20120715PM - Creciendo En El Amor Fraternal

Creciendo En El Amor Fraternal
Pastor: Juan José Pérez
Julio 15, 2012
Iglesia Bautista de la Gracia
Santiago, República Dominicana
INTRODUCCIÓN
¿Qué hemos visto hasta ahora?
• 1:1-10: Comenzamos viendo una expresión de gratitud de Pablo por estos
hermanos, pues mientras se acordaba del buen testimonio de estos hermanos
mientras estuvo con ellos y mientras pensaba en el buen reporte de Timoteo, de
cómo estos hermanos permanecían obrando en fe, trabajando por amor y la firmes
en la esperanza, se convencía mas y mas de su elección: el evangelio los había
transformado y los había cautivado.
• 2:1-12: Encontramos la primera defensa de Pablo. Sus opositores le acusaron de
haber enseñado mentiras a los Tesalonicenses, con intenciones dudosas y con
métodos opacos. Pablo se defiende argumentando que como un padre, e incluso
como una madre, su enseñanza era verdadera, sus intenciones puras y sus métodos
transparentes.
• 2:13-16. Una vez mas Pablo expresa su gratitud a Dios porque cuando predicó
entre los hermanos en Tesalónica, a pesar de las calumnias por parte de los
enemigos, por la obra del Espíritu en los corazones de los hermanos, ellos recibieron
la palabra de Pablo no como palabra de hombres, sino como lo que era, palabra de
Dios, la cual había obrado en ellos.
• 2:17-3:13: Encontramos la segunda defensa de Pablo. Sus opositores le acusaron
diciendo que su salida rápida y repentina de Tesalónica era evidencia de que todo lo
que habían dicho de el era cierto. Pablo procede a defenderse diciendo que su salida
no fue voluntaria, sino forzada, pues fue “arrancado” de ellos. A esto agrega que
intentó varias veces ir a visitarles, pero se vio impedido y que por esa razón, decidió
enviar a Timoteo para saber de ellos.
• 4:1-8. Pablo procede entonces, conociendo la ciudad en que estos nuevos
convertidos vivían, a dar una serie de instrucciones con respecto a la pureza sexual:
la voluntad de Dios para ellos era su santificación, es decir, que cada uno, en pureza,
sepa poseer su propia esposa en santidad y honor.
En el párrafo de hoy (4:9-12), encontramos lo siguiente: Timoteo, en su reporte,
había traído buenas noticias: ellos permanecen en amor. Pablo les exhorta entonces a
crecer en ese amor.
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Pastor: Juan José Pérez
EL SUJETO EN ESTUDIO: EL AMOR FRATERNAL
1. Etimología: ¿Cuál es la raíz de la frase?
Aunque es una frase de dos palabras en español, en griego es solo una palabra:
“φιλαδελφίας”. La palabra tiene dos componentes: “Filos” = amor; “Adelfos” =
hermano.
2. Naturaleza: ¿Qué Es?
La palabra griega y el uso de la misma sugiere al menos 3 cosas:
(a) Con relación a su naturaleza, es amor: “Mas en cuanto al amor fraternal”. ¿Qué
es el amor? Es difícil definir algo que la misma Biblia no define. Sin embargo, creo
que podemos aventurarnos a definirlo, al menos funcionalmente:
• El amor no es esencialmente algo externo, sino interno: “vuestro trabajo de
amor” (1:3). Pablo nos habla del trabajo motivado por el amor, donde el trabajo
por otros no es el amor mismo, sino el resultado. Es muy importante resaltar
esto, ya que muchos dicen que el amor es acción en esencia, cuando Pablo
dice claramente en 1 Corintios 13:1-3 que una persona pudiera vender todo lo
que tiene y darlo a los pobres, que pudiera aun dar su propio cuerpo para ser
quemado por otros, y sin embargo, no tener amor. El amor no es algo que se
hace, es algo que se tiene.
• ¿Qué es lo que se tiene internamente? Al menos en 2 ocasiones en la carta
Pablo identifica el amor con un sentimiento de valoración o de estima hacia la
persona o hacia el objeto amado: “Teniendo así un gran afecto por vosotros,
nos hemos complacido en impartiros no sólo el evangelio de Dios, sino
también nuestras propias vidas, pues llegasteis a sernos muy amados” (2:8); “y
que los tengáis en muy alta estima con amor, por causa de su trabajo” (5:13).
