Cuando un ciudadano intente una acción por indemnización de

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TDOC
REMI
DEST
UBIC
TITL
Memorandum
Dirección de Consultoría Jurídica
/sin destinatario/
Ministerio Público MP N° DCJ-12-1163-2001
DCJ
FECHA:20011016
Cuando un ciudadano intente una acción por indemnización de
daños y perjuicios, en virtud de la revisión de la sentencia, el
fiscal competente deberá garantizar el goce de los derechos y
garantías constitucionales referidos al proceso
FRAGMENTO
Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de sus comunicaciones números
DDC-RP-17-2001 y DDC-RP-1134-2001, mediante las cuales solicita se le informe el
criterio de esta Dirección, respecto a los particulares expuestos en los anexos del
referido memorandum y a la exposición del ciudadano O.G., quien señala que el Juez
Noveno de Juicio de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, declaró improcedente
la solicitud del cálculo de indemnización formulada por dicho ciudadano, conforme a lo
dispuesto en los artículos 284 al 287 del Código Orgánico Procesal Penal, por cuanto
fue detenido y posteriormente habría quedado demostrado que no tuvo participación
en los hechos que se ventilaron en el respectivo juicio. La negativa judicial se habría
producido ´por no tener jurisprudencia´.
Se aprecia asimismo, copia del Oficio N° 24-F-17-1203-2000, de fecha 19 de octubre
de 2000, suscrito por Claritza Cristina Mata Sulbarán, Fiscal Décimo Séptimo del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, dirigido a esa
Dirección de Delitos Comunes, el cual guarda relación con ´la denuncia formulada por
el ciudadano O.G.´ Entre otras apreciaciones, la referida representante fiscal señala
que este ciudadano compareció ante ella en tres oportunidades, y que en esas
ocasiones se habría dirigido a la referida fiscal en forma ´amenazante y por demás
grosera, solicitando que el Ministerio Público debe hacer lo que sea para que el Estado
lo indemnice a él y a su familia por cuanto el juicio efectuado en fecha 8-10-1999,
donde actuaron como Fiscales Abogados (…),y (…) Fiscales Cuarto, Décimo y
Tercero del Ministerio Público respectivamente, de este Circuito Judicial Penal del
Estado Zulia, y donde dichos imputados fueron declarados inocentes´.
Finalmente, concluye la mencionada fiscal del Ministerio Público, al expresar que:
´Informando esta Representante Fiscal, que el Ministerio Público no
tiene competencia para obligar o demandar al Estado para el pago
de la Indemnización a los mismos más sin embargo, esta
Representante Fiscal se trasladó al Juzgado Segundo de Juicio.
Tribunal bajo el cual se celebró el juicio donde solicite /sic/ copias
de las Actuaciones relacionadas con la solicitud realizada por el
ciudadano (…), donde me suministraron las dos decisiones
mediante las cuales niegan tal solicitud, de los cuales anexo copia
al presente oficio´.
Consta en las copias remitidas a este Despacho, que el ciudadano O.G. fue atendido
en la Dirección a su cargo, el día 28 de junio de 2000 y que en su exposición manifestó
´que se enteró que el Fiscal Comisionado en su caso es la Doctora Clarisa /sic/ Mata,
17 del Estado Zulia´ y que solicitó ´Celeridad del caso, sobre la indemnizaciones /sic/
que el Estado debe hacer para con mi persona y mi Familia´.
Analizado tanto el contenido del memorandum enviado por usted, como los
documentos consignados por el solicitante, esta Dirección considera oportunas las
1
siguientes observaciones:
Aunque no se recibió la copia de la decisión mediante la cual se habría negado la
petición de indemnización, es preciso aclarar que la actuación del Ministerio Público
aún en aquellos procesos en los cuales no figura como parte, está destinada a ser
garante en los procesos judiciales, del respeto de los derechos y garantías
constitucionales, de los tratados, convenios y acuerdos internacionales suscritos por la
República, así como de la celeridad y buena marcha de la administración de justicia, el
juicio previo y el debido proceso, de acuerdo con lo establecido en el artículo 285,
numerales 1 y 2, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Debe precisarse, sin embargo, que el Ministerio Público, aunque ostenta la condición
constitucional de garante del debido proceso, no por ello puede convertirse en parte en
todos los procesos judiciales. En efecto, a pesar de que sus representantes pueden y
están en la obligación de intervenir en los procesos judiciales, a fin de resguardar las
garantías y derechos constitucionales de las personas que participen en los mismos,
ello no implica, que se deban subrogar en el ejercicio de las acciones propias de las
partes.
