Tendencias - Fundació per a la Prevenció de Residus i Consum

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28 LA VANGUARDIA
JUEVES, 14 ENERO 2016
Tendencias
Los hábitos de consumo
La bolsa de un
solo uso se resiste
La prohibición de distribuir gratis este
plástico se aplaza por falta de respaldo legal
ANTONIO CERRILLO
Barcelona
L
a distribución gra­
tuita de bolsas de
plástico de un solo
uso aún no ha
muerto en Catalu­
nya, aunque sus
días parecen contados. Este hábi­
to tiene raíces muy profundas, so­
bre todo en el pequeño comercio.
Las populares bolsas de asa han
dejado de ser entregadas de forma
gratuita prácticamente en super­
mercados e hípers, donde se ha
generalizado el pago (cuestan
uno, dos o cinco céntimos por
unidad). Sin embargo, paradóji­
camente su demanda ha au­
mentado en el pequeño comer­
cio urbano, donde los clientes
aún las obtienen gratis, según
los datos de la Fundación para
la Prevención de Residuos.
“Lo que estamos viendo es
que, para el pequeño comer­
cio, la entrega de la bolsa de
un solo uso es un servicio
más al cliente y, además, se
percibe como un factor de
competencia respecto al
gran comercio. El pequeño co­
mercio tiende a seguir dándolas
gratuitamente”, explica Marta
Beltrán, coordinadora de la cam­
paña Catalunya Lliure de Bosses
de Plàstic, que ha impulsado ini­
ciativas que han permitido com­
batir la proliferación de estos de­
sechos ahora menos omnipresen­
tes. En el pequeño comercio
aumentó su consumo un 7,8%, se­
gún los últimos datos disponibles
(del 2012). Las bolsas de plástico
L A CON SU LTA
L
a prohibición de distri­
buir gratis las bolsas de un
solo uso en Catalunya es
una medida positiva que permi­
tirá reducir su uso en el sector del
comercio de proximidad. Este
había aumentado el consumo de
bolsas los últimos años, mientras
que las cadenas de supermerca­
dos (al comenzar a cobrarlas) las
habían reducido significativa­
mente. También será beneficio­
so para los mercados de Barcelo­
na, que quieren avanzarse a las
directivas europeas en materia
gratuitas se resisten a morir favo­
recidas por el fenómeno de “las
compras de última hora, improvi­
sadas, sobre la marcha, que se ven
facilitadas por la expansión de au­
toservicios de alimentación re­
gentados por pakistaníes, tiendas
de todo a cien o las gasoline­
ras que ac­
El cartel en el comercio. Ha sido
repartido para que empiecen a cobrar
ya por las bolsas voluntariamente, en
espera de que se apruebe la norma
túan como tiendas de último re­
curso.
Entre el 2000 y el 2012 se redujo
un 52% el consumo per cápita de
bolsas. Pero, para avanzar en esta
línea, la Generalitat pactó el año
pasado con el sector comercial ca­
talán un acuerdo mediante el cual,
a partir del 1 de enero de este año
2016, quedaba prohibida definiti­
vamente la gratuidad de las bolsas
de plástico de un solo uso. El pacto
establecía que los establecimien­
tos (pequeños, medianos y gran­
des) harían pagar a los clientes es­
tas bolsas de plástico. Sin embar­
go, la realidad está
siendo otra. La prohibi­
ción no ha podido entra­
do en vigor, debido a que
la Generalitat no ha apro­
bado a tiempo una modifi­
cación de la ley de Resi­
duos, para recoger la prohi­
bición expresa de repartir
gratis las bolsas.
La falta de esa normativa
ha hecho inviable la exigen­
cia de cobrar por la bolsa de
plástico. Era un acuerdo ineje­
cutable. No se podía llevar a
cabo esa prohibición, entre
otras razones porque su incum­
plimiento no tenía una repercu­
sión legal. Al no haber sanciones,
todo quedaba bajo el voluntaris­
mo del comercio.
