Hacienda Pública Española / Review of Public Economics, 214-(3/2015): 115-148 © 2015, Instituto de Estudios Fiscales DOI: 10.7866/HPE-RPE.15.3.5 El Impuesto sobre la Renta Personal y los altos ingresos en América Latina DARÍO ROSSIGNOLO* Universidad de Buenos Aires Recibido: Junio, 2014 Aceptado: Marzo, 2015 Resumen El presente trabajo constituye un diagnóstico destinado a describir la importancia relativa del impues­ to sobre la Renta de las Personas Físicas en relación con los individuos con altos ingresos en América Latina. Si bien la recaudación del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas en América Latina ha experimentado un crecimiento en la última década, la razón del mismo no estriba en que los individuos de altos ingresos estén tributando en mayor medida, sino que el mismo se relaciona principalmente con crecimiento pasivo de bases imponibles, desigualdad de ingresos, aumento de tipos marginales míni­ mos y constancia de los máximos. Lo anterior lleva a concluir que el impuesto ha perdido progresivi­ dad. Palabras clave: Desigualdad de altos ingresos, impuesto sobre la Renta personal, tipos marginales. &ODVL¿FDFLyQ-(/ D31; D63; H26. 1. Introducción Con posterioridad a las consecuencias económicas y sociales de la debacle económica internacional de 2008-09, en la mayoría de los países desarrollados resurgió un antiguo de­ bate respecto a quién debe soportar el peso de la recuperación de las economías domésticas. La respuesta se ha concentrado en la posibilidad de exigir un mayor esfuerzo de aquellos individuos de mayor capacidad contributiva, y que por diversas razones no están tributando de manera acorde al nivel de la misma. Esto llevaría a una mejora en la percepción de la sociedad respecto a los efectos de la política tributaria en sus consecuencias sobre la equidad. (Q ORV SDtVHV GHVDUUROODGRV HQ GRQGH HVWH WHPD VH FRQ¿JXUy FRPR XQR GH ORV GHEDWHV centrales más recientes, la disponibilidad de una gran cantidad de información acerca de los * Investigador y consultor organismos internacionales. Email: [email protected], [email protected]. Se desea agradecer los comentarios de Juan Carlos Gómez Sabaini, Juan Pablo Jiménez y Jorge Onrubia Fernández. Los errores son responsabilidad del autor. 116 Darío Rossignolo ingresos de los individuos más ricos y de los impuestos que los mismos pagan anualmente ha permitido la realización de una serie de estudios acerca de los factibilidad de una reforma impositiva que busque gravar de manera diferencial a los sectores de altas rentas. Por el contrario, en los países de Latinoamérica este debate aún no está incorporado en la agenda de la discusión. El objetivo de este trabajo es el de introducir en la discusión de políticas la importancia de considerar a los altos ingresos y su participación en la recaudación del im­ puesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF) en América Latina. La recaudación tributaria en América Latina ha evidenciado notables incrementos en el período 2002-2012. Estos aumentos se deben a la mayor preponderancia de los impuestos generales sobre bienes y servicios y la expansión de las bases imponibles generadas por tres factores principales (Gómez Sabaini et al. (2011)): a) un fuerte y acelerado proceso de cre­ cimiento económico impulsado por el auge en los precios de las exportaciones de bienes primarios; b) la introducción de iniciativas como impuestos mínimos y a las transacciones financieras junto con el perfeccionamiento de impuestos sobre recursos naturales (windfall taxes); y c) diversas reformas a la estructura y administración tributaria, basadas en la bús­ queda de mayor solvencia fiscal. En este trabajo se postula que el incremento recaudatorio evidenciado en Latinoamérica corresponde en mayor medida a políticas pasivas antes que a cambios discrecionales, y que, como consecuencia, el tributo está gravando en menor medi­ da a los individuos de ingresos superiores en proporción a su participación en el ingreso total, pese a la llegada al gobierno de regímenes progresistas. Para ello el presente artículo se estructura como sigue. En la segunda sección, se presen­ tará la evolución de la recaudación del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas en América Latina1 a lo largo de las últimas dos décadas, evaluando su comportamiento y la estructura tributaria resultante en relación con los países de la OECD. En el tercer apartado, se hará referencia al estado de situación del IRPF en América Latina, en relación con niveles de tipos y bases imponibles. En la cuarta sección se expondrán las características del IRPF en América Latina y lo desbalanceado de su composición en relación con las bases gravadas. En el quinto apartado se presentarán el alcance del impacto distributivo del IRPF, a partir del nivel recaudatorio y progresividad. En la sexta sección se hará referencia a los diferentes factores que podrían haber impac­ tado en la evolución de los ingresos del Impuesto sobre la Renta, haciendo hincapié en la concentración de los ingresos, el nivel de ingreso per cápita, la evolución de los tipos impo­ sitivos, mínimos y máximos, y el comportamiento de los ingresos, mínimos y máximos gravables. En el apartado séptimo se introducirán las temáticas relacionadas con la partici­ pación de los tramos de mayores ingresos en la distribución, utilizando datos impositivos; con el fin de analizar el aporte de estos tramos a la recaudación se relacionarán los cambios distributivos en