poder judicial del estado supremo tribunal de justicia cuarta sala

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PODER JUDICIAL DEL ESTADO
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
CUARTA SALA
SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO
NÚMERO DE TOCA
349-2014
FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA
3 tres de febrero de 2015 dos mil quince
TOCA NO. 349-2014
APELANTE:
ELIMINADO
MAGISTRADO PONENTE:
LIC. ELIMINADO
SECRETARIO:
LIC. ELIMINADO
San Luis Potosí, S.L.P., a 3 tres de febrero de 2015 dos mil quince.
V I S T O, para resolver el toca 349-2014, formado con motivo del recurso de apelación interpuesto por el
demandado en contra de la sentencia de fecha 16 dieciséis de enero de 2014 dos mil catorce, pronunciada por la Juez
Cuarto del Ramo Familiar, en el expediente 250/2013, relativo a la controversia del orden familiar por alimentos, guarda y
custodia promovida por ELIMINADO, por su propio derecho y en representación de sus menores hijas ELIMINADO y
ELIMINADO de apellidos ELIMINADO, en contra de ELIMINADO; y,
RESULTANDO
PRIMERO.- La sentencia apelada contiene los siguientes puntos resolutivos:
“PRIMERO.- Este juzgado resultó competente para conocer y resolver el presente juicio. SEGUNDO.- La vía de
controversia del orden familiar en que se substanció fue la correcta. TERCERO.- Las partes ocurrieron a juicio con
personalidad. CUARTO.- La parte actora ELIMINADO, probó los elementos constitutivos de la acción de pago de
alimentos que ejercitó a su nombre y en representación de sus menores hijas ELIMINADO Y ELIMINADO de apellidos
ELIMINADO, en tanto que el señor ELIMINADO, demostró sus excepciones y defensas, de allí que se fija una pensión
alimenticia definitiva a favor de las ya mencionadas, consistente en el 40% cuarenta por ciento mensual de los ingresos
ordinarios y extraordinarios que percibe el aludido, por concepto de su trabajo, además se estima prudente dejar
subsistente el embargo trabado sobre los sueldos y demás prestaciones ordinarias y extraordinarias que recibe en la
actividad que desempeña en el 34 Batallón de Infantería, así como la casa ubicada en la ELIMINADO número
ELIMINADO, de la Colonia ELIMINADO en esta ciudad, únicamente en cuanto baste a garantizar las prestaciones
reclamadas. QUINTO.- Se concede la guarda y custodia definitiva de ELIMINADO Y ELIMINADO, a favor de su madre
ELIMINADO, quien queda obligada a cumplir con los deberes establecidos en los artículos 268 al 290 del Código Familiar
en vigor, en el entendido que el demandado continúa ejerciendo la patria potestad sobre aquellas, con los derechos así
como las obligaciones concernientes y de tales como proporcionar alimentos, así como a vigilar y convivir con las
pequeñas, prerrogativa que queda expedita para que la haga valer en la vía y forma que corresponda. SEXTO.- No se
hace especial condena en el pago de costas generadas por el trámite de este juicio. SÉPTIMO.- Notifíquese
personalmente.”
