El derecho a la inviolabilidad de domicilio en el Perú

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SERIE: LA DECLARACIÓN
AMERICANA DE LOS DERECHOS Y
DEBERES DEL HOMBRE
No.9 - Derecho a la inviolabilidad de su domicilio
Observatorio de Derechos Humanos
COMPILACIÓN DE ARTÍCULOS INFORMATIVOS
SETIEMBRE DE 2014
El derecho a la inviolabilidad de domicilio y su regulación en el Perú a partir de
la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
Tania Elizabeth Arzapalo Villón1
Abogada de la Dirección General de Derechos Humanos
ARTÍCULO IX. DERECHO A LA INVIOLABILIDAD DE SU DOMICILIO.
Toda persona tiene el derecho a la inviolabilidad de su domicilio.
I.
Introducción
El Derecho a la Inviolabilidad del Domicilio (En Adelante, DID) se encuentra regulado
en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre2 (Art. IX), la
Declaración Universal de los Derechos Humanos3 (Art. 12), el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos 4 (17 (1)), la Convención Americana de Derechos
Humanos5 (Art. 11 (2)) y la Convención sobre los Derechos del Niño6 (Art. 16), de los
cuales el Perú es Estado Parte.
Nuestra Constitución Política (En Adelante, CPP), garantiza dicho derecho, en su
artículo 2° (9), agregando que “Nadie puede ingresar en él [Domicilio] ni efectuar
investigaciones o registros sin autorización de la persona que lo habita o sin mandato
judicial, salvo flagrante delito o muy grave peligro de su perpetración. Las
excepciones por motivos de sanidad o de grave riesgo son reguladas por la ley”.
Por su parte, el Tribunal Constitucional de Perú (En Adelante, TCP) ha referido que el
DID en su acepción específica “encarna el espacio físico y limitado que la persona
elige para domiciliar, quedando facultada para poder excluir a otros de dicho ámbito
impidiendo o prohibiendo la entrada en él7”. Mientras que en su acepción más amplia
dicho derecho “encuentra su asentamiento preferente, (&) en la necesidad de
preservar el carácter privado e íntimo de lo que en él hay de emanación de la
persona8”.
1 Tania Elizabeth Arzapalo Villón es abogada por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y egresada de la Maestría
en Derecho Constitucional y Derechos Humanos de la misma casa de estudios, actualmente es la Especialista Ejecutivo en
Derecho Internacional Humanitario de la Dirección General de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos.
2
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. Art. IX: “Toda persona tiene el derecho a la inviolabilidad
de su domicilio.”
3
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Art. 12: “Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada,
su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la
protección de la ley contra tales injerencias o ataques.”
4
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Art. 17 (1): “Nadie será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en
su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y reputación.”
5
Convención Americana de Derechos Humanos. Art. 11 (2): “Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas
en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o en su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o
reputación.”
6
Convención sobre los Derechos del Niño. Art. 16: “Ningún niño será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida
privada, su familia, su domicilio o su correspondencia ni de ataques ilegales a su honra y a su reputación. El niño tiene
derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o ataques.”
7
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Expediente N.° 00942-2013-PHC/TC. Fecha: 20.06.13. Párr. 4. Consulta: 13.08.14.
Disponible en: <http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2013/00942-2013-HC%20Resolucion.html>
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Expediente N.° 03691-2009-PHC/TC. Fecha: 18.03.2010. Párr. 10. Consulta: 14.08.14.14.
Disponible en: <http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2010/03691-2009-HC%20Resolucion.html>
8
Ibídem
Asimismo, dicho Tribunal ha señalado que no se trata de proteger cualquier espacio
físico respecto del cual el titular alegue su vulneración, sino aquel que sea compatible
con la privacidad de la persona9.
II.
Características y Excepciones del Derecho a la Inviolabilidad del
Domicilio
El domicilio 10 es comprendido como la “morada destinada a la habitación y al
desenvolvimiento de la libertad personal en lo concerniente a la vida privada, ya sea
cerrada o abierta parcialmente, móvil o inmóvil, de uso permanente o transitorio”
Los elementos11 que permiten su configuración son: i) elemento físico [la persona
vive sin estar sujeta a condiciones y ejerce su libertad más íntima], ii) elemento
psicológico [se habita un lugar como morada, sea permanente o transitoria, aun
cuando el lugar no reúna las condiciones mínimas para ello] y iii) elemento
autoprotector [exclusión de terceros del lugar destinado a la morada].
