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El presente mira al pasado y construye el futuro
Irma Delgado
Clemente López
José Labarthe
Fernando Canal
José Carredano
Recoger experiencias de miembros del Movimiento se ha convertido en una fuente importante
para avanzar en el camino de renovación. Pedir estas experiencias a los “ancianos” del pueblo es
una expresión de sabiduría pues hay una creencia común de que los inicios de una realidad
histórica tiene algo especial para decirnos. Es con este espíritu que hemos pedido una entrevista
escrita a algunos miembros seglares que se incorporaron al Movimiento desde sus primeros años.
Estos son Irma Delgado, Clemente López, José Labarthe, Fernando Canal y José Carredano. Les
agradecemos su generosidad en compartirnos estas experiencias espirituales. En cada una de las
preguntas ofrecemos al lector una síntesis de las respuestas. Hagamos todo lo posible para
continuar trabajando para producir respuestas semejantes en el presente y en el futuro y
agradecemos a Dios ser parte de este jardín de Dios. Que sus ejemplos nos alumbren sabiendo
che la experiencia es una llama, pero que no alumbra sino quemando.
1. ¿Qué aspecto de la espiritualidad del Movimiento le atrajo más?
Aquí es el encuentro con Cristo que manda a una misión trascendente lo que emana de
las respuestas a esta pregunta inicial. El Movimiento es una respuesta a una pregunta
que Dios siembra primero en las almas o que suscita en el momento mismo en que oyen
hablar del mismo. Esto es lo que nos ha de animar a proponer el Movimiento a las almas
sabiendo que es el Maestro Interior a preparar la inquietud para la cual el Movimiento
será una respuesta. La predicación del Movimiento ha de continuar en todas las formas
posibles a fomentar en las personas el encuentro con Cristo, cercano e íntimo pero, al
mismo tiempo, un Cristo que nos dice “suéltame y vete a proclamar el Evangelio”.
Irma Delgado: Sin duda alguna y desde el momento de mi incorporación al Regnum Christi:
¡Cristo al centro! “centro, criterio, modelo”, pero más aún, un Cristo vivo, cercano,
presente, AMIGO. Cristo que reina en mí y en mi vida desde una relación totalmente personal,
que ha transformado, marcado y dado sentido a mi existencia.
Clemente López: Su cristocentrismo vinculado a que era una espiritualidad enraizada en la
entrega con el corazón y con las obras a los demás. Años después, cuando profundicé en el
estudio de la mística española del Siglo de Oro sentí que en el Movimiento, salvando las
distancias, había algo que también vivió Santa Teresa de Jesús y los otros grandes santos. Su
profunda vida de oración no les apartaba de la sociedad sino que, por el contrario, les hacía estar
muy cerca de la gente que les rodeaba.
José Labarthe: Lo que más me atrajo desde el principio y lo que me sigue atrayendo es la
misión de cambiar este mundo para Cristo y la forma como esto se concreta: a través de la
santificación de los miembros y a través de las obras de apostolado. Considero providencial que
Dios inspire un Movimiento -junto a muchos otros- que recoja el impulso evangelizador de
Cristo y de su Iglesia de una manera moderna, seria, profunda. El hombre y la mujer, así como la
sociedad de nuestros días son muy complejos, por lo que se necesita hacer un gran esfuerzo por
conocer qué le mueve, cómo reacciona, qué le interesa y que no le interesa, para poder llevar a
cabo una evangelización que realmente sirva a este hombre moderno, muchas veces tan
confundido y "arrollado" por el desarrollo, sabiendo que sólo Dios puede llenar su
corazón. Para mí esta es la misión, carisma y espiritualidad propias del Movimiento.
Fernando Canal: Corría el año 1966 y yo estudiaba el último curso del Colegio —
preuniversitario se llamaba tal curso entonces— cuando un día, casi por sorpresa, nos llevaron al
Salón de Actos, donde un sacerdote mexicano nos iba a hablar sobre la situación de la Iglesia en
Iberoamérica. Se trataba del P. Alfredo Torres. Allá fuimos los alumnos del “Preu” y nos
encontramos con algo nuevo: el Padre nos hablaba de las necesidades de la Iglesia, de
comprometernos, de formarnos…; no era algo totalmente nuevo en sí mismo, sino en la forma
de plantearlo. Debo decir que la formación cristiana del Colegio era buena; se fomentaban la
oración y los sacramentos. Aún recuerdo algo de la oración a la Virgen del Colegio: “Sé faro de
mis luchas en el mar de los años de mi juventud…” Pero a mí no me movía a nada en especial.
