¡Los conquistadores no van a liberar! ¡Estados Unidos

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1º de Mayo de 2003
rwor.org
¡Los conquistadores
no van a liberar!
¡Estados Unidos fuera de Irak!
LA VERGÜENZA DE LA GUERRA...
Y LO QUE NOS TOCA HACER
Tras declarar victoria en la guerra, la ocupación de Irak por Estados Unidos y Gran Bretaña está en marcha. Pero
las preguntas, las críticas y la resistencia no han terminado, y no deben terminar. Es mucho lo que está en juego.
Lo que se está desenvolviendo en Irak (y nuestro análisis de estos sucesos y lo que hagamos al respecto)
repercutirá en el futuro de toda persona del planeta.
LA GUERRA FUE INJUSTA, LA OCUPACIÓN ES INJUSTA;
LA RESISTENCIA ES JUSTA
Esta guerra no tuvo nada que ver con prevenir otro 11 de septiembre, eliminar armas de destrucción masiva ni
liberar al pueblo iraquí. Millones en todo el mundo vieron esa verdad y se manifestaron para impedir la guerra.
Como dicen en la Casa Blanca, “Irak es mucho más que Irak”. Efectivamente, la guerra contra Irak es parte del
surgimiento violento de un nuevo imperio romano: nuestro gobierno.
Una estructura de poder rapaz está imponiendo su voluntad y autoridad sobre el pueblo y los recursos de Irak. El
objetivo es usar a Irak como plataforma para reconfigurar el Medio Oriente... y el mundo. Como escribió Bob
Avakian, presidente del PCR, en el invierno del año pasado: “Su gran ambición es reconfigurar la situación mundial,
empezando por las regiones estratégicas en que se están enfocando: Asia Central, Asia del Sur y el Medio Oriente”.
Las consecuencias de la guerra para el pueblo iraquí
Si uno busca en las últimas páginas de los periódicos, puede que encuentre una mención al señor que está herido
en un hospital de Bagdad a quien su familia no ha tenido el valor de decirle que a sus tres hijas las mataron las
bombas estadounidenses; puede que lea que el ejército mató a cinco adultos y cinco niños menores de 5 años en
un retén cerca de Karbala; puede que sepa que se ha comprobado que misiles cruceros de Estados Unidos mataron
a las docenas de personas que murieron en un mercado de Bagdad.
La guerra ya ha matado y lisiado a miles de civiles iraquíes.
La muerte de los soldados estadounidenses e ingleses por el “petróleo de Bush”, como dijo el padre del marine
muerto Jesús Suárez del Solar, también es triste: otra generación convertida en instrumentos de ocupación y
represión de un país pobre en nombre de la “democracia”.
¿Qué justicia puede haber en eso?
Bagdad, 26 de marzo.
Los conquistadores no van a liberar
Examinemos la ocupación. En la primera semana, a los heridos que llenaban los hospitales de Bagdad les tenían
que hacer amputaciones y operaciones sin anestesia ni agua limpia. Los bombardeos cortaron el agua, la
electricidad, la comida, todo. ¿Fue para demostrar “quién manda”? El Museo Nacional, que albergaba tesoros del
surgimiento de las primeras civilizaciones, fue saqueado. A la Biblioteca Nacional, que guardaba invalorables
documentos de la historia de la región, la consumieron las llamas.
Pero una institución estaba protegida. Como le dijo un señor con rabia a un reportero del New York Times: “Lo único
que tiene guardia es el Ministerio del Petróleo; es lo único que les interesa [a los americanos]”.
Los soldados matan a los que no obedecen órdenes en un idioma desconocido. El 14 de abril los marines dispararon
contra una protesta política en Mosul y mataron a 13 personas. El comando ha puesto a trabajar de nuevo a la
policía de Saddam Hussein. La ocupación ha llevado la represión diaria de Los Ángeles a Bagdad, de Cisjordania a
Mosul.
Ahora, los generales organizan conferencias para “llevar la democracia a Irak”, pero las elecciones se realizarán bajo
los cañones de Estados Unidos.
Estados Unidos ha violado completamente la soberanía nacional de Irak, humillado a su población, pisoteado su
cultura, ¡con el pretexto de la “liberación”! Pero la liberación no llegará en los tanques de Estados Unidos ni en las
resoluciones de la ONU. El pueblo iraquí solo alcanzará una verdadera autoderminación y democracia por medio
de la resistencia, una resistencia que ya se está desarrollando.