los tramos superiores con los tipos marginales máximos. Se presentarán adicionalmente las modificaciones normativas más recientes en IRPF en América Latina en el octavo apartado. La novena sección expone las conclusiones2. El Impuesto sobre la Renta Personal y los altos ingresos en América Latina 117 2. La evolución de la recaudación del impuesto sobre la Renta en Amé­ rica Latina El análisis a presentar en este trabajo se llevará a cabo a partir de dividir el período bajo análisis, 1990-2012, en dos tramos, 1990-2001 y 2002-2012, no sólo a partir del análisis de los datos, sino en función de homogeneizar el año de inicio de la década en consonancia con varios trabajos en la materia (ver, por ejemplo, Stein y Caro (2013)). En estos últimos, se plantea que la llegada al gobierno de regímenes políticos progresistas (a partir de 1999 en Venezuela y de 2000 en Chile, de acuerdo con Stein y Caro (2013)) ha sido un factor clave en el incremento de la participación del Impuesto sobre la Renta y los impuestos directos en la recaudación tributaria de la región. El comportamiento de la recaudación muestra que, en comparación con 1990-2001, en promedio, la presión tributaria promedio en América Latina ha crecido 3,05% del PIB (Pro­ ducto Interior Bruto) para el total de recursos tributarios (a un tipo del 20,3%) y alrededor de 2,7% del PIB en el último período (un 22,1%) si se excluyen los recursos correspondien­ tes a la seguridad social. Los incrementos mencionados incluyen aumentos importantes en la recaudación del Impuesto sobre la Renta: un 41% en el caso de Corporaciones (IRPJ), y un 36,6% en el caso de Personas Físicas al comparar el período 2002-2012 con 1990-2001. La presión tributaria media del IRPF (recaudación del impuesto como cociente del PIB) para los países analizados alcanzó en ese período el 1,23 del PIB, mientras que entre 1990 y 2001 la misma fue de 0,90 del PIB3. Como puede apreciarse en el gráfico 1, los niveles de presión tributaria de la región se encuentran muy por debajo de los países de la OECD. En promedio para el período 1990­ 2001, la carga tributaria de la región se elevó, en promedios simples, a 15% del PIB, mientras que en los países de la OECD la misma alcanzó 34,7 puntos del producto4. En 2002-2012, en América Latina la carga tributaria promedio creció a 18,1% del PIB, aún lejos de los 34,5% del PIB de la OECD5. La importancia relativa de los ingresos tributarios directos en los países de la OECD es significativamente mayor que en Latinoamérica. Estos impuestos representaron en promedio para la década 2002-2012, un 14,4% del PIB, con un leve incremento disminución sobre los 14,7 puntos del PIB del período 1990-2001; para los países de Latinoamérica, la recaudación de los mismos creció de 3,6% del PIB en 1990-2001 a 5,3% en 2002-2012; el Impuesto sobre la Renta (y los impuestos directos) recaudan, en promedio, más del doble de recursos en los países de la OECD que en América Latina. 118 Darío Rossignolo 40.0 En porcentaje del PBI 35.0 34,6 34,7 34,5 0.0 0.0 0.0 36,ϭ 0.1 36,6 0.1 10.7 10.8 0.3 0.2 35,6 0.1 10.6 30.0 9.0 8.9 9.2 25.0 0.2 0.3 0.2 10.8 10.8 10.8 11.4 11.5 14.5 14.7 14.4 13.8 14.1 13.4 1990-2012 1990-2001 2002-2012 1990-2012 1990-2001 2002-2012 20.0 16,5 15.0 1.5 2.8 0.3 18,1 15,0 1.2 3.0 0.2 1.7 2.7 0.4 10.0 7.4 5.3 3.6 0.0 1990-2012 1990-2001 2002-2012 América Latina y Caribe OECD Comercio y transacciones internacionales Contribuciones sociales Ingresos tributarios indirectos Ingresos tributarios directos Gráfico 1. 11.3 8.3 6.6 5.0 4.4 0.3 EU 15 Otros impuestos Evolución de la presión tributaria en América Latina y la OECD Fuente: Elaboración propia con base en CEPALSTAT, OECD y Database CIAT-IDB El elemento restante a considerar estriba en el hecho de que el peso de la imposición a la renta ha provenido mayoritariamente de la participación de las sociedades y en menor medida de los ingresos aportados por las personas físicas, resultados que contrastan con los encontra­ dos en relación con los países desarrollados. Tal como se observa en el gráfico 3, mientras que para el promedio simple de los países de la OECD, el 26% (2002-2012) del total de la recau­ dación del Impuesto sobre la Renta corresponde a las sociedades y el 72,2% corresponde a personas físicas, para América Latina el promedio de la participación de la recaudación del IRPJ sobre el total de la recaudación del Impuesto sobre la Renta es del 68,7% en el mismo período. Para el período 1990-2001 estos valores eran del 21,7% para el IRPF y el 76,4% para el IRPJ, en los países de la OECD, y del 68,2% y el 28,5%, respectivamente, para América Latina. El resto del trabajo procurará abordar las razones en las que radica esta divergencia. 100% 3.3 3.5 3.7 90% 1.9 1.9 23.7 21.7 74.4 76.4 1990-2012 1990-2001 1.8 26.0 1.4 1.7 1.1 22.4 20.8 24.3 76.2 77.5 74.6 1990-2012 1990-2001 2002-2012 80% En porcentaje del total 70% 60% 68.2 68.5 68.7 50% 40% 72.2 30% 20% 10% 28.0 28.5 27.6 1990-2001 2002-2012 0% 1990-2012 América Latina y Caribe No clasificables Gráfico 2. 