Participación de los padres de familia en la educación de los

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1º Congreso Internacional. Tutorías. Orientación y Docencia
La intervención de los padres como corresponsables del proceso educativo
del adolescente.
Eje temático 3. Aplicación de nuevos métodos y técnicas para la tutoría y
orientación
Susana Pérez Lira. Instituto Politécnico Nacional. México, Distrito Federal,
Maestría en Enseñanza Superior, maestría en ciencias especialidad en Sociología
Educativa. [email protected]
Ma. Marcela Naranjo Martínez. Instituto Politécnico Nacional. México, Distrito
Federal, Maestría en Sociología Educativa, profesora de Nivel Medio Superior.
Mendoza Juárez Wendy Patricia. Instituto Politécnico Nacional. México Distrito
Federal. Estudiante de 4° semestre de la carrera de Técnico en Sistemas Digitales.
Alumna PIFI.
Resumen
En este trabajo deseamos subrayar la importancia de la intervención de los padres
en la realidad educativa del país y la dificultad que representa integrarlos al
quehacer académico en forma más decidida y acertada.
En este trabajo se analiza las condiciones del adulto actual y el papel que están
jugando en la formación de sus hijos en la perspectiva del rendimiento académico
de los mismos.
Se aplicó una encuesta para recabar información que nos permita detectar
necesidades que la escuela deba atender a partir del Programa Institucional de
Tutorías así como los resultados obtenidos de la misma.
Este trabajo cuenta con un antecedente que es “La Guía para el acompañamiento
de padres a hijos en el proceso educativo” En la que se tocan puntos muy básicos
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de los aspectos que cualquier padre de un estudiante adolescente debe tener
presente para que, en la medida de lo posible se allane el camino de los jóvenes
hacia el logro de sus metas académicas.
Vemos conveniente fomentar el aprovechamiento del uso de la Internet para poner
a su alcance, de los padres un vehículo de información general que lo vincule en
forma más directa con el trabajo académico de los jóvenes.
Introducción
A nuestras aulas están llegando jóvenes que provienen de familias donde los
adultos están en crisis, lo que genera que algunos de estos alumnos presenten
síntomas como la falta de normas de convivencia, poca formación hacia el trabajo,
no establecen relaciones causales como consecuencia de las pocas exigencias de
responsabilidad.
Los padres de familia de los jóvenes que hoy llenan nuestras aulas provienen de
una generación de adultos en crisis que forman un grupo heterogéneo, pues
coexisten padres que pretenden mantener normas tradicionalistas, consideradas
como inoperantes para algunos; por otro lado, padres que conforman el grupo de
adultos adolescentes, que se resisten a envejecer y se niegan a responsabilizarse
de sus hijos y, por último, padres inseguros, que oscilan entre el establecimiento
de normas y su incapacidad para sostenerlas. Son los hijos de estos adultos a los
que debe atender la escuela actual y necesitamos prepararnos para trabajar con
ellos.
Los maestros tutores retoman la búsqueda de las soluciones que permitan
contribuir a elevar el logro de los objetivos educativos, convencidos de que la
educación de una nación no es responsabilidad exclusiva del docente en el aula,
sino que las políticas públicas y la participación del sector social a través del papel
preponderante de los padres de familia, juegan un papel determinante en los
resultados en el nivel educativo de un país; es por ello imprescindible la
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vinculación entre los diversos sectores con soluciones creativas y coordinadas en
corresponsabilidad para alcanzar los resultados deseables. El presente trabajo
consiste en conocer un poco más la forma en que los padres de familia de
nuestros alumnos se relacionan en su desempeño académico y con esta
información diseñar y ofrecer opciones de participación para ellos.
El abandono de parte de algunos adultos de la responsabilidad que tienen sobre
sus hijos rebasa a la escuela que es vista como sustituto de ese adulto, llegando
al absurdo de suponer que puede suplir la ausencia de la familia en la formación
de los jóvenes, planteando necesidades que exceden la capacidad de la escuela.