SEGUNDO.- Inconforme, el demandado interpuso recurso de apelación, mismo que una vez substanciado en los
términos de ley, fue citado para resolver el 12 doce de enero del actual, turnándose el expediente al Magistrado Ponente
para la elaboración del proyecto de resolución; y,
CONSIDERANDO
PRIMERO.- Los agravios expresados por ELIMINADO, son del tenor literal siguiente:
“En concreto causa agravio al suscrito el resolutivo cuarto de la sentencia que se recurre, en el cual se me
condena al pago de una pensión alimenticia a favor de las actoras consistente en el 40% de los ingresos ordinarios y
extraordinarios que percibe el suscrito; a saber: El artículo 145 del Código Familiar establece que: las madres y los
padres están obligados a dar alimentos a sus hijas o hijos. Etc.. El artículo 154 del código en comento refiere que: Los
alimentos se darán de manera proporcional y equitativa tomando en cuenta el estado de necesidad del acreedor o
acreedores, las posibilidades reales del deudor para cumplirlas, además del entorno social en que éstos se
desenvuelvan, sus costumbres y demás particularidades de la familia a la que pertenecen. Por su parte el artículo 392 del
Código Procesal Civil del Estado menciona que: Los documentos privados ofrecidos como prueba, cuando no fueren
objetados o no quedare justificada la objeción respectiva, se tendrán por reconocidos y harán prueba plena contra el
colitigante; en cuanto tengan relación con el negocio, aun cuando el mismo colitigante no sea autor de ellos. Asentado lo
anterior, me causa agravio la sentencia impugnada por este medio, ello en virtud de que el juez inferior no tomó en
consideración los principios a que se refieren los numerales 145 y 154 del Código Familiar del Estado al momento de
dictar la resolución, en cuanto a la obligación de ambos padres para proporcionar alimentos y de que éstos deberán de
ser de manera proporcional y equitativa; ya que sin mediar un concreto y especial estudio en cuanto a la valorización de
todos y cada una de las pruebas ofrecidas por el suscrito, simple y sencillamente me condena al pago de una pensión
alimenticia a favor de las actoras consistentes en un 40% de mis ingresos ordinarios y extraordinarios; pero en momento
alguno valora realmente el hecho de que el suscrito además de proporcionar casa habitación a las accionantes, también
me he hecho cargo de los gastos de vestido, educación, salud y esparcimiento de mis hijas, tal y como quedó
debidamente demostrado de mi parte con todas las pruebas ofrecidas dentro del juicio así como las documentales
relativas, a las cuales les da el valor de indicio, contraviniendo con ello y en mi perjuicio lo establecido en el arábigo 392
de la Ley Adjetiva Civil, pues las pruebas documentales ofrecidas de mi parte hacen prueba plena, al vincularlas como las
demás pruebas ofrecidas de mi parte, como es la propia confesional desahogada a cargo de la actora y en la cual
reconoce plenamente que el suscrito realizó los pagos de los servicios públicos con los que cuenta el inmueble que
habitan, el cual es el que les proporciono para tal fin, aunado a lo declarado por los testigos ofrecidos de mi parte, los
cuales refieren que directamente se han dado cuenta de los depósitos de dinero que he realizado a favor de la actora así
como del pago de diversos servicios (agua, luz, predial) de la casa que habitan las actoras, así como el pago relativos a
la educación de mis hijas, situación por la cual el juez inferior no realiza una debida valoración de las pruebas ofrecidas y
desahogadas de mi parte, en la forma y términos a que se el (sic) artículo 407 del Código de Procedimientos Civiles
vigente en el Estado; así mismo el juez familiar en momento alguno en la sentencia combatida refiere cual fue la base o
fórmula en la que se permitió establecer el o los parámetros para fijar o cuantificar el pago de la pensión alimenticia, en el
caso en concreto el 40% de mis ingresos ordinarios y extraordinarios, situación anterior que me causa agravio y el cual se
hace valer para los efectos de que este tribunal al resolver el presente recurso, tome en consideración todas y cada una
de las pruebas ofrecidas de mi parte y con las cuales demostré todos y cada uno de los pagos que realizo para los
efectos de proporcionarles tanto a la actora como a mis hijas, ello para que se tome en consideración los principios de
obligación, proporcionalidad y equidad que se deben acatar al momento de fijar las pensiones alimenticias, la que en el
caso en concreto debe de ser menor al 40% de mis ingresos ordinarios y extraordinarios, pues se insiste se debe de
tomar en consideración cuales son mis percepciones y deducciones, para determinar mi ingreso líquido, después de ello
todos y cada uno de los pagos que he venido haciendo a favor de las actoras con relación a sus alimentos, (casa
habitación, vestido, salud, educación, esparcimiento) y los cuales quedaron demostrados fehacientemente de mi parte;
para con ello al final determinar proporcional y equitativamente mi obligación de proporcionar alimentos”.
SEGUNDO.- Son infundados los agravios expresados por el señor ELIMINADO.