Fuente: GARCÍA TOMA V. (2008). Los Derechos
Fundamentales en el Perú. Juristas Editores E.I.R.L.
Cuaderno del Rectorado de la Universidad Inca Garcilaso
de la Vega. Pág. 217 – 218. Cfr. ESPÍN TEMPLADO E.
(2000). La inviolabilidad del domicilio. En: Revista
Abogados. Directorio Jurídico del Perú. Lima Asociación
Diálogo Jurídico.
Cabe añadir, que el TCP ha señalado que la celda de un centro penitenciario no
puede ser considerada como domicilio, ya que dicho espacio físico no ha sido objeto
de elección por su ocupante y porque la inserción al centro penitenciario comprende
per se la inserción en un ámbito de amplio control12.
El domicilio es un ámbito espacial reservado.
En el que es posible actuar con libre autodeterminación,
es decir, es aquella área dedicada a la existencia privada.
Supone, en principio, la exclusión de entrada física o de
intromisiones materiales de cualquier tipo.
Supone la exclusión del conocimiento de aquello que se
suscita en su interior.
Inclusive dicho Tribunal, ha extendido el ámbito de protección del DID a las personas
jurídicas, en la medida que éstas pueden ser titulares de espacios físicos para
desarrollar su objeto social13.
Por su parte el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, ha señalado que atentar
contra el DID no sólo implicará la vulneración material o corporal sino también la
9
Ídem Párr. 11.
Cfr. TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Pleno Jurisdiccional. Expediente N° 003-2005-PI/TC. Fecha: 09.08.2006. Párr. 345.
Consulta: 14.08.14. Disponible en: <http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2006/00003-2005-AI.html>
Asimismo, dicho Tribunal ha considerado dentro del ámbito de protección del DID las actividades realizadas por una
persona en la habitación de un hotel. Cfr. TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Expediente N° 6712-2005-HC/TC. Fecha:
17.10.2005. Párr. 43. Consulta: 14.08.14. Disponible en: <http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2006/06712-2005-HC.html>
10
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Expediente N° 04085-2008-PHC/TC. Fecha: 10.12.2008. Párr. 3. Consulta: 09.09.14.
Disponible en: <http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2009/04085-2008-HC.html>
11
Ídem Párr. 4.
12
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE PERÚ. Expediente N° 02389-2009-PA/TC. Fecha: 11.11.2008. Párr. 10. Consulta:
07.09.14. Disponible en: <http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2009/02389-2009-AA.html>
13
Ídem. Párr. 12.
vulneración inmaterial e incorporal como los ruidos, las emisiones, los olores y otras
injerencias que siendo graves pueden impedir disfrutar del domicilio14.
Las excepciones al DID considerados en nuestra legislación son las siguientes:
Excepciones al DID
Existencia de una orden judicial
Existencia de flagrancia de delito en el interior del domicilio,
o de muy grave peligro de su perpetración
Existencia de motivos de sanidad regulados por ley
Existencia de grave riesgo declarada por la ley
Fuente: GARCÍA TOMA V. (2008). Los Derechos
Fundamentales en el Perú. Juristas Editores E.I.R.L.
Cuaderno del Rectorado de la Universidad Inca Garcilaso
de la Vega. Pág. 218 – 219.
La aplicación de dichas excepciones tiene estrecha relación con la obligación del
respeto a las garantías judiciales y debido proceso. Prueba de ello, es lo establecido
por el TCP que señala respecto a cualquier intervención en el ámbito de dicho
derecho ha de respetar el principio de reserva de jurisdicción.
Adicionando que no sólo basta que la ley establezca los límites a dicho derecho sino
además es necesario contar con una orden judicial que autorice el ingreso no
consentido al domicilio15.
Así, la orden judicial debe cumplir con los siguientes criterios: i) estar estrictamente
motivada, ii) contemplar necesariamente si los motivos por los cuáles se solicita su
adopción se encuentra previsto en la ley, iii) debe tener una finalidad
constitucionalmente legítima y iv) si la ejecución es necesaria e indispensable para
cumplir dicha finalidad16.