La primera encuesta nacional sobre padres de la “tendencia a la soledad” (Avilés,
2008) que sufren los estudiantes, elaborada por la SEP, señala que la causa es
generada por las ocupaciones laborales de sus tutores y una transformación de la
estructura familiar donde la mamá o el hermano mayor llevan el peso del hogar.
La población que acude a nuestros planteles proviene de las zonas conurbanas
que rodean nuestra ciudad, teniendo que invertir, en algunos casos, hasta cuatro
horas diarias en el traslado de su casa a la escuela.
El Instituto Politécnico Nacional ha elevado la matrícula de ingreso: sin embargo el
nivel de eficiencia terminal, proporcionalmente sigue siendo poco satisfactorio a
pesar de que el porcentaje de egreso del IPN en este nivel, representa de un 5 a
8% mayor que la media nacional,.
En el IPN la participación de los padres es poco significativa restringiendo su
presencia a reuniones informativas esporádicas.
La escuela se encuentra ante retos inéditos: la madre tiene que trabajar, el
individualismo se impone como valor supremo, la familia se desintegra. Para que
una familia funcione educativamente es necesario que los padres o uno de ellos
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se asuman como responsable de educar a los niños y adolescentes por el
testimonio de su vida cotidiana en ejemplo sobre principios y cumplimiento de
obligaciones que constituyan un modelo de imitación deseable.
Observamos que los padres cada vez cuentan con menos tiempo disponible para
apoyar a los jóvenes y estructurar medidas puntuales, breves y significativas que
les permitan intervenir en el proceso educativo de sus hijos.
“La familia delega cada vez más y la escuela desborda”. Silvia Di Segni (2006) El
profesor se encuentra ante la necesidad de resolver con creatividad y
responsabilidad. (CONAPO, 2003) “Lo que hoy observamos es una crisis
desintegrativa de la familia donde la figura paterna está ausente parcial o
totalmente, donde las madres se han convertido en cabeza de familia y la opción
formativa dentro de lo que queda del mundo familiar”. Precisamente la aplicación
del instrumento diseñado surgió de la necesidad de conocer en qué grado la
presencia de la comunicación entre padres e hijos está afectando el desempeño
de nuestros jóvenes.
Juan Carlos Tudesco afirma que: “Los docentes se quejan de los niños acceden a
la escuela con un núcleo básico de socialización insuficiente para encarar con
éxito la tarea de su aprendizaje. Por decirlo esquemáticamente, cuando la familia
no cumple plenamente su papel socializador, la escuela empieza a ser objeto de
nuevas demandas para las cuales no está preparada”, (Savater, 1997), de aquí
que retomamos algunos aspectos para identificar qué tanto conocen los padres
conocen algunos factores mínimos relacionados con los hábitos de socialización
de sus hijos y, curiosamente encontramos que éste, es uno de los puntos menos
atendidos por los padres.
Autores como Gladis Jadue (Jadue, 2003) subrayan el papel preponderante de la
familia en la educación de los hijos. “La familia ejerce una poderosa influencia en
la educación de los hijos. Los padres juegan un rol fundamental en el proceso
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enseñanza-aprendizaje, ya que si se preocupan de la educación de sus hijos y
colaboran con los profesores, los niños presentan buen rendimiento y se adaptan
fácilmente a la escuela.”. Lo que reitera la necesidad de integrar a los padres al
proceso educativo de los jóvenes.
Desarrollo
En este trabajo se analiza algunas de las condiciones del papel que los padres
están jugando en la formación de sus hijos en la perspectiva del rendimiento
académico de los mismos. Además se presentan algunos datos significativos
recogidos en una encuesta aplicada entre miembros de nuestra comunidad.
Este trabajo cuenta con un antecedente que es “La Guía para el acompañamiento
de padres a hijos en el proceso educativo” En la que se tocan puntos muy básicos
de los aspectos que cualquier padre de un estudiante adolescente debe tener
presente.
