¿Cómo convocar nuevos miembros para renovar la comisión directiva? En este trabajo se hacen sugerencias y recomendaciones para optimizar los resultados a la hora de identificar potenciales candidatos y cultivar su interés para que acepten asumir la responsabilidad de un cargo en el órgano directivo de una OSFL. Identificar y cultivar candidatos Para desarrollar un proceso de convocatoria de nuevos miembros del órgano de gobierno de una OSFL, Berger y Poli (2000) plantean las siguientes etapas: 1. 2. 3. 4. Establecer criterios para la selección de nuevos miembros y definir perfiles buscados. Identificar candidatos que reúnan los perfiles definidos. Despertar el interés (“cultivar”) de los potenciales candidatos en la organización. Proponer los candidatos seleccionados a quién corresponda (asamblea, Consejo Directivo, Consejo de Administración según la forma jurídica, etc.) 5. Introducir y orientar a los nuevos miembros en sus responsabilidades como integrantes del órgano de gobierno. En este trabajo haremos sugerencias y recomendaciones para optimizar los resultados en las etapas 2 y 3, es decir para la identificación de candidatos y cultivar su interés para que acepten asumir esa responsabilidad. El primer punto a destacar es que la renovación e incorporación de nuevos miembros al cuerpo directivo debería ser planteada en las OSFL como un proceso permanente y a largo plazo, al que tanto la comisión directiva como el director ejecutivo o responsable del equipo de gestión le dediquen tiempo y atención en forma regular. Cuando esto no ocurre, el momento de la incorporación de un nuevo miembro se convierte en una emergencia, de la que la organización es rescatada por un amigo o conocido que acepta aparecer formalmente en la nueva composición de la comisión, pero que no hará ningún aporte de valor a la misión de la organización. La detección de un candidato apropiado y el proceso por el cual la persona se entusiasma y decide comprometerse con la organización puede llevar mucho tiempo y por eso es recomendable que la estrategia de convocatoria de nuevos miembros contemple varias líneas de acción en forma simultánea: La línea del largo plazo Desarrollar un círculo de contactos “interesantes” para la organización y mantenerlos al tanto de las actividades y logros alcanzados es el mejor camino para contar con una lista de candidatos en el momento indicado. Esta herramienta fue diseñada por la Lic. Mariana Lomé en el marco del Proyecto SEKN/Argentina Ciclo II desarrollado por la Universidad de San Andrés. La realización de este proyecto es posible gracias al apoyo de la Fundación AVINA. La inclusión de herramientas en el sitio www.gestionsocial.org busca difundir instrumentos que pueden ser aplicados por organizaciones sociales. Su publicación no constituye un respaldo a personas u organizaciones, no ilustran el manejo efectivo o inefectivo de una situación administrativa, ni deben considerarse fuentes primarias de información. Copyright © 2005 Universidad de San Andrés. Permitida su reproducción citando autores y fuentes. Colección Gestión Social www.gestionsocial.org Pág 1 ¿A qué nos referimos con “interesantes”? A personas que: Puedan aportar vínculos con actores clave de la comunidad para el campo de acción de la organización Tengan conocimientos, experiencia y renombre en disciplinas que aporten nuevas perspectivas a los temas importantes de la organización (referidos tanto a la propia gestión como a las necesidades de los programas de trabajo) Cuenten con antecedentes de poder realizar contribuciones al aprendizaje en equipo y estén bien predispuestas a la comunicación. Algunas acciones para tener en cuenta pueden ser: Enviarles las publicaciones o comunicaciones para el público de la organización. Invitarlos a las actividades abiertas que realiza la organización. Enviarles tarjeta de fin de año, el anuario, nuevas publicaciones. Tenerlos al tanto cuando la organización alcanza un resultado clave (por ejemplo, enviar un correo electrónico del presidente contando lo logrado y adjuntando una nota de prensa que salió al respecto). Invitarlos a alguna actividad en que estas personas puedan “tocar la causa”, tener una experiencia propia en lo que hace al trabajo que desarrolla la organización. (No necesariamente todos tienen que ser invitados a la misma, ya que lo importante aquí no es que sean parte de un “gran evento”, sino de la esencia que hace al trabajo de la organización). ¿Quiénes deberían hacen aportes a este listado? Los miembros de la directiva actual, desde luego. Pero también puede ser muy productivo pedir sugerencias a: Los integrantes voluntarios de comisiones y comités que conforman la estructura de gestión de la organización. Integrantes del consejo asesor. Voluntarios de proyectos específicos. Directivos actuales o anteriores de organizaciones similares. En el caso de las organizaciones que forman sus cuerpos directivos a través de la promoción de sus propios integrantes es fundamental poder plantear un proceso sistematizado de capacitación y promoción del liderazgo. Ese proceso debería contar con componentes de: Capacitación sobre las funciones y deberes de los miembros del órgano de gobierno. Presentación de informes claros y concretos sobre las acciones desarrolladas por los miembros de la directiva. Encuentros periódicos con diversos motivos, incluyendo el espacio de contacto social, entre miembros de la directiva actual y otros miembros de la organización. Sistematización de la evaluación del desempeño de los responsables de distintas acciones y proyectos, para detectar las capacidades de liderazgo y reasignar nuevas responsabilidades cuando las personas demuestren la capacidad y la disponibilidad para