Campus Virtual de Salud Pública Curso de Tutores para el Aprendizaje en Red Módulo II El tutor y la comunicación pedagógica en los entornos virtuales “El aprendizaje es un proceso guiado, social y comunicativo, no meramente individual y mental” (Mercer, Neil y González Estepa, F: “La educación a distancia, el conocimiento compartido y la creación de una comunidad de discurso internacional”. En Litwin, E. (comp.) La educación a distancia, Buenos Aires, Amorrortu, 2000 La comunicación pedagógica en el entorno virtual Toda acción educativa implica un proceso de comunicación e intercambio entre dos ó más personas. Pero ésta no es una comunicación cualquiera ni constituye sólo una instantánea (como por ejemplo, indicar la hora en la calle a un transeúnte, colocar carteles, o intercambiar mensajes simples). La comunicación pedagógica representa un proceso sostenido y está intencionalmente dirigida a orientar la comprensión, la reflexión y la construcción del propio aprendizaje. El núcleo fundamental de la comunicación pedagógica es el diálogo o conversación, en la que dos o más personas participan intercambiando sus observaciones, experiencias, puntos de vista y compartiendo las tareas. Así, la comunicación pedagógica tiene protagonistas (tutores y participantes, participantes entre sí) y tiene contenidos (la “materia” u objeto de la comunicación son los conocimientos, las experiencias y las actividades compartidas). 1 Campus Virtual de Salud Pública Curso de Tutores para el Aprendizaje en Red Si bien la comunicación entre tutor y participantes es de fundamental importancia, no es menos importante comprender que la comunicación se expande y fluye entre todos los miembros del grupo. El tutor puede haber dado una consigna o planteado un problema, pero la comunicación, el intercambio, el aprendizaje y la solución/ análisis del problema es un proceso compartido, en el que todos aprenden y ayudan a cada individuo a aprender. La comunicación determina un flujo circular en el que se desarrollan: El diálogo entre el tutor y el participante, para orientarlo y apoyarlo en forma personalizada El intercambio y conversación con todos los miembros del grupo alrededor de las actividades de aprendizaje en forma colaborativa El debate colectivo en torno a cuestiones relevantes El intercambio libre entre miembros del grupo, con intereses similares La comunicación en el aprendizaje integra al menos tres factores mutuamente influyentes: La Información: la comunicación requiere de información y del mantenimiento activo de flujos de circulación de la información entre los participantes. Una clara agenda de trabajo, informaciones disponibles, materiales organizados, etc. constituyen necesidades básicas que organizan las tareas y el funcionamiento del grupo: si los participantes no tienen información, si no circulan los mensajes, si no sabe qué información tiene que disponer o dónde buscarla, la comunicación no funciona; El Diálogo Reflexivo y Personalizado a lo largo de las actividades. El acceso a las informaciones en forma ágil y permanente es una condición necesaria pero no suficiente para la construcción del aprendizaje. Se requiere, además, del diálogo reflexivo sobre las tareas, experiencias, problemas y conocimientos, en forma personalizada. Este aspecto es de central importancia para el aprendizaje y de particular importancia para el proceso tutorial. La Conversación, Intercambio y Debate con el grupo. El aprendizaje requiere de la colaboración con los pares, no sólo con el tutor, aunque éste sea un mediador importante en este intercambio. Si se brinda información ágil y se desarrolla un proceso de diálogo reflexivo y personal permanente, es muy bueno. Pero si los participantes intercambian en forma cooperativa y debaten entre sí, en forma libre y/o guiada por el tutor, el aprendizaje se verá ampliamente potenciado. Los recursos de comunicación en el entorno virtual ofrecen una gran potencialidad para estas interacciones, tanto en forma personalizada como colectiva, sin centrarla en el docente, como suele ocurrir en la enseñanza presencial. Para ello, se dispone de recursos de comunicación sincrónica y asincrónica: 2 Campus Virtual de Salud Pública Curso de Tutores para el Aprendizaje en Red Los foros de intercambio y debates son un recurso privilegiado para la discusión, el intercambio de información y experiencias y la construcción del aprendizaje colaborativo. Son de comunicación asincrónica, facilitando que todos participen según sus horarios. Las intervenciones del tutor suelen centrarse en moderar la discusión, introducir nuevas preguntas, reorientar la discusión, interpelar , incentivar la participación, valorar, destacar y resumir los distintos aportes. Deben sumarse en este tipo de recursos asincrónicos, la mensajería interna y el correo electrónico, de intercambio personal, más que grupal. Elluminate, Skype y el chat son importantes recursos de comunicación sincrónica, permitiendo