rx | visor eureka! El origen de la ecografía La reproducción de imágenes invisibles al ojo humano a través del sonido tiene su origen en la piezoelectricidad, fenómeno físico descubierto en 1880 por los científicos franceses Pierre y Jacques Curie, que revela la propiedad de algunos cristales de generar electricidad al ser sometidos a presión mecánica, y a la inversa, de deformarse al aplicarles electricidad, y transmitir vibraciones si están en contacto con un fluido. Este hallazgo hizo posible la emisión de ondas sonoras de alta frecuencia y el desarrollo posterior de la ecografía: procedimiento de diagnóstico por imagen que utiliza ultrasonido. Tras el hundimiento del Titanic en 1912, los científicos se interesaron en explorar el fondo del mar, y el físico francés Paul Langevin desarrolló un sistema de ultrasonido para localizar elementos bajo el agua. Este detector, llamado Sonar (Sound navigation and ranging), fue incorporado a los barcos durante las dos guerras mundiales, y a principios de los cuarenta comenzó a usarse esa tecnología para elaborar equipos de diagnóstico clínico, habiéndose comprobado ya su inocuidad para el organismo, pues no emitía radiaciones. El pionero en esta técnica diagnóstica fue el psiquiatra y neurólogo austríaco Karl Dussik, quien en 1947 publicó las primeras imágenes del cerebro humano. En esa época los estudios eran realizados con equipos de gran tamaño: las personas eran sumergidas parcialmente en tanques de agua a los que se adaptaban transductores, dispositivos elaborados con material piezoeléctrico que envían ondas sonoras, las cuales rebotan en los tejidos y luego son transformadas en imágenes (registradas en ese entonces en papel sensible al calor y la luz). En los años cincuenta, la ecografía fue reconocida por las sociedades médicas, y a finales de esa década el obstetra escocés Ian Donald la introdujo en el campo de la ginecología y la obstetricia, logrando así identificar tumores en el ovario. En los sesenta, comenzó a aplicarse en el diagnóstico por imagen el efecto Doppler –descubierto por el físico austríaco Christian Doppler en 1842 –, lo cual permitió registrar el movimiento de las válvulas cardíacas. 44+SALUD Cuatro años más tarde, se empezó a utilizar para el estudio del flujo de sangre fetal. Gracias a los microprocesadores, durante los años setenta y ochenta se lograron imágenes bidimensionales en tiempo real y se incorporó el color. En ese entonces, aunque la mayoría de los estudios se realizaban desplazando un transductor sobre la piel con ayuda de un gel conductor, también surgieron exámenes invasivos como la ecografía transvaginal (estudio del útero y los ovarios) y la transrectal (estudio de la próstata). En los años noventa se implantó en la obstetricia el eco 3D, que muestra la imagen del feto en tres dimensiones. Luego surgió la ecografía 4D –ecografía tridimensional en tiempo real–, que refleja imágenes del feto en movimiento. Hoy, además de explorar distintas zonas del cuerpo con técnicas ecográficas –ecocardiografía, eco abdominal, pélvico, mamario–, es posible, gracias a equipos de alta tecnología, la evaluación de la rigidez y resistencia de los tejidos (elastografía), método de gran utilidad en el diagnóstico del cáncer. • F u e n t e s c o n s u lta d a s º Miguel Rocha, médico radiólogo. Unidad de Ecografía del Centro Médico Docente La Trinidad. º “Historia del ultrasonido: el caso chileno”. Dulia Ortega y Solange Seguel. Revista chilena de radiología. Volumen 10, N°2. Chile (2004). º “Doppler en obstetricia”. Daniel Cafici. Revista chilena de ultrasonografía. Volumen 12, N°1. Chile (2009). º www.medlineplus.com / www.reproduccionasistida.org / www.saval.cl.