371 TDOC REMI DEST UBIC TITL Memorandum Dirección de Consultoría Jurídica /sin destinatario/ Ministerio Público MP N° DCJ-12-1163-2001 DCJ FECHA:20011016 Cuando un ciudadano intente una acción por indemnización de daños y perjuicios, en virtud de la revisión de la sentencia, el fiscal competente deberá garantizar el goce de los derechos y garantías constitucionales referidos al proceso FRAGMENTO Me dirijo a usted, en la oportunidad de acusar recibo de sus comunicaciones números DDC-RP-17-2001 y DDC-RP-1134-2001, mediante las cuales solicita se le informe el criterio de esta Dirección, respecto a los particulares expuestos en los anexos del referido memorandum y a la exposición del ciudadano O.G., quien señala que el Juez Noveno de Juicio de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, declaró improcedente la solicitud del cálculo de indemnización formulada por dicho ciudadano, conforme a lo dispuesto en los artículos 284 al 287 del Código Orgánico Procesal Penal, por cuanto fue detenido y posteriormente habría quedado demostrado que no tuvo participación en los hechos que se ventilaron en el respectivo juicio. La negativa judicial se habría producido ´por no tener jurisprudencia´. Se aprecia asimismo, copia del Oficio N° 24-F-17-1203-2000, de fecha 19 de octubre de 2000, suscrito por Claritza Cristina Mata Sulbarán, Fiscal Décimo Séptimo del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, dirigido a esa Dirección de Delitos Comunes, el cual guarda relación con ´la denuncia formulada por el ciudadano O.G.´ Entre otras apreciaciones, la referida representante fiscal señala que este ciudadano compareció ante ella en tres oportunidades, y que en esas ocasiones se habría dirigido a la referida fiscal en forma ´amenazante y por demás grosera, solicitando que el Ministerio Público debe hacer lo que sea para que el Estado lo indemnice a él y a su familia por cuanto el juicio efectuado en fecha 8-10-1999, donde actuaron como Fiscales Abogados (…),y (…) Fiscales Cuarto, Décimo y Tercero del Ministerio Público respectivamente, de este Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, y donde dichos imputados fueron declarados inocentes´. Finalmente, concluye la mencionada fiscal del Ministerio Público, al expresar que: ´Informando esta Representante Fiscal, que el Ministerio Público no tiene competencia para obligar o demandar al Estado para el pago de la Indemnización a los mismos más sin embargo, esta Representante Fiscal se trasladó al Juzgado Segundo de Juicio. Tribunal bajo el cual se celebró el juicio donde solicite /sic/ copias de las Actuaciones relacionadas con la solicitud realizada por el ciudadano (…), donde me suministraron las dos decisiones mediante las cuales niegan tal solicitud, de los cuales anexo copia al presente oficio´. Consta en las copias remitidas a este Despacho, que el ciudadano O.G. fue atendido en la Dirección a su cargo, el día 28 de junio de 2000 y que en su exposición manifestó ´que se enteró que el Fiscal Comisionado en su caso es la Doctora Clarisa /sic/ Mata, 17 del Estado Zulia´ y que solicitó ´Celeridad del caso, sobre la indemnizaciones /sic/ que el Estado debe hacer para con mi persona y mi Familia´. Analizado tanto el contenido del memorandum enviado por usted, como los documentos consignados por el solicitante, esta Dirección considera oportunas las 1 siguientes observaciones: Aunque no se recibió la copia de la decisión mediante la cual se habría negado la petición de indemnización, es preciso aclarar que la actuación del Ministerio Público aún en aquellos procesos en los cuales no figura como parte, está destinada a ser garante en los procesos judiciales, del respeto de los derechos y garantías constitucionales, de los tratados, convenios y acuerdos internacionales suscritos por la República, así como de la celeridad y buena marcha de la administración de justicia, el juicio previo y el debido proceso, de acuerdo con lo establecido en el artículo 285, numerales 1 y 2, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Debe precisarse, sin embargo, que el Ministerio Público, aunque ostenta la condición constitucional de garante del debido proceso, no por ello puede convertirse en parte en todos los procesos judiciales. En efecto, a pesar de que sus representantes pueden y están en la obligación de intervenir en los procesos judiciales, a