2002-2012 OECD Corporaciones y empresas EU 15 Personas físicas Composición de la recaudación del impuesto sobre la Renta en América Latina y la OECD Fuente: Elaboración propia con base en CEPALSTAT, OECD y Database CIAT-IDB 119 El Impuesto sobre la Renta Personal y los altos ingresos en América Latina 3. Los tipos y bases imponibles del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas Con el fin de calcular el impacto conjunto de las limitantes que enfrenta la imposición a la renta, se ha estimado para los países de América Latina el coeficiente de productividad (cociente entre la recaudación respecto al PIB con respecto al tipo nominal; ver Gómez Sa­ baini et al. (2011) para el cálculo de la productividad del IRPF) del gravamen a las personas físicas, a la renta de sociedades y el correspondiente al Impuesto al Valor Agregado (calcu­ lado sobre la base del ingreso y sobre el consumo), para el año 2009. En todos los países el coeficiente respecto al IRPF es varias veces inferior cuando se lo compara con el referente al IVA ingreso y al IVA consumo y además, en muchos de los casos, sustancialmente inferior respecto al coeficiente respecto al IRPJ. &XDGUR ,QGLFDGRUHVGHSURGXFWLYLGDGGHO,PSXHVWRVREUHOD5HQWD\GHO,9$$xR Países Argentina Bolivia (a) Brazil (b) Chile Colombia (c) Costa Rica Ecuador El Salvador Guatemala Honduras Mexico Nicaragua Panama Paraguay Peru Rep. Dominicana Uruguay Venezuela IRPF 0.05 0.02 0.17 0.03 0.08 0.06 0.02 0.11 0.01 0.07 0.09 0.07 0.07 n.a. 0.05 0.05 0.09 0.05 IRPJ 0.09 0.15 0.17 0.37 0.10 0.12 0.12 0.09 0.09 0.11 0.10 0.14 0.12 0.20 0.13 0.09 0.10 0.12 Productividad IVA (ingreso) 0.36 0.55 0.35 0.47 0.32 0.46 0.53 0.56 0.51 0.51 0.23 0.23 0.46 0.57 0.45 0.29 0.46 0.52 IVA (consumo) 0.63 0.89 0.58 0.79 0.51 0.67 0.88 0.57 0.57 0.62 0.25 0.68 0.63 0.76 0.71 0.34 0.66 0.74 Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de CEPAL (recaudación tributaria) y USAID Fiscal Reform and Economic Governance, Collecting Taxes 2009-10 (tipos legales). n.a. = No aplica. Notas: (a) El dato de recaudación del IRPF corresponde a fuentes oficiales, al cual se aplica el tipo de 13% (tipo nominal para Bolivia) (b) El dato del IVA corresponde a la recaudación del Impuesto sobre la Circulación de Mercancías y Servicios para el año 2009 según fuentes oficiales, a la cual se aplica un tipo efectivo promedio de 20,48% dado que cada Estado tiene potestad para establecer las tipos legales del impuesto. El tipo legislado varía entre estados; normalmente es 18% pero puede ser de 7, 12 ó 25% en función de las características del producto. (c) El dato de recaudación del IRPJ corresponde a 2007 según CEPAL. La baja productividad observada en la recaudación del tributo en América Latina en­ cuentra su justificación básicamente en tres aspectos: la evasión, las concesiones tributarias dadas por exenciones, deducciones, tipos diferenciales y otras reglamentaciones que permi­ 120 Darío Rossignolo ten la elusión, y el tratamiento en materia de deducciones personales y rentas no imponibles. Respecto al primero de los aspectos indicados, el grado de cumplimiento impositivo consti­ tuye un elemento indispensable para lograr una política tributaria redistributiva. Sin este importante pilar –baja morosidad y evasión– ninguno de los dos pilares anteriores puede sostenerse. En lo que concierne a la evasión en el Impuesto sobre la Renta, no existen estimaciones oficiales y, en consecuencia, también los mecanismos de control administrativo son más reducidos. En Jiménez et al. (2010) se presentan estimaciones sobre siete países (con una metodología de cálculo armonizada) en los que se observa que los coeficientes correspon­ dientes al IRPF arrojan guarismos inferiores a los correspondientes al IRPJ (con la excep­ ción de Guatemala), resultado que se explica por el alto contenido de retenciones en la fuente efectuadas a los ingresos de asalariados, quienes son los que aportan la mayor parte de la recaudación del gravamen, ya que gran parte de las otras fuentes de renta (dividendos, intereses, rentas de títulos públicos y rentas de capital) se encuentran exentas del tributo (cuadro 2). &XDGUR (YDVLyQJOREDOHQHO,PSXHVWRVREUHOD5HQWD Presión Tributaria Total a Argentina (2005) Chile (2003) El Salvador (2005) Ecuador (2005) Guatemala (2006) Perú (2006) México (2004) 27.2 18.8 14.2 14.9 12.1 16.7 10.3 Recaudación Recaudación Teórica Efectiva b c (en porcentajes del PBI) 11.3 5.7 8.1 4.3 7 3.8 8.6 3.1 8.7 3.1 11.9 6.1 7 4.1 Brecha d=b-c 5.6 3.8 3.1 5.5 5.5 5.8 2.9 Brecha / Presión Tributaria Total e=d/b f=d/a (en porcentajes) 49.7 20.6 47.4 20.4 45.3 22.2 63.8 36.8 63.7 45.8 48.5 34.7 41.6 28.5 Tasa de evasión Fuente: Jiménez, Gómez Sabaini y Podestá (2010). Nota: El enfoque adoptado para estimar la evasión en la tributa­ ción a la renta corresponde al método del potencial de ingresos teóricos que consiste en comparar este, empleando información de cuentas nacionales y de encuestas de hogares, con la recaudación efectiva. Un segundo aspecto a considerar al analizar la reducción en las bases imponibles del gravamen a los ingresos personales está dado por los gastos tributarios. Durante las décadas del 80 y del 90, las bases imponibles de los principales tributos en América Latina sufrieron un proceso de erosión a través del otorgamiento de exenciones impositivas y otros beneficios tributarios que eran justificados, por la necesidad de proveer incentivos para estimular el ahorro, promover la entrada de Inversión Extranjera Directa, estimular el desarrollo de los mercados financieros y bursátiles. Sin embargo, los resultados obtenidos muestran que estos sistemas, en el mejor de los casos, llevaron a cambiar la asignación regional o sectorial de la inversiones dentro de los propios países. En el cuadro 3 se aprecia que en 2007, el gasto tributario en el Impuesto sobre la Renta implicaba para Argentina una pérdida de recauda­ 121 El Impuesto