Ahora pretendemos dar un paso más hacia la búsqueda de opciones para el
trabajo con los jóvenes y se diseñó un cuestionario de apreciación que pretende
definir, en términos muy generales qué tanto se comunican y en consecuencia
conocen, los padres a sus hijos.
El cuestionario para padres se aplicó en forma voluntaria y anónima a los padres
que asisten a la escuela a juntas informativas, también se invitó a los jóvenes que
así lo desearan, a llevarlos a casa y pedirles a sus padres que los contestaran.
Resultó muy interesante observar que la mayoría accedió y se interesó por
descubrir qué tanto los conocen sus padres.
Los alcances de este trabajo están pensados básicamente para tener una base
para explotar de mejor forma el espacio que se ha abierto a través de la página del
CECyT con el diseño de artículos y notas creadas pensando en los padres sin
excluir la edición impresa para aquellos que así lo prefieran.
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A partir de la experiencia de ejercer el papel de maestro tutor a lo largo de los
años y la revisión de diversos e materiales bibliográficos, surge la idea de trabajar
sobre el rol de los padres de familia en el quehacer educativo. Primero con el
diseño de la “Guía para el acompañamiento de padres a hijos en el proceso
educativo” y ahora con “La encuesta para padres”. En este segundo acercamiento
se diseñó un cuestionario para conocer algunas características de la comunicación
entre padres e hijos y, en consecuencia el grado de conocimiento que se tiene de
algunas situaciones que viven estos cada día.
Decidimos incorporar una pregunta relacionada con las responsabilidades
familiares que los jóvenes tienen en casa, inspirados en los datos arrojados por el
estudio cuantitativo “Indicadores de Bienestar de las Familias Mexicanas” donde
se destaca que entre los padres encuestados, el 40% declaró que hay muy pocas
o no hay reglas en el hogar y, el 66% consideró que éstas son más o menos o
poco consistentes.
Entre los hijos encuestados, 32% opinó que hay muy pocas o no hay reglas y 53%
que las normas son más o menos o poco consistentes a través del tiempo. Si los
jóvenes cuestionan las reglas en un 85% ya podemos entender las condiciones en
que los jóvenes llegan a las aulas.
El 31% de los padres encuestados considera que en pocas o muy pocas
ocasiones hay consecuencias por no cumplir las normas y desde el punto de vista
de los hijos es el 29%.
En nuestro instrumento insertamos una pregunta sobre las responsabilidades que
los jóvenes tienen en casa y es sorprendente el número tan alto de alumnos de
uno y otro sexo que no tienen ninguna responsabilidad.
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El cuestionario consta de 30 preguntas abiertas dirigidas a padres de familia que
de manera voluntaria y anónima cooperaron al proporcionar información. A
continuación presentaremos los resultados más significativos de estas preguntas.
El 26% de los padres no saben quién es el mejor amigo de su hijo. El 46% de los
padres no saben cuál es el programa de T.V. favorito de su hijo.
Motivados por los datos que apuntan al aumento de casos de obesidad, diabetes e
infartos se optó por insertar tres preguntas básicas sobre alimentación obteniendo
los siguientes resultados: el 40% de los padres no saben cuál es la comida favorita
de su hijo. El 46% de los jóvenes no desayunan antes de salir a la escuela y el
61% no lleva a la escuela alimentos preparados de su casa. Considerando que la
población de nuestro centro escolar invierte de dos, tres y más horas en el
transporte esto suma hasta 10 horas, sin probar un alimento, en el caso de los
jóvenes que sí desayunan antes de salir de casa, o consumen comida chatarra
durante su estancia en la escuela.
En cuanto a la falta de normas y responsabilidades familiares, decidimos insertar
una pregunta y llama especial atención que el 71% de los jóvenes no tiene
responsabilidades en casa, con las consecuencias que esto representa.
