MENTIRAS ARRIESGADAS1 De manera cada vez más frecuente se vienen repitiendo en los medios de comunicación artículos de opinión y declaraciones públicas de diversos cargos del PP atacando al secretario general del PSC-PSOE, Juan Fernando López Aguilar. Los argumentos utilizados contra López Aguilar son la mar de variopintos. Por un lado, se le lanzan intentos de ataques personales más dignos de un patio de colegio que de líderes políticos hechos y “derechos”. Por ejemplo, se le critica por tocar la guitarra o por dibujar caricaturas. Como pueden ver, toda una serie de pecados mortales de difícil redención. Por otro lado, y sin cortarse un pelo, utilizan argumentos falsos sin aportar nada que ni siquiera a lo lejos se asemeje a algo parecido a un principio de prueba. Se atreven a decir que López Aguilar ha influido en la detención de un empresario, mintiendo como bellacos y ocultando la existencia de un auto de la Audiencia Provincial de Las Palmas que decreta que la detención fue idónea, necesaria y proporcional y que los policías no sólo estaban autorizados para proceder a la misma, sino que estaban obligados de acuerdo con la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Lo más grave de todo esto, es que estas críticas están fabricadas como respuesta, cortina de humo, tinta de calamar o como quieran llamarlo, por la indigna situación en la que se encuentra el PP. El PP está ahogado en asuntos gravísimos de corrupción. Los casos de Telde y Mogán avergüenzan a cualquiera; la ristra de delitos por la que están acusados los 1 Secretaria de Justicia y Seguridad del PSC-PSOE alcaldes, ex alcaldes, concejales y ex concejales del PP no tiene desperdicio. Soria, vicepresidente del Gobierno de Canarias, está inmerso en asuntos escandalosos; ha reconocido que viajó gratis en el jet privado de un empresario que tenía negocios millonarios pendientes de decisiones del Cabildo de Gran Canaria que él presidía, y del Parlamento siendo él jefe de filas del grupo parlamentario del PP. Además, pretende hacernos creer que acostumbra a pagar sus vacaciones en efectivo por importe de miles de euros, así como que estuvo durante dos años viviendo en el chalé de un empresario -supuestamente en régimen de alquiler- sin contrato y pagando religiosamente la cantidad de 1.600 euros al mes, siempre en efectivo. Y en el colmo de la desfachatez, todo un consejero de Economía y Hacienda, ha intentado acreditar dichos pagos con unos recibos que serían motivo de sonora carcajada si fueran presentados por cualquier ciudadano ante su Consejería a fin de conseguir alguna desgravación fiscal por alquiler. Resulta evidente que cualquier inspector de Hacienda que viera estos recibos pudiera llegar a pensar que se encuentra ante un farsante o un impostor. Con independencia de la responsabilidad penal y con total respeto a la presunción de inocencia, ese derecho constitucional antes desconocido y ahora recientemente descubierto por estos líderes del PP que lo defienden con la furia del converso, existe una evidente responsabilidad política ante unos hechos que son éticamente impresentables. Es en este panorama donde hay que situar las críticas con las que los cargos del PP vienen atacando a López Aguilar con el fin de evitar dar una explicación sobre las andazas de su líder, que inmerso en una maraña de mentiras, en lugar de asumir sus responsabilidades e irse a su casa, continúa aferrado al poder en una patética huida hacia delante, manteniéndose como vicepresidente del Gobierno de Canarias y avergonzando a todos los demócratas.