conectar a varias personas simultáneamente, incluyendo algunos la posibilidad de utilizar la web-cámara y de compartir documentos y presentaciones. Al ser encuentros a tiempo real, se requiere planificar y organizarlo previamente, así como empezar y terminar el diálogo respetando los horarios pautados. Asimismo, el video (particularmente cuando el docente realiza una breve exposición, también denominada video-conferencia) es un recurso que puede ser utilizado de modo asincrónico, y continuado con el debate en foro. Pero también permite la alternativa sincrónica, cuando se combina con otros recursos para un debate en vivo. También permite acercar las palabras y la imagen de especialistas o experiencias realizadas en distintos contextos, que son difíciles de incluir y trasladar para la enseñanza presencial, generando una riqueza mayor en las actividades de aprendizaje. Entender las características y los procesos particularmente necesario, considerando que: de esta comunicación es La comunicación no es “cara a cara” y las personas no están reunidas físicamente. Aunque se disponga de una fotografía de los participantes y del tutor, las personas no se ven entre sí. Ello implica que no se dispone de la posibilidad de apelar al recurso gestual, que comunica más allá de las palabras. No hay cómo comunicarse a través de sonrisas, expresiones, gestos, disposiciones corporales, simpatía o carisma. El vehículo de esta comunicación es la palabra que, en su mayor parte, es sólo la palabra escrita. La comunicación es, en la mayo parte del tiempo, diferida. Se dialoga con alguien que no está presente a la hora de comunicarse. La respuesta (feed back) a una duda, dificultad o pregunta no es inmediata. El grupo es culturalmente diverso. Si bien un grupo humano está siempre formado por personas diferentes, y con estilos diferentes (no existen grupos “homogéneos”), la comunicación virtual permite integrar a personas de distintas latitudes, tradiciones, experiencias, usos y culturas. Esta diversidad deberá ser particularmente entendida. 3 Campus Virtual de Salud Pública Curso de Tutores para el Aprendizaje en Red Acerca de la diversidad en los grupos de aprendizaje Uno de los aspectos importantes de la comunicación, es que se constituye en un eje para la coordinación de actividades de los grupos. Pero, cuando pensamos en un grupo ¿tenemos la representación de una unidad?, ¿las palabras singulares de uno representan la palabra del conjunto?. Es difícil pensar en términos de grupo y sostener la perspectiva de la unidad. Por el contrario, es importante reconocer que un grupo está formado por personas diferentes. Ello es aún más notable en los ambientes virtuales de aprendizaje en los que los participantes pertenecen inclusive a distintos países y culturas. Desde una perspectiva psicosocial, los participantes son personas con distintas situaciones de vida, experiencias, concepciones, modos de acción y reacción, intereses, expectativas, necesidades y tienen distintos recursos de comunicación y de conocimientos; Desde una perspectiva socio- cultural, son personas que están inscriptas en distintas situaciones sociales y laborales, pertenecen a distintas culturas organizacionales, ocupan diversas posiciones, acceden a distintos recursos. Sin embargo, el problema no está en la diversidad. El desafío que tenemos por delante es pensar una situación grupal que no aplane las diferencias, niegue la singularidad o reduzca la diversidad. La potencialidad que nos brinda esta diversidad es el enriquecimiento a partir de los aportes de la distintas experiencias y enfoques. En los ambientes virtuales de aprendizaje, la diversidad cultural requiere ser atendida especialmente, dadas las distintas pertenencias sociales y geográficas de los participantes. Las intervenciones, tanto del grupo como del tutor, deberán basarse en el reconocimiento de la diversidad cultural y de experiencias, y en el respeto mutuo. Es importante cuidar los usos y códigos del lenguaje, considerando que los distintos contextos, culturas y países de los participantes. Por ello, es muy recomendable ser cuidadoso con las palabras y las formas de conversación que puedan resultar extraños y hasta inconvenientes en distintos ambientes. A lo largo del proceso y en vistas a construir un espacio compartido de construcción y desarrollo del conocimiento, es importante generar una comunidad discursiva. Más allá de la diversidad, es necesario dedicar un tiempo suficiente para edificar un lenguaje común. Ello no sólo facilitará el intercambio y el aprendizaje colaborativo dentro del ámbito del curso. También habilitará la búsqueda autónoma y la participación en redes o comunidades virtuales para el aprendizaje permanente. En los casos en que existan diferencias importantes entre las perspectivas y concepciones, habrá que dar cuenta de ellas y debatirlas. Aprovechando las oportunidades que ofrecen las tecnologías de la comunicación, pueden 4 Campus Virtual de