No hay que apoyar de ningún modo la ocupación; no hay que caer en la trampa de tratar de “mejorarla”. Todo lo
contrario; tenemos que reclamar con la gente de Irak y de todo el mundo que Estados Unidos y Gran Bretaña se
larguen de Irak. Además tenemos que aplaudir la resistencia a la ocupación, especialmente la resistencia popular
de los iraquíes, y apoyar las fuerzas que surjan en pro de una verdadera liberación.
Fuerza de ocupación en Basora, sur de Irak.
Punto de control de la fuerza de ocupación en el sur de Irak.
DOS FUTUROS DIFERENTES, DOS CAMINOS DIFERENTES
“…la situación habrá cambiado enormemente en el mundo y también en lo que ha sido Estados Unidos. Es decir,
vendrán grandes cambios y Estados Unidos no será igual”.
Bob Avakian, presidente, Partido Comunista Revolucionario
No habrá regreso a la normalidad. El círculo de Bush ya habla de “quién sigue”. La tal “doctrina de Bush” dicta
absoluta superioridad económica, política y militar en respuesta a muchos problemas y a todo desafío. Prepárense
para la Perma-Guerra.
En Estados Unidos la acompaña un programa extremo de represión y restricción de libertades civiles... para
proteger a la ciudadanía, por supuesto. El Departamento de Justicia trata a los inmigrantes como delincuentes.
Nuevas leyes permiten infiltrar grupos políticos y religiosos, interceptar teléfonos y correspondencia electrónica,
entrar en secreto a casas y oficinas, hasta husmear qué libros saca uno de la biblioteca.
Este es un momento difícil. Pero es un momento de esperanzas, grandes esperanzas. El plan de guerra y represión
de Bush va contra los intereses de la gente de este planeta y de la gran mayoría de la gente de este país. Y debido
a la firme resistencia popular a ese horrible plan, los miles se multiplicaron en millones y docenas de millones en
todo el mundo.
Esta fuerte resistencia no paró la guerra, pero en este país millones desafiaron a su propio gobierno, tomaron
partido con gente de todo el mundo y proclamaron: “no en nuestro nombre”.
Orondos y arrogantes, los imperialistas yanquis se jactan de su máquina militar; pero están aislados políticamente
y en todo el mundo los odian.
A los pueblos del mundo les toca forjar un futuro diferente.
LA BATALLA ACTUAL Y LA REVOLUCIÓN
Viendo la resistencia que se ha librado en todo el planeta, ¿no es claro que la humanidad es capaz de mucho más
que los horrores en que estamos atrapados hoy?
¿Qué pasaría si en la sociedad marcara la pauta la gente que se sacrifica y se arriesga por otros que viven lejos, en
vez de ser víctimas de calumnias, espionaje y agresión?
¿Qué pasaría si la tecnología y la ciencia se usaran para resolver problemas de medicina y para desarrollar fuentes
de energía que no destruyan el planeta, en vez de dedicarse a producir bombas, helicópteros artillados y sistemas
de vigilancia?
¿Qué pasaría si la gente que ha sufrido a manos de gobiernos represivos tuviera el poder de reconstruir sus
sociedades sin la intervención extranjera que apoyó a esos gobiernos represivos?
Por nuestra parte, el Partido Comunista Revolucionario cree que un mundo mejor es posible y, es más,
que clama que lo forjemos.
Nos unimos a millones para fortalecer nuestra resistencia, sabiendo que para hacer realidad esta visión del mundo
y transformar a fondo la sociedad se necesitará una revolución proletaria: una revolución que apunte contra todas
las clases de imperialismo, todos los sistemas de explotación y opresión, todas las cadenas de la tradición.
La historia de Estados Unidos nos enseña que mientras esta clase de capitalistas/imperialistas detente el poder,
seguirá desatando guerras injustas.
Este sistema ha puesto camarillas despiadadas y calculadoras con sueños imperiales al mando de una fuerza militar
sin precedentes. Ven una gran oportunidad de dominar el mundo, y para pararlos hay que negarles esa oportunidad
y derrotarlos por medio de gran lucha y sacrificio.
Por eso tenemos que forjar nuestra resistencia, una resistencia fuerte, con la meta de parar esta máquina de guerra
y represión. Pero también tenemos que entender que, a menos que las masas populares tumben el viejo sistema
de opresión y forjen un nuevo poder político revolucionario, este sistema seguirá generando más opresión y
sufrimiento.
Este 1º de Mayo, Día Internacional del Trabajador, súmate a nosotros para imbuir en la resistencia el espíritu de que
tenemos un mundo que ganar y para forjar el camino para hacerlo.
Familia desafía a soldados yanquis, Bagdad, 9 de abril.
Bagdad, 27 de marzo.
Protesta contra la ocupación yanqui, Irak, 18 de abril.
Helicóptero Apache derribado cerca de Bagdad.
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