sobre la Renta Personal y los altos ingresos en América Latina ción de alrededor de 0,5% del PIB, mientras que para Brasil el mismo significa el doble de la estimación argentina6. &XDGUR *DVWRVWULEXWDULRVHQ/DWLQRDPpULFDHQ(QSRUFHQWDMHGHO3,% País IVA Renta Seguridad social Específicos Comercio Exterior Otros Argentina 1.14 0.51 0.25 0.13 0.16 0.02 Brasil 0.36 0.99 0.81 0.00 0.10 0.03 Chile 0.74 4.14 - Colombia 1.92 1.60 - Guatemala 2.00 6.30 0.20 0.10 Mexico 1.94 3.13 0.31 Fuente: Villela L. Lemgruber, A. y Jorratt, M. (2009). Nota: estos conceptos fueron excluidos del cálculo de la recaudación potencial anteriormente citado en el análisis de evasión. En relación con el tercero de los aspectos mencionados, una comparación entre distintas áreas regionales indica que mientras que en el promedio de los países de América Latina el tributo se comienza a aplicar cuando se alcanza el nivel de 1,5 veces el nivel de PIB per cápita al tipo más bajo del 10%, en los países de Europa Occidental se tributa a partir de 0,30% del PIB per cápita, y en los EE.UU. a partir del 0,2% de ese indicador. Por ejemplo, en varios países, hogares con ingresos superiores al promedio están exentos del Impuesto sobre la Renta debido a los niveles de mínimo exento y deducciones persona­ les. En Stotsky y WoldeMariam (2002) se muestra que el nivel promedio del mínimo exento equivale a aproximadamente dos veces el ingreso per cápita de la región, lo que implica que la carga tributaria efectiva, sobre todo para los sectores de recursos más elevados, en relación a los de ingresos más reducidos, sea baja. Dado que en los países de la región una gran proporción de personas asalariadas recibe ingresos por debajo del nivel mínimo exento establecido por la legislación, el IRPF sólo al­ canza a un grupo minoritario de individuos que no supera, en el mejor de los casos, el 10% de la población económicamente activa. A ello se le suma un alto nivel de incumplimiento tributario y de elusión del pago de impuestos por parte de los trabajadores independientes o autónomos [Gómez Sabaini et al. (2011)]. Una de las justificaciones de la diferencia en el ingreso gravable para aplicar el tipo mínimo del impuesto en las distintas regiones se encuentra basada en la divergencia en los niveles del ingresos per cápita entre las distintas regiones indicadas y por la necesidad de dejar fuera del gravamen a un nivel de ingreso que considere valores de subsistencia familiar. 122 Darío Rossignolo &XDGUR ,QJUHVRJUDYDEOHFRPRSRUFHQWDMHGHO3,%SHUFiSLWD\WLSRVOHJDOHVHQSRUFHQWDMHV GHO,5HQ$PpULFD/DWLQD\RWUDVUHJLRQHV$xR Regiones América Latina (18 países) Caribe (17 países) América Latina y el Caribe (35 países) Este de Asia y Pacífico (32 países) Europa Central y Asia Central (31 países) Medio Oriente y Norte de Africa (21 países) Asia del Sur (8 países) Africa Subsahariana (47 países) Europa Occidental (20 países) EEUU y Canadá (2 países) Total general Ingreso gravable IRPF (a) Mínimo Máximo 1.37 8.00 1.26 7.32 1.33 7.76 1.09 23.22 0.71 6.45 1.00 5.49 2.03 26.21 2.11 12.93 0.32 3.22 0.52 5.06 1.26 11.19 IRPF (mínima) 11.38 15.79 13.25 8.42 12.93 7.24 4.81 10.34 14.42 12.50 10.86 Alícuotas (en %) IRPF (máxima) 28.52 26.86 27.81 27.03 18.30 20.38 22.50 34.02 37.60 32.00 27.77 IRPJ 27.58 29.35 28.30 25.76 15.70 24.55 29.64 31.55 22.94 34.50 25.67 Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de USAID Collecting Taxes 2011-12. Nota a) Corresponde a los niveles de ingreso a partir de los cuales comienzan a aplicarse los tipos mínimo y máximo del IRPF respectivamen­ te, como múltiplos del PIB per cápita. Sin embargo, resulta más difícil justificar el monto a partir del cual se comienza a aplicar el tipo marginal máximo ya que, mientras que en los países desarrollados el mismo se aplica a partir de 3 ó 4 veces el PIB per cápita, en los países latinoamericanos dicho tipo recién comienza a tener efecto a partir de 8 veces el ingreso per cápita. Por otra parte mientras que en los países desarrollados el promedio del tipo marginal máximo se eleva a casi 40%, en los países de la región el misma se torna proporcional al nivel del 27,1%7. 4. Las características del Impuesto sobre la Renta y los desbalances en su composición En la primera parte de este trabajo se hizo hincapié en una de las características de la imposición a la Renta en los países de Latinoamérica, que es la preponderancia del Impuesto sobre Personas Jurídicas en relación a la imposición sobre Personas Físicas, a la inversa de lo que ocurre en los países de la OECD. Existe sin embargo otra característica relevante que se destaca al considerar la estructura del impuesto: la mayor parte de la recaudación del IRPF proviene de trabajadores asalariados ingresadas a través de mecanismos de retención en la fuente. La elevada participación de los trabajadores asalariados en el total de la recaudación de la imposición a la renta personal tiene relación con bases imponibles estrechas, debido a la existencia de tratamientos preferenciales a las rentas de capital o colocaciones financieras, intereses de títulos públicos, beneficios de fondos de inversión, rentas de capital en bienes inmuebles y acciones, que implica ausencia de equidad horizontal. 