Etapas de la antigua Roma - ies "río cuerpo de hombre"

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ÉPOCAS DE
LA ANTIGUA
ROMA
.
Introducción
La antigua Roma se dividía en
tres épocas, la Monarquía, la
República y el Imperio
La naciente ciudad estado
gobernada por un rey (rex)
elegido por un consejo de
ancianos (senatus). Los reyes
míticos o semi-míticos son
(en orden cronológico):
Rómulo, Numa Pompilio,
Tulio Hostilio, Anco Marcio,
Lucio Tarquinio Prisco, Servio
Tulio y Lucio Tarquinio el
Soberbio. El último de ellos,
Lucio Tarquinio el Soberbio,
fue derrocado en el año 509
a.C. cuando la República
Romana fue establecida.
La Monarquía romana
Nacimiento de Roma
El origen de la ciudad de Roma puede situarse especialmente cerca del monte
Palatino, junto al río Tíber , en un punto en el cual existía un vado natural que
permitía su cruce, siendo además navegable desde el mar (ubicado a 25 km río
abajo) únicamente hasta esa posición. En ese punto el río discurría entre varias
colinas excavadas por su cauce, aisladas entre sí por valles que el Tíber inundaba
en sus crecidas, lo que convertía la zona en pantanosa, y por lo que la población
de agricultores y ganaderos fue en su origen muy reducida.
Características de la monarquía romana
Antes de su etapa republicana, Roma fue una monarquía gobernada por reyes
(en latín, rex, pl. reges). Todos los reyes, excepto Rómulo (por haber sido el
fundador de la ciudad), fueron elegidos por la gente de Roma para gobernar
de forma vitalicia, y ninguno de ellos usó la fuerza militar para acceder al
trono. Aunque no hay referencias sobre la línea hereditaria de los primeros
cuatro reyes, a partir del quinto rey, Tarquinio Prisco, la línea de sucesión fluía
a través de las mujeres de la realeza. En consecuencia, los historiadores
antiguos afirman que el rey era elegido por sus virtudes y no por su
descendencia.
La República romana fue un periodo de
la historia de Roma caracterizado por el
régimen republicano como forma de
gobierno, que se extiende desde el
509 a. C., cuando se puso fin a la
monarquía con la expulsión del último
rey, Lucio Tarquino el Soberbio, hasta el
27 a. C., fecha en que tuvo su inicio el
Imperio. La República Romana
consolidó su poder en el centro de
Italia durante el siglo V a. C. y en los
siglos IV y III a. C. se impuso como
potencia dominante de la Península
Itálica sometiendo a los demás pueblos
de la región y enfrentándose a las polis
griegas del sur. En la segunda mitad del
siglo III a. C. proyectó su poder fuera de
Italia, lo que la llevó a una serie de
enfrentamientos con las otras grandes
potencias del Mediterráneo, en los que
derrotó a Cartago y Macedonia,
anexionándose sus territorios.
República
romana
Primera parte
Numitor era el rey de una ciudad de Lacio llamada Alba
Longa. Fue destronado por su hermano Amulio, quien
lo expulsó de la ciudad, y procedió a matar a todos sus
hijos varones excepto a su única hija Rea Silvia. Como
no quería que Rea Silvia tuviera hijos la obligó a
dedicarse al culto de Vesta asegurándose de esta
forma de que iba a permanecer virgen. Rea Silvia se
encontraba durmiendo en la orilla de un río y el dios
Marte se quedó prendado de ella, la poseyó y la dejó
embarazada. Como consecuencia de esta unión, Silvia,
tuvo dos gemelos a los que posteriormente llamó
Rómulo y Remo
Muerte
Rómulo morirá en el 717 a. C. Existen varias versiones de
su muerte, ya arrebatado por los cielos en medio de una
tempestad provocada por su padre Marte o bien
asesinado por unos senadores discrepantes. En honor a la
fecha de su desaparición se celebraban las fiestas Nonas
Caprotinas. Acabará divinizado y adorado bajo la
advocación de Quirino.
Tras su muerte se producirá un año de interregnum hasta
que el senado elige como rey a Numa Pompilio.
Segunda parte
Cuando crecieron, descubrieron su origen, por lo que
regresaron a Alba Longa, mataron a Amulio y repusieron a
su abuelo Numitor en el trono. Éste les entregó territorios al
noroeste del Lacio. En el 753 a. C. los dos hermanos
decidieron fundar una ciudad en ese territorio en una
llanura del río Tíber, según el rito etrusco, en el preciso lugar
en donde embarrancó la cesta. Delimitaron el recinto de la
ciudad (pomoerium) con un arado que sería la supuesta
Roma quadrata del Palatino. Rómulo juró matar a todo
aquel que traspasara los límites sin permiso.
El Imperio romano ha marcado la historia pues a
través de ella se hicieron grandes aportes cuya
importancia se mantiene hasta nuestros días. La
vida de la antigua Roma se desarrollaba
alrededor de la ciudad, la misma que estaba
situada sobre siete colinas y sus espectaculares
estructuras monumentales como el Coliseo
Romano, el Foro de Trajano y el Panteón. El
Imperio Romano ha sido una estructura base y
ejemplo de cuán poderosos puede llegar a ser
una nación cuando sus integrantes luchan por un
fin en conjunto.
El Imperio Romano en su apogeo, a principios del
siglo III d. C. comprendía no sólo las península,
islas y Costas del Mediterráneo, sino también,
zonas de Europa situadas al norte y al sur de
Escocia, el Rin y el Danubio. En toda la extensión
del vasto imperio romano estaban impuestas
determinadas normas con el fin de llevar a cabo
una organización que busque la consolidación y
unión de sus integrantes.
