Ejército (1), que por razones de su ministerio vienen obligados á

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BOLETÍN
DE LA R E A L
SOCIEDAD
ESPAÑOLA
Ejército (1), que por razones de su ministerio vienen obligados á
manejar.
—El Sr. Cabrera, después de manifestar que la comunicación
del Sr. Dantín le parecía s u m a m e n t e valiosa y oportuna, dijo
que, si p a r a resolver la cuestión de n o m e n c l a t u r a m a r r o q u í , por
lo que al Garb toca, no bastasen todos los documentos aportados,
a ú n podrían agregarse testimonios entresacados precisamente de
las publicaciones de la Real Sociedad Geográfica, y cuya autoridad, por consiguiente, no podrá este Centro poner en duda. U n o
de estos testimonios es el de J o a q u í n Gatell, que con el n o m b r e
de Kaid I s m a i l m a n d a b a en 1862 la artillería del Sultán, y luego
recorrió, como explorador, una gran parte del Imperio m a r r o q u í .
En sus Viajes por Marruecos, publicados por la Sociedad G e o gráfica en 1878, en las págs. 60 á 67 relata su primer viaje de
T á n g e r á Fez, y no menciona para n a d a el Garb hasta después de
salir de Alcázar y de hacer u n día de m a r c h a y una noche de
descanso. E n t o n c e s , al comenzar el relato del segundo día (página 64), es cuando dice: «Estábamos en el territorio llamado el
Garb, cuyos campos se veían cubiertos por u n a i n m e n s a alfombra de lozanas flores. Se acostumbra decir: El Garb, Aul xi miar
(en el Garb todo son flores).»
Más explícito todavía es D. Cristóbal Benítez, compañero del
explorador alemán Oskar Lenz, y cuyas notas de viaje se publicaron en J u n i o de 1886 en el Boletín de la Real Sociedad Geográfica. «En la m a ñ a n a del 27 de Diciembre—dice el Sr. B e n í tez,—salimos de Alcázar-Kibir, con dirección á Fez, y á la media
hora de marcha vadeamos el rio L u c u s , que á poca distancia de
nuestro paso va á confundirse con el Uad-el-Majacen, que sigue
s u curso hasta el Océano, en el q u e desaguan cerca de la ciudad
de L a r a c h e . C o n t i n u a n d o n u e s t r a m a r c h a , llegamos al sitio conocido por Elmá-bardin
(las aguas frescas), que es u n m a n a n t i a l
que riega una hermosa vega cubierta de h u e r t a s y naranjales, y
es el sitio donde empieza la fértil región del Garb.»
Ese m a n a n t i a l «Elmá-bardin» es el «Elmá-Elbáred» de la carta
del cadí de Alcázar; este documento epistolar está, pues, conforme con el relato del Sr. Benítez respecto al límite s e p t e n t r i o nal del Garb.
(1) El Cuerpo de E . M. del Ejército ha publicado otro, pero á escala
m á s reducida ( 1 : 500.000), titulado Mapa de la parte Norte de Marruecos.
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