En efecto, el apelante medularmente aduce en su pliego respectivo, que le causa perjuicio la sentencia al decretar
una pensión alimenticia definitiva de un 40% cuarenta por ciento, en virtud de que, -según afirma-, la juez no tomó en
consideración los principios de los artículos 145 y 154 del Código Familiar del Estado al dictar su resolución, ya que sin
mediar un concreto y especial estudio en cuanto a la valorización de todas las pruebas en la forma y términos a
que se contrae el artículo 407 del Código de Procedimientos Civiles, lo condena al pago de una pensión alimenticia a
favor de las actoras, de un 40% cuarenta por ciento de sus ingresos ordinarios y extraordinarios, pero no valora el hecho
de que él proporciona casa a las accionantes, se hace cargo de los gastos de vestido, educación, salud y esparcimiento
de sus hijas, como quedó demostrado con las pruebas que ofreció, al vincular las documentales privadas con la
confesional a cargo de la actora, donde reconoce que él realizó los pagos de los servicios públicos del inmueble que
habitan, aunado a lo declarado por sus testigos, quienes refieren que se han dado cuenta que él ha realizado depósitos
de dinero a favor de la actora y pago de diversos servicios públicos, como agua, luz y predial, además de pagos relativos
a la educación de las menores. Agrega el apelante, que la juez no dice cual fue la base o fórmula para cuantificar la
pensión alimenticia en un 40% cuarenta por ciento de sus ingresos, por lo que solicita se tomen en cuenta todas las
pruebas ofrecidas con las cuales demostró cada uno de los pagos que realizó, para que de acuerdo a los principios de
proporcionalidad y equidad, la pensión alimenticia sea menor al 40% de sus ingresos, pues insiste que se deben tomar en
consideración sus percepciones y deducciones, para determinar el monto líquido, después de cada pago que ha hecho a
favor de la actora.
En opinión de quienes integran esta Sala, los disensos reseñados son infundados, al coincidir con el criterio del
juez en cuanto a que, la pensión alimenticia definitiva decretada a favor de la actora ELIMINADO y sus menores hijas
ELIMINADO y ELIMINADO de apellidos ELIMINADO, equivalente al 40% cuarenta por ciento de los ingresos ordinarios y
extraordinarios del deudor ELIMINADO, cumple con los principios de proporcionalidad y equidad, y es el porcentaje que
se estima justo y legal decretar a favor de la actora y sus menores hijas, lo que así se considera por lo siguiente:
Es cierto que el ahora apelante ELIMINADO, desahogó las documentales consistentes en dieciséis fichas de
depósito emitidas por Ban Coppel S.A., a la cuenta de ELIMINADO, por diversas cantidades de dinero; un comprobante
de pago a la Comisión Federal de Electricidad, del domicilio ubicado en ELIMINADO número ELIMINADO Colonia
ELIMINADO; un comprobante de depósito a cuenta de cheques expedido por Scotiabank por $ ELIMINADO, a favor de
una Institución Escolar; dos recibos de pago de predial ante la Dirección de Catastro de la Tesorería Municipal de
Soledad de Graciano Sánchez, S.L.P., del domicilio ya mencionado; y un estado de cuenta emitido por Banjercito a
nombre de ELIMINADO, con crédito número ELIMINADO; asimismo, el demandado desahogó confesional a cargo de la
señora ELIMINADO, donde aceptó ser titular de la cuenta efectiva de Ban Coppel S.A., que ha recibido del oferente
diversos depósitos de dinero que van de los $ ELIMINADO a $ ELIMINADO quincenales, que junto a sus hijas habita la
casa ubicada en ELIMINADO número ELIMINADO Colonia ELIMINADO y que tiene conocimiento que el demandado
realiza los pagos de los servicios públicos de dicho inmueble; y testimonial con cargo a ELIMINADO y ELIMINADO,
quienes declararon saber y constarles que ELIMINADO, proporciona alimentos a la actora y a las menores ELIMINADO y
ELIMINADO de apellidos ELIMINADO, por medio de depósitos, incluso el segundo testigo agregó que la actora y sus
hijas están viviendo en la casa que él sacó por su trabajo.
Es de resaltarse que en la sentencia debatida, la juez familiar apuntó que los alimentos son de tracto sucesivo e
indispensables para la subsistencia de las partes, por lo que no pueden quedar al arbitrio del proveedor, sino que
corresponde a la autoridad judicial fijar un porcentaje suficiente tomando en cuenta la necesidad del acreedor y la
posibilidad económica del obligado, máxime que el derecho a recibir alimentos es irrenunciable y no puede ser objeto de
transacción; por lo que, la circunstancia de que el deudor acredite estar depositando determinada cantidad de
dinero para este fin, no hace improcedente la fijación por una autoridad judicial competente de la pensión
alimenticia definitiva a favor de dichos acreedores; de manera que, como se advierte en la propia sentencia, la
juzgadora procedió a regular el porcentaje de pensión alimenticia, de acuerdo a las posibilidades del demandado y el
número de acreedores alimentistas, concluyendo en que lo justo y equitativo es un 40% cuarenta por ciento de los
ingresos ordinarios y extraordinarios del señor ELIMINADO.
