Los ociosos que discuten sobre palabras

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La disciplina en la iglesia:
A los ociosos que discuten
sobre palabras
2 Timoteo 2:14
Por: Juan Ramón Chávez
Introducción.
L
a iglesia casi desde sus inicios ha sufrido diferentes ataques por parte de sus enemigos.
Enemigos que han tratado de destruir lo que Dios ha construido. Cuando los ataques han
sido externos la iglesia se ha hecho fuerte e incluso se ha multiplicado. Pero cuando los
ataques son internos, es decir, de dentro de la misma iglesia, la iglesia se ha visto en serio
problemas. Entre algunos ataques que han afectado la iglesia son: Las inmoralidades, las falsas
doctrinas, las envidias o rivalidades y los pleitos. Pleitos o discusiones muchas veces solo por
cuestión de meras palabrerías sin importancia.
Cuando se dan estas cosas debemos estar listos para no permitirlas pues hacen daño a la iglesia.
No debemos permitir que los ociosos roben la tranquilidad y bienestar de la iglesia con sus
discusiones de meras palabrerías.
El texto dice “no contender sobre palabras”. No son asuntos concretos. No son doctrinas
concretas, sino solo palabras. Pablo lo expuso mas claro: “Recibid al débil en la fe, pero no
para contender sobre opiniones. (Romanos 14:1)
Entre las discusiones de palabras que llevaban a cabo en el primer siglo estaban:
1. Las fabulas y genealogías interminables.
“Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a
algunos que no enseñen diferente doctrina, 4 ni presten atención a fábulas y genealogías
interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así
te encargo ahora”. (1 Timoteo 1:3-4) Los judíos les encantaban contar historias, mitos de sus
antepasados. De todo lo que hicieron.
2. Fabulas profanas de viejas.
“Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad…” (1 Timoteo 4:7) Es
decir, pertenecientes a mujeres viejas. Aquí esta hablando de los cuentos y mitos pecaminosos
de mujeres ancianas del mundo. Las viejas, ya que disponen de tiempo libre, tienden a pasar su
tiempo chismeando y contando cosas ridículas, para convencer de ello a otras.
3. Asuntos en cuanto a la ley de Moisés.
“Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la
ley; porque son vanas y sin provecho”. (Tito 3:9) Falsos maestros que estaban torciendo las
escrituras para esconder su pecado.
I) ¿Quienes discuten sobre palabras?
A. Los ociosos.
Son los que no hacen nada. Los inactivos. Quisiera decirles que estas gentes no existen
dentro de la iglesia, pero los hay. Pablo mismo lo dijo con estas palabras: “También os
rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos... (1 Tesalonicenses 5:14) De que
los hay los hay. Hombres o mujeres. No nos interesa si alguien es ocioso fuera de la
iglesia, pero si, si alguien lo es dentro de la iglesia. Pablo dice que si los hay dentro de la
iglesia y que debemos “amonestar” a tales personas. Porque la existencia de los ociosos
dentro de la iglesia son una amenaza. Porque:
1. Los ociosos siempre están dispuestos hacer lo malo. Hechos 17:5 Entonces los
judíos que no creían, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos,
hombres malos, y juntando una turba, alborotaron la ciudad; y asaltando
la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.
2. Los ociosos les encanta meterse en lo que no deben. 1Timoteo 5:13 Y también
aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas,
sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran.
3. Los ociosos nunca hacen algo productivo. Tito 1:12 Uno de ellos, su propio
profeta, dijo: Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones
ociosos. Bien dice el dicho: “Una mente ociosa es taller de Diablo” Los ociosos
son especialistas en pleitos, chismes, e inventos. Les encanta discutir por
cualquier cosa porque no se ocupan en cosas productivas.
B. Los envanecidos.
Pablo dijo: “Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de
nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está
envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de
las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas” (1 Timoteo 6:3-4)
Según Pablo, a quienes les gusta contender sobre palabras son a los “envanecidos”
literalmente los que están llenos de humo. Están hinchados de orgullo. El vanidoso
adopta una actitud de soberbia y presunción. Pensando que ya lo sabe todo. Que si usted
tiene preguntas, el tiene respuestas. Que si usted tiene dudas, el tiene soluciones. Piensa
que no hay un maestro lo suficientemente apto como para enseñarlo a el. Piensa que el
es el único que entiende perfectamente lo que la Biblia dice. Discute porque cree que
solo el puede interpretar correctamente la Biblia. Pero la Biblia se interpreta con la
misma Biblia. Recordemos lo que la Biblia dice: “…Dios resiste a los soberbios, y da
gracia a los humildes” (Santiago 4:6)
C. Los ignorantes
También Pablo dice a quienes les gusta discutir sobre palabras, estos son a los
ignorantes. Pues dice: “Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas
palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,
está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras,
de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas” (1 Timoteo 6:34) Los ignorantes, los que creen que saben, siempre han sido los que han causado mucho
daño a la iglesia. Son los que inventan doctrinas sacadas de la manga. Como dijo Pablo:
“…queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que
afirman. (1 Timoteo 1:7) En una ocasión Jesús le dijo a Nicodemo: “te es necesario
nacer de nuevo” a lo que el responde: “¿Como puede hacerse esto?” Jesús le dijo:
¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?” (Juan 3:9-10) También en otra ocasión
un interprete de la ley llego a Jesús y le pregunto: “Maestro, ¿haciendo qué cosa
heredaré la vida eterna?” Jesús le dijo: “¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?”
A veces entre aquellos que se dicen predicadores o se autonombrar maestros, existen los
más grandes ignorantes de la palabra de Dios. Están allí porque alguien les dijo que
predicaban bien. Fueron puestos allí muchas veces para que no se vayan de la iglesia.
Están puestos allí para que no se desanimen. Pero están allí sin saber lo que dicen. En mi
experiencia los ignorantes de la palabra de Dios han sido los que mas alegan, los que
mas hablan, los que mas pelean. Esto no debe ser así. Esta clase de gente destruye la
tranquilidad y la paz de la iglesia y uno debe amonestar a tales personas.
II) ¿Qué causa discutir sobre palabras?
A. Perdida del tiempo.
Pablo dijo: “Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan
sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los
oyentes”. (2 Timoteo 2:14) Es inútil gastar tiempo y esfuerzo en tales cosas. No trae
provecho, no trae edificación. (Tit. 3:9) El tiempo que se gasta en palabrerías, es tiempo
que se debería utilizar en salvar almas. Las palabrerías nunca han salvado a nadie. Los
hombres son recordados por los hechos no por las palabras. Las palabras no deben ser un
sustituto de los hechos. No podemos perder el tiempo en temas inútiles porque las almas
perdidas nos lo están demandando. Pablo nos exhorta: “aprovechando bien el tiempo,
porque los días son malos”. (Efesios 5:16)
B. Destrucción.
Pablo dijo: “Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan
sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición del gr.
katástrofe, derribo, demolición, ruina. (Vine) De allí en castellano “catástrofe”. ¿De
quienes? de los oyentes. Es decir, de los hermanos o de los visitantes. (2 Corintios
13:10) En lugar de edificar o construir, arruina el ánimo y la fe de ellos. A los que les
gusta discutir sobre palabrerías, no les importa en donde están y quienes les escuchan, lo
que quieren es discutir para ganar y para hacerse notar. No respetan el lugar ni a la gente
que los escucha. Así como las guerras con armamento dejan asolamiento y ruina en las
ciudades, así también las guerras de palabras entre hermanos destruyen a los oyentes.
¿Eres de los que construyen o de los que destruyen? ¿De los edifican o derriban?
III) ¿Qué hacer para no caer en la discusión sobre palabras?
A. Exhortar sobre ello. 2 Timoteo 2:14
Recuérdales esto, Lacueva dice: “Estas cosas tráeles a la memoria” (FL) ¿Cuál esto? Lo
que acaba de decir del verso 11 al 13, o quizás desde el verso 1. ¿A quienes tenia que
recordarle? A los hermanos. Exhortándoles Es decir, encargándoles, advirtiéndoles.
(RH) delante del Señor Es decir, poniendo a Dios como testigo. a que no contiendan
Discutan, que no peleen. sobre palabras, Hay muchos que les gusta andar armados para
debatir sobre asuntos triviales. Sobre:
No festejar los cumpleaños porque es antibíblico.
No usar proyector porque es antibíblico.
No usar otro himnario porque es antibíblico.
No reunirte un jueves porque es antibíblico.
No comer dentro del edificio de reunión porque es antibíblico.
No hacer clases para jóvenes, mujeres etc. Porque es antibíblico.
Estas gentes tejen textos para formar su propia doctrina. Se meten en las profundidades
de los puntos y comas en busca de la verdad, estando ésta a la vista a de todos. Pero su
doctrina no resiste un análisis y una exégesis lógica y sana. Tal proceder es de gente
ociosa, vanidosa e ignorante de la palabra de Dios. Por esa razón hay que amonestar.
B. Procurando ser diestro en la palabra. 2 Timoteo 2:15
Pablo dijo: Procura con diligencia Es decir, haz todo lo posible pero pronto. ¿Qué?
Presentarte a Dios aprobado. Aceptado. Debemos recordar que el cristiano ha de
agradar a Dios y no a los hombres. Luego le da un ejemplo de cómo puede presentarse
ante Dios. como obrero que no tiene de qué avergonzarse, “Como el oficio de Pablo
era hacer tiendas (ver com. Hech. 18:3), Sabía bien cuán importante era que un obrero
trabajara tan bien que no tuviera que "avergonzarse" de su obra” (CBA) que usa bien la
palabra de verdad. Como obrero debía ser experto en usar correctamente su
herramienta de trabajo: la palabra de Dios. “que usa bien” es una sola palabra en el
griego, “orthotomeo, Lit, cortar recto (orthos, recto; temno, cortar)” (Vine) Cuando una
costurera corta incorrectamente una prenda de vestir y la cose no queda bien, cada
fruncido y da mal aspecto. El cliente no quedara satisfecho. Así también es cuando no se
interpreta correctamente la escritura. Debemos ser cuidadosos en interpretar
correctamente cada texto para que no se contradiga con el resto de la Biblia. Haciéndolo
así nos iremos derecho. No caeremos en discusiones sobre palabras porque la hemos
estudiado e interpretado correctamente.
C. Evitando profanas y vanas palabrerías. 2:16-18
Pablo tambien dijo: Mas evita De periistaso significa, girar alrededor, rodear con el
propósito de evitar, esquivar, rehuir. Pero hay algunos que les gusta las discusiones. Y
las buscan en lugar de evitarlas. profanas Del gr. bebelos, irreverente, viles. (RH) “Es
aquello que carece de toda relación o afinidad con Dios” (Vine) Se refiere a la
enseñanzas que no están de acuerdo con las de Dios. y vanas palabrerías, Lacueva dice
que estas dos palabras son una sola. Kenofonia, de kenos, vacío, y fone, sonido. (Vine)
Lit. Sonido vació. Se refiere a discusiones sin sentido. A la luz del contexto no significan
nada.
A continuación Pablo le da una razón poderosa a Timoteo para que se aparte de estas
palabrerías: porque conducirán más y más a la impiedad De asebeia que es lo
contrario a eusebeia, piedad. Si piedad es ser bien devoto de Dios, es tener devoción y
respeto de las cosas de Dios; la impiedad es todo lo contrario. El mal manejo de la
palabra de Dios para uso personal, lleva al falso maestro a pervertirse cada vez más.
Porque “pecado llama a mas pecado”.
Conclusión
Hemos visto quien discute sobre vanas palabras, que hace discutir sobre ellas y que
hacer para no caer ellas. Hermano sino tienes algo bueno que decir, mejor no digas nada.
Sino tiene algo que hacer, busca en que ocupar tu tiempo. Porque Dios no se agrada de
los ociosos. Hay que estudiar bien la palabra de Dios y ser constructivo y positivo para
el bien nuestro y el de los demás. Que Dios nos bendiga.
Juan Ramón Chávez Torres
E-mail: [email protected]
http://chaveztorres.wordpress.com/
Apartado Postal 681. H. Matamoros Tam.
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