“Para que legalmente sea obli­
gatoria la prohibición de distri­
buir las bolsas gratis se requiere
una modificación de la ley”, expli­
ca Josep Maria Tost, director de la
Agència de Residuos de Catalu­
nya. La idea inicial era introducir
el cambio legal en la ley de Acom­
pañamiento de los Presupuestos
de la Generalitat; pero la finaliza­
ción anticipada del mandato legis­
lativo autonómico lo ha impedido.
La Generalitat funciona con pre­
supuestos prorrogados. Josep
Comprar urgente. Los grandes
hípers y supermercados han gene­
ralizado el pago por las bolsas, pero
sólo un 20% del pequeño comercio
ha incorporado este hábito
Maria Tost sostiene, sin embargo,
que la medida entrará en vigor tan
pronto como se pueda aprobar la
nueva ley de Acompañamiento de
los Presupuestos de la Gene­
ralitat.
Ante la imposibilidad de desple­
gar esta prohibición, la Agència de
Residus de Catalunya ha iniciado
un proceso de información dirigi­
do a concienciar el pequeño co­
mercio. Y con este fin ha confec­
cionado un cartel para que sea co­
locado visiblemente en las
tiendas, con el fin de animar al co­
bro de las bolsas de plástico. El
cartel lleva incorporado el mensa­
je “Las bolsas de plástico no son
gratis, que no las pague el medio
ambiente”. “Con este cartel se
busca sobre todo que el pequeño
comercio empiece a cobrar volun­
tariamente por las bolsas de forma
inmediata, aunque no se disponga
aún del instrumento normativo
previsto, y a la espera de su próxi­
ma publicación”, explica Miquel
Àngel Fraile, secretario general de
la Confederació de Comerç de Ca­
talunya.
Fraile sostiene que en el 90% de
los hípers y en el 80% de los super­
mercados, el cliente está obligado
a pagar por las bolsas de plástico,
mientras que este hábito sólo se ha
Un gravamen que refleje los costes ambientales
de reducción de las bolsas, lo que
contribuirá a mejorar nuestro
entorno.
Otras experiencias cercanas
han aplicado esta medida. Desde
2013, Andorra prohíbe la distri­
bución de bolsas de plástico de
un solo uso y promueve la reutili­
zación. En Formentera, desde el
1 de enero de 2015, se prohíben
estas bolsas de plástico (inclu­
yendo las oxobiodegradables) y
los establecimientos tienen que
cobrar un precio mínimo de 0,10
euros por cada bolsa biodegra­
dable. En Catalunya se deberá
garantizar el cumplimiento de la
medida –que cuenta con el apoyo
del comercio– por parte de los
establecimientos y estar acom­
pañado de un régimen sanciona­
dor. Sin embargo, el pago sólo vi­
sualiza el coste económico que
comporta la bolsa para el comer­
cio, pero no refleja el coste am­
biental, que continúa siendo ex­
ternalizado. Si el importe es bajo,
no será tan disuasorio, y la medi­
da no será tan efectiva como un
gravamen ambiental, que sería
más pedagógico y justo a nivel
social, económico y ambiental.
Nuestra propuesta es un gra­
vamen ecológico de 0,20 euros
por bolsa que grave las bolsas de
En Catalunya debe
garantizarse el
cumplimiento de la
medida y tener un
régimen sancionador
un solo uso como medida disua­
soria de su producción y consu­
mo y que revirtiera en un fondo
económico de prevención de re­
siduos para emprender campa­
ñas de educación ambiental. Con
él, Irlanda, en 2002, redujo las
bolsas en un 90% en sólo 3 meses.
Esta es la propuesta que siempre
hemos mantenido en la campa­
ña “Catalunya libre de bolsas”.
Rosa Garcia, directora de la
Fundació per la Prevenció de Residus
i Consum Responsable
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