La Sala del conocimiento comparte la opinión de la juez natural, pues valorando y analizando el resultado de las
pruebas aportadas por el demandado ELIMINADO, se arriba a la convicción de que el deudor alimentario acreditó que en
diversas fechas ha realizado depósitos de dinero a una cuenta de la señora ELIMINADO, en Ban Coppel S.A., que la
actora y sus menores hijas ELIMINADO y ELIMINADO de apellidos ELIMINADO, viven en la casa que el demandado
obtuvo por medio de un crédito, y que el señor ELIMINADO, ha realizado el pago de diversos servicios de dicho
inmueble, tales como energía eléctrica además del impuesto predial, por lo que tales circunstancias le permiten al señor
ELIMINADO, aseverar que él ha cumplido con el pago de pensión alimenticia para la señora ELIMINADO y sus menores
hijas, sin embargo, a pesar de que el deudor acreditó estar contribuyendo en los gastos de manutención de la actora y
sus hijas, a las que también provee de un inmueble para vivir, ello no es razón legal suficiente para modificar el
porcentaje decretado en la sentencia recurrida, ya que, -como correctamente lo sostuvo la juez en su sentencia-, el monto
de una pensión alimenticia no puede quedar al arbitrio del proveedor, sino que, dado que los alimentos no pueden ser
objeto de transacción, el Órgano Judicial está obligado a establecer una pensión alimenticia definitiva, acorde a los
parámetros de proporcionalidad y equidad entre las partes; por lo que resulta apegado a derecho que la juez familiar
procediera a analizar la circunstancia particular sometida a su potestad, ponderando la necesidad que tienen la actora y
sus menores hijas de recibir alimentos del demandado, así como las posibilidades que éste tiene de proporcionar dicha
pensión.
Ante dicha premisa, la juzgadora dispuso que la pensión debía ser proporcional y equitativa, y para ello analizó que
en autos está demostrado que el señor ELIMINADO, obtiene ingresos como producto de su trabajo, que provee a la
actora y sus hijas de una casa para vivir, de la que paga algunos servicios; y que además, ELIMINADO, tiene 27
veintisiete años y existe la presunción de ser una persona sana, sin dejar de lado que la obligación alimenticia
corresponde a ambos padres y se reparte entre ellos; concluyendo que lo justo y equitativo es fijar una pensión
alimenticia definitiva a favor de ELIMINADO y las menores ELIMINADO y ELIMINADO de apellidos ELIMINADO, de un
40% cuarenta por ciento de los ingresos ordinarios y extraordinarios que obtiene el señor ELIMINADO como producto de
su trabajo.
Porcentaje con el que coincide esta Sala, pues atendiendo al contenido del artículo 150 del Código Familiar del
Estado, los alimentos comprenden no solo el proporcionar una casa para vivir y el pago de algunos conceptos como
energía eléctrica e impuesto predial, sino también otros rubros de vital importancia para los acreedores, máxime cuando,
-como en el caso-, se trata de dos hijas en edad escolar; de ahí que debe observarse lo que el mencionado artículo
dispone, a saber: “Artículo 150.- Los derechos alimentarios comprenden: I.- Los alimentos, el vestido, la
habitación, la atención médica, la hospitalaria y, en su caso, los gastos del embarazo y el parto; II.- Respecto de
las o los menores, además, los gastos necesarios para la educación básica obligatoria del acreedor alimentario,
y para proporcionarle algún oficio, arte o profesión honestos y adecuados a sus circunstancias personales; III.Respecto a las personas con algún grado de discapacidad o declaradas en estado de interdicción, lo necesario para
lograr, en lo posible, su rehabilitación y desarrollo, y IV.- Respecto a las personas adultas mayores que carezcan de
capacidad económica se procurará, además, todo lo necesario para su atención geronto-geriátrica, independientemente
de su integración al seno familiar.”