Se suponía que yo tenía que sacar buenas notas; eso hacía y punto. Sentía que ya había cumplido.
Pero al cabo de poco tiempo empecé a intuir que había algo más, mucho más. El cristocentrismo
y la fidelidad a la Iglesia y el Papa me llamaron especialmente la atención.
Pepe Carredano: El Cristocéntrismo me invitaron a cambiar el mundo por y para Cristo,
este aspecto de arriesgarlo todo por Cristo es lo que me ha movido desde que me incorpore,
siempre con el ejemplo de los Legionarios que con sus vidas y consejo me han guiado en el
camino
de
santidad,
con
una
vida
espiritual profunda,
exigente
y
constante. Creando y participando en apostolados que den respuesta a las grandes necesidades
de la Iglesia y del prójimo para instaurar el reino entre los hombres, desde luego teniendo a mi
Mujer e hijos en el centro de mi vida.
2. ¿Qué aspecto le ha enriquecido más como miembro del Regnum Christi?
En la respuesta a esta pregunta tenemos una variedad de respuestas como es de
imaginar pues los frutos del Espíritu son muchos y variados. Se habla de la felicidad de
poder hacer el bien, de desfrutar de amistades sólidas y profundas, de caminar por
caminos espirituales seguros, de tener una familia espiritual que te sostiene y te exige en
el cumplimiento de la misión. Se habla de los frutos que aporta la caridad y la
benedicencia y la formación en las virtudes humanas que sirven tanto en la vida
profesional. Estos testimonios nos dan las pautas por donde debe ir el esfuerzo formativo
de los miembros. No nos dejan dudar de que son semillas fecundas que dan mucho fruto
en el tiempo.
Irma Delgado: Si el encuentro con Cristo es lo que me atrajo más, lo que completa con broche
de oro es el apostolado, ese deseo ardiente de que otros hagan la experiencia del amor de
Dios y se encuentren con Jesucristo. Es un aspecto que me ha enriquecido en todos aspectos de
mi vida, ya que no sólo se trata de hacer un apostolado, sino de la transformación del corazón en,
con y por Cristo para que realmente “sea Él quien viva, trabaje y ore en mí”. ¡Y Cristo no se deja
nunca ganar en generosidad!, porque no nada más “vive, trabaja y ora en mí” en el apostolado,
sino en todos los aspectos de mi vida: humana, familiar, profesional. Y no puedo dejar de
mencionar otro aspecto fundamental: el espíritu de familia y las amistades sólidas y profundas
que se dan entre los miembros del Regnum Christi, ¡un verdadero tesoro!
Clemente López: En que era una espiritualidad profundamente identificada con la tradición
de la Iglesia y que, por tanto, no buscaba "hacer experimentos" sino continuar con el mandato de
Jesucristo.
José Labarthe: Encontrar en esta vocación dada por Dios la forma de vivir mi vocación cristiana
con exigencia, junto con los medios concretos para poderlo hacer. La pertenencia a la
"comunidad" del Movimiento con los Legionarios, consagradas, consagrados y miembros laicos
ha sido una gran riqueza durante toda mi vida. Ante la envergadura de la misión que Dios nos
pide, saber que no estoy solo, que formo parte de un cuerpo dentro de la misma Iglesia,
comprometido seriamente a realizar la misión es sumamente alentador. De los miembros de
las cuatro ramas he recibido infinitos testimonios de generosidad y entrega que me han inspirado,
animado, exigido a mí mismo... Uno piensa cómo se podría vivir la misión sin el Movimiento y
en mi caso creo que sería sumamente difícil vivirla solo.
Ferando Canal: La sensación de ser de los primeros miembros me atraía y me asustaba a la
vez. El ideal de “Alter Christus” era absolutamente novedoso y su comprensión se me escapaba.