Imperio Romano
La ciudad contaba con varios teatros, institutos, tabernas,
baños y burdeles. Así también, se podían observar casas de
condición humilde como además, vastos palacios e
imponentes monumentos, las clases humildes solían vivir en
departamentos en el centro de la ciudad. En términos
generales, la ciudad de Roma era una megalópolis ya que
contaba con una población de más de un millón de
habitantes.
Los ciudadanos del imperio romano tenían tres áreas
fundamentales de privilegio. Estas son: tener derecho a
votar, tener derechos legales especiales como los derechos
matrimoniales, el derecho para realizar contratos y también,
la excepción de castigos específicos como el de ser matado
sin un juicio, y tener derecho a pagar impuestos con sumas
menores de dinero.
Primera Guerra Púnica
La Primera Guerra Púnica (264 - 241 a. C.) fue el primero de
tres grandes conflictos bélicos entre las dos potencias
predominantes del Mediterráneo Occidental, la República
romana y la República cartaginesa. Durante 23 años, las dos
potencias lucharon por la supremacía en la zona.
Cartago, ubicada en lo que hoy es el norte de Túnez, en
África, era el poder dominante en el Mediterráneo
occidental al comienzo de estos conflictos. Sin embargo,
Cartago saldría finalmente derrotada de la guerra, habiendo
de ceder Sicilia a los romanos y debiendo soportar unas
duras condiciones financieras en el tratado de paz.
El conjunto de guerras entre Roma y Cartago se conocieron
como "Guerras Púnicas" debido a que el nombre en latín
para los cartagineses era Punici, que a su vez derivaba de
Phoenici, en referencia al origen fenicio de los cartagineses.
Roma conquista Italia
Al comenzar la conquista de Italia ésta carecía de unidad
en todos los sentidos. Una serie de pueblos -los itálicosjalonaban la península de norte a sur. Roma emprendió
largas campañas militares contra estos pueblos,
derrotándolos e incorporando sus territorios al Estado;
pero a la vez estableció sólidas alianzas políticas y
militares con ellos, lo que permitiría su futura fusión. En
primer lugar, los romanos invadieron la Etruria, y,
dirigidos por el dictador Camilo, se adueñaron de la
ciudad de Veyes (395 a.C.) tras un largo asedio. Luego,
vencieron a la liga latina (338 a.C.). Más larga y dura fue
la lucha contra las tribus samnitas de la Campania; tras
una serie de campañas, con victorias y derrotas por
ambos lados, el cónsul Curio Dentato obtuvo la sumisión
del Samnio (finales del siglo IV). Distinto le fue con los
galos, campaña en que Roma estuvo a punto de
sucumbir (390 a.C.): una banda de galos senones,
dirigida por Breno, descendió de la Galia Cisalpina,
derrotó al ejército romano, tomó la ciudad y la saqueó.
Este primer "saco de Roma" tuvo como consecuencia la
reorganización del ejército, lo que permitió al Estado
reiniciar su política expansionista en breve. A comienzos
del siglo III a.C., Roma se enfrentó con las ricas ciudades
griegas del Sur de Italia, y, a pesar de que éstas llamaron
al general Pirro, discípulo de Alejandro Magno, en su
defensa, terminaron por ser avasalladas por la nueva
potencia. A mediados del siglo III a.C. Italia había sido
conquistada por Roma.
Roma conquista el Mediterráneo
Occidental
Los romanos tuvieron que enfrentar a la
República de Cartago (siglos III y II a.C.). Cartago
era un poderoso puerto fenicio ubicado en la
costa de Túnez, en África. Se dedicaba al comercio
marítimo. Roma y Cartago se enfrentaron en tres
cruentas guerras llamadas las Guerras Púnicas.
En la primera guerra, a raíz de la hegemonía en
Sicilia, Roma se vio en la necesidad de luchar por
mar con Cartago, a la cual venció. Dirigidos por
Lutacio Cátulo los romanos vencieron a los
cartagineses en las islas Égates: Roma quedó
dueña de Sicilia (241 a.C.), y posteriormente de
Córcega y Cerdeña.
Roma conquista el Mediterráneo
Oriental
Entre los siglos II y I a.C. los romanos derrotaron y
conquistaron los estados helenísticos salidos de la
división del imperio de Alejandro Magno:
Macedonia, Grecia, Siria, y, finalmente Egipto.
El primero en sufrir los embates de Roma fue el reino
de Macedonia. Los romanos, dirigidos por el cónsul
Flaminio, deseosos de vengar la ayuda de ese reino a
Cartago, vencieron a las falanges macedónicas en la
batalla de Cinoscéfalos (197 a.C.). Algunas décadas
después, el cónsul Paulo Emilio volvió a vencer a
Macedonia, la cual se convirtió en provincia romana
(142 a.C.).
Después le tocó el turno a Grecia. Debido al apoyo
prestado a los macedonios el cónsul Lucio Mummio
atacó a Corinto, la saqueó y la destruyó. Hacia 127
a.C. Grecia era una provincia romana.
En forma paralela Roma penetró en Asia Menor y en
Siria. Derrotó al rey Antíoco III de Siria en la batalla
de Magnesia (190 a.C.). Roma erigió en Asia Menor y
el Medio Oriente, a lo largo del siglo II y I a.C., una
serie de protectorados que a la postre se
convirtieron en provincias.
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