En el caso planteado, si el ciudadano que reclama indemnización en razón de la
detención a la que fue sometido, considera que la ´respuesta negativa´ a su solicitud
es contraria a derecho, tiene la posibilidad de ejercer los recursos ordinarios
correspondientes, dependiendo de la naturaleza del pronunciamiento (por ejemplo, el
de apelación, si se tratase de un auto que cause gravamen irreparable, al resolver
definitivamente sobre el asunto, en atención a lo dispuesto en el artículo 439, numeral
5, del Código Orgánico Procesal Penal) o en su defecto, la acción extraordinaria de
amparo constitucional, si los medios ordinarios no fueran admitidos o se presentasen
como inefectivos para garantizar el ejercicio del derecho o garantía constitucional de
que se trate.
Si en la decisión únicamente se declarase inadmisible la demanda, debe estudiarse no
obstante la posibilidad de que sea procedente el ejercicio de recursos, porque si bien
es cierto que fuera del supuesto antes señalado, no existiría una previsión en la cual
se conceda recurso respecto a las demandas de indemnización en comento, no lo es
menos que en el Código Orgánico Procesal Penal existe un vacío legal sobre la
totalidad del procedimiento aplicable a las mismas, de manera tal que podría acudirse
por vía de analogía a la disposición contenida en el artículo 341 del Código de
Procedimiento Civil, el cual prevé el recurso de apelación para el auto que declare
inadmisible la demanda.
En este orden de ideas, es preciso señalar que la analogía tiene fundamento
normativo en lo establecido en el artículo 4°, párrafo segundo, del Código Civil, según
el cual:
´...Cuando no hubiere disposición precisa de la Ley, se tendrán en
consideración las disposiciones que regulan casos semejantes o
materias análogas...´
Ahora bien, para precisar si el Ministerio Público debe intervenir en el proceso surgido
con ocasión de la solicitud de indemnización formulada por el ciudadano O.G., debe
previamente darse respuesta a las siguientes interrogantes:
1. ¿Ha sido violado el debido proceso?
2. ¿Se ha atentado contra algún otro derecho o garantía consagrado
constitucionalmente o en tratados internacionales suscritos por la República?
Si alguna de las respuestas fuere afirmativa, el Ministerio Público estaría obligado a
actuar, a fin de que se restablezca el respeto de tales derechos o garantías, de
acuerdo con el mandato contenido en el artículo 285, numerales 1 y 2, de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, según el cual:
´Son atribuciones del Ministerio Público:/ 1. Garantizar en los
procesos judiciales el respeto de los derechos y garantías
2
constitucionales, así como de los tratados, convenios y acuerdos
internacionales suscritos por la República./ 2. Garantizar la
celeridad y buena marcha de la administración de justicia, el juicio
previo y el debido proceso´. /Resaltado nuestro/.
Así, por expreso mandato constitucional, el representante fiscal competente estará en
el deber de hacer del conocimiento del órgano jurisdiccional, cualquier situación que
suponga la violación de derechos o garantías consagrados constitucionalmente o en
los tratados internacionales suscritos por la República. Es de hacer notar que esta
actividad fiscal cobra importancia fundamental en el ámbito procesal, puesto que es en
el proceso donde el Ministerio Publico está llamado a desarrollar su labor en forma
regular. Incluso, y en caso de que fuere necesario, el representante fiscal está llamado
a ejercer la correspondiente acción de amparo constitucional.
Ahora bien, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 43 y 44 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público son los fiscales de derechos y garantías
constitucionales, los competentes para conocer respecto a cualquier situación
violatoria de tales derechos y garantías. En efecto, las normas citadas disponen lo
siguiente:
´Son fiscales de los derechos y garantías constitucionales aquellos
a cuyo cargo está la vigilancia de la exacta observancia y el respeto
de los derechos y garantías constitucionales´ (Artículo 43).
´Son deberes y atribuciones de los fiscales de los derechos y
garantías constitucionales:/ 1º Vigilar porque la Constitución, los
tratados, acuerdos y convenios internacionales suscritos por la
República, y las leyes especiales que desarrollen normas relativas
a los derechos constitucionales sean cumplidas efectivamente;/ 2º
Promover ante las autoridades competentes la realización y
protección de los derechos constitucionales;/ 3º Transmitir a los
fiscales de proceso el conocimiento de los asuntos que revistan
carácter delictivo cuando, en el ejercicio de sus funciones, obtengan
información acerca de ellos...´(Artículo 44)
Por su parte, el artículo 34 de la ley que rige nuestra Institución, consagra igualmente
la atribución de los fiscales del Ministerio Público en materia de derechos y garantías
constitucionales. Según la precitada norma:
´Son deberes y atribuciones de los fiscales del Ministerio Público:/
1º Promover la acción de justicia en todo cuanto concierne al
interés público y en los casos establecidos por las leyes;/... / 16.
Velar por el exacto cumplimiento de los lapsos, plazos y términos
legales; y en caso de inobservancia por parte de los jueces, hacer
la correspondiente denuncia ante los organismos competentes;/... /
19. Velar porque se dé cumplimiento a lo dispuesto en el Código
Orgánico Procesal Penal, en los tratados, acuerdos y convenios
internacionales suscritos por la República, en la Ley sobre Régimen
Penitenciario y en las demás leyes, en relación con la ejecución de
la pena;/ 20. Vigilar porque la Constitución, los tratados, acuerdos y
convenios internacionales suscritos por la República, y las leyes
especiales que desarrollen normas relativas a los derechos
constitucionales, sean cumplidas efectivamente;/ 21. Promover ante
las autoridades competentes la realización y protección de los
derechos constitucionales, mediante el ejercicio de la acción de
amparo o de cualquier otra vía no jurisdiccional´.
Desde un punto de vista general y en atención a lo preceptuado por el artículo 11 de la
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Ley Orgánica del Ministerio Público, entre los deberes y atribuciones del Ministerio
Público deben destacarse:
´... 1. Velar por la observancia de la Constitución, de las leyes y de
las libertades fundamentales en todo el territorio nacional; 2. Vigilar,
a través de los fiscales que determina esta Ley, por el respeto de
los derechos y garantías constitucionales; y por la celeridad y
buena marcha de la administración de justicia en todos los
procesos en que estén interesados el orden público y las buenas
costumbres...´
En virtud de lo antes expuesto, es necesario resaltar que el fiscal de derechos y
garantías constitucionales es el competente para conocer del asunto planteado
(aunque en la práctica haya carencia de los mismos en algunos estados), en razón de
la distribución de competencias prevista en la Ley Orgánica del Ministerio Público, que
conlleva a una labor de garante para que el injustamente condenado o privado de
libertad sea oído en un proceso regular, en el cual pueda solicitar la indemnización de
daños y perjuicios que corresponda.
Es preciso indicar que la intervención como garante del debido proceso no está ligada
a que el Ministerio Público respalde la pretensión de alguna de las partes. Por el
contrario, salvo que el propio Ministerio Público ostente en un proceso concreto la
condición de parte, debe enfatizarse su labor, más que en el asunto específicamente
debatido, en la garantía de los derechos y garantías constitucionales de todos los
intervinientes en el proceso.
Ahora bien, desde un punto de vista general cualquier representante del Ministerio
Público está obligado al ejercicio de las acciones o recursos que garanticen el pleno
respeto de tales derechos y garantías, si bien ello deberá hacerlo en el marco de la
realización de las actuaciones para las cuales sea competente.
Sin embargo, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 44, ordinal 3°, de la Ley
Orgánica del Ministerio Público, en el sentido de que los fiscales de los derechos y
garantías constitucionales, no ejercerán las acciones penales a que haya lugar frente a
violaciones de derechos y garantías constitucionales que constituyan delito, sino que
comunicarán lo pertinente a un fiscal de proceso, se evidencia que la intención de la
ley es la de excluir a aquellos fiscales de la función de investigadores y acusadores en
materia penal. En correspondencia con ello y en sentido inverso, esta dirección
considera que los fiscales de proceso deberían quedar excluidos de las funciones
propias de los fiscales de derechos y garantías constitucionales, en los procesos
concretos en los cuales hayan intervenido como acusadores.
