“Perspectiva psicoanalítica sobre La cuestión humana” En el marco del espacio “Arte y psicoanálisis” proyectamos la película “La cuestión humana” para debatir la vigencia de los conceptos freudianos en la actualidad. 1) ¿Por qué el recurso del cine? Heidegger decía que en el pasado el hombre tenía una imagen del mundo y lo contemplaba de acuerdo a ella. En la actualidad, el mundo se tornó imagen. Asistimos a la sociedad del espectáculo como modo predominante de relación entre los sujetos. 2) Síntesis argumental Simón, psicólogo del departamento de Recursos Humanos de una empresa petroquímica multinacional francesa de capitales alemanes, tiene una misión secreta: investigar a un dirigente de la empresa del cual la dirección sospecha de su salud mental. El psicólogo de empresas es experto en observar, seleccionar y despedir personal. Es un engranaje político y económico que permite el funcionamiento del sistema burocrático. 3) Título Por definición, una cuestión implica el abordaje de un problema, una temática y una pregunta. Supone la pregunta por lo humanitario en una época en la que lo humano parece ser entendido como objeto. Un tiempo en que la deshumanización de las relaciones humanas es lo normal. Cuestión también refiere a “cuestión judía”; empresa nazi consistente en la reproducción del exterminio, basado en la opresión sobre los cuerpos. Es pertinente aclarar que la película transcurre en una empresa. Concebimos a ésta como paradigma de la época, cultura del mercado; es decir, paradigma de lo inhumano. 4) Tesis política de la película 1 El neoliberalismo es una consecuencia directa del nazismo, ya que ambos comparten la misma lógica. La película manifiesta esta continuidad, mostrando una empresa francesa de capitales alemanes. 5) Eufemismos de la burocracia nazi en su variante totalitaria, y su equivalencia con la burocracia de empresa: Planificación Depuración Re-ubicación Traslado Solución técnica Exclusión Actualidad de “El malestar en la cultura” “El malestar en la cultura” es un artículo que relaciona fundamentalmente dos conceptos: pulsión y cultura. Dicha relación está plagada de cuestiones problemáticas, paradójicas, conflictivas, que no tienen resolución. En consecuencia, esta relación adquiere el carácter de una aporía. En la intersección de estos dos conceptos tenemos, por lo menos, otros dos que son fuentes de malestar. Cultura Pulsión Malestar Definamos entonces estos tres conceptos: Cultura Pulsión de muerte Syo 2 La cultura según Freud Es el resto de la renuncia pulsional, ya sea como inhibición, represión, sublimación, transformación en lo contrario, vuelta sobre la propia persona o angustia - todos estos son destinos y defensas contra la pulsión -. Hanna Arendt entiende a la cultura como un espacio privilegiado de “lo político”, es decir, como experiencia colectiva que se realiza en las subjetividades. Por lo tanto, la cultura se manifestaría conjuntamente con la diferencia o la pluralidad. Para Arendt, es acción individual en la esfera pública, compartida con otros y orientada hacia el “bien común”. Pero la categoría “bien común” abre una serie de interrogantes. Con el concepto de Syo entendido al igual que el Imperativo kantiano en tanto ley absoluta, universal e incondicionada, Freud plantea que el programa ético de la cultura es un problema insoluble al ser considerado como síntesis hegeliana. Pulsión de muerte Es un resto irreductible, heterogéneo, que no se civiliza y no hace lazo. El malestar es una de las denominaciones de la pulsión de muerte. ¿Dónde ubicamos el malestar, en la cultura o en el sujeto? En ninguno de los dos, ya que el malestar es “lo externo” pero simultáneamente lo más singular. Es lo inevitablemente otro para el sujeto y la cultura. Podemos recurrir a la topología para aprehender este concepto. La figura de “el toro” nos puede ser útil. Pulsión de muerte En la convergencia del “adentro-afuera", ¿qué expresa el silencio de la pulsión de muerte? Que el programa del principio del placer falla Que “el mundo feliz” es una novela 3 Que hay dolor, perturbación económica, tensión, masoquismo, padecimiento, satisfacción en la enfermedad, angustia. Y ante estas situaciones, no hay sueño ni engaño posible Superyo Freud ubica este concepto como ley de la cultura y del sujeto. Sabemos que la cultura se sostiene en la renuncia pulsional: la prohibición y algún modo de satisfacción sustitutiva son necesarias. El problema es que la ley cuyo deber es prohibir y vigilar a las pulsiones tiene como aliadas a las pulsiones mismas, ya que el Superyo es representante del Ello. En consecuencia las pulsiones adquieren la apariencia de leyes y ambas, comparten el mismo programa, consistente en la exigencia absoluta, imperativa, incondicionada. En tanto tal, Freud utiliza el modelo del Imperativo kantiano como ley universal. Una parte de la Pulsión de Muerte vuelve sobre sí misma y acrecienta el sadismo del Superyo, conformando así la paradoja: a mayor renuncia pulsional, más severidad del Superyo. Sadismo del Superyo + masoquismo moral (efecto de la tensión entre el Yo y el Superyo) - Ambos operan en pos del padecimiento subjetivo En conclusión, el Superyo intenta regular las relaciones entre los hombres pero es causa de malestar, en el sujeto y en el lazo social. El Superyo como resto de lo oído tiene estatuto de voz. Voz de mando, el sujeto obedece con un oigo. La obediencia En 1961 Stanley Milgram, psicólogo de la Universidad de Yale, comienza a investigar la obediencia ciega y la posibilidad de causar sufrimiento en pos de los ideales. Una de sus motivaciones para esta investigación estuvo sostenida en las declaraciones de Adolf Eichman, luego de ser juzgado en el Juicio de