Salud Pública Curso de Tutores para el Aprendizaje en Red proponerse actividades y situaciones en las que generen compartidas, apoyo y crítica constructiva entre los participantes. actividades La coordinación de grupos alrededor de las tareas o actividades Si un grupo no es una “unidad esencial”, ni surge de manera espontánea ¿qué es lo que forma un grupo?. En otras palabras, qué es lo que facilita que el grupo se integre, sin ser un mero conglomerado de gente?. La primera cuestión que hace que un conjunto de personas conformen un grupo es el marco de intereses y actividades que comparten, es decir, las tareas que los integran. En los grupos de aprendizaje el marco incluye el programa de trabajo, la agenda, las actividades y los recursos, los materiales que comparten y los intercambios que posibilitan. Si no hay tareas claras y una organización del trabajo, es difícil integrar a un grupo de aprendizaje. La segunda cuestión, y no menos importante, lo constituyen las reglas de juego que organizan el trabajo. En el caso de los grupos de aprendizaje, el rol que cumple el coordinador o tutor del grupo, los acuerdos de funcionamiento e interacción, como espacio de producción compartida. Reglas claras pero no rígidas, permiten que este ordenamiento no se convierta en un rígido corset que dificulte la expresión, creatividad e iniciativa de los grupos. Desde el punto de vista dinámico, la conformación del grupo operativo de aprendizaje requiere: Que los participantes se conozcan o reconozcan entre sí Que acuerden un objetivo común y tareas a compartir, más allá de metas personales Que exista un claro plan de trabajo y una agenda ordenada y flexible Que se brinden explícitos apoyos y retroalimentación (feed- back) de las tutorías o coordinación en el desarrollo de las tareas Que se posibilite un permanente intercambio entre los miembros, enriqueciendo y aportando a las tareas. De esta forma, se potencia el aprendizaje compartido, enriqueciendo el aprendizaje individual. Para ello, es importante la orientación dinámica del tutor, las consignas claras y los acuerdos de trabajo. Si bien muchas veces el tutor debe dar orientaciones para todo el grupo, éstas deben formularse más como recomendaciones y sugerencias que como reglas u órdenes a cumplir. Construyendo comunicaciones virtuales positivas Sería difícil enumerar todos los criterios para hacer más positivas las comunicaciones virtuales. Pero pueden reconocerse algunas cuestiones centrales: 5 Campus Virtual de Salud Pública Curso de Tutores para el Aprendizaje en Red La primera cuestión a considerar y cuidar en los contextos de aprendizaje virtual es la importancia y el “peso específico” que tiene la palabra escrita. Una expresión considerada “enfática” o fuerte por parte de un docente dentro de un aula presencial, puede ser suavizada o minimizada por la expresión gestual amable o una sonrisa. Este factor está ausente en la comunicación virtual, y requiere ser compensado por el estilo y forma de plantear los mensajes. En los mensajes virtuales, es importante mantener la cordialidad, la simpatía, la palabra agradable y amena a través del mensaje escrito, generando un clima positivo de intercambio y conocimiento mutuo. También pueden incluirse signos de expresión, imágenes e íconos gestuales disponibles, sin que ellos sean utilizados en forma abusiva o inoportuna. Los mensajes virtuales deben ser claros y breves. Es necesaria cierta economía del diálogo, evitando largas intervenciones que, generalmente, se derivan en cuestiones distantes del foco del mensaje, provocando dispersión. Una buena comunicación se centra más en el diálogo que en las instrucciones. Y el diálogo utiliza más la pregunta reflexiva que la indicación. A través del lenguaje, se desarrollan diálogos, conversaciones, se comparten experiencias, se debaten puntos de vista, se colabora con otros, se analizan los temas y las tareas. De esta manera, el grupo va construyendo una conversación permanente, como diálogo reflexivo ampliado. Es importante personalizar la comunicación, utilizando los nombres individuales de los interlocutores o apoyando a las personas en sus dificultades particulares. Muchas veces ciertos participantes no se incluyen en los intercambios debido a que están teniendo alguna dificultad y tienen temor de expresarla. Finalmente, otra cuestión a tener muy en cuenta es la de los tiempos en la comunicación diferida. No es necesario responder a las preguntas o a los mensajes en forma inmediata. Pero sí es necesario guardar un ritmo continuado de comunicación, dentro de los parámetros fijados. Es conveniente que el o la tutora realice un acuerdo inicial con todo el grupo respecto de la frecuencia de respuestas, sin esperar en vano que el o la tutora está disponible de forma inmediata y las 24 hs. del día. Una periodicidad recomendable y esperable es brindar las respuestas en intervalos de tres veces a la semana. Lo que no deberá ocurrir es sostener una comunicación esporádica y distante que frustre, desestimule la participación, la pregunta y la búsqueda de orientación. Fases en la comunicación y en el desarrollo de las tareas La comunicación suele seguir fases claras de desarrollo, acompañando las tareas. No es lo mismo en las primeras interacciones que en las etapas en que las tareas ya se desarrollan a un buen ritmo. 