Amar es valorar o estimar. Eso nos lleva entonces a otro aspecto:
• El amor, aunque es esencialmente algo interno, se evidencia en obras externas:
“vuestro trabajo de amor” (1:3). El amor verdadero siempre produce acciones,
es decir, siempre obra a favor de la persona que estima o valora. Bernard
Newman cuenta que estaba una vez en casa de un campesino búlgaro. Todo el
tiempo que estuvo allí, la hija estuvo cosiendo un vestido. Él le dijo: «¿Note
cansas de coser todo el tiempo?» "¡Qué va! -le contestó ella-. ¡Es mi traje de
novia!» El trabajo que se hace por amor no cansa nunca.
En resumen: el amor es un sentimiento o actitud interna de valoración que nos
inclina a obrar o trabajar a favor del ser que valoramos o amamos.
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(b) Con relación a su enfoque, es un amor horizontal. La frase paralela que explica
esta palabra griega la tenemos en la ultima parte del verso 9: “amaros unos a
otros” (v. 9b). La frase “unos a otros” indica que lo que Pablo tiene en mente no es el
amor vertical hacia Dios, sino el amor horizontal hacia el prójimo, el cual resulta del
amor a Dios.
(c) Con relación a su alcance, es un amor enfocado en los hermanos: “porque en
verdad lo practicáis con todos los hermanos que están en toda Macedonia” (v. 10a).
Como alguien ha dicho, el amor fraternal es entonces, el vínculo que une
espiritualmente a los creyentes que profesan una misma fe. Esto obviamente no
significa que el amor del creyente debe estar enfocado solo sobre los hermanos: “y
que el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros, y para con
todos, como también nosotros lo hacemos para con vosotros” (3:12). Jesús mismo
insistió en que los hijos del reino deben ser perfectos como su Padre, amando a sus
enemigos, haciéndoles bien, bendiciéndoles, etc.
3. Importancia: ¿Por qué es importante este tema?
Cuando Pablo recordaba el trabajo de amor de estos hermanos, daba gracias a Dios
porque ello era una evidencia de que Dios los había escogido: “sabiendo, hermanos
amados de Dios, su elección de vosotros” (1:3-4). El Apóstol Juan lo pone de la
siguiente manera: “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un
mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a
Dios a quien no ha visto” (1 Juan 4:20).
Todo el que profesa ser cristiano está consciente en un grado u otro de que la
voluntad de Dios para nosotros es nuestra santificación, es decir, que huyamos de la
inmoralidad sexual (4:1-8). Pero parece ser que no estamos tan conscientes de que
también la voluntad de Dios es que crezcamos en el amor fraternal. Esta
inconsciencia se evidencia en el hecho de que muchas veces no estamos dispuestos
a vivir en inmoralidad sexual, y hacemos todo lo que esté a nuestro alcance para
romper el hábito, pero no mostramos la misma diligencia cuando se trata de vivir en
paz con otros, en arrancar las raíces de amargura y en tratar a los demás como
superiores a nosotros mismos.
Hermanos, el mismo Jesús que hablando de la inmoralidad sexual dijo, “Y si tu ojo
derecho te es ocasión de pecar, arráncalo y échalo de ti; porque te es mejor que se
pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al
infierno” (5:29), es el mismo Jesús que hablando de las relaciones personales entre
los hermanos dijo: “Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su
hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: "Raca" a su hermano,
será culpable delante de la corte suprema; y cualquiera que diga: "Idiota", será reo
del infierno de fuego. Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te
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acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, y
ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu
ofrenda” (5:22-24). ¡Esto es urgente!
CARACTERÍSTICAS DEL AMOR FRATERNAL
El pasaje resalta 3 características del amor fraternal: El amor fraternal se aprende, se
practica y se multiplica.
1. El Amor Fraternal Se Aprende: “Mas en cuanto al amor fraternal, no tenéis
necesidad de que nadie os escriba, porque vosotros mismos habéis sido enseñados
por Dios a amaros unos a otros” (v. 9).
Como se ha dicho, el amor fraternal, aunque esencialmente es un sentimiento interno
de valoración o estima, se manifiesta externamente en obras. Por tanto, es nuestra
responsabilidad como creyentes aprender manifestaciones prácticas de este amor y
orar a Dios que nos enseñe por Su Espíritu a discernirlas y aplicarlas.