El primer curso de verano que tuvimos en Monticchio fue fundamental para mi perseverancia.
Lo que más aprecié fue el espíritu de caridad de los hermanos entre sí y con nosotros, y
aspectos prácticos como la benedicencia. Con el tiempo y la vida profesional me di cuenta de la
riqueza de la formación en virtudes humanas y cristianas que recibimos desde el principio en
los encuentros, los círculos, los cursillos de verano y las actividades apostólicas.
Pepe Carredano: El trabajo exigente, el trabajo en equipo con programas claros, aplicando
nuestra metodología ,trabajando en mancuerna, Legionario y seglar , esto es lo que hace sólidos
a los apostolados y les da eficacia para dar respuesta a los grandes retos, siempre basado en
la coherencia de vida y el amor a la Iglesia y a las almas.
3. ¿Qué medios considera que le han ayudado más para que el Señor modelara y
transformara su personalidad a imagen de Él?
En la respuesta a esta pregunta se puede ver el aprecio que todos tienen hacia “la hoja
de compromisos” y las actividades ordinarias de las secciones que no han sido otra cosa
que una serie de medios para alcanzar la meta y el ideal. Hay quienes subrayan en forma
especial entre otros medios de crecimiento la orientación moral, la devoción a María, el
apostolado y el compartir los ideales del Movimiento en familia y en la sociedad.
Irma Delgado: Hace unos meses, a raíz de la pregunta de una de mis alumnas de preparatoria,
caí en la cuenta de la riqueza de una cierta “familiaridad con el Evangelio”. Haciendo memoria
del corazón, aprecio la riqueza de los medios evangélicos que ofrece el Movimiento: el
encuentro con Cristo, la reflexión evangélica diaria, la contemplación del Evangelio en unos
ejercicios espirituales, y por supuesto, la vida eucarística como un Evangelio vivo. Sumado a
ello, una dirección espiritual frecuente, buscando siempre un director o directora que mejor
puedan acompañarme a lo largo de las diferentes etapas de la vida.
Clemente López: Resulta muy pretencioso pensarme como modelo de transformación a imagen
de Jesucristo. Lo que sí es cierto es que haberme incorporado al Movimiento me ha hecho
acercarme día a día más a Jesucristo. Si tuviera que señalar los medios que más me han
ayudado a ello serían estos: en primer lugar, la ayuda de los orientadores morales que he ido
teniendo a lo largo de la vida; en segundo lugar, la toma de conciencia de la importancia de la
meditación y la perseverancia en este compromise; y en tercer lugar, la vida misma tomada como
un reto cuyo misterioso significado está vinculado a un gradual acercamiento a Dios.
José Labarthe: En primerísimo lugar los sacramentos y la oración, donde nos encontramos
cara a cara con Él y reconocemos todo lo que nos ama a pesar de nuestra miseria y pequeñez.
Tratar de corresponder a semejante amor es el eje de nuestra entrega. La Dirección
Espiritual que me han dado varios Legionarios durante mi vida ha sido también fundamental,
donde he conocido mejor a Dios y a mí mismo, haciendo los planes de vida y conversión. La
enorme riqueza en la convivencia y en compartir la misión con tantas almas grandes, sinceras,
que luchan cada día por su conversión y por transformar este mundo. El gran tesoro que Dios me
ha dado en compartir esta misión con mi familia y amigos más cercanos. Los apostolados en
los que he tenido la gracia de participar y que me han enseñado que sí se pueden hacer una
diferencia, reconociendo siempre la primacía de la gracia.
Fernando Canal: Creo que todos los medios que el Regnum Christi propone y pone a
disposición de sus miembros contribuyen al seguimiento de la vocación que cada uno ha
recibido. En mi caso, me ayudó y ayuda especialmente la devoción a la Virgen Maria como
intercesora de todas las gracias, auxilio de los cristianos, refugio de los pecadores y Madre de la
Iglesia. Un medio muy importante es la vida de equipo, a la vez medio de formación e
instrumento de apostolado, estímulo y apoyo mutuo para los miembros.