hacerlo. Colección Gestión Social www.gestionsocial.org Pág 2 La línea del mediano plazo: Las personas que aparecen como posibles candidatos pueden ser convocadas a distintos espacios en la vida de la organización: Sumarse de acuerdo a su “expertise” como asesor voluntario de un proyecto de la organización, o a ser parte de una comisión específica, en la que interactúe con miembros de la directiva actual y del equipo de gestión de la organización. Ser el presentador en una conferencia institucional, Hablar en la cena anual, Escribir una columna de opinión para la publicación institucional. Estas instancias permiten a ambas partes comprobar el grado de compatibilidad y comodidad mutuo para compartir un espacio. La línea del corto plazo: Cuando la organización ya definió los perfiles requeridos para la próxima incorporación de nuevos miembros a la comisión directiva: Hacer un listado con los posibles candidatos, teniendo en cuenta más personas que cargos ante la eventualidad de que alguno no acepte la propuesta. Organizar ese listado de acuerdo al orden en que se les propondrá la aceptación de un cargo en la comisión. Definir quiénes serán los responsables de hacer la propuesta a cada candidato. Encontrarse con el candidato y presentarle la propuesta, siendo muy explícitos en términos de cuáles son las expectativas sobre su participación: o cantidad de tiempo que demandará el cargo, o cantidad de reuniones a las que deberá asistir, o contribuciones que se esperan de él (participación en otros comités o comisiones, donación de dinero, contactos, servicios gratuitos, etc.) Entregarle y discutir con él la información clave sobre la organización: o misión, estrategias y programas de la organización. o situación financiera. o historia y principales logros. o responsabilidades de los directivos. Manejar el cronograma para todas estas acciones de modo de dar un tiempo prudente para que el candidato medite su respuesta y no jugar con la presión del tiempo ya que esto resultará contraproducente. ¿Quién debe liderar este proceso? Esta parecería ser una responsabilidad absoluta de la comisión directiva. Sin embargo, como se deduce de todas las tareas que implica un proceso “saludable” para la elección de los candidatos, salta a la vista que requiere de la dedicación de mucho tiempo y de una fuerte sistematización de información. Colección Gestión Social www.gestionsocial.org Pág 3 Por eso, Peter Drucker (Drucker, 1993) recomienda que la Comisión Directiva debería delegar en el director ejecutivo la planificación y ejecución de esta estrategia, teniéndola incluso en cuenta como una de las tareas prioritarias en la definición de sus responsabilidades en el momento de contratarlo y evaluarlo. Otro elemento posible a la hora de organizar la tarea de incorporación de nuevos miembros puede ser la formación de un comité de nominaciones o de selección. Una organización que tiene como principio la promoción de sus propios integrantes hacia cargos de mayor responsabilidad debería generar un comité o comisión permanente dedicada al seguimiento y promoción del liderazgo interno. ¿Cómo facilitar la “cultura de la renovación”? La incorporación de nuevos miembros a la directiva de una organización no suele ser un proceso sistematizado y “fácil” para la mayoría de las organizaciones. Y en particular, puede ser una prueba muy difícil para las organizaciones jóvenes, que inician el camino del reemplazo de los miembros de su directiva que, además, han sido sus fundadores. Algunas cuestiones a tener en cuenta para facilitar que este proceso llegue a buen puerto y se convierta en parte permanente de la cultura de la organización, son las siguientes: Muchas personas no se animan a aceptar la responsabilidad del cargo porque desconocen qué actividades y compromisos requieren de su parte. Para los miembros actuales (y sobre todo si son los fundadores), las tareas y el tiempo que dedican, la forma de resolver las distintas cuestiones pueden parecer obvias. Por eso, en el proceso de cultivo de un potencial nuevo miembro deben hacer el esfuerzo por mostrar en la forma más detallada y transparente posible en qué consiste su tarea. No hay que olvidar que el funcionamiento de una OSFL presenta aspectos diferentes a los de una empresa privada u otro tipo de organizaciones. Esto es importante a la hora de sumar candidatos con mucha trayectoria y experiencia pero que provienen de otros campos: hay que asegurarse de estar suministrando información abundante y no dar nada por sentado. Aunque en esta estrategia el acento está puesto en las acciones hacia los nuevos miembros, un punto importante para que la “cultura de la renovación” se instale en la organización es el cuidado y la formación permanentes para los miembros actuales de la directiva. Son formas fundamentales de reconocer su liderazgo en este proceso y reducir los riesgos de que, aún sin desearlo, lo obstaculicen: o o o Que sean reconocidos por su aporte. Que se les propongan espacios de participación para cuando cesen en su cargo actual. Que el resto de la organización perciba como un distintivo de calidad en su gestión la predisposición a incorporar nuevos miembros y preservar mecanismos transparentes de renovación. Colección Gestión Social www.gestionsocial.org Pág 4 Bibliografía -Berger, Gabriel y Poli, María (2000). Manual para el Fortalecimiento de Consejos Directivos de Organizaciones Sin Fines de Lucro. Foro del Sector Social. -Holland, Thomas (1996). How to Build a More Effective Board. Washington, DC: National Center for Nonprofit Boards. -Drucker, Peter (1993). Administración y futuro. Buenos Aires. Editorial Sudamericana. Autor: Lomé, Mariana Colección Gestión Social www.gestionsocial.org Pág 5