Así que, lo que haremos es buscar a través de la epístola todas las manifestaciones de
amor entre hermanos de manera secuencial, comenzando por la que tenemos en el
contexto inmediato del 1 Tesalonicenses 4:9-12:
(a) El amor fraternal es considerado con los hermanos: “y os ocupéis en vuestros
propios asuntos y trabajéis con vuestras manos, tal como os hemos
mandado” (4:11).
• ¿Cuál es el contexto histórico de estas instrucciones? Al parecer, debido a
un malentendido que estos hermanos tenían con relación a la inminencia de al
venida de Cristo, malentendido que Pablo mas adelante tiene que corregir (2
Tesalonicenses 2:1), algunos comenzaron a inquietarse de una manera
sensacionalista, inquietando también a los demás; y no solo esto, sino que
además, la inquietud llevó a muchos a dejar de trabajar, resultando esto en una
vida de entremetimiento en la vida de los demás hermanos y en un parasitismo
insano, donde dependían de los demás hermanos como sanguijuelas.
• ¿Cuál es el punto? Pablo argumenta entonces que estar quietos y trabajar
con sus manos para sostenerse a ellos mismos era una marca de amor hacia los
demás hermanos. El amor busca no ser carga a los hermanos.
Esto es sumamente necesario que lo sepamos, pues muchas veces estamos
demasiado atentos a la generosidad de otros que sin querer, nos convertimos en
una carga para ellos (Ej. De compra de alimentos y de medicina). El amor hace lo
que hizo Pablo: “Porque recordáis, hermanos, nuestros trabajos y fatigas, cómo,
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trabajando de día y de noche para no ser carga a ninguno de vosotros, os
proclamamos el evangelio de Dios” (2:9). El propósito de esto es claro: por un
lado, no ser carga a los hermanos; por otro lado, no poner tropiezos al avance del
evangelio: “a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no
tengáis necesidad de nada” (4:12). La desconsideración es entonces falta de amor
a los hermanos y pone tropiezos al reino.
Esta es la manifestación particular del amor fraternal en nuestro contexto
inmediato. Pero si indagamos a lo largo del libro, encontraremos algunas
manifestaciones más:
(b) El amor fraternal se sacrifica dando su vida y bienes por el bien de los
demás hermanos: “Teniendo así un gran afecto por vosotros, nos hemos
complacido en impartiros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras
propias vidas, pues llegasteis a sernos muy amados” (2:8). Si bien es cierto que
el dar no es la esencia del amor, también es igualmente cierto que la
manifestación práctica del amor que más se resalta en la Biblia es dar.
• El Padre nos da este ejemplo, pues como resultado de Su amor por el
mundo, dio a Su Hijo (Juan 3:16).
• El Hijo nos da este ejemplo, pues como resultado de Su propio amor,
Cristo se entregó a Si por nosotros (Efesio 5:2,25).
• Pablo nos da ese ejemplo en su trato para con los Tesalonicenses.
Si el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por Su Espíritu,
ese amor se evidenciará en la medida que nos damos a nosotros mismos en amor
para trabajar y servir por el bien de otros. Así como Jesús no vino para ser servido,
sino para servir, dando Su vida por muchos (Marcos 10:45), así el amor, antes que
buscar que otros trabajen por el, busca trabajar por otros; antes que buscar en
quien le de, busca dar. Me temo que muchos se preguntan por que no tienen
gozo en la vida cristiana y sienten como que al final han desperdiciado sus vidas.
Tal vez es porque conciben la vida cristiana como profesar creer en Jesús los
domingos mientras que el resto de la semana se la pasa viendo televisión y
jugando computadora. Nunca se sacrifica por otros. El amor vende lo que tiene, si
es necesario, para ayudar a los hermanos necesitados; el amor sacrifica su tiempo
de diversión muchas veces para visitar a un hermano o para preparar un estudio
que lo consuele.
(c) El amor fraternal escudriña y cuida sus motivaciones: “Más bien
demostramos ser benignos entre vosotros, como una madre que cría con ternura
a sus propios hijos” (2:7). Una de las acusaciones que se le hizo a Pablo es que
todo lo que hizo mientras estuvo en Tesalónica lo hizo por intereses personales.
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Pablo se defiende diciendo que así como una madre que se levanta todos los
días a las 5 de la mañana a preparar desayuno y a alistar a sus hijos para la
escuela sin esperar pasar factura, así fue su proceder.
Es posible vender lo que tenemos y darlo a los pobres y aun dar nuestros
propios cuerpos para ser quemados por otros, y aun así hacerlo por motivos
egoístas. Jesús hablo de aquellos que aman dar limosna para ser vistos por otros y
para que los hombres hablen de sus virtudes. Lo que mueve al amor a entregarse
por otros es la pasión por la gloria de Dios y el bienestar de los hermanos.
(d) Y hablando de motivaciones internas, quisiera agregar: el amor fraternal cuida
la pureza de sus hermanos: “y que nadie peque y defraude a su hermano en este
asunto, porque el Señor es el vengador en todas estas cosas” (4:6). Hermana, el
amor busca no poner la mente de los hermanos a volar con el vestuario. Y por otro
lado, hermano, el problema no es el vestuario femenino, es tu corazón. La mala
vestimenta solo revela un problema con el que debes luchar. El valorar y estimar a
nuestras hermanas en la fe requiere que hagamos un esfuerzo físico y mental para
tratarlas como hermanas y no como objetos, independientemente de cómo están
vestidas.
(e) El amor fraternal exhorta a los hermanos a caminar como es digno del
evangelio: “así como sabéis de qué manera os exhortábamos, alentábamos e
implorábamos a cada uno de vosotros, como un padre lo haría con sus propios
hijos, para que anduvierais como es digno del Dios que os ha llamado a su reino y
a su gloria” (2:11-12). La instrucción no solo viene del púlpito, sino también de
nuestras conversaciones diarias, hablando entre nosotros con salmos, himnos y
cánticos espirituales. Debemos exhortarnos unos a otros y estimularnos al amor y a
las buenas obras.
(f) El amor fraternal da ejemplo a los hermanos en su conducta: “Vosotros sois
testigos, y también Dios, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos
comportamos con vosotros los creyentes” (2:10). La instrucción no solo debe ser
planteada, sino también modelada (caminando en verdad, en honestidad, en
pureza y en perdón). En una ocasión le preguntaron a John Wesley quien era el
mejor predicador que había escuchado. Sus palabras fueron claras y contundentes:
mi madre. Como alguien ha dicho, un ejemplo vale más que mil palabras
(contraparte negativa). No solo debemos decir a otros como andar como es digno
de Dios, debemos andar como es digno de Dios.
(g) El amor fraternal enfrenta a los hermanos que no caminan como es digno del
evangelio: “Y os exhortamos, hermanos, a que amonestéis a los
indisciplinados” (5:14). ¿Qué sucede si un hermano o hermana no anda como es
digno de Dios? Pablo dice en 1 Cor. 13 que el amor no se goza de la injusticia. Por
tanto, es falta de amor verle en pecado y dejarlo. Jesús dijo, “si tu hermano peca
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contra ti, ve y repréndelo tu y el estando solos”. Jesús nos enseña que es mejor
hacer llorar a tu hermano con la verdad dicha en gracia que hacer reír con
lisonjas.
(h) El amor fraternal busca y resalta las evidencias de gracia en los otros:
“teniendo presente sin cesar delante de nuestro Dios y Padre vuestra obra de fe,
vuestro trabajo de amor y la firmeza de vuestra esperanza en nuestro Señor
Jesucristo; sabiendo, hermanos amados de Dios, su elección de vosotros” (1:3-4).
¿Qué si los hermanos andan como es digno de Dios? El amor, dice Pablo, se goza
de la verdad. El apóstol Juan dijo en una ocasión: “Mucho me alegré al encontrar
algunos de tus hijos andando en la verdad” (2 Juan 1:4). Estos hermanos eran
“amados” por Pablo. Y como una manifestación de amor, Pablo se asegura de
expresarles las evidencias de gracia que ve en ellos y da gracias a Dios por ello.
Muchas veces criticamos a otros bajo el pretexto de que les amamos, sin embargo,
nunca nos aseguramos de hacerle saber a otros de que a pesar de sus debilidades,
Dios los está usando para nuestra edificación. Alguien ha dicho, “La mejor manera
de erradicar sus faltas es alabar sus virtudes para que florezcan más y más”.
(i) El amor fraternal vela, consuela y ora por los sufridos: “Por lo cual, no
pudiendo soportarlo más, pensamos que era mejor quedarnos solos en Atenas, y
enviamos a Timoteo, nuestro hermano y colaborador de Dios en el evangelio de
Cristo, para fortaleceros y alentaros respecto a vuestra fe” (1 Tesalonicenses 3:1-2).
Recordemos como Pablo estaba en agonía a causa de sus hermanos en Tesalónica,
los cuales quedaron en sufrimiento y con poca instrucción. Mandó entonces a
Timoteo con palabras de aliento y fortaleza, sabiendo que Satanás es astuto los
podía incitar a dudar de la bondad y la omnipotencia de Dios. Y no solo esto, sino
que además dedicó tiempo y energías para orar por ellos: “según oramos
intensamente de noche y de día” (3:10).
(j) El amor fraternal es paciente con los débiles y desalentados: “animéis a los
desalentados, sostengáis a los débiles y seáis pacientes con todos” (5:14). Esto
responde a la pregunta ¿Qué si hemos estado velando, animando y orando por los
sufridos, pero continúan desalentados? Pablo exhorta a los hermanos a seguir
velando, animando y orando pacientemente por estos hermanos. Hablando sobre
un grupo de hermanos desalentados por causa de los que habían muerto, Pablo
dice: “Por tanto, confortaos unos a otros con estas palabras” (4:18), refiriéndose
esto a la esperanza de la venida de Cristo y de la resurrección. Esa es nuestra tarea
para con ellos.
(k) El amor fraternal busca activamente estar en paz con todos los hermanos:
“vivid en paz los unos con los otros” (5:13). Así como el creyente busca todos los
medios posibles para escapar de los lazos de la inmoralidad sexual, así también
debe emplear la misma energía para escapar de los lazos del rencor, la amargura, la
falta de perdón y la enemistad. Si el tiene algo contra alguien, el amor busca
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reprenderle a solas, personalmente y sin intermediarios (ojo con esto). Y si aun en
un segundo paso ese alguien no se arrepiente y persiste a pesar de mediadores, el
amor no busca pagar mal por mal, sino que siempre que esté a su alcance, el amor
estará dispuesto a amarle a orar y a hacerle el bien: “Mirad que ninguno devuelva a
otro mal por mal, sino procurad siempre lo bueno los unos para con los otros, y
para con todos” (5:15).Por otro lado, si es ese alguien que tiene algo contra el amor,
este tomará la iniciativa de acercarse y aclarar el asunto. El amor es apasionado con
la paz porque es pacificador como su Padre.
2. El amor fraternal se practica: “porque en verdad lo practicáis con todos los
hermanos que están en toda Macedonia”. Es necesario aprender las diferentes
manifestaciones del amor fraternal, pero no es suficiente saberlas, hay que aplicarlas.
Sobre esto dijo Santiago: “Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se
engañan a sí mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, es
semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo; pues después de
mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se olvida de qué clase de persona es. Pero
el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella,
no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, éste será
bienaventurado en lo que hace” (1:22-25). Aplicado a nuestro caso, a muchos se nos
olvida lo que el amor fraternal significa, no porque no estudiamos sus
manifestaciones, sino porque no las practicamos.
3. El amor fraternal se multiplica: “Pero os instamos, hermanos, a que abundéis en
ello más y más”. ¿Hasta que punto amar y obrar en amor? Cuando Pablo habla del
fruto del Espíritu, el cual comienza con amor, dice lo siguiente: “contra tales cosas no
hay ley”. Nada debe limitar nuestro amor, ni ningún otro fruto del Espíritu. Un
hermano pregunta: ¿Cómo puedo crecer en amor fraternal? ¿Cómo puedo abundar en
algo que esencialmente un afecto o un aprecio interno?
I. El amor fraternal crece en la medida que conocemos a Dios: “Yo les he dado a
conocer tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste
esté en ellos y yo en ellos” (Juan. 17:26). Mientras mas conocemos a Dios de
manera experimental por medio de Su palabra, mas crece en nosotros el amor,
pues Dios es amor.
II. El amor fraternal crece en la medida que contemplo la obra de Cristo por
nosotros: “y andad en amor, así como también Cristo os amó y se dio a sí mismo
por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma” (Efesios. 5:2).
III. El amor fraternal crece en la medida que aprendemos mas de las manifestaciones
prácticas del amor.
IV.El amor fraternal crece en la medida que ponemos por obra esas manifestaciones
practicas.
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ANEXO:
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