Publicidad de productos y servicios: modalidades especiales

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Publicidad
Publicidad de productos y
servicios: modalidades especiales
PIENSA…
La publicidad tiene dos fines principales: informarnos de la existencia de un producto, o recordarnos
que sigue ahí, y animarnos a su compra y consumo. Se mueve, por tanto, por motivos principalmente
económicos, pues es la vía que las empresas utilizan para vender sus bienes y servicios.
Sin embargo, ¿crees que obtenemos toda la información necesaria sobre los productos para
consumirlos de forma correcta y responsable, a través de la publicidad? ¿Podemos comprar y
consumir todo aquello que queramos, sólo porque un anuncio nos anima a ello?
Piensa en lo que sucedería si se convenciese a la gente a comprar medicamentos sin consultarlo con
ningún especialista. ¿Qué te parecería ver anuncios de bebidas alcohólicas en el espacio publicitario
de una serie infantil?
¿Dirías que la publicidad se emite de cualquier forma, y sin regulación?
sabias que...
Existen determinados tipos de productos y servicios cuya publicidad está regulada por una
legislación específica. Se trata de una medida de protección de aquellos consumidores que no
siempre poseen la información necesaria sobre el correcto uso y empleo de algunos bienes o
servicios que pueden llegar a tener efectos nocivos por distintos motivos.
Lo que se trata de evitar es que la publicidad sea malinterpretada y lleve a conclusiones erróneas,
o fomente un consumo ilegal o irresponsable de productos que pueden suponer un riesgo para
la salud o la integridad física y psíquica. Entre los bienes y servicios que entran dentro de esta
regulación, podemos encontrar:
• Medicamentos y materiales y productos sanitarios.
• Productos, bienes, actividades y servicios que puedan generar riesgos para la salud, la integridad
y la seguridad de las personas o su patrimonio.
• Publicidad sobre juegos de suerte, azar, etc.
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INFORMACIONES DE INTERÉS
Publicidad de productos sanitarios
La publicidad de productos y servicios sanitarios es toda aquella que vaya dirigida a promover la
contratación de actividades o servicios o la compra y consumo de productos que tengan relación
con hospitales y clínicas, laboratorios, farmacias, ópticas, seguros médicos, masajes, balnearios, etc.
En el caso de los medicamentos, es cierto que la gran mayoría de ellos sólo pueden ser adquiridos
con una receta médica, después de haber consultado a un especialista cualificado y habilitado para
ello. Sin embargo, hay muchos fármacos que se pueden adquirir de forma libre, aunque eso no
signifique que su consumo no deba ser igual de responsable y seguir determinadas prescripciones.
Por esta razón, la normativa que regula la publicidad de este tipo de productos hace especial
hincapié en que ésta cumpla con los principios básicos de veracidad, exactitud, transparencia y,
sobre todo, el principio de protección de la salud.
Esta normativa exige, además, que se pida una autorización específica para cada uno de los
mensajes publicitarios que se pretenden emitir, de modo que es posible controlar lo que se
transmite al consumidor en una materia tan sumamente importante como la salud.
Productos y servicios que puedan generar riesgos para la salud y la seguridad
Esta categoría engloba a todos aquellos productos o servicios que pueden suponer un riesgo en
materia de salud para el consumidor por motivos distintos a los anteriores, relacionados con dos
factores fundamentales: el consumo excesivo de los mismos, o el consumo fuera del rango de
edad permitido. Veamos algunos ejemplos:
• Existen leyes específicas para la promoción del tabaco que prohíben cualquier tipo de publicidad
y en cualquier medio (exceptuando la que va dirigida a los vendedores o trabajadores del
sector), incluso en las máquinas expendedoras, así como la distribución gratuita o promocional
de productos que inciten al consumo de tabaco.
• Con respecto a las bebidas alcohólicas pasa algo similar, aunque la limitación afecta solamente
a aquellas que superan la tasa de 20º de alcohol. Éstas no pueden publicitarse en televisión, ni
tampoco en los establecimientos en los que no esté permitido su venta por carecer de licencias
para ello. La legislación que regula la publicidad de las bebidas alcohólicas es especialmente
exigente, pues tiene claro a quién no debe dirigirse y trata de evitar que se fomente su consumo
en lugares educativos, sanitarios o deportivos.
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• También existen normativas específicas para otros productos nocivos como venenos,
estupefacientes, psicotrópicos, etc.
Publicidad sobre juegos de suerte o azar
Los juegos de suerte, apuestas o azar pueden desencadenar algunos trastornos personales muy
graves, como es la ludopatía que, a su vez, arrastra consigo todo tipo de problemas familiares,
laborales, sociales, etc. Hay personas más vulnerables que otras a la publicidad de este tipo de
servicios, ya sea por la propia personalidad o, en muchos casos, por el desconocimiento acerca de cómo
funcionan. Ese es el motivo por el cual resulta necesario regular los anuncios de estos servicios.
Algunas de las situaciones que tratan de evitarse mediante esta regulación es el hecho de que
se relacionen los juegos de azar con la cultura o los deportes, como por ejemplo sucedería si
se colocan en los descansos de eventos deportivos retransmitidos. Tampoco deben ser personas
famosas o deportistas de élite los que los promocionen y, especialmente, se ha de cuidar el que
no se incite a menores, y evitar el empleo de palabras como “fácil”, “seguro”, “gratis”, etc., que
pueden llevar a engaño.
¿QUÉ PUEDO HACER YO…?
• No consumas medicamentos o productos de venta en farmacia sin supervisión de un adulto y
sin prescripción médica, pueden tener efectos adversos. Desconfía de los efectos que prometa
el anuncio del mismo, pues cada medicamento debe ser empleado en circunstancias muy
concretas, y no todos reaccionamos igual ante ellos.
• Consultad acerca de cualquier producto, servicio o tratamiento que se consuma en casa que
esté encaminado al adelgazamiento, o que asegure una mayor fuente de energía y actividad.
• Presta atención a las recomendaciones de los distintos productos para determinadas franjas de
edad.
• Ten mucho cuidado con no participar en determinados sorteos o juegos de azar a través de
Internet o en programas de televisión. Casi siempre te piden que envíes un mensaje de texto
para participar. No te dejes engañar con los posibles “premios seguros” o con la promesa de
que “ganar sea muy fácil”, pues nada de eso es cierto, y pueden hacer que pierdas mucho
dinero.
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