fin de resguardar las garantías y derechos constitucionales de las personas que participen en los mismos, ello no implica, que se deban subrogar en el ejercicio de las acciones propias de las partes. En el caso planteado, si el ciudadano que reclama indemnización en razón de la detención a la que fue sometido, considera que la ´respuesta negativa´ a su solicitud es contraria a derecho, tiene la posibilidad de ejercer los recursos ordinarios correspondientes, dependiendo de la naturaleza del pronunciamiento (por ejemplo, el de apelación, si se tratase de un auto que cause gravamen irreparable, al resolver definitivamente sobre el asunto, en atención a lo dispuesto en el artículo 439, numeral 5, del Código Orgánico Procesal Penal) o en su defecto, la acción extraordinaria de amparo constitucional, si los medios ordinarios no fueran admitidos o se presentasen como inefectivos para garantizar el ejercicio del derecho o garantía constitucional de que se trate. Si en la decisión únicamente se declarase inadmisible la demanda, debe estudiarse no obstante la posibilidad de que sea procedente el ejercicio de recursos, porque si bien es cierto que fuera del supuesto antes señalado, no existiría una previsión en la cual se conceda recurso respecto a las demandas de indemnización en comento, no lo es menos que en el Código Orgánico Procesal Penal existe un vacío legal sobre la totalidad del procedimiento aplicable a las mismas, de manera tal que podría acudirse por vía de analogía a la disposición contenida en el artículo 341 del Código de Procedimiento Civil, el cual prevé el recurso de apelación para el auto que declare inadmisible la demanda. En este orden de ideas, es preciso señalar que la analogía tiene fundamento normativo en lo establecido en el artículo 4°, párrafo segundo, del Código Civil, según el cual: ´...Cuando no hubiere disposición precisa de la Ley, se tendrán en consideración las disposiciones que regulan casos semejantes o materias análogas...´ Ahora bien, para precisar si el Ministerio Público debe intervenir en el proceso surgido con ocasión de la solicitud de indemnización formulada por el ciudadano O.G., debe previamente darse respuesta a las siguientes interrogantes: 1. ¿Ha sido violado el debido proceso? 2. ¿Se ha atentado contra algún otro derecho o garantía consagrado constitucionalmente o en tratados internacionales suscritos por la República? Si alguna de las respuestas fuere afirmativa, el Ministerio Público estaría obligado a actuar, a fin de que se restablezca el respeto de tales derechos o garantías, de acuerdo con el mandato contenido en el artículo 285, numerales 1 y 2, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, según el cual: ´Son atribuciones del Ministerio Público:/ 1. Garantizar en los procesos judiciales el respeto de los derechos y garantías 2 constitucionales, así como de los tratados, convenios y acuerdos internacionales suscritos por la República./ 2. Garantizar la celeridad y buena marcha de la administración de justicia, el juicio previo y el debido proceso´. /Resaltado nuestro/. Así, por expreso mandato constitucional, el representante fiscal competente estará en el deber de hacer del conocimiento del órgano jurisdiccional, cualquier situación que suponga la violación de derechos o garantías consagrados constitucionalmente o en los tratados internacionales suscritos por la República. Es de hacer notar que esta actividad fiscal cobra importancia fundamental en el ámbito procesal, puesto que es en el proceso donde el Ministerio Publico está llamado a desarrollar su labor en forma regular. Incluso, y en caso de que fuere necesario, el representante fiscal está llamado a ejercer la correspondiente acción de amparo constitucional. Ahora bien, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 43 y 44 de la Ley Orgánica del Ministerio Público son los fiscales de derechos y garantías constitucionales, los competentes para conocer respecto a cualquier situación violatoria de tales derechos y garantías. En efecto, las normas citadas disponen lo siguiente: ´Son fiscales de los derechos y garantías constitucionales aquellos a cuyo cargo está la vigilancia de la exacta observancia y el respeto de los derechos y garantías constitucionales´ (Artículo 43). ´Son deberes y atribuciones de los fiscales de los derechos y garantías constitucionales:/ 1º Vigilar porque la Constitución, los tratados, acuerdos y convenios internacionales suscritos por la República, y las leyes especiales que desarrollen normas relativas a los derechos constitucionales sean cumplidas efectivamente;/ 2º Promover ante las autoridades competentes la realización y protección de los derechos constitucionales;/ 3º Transmitir a los fiscales de proceso el conocimiento de los asuntos que revistan carácter delictivo cuando, en el ejercicio de sus funciones, obtengan información acerca de ellos...