de personas cercanas), y por tanto también se evita la contaminación de los trayectos largos y de los vehículos grandes. En un gran supermercado, a menudo encontramos fruta procedente de otro país, por ejemplo. Estos cargamentos habrán llegado en barco, en avión, o en camiones a lo largo de muchos kilómetros, y eso supone muchísima contaminación. 2 ficha pedagógica El comercio de proximidad y la denominación de origen - En los pequeños comercios se emplean más envases de papel, y además acostumbramos a emplear bolsas de tela o carritos, de modo que se generan menos residuos plásticos. • Más justo: Los pequeños comercios se abastecen de producciones propias, o bien de otros productores cercanos a los que les compran. Si se cerrasen estos pequeños comercios porque todo el mundo fuera a las grandes superficies de la periferia, mucha gente se quedaría sin trabajo, sin poder dar salida a los productos que siguen cultivando, y criando cerca de nosotros. INFORMACIONES DE INTERÉS ¿Qué es la denominación de origen protegida de un producto? Las Denominaciones de Origen Protegidas (DOPs) y las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGPs) son distintivos o marcas oficiales que se le asignan a algunos productos agroalimentarios propios de una zona geográfica, que tienen algunas características singulares. Los productos que se elaboran en una zona, ciudad, provincia, etc., son únicos. En el proceso, intervienen factores como las materias utilizadas, la forma de elaboración, el tipo de tierra de cultivo, las condiciones meteorológicas, etc. Esto hace que sean muy diferentes dos productos creados, por ejemplo, al norte y al sur de España. La denominación de origen permite identificar de dónde procede cada producto, garantizando así su calidad y sus propiedades, ya que se pone mucho cuidado en que éstas permanezca siempre igual. Los productores que se acogen a la denominación de origen, se comprometen a mantener la calidad lo más alta posible y a mantener también ciertos usos tradicionales en la producción, como por ejemplo, en el caso del vino, en ciertas zonas se exige utilizar la uva tradicional de la zona. Asimismo, suele existir un organismo público regulador de la denominación de origen, que autoriza exhibir el distintivo a los productores de la zona que cumplen las reglas. Algunas denominaciones de origen Prácticamente todas las Comunidades Autónomas tienen productos con denominación de origen Algunas de las denominaciones de origen más conocidas de nuestro país son: Queso Manchego, Jamón de Teruel, Turrón de Alicante, Torta del Casar, Carne de Ávila, Lenteja de Armuña, Pimentón de la Vera, Aceite de la Sierra de Cazorla o Mantecados de Estepa, entre otras. Todas estas 3 ficha pedagógica El comercio de proximidad y la denominación de origen denominaciones de origen tienen un sello que los caracteriza y que aparece en los envoltorios de los productos. Es posible saber más de ellos accediendo a las páginas web de cada producto o bien, a la asociación que representa a todas las denominaciones de origen del territorio español (www.origenespana.com), desde donde se pueden consultar todas las características del producto y los detalles de su elaboración. ¿Cómo nos influye a la hora de comprar? • Las Denominaciones de Origen protegen a determinados productos de posibles fraudes de otros que quieran llamarse como ellos, pero que no pertenezcan a la misma zona y, por tanto, no tienen las mismas características, y que no tienen certificado el proceso de calidad. • Si un producto pertenece a una Denominación de Origen, está asegurado su alto nivel de calidad. • Al comprar un producto con Denominación de Origen, sabemos perfectamente de dónde procede. ¿QUÉ PUEDO HACER YO…? • Date un paseo y fíjate en los pequeños comercios que hay en tu barrio y en la gran variedad de productos que puedes encontrar. • Anima en casa a la compra de productos en el barrio y a reducir el gasto de combustible y el aumento de polución asociados a hacer la compra en coche. • Mira la etiqueta de los productos, para saber de dónde proceden. Intenta escoger productos que vienen de zonas o ciudades próximas, eso implicará que su distribución ha contaminado menos que los productos que vienen de lejos. • Busca los sellos de denominación de origen en los productos que compres. De esta forma, además de poder conocer todas sus características, tendrás garantía de una buena calidad. • Anímate a preguntar cuando vayas a comprar. Explícale al dependiente del establecimiento qué producto quieres y para qué lo necesitas. Te aconsejará qué es lo mejor que puedes comprar y la cantidad precisa. Así no estarás comprando algo que puede no servirte o no ser lo que querías, o no estarás comprando de menos y sea insufuciente, o de más y te sobre y tengas que tirarlo. • Guarda las bolsas de plástico para usarlas en vuestra próxima compra, o intenta emplear bolsas de tela reutilizables para reducir los residuos. 4