6 Campus Virtual de Salud Pública Curso de Tutores para el Aprendizaje en Red El análisis de experiencias muestra que el comienzo de las actividades representa un momento crítico para los participantes: influyen la incertidumbre, la falta de conocimiento del tutor y del resto de los miembros del grupo, la baja claridad acerca de qué demandas implicará las actividades (tiempo, complejidad, características), las dudas sobre sus propias condiciones o capacidades individuales, etc. En los ambientes virtuales, pueden agregarse otras dudas o problemas, como las dificultades propias de la conectividad o la poca experiencia en el manejo de los recursos tecnológicos y del entorno. Este momento es también complejo para el propio tutor. Para sortear estas dificultades iniciales, es importante que el tutor cuente con informaciones previas acerca del grupo antes de iniciar las actividades. En general, ello se logra a través de un breve cuestionario de matriculación, que brinda informaciones de los participantes: datos personales, contexto de trabajo y funciones que desempeña, experiencias de formación previa, así como intereses y expectativas. Ello facilita al tutor un primer cuadro de situación relativo a las características de las personas, de sus intereses y experiencias previas. En la primera fase de un programa virtual, la primera cuestión a atender es la integración del grupo a través del conocimiento y reconocimiento de los participantes, de las tareas que los convoca, así como el control y ejercicio que asegure la conectividad fluída de cada participante. Para ello, hay algunas reglas básicas que permiten alimentar positivamente este proceso: Presentarse el tutor e invitar a los participantes a que también lo hagan. Es importante que estas presentaciones no sean sólo formales, sino también personales, incluyendo motivaciones, preferencias o intereses, así como otros datos que las personas juzguen importantes para que las conozcan en su realidad personal. El modo en que el tutor se presente orienta este intercambio, inhibiéndolo o favoreciéndolo Generar un clima amable de comunicación, induciendo a la participación y alentando el intercambio. Es común que en los sitios virtuales se puedan incluir fotografías de los participantes, lo que aumenta el interés y el reconocimiento del otro. En estos casos, es bueno facilitar la inclusión de las fotos digitales y ejercitar a los participantes en el uso de los recursos tecnológicos Definir en conjunto los objetivos. Si bien un programa ya predefine los objetivos que se propone, es importante que los participantes analicen y definan en conjunto los objetivos que buscan alcanzar, involucrándolos en su formulación y expresando sus expectativas para transferencia de los aprendizajes a sus prácticas sociales y laborales. En este punto es relevante comprender las metas personales pero ir edificando los objetivos compartidos Avanzar en la tarea común, revisando la programación, analizando la organización de las actividades y los materiales, así como acordar una agenda básica para el desarrollo de las tareas 7 Campus Virtual de Salud Pública Curso de Tutores para el Aprendizaje en Red Apoyar el conocimiento del ambiente virtual y sus funcionalidades así como las mejores formas de utilizarlas. Asimismo, habilitar los intercambios libres entre los participantes además de los intercambios colectivos Apoyar la conectividad, estando atento a que todos puedan conectarse adecuadamente al medio virtual y ayudar a superar estos problemas con la cooperación del administrador del entorno Negociar y definir en conjunto los tiempos de trabajo e interacción de manera realista y viable. Por ejemplo, es importante que el tutor estipule los períodos en los que dará retroalimentación al desarrollo de las tareas o responderá los mensajes personales, de modo de no generar expectativas no cumplidas o la sensación de falta de respuestas. Una vez que el grupo está integrado y trabaja de manera cooperativa, se inicia la segunda fase, en la que la comunicación es constante y se inicia el desarrollo de las tareas programadas. En este momento, la comunicación del tutor se concentra en: Dar seguimiento a las tareas y actividades del programa, brindando siempre información oportuna y ampliando informaciones Encauzar y reencauzar el trabajo del grupo, estimular la participación y manteniendo activo al grupo Dar seguimiento personalizado a cada uno de los participantes, responder los mensajes y las dudas y atender a los problemas particulares Dar retroalimentación (feed back) a los avances de las tareas, afirmando logros, detectando errores o desvíos, desafiando a más, orientando y brindando apoyos Cuidar el cumplimiento de la agenda de tareas y permitir flexibilidad en los casos necesarios Cuando surge una duda o dificultad de comprensión en el diálogo reflexivo individual, así como cuando se ofrecen aportes individuales para ampliar informaciones, es importante hacerlos extensivos al grupo en su conjunto. Ello constituye una oportunidad para atender posibles dudas compartidas, fomentar el análisis conjunto y diseminar contribuciones. 