Nüremberg. Respondiendo a la pregunta acerca de su accionar, respondió: “no fue culpa mía, sólo cumplía órdenes”. Milgram intenta dilucidar cómo un sujeto que nada tenía contra los judíos puede terminar siendo activo partícipe del Holocausto. La experiencia 4 Simulación en la que será medida la relación entre aprendizaje y castigo. Crea un dispositivo en el que “el alumno”, un actor-cómplice, permanecerá atado a una silla eléctrica, aparentando recibir descargas de hasta 450 voltios. El “maestro” aplicará una descarga eléctrica que aumentará con cada error de memoria que presente “el alumno”. También se le dirá que “el alumno” no corre peligro de muerte, pero éste fingirá dolor, gritos, padecimientos, y reclamará el fin de la experiencia. Ningún sujeto se negaba a continuar; a lo sumo, había que reforzar argumentando que “la experiencia requiere que usted siga” o “la ciencia lo requiere”. En efecto, la esencia de la obediencia radica en que una persona puede transformarse en instrumento que realiza deseos escuchados como órdenes y en ese caso, no se hace responsable de sus actos. Por consiguiente, en nombre de ideales y en función de obediencia cualquier atrocidad obtiene su justificación. Por ejemplo la “obediencia de vida” en Argentina era el argumento utilizado por los militares que torturaban durante la Dictadura. En conclusión, el programa del Superyo consiste en la obediencia y la ofrenda sacrificial a un dios oscuro. Es el programa de la muerte como inmolación u homicidio. La época: ¿tiene vigencia el malestar en la cultura? Caracterización Siendo el capitalismo el modo de producción y distribución económica mundial, es el discurso hegemónico que organiza los lazos y las relaciones entre los individuos. Este sistema supone: un alto grado de desarrollo científico y técnico, el predominio del mercado sobre los estados y la caída del Padre. Esta última característica implica la caída de lo simbólico, los ideales y los sentidos. Mencionados sus atributos, inferimos que el capitalismo requiere necesariamente de “consumidores”. Imperativo de consumo más caída del Padre da como resultado un Superyo descarnado en forma creciente; una figura obscena y feroz que ya no intenta la renuncia sino que por el contrario, insta a la satisfacción pulsional desmesurada. Lógica del mercado 5 Tendencia a la universalización. Su eslogan es “para todos”: recetas, manuales de autoayuda, fórmulas para conseguir la felicidad, para tener una sexualidad plena, etc. Los objetos de consumo clausuran la causa del deseo Como efecto de esta lógica se produce el rechazo de la castración con la consecuente caída del deseo y la desubjetivización, la anulación de lo particular. Por lo que el sujeto consume y se consume simultáneamente. Walter Benjamín sostiene que la civilización supone la barbarie. Es decir, el progreso capitalista inevitablemente produce excluidos y segregados del “todo” – “un todo” sostenido por intermedio de un sistema de vigilancia y control al modo del panóptico de Bentham (cámaras de control, represión, “mano dura”)-. Esta problemática, la de los excluidos, nos conduce al concepto freudiano de desvalimiento o desamparo. El desvalimiento o desamparo Se define como el estado económico de indefensión ante la ausencia del Otro de los cuidados que sostiene la realidad psíquica. Es decir, en la escena no hay escucha que transforme el grito desesperado en llamado. Ante la ausencia del Otro o falla en la protección, adviene la irrupción económica, entendida como una situación de desvalimiento, estado de necesidad, angustia automática, Pulsión de Muerte, trauma inherente a la estructura. El Padre es el agente de la castración que instaura la prohibición legalizando el deseo y produciendo angustia de castración como dispositivo protector necesario en el aparato que funciona señalando peligros. Tanto la ausencia del Otro de los cuidados (la madre) y la caída del padre potencian el estado de desamparo y el desarrollo de la angustia automática. El desvalimiento es el estado que no entra en el “todo civilizado” ni el todo fálico de la ley del Padre. Resto rebelde, hostil, compulsivo, que no cesa de producir patologías del acto (adicciones, bulimias, anorexias, pasajes al acto, etc.). Para concluir, podemos establecer las diferencias entre psicólogo y psicoanalista: 6 Psicólogo Psicoanalista - Opera con lo singular; pero con lo que - Universaliza; intenta el promedio, la traza un recorrido circular, con la fijación norma y el eterno retorno - Busca el progreso - - Calcula, mide, planifica, controla, tabula acontecimiento, el azar - Trabaja para mejorar la perfomance en - Trabaja con la falla, lo que disloca pos de mayor eficiencia - Trasciende la sugestión. Apunta al deseo - Motiva, adiestra, sugestiona y a la pulsión Trabaja con la contingencia, el - Enfrenta al sujeto a su angustia - Adapta, civiliza, conforma - Lo imposible es pensado como lo que no - Busca el placer, la homeostasis, el alivio cesa de no escribirse - Acepta lo imposible de modo coyuntural - El agente encarna el lugar de causa del - El agente como la encarnación del poder sujeto – la causa es lugar vacío del objeto perdido Partiendo de esta comparación, obtenemos como efecto dos sujetos distintos: El sujeto de la psicología adormecido, sugestionado, identificado, sometido El sujeto del psicoanálisis: responsable de su discurso, sus actos, su deseo y su goce. Tiene que enfrentar su angustia y castración Una salida posible: el psicoanálisis Se trata de una práctica en la que se ofrece una escucha para un recorrido pulsional y un atravesamiento fantasmático. En el devenir de este recorrido y atravesamiento se va constituyendo un sujeto del deseo y de la palabra. 7