Derivado de lo anterior, se estima que el ahora apelante pierde de vista en sus agravios, que los alimentos no solo
comprenden los gastos que él pretende cubrir a través de los depósitos de dinero a favor de la actora, pagos de servicios
como energía eléctrica, impuesto predial y el proporcionar una casa habitación para vivir, sino que, a más de, las
acreedoras requieren alimentos, vestido, atención médica, medicinas, educación y esparcimiento; de modo que de
acuerdo al estado de necesidad que mantienen la actora y sus menores hijas, tomando en cuenta que acorde a la
documental consistente en el informe rendido por el Mayor Pagador del Ejército Mexicano, ELIMINADO, prestando sus
servicios como Jefe de la Pagaduría General de la 12ª Zona Militar, el demandado ELIMINADO, quien se desempeña
como Sargento de Infantería, obtiene como emolumentos mensuales la cantidad de $ ELIMINADO., de la cual se le
deduce por diversos conceptos la cantidad de $ ELIMINADO., por lo que obtiene un alcance líquido de $ ELIMINADO.,
cifra económica cuyo 40% cuarenta por ciento corresponde a la cantidad de $ ELIMINADO., que en concepto de esta
Sala se considera una pensión alimenticia apegada a los principios de proporcionalidad y equidad entre las partes, puesto
que la misma será destinada para cubrir las necesidades de tres acreedoras, en tanto que, el 60% sesenta por ciento
restante, queda a favor del deudor alimentario, siendo el total de $ ELIMINADO.; además de que, como lo expuso la juez
en su sentencia, se trata de una pensión que atiende a la obligación que ambos padres tienen de proporcionar alimentos
a los hijos, pues no perdió de vista que la señora ELIMINADO, tiene 27 veintisiete años de edad, y se tiene la presunción
de que es una persona sana, por lo que a ella también corresponde sufragar las necesidades de sus menores hijas.
En estas condiciones, no le asiste la razón al apelante cuando afirma que la sentencia de primera instancia le
causa agravios, pues contrario a su dicho, del fallo se advierte que la juzgadora analizó y valoró cada prueba ofrecida por
el demandado, precisando lo que alcanzaban a demostrar, reconociéndole al señor ELIMINADO, el hecho de conceder a
la actora y sus menores hijas un lugar donde vivir, así como haber realizado pagos del servicio de energía eléctrica e
impuesto predial, así como depósitos a una cuenta bancaria a nombre de la señora ELIMINADO, lo que a juicio de la a
quo, no fueron razones legales aptas para negar la procedencia de la acción, puesto que, ante el estado de necesidad de
la actora y sus menores hijas, y por ser los alimentos un derecho que no admite transacción, corresponde a la juez
decretar una pensión alimenticia definitiva que sirva a la actora y sus hijas a sufragar las múltiples necesidades que
presentan diariamente; de manera que, procedió en la forma y términos que la ley prescribe, y atendiendo al interés
superior de las menores de que se trata ELIMINADO y ELIMINADO de apellidos ELIMINADO, fijó una pensión
alimenticia definitiva a cargo de su progenitor, atinente a un 40% cuarenta por ciento de los ingresos ordinarios y
extraordinarios que obtuviera; importe que esta Sala considera justo y equitativo para sufragar las necesidades de dichas
menores, atento a las razones y fundamentos legales que se precisan en el cuerpo del presente fallo.
Así las cosas, de acuerdo con el artículo 936 del Código de Procedimientos Civiles, se confirma la sentencia
definitiva apelada.
No se hace especial condenación de costas en segunda instancia, por no actualizarse la hipótesis legal del artículo
135, fracción II, del Código de Procedimientos Civiles.
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
PRIMERO.- Los agravios expresados por el señor ELIMINADO, resultaron infundados.
SEGUNDO.- En consecuencia, se confirma de fecha 16 dieciséis de enero de 2014 dos mil catorce, pronunciada
por la Juez Cuarto del Ramo Familiar, en el expediente 250/2013, relativo a la Controversia Familiar por Alimentos,
guarda y custodia, promovida por ELIMINADO, por su propio derecho y en representación de sus menores hijas
ELIMINADO y ELIMINADO de apellidos ELIMINADO, en contra de ELIMINADO.
TERCERO.- No se hace especial condenación de costas en segunda instancia.
CUARTO.- Con copia certificada de la presente resolución, devuélvanse los autos al juzgado de su procedencia, y
en su oportunidad, archívese el toca donde corresponda.
QUINTO.- Notifíquese personalmente, comuníquese y cúmplase.
A S I por unanimidad de votos, lo resolvieron y firman los Señores Magistrados que integran la Cuarta Sala del H.
Supremo Tribunal de Justicia en el Estado, Licenciados ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO, esta última integrante
de la Tercera Sala, ante la excusa de la señora Magistrada ELIMINADO, lo anterior con apoyo en el artículo 159 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado; siendo ponente el primero de los nombrados, quienes actúan con Secretaria
de Acuerdos, Licenciada ELIMINADO, que autoriza y da fe.-
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