El bloque de preguntas donde los padres están mejor enterados es con
la
información cuantitativa relacionada con la escuela: El 83% de los papás dicen
conocer cuál es la materia que se le dificulta y cuál, la que más le gusta a su hijo.
El 86% sabe cuántas materias lleva su hijo. El 94% sabe si su hijo tiene materias
reprobadas. El 100% dice conocer el horario de clase de su hijo. El 94% de los
padres conocen las calificaciones de sus hijos. El 86% se da cuenta si su hijo hace
tarea regularmente.
En otros aspectos relacionados con la escuela, que no se expresan en un dato
objetivo, los padres ya no cuentan con la misma calidad de información; tales
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como el 46% no sabe qué hacer para apoyar a su hijo en caso de que tenga
problemas académicos. El 69% no sabe si hay un maestro que no le simpatiza a
su hijo. El 60% no sabe si algún maestro le simpatiza. El 36% no sabe si algún
compañero(a) le cae mal.
En otros aspectos generales encontramos que el 26% de los padres no saben con
quién está su hijo. Sólo el 54% de los padres tienen el teléfono de algún amigo de
su hijo. El 54% de los padres no saben a qué le temen sus hijos y el 74% de los
padres no saben qué les ilusiona a sus hijos.
Un aspecto que destaca en particular es que el 95% de los padres aseguran que
sus hijos no beben y no fuman en las reuniones con sus amigos, lo que no parece
coincidir con la apreciación de maestro y alumnos en este punto.
El 76% de los padres facilitarían o acompañarían a sus hijos si estos requirieran
de una consulta médica para información de carácter sexual. Esto contrasta con
una campaña que inició IMSS en nuestro plantel para informar al 100% de los
grupos sobre el uso del condón y de los servicios que ofrecen en cuanto salud
reproductiva como un medio para abatir el alto número de embarazos en
jovencitas de 14 años que se están presentando.
Conclusiones
Al analizar los datos de la encuesta podemos concluir que la comunicación entre
padres e hijos se centra principalmente alrededor de datos numéricos
relacionados con la actividad académica de los jóvenes, dejando muy poco
margen a temas que tiene que ver con la calidad de la educación, la alimentación,
con normas y responsabilidades familiares y con las relaciones personales de los
jóvenes.
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La información obtenida parece confirmar la percepción de que algunos de los
problemas actuales relacionados con el desarrollo de competencias para la vida,
en general, tienen una parte importante de su origen directamente en la familia.
Esta relajación de la familia de no cuidar y supervisar la educación escolarizada de
los hijos, va más allá, pues tampoco exige a los maestros y a la escuela que
cumplan satisfactoriamente con sus funciones. Y lo que es más evidente es que
esta falta de atención repercute directamente en la actitud de los alumnos, que no
le dan importancia a su preparación y ni se exigen, ni exigen a sus profesores que
se les de las clases que se merecen.
Estamos convencidos de que los padres de familia están dispuestos a participar
en forma comprometida y entusiasta en la educación de sus hijos y, que lo único
que requieren es de orientación y apoyo para involucrarse de manera más
eficiente.
Trabajos como éste permite al maestro tutor contar con mejor información para
enfocar su atención y conseguir mejores resultados.
Otra condición que nos obligamos a cumplir es que el material debe contener
información esencial, objetiva y clara, evitando caer en la tentación de saturar al
padre de familia y, de esta manera dificultar que sostenga su participación directa
y decidida.
Falta un poco de reflexión de los padres en relación a su papel en la formación
académica de los jóvenes, no existe la conciencia que la capacidad del docente
para prestar atención personalizada a los jóvenes es relativa, por el alto volumen
de alumnos que en promedio atiende.