´(Artículo 44) Por su parte, el artículo 34 de la ley que rige nuestra Institución, consagra igualmente la atribución de los fiscales del Ministerio Público en materia de derechos y garantías constitucionales. Según la precitada norma: ´Son deberes y atribuciones de los fiscales del Ministerio Público:/ 1º Promover la acción de justicia en todo cuanto concierne al interés público y en los casos establecidos por las leyes;/... / 16. Velar por el exacto cumplimiento de los lapsos, plazos y términos legales; y en caso de inobservancia por parte de los jueces, hacer la correspondiente denuncia ante los organismos competentes;/... / 19. Velar porque se dé cumplimiento a lo dispuesto en el Código Orgánico Procesal Penal, en los tratados, acuerdos y convenios internacionales suscritos por la República, en la Ley sobre Régimen Penitenciario y en las demás leyes, en relación con la ejecución de la pena;/ 20. Vigilar porque la Constitución, los tratados, acuerdos y convenios internacionales suscritos por la República, y las leyes especiales que desarrollen normas relativas a los derechos constitucionales, sean cumplidas efectivamente;/ 21. Promover ante las autoridades competentes la realización y protección de los derechos constitucionales, mediante el ejercicio de la acción de amparo o de cualquier otra vía no jurisdiccional´. Desde un punto de vista general y en atención a lo preceptuado por el artículo 11 de la 3 Ley Orgánica del Ministerio Público, entre los deberes y atribuciones del Ministerio Público deben destacarse: ´... 1. Velar por la observancia de la Constitución, de las leyes y de las libertades fundamentales en todo el territorio nacional; 2. Vigilar, a través de los fiscales que determina esta Ley, por el respeto de los derechos y garantías constitucionales; y por la celeridad y buena marcha de la administración de justicia en todos los procesos en que estén interesados el orden público y las buenas costumbres...´ En virtud de lo antes expuesto, es necesario resaltar que el fiscal de derechos y garantías constitucionales es el competente para conocer del asunto planteado (aunque en la práctica haya carencia de los mismos en algunos estados), en razón de la distribución de competencias prevista en la Ley Orgánica del Ministerio Público, que conlleva a una labor de garante para que el injustamente condenado o privado de libertad sea oído en un proceso regular, en el cual pueda solicitar la indemnización de daños y perjuicios que corresponda. Es preciso indicar que la intervención como garante del debido proceso no está ligada a que el Ministerio Público respalde la pretensión de alguna de las partes. Por el contrario, salvo que el propio Ministerio Público ostente en un proceso concreto la condición de parte, debe enfatizarse su labor, más que en el asunto específicamente debatido, en la garantía de los derechos y garantías constitucionales de todos los intervinientes en el proceso. Ahora bien, desde un punto de vista general cualquier representante del Ministerio Público está obligado al ejercicio de las acciones o recursos que garanticen el pleno respeto de tales derechos y garantías, si bien ello deberá hacerlo en el marco de la realización de las actuaciones para las cuales sea competente. Sin embargo, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 44, ordinal 3°, de la Ley Orgánica del Ministerio Público, en el sentido de que los fiscales de los derechos y garantías constitucionales, no ejercerán las acciones penales a que haya lugar frente a violaciones de derechos y garantías constitucionales que constituyan delito, sino que comunicarán lo pertinente a un fiscal de proceso, se evidencia que la intención de la ley es la de excluir a aquellos fiscales de la función de investigadores y acusadores en materia penal. En correspondencia con ello y en sentido inverso, esta dirección considera que los fiscales de proceso deberían quedar excluidos de las funciones propias de los fiscales de derechos y garantías constitucionales, en los procesos concretos en los cuales hayan intervenido como acusadores. En tal sentido, es preciso señalar que las atribuciones específicas de los fiscales de los derechos y garantías constitucionales, contenidas en los ordinales 1° y 2° del artículo 44 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, son las mismas establecidas en forma general en los numerales 20 y 21 del artículo 34 ejusdem, como deberes y atribuciones de los Fiscales del Ministerio Público. Estas últimas no corresponden de manera específica a ningún otro fiscal del Ministerio Público, incluyendo a los fiscales de proceso, a quienes el artículo 36 les confiere los derechos y atribuciones previstos en los numerales 2 al 15 y 24 y 25 del artículo 34 de la ley citada. Luego, sólo frente a la inexistencia de tales fiscales de derechos y garantías constitucionales, debe otro representante fiscal ejercer las funciones indicadas, respecto a lo cual se reitera la conveniencia de que no sean fiscales de proceso que intervengan en un proceso en particular los encargados de tal función en la propia causa. Entonces, aunque al Ministerio Público no le corresponde en forma alguna solicitar al órgano jurisdiccional que ordene la indemnización correspondiente, en los casos en los cuales el demandante se dirija a un representante fiscal y haga del conocimiento de éste, la violación de alguna garantía o derecho constitucional en el proceso, el fiscal del Ministerio Público al que corresponda conocer, deberá analizar la información y de 4 ser procedente ejercer las acciones a que haya lugar para garantizar el efectivo respeto de aquéllos. Es importante señalar que deben seguirse los canales regulares para la asignación de los casos relativos a la violación de derechos y garantías constitucionales, ya sea que alguna de las direcciones competentes libre la correspondiente comisión o que el respectivo fiscal superior distribuya el conocimiento de los mismos, en primer término, al fiscal de derechos y garantías constitucionales, y en su defecto, a un fiscal del proceso, salvo el supuesto excepcional antes analizado. En orden de su actuación, el representante fiscal deberá en primer lugar, advertir al órgano jurisdiccional de la situación denunciada y requerirle que tome las medidas adecuadas para garantizar la vigencia de los derechos y garantías constitucionales afectados. Si esta gestión resultare infructuosa, el mecanismo idóneo para la actuación fiscal es la acción de amparo constitucional, en los casos en los cuales el fiscal del Ministerio Público no figure como parte, por cuanto de ser este último el caso, podría ejercer alguno de los recursos ordinarios, si fuere procedente. En este supuesto sólo se estima procedente el ejercicio directo la acción de amparo, si los recursos ordinarios no resultan adecuados para la protección de los derechos y garantías constitucionales vulnerados o amenazados. Así, cuando un ciudadano intente una acción por indemnización de daños y perjuicios, en virtud de la revisión de la sentencia, de acuerdo con lo previsto en el artículo 284 del Código Orgánico Procesal Penal, según los parámetros establecidos en el artículo 285 del citado código, o se fundamente en lo dispuesto en los artículos 286 y 287 del código adjetivo penal, el fiscal competente deberá garantizar el goce los derechos y garantías constitucionales, referidos al proceso, que le permitirán al demandante o solicitante hacer valer su derecho, también constitucional, a la indemnización por sentencia injusta, en atención al trámite indicado en los artículos 415 y siguientes del Código Orgánico Procesal Penal, aplicable por analogía, como más adelante se explica. En efecto, según el artículo 49, numeral 8, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, relativo al debido proceso, se tiene que: ´El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y administrativas y, en consecuencia:/ 8. Toda persona podrá solicitar del Estado el restablecimiento o reparación de la situación jurídica lesionada por error judicial, retardo u omisión injustificados. Queda a salvo el derecho del o de la particular de exigir la responsabilidad personal del magistrado o magistrada, juez o jueza y del