En cuanto a la injerencia en un domicilio por flagrancia en la comisión de un delito o
de muy grave peligro de su perpetración no rige el principio de reserva de
jurisdicción17.
Cabe señalar, que para la flagrancia en la comisión de un delito deben presentarse
los dos requisitos insustituibles18: a) la inmediatez temporal, es decir, que el delito se
esté cometiendo o que se haya cometido instantes antes; y b) la inmediatez personal,
es decir, que el presunto delincuente se encuentre en el lugar de los hechos en el
momento de la comisión del delito y esté relacionado con el objeto o los instrumentos
del delito, ofreciendo una prueba evidente de su participación en el hecho delictivo.
14
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL ESPAÑA. Pleno. Sentencia 150/2011, de 29 de septiembre de 2011. Recurso de amparo
N°
5125-2003.
Boletín
Oficial
del
Estado.
115.
Pág.
Consulta:
11.07.14.
Disponible
en:
<http://hj.tribunalconstitucional.es/HJ/docs/BOE/BOE-A-2011-16812.pdf>
15
Ídem. TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Pleno Jurisdiccional. Expediente N° 003-2005-PI/TC. Párr. 352.
16
Ibídem
17
Ídem Párr. 353 – 354.
18
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. Expediente N° 03691-2009-PHC/TC. Párr. 16.
Como lo ha señalado el Comité de Derechos Humanos en su Observación General
N° 16, se debe de garantizar el DID de todas las injerencias sean arbitrarias o
ilegales, provengan de autoridades estatales o de personas físicas o jurídicas19. De
ahí que dicho derecho exige a éstas últimas el deber de abstenerse de molestar o
penetrar en el domicilio, salvo que se cuente con el permiso del titular20.
III.
Estándares establecidos en el Sistema Interamericano de Derechos
Humanos
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), a través de sus
reiteradas sentencias se ha pronunciado respecto del ámbito de protección del
domicilio y la vulneración de éste.
Precisamente, en el Caso Uzcátegui y otros Vs. Venezuela consideró la
responsabilidad de dicho Estado como consecuencia del ingreso de los miembros de
la Policía en el domicilio de la víctima sin orden judicial o autorización legal ni el
consentimiento de sus moradores, constituyendo ello en una injerencia arbitraria y
abusiva en su domicilio familiar21.
En los casos Masacres de El Mozote y lugares aledaños Vs. El Salvador, Familia
Barrios Vs. Venezuela, Fernández Ortega y otros. Vs. México, Escué Zapata y
Masacres de ItuangoVs. Colombia, se señaló respecto al DID que las “injerencias
arbitrarias o abusivas implica el reconocimiento de que existe un ámbito personal que
debe estar exento e inmune a las invasiones o agresiones abusivas o arbitrarias por
parte de terceros o de la autoridad pública”. Es así, que el domicilio y la vida privada y
la familiar se encuentran muy relacionados22.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos23 (CIDH) en su Informe sobre
Inmigración en Estados Unidos: Detenciones y Debido Proceso advirtió que el
objetivo principal del DID es “proteger a las personas de la acción arbitraria de las
autoridades del Estado que infrinja su esfera privada (&) la garantía contra la
arbitrariedad tiene el propósito de asegurar que toda reglamentación (u otra medida)
de este tipo sea congruente con las normas y objetivos de la Convención, y sea
razonable en las circunstancias imperantes”. Debiendo entenderse la injusticia, la
imposibilidad de predecir y la falta de razonabilidad como elementos de la
“Interferencia arbitraria”.
19
NACIONES UNIDAS. Comité de Derechos Humanos. Observación General N° 16. Art. 17 del Pacto Internacional de
Derechos
Civiles
y
Políticos.
Párr.
1
–
3.
Consulta:
08.09.14.
Disponible
en:
<http://www1.umn.edu/humanrts/hrcommittee/Sgencom16.html>
20
CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA. Sentencia C-256/08. Párr. 16. Consulta: 08.09.14. Disponible en:
<http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2008/c-256-08.htm>
21
Corte IDH. Caso Uzcátegui y otros Vs. Venezuela. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 3 de septiembre de 2012. Serie
C.
No.
249.
Párr.
202.
Consulta:
05.09.14.
Disponible
en:
<http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_249_esp.pdf>
22
Corte IDH. Caso Masacres de El Mozote y lugares aledaños Vs. El Salvador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 25 de octubre de 2012 Serie C No. 252. Párr. 182. Consulta: 05.09.14. Disponible en:
<http://corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_252_esp.pdf>
Corte IDH. Caso Familia Barrios Vs. Venezuela. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2011.
Serie
C
No.
237.
Párr.
140.
Consulta:
05.09.14.
Disponible
en:
<http://corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_237_esp.pdf>
Corte IDH. Caso Fernández Ortega y otros. Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 30 de agosto de 2010 Serie C No. 215. Párr. 156 – 157. Consulta: 05.09.14. Disponible en: <
http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_215_esp.pdf>
Corte IDH. Caso Escué Zapata Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de julio de 2007. Serie C No.
165. Párr. 95. Consulta: 05.09.14. Disponible en: <http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_165_esp.pdf>
Corte IDH. Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia. Sentencia de 1 de julio de 2006 Serie C No. 148. Párr. 193 –
194. Consulta: 05.09.14. Disponible en: < http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_148_esp.pdf>
23
CIDH. Informe sobre Inmigración en Estados Unidos: Detenciones y Debido Proceso. OEA/Ser.L/V/II. Doc. 78/10. Fecha:
30.12.2010. Párr. 97. Consulta: 05.09.14. Disponible en: <http://cidh.org/pdf%20files/InformeSobreMigracionesEnEEUUDetenciones-y-DebidoProceso.pdf>
Es así, que en relación a las leyes migratorias al interior de un domicilio, los Estados
no deberán aplicarlas a menos que i) tengan una causa probable, ii) se basen en una
información confiable de la ubicación del individuo y iii) exista un gran riesgo para la
comunidad24.
Así también, mediante el Informe sobre seguridad ciudadana y derechos humanos,
la CIDH25 instó a los Estados a cumplir con su deber de adoptar disposiciones de
carácter interno que regulen claramente los límites de la intervención de sus fuerzas
de seguridad estatales, así como, desarrollar medidas de formación y dotarlos de
herramientas operativas aplicables a procedimientos de investigación y control de
hechos violentos y delictivos sin afectar el DID.
Asimismo, resalta que el DID26 opera como “una garantía al debido proceso; ya que
permite establecer un límite legal a la recolección de la prueba incriminatoria de un
individuo imputado de un delito”. Advirtiendo que “para el caso que se realice el
allanamiento de un domicilio incumpliendo con los procedimientos constitucionales
apropiados, tal garantía impide que la prueba obtenida sea valorada en una decisión
judicial posterior”.
IV.
Reflexiones finales
Los Estados tienen la obligación internacional, a partir de los tratados internacionales
ratificados, de adoptar medidas de distinta índole (normativas, administrativas,
penales, etc.) dichas medidas deben determinarlos ámbitos de aplicación del DID con
la finalidad de evitar injerencias indebidas.
Merece especial atención, las medidas que permitan desarrollar de forma clara y
precisa las excepciones a dicho derecho. Claro está, que como se ha advertido en las
líneas precedentes, no sólo basta que esos criterios se encuentren establecidos en
una ley sino además se requiere, dependiendo del caso en concreto, la estricta
justificación y motivación de la sentencia o la intervención de los representantes del
Estado.
Hoy en día, el ámbito de protección jurídica del DID nos traslada a nuevos
escenarios, como la aplicación de las leyes migratorias por parte de los Estados, en
virtud de ello no debemos dejar de analizar los alcances de éste a partir de sus
derechos conexos y la especial condición de vulnerabilidad de grupos poblacionales
que se encuentren comprometidos.
24
Ídem Párr. 98.
CIDH. Informe sobre seguridad ciudadana y derechos humanos. OEA/Ser.L/V/II. Doc.57. Fecha: 31.12.2009. Párr. 176.
Consulta:
05.09.2014.
Disponible
en:
<http://www.cidh.org/pdf%20files/SEGURIDAD%20CIUDADANA%202009%20ESP.pdf>
26
Ibídem.
25
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