SEÑAL COPARMEX Mensaje 114 LA VIDA DESPUÉS DE LA EPIDEMIA: 10 PREGUNTAS PARA LOS CANDIDATOS Aunque hay que seguir atentos, todo indica que, por el momento, conseguimos controlar la propagación del brote de influenza humana, y como dijo el Presidente Calderón, no sólo por el bien de México, sino de todo el mundo. Lo malo es que en el proceso se ensanchó la estela de problemas que ya traíamos por efecto de la recesión económica internacional. Como en cualquier fenómeno de este tipo, no hay nada más importante que proteger la vida y la salud de las personas. Pero siempre llega el momento de hacer el recuento de los daños, sacar las lecciones pertinentes y tomar las acciones necesarias para subsanar el impacto colateral. Como se dice, "la vida tiene que seguir", y los mexicanos no la tenemos fácil en los próximos meses. El Gobierno Federal habla de un golpe de hasta medio punto porcentual del Producto Interno Bruto: 30 mil millones de pesos. Pero pudiera ser mayor si no tomamos providencias, tanto del lado del Gobierno -en todos sus niveles- como del nuestro: cada empresa en su ámbito de competencia. Si lo peor de la epidemia de influenza quedó atrás, en el caso de la pandemia económica todavía no salimos de la fase más complicada de la crisis. En México, por lo pronto, nos espera un segundo trimestre con una contracción que puede incluso ser más aguda que en el primero -superior al 6%-, lo suficiente como para saldar el año con un decrecimiento mayor a 4% del PIB. La crisis sanitaria vino a recrudecer otra crisis que en este momento padecen miles de empresas en México: una crisis de liquidez que se está esparciendo a lo largo de muchas cadenas de abastecimiento; precisamente como un virus contagioso. Por las noticias que nos llegan de Estados Unidos, la reactivación económica a mediados o fines del año es ya tangible, pero no resuelve el problema que tienen ahora mismo muchos empresarios para poder cubrir sus costos fijos. El riesgo está latente tanto para el negocio como para los empleos que genera. Por eso no podemos quedarnos con una actitud contemplativa. Urge agilizar y reforzar en los hechos los programas y apoyos contracíclicos que se han lanzado en el discurso, porque no todos están bajando hasta sus beneficiarios con la velocidad requerida. Necesitamos adecuar esos programas a las circunstancias de la empresa mexicana, sobre todo de la pequeña y mediana. Dentro de este entorno de crisis económica y sanitaria, también da inicio la carrera electoral, que ahora más que nunca, tiene que sumar y no restar. Por ello queremos escuchar propuestas que aporten soluciones, más que demagogia, poses y promesas sin compromisos. Los candidatos y sus partidos tienen que ser los primeros en asumir un comportamiento responsable y apegado a la ley en relación con la contingencia sanitaria y con el resto de esos problemas que son de todos, no de unos cuantos. A los ciudadanos nos toca estimularlos en ese sentido, y de ser necesario, exigírselos. Podemos empezar por pedirles que privilegien la discusión pública por sobre los spots y los dimes y diretes. Una alternativa que debería explorarse es la de organizar debates entre los candidatos a diputados de manera local. Sería un mecanismo muy útil para conocer las fuerzas y debilidades de sus plataformas. Y sobre todo, para enriquecerlas tanto con las opiniones de sus adversarios como con las de los electores. Sobre la misma línea, los ciudadanos debemos tener muy claras las preguntas que queremos que nos respondan quienes quieren representarnos y aseguran que pueden hacer que las cosas se muevan. Por nuestra parte ponemos sobre la mesa una miscelánea de 10 preguntas que puede darnos un norte de lo que podemos esperar de los candidatos en materia económica. 1. ¿Se comprometen a delimitar en los próximos días su propia visión de país y una ruta crítica para llegar a ella? ¿Ofrecen publicarla y no apartarse de ella aunque su partido cambie de posición en algún tema? 2. Para dar prueba de que están dispuestos a ponerse en los zapatos de la población, ¿aprueban que se bajen los gastos de campaña en un 30% y sus dietas en un 50%? ¿Qué proponen para hacer esto realidad en las próximas semanas? 3. ¿Qué tipo de reforma tributaria aprueban y qué van a hacer para que esté lista en el periodo fiscal de 2010? ¿Están a favor de una tasa única, ya sin ISR? ¿Cómo vamos a incorporar a la economía informal a la formalidad? 4. En materia laboral, ¿qué proponen para que en México se favorezca la creación de empleo y quitar aquello que la inhibe o propicia la simulación? 5. ¿Están dispuestos a empezar a abrir el mercado energético a la inversión privada, cuando menos a partir de proyectos de energías alternativas? 6. ¿Están de acuerdo con la Alianza por la Calidad de la Educación? ¿Van a impulsarla a través de la ley? 7. ¿Qué estrategia sugieren implementar para acotar las prácticas monopólicas? 8. ¿Están de acuerdo con la estrategia de seguridad pública del Gobierno? ¿Qué cambiarían y qué harán en ese sentido desde su posición? 9. ¿Cómo van a apoyar a las pequeñas y medianas empresas? Y 10. ¿Qué ponen como garantía de que van a cumplir con sus respuestas? Seguramente tú tienes más preguntas. No te quedes con ellas. Hay que ponerlas en la arena pública y hacer que tu candidato te responda. Comparte esta Señal Coparmex.