Estado, y de actuar contra éstos o éstas´. Finalmente, es importante dar respuesta a su inquietud en cuanto a que la negativa de la indemnización se habría producido porque el juez de la causa consideró que se había omitido el cálculo de la indemnización, según lo manifestado por el ciudadano (…). Sobre este particular cabe observar que en el Capítulo II, ´De la indemnización, reparación y restitución´, del Título IX, Libro Primero, del Código Orgánico Procesal Penal, no se prevé procedimiento alguno. Debe asimismo tenerse en cuenta que son dos los casos previstos en el referido capítulo. En el artículo 284 del código citado, se establece la indemnización por concepto del tiempo durante el cual el penado haya sido privado de su libertad o multado, en los supuestos de revisión de la sentencia. Este es el caso de la sentencia condenatoria firme que luego sea objeto de revisión. El cuanto al caso contenido en el artículo 286 de la ley adjetiva penal, referido también a la indemnización por privación de libertad, en el supuesto de que se declare que el hecho no existe, que no reviste carácter penal o que no se compruebe la participación del imputado, entiende esta Dirección que se refiere a aquellos casos en los cuales, 5 por virtud de una decisión judicial distinta a la revisión de la sentencia, como por ejemplo, una absolutoria, se establezca alguno de los supuestos enunciados. Se estima además que el fallo correspondiente debe haber adquirido firmeza, para que sea procedente la solicitud de indemnización Además, ni en el procedimiento ordinario ni en los procedimientos especiales establecidos en el código adjetivo penal, existen previsiones específicamente dirigidas a regular el trámite de esta indemnización. Vista tal situación, existen a juicio de esta Dirección, tres posibilidades de interpretación. La primera, que en ninguno de los casos habría necesidad de procedimiento alguno, y que por el contrario, el juez debe actuar de oficio, de acuerdo con el deber que le imponen los artículos 285 y 286 del Código Orgánico Procesal Penal. La segunda, que es indispensable el seguimiento del procedimiento respectivo y que en consecuencia, la actuación judicial se producirá únicamente a instancia de parte. La última, y correcta en criterio de este Despacho, parte de la base de distinguir el supuesto del artículo 284, del código adjetivo penal, del caso al que se refiere el artículo 286 de dicha ley. Así, para los casos en los cuales la indemnización se fundamente en la revisión de la sentencia firme, las disposiciones del código adjetivo penal son imperativas e imponen por lo tanto, un actuar oficioso a cargo del juez. En tal sentido, nótese que el artículo 284 del código citado es claro al establecer que ´Cuando a causa de la revisión de la sentencia el condenado sea absuelto, será indemnizado´. A su vez, el artículo 285 ejusdem, es suficientemente expresivo cuando dispone que ´El tribunal que declaró con lugar la revisión que origina la indemnización, fijará su importe...´. Dados los supuestos excepcionales en los cuales procede la revisión, se justifica esta indemnización que el propio juez debe ordenar, tomando en cuenta la tarifa legal establecida en el artículo 284 antes citado. En cambio, cuando se pretenda una indemnización mayor, por ejemplo, por daño moral, es necesaria la interposición de una demanda “por la vía que corresponda” (285, parte final, de la ley adjetiva penal). Es de hacer notar que para esa indemnización mayor, no tasada legalmente, la ley si remite al procedimiento respectivo, de lo cual se deduce que la omisión del mismo en cuanto la indemnización legalmente establecida no fue casual. Ello además se justifica, por cuanto los elementos para tomar la correspondiente decisión se encuentran en las actas del proceso. Estos son esencialmente, las actuaciones que demuestren el lapso durante el cual el condenado ha sido privado de su libertad o el monto de la multa, con la correspondiente corrección monetaria, de ser el caso. Con relación a la hipótesis prevista en el artículo 286 del Código Orgánico Procesal Penal, es preciso destacar que dicha norma no es tan categórica como la antes analizada, y establece en cambio que ´Corresponderá también esta indemnización...