123 El Impuesto sobre la Renta Personal y los altos ingresos en América Latina 100.0 90% 90.0 WŽƌĐĞŶƚĂũĞƐŽďƌĞĞůŝŶŐƌĞƐŽƚŽƚĂů 100% 70% 57.3 59.4 61.5 57.1 70.0 60.0 60% 80.0 50.0 50% 62.5 71.4 90.9 40.0 40% 66.7 30.0 30% 20% 33.3 80.0 80% 42.8 40.6 42.9 20.0 38.4 10% 10.0 20.0 0.0 0% Período1990Ͳ2011 Período1990Ͳ2000 Remuneracióndelosasalariados Gráfico 3. Período2001Ͳ2011 Otrasrentaspersonales Argentina (estimado 2005) 37.5 28.6 9.1 México (2007) ElSalvador Perú(2007) (2007) Otrasrentaspersonales Ecuador (2007) Guatemala (2007) Trabajoasalariado Distribución funcional del ingreso y estructura del IRPF en América Latina a. Remuneración de asalariados en porcentaje del ingreso total. b. Estructura del IRPF en porcentajes sobre el total recaudado. Fuente. a. CEPALSTAT. Notas: Argentina (año base 1993 hasta 2007; año base 2004 hasta 2011); Bolivia (Estado Plurinacional De) (año base 1990); Brasil (año base 2000); Chile (año base 1986 hasta 1995; año base 1996 hasta 2004; año base 2003 hasta 2008; año base 2008 hasta 2011); Colombia (año base 1975 hasta 1999; año base 2000 hasta 2011); Costa Rica (año base 1966); Dominicana (año base 1990); Ecuador (año base 2007); El Salvador (año base 1990); Honduras (año base 1978 hasta 1999; año base 2000 hasta 2011); Jamaica (año base 1986 hasta 1994; año base 1996 hasta 2000); México (año base 1993 hasta 2003; año base 2003 hasta 2011); Nicaragua (año base 2006); Panamá (año base 1982 hasta 1996; año base 1996 hasta 2011); Paraguay (año base 1994); Perú (año base 1994); Venezuela (República Bolivariana de) (año base 1984 hasta 1997; año base 1997 hasta 2011) b. Gómez Sa­ baini y Rossignolo (2013). Una de las razones subyacentes a este desbalance en relación con la imposición de la renta proveniente del salario y la renta del capital proviene del hecho de que no existe un único criterio en materia de imposición a la renta, sino que los países han ido conformando distintos esquemas que difieren entre sí, ya sea por los criterios utilizados en la determinación de la renta o por el esquema de tipos aplicado. Estos problemas han determinado que gran parte de la imposición sobre la renta personal recaiga sobre los salarios de los trabajadores en relación de dependencia, con un impacto recaudatorio limitado [Gómez Sabaini y Rossignolo (2014)]. La participación de la remuneración de asalariados en la región orilla el 40% del total del ingreso nacional para 1990-2012, siendo la informalidad un problema de gran relevancia8. La razón para este comportamiento estriba en el hecho de que en América Latina coe­ xisten países en los que el impuesto sobre la renta típico ha tenido un carácter «cedular», o «mixto», que supone gravar por separado los distintos tipos o cédulas de renta que percibe un mismo contribuyente (por trabajo asalariado, por intereses recibidos por depósitos, por dividendos obtenidos por acciones, entre otros). Por otro lado, existen los casos en los que la base imponible debe estar compuesta por el conjunto de rentas percibidas por la persona durante el período tributario, lo que se denomina el principio de la renta global. 124 Darío Rossignolo &XDGUR 0pWRGRVGHLPSRVLFLyQVREUHOD5HQWD Impuesto global o sintético: involucra la totalidad de las rentas a nivel del sujeto pasivo, sin importar el origen de la renta, excepto para facilitar la síntesis final mediante la utilización de categorías. Países que lo aplican: Bolivia, Colombia, Ecuador, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, República Dominicana. Argentina y Chile, si bien establecen en el impuesto cuatro y dos categorías, el tipo del impuesto involucra la totalidad de la renta Impuesto cedular o analítico: Se tienen tantos gravámenes como las fuentes que resultan abarcadas por las cédulas. Las principales características son: se estructuran con tipos proporcionales; los tipos proporcionales son distintos entre sí, y los resultados de cada cédula son independientes entre sí. Países que lo aplican: En forma pura no lo aplica ningún país del continente Sistemas mixtos: incluyen a los gravámenes que tienen las características del impuesto global y del cedular, sin que se los pueda categorizar plenamente en uno u otro tipo de gravamen. Países que lo aplican: Brasil: Cedular para rentas procedentes de actividades rurales; de actividades de capital resultante de transmisión de cualquier título de bien o derechos o cesiones, o promesas de cesiones de éstos; de utilidades sobre renta variable. Guatemala y El Salvador: Cedular con retención definitiva sobre intereses, dietas y rentas de capital. Perú: Cedular para rentas consideradas de tercera categoría: rentas de comercio, industria, etc. Fuente: González (1997) y García Herrera-Blanco et al. (2010) Adicionalmente, a lo largo de los años los países han incorporado en muchos casos re­ formas tendientes a mejorar la imposición a las sociedades (reformulación de los principios jurisdiccionales, ampliación del concepto de renta gravada, adopción de normas en materia de tributación internacional, especialmente en lo que hace a la aplicación de precios de trans­ ferencia), adecuándolo a estándares internacionales. Este proceso de reformas no se ha veri­ ficado sin embargo en el ámbito de la renta de las personas físicas, ya que en su tratamiento se han aplicado normas que excluyen a la consideración de los dividendos de acciones como parte de la renta global de las personas. Esta fragmentación de la renta personal también es observada en materia de los ingresos generados por las colocaciones de tipo financiero, cualquiera sean éstas, las que por distintas circunstancias han quedado libres de gravamen en una gran cantidad de países, o bien se encuentran sujetas a un tratamiento más beneficioso en razón de los tipos aplicados [Gómez Sabaini et al. (2011)]. En este amplio espectro de tratamiento de la imposición a la renta se encuentran en un extremo, por ejemplo, el caso de Chile, en donde los sujetos de la tributación deben ser, en último término, las personas físicas, por lo que los impuestos que pagan las personas jurídicas son sólo a cuenta de los impuestos personales. En Chile la base imponible debe estar com­ puesta por el conjunto de rentas percibidas por la persona durante el período tributario, lo que se denomina el principio de la renta global. El impuesto que se tributa es el denominado Im­ puesto Global Complementario (IGC), que es un impuesto progresivo cuyos tipos varían de 0% a 40% y debe ser declarado y pagado anualmente por todas las personas naturales resi­ dentes, y a él confluyen todas las rentas percibidas durante dicho período, tales como honora­ rios, retiros de empresas, dividendos, rentas de capital, etc. Cuando las rentas son obtenidas por personas extranjeras o no residentes, el IGC se reemplaza por el Impuesto Adicional (IA). La Ley de Impuesto a la Renta distingue entre las rentas del capital, de Primera Catego­ ría, y las rentas del trabajo, la Segunda Categoría. Las primeras son gravadas con el «Impues­ El Impuesto sobre la Renta Personal y los altos ingresos en América Latina 125 to de Primera Categoría» (IPCA), cuyo tipo es de un 17% y opera como un anticipo de los impuestos personales que deben pagar los accionistas, socios o dueños de las empresas, por los dividendos o retiros de utilidades. Una característica esencial del Impuesto sobre la Renta es la integración del IPCA, que grava las utilidades de las empresas, con el IGC o el IA, que afectan a las utilidades distribuidas, por la vía de permitir la utilización del primero como crédito contra estos últimos. La tributación que afecta a las rentas de los activos financieros que existen en el merca­ do es heterogénea, y depende del tipo de instrumento financiero que las genera, la persona que las percibe; y el monto de las mismas. Los intereses de depósitos a plazo y cuentas de ahorro por ejemplo, tributan sobre base percibida, mientras que las rentas en cuotas de fon­ dos mutuos y fondos de inversión lo hacen sobre base realizada9. Por otra parte, las rentas de capital en algunos activos y bajo determinadas circunstancias están exentas de impuestos o no están gravadas, como es el caso de las acciones con alta presencia bursátil. En Argentina, el Impuesto a las Ganancias distingue netamente entre las personas físicas y las sociedades de capital, como sujetos. Aunque algunas normas generales son de aplica­ ción a uno y otro caso, esta sección se refiere sólo a las personas físicas. Las personas físicas, incluidas las sucesiones indivisas, están gravadas por la totalidad de sus ingresos, originadas en cuatro categorías de fuentes: rentas del suelo, rentas de capitales, beneficios de empresas y remuneración del trabajo personal. Quienes residen en el país están obligados por la tota­ lidad de sus rentas obtenidas en el país o en el exterior, pudiendo computar como pago a cuenta del impuesto, las sumas abonadas en el exterior por gravámenes análogos. En el caso de los no residentes, las rentas originadas en bienes situados o actividades realizadas dentro de los límites del país, están también alcanzadas. Una de las razones que determina en Argentina la reducida participación relativa del IRPF estriba en el tratamiento diferenciado entre rentas del trabajo asalariado y rentas del capital. Esto tiene su origen en la gran amplitud de las exenciones que beneficia a las rentas de capital provenientes de colocaciones financieras, intereses de títulos públicos, tratamiento independiente de los dividendos, y numerosas exenciones como la exoneración de todas las rentas de capital que obtienen las personas físicas10. En particular, se destaca que los dividendos de acciones de sociedades constituidas en el país pueden estar sujetos a retención del 35%, si los resultados que se distribuyen no pagaron el 35% en cabeza de la sociedad. Las rentas de títulos públicos emitidos por el Estado Na­ cional, las provincias o los municipios, y las rentas de Obligaciones Negociables de Socie­ dades Argentinas constituidas en el país, considerando que existe oferta pública también están exentas si los perceptores son personas físicas. En el otro extremo se puede mencionar el caso de Guatemala, país en el que el impues­ to sobre la Renta (ISR) la unidad contribuyente es el negocio, se grava la renta territorial, el sistema es de carácter cedular o mixto, y las rentas del capital cuentan con un trato más fa­ vorable que las otras fuentes gravables. Existen dos regímenes para las personas jurídicas y 126 Darío Rossignolo naturales que realizan actividades empresariales: el régimen general y el optativo: en el pri­ mer régimen las empresas y las personas naturales aplican el 5% sobre los ingresos brutos; en el segundo las empresas y las personas naturales pueden optar por aplicar el 31% sobre su renta neta. Las rentas de capital tienen un tratamiento diferenciado en la ley, que define que los contribuyentes que aplican el régimen general sobre ingresos brutos deben pagar el 10% sobre las rentas de capital. Por su parte, aquellos que optaron por el tratamiento sobre la renta imponible deben pagar el 31%, no siendo posible compensar los resultados del ejercicio con las ganancias o pérdidas de capital. De manera similar que en el caso de Guatemala, en el mismo plano de tratamientos di­ ferenciados a las distintas rentas se encuentra El Salvador. El Impuesto sobre la Renta grava la obtención de rentas provenientes del trabajo, cualquiera sea su forma de pago, las origina­ das en la actividad empresarial de cualquier naturaleza, las rentas del capital y toda clase de productos, rentas, beneficios o utilidades, cualquiera que sea su origen. Entre las rentas no gravadas se encuentran las jubilaciones o pensiones, los intereses, premios y otras utilidades que provengan de los depósitos bancarios obtenidos por personas naturales, el valor del arrendamiento, las rentas de capital provenientes de la venta de bienes inmuebles, y las uti­ lidades o dividendos para el socio o accionista, incluyendo rentas de capital provenientes de la compraventa de acciones o cualquier otro beneficio que obtengan las personas naturales generados en este tipo de inversiones, entre otros conceptos11. Esta última exención está sujeta a la condición de que la sociedad que distribuye las mismas las haya declarado y haya pagado el impuesto correspondiente12. Dado que las rentas financieras no están alcanzadas por el tributo, ni los dividendos de acciones, el tributo pierde globalidad, limitándose en particular a gravar las rentas de trabajo, así como algunas otras rentas varias de menor sig­ nificación. Así, quedan alcanzados por el impuesto sólo los dividendos distribuidos por acti­ vidades exentas siempre que sus accionistas no hayan sido eximidos del impuesto, junto con los ingresos por intereses de personas jurídicas. Como se mencionará más adelante, el hecho de que los tipos marginales máximos del Impuesto sobre la Renta hayan convergido en torno al 27% en América Latina generó que el tratamiento a los dividendos de las sociedades haya sido modificado durante los últimos años como una consecuencia directa de la reducción de los tipos marginales máximos aplicados a los ingresos de las personas físicas. Como se pudo apreciar en los ejemplos anteriores, y puede comprobarse en los casos de Ecuador, México y Perú [ver CIAT (2013)], los dividen­ dos han quedado excluidos, en muchos países de la región, de la base imponible del impues­ to sobre la Renta personal con el fin de buscar la simetría con otros ingresos de capital como los intereses de colocaciones bancarias o de títulos de deuda. Por una parte, la mencionada tendencia al tratamiento diferenciado de este tipo de ingre­ sos ha significado un tratamiento cedular y proporcional a los ingresos provenientes de los dividendos accionarios, es decir, una desviación del concepto de renta global, lo que se rela­ ciona con un impuesto de carácter dual. Por la otra, Gómez Sabaini et al. (2010) concluyen El Impuesto sobre la Renta Personal y los altos ingresos en América Latina 127 que es lógico que la renta proveniente de la compra de acciones deba guardar una simetría con la proveniente de otras colocaciones financieras a fin de evitar arbitrajes entre las distin­ tas formas de colocación de los ahorros. Este argumento y las dificultades existentes para determinar la renta en presencia de fenómenos inflacionarios, han determinado que la mayo­ ría de los países analizados hayan excluido o dejado exentos del gravamen los ingresos provenientes de colocaciones financieras, por lo que el Impuesto sobre la Renta personal ha quedado casi exclusivamente limitado a gravar las rentas del trabajo personal. 5. El impacto distributivo del IRPF en América Latina La existencia de tipos marginales decrecientes, el hecho de que grave a los deciles de ingresos más elevados y la abundancia de tratamientos diferenciales en relación con deduc­ ciones y rentas no gravadas, conllevan a generar un impuesto cuyo impacto redistributivo es bajo y cuya recaudación está concentrada en los tramos de mayores ingresos. El cuadro 613 permite confirmar que, aún cuando en casi todos los países el IRPF es claramente progresivo en su diseño tributario, posee un efecto muy reducido sobre la distri­ bución del ingreso en virtud de su escasa participación dentro de las estructuras tributarias vigentes en la región14. Por ejemplo, en Ecuador las estimaciones muestran la existencia de un gravamen sobre los ingresos personales con una elevada progresividad, con un índice de Kakwani igual a 0,423 y donde el 20% de la población15 con más altos ingresos paga más del 90% del impuesto, pero muy bajo impacto redistributivo, situación que se repite para la mayoría de los países a excepción de Colombia, República Dominicana y Chile, en donde la reducción en el Gini post impuesto sobre la Renta de Personas Físicas reflejada en el índice de Reynolds Smolensky es superior a 0,02. El índice Cuasi Gini presenta el elevado grado de concentración de la recaudación del impuesto; a excepción del caso de Perú, en el resto de los países el impuesto es soportado, en más del 92%, por el 20% de ingresos más elevados. Esto se refleja en que en más del 50% de los países analizados, el 20% de ingresos más elevados concentra más del 95% del total de la recaudación del impuesto16. El efecto redistributivo del sistema impositivo está determinado por el peso relativo de cada tributo, medido a través del índice de Reynolds-Smolensky (RS)17. Puede demostrarse que, si el ingreso post acción del gobierno depende sólo de la política impositiva, las medidas de Reynolds Smolensky y de Kakwani están relacionadas de la siguiente forma, donde t denota el tipo impositivo medio o el tamaño del impuesto (presión tributaria). Esta descom­ posición permite separar el efecto distributivo total en dos partes: uno debido a cambios en la progresividad y otro a cambios en el tipo efectivo medio, pudiendo ambos efectos ser in­ terdependientes18 [Gasparini y Porto (1992)]. 128 Darío Rossignolo &XDGUR 5HVXOWDGRVGHHVWXGLRVVREUHLQFLGHQFLDGLVWULEXWLYDGHO,53)HQ$PpULFD/DWLQD INDICES País Colombia República Dominicana Chile Uruguay Argentina El Salvador Costa Rica Brasil Nicaragua Panamá Honduras Ecuador Venezuela Guatemala Perú Año 2004 2004 2006 2006 2008 2006 2004 2003 2001 2003 2005 2004 2004 2000 2004 Concentración Gini pre Cuasi Gini Gini post Reynolds Kakwani impuestos impuestos impuestos Smolensky 0.5370 0.5106 0.5791 0.4995 0.4838 0.5034 0.5770 0.6180 0.5963 0.6364 0.5697 0.4080 0.4230 0.5957 0.5350 0.8940 0.9057 0.9677 0.8630 0.9375 0.8281 0.9098 0.9243 0.9441 0.8803 0.9000 0.8310 0.8400 0.9115 0.5820 0.3570 0.3951 0.3886 0.3635 0.4536 0.3247 0.3328 0.3063 0.3478 0.2439 0.3303 0.4230 0.4170 0.3158 0.0470 0.4590 0.4759 0.5584 0.4875 0.4738 0.4947 0.5692 0.6113 0.5905 0.6312 0.5647 0.4040 0.4210 0.5946 0.5340 0.0780 0.0347 0.0207 0.0120 0.0100 0.0087 0.0078 0.0067 0.0058 0.0052 0.0050 0.0040 0.0020 0.0011 0.0010 40% 20% inferior superior 0% 0% 0% 0% 0% 1% 0% 1% 0% 2% 0% 0% 0% 2% 10% 99% 97% 99% 92% 98% 90% 96% 94% 94% 96% 95% 93% 100% 93% 64% 20% superior / 40% inferior 497.0 230.3 90.0 874.6 156.7 54.0 311.0 48.8 6.7 Fuentes: Barreix, Bès y Roca (2009); Barreix, Roca y Villela (2006); Gómez Sabaini, Harriague y Rossignolo (2013); Rezende y Afonso (2011); Roca (2010); y Jorratt (2010). Nota: Los países fueron ordenados según el índice Reynolds-Smolensky; un valor positivo indica un efecto igualador sobre la distribución del ingreso. La reducida participación del Impuesto sobre la Renta personal, y el hecho de que esté gravando en mayor medida los ingresos provenientes del salario y en menor medida los in­ gresos del capital constituyen elementos centrales a la hora de evaluar el escaso aporte que este tributo tiene a los efectos de lograr una mejora en la distribución del ingreso. Esto se debe a que los sectores que están siendo menos alcanzados por el impuesto son los indivi­ duos que están concentrados en los tramos de ingresos más elevados dado que estos tramos están compuestos en mayor medida por individuos cuyos ingresos provienen, en mayor proporción, del capital. El efecto distributivo del IRPF en América Latina ha estado determinado en una propor­ ción mayor por el peso relativo de la recaudación, la cual, si bien es aún muy inferior a la de los países de la OECD, ha evidenciado un crecimiento, de acuerdo a lo expuesto en la pri­ mera parte del trabajo, y en una medida menor, al aumento de la progresividad del impuesto, debido a la escasa movilidad de los tipos marginales y las bases imponibles. Sobre este tema se hará referencia más adelante. 6. El análisis de los factores subyacentes al incremento de la recaudación El sector público puede incrementar la recaudación impositiva con políticas discrecio­ nales activas (incrementos de tipos o ampliación de bases imponibles), o pasivas. En relación con estas últimas, la recaudación del IRPF puede aumentar de dos maneras; la primera co­ rresponde al incremento de la base imponible: si los niveles de mínimos exentos y tipos no varían, un aumento del ingreso gravado incrementa la recaudación impositiva. La otra ma­ 129 El Impuesto sobre la Renta Personal y los altos ingresos en América Latina nera es a través de un aumento en la concentración del ingreso, con un incremento en la participación en el ingreso de los sectores alcanzados por el gravamen. El objetivo de esta sección apunta a analizar una de las causas del incremento observado en la recaudación del Impuesto sobre la Renta en América Latina. El propósito es determinar si las razones para el incremento de la recaudación estriban en políticas tributarias que hayan apuntado a reducir los problemas existentes, o si parecen más relacionados con un ajuste pasivo de los gobiernos ante incrementos generales en los niveles de base imponible. Las cuestiones a considerar a lo largo de este apartado se presentan a continuación: 1) Impacto del crecimiento económico y de la desigualdad en la distribución del ingreso. 2) Cambios en los tipos marginales y niveles de mínimos exentos y deducciones. 6.1. El crecimiento del ingreso per cápita, la desigualdad y la recaudación del IRPF y=Ͳ0.1499+0.000331x R2=0.8029 3UHVLRQWULEXWDULD,53) 3UHVLRQWULEXWDULD,53) y=Ͳ0.2928+0.000359x R2=0.7947 En el gráfico 4 puede apreciarse la correlación entre la recaudación del impuesto y el ingreso per cápita, tanto para el período 1990-2001 como para 2002-2012, la cual resulta elevada para ambos subperíodos (las correlaciones son de 0,891 y 0,896 respectivamente). Esto constituye un indicio importante para relacionar el incremento recaudatorio con las políticas pasivas. Cabe consignar que el ingreso per cápita promedio para América Latina se incrementó alrededor de un 24,5% entre ambos períodos. ,QJUHVRSHUFiSLWDSURPHGLR &, 3UHVLyQWULEXWDULD,53) Gráfico 4. )LWWHGYDOXHV ,QJUHVRSHUFiSLWDSURPHGLR &, 3UHVLyQWULEXWDULD,53) )LWWHGYDOXHV Relación entre la presión tributaria del IRPF y el ingreso per cápita en dólares constantes a. 1990-2001 b. 2002-2012 Fuente. Elaboración propia con base en CEPALSTAT. En el gráfico 5 se aprecia la relación entre los valores del índice de Gini, de desigualdad del ingreso per cