Un modelo productivo que es ejemplo para muchos

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ESTUDIO DE CASO
Cooperativas mennonitas
Un modelo productivo
que es ejemplo para
muchos
El emporio mennonita, lo llaman
muchos. Es que la característica
resaltante de las colonias mennonitas del Chaco Central es justamente
la alta productividad, que se puede
graficar con el promedio de 13.000
dólares de ingreso per cápita, que,
según estimaciones de las autoridades económicas, tiene la zona. Un
promedio que supera en más de
diez veces la media a nivel nacional.
Unas 15 mil personas habitan esas
colonias donde se concentra la actividad de las mayores Cooperativas
mennonitas: Menno, Fernheim y
Neuland. El cooperativismo es el
sistema que ha impulsado y optimizado la tarea productiva de los
colonos. Así reconocen y sostienen
las autoridades de la Asociación de
Cooperativas de las Colonias Mennonitas del Paraguay, que agrupa a
18 entidades en todo el país.
El Desarrolo Humano tiene uno de
sus pilares esenciales en la capacidad productiva de la persona. La
experiencia de estos colonos es
una muestra de la optimización de
recursos y de esfuerzo mancomunado para la producción con altos
niveles de calidad. En las tres grandes cooperativas asentadas en el
Chaco Central se concentra una
actividad ganadera con cifras notorias: 800 mil cabezas, lo que representa una décima parte de toda la
hacienda nacional. La producción
lechera es una de las más altas
y de mejor calidad. El nivel de
industrialización en este rubro es
también destacado.
Un modelo replicable
El modelo cooperativo es el eje de
esta experiencia. “Este es un modelo
altamente replicable. La condición es
trabajar de manera seria, con una
organización transparente y democrática. Se precisa de un proceso de
educación para que la gente llegue
a comprender el espíritu cooperativo,
que entienda que los problemas se
resuelven de forma conjunta, con la
solidaridad. Por eso hay que trabajar
mucho en la capacitación de la gente,
cambiar la mentalidad y a partir de
eso, empezar a construir”, dice Gustavo Sawatzky. El fue hasta este
año administrador de la Colonia
Menno, en el Chaco Central, y hoy
es presidente de la Federación de
Cooperativas de Producción.
Para Sawatzky, la obtención de
recursos a través de créditos a
largo plazo y la diversificación de
la producción son desafíos para
impulsar y sostener el crecimiento.
En el primer aspecto, dice que las
cooperativas se esfuerzan por gestionar préstamos blandos y de largo
plazo que sean soportables para los
productores. Dijo que cada año un
centenar de jóvenes ingresan al sistema productivo y requieren de tierras y créditos.
“En cuanto a la diversificación, vemos
que es un factor importante”, señala
al tiempo de mencionar que en
los rubros agrícolas esto se concreta con la producción de grosella,
papaya y otros.
De la adversidad al desarrollo
Históricamente, en las comunidades mennonitas se ha sabido sacar
provecho de la adversidad. El aislamiento geográfico ha sido contrarrestado con trabajo y una habilidad
muy particular para la autogestión,
lo que ha llevado a que en las colonias se pudieran fabricar la mayor
cantidad posible de bienes e implementos para la vida y la actividad
productiva local.
Para los dirigentes de la Asociación
de Cooperativas Mennonitas, está
claro que el actual grado de desarrollo económico responde también al
impulso dado a la industrialización
de la producción agropecuaria.
Apuntan que se han desarrollado
plantas industriales de productos
lácteos y cárnicos, descascaradoras
y seleccionadoras de maní, prensas
para aceite de maní y semillas de
algodón, desmotadoras de algodón,
molinos harineros, fábricas de
balanceados, herrerías para imple-
mentos agrícola-ganaderos, carpinterías, etc.
Por su parte, Sawatzky menciona
que este proceso de industrialización se ha intensificado tanto
en cuanto a la producción cárnica,
láctea y agrícola, que ahora se está
apuntando al mercado internacional. En el marco del desarrollo de la
industria cárnica, la perspectiva está
puesta en la instalación de un frigorífico que permita optimizar esta
tarea y expandir las posibilidades
de exportación. La industria láctea
apunta hacia mercados del exterior como los del norte argentino, el
norte chileno, Bolivia y Perú.
Combatir la pobreza
Para el dirigente cooperativista, el
sistema empleado en las colonias
mennonitas demuestra su valor
en la eficacia que tiene para combatir la pobreza. “La gente ve el
producto de su esfuerzo, se generan fuentes de trabajo, y se evita la
migración hacia las ciudades. Es
una forma eficaz para combatir
la pobreza, porque la gente produce, encuentra trabajo y puede
vivir tranquilamente del producto
de su trabajo”, expresa Sawatzky.
Esa es la lección de esta experiencia. Una lección con alto contenido de desarrollo centrado en
las personas y en su capacidad
para generar por sí mismas, y en
cooperación,las bases económicas
de su propio bienestar.
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