´. Además, no establece previamente la forma en la cual se debe calcular el monto de la indemnización. En tal sentido, si bien la previsión del artículo 285 del código mencionado, en su parte final, puede servir de orientación a fin de establecer el monto de la indemnización a la que se contrae el artículo 286 del mismo instrumento normativo, no es suficiente ni vinculante, por lo cual se hace necesario que se ventile en un procedimiento iniciado por la acción del interesado, el quantum de la indemnización, de acuerdo con la estimación que se haga del daño. A tales fines, en criterio de esta Dirección debe aplicarse por analogía, aunque de acuerdo con la distinta naturaleza de la reclamación, el procedimiento establecido en el Título X, Libro Segundo, del Código Orgánico Procesal Penal, ´Del Procedimiento para la Reparación del Daño y la Indemnización de Perjuicios´. La aplicabilidad del referido procedimiento resulta de las siguientes similitudes: 1. La indemnización prevista en el artículo 286 del código adjetivo penal, es procedente respecto a procesos en los cuales existe decisión que haya adquirido el carácter de firme, y esta condición es también requerida en el artículo 415 de dicho código, en cuanto a la sentencia condenatoria. 6 2. En uno y otro caso sólo es necesario comprobar la entidad del daño y estimar la correspondiente indemnización, pues el título del derecho es la propia sentencia de que se trate, de manera tal que el daño o perjuicio no es discutido. En consecuencia, si para el caso previsto en el artículo 286, la ley no establece la forma de calcular la indemnización, y tratándose de una reclamación de naturaleza privada, no podría el juez, sin estar autorizado legalmente, proceder a estimar el daño y la indemnización según su libre criterio, en virtud de lo cual es necesario para que el órgano jurisdiccional emita su pronunciamiento, que el interesado presente su demanda con la estimación del daño y la petición de la indemnización que a su juicio corresponda, respecto de la cual debe aplicarse por analogía, lo previsto en el artículo 416 del Código Orgánico Procesal Penal, en cuanto a los requisitos de la demanda. En fin, como respuesta a su pregunta, respecto a la negación de la solicitud formulada por el ciudadano O.G., en virtud de la omisión del cálculo de la indemnización, es preciso indicarle que tomando en consideración que la reclamación de dicho ciudadano no pareciera estar fundada en la revisión de la sentencia condenatoria, sino en el supuesto establecido en el artículo 286 de la ley adjetiva penal, en opinión de esta Dirección, ciertamente sería un requisito de la demanda la expresión de la ´indemnización reclamada´, según lo dispuesto en el artículo 416, ordinal 6°, del código mencionado. Sin embargo, la omisión del requisito indicado no sería suficiente para ´negar la solicitud´, puesto que el artículo 418, ordinal 3°, del código adjetivo citado, señala que: ´Para la admisibilidad de la demanda el juez examinará: /.../ 3° Si la demanda cumple con los requisitos señalados en el artículo 416. Si falta alguno de ellos, fijará un plazo para completarla...´ En consecuencia, si al demandante no se le fija el plazo para cumplir los requisitos previstos en el artículo 416 antes citado, sino que en forma directa se declara inadmisible la demanda se estaría incumpliendo lo dispuesto en el artículo 418, ordinal 3°, del código adjetivo penal. En efecto, sólo si luego de transcurrido el plazo respectivo, el demandante no completa la demanda es cuando sería procedente que la misma fuese declarada inadmisible, de acuerdo con el penúltimo párrafo del artículo citado…”. Disposiciones legales contenidas en el documento: CRBV art:49-8 CRBV art:285-1 CRBV art:285-2 COPP art:284 COPP art:285 COPP art:286 COPP art:287 COPP art:439-5 COPP art:415 COPP art:416 COPP art:416-6 COPP art:418-3 CC art:4-prf-s CPC art:341 LOMP art:11 7 LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP LOMP art:34 art:34-2 art:34-3 art:34-4 art:34-5 art:34-6 art:34-7 art:34-8 art:34-9 art:34-10 art:34-11 art:34-12 art:34-13 art:34-14 art:34-15 art:34-20 art:34-21 art:34-24 art:34-25 art:43 art:44 art:44-1 art:44-2 art:44-3 DESC DESC DESC DESC DESC DESC DESC DESC DESC DESC INDEMNIZACION SENTENCIAS GARANTIAS CONSTITUCIONALES MINISTERIO PUBLICO DETENCION PROCESOS (DERECHO) FISCALES DEL MINISTERIO PUBLICO AMPARO DAÑOS Y PERJUICIOS APELACION FUEN FUEN Venezuela Ministerio Público Informe FGR, 2001, T.III., pp.216-226. 8