En tal sentido, es preciso señalar que las atribuciones específicas de los fiscales de los
derechos y garantías constitucionales, contenidas en los ordinales 1° y 2° del artículo
44 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, son las mismas establecidas en forma
general en los numerales 20 y 21 del artículo 34 ejusdem, como deberes y
atribuciones de los Fiscales del Ministerio Público. Estas últimas no corresponden de
manera específica a ningún otro fiscal del Ministerio Público, incluyendo a los fiscales
de proceso, a quienes el artículo 36 les confiere los derechos y atribuciones previstos
en los numerales 2 al 15 y 24 y 25 del artículo 34 de la ley citada.
Luego, sólo frente a la inexistencia de tales fiscales de derechos y garantías
constitucionales, debe otro representante fiscal ejercer las funciones indicadas,
respecto a lo cual se reitera la conveniencia de que no sean fiscales de proceso que
intervengan en un proceso en particular los encargados de tal función en la propia
causa.
Entonces, aunque al Ministerio Público no le corresponde en forma alguna solicitar al
órgano jurisdiccional que ordene la indemnización correspondiente, en los casos en los
cuales el demandante se dirija a un representante fiscal y haga del conocimiento de
éste, la violación de alguna garantía o derecho constitucional en el proceso, el fiscal
del Ministerio Público al que corresponda conocer, deberá analizar la información y de
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ser procedente ejercer las acciones a que haya lugar para garantizar el efectivo
respeto de aquéllos.
Es importante señalar que deben seguirse los canales regulares para la asignación de
los casos relativos a la violación de derechos y garantías constitucionales, ya sea que
alguna de las direcciones competentes libre la correspondiente comisión o que el
respectivo fiscal superior distribuya el conocimiento de los mismos, en primer término,
al fiscal de derechos y garantías constitucionales, y en su defecto, a un fiscal del
proceso, salvo el supuesto excepcional antes analizado.
En orden de su actuación, el representante fiscal deberá en primer lugar, advertir al
órgano jurisdiccional de la situación denunciada y requerirle que tome las medidas
adecuadas para garantizar la vigencia de los derechos y garantías constitucionales
afectados.
Si esta gestión resultare infructuosa, el mecanismo idóneo para la actuación fiscal es
la acción de amparo constitucional, en los casos en los cuales el fiscal del Ministerio
Público no figure como parte, por cuanto de ser este último el caso, podría ejercer
alguno de los recursos ordinarios, si fuere procedente.
En este supuesto sólo se estima procedente el ejercicio directo la acción de amparo, si
los recursos ordinarios no resultan adecuados para la protección de los derechos y
garantías constitucionales vulnerados o amenazados.
Así, cuando un ciudadano intente una acción por indemnización de daños y perjuicios,
en virtud de la revisión de la sentencia, de acuerdo con lo previsto en el artículo 284
del Código Orgánico Procesal Penal, según los parámetros establecidos en el artículo
285 del citado código, o se fundamente en lo dispuesto en los artículos 286 y 287 del
código adjetivo penal, el fiscal competente deberá garantizar el goce los derechos y
garantías constitucionales, referidos al proceso, que le permitirán al demandante o
solicitante hacer valer su derecho, también constitucional, a la indemnización por
sentencia injusta, en atención al trámite indicado en los artículos 415 y siguientes del
Código Orgánico Procesal Penal, aplicable por analogía, como más adelante se
explica.
En efecto, según el artículo 49, numeral 8, de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, relativo al debido proceso, se tiene que:
´El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y
administrativas y, en consecuencia:/ 8. Toda persona podrá solicitar
del Estado el restablecimiento o reparación de la situación jurídica
lesionada por error judicial, retardo u omisión injustificados. Queda
a salvo el derecho del o de la particular de exigir la responsabilidad
personal del magistrado o magistrada, juez o jueza y del Estado, y
de actuar contra éstos o éstas´.
Finalmente, es importante dar respuesta a su inquietud en cuanto a que la negativa de
la indemnización se habría producido porque el juez de la causa consideró que se
había omitido el cálculo de la indemnización, según lo manifestado por el ciudadano
(…).