8 Campus Virtual de Salud Pública Curso de Tutores para el Aprendizaje en Red Los Tutores Competentes (*) Los tutores competentes son aquellos que plantean desafíos para pensar y aprender siempre más, brindando orientación y apoyo, afirmando positivamente los logros personales e influyendo en la construcción del conocimiento grupal. Estas acciones se desarrollan siempre a través de la comunicación efectiva. La tecnología está revolucionando el modo en que las personas aprenden. A medida que crece su uso, también lo hace el interés en que sea efectivo. El estudio y el análisis de experiencias muestra que los tutores más efectivos son aquellos que: Desarrollan una interacción intensa; Dan rápida retroalimentación a las tareas (feed back) Orientan en forma personalizada y situada; Inducen la reflexión y las respuestas en forma de preguntas y/o sugerencias, en lugar de dar instrucciones, correcciones o respuestas “hechas” Los estudios muestran que hay al menos tres competencias centrales en el reconocimiento de los tutores efectivos o ejemplares: Educadores como Desafiadores (Challengers), expresando las más altas expectativas en el rendimiento de los alumnos y demandando altos estándares en sus trabajos (siempre puedes y puedes aún más!!) Educadores como Afirmadores positivos (Affirmers), alentando cada actividad y mostrando a los estudiantes cada uno de sus avances y reconociendo su propio potencial (lo que lleva a que cada uno se sienta valorado) Educadores como Influyentes (Influencers), lo que expresa una presencia fuerte y como experto en lo que enseña, contribuyendo al propio éxito de los alumnos en sus cursos 9 Campus Virtual de Salud Pública Curso de Tutores para el Aprendizaje en Red Para el ejercicio de este rol eficaz, los tutores se centran en la permanente pregunta, indagación e estímulo a la reflexión y el estudio para la comprensión de aquello que se aprende. Los datos recogidos suministran ejemplos de cómo experimentan los alumnos los elementos de presencia cognitiva, social y de enseñanza dentro del aula virtual. Este conocimiento puede contribuir a que quienes guían cursos on line mejoren su efectividad didáctica y creen así ámbitos de aprendizaje excepcionales que redundarán en beneficio del aprendizaje. Por último, resta mucho por aprender acerca de la relación docente-alumno en el aula virtual. Los hallazgos disponibles hacen surgir el tema de “aprender con”, lo que implica reciprocidad en la relación. Mediante más estudios podemos descubrir que una relación efectiva tiene sus raíces, al menos en parte, en la interacción humana positiva entre los participantes. Se requieren mayores investigaciones para revelar los componentes de tal relación y la contribución que podría aportar al aprendizaje. La enseñanza on line no es sólo una mejora para el aprendizaje: es una manera totalmente nueva de enseñar y aprender, que es muy probable que perdure, por lo cual debe ser una prioridad dar respuesta a la pregunta de cómo puede el instructor influir de manera positiva en el aprendizaje que lleva a cabo el alumno. La siguiente fase de este estudio ya está en camino e incluye a una muestra mucho mayor de alumnos on line. Se intentará una descripción más rica y completa de los fenómenos ampliando el cuestionario en las entrevistas con los participantes seleccionados. Tal vez algo de lo que se ha aprendido acerca de la excelencia en la educación on line puede condensarse en los comentarios de un participante: “tener un buen docente puede compararse a beber un buen vino. Se estimulan los sentidos, quedan ganas de más y se recuerda la experiencia con placer.” Este estudio aporta una descripción inicial de los enfoques y las estrategias utilizadas por educadores on line efectivos. Estos conocimientos pueden emplearse para la contratación y selección de nuevos educadores y en la capacitación de los que ya están con el objetivo general de mejorar la calidad de la educación on line. Pero lo más importante es que si la educación on line se lleva a cabo de modo efectivo, puede llegar a mejorar de manera significativa la calidad académica de los ámbitos de aprendizaje y los resultados del aprendizaje. (*) El apartado incluye aportes del texto de Perry, B. & Edwards, M. “Exemplary Online Educators: Creating a Community of Inquiry”. Centre for Nuersing and Heatlh Studfies, Athabasca University, Canada, 2004, disponible en las lecturas complementarias del módulo. 10