Colección Rara Avis Francisco Umbral Joaquina Gª de Fagoaga Konrad Lorenz Manuel Hidalgo Luis Alberto de Cuenca Javier Memba Daniel Padró La República Bananera USA Putas de España El anillo del rey Salomón El cutis de las monjas De Gilgamés a Francisco Nieva Mi adorada Nicole Cartas a un aprendiz de brujo Colección Aqueronte Antonio López Alonso Fernán Caballero Pedro A. de Alarcón Antonio López Alonso Antonio López Alonso Stendhal Alcalá Galiano Aurelia María Romero Novísima Biblioteca Carmen Matutes Gustavo Vega Carmen Matutes Sasi Alami José Antonio Rey Santiago García Tirado Guillermo Sastre Eva Mª Cabellos José Manuel Fernández Argüelles Adelia Navarro Manuel Cortés Blanco Juan A. Piñera Antonio García Montes Enrique Galindo César Romero Jon Obeso Ruiz de Gordoa José Miguel Molero Antología de nuevos escritores Miguel León Elena Yáguez Maroussia Alexandrova Atanasova José María Morales Tomás Pérez Sánchez José Luís García Rodríguez Sasi Alami Colección de teatro Francisco Nieva Lourdes Ortiz Juan Patricio Lombera Raúl Hernández Garrido Colección Cercanías Horacio Vázquez Rial, Fernando Savater y otros Miguel Angel de Rus Rafael Domínguez Molinos Carlos II, El Hechizado La mitología contada a los niños Diario de un testigo de la guerra de África Enanos en El Quijote y en el arte A Miguel Hernández lo mataron lentamente Vida de Mozart Literatura española del siglo XIX Goya, el ocaso de los sueños Andrea(s) Diccionario Analfabético De cháchara Fragmentos de un sueño insomne Un instituto con vistas Un preso que hablaba de Stanislavsky La Xpina Perdidas en la selva Entre animales Proceso Ligspea Cartas para un país sin magia El escotillón de Águeda Los nuevos proscrios Pelirrojas españolas Todo suena Las edades del agua Poemario, abril y esparto 13 para 21 Intriga en La Habana Desde que llegó Mauleen Cartas para un incrédulo El hombre de humo La oleada de la desesperación La pirámide de las flores Manos de visón Sasi Alami 29 MANOS DE VISÓN es un libro de poemas en el que Sasi Alami muestra que, a pesar de su juventud, ha llegado a la madurez de su estilo. En estos versos se nutre del amor, del desamor, la soledad, el destino, la alegría, el éxtasis y el caos. Los pueblos blancos del interior de Andalucía, las interminables serranías y bosques del sur, son el refugio preferido de esta autora mediterránea. Lugares en los que experimentar el autoconocimiento, la minuciosa observación de la vida y esa mezcla de serenidad y sentimientos alborotados que logra transmitir al lector con gran maestría, y altas dosis de una personalísima sensibilidad. Sasi Alami (Madrid 1965) Periodista y escritora, diplomada en Lengua y Cultura Árabe por la Escuela Universitaria Darek Nyumba. Diplomada en Lengua y Cultura Norteamericana por el Washington I.I. Recitautora del Centro Cultural Hispanoamericano de Bolinas (California). Columnista y escritora de la Revista Literaria Wisdom&Art y autora de los libros: Relato Sacrílego (USA 2003), Extracto del Alma (Ediciones la Media Noche, Granada 2004) y Fragmentos de un sueño insomne (Ediciones Irreverentes, Madrid 2006). Actualmente participa en tertulias literarias en diferentes medios de comunicación; Talleres de Escritura Creativa desarrollando su propio programa, conferencias de tipo cultural y en recitales en los que se conjugan la poesía, la música y el arte. Sasi Alami El chalet de Madame Renard Un mundo imperfecto Europa mon amour Gamiani, dos noches de pasión Fray Gerundio de Campazas Dafnis y Cloe Dígaselo con Valium Esencia de mujer Los viajes de Eros Cuando fuimos agua Victoria y el fumador La firma cristiana como marca Un degustador de fútbol de los de antes Manos de visón Colección Incontinentes Miguel Mihura José Antonio Amorós Ramón de España Alfred de Musset Ignacio Soret Longo de Lesbos José