Sobre este particular cabe observar que en el Capítulo II, ´De la indemnización,
reparación y restitución´, del Título IX, Libro Primero, del Código Orgánico Procesal
Penal, no se prevé procedimiento alguno.
Debe asimismo tenerse en cuenta que son dos los casos previstos en el referido
capítulo. En el artículo 284 del código citado, se establece la indemnización por
concepto del tiempo durante el cual el penado haya sido privado de su libertad o
multado, en los supuestos de revisión de la sentencia. Este es el caso de la sentencia
condenatoria firme que luego sea objeto de revisión.
El cuanto al caso contenido en el artículo 286 de la ley adjetiva penal, referido también
a la indemnización por privación de libertad, en el supuesto de que se declare que el
hecho no existe, que no reviste carácter penal o que no se compruebe la participación
del imputado, entiende esta Dirección que se refiere a aquellos casos en los cuales,
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por virtud de una decisión judicial distinta a la revisión de la sentencia, como por
ejemplo, una absolutoria, se establezca alguno de los supuestos enunciados. Se
estima además que el fallo correspondiente debe haber adquirido firmeza, para que
sea procedente la solicitud de indemnización
Además, ni en el procedimiento ordinario ni en los procedimientos especiales
establecidos en el código adjetivo penal, existen previsiones específicamente dirigidas
a regular el trámite de esta indemnización.
Vista tal situación, existen a juicio de esta Dirección, tres posibilidades de
interpretación. La primera, que en ninguno de los casos habría necesidad de
procedimiento alguno, y que por el contrario, el juez debe actuar de oficio, de acuerdo
con el deber que le imponen los artículos 285 y 286 del Código Orgánico Procesal
Penal. La segunda, que es indispensable el seguimiento del procedimiento respectivo
y que en consecuencia, la actuación judicial se producirá únicamente a instancia de
parte. La última, y correcta en criterio de este Despacho, parte de la base de distinguir
el supuesto del artículo 284, del código adjetivo penal, del caso al que se refiere el
artículo 286 de dicha ley.
Así, para los casos en los cuales la indemnización se fundamente en la revisión de la
sentencia firme, las disposiciones del código adjetivo penal son imperativas e imponen
por lo tanto, un actuar oficioso a cargo del juez.
En tal sentido, nótese que el artículo 284 del código citado es claro al establecer que
´Cuando a causa de la revisión de la sentencia el condenado sea absuelto, será
indemnizado´. A su vez, el artículo 285 ejusdem, es suficientemente expresivo cuando
dispone que ´El tribunal que declaró con lugar la revisión que origina la indemnización,
fijará su importe...´.
Dados los supuestos excepcionales en los cuales procede la revisión, se justifica esta
indemnización que el propio juez debe ordenar, tomando en cuenta la tarifa legal
establecida en el artículo 284 antes citado. En cambio, cuando se pretenda una
indemnización mayor, por ejemplo, por daño moral, es necesaria la interposición de
una demanda “por la vía que corresponda” (285, parte final, de la ley adjetiva penal).
Es de hacer notar que para esa indemnización mayor, no tasada legalmente, la ley si
remite al procedimiento respectivo, de lo cual se deduce que la omisión del mismo en
cuanto la indemnización legalmente establecida no fue casual. Ello además se
justifica, por cuanto los elementos para tomar la correspondiente decisión se
encuentran en las actas del proceso. Estos son esencialmente, las actuaciones que
demuestren el lapso durante el cual el condenado ha sido privado de su libertad o el
monto de la multa, con la correspondiente corrección monetaria, de ser el caso.
Con relación a la hipótesis prevista en el artículo 286 del Código Orgánico Procesal
Penal, es preciso destacar que dicha norma no es tan categórica como la antes
analizada, y establece en cambio que ´Corresponderá también esta indemnización...´.
Además, no establece previamente la forma en la cual se debe calcular el monto de la
indemnización.
En tal sentido, si bien la previsión del artículo 285 del código mencionado, en su parte
final, puede servir de orientación a fin de establecer el monto de la indemnización a la
que se contrae el artículo 286 del mismo instrumento normativo, no es suficiente ni
vinculante, por lo cual se hace necesario que se ventile en un procedimiento iniciado
por la acción del interesado, el quantum de la indemnización, de acuerdo con la
estimación que se haga del daño.
A tales fines, en criterio de esta Dirección debe aplicarse por analogía, aunque de
acuerdo con la distinta naturaleza de la reclamación, el procedimiento establecido en
el Título X, Libro Segundo, del Código Orgánico Procesal Penal, ´Del Procedimiento
para la Reparación del Daño y la Indemnización de Perjuicios´.
La aplicabilidad del referido procedimiento resulta de las siguientes similitudes:
1. La indemnización prevista en el artículo 286 del código adjetivo penal, es
procedente respecto a procesos en los cuales existe decisión que haya adquirido el
carácter de firme, y esta condición es también requerida en el artículo 415 de dicho
código, en cuanto a la sentencia condenatoria.
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2. En uno y otro caso sólo es necesario comprobar la entidad del daño y
estimar la correspondiente indemnización, pues el título del derecho es la propia
sentencia de que se trate, de manera tal que el daño o perjuicio no es discutido.
En consecuencia, si para el caso previsto en el artículo 286, la ley no
establece la forma de calcular la indemnización, y tratándose de una reclamación de
naturaleza privada, no podría el juez, sin estar autorizado legalmente, proceder a
estimar el daño y la indemnización según su libre criterio, en virtud de lo cual es
necesario para que el órgano jurisdiccional emita su pronunciamiento, que el
interesado presente su demanda con la estimación del daño y la petición de la
indemnización que a su juicio corresponda, respecto de la cual debe aplicarse por
analogía, lo previsto en el artículo 416 del Código Orgánico Procesal Penal, en cuanto
a los requisitos de la demanda.
En fin, como respuesta a su pregunta, respecto a la negación de la solicitud formulada
por el ciudadano O.G., en virtud de la omisión del cálculo de la indemnización, es
preciso indicarle que tomando en consideración que la reclamación de dicho
ciudadano no pareciera estar fundada en la revisión de la sentencia condenatoria, sino
en el supuesto establecido en el artículo 286 de la ley adjetiva penal, en opinión de
esta Dirección, ciertamente sería un requisito de la demanda la expresión de la
´indemnización reclamada´, según lo dispuesto en el artículo 416, ordinal 6°, del
código mencionado.
Sin embargo, la omisión del requisito indicado no sería suficiente para ´negar la
solicitud´, puesto que el artículo 418, ordinal 3°, del código adjetivo citado, señala que:
´Para la admisibilidad de la demanda el juez examinará: /.../ 3° Si la
demanda cumple con los requisitos señalados en el artículo 416. Si
falta alguno de ellos, fijará un plazo para completarla...´
En consecuencia, si al demandante no se le fija el plazo para cumplir los requisitos
previstos en el artículo 416 antes citado, sino que en forma directa se declara
inadmisible la demanda se estaría incumpliendo lo dispuesto en el artículo 418, ordinal
3°, del código adjetivo penal. En efecto, sólo si luego de transcurrido el plazo
respectivo, el demandante no completa la demanda es cuando sería procedente que
la misma fuese declarada inadmisible, de acuerdo con el penúltimo párrafo del artículo
citado…”.
Disposiciones legales contenidas en el documento:
CRBV
art:49-8
CRBV
art:285-1
CRBV
art:285-2
COPP
art:284
COPP
art:285
COPP
art:286
COPP
art:287
COPP
art:439-5
COPP
art:415
COPP
art:416
COPP
art:416-6
COPP
art:418-3
CC
art:4-prf-s
CPC
art:341
LOMP
art:11
7
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
LOMP
art:34
art:34-2
art:34-3
art:34-4
art:34-5
art:34-6
art:34-7
art:34-8
art:34-9
art:34-10
art:34-11
art:34-12
art:34-13
art:34-14
art:34-15
art:34-20
art:34-21
art:34-24
art:34-25
art:43
art:44
art:44-1
art:44-2
art:44-3
DESC
DESC
DESC
DESC
DESC
DESC
DESC
DESC
DESC
DESC
INDEMNIZACION
SENTENCIAS
GARANTIAS CONSTITUCIONALES
MINISTERIO PUBLICO
DETENCION
PROCESOS (DERECHO)
FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO
AMPARO
DAÑOS Y PERJUICIOS
APELACION
FUEN
FUEN
Venezuela Ministerio Público
Informe FGR, 2001, T.III., pp.216-226.
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