Es importante que los padres de familia se reconozcan como los principales
actores en el proceso formativo de su hijo y no vean a la educación como “algo
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que pasa allá en la escuela” y en lo que ellos tienen poco que hacer al respecto y
también que vean en el maestro a su mejor aliado en la formación de su hijo y no
como sucede en algunos casos que los padres llegan a la escuela para defender
a su hijo de “ese enemigo que está tratando de perjudicarlo” .
La iniciativa de involucrar más a los padres en el proceso educativo de su hijo se
encuentra en proceso, es importante evaluar y adecuar el programa a partir del
acuerdo entre todos los adultos participantes de la educación de los jóvenes:
docente, no docentes y padres de familia donde se defina qué esperamos de los
estudiantes, qué límites es deseable marcarles, qué medidas instaurar, para que
no exista contradicción entre los adultos responsables que lleven a los jóvenes a
la confusión. Estos acuerdos deben ser flexibles y revisados con frecuencia para
que sean pertinentes a los cambios y necesidades de cada momento.
Bibliografía
AVILÉS , Karina. Detecta la SEP “tendencia a la soledad” de escolares en
encuesta sobre padres. La Jornada. 1° octubre 2008. México
DI SEGNI Obiols, Silvia, Adultos en crisis. Jóvenes a la deriva. Ediciones
Novedades Educativas de México.2006.
FUKUYAMA, Francis. “La educación clave para aprovechar la globalización”,
Excelsior, sección financiera, noviembre 2000.
Informe CONAPO; 2 a 3 hogares de cada 10 son responsabilidad socioeconómica
de una mujer: El Financiero, 7 de enero del 2003.
JADUE J. Gladys Transformaciones familiares en chile: riesgo creciente para el
desarrollo emocional, psicosocial y la educacion de los hijos . Estudios
Pedagógicos, Nº 29, 2003,
SAVATER, Fernando, El valor de Educar. Instituto de Estudios Educativos y
Sindicales de América. México 1997.
http://www.terra.com.mx/mujer/articulo/183619/default.htm. 2008---
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Anexo curriculum
Susana Pérez Lira. Instituto Politécnico Nacional. México, Distrito Federal,
Maestría en Enseñanza Superior, maestría en ciencias especialidad en Sociología
Educativa. Técnico Electricista Ingeniero Arquitecto. Diplomados: Enseñanza
Tecnológica,
Desarrollo
Humano,
Ambientes
Virtuales
de
Aprendizaje,
Computación Aplicada y Habilidades docentes. Profesora investigadora del IPN,
Autora de diversos libros de texto, instructora de eventos de desarrollo docente,
maestro tutor, Profesora de las asignaturas de Expresión Oral y Escrita I y II y
Comunicación Científica.
Ma. Marcela Naranjo Martínez. Instituto Politécnico Nacional. México, Distrito
Federal, Maestría en Sociología Educativa, profesora de Nivel Medio Superior.
Médico Cirujano, diplomado en Computación Aplicada, diplomado en habilidades
docentes.
Profra.
investigadora.
Imparte
las
asignaturas
de
Biología
y
Comunicación Científica, maestra tutora, instructora de eventos de desarrollo
docente.
Mendoza Juárez Wendy Patricia.
55178430
[email protected]
Estudiante de 4° semestre de la carrera de Técnico en Sistemas Digitales. Inscrita
en el CECyT número 1. “Gonzalo Vázquez Vela”, del Instituto Politécnico Nacional.
Alumna perteneciente al Programa Institucional de Formación de Investigadores
(PIFI) del CECyT número 1, debido a su promedio. Obtuvo el primer Lugar de la
Olimpiada de Conocimiento Infantil, generación 2005-2006, a nivel zona. Fue
participante en el encuentroIInterpolitécnico de Biología, generación 2009-2010.
Participante de la Segunda Cátedra “Lic. Gonzalo Vázquez Vela”. Mejor Promedio,
generación 2009-2010, del CECyT número 1. Fue participante del concurso de
coro en el ámbito “Himno Nacional Mexicano”.
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