José Carredano: La vida sacramental, principalmente la misa diaria , la vida de oración sencilla,
constante, exigente, la dirección espiritual , el encuentro con Cristo, la renovación anual y la
convivencia con mis hermanos del reino, todos estos aspectos no son negociables. El haber
participado constante y seriamente en apostolados desde mi incorporación hace 44 años y haber
trabajado como formador en la sección siendo responsable de equipo y de grupo. Vivir el
Movimiento en familia, esto ha hecho que a pesar de nuestras debilidades y defectos hayamos
podido salir adelante, crecer en Cristo y ser muy felices. El querer compartir con todos los
hombres nuestro tesoro . La captación ha sido siempre un motor que me impulsa a darlo todo a
exigirme mas para hacer mas fuerte a la Iglesia y a nuestro Movimiento.
4. Si tuviera que aconsejarse a sí mismo al inicio de su vocación al Movimiento, ¿qué
consejo se daría para acoger y vivir mejor su espíritu?
Aquí es muy hermosa la coincidencia en las respuestas: no tener miedo porque es el
amor de Dios lo que está detrás de nuestras vidas, de las inspiracione a donarse a Dios.
Agradecimos una vez más a los que han compartido estas experiencias pues nos
confirman las palabras de Dios que dice «Os daré pastores según mi corazón» (Jer 3,
15). Los hombres y mujeres del Movimiento son un regalo del corazón de Dios para la
iglesia y para el mundo.
Irma Delgado: Me miraría fijamente a los ojos para descubrir en mí misma una certeza: que
el Regnum Christi es un gran don del Amor de Dios, y es el lugar que Él quiere para mi plenitud
como ser humano y como cristiana. Por ello me aconsejaría que no tuviera miedo a escuchar la
voz de Cristo, a dar más y comprometerme más en este camino. Que aprovechara todos los
medios para conocer más y mejor la misión y espiritualidad del Movimiento para descubrir en él
un llamado real de Dios, que participara en las diferentes actividades para mi formación y
asumiera con responsabilidad un apostolado. Me diría que el Movimiento no es una cuestión de
“estar” o “pertenecer”, sino de “ser”, y que ¡vale la pena ser orgullosamente Regnum Christi”.
Clemente López: El principal consejo que me daría es que viviera la fe desde el amor. Dios es
amor y el amor de Dios según nos enseña Jesús es, ante todo, compasión. Un corazón que se
compadece es un corazón para el que la fe cristiana no es límite sino impulso.
José Labarthe: Reconocer al Movimiento como el medio por el cual podemos corresponder
al amor de Dios. Como decía antes, para mí esta es la realidad esencial que nos permite renovar
nuestra vocación cada día, porque el amor es siempre nuevo. Sólo el amor puede mantener el
fuego en nuestros corazones. Tomar al Movimiento como el ámbito de mi respuesta a Dios en la
Iglesia para continuar la obra de Cristo. Es una gran audacia de Dios -conociéndonos- pedirnos
que seamos santos y el Movimiento es un hermoso camino al que Él nos invita para poder
lograrlo insertos en una hermosísima comunidad. Tomar esta llamada con seriedad y exigencia,
poniendo nuestra vocación en manos de la Virgen para que ella nos guíe en el camino y
fortalezca nuestra debilidad. Espero que esta humilde experiencia pueda serle de utilidad.
Fernando Canal: Al pensar en esta pregunta, me doy cuenta que a estas alturas me siento como
si empezara de nuevo. Un buen amigo me dijo hace años: “Hoy es el primer día del resto de tu
vida…” Creo que me aconsejaría acoger de corazón la recomendación de San Juan Pablo II: “No
tengáis miedo”. Tener mucha más confianza sobrenatural en el Señor. Aceptar
humildemente que Dios cuenta con la propia fragilidad humana y puede hacer milagros con ella.
José Carredano: Primero tener mucho mas amor a las almas, entendiendo mejor que no se
puede ser realmente feliz sin Cristo, exigirme mas por que hay mucho por hacer, conocer mas y
mejor a nuestra Iglesia para poder servirla mejor y nunca olvidar que el Movimiento es mío que
de mi depende, que Dios nunca nos va a dejar solos y que siempre contamos con el amor de
Maria.
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