L. Alonso de Santos Álvaro Díaz Escobedo Pedro Antonio Curto Antonio López del Moral Alberto Castellón Rafael Dominguez Manuel Villa-Mabela www.edicionesirreverentes.com Europa se hunde Miguel Angel de Rus Dinero, mentiras y realismo sucio Ana María Matute En el tren Francisco Umbral Diccionario para pobres Augusto Monterroso Amores que matan Miguel Angel de Rus Malditos Fernando Savater Episodios Pasionales Mario Benedetti Del amor y del exilio Fernando Savater El dialecto de la vida Juan Patricio Lombera La rebelión de los inexistentes Francisco Nieva Manuscrito encontrado en Zaragoza Ramón de España La vida mata Ramón J.Sender Donde crece la marihuana José Luis Alonso de Santos El Romano Francisco Umbral Carta abierta a una chica progre Miguel Ángel de Rus Evas Pío Baroja Susana José Enrique Canabal El vidente Juan Patricio Lombera Bestiario chicano Marcel Proust La raza de los malditos Mendicutti, de Rus y Gómez Rufo Pasiones fugaces Manos de visón Poemas reunidos para las noches extrañas Catalina del demonio La Guarida Una noche con la muerte Los sueños de la ciudad Cuatro negras 237 razones para el sexo, 45 para leer Las aventuras de Dios Colección de Narrativa Miguel Angel de Rus Novísima Biblioteca Ediciones Irreverentes Francisco Nieva La mutación del primo mentiroso Antonio López Alonso Tierra de sombras y de luna Antonio López del Moral El cuaderno de los reflejos rotos Henryk Sienkiewicz Liliana Miguel Ángel de Rus Bäsle, mi sangre, mi alma Fernando Savater Último desembarco Pedro Antonio de Alarcón El amigo de la muerte José Enrique Canabal Marea baja Horacio Vázquez Rial La isla inútil Antonio Gómez Rufo El señor de Cheshire Antonio López Alonso Ecos de un dios lejano Juan Antonio Bueno Álvarez La noche marcada Varios autores Antología del relato español Miguel Ángel de Rus Donde no llegan los sueños Antonio López Alonso Soledad de otoño, infancia de silencio Herminio Martínez Tan oscura noche de tormenta Miguel Gómez Yebra La clepsidra de Neptuno Miguel Arnas Buscar o no Buscar Antonio López del Moral El ESpejo Aurelia Mª Romero Velázquez; la magia del espejo Carmen Matutes Círculos concéntricos manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 3 Sasi Alami MANOS DE VISÓN Poemas reunidos para las noches extrañas Novísima Biblioteca Ediciones Irreverentes manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 4 Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier procedimiento y el almacenamiento o transmisión de la totalidad o parte de su contenido por cualquier método, salvo permiso expreso del editor. © Sasi Alami De la edición: © Ediciones Irreverentes Abril de 2008 Ediciones Irreverentes S.L. http://www.edicionesirreverentes.com [email protected] ISBN: 978-84-96959-06-4 Depósito legal: Diseño de la colección: Dos Dimensiones S.L. Maquetación: Absurda Fábula Ilustración de la portada: «Estudio de manos para el retrato de Ginebra Benci» (Leonardo Da Vinci, año 1474) Imprime: Publidisa Impreso en España. manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 5 MANOS DE VISÓN Poemas reunidos para las noches extrañas manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 6 manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 7 JFK COMO SI DE UN PRÓLOGO SE TRATASE N unca diré su nombre, pero eso sí, permítame al menos la licencia de comentar que tiene usted las mismas iniciales que el malogrado presidente de los Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy. Nunca olvidaré nuestro encuentro en la Feria del Libro de Málaga de 2007, se acercó usted a mí diciéndome: Le advierto que a mí esto de la poesía nunca me interesó demasiado. Aunque reconozco que en el último recital que ofreció usted en Marbella, al escuchar sus poemas sentí como si una especie de suave caricia me recorriese la cara, e hiciera desaparecer en ese momento todos mis demonios interiores. Le aseguro JFK, que no he dejado de preguntarme cómo sería esa suave caricia que sentía usted al escuchar mis poemas. Pero el otro día y de manera casual, encontré en el escaparate de una tienda un guante de piel de visón, y ese guante fue la clave para intentar comprender de qué suavidad me hablaba usted. Un guante de visón, unas manos de visón acariciando su rostro… qué más quisiera yo que ser eso para usted, y para cualquier lector de poesía. Qué más quisiera yo que esas manos de visón lograsen acariciar su alma, y hablarle de poesía, pero no como un género literario, sino como una especie de sutil esencia que usted encuentre en cada calle, en cada esquina, en cada rincón de la vida. 7 manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 8 Que esas manos de visón le invadan con el silencio que precede a un nuevo verso, al igual que la calma precede a la tempestad. Y le hagan comprender que la poesía está en los ojos del escritor, en la forma de mirar y en la minuciosa contemplación de la vida. En una flor recién cortada, en el contenedor de la basura, en una lágrima que juega a mantener el equilibrio, o en aquel niño que corre descalzo detrás de una goma rota de neumático por una calle en Bagdad. Que esas manos de visón, logren apoderarse de su mente y acercarle cada vez más al tedio y la soledad de las noches en blanco de un poeta. No se quede indiferente JFK, no deje que le cuenten el contenido de estos versos. Léalos usted mismo, porque de lo contrario gran parte de su esencia, incluso el silencio de sus intervalos podrían perderse en la maleza del camino. Ya sabe usted que las palabras de un poeta, al igual que cualquier otra forma de arte, se sienten incomprendidas si no las contemplan los ojos de su destinatario. Mi destinatario no sólo es usted, sino todos los JFK que en este momento recorren estas líneas. Debe usted saber que mi lengua se vuelve minusválida, y mis palabras caminan con bastón, cuando se trata de hablarle de poesía, deprisa y corriendo frente a un kiosco en la Feria del Libro de Málaga. Tal vez porque mi voz necesita de la osadía que le aporta a un escritor la soledad, el silencio, y una pluma bien afilada. Al igual que el ventrílocuo se vale de su muñequito de trapo para expresarse. Ya sé que hay millones de JFK en el mundo a quienes la poesía y sus misterios, como usted dice: nunca les interesaron demasiado. Y sé que posiblemente se quedará usted indiferente ante estas líneas y ante estos versos. Sin embargo, ¿acaso ser el 8 manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 9 inspirador de un poeta no le parece una idea excitante? Mi deseo como el de cualquier autor, es que después de leer estos poemas, el acento de su rostro ya no sea el mismo, ni la forma de contemplar aquellos torpes dibujos de su infancia, ni sus ojos mirándose en el espejo mientras se afeita. Mi deseo es que estas manos de visón, acaben por convertirle en un adicto consumidor de versos, y ganarme el privilegio de ser yo, su mayor traficante. Porque los adictos siempre quieren un poco más. Cómo me gustaría poder observarle a través de un pequeño agujero, como una especie de voyeur, vigilando sus gestos mientras lee usted estas líneas. Qué gran privilegio, poder escribir, soñar que de verdad tengo unas suaves manos de visón, capaces de poseer su alma entera, de robar sus deseos más inconfesables, y acariciar sus neuronas, y las mías. Observar la ambigüedad de su expresión y la inmensa soledad de sus pensamientos que, tal vez algún día podrían atropellarle. No se quede indiferente JFK, cabalgue junto a mí entre la neblina y las hojas secas. Entre sueños confusos, torres de Babel, arco iris grises y sombras pálidas. Cabalgue junto a mí por esta interminable llanura, buscando los ojos eternos de la poesía, mientras mi manso corcel va acariciando las amapolas. Sasi Alami 9 manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 10 Sasi Alami y la poesía en blanco y negro (fotografiada por M. Zenni) manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 11 No escribo sólo porque tiemble mi corazón. Tampoco escribo para llorar sin más la oscura razón del mundo, su noche adelantada. Escribo –sobre todo– para entender su deriva, para ensayar la vida fuera de la vida. (AFOREMAS) Miguel Ángel Arcas 11 manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 12 manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 13 VERSOS ARRUGADOS YO llevo un poema arrugado en el bolsillo, como el que lleva la vida entera. Este papel finito, que vuela sin rumbo persiguiendo el sosegado caminar de unos tacones de vinilo, con los que alguna musa en busca de su lira va castigando las aceras. Frágiles líneas que surcan la belleza de tus ojos descuidados, recorriendo la tristeza y la alegría en su desorden. Sumergida en ti papel delgadito, con manchas rojas de cerezas en el alma. Diminuta camisa blanca que desabrocha mi vestido, igual que el viento mañanero desabrocha a las muchachas, y les imprime mil caricias de graffiti sin permiso. Yo beso los versos que besan esa vena ancha de tu frente, cuando piensas en mí, cuando haces el gesto de llamarme y todos lo notan. 13 manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 14 Yo llevo un poema arrugado en el bolsillo. Un corazón de puertas giratorias, que sale y entra del amor a ras de una mirada. Frágil boleto de papel, con el que trafican mercaderes y poetas. Yo llevo un poema arrugado en el bolsillo, como el que lleva la vida entera. 14 manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 15 DEPRISA ¿Por qué deberíamos tener esa prisa tan angustiosa en alcanzar el éxito? Si un hombre no va al paso de sus compañeros, quizás es porque oye un tambor diferente. (Henry David Thoreau) VOY deprisa, parecen agotarse los minutos infames, me persiguen las nubes asesinas y las hojas crujientes del otoño. Voy deprisa, llevándomelo todo, en esta absurda carrera como el que intenta alcanzar una historia presagiada. Queriendo complacer al mundo voy deprisa, entre las luces de la vida, arañando las horas, como si alguien me esperase realmente, sin dejar que el tiempo me pase por encima. No llegarás muy lejos, dicen. Y en esta huida sin sentido, ¿acaso he de llegar a alguna parte? 15 manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 16 LA CHICA QUE VIENE A CASA LA chica que viene a casa no tiene madre. Porque a Dios le gustan las mantas grises, porque la niebla es su palabra, y el anhelo de aquellos días en los que podías sentar tu tristeza en sus rodillas. Mientras ella sonreía levemente echando la cabeza hacia atrás, y el mundo entero era contigo. Y no sabías dónde terminabas tú y dónde empezaba el verso. Con ojos de dueña de la noche, buscarla y no encontrarla entre la ropa tendida. Y desde sus brazos borrar el mundo, y desde el mundo, borrar sus brazos. 16 manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 17 SONORO PORQUE vagabundeas por las calles arrastrando los pies, en busca de algún rayo solitario, y no vislumbras más allá de una voz melosa, de una mirada húmeda, o de una mano extendida de repente. Porque conozco ese sonido anhelante e ignoro cuál es tu nombre. Y lo único que sé de ti es que eres sonoro… sonoro. Como una sonrisa fresca improvisada e incontenible, como el fluir de la sangre que aplaude tu ausencia de ego, mientras me dices, te amo, con la misma naturalidad con la que se dice tengo hambre, o tengo frío sin que ello suponga una gran revelación. Amo tu geografía entera donde sobran el gesto y la palabra, escuchando más allá de las esferas del universo, latir dos corazones... tic-tac, tic-tac, tic-tac. 17 manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 18 CULPABILIDAD COMO si fueras a irte entre calles oscuras y desiertas iluminadas tan sólo por candiles de aceite. Procuro decirte todas las cosas que jamás escuchaste de mis labios suicidas. Como si tratase de pedirle perdón a la vida, intento engañarme y decir que tal vez todo esto es absurdo, pero me desvivo por complacerte y recorrer tu sendero tantas veces ignorado. Como si saliese a la calle y me atropellase el tiempo de repente. Y tú quisieras sin querer, irte, hallando en ello un anhelo secreto y desaprensivo. Surgirán de la nada todos los fantasmas y voces que me gritan y acobardan, mientras mi duelo interior recorre nuestros cuchillos afilados. Como si ya todo fuese una emergencia de todas mis caricias desperdiciadas, de todos mis besos reprimidos, de todos los te quiero que jamás llegaron a ser pronunciados. Y me los arrebató algún dios pensativo creyendo que la vida es eterna. Como si fueras a irte, siento en mi agitada memoria la desesperada inquietud de un presentimiento de ésos que saben llegar al corazón desprevenido. 18 manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 19 DAME UN BESO DAME un beso de opio y luna derramada, de cabello remolino. Ciérrale la puerta al miedo y atrapa mi corazón que te espera. Besarte me hace sentir, que el mundo entero es bueno y amable. ¿Sabes? Yo escribo para que me quieran. Déjame darte un ramo de amor, no me importa tu desaliño, que dejaron de existirme tantas cosas hace tiempo. Tantas veces te busqué, pero tuviste miedo, de tu acento de chica humilde, de tus manos tímidas y estropeadas. Y sin embargo te amo arriesgadamente, trascendiendo todos los límites de seguridad, sin que mis besos te mientan o te hieran. Dame un beso, que yo tan sólo escribo para que me quieran. 19 manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 20 DEL CORAZÓN LOS que mueren del corazón apenas nos dejan su rastro. Ni siquiera la débil radiografía de una estela, o el canto fugaz del cisne blanco. Se van, sin más razón que la urgencia de una guadaña impaciente, que elige al azar una vida y con ella se desvanece. Y deja en sus labios, la inacabada sílaba, que pudo ser algo importante tal vez la respuesta presentida, o la palabra anhelada, para esa vida de duelo de aquel que permanece. Los que mueren del corazón, siempre nos dejan sin respuestas y de repente. 20 manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 21 PREGUNTA SIN RESPUESTA El ser humano necesita mentiras para vivir. (F. Nietzsche) ME preguntas una y otra vez si te amo. Y la respuesta es, que no lo sé, tal vez sólo sea esa necesidad de acercar mi soledad a la tuya, o de fruncirme entre tu piel y el brillo de la luna. O quizás, ese secreto anhelo de intercambiar contigo nuestras neurosis, ficciones e intrigas. Lo cierto es que me siento confuso, y no sé que decir. Pero si me vuelves a preguntar, si te amo, con tu mente pragmática y deseosa de respuestas contundentes. Entonces yo, desde este juego interminable desde este laberinto de fluidos, emociones indefinidas y encontradas, desde esta poesía imaginaria déjame decirte… te amo. 21 manos.qxp 28/04/2008 13:18 PÆgina 22 EL CHICO DEL VIOLÍN QUIERO ser la hechicera de tus dedos, diminutos bailarines sobre las cuerdas diáfanas, en aquel rincón de la calle de la Sal donde las almas de plástico transitan indiferentes. Palco de honor al exigente oído del viento, gélido lamento de melancolía acentuada desde la mugre de un escalón. Miradas furtivas y voces calladas. Violinista descalzo de mirada sin dueño, aplaude el viejo Madrid al escucharte, aplaude el viento recóndito desde los arcos del aire. Es él, el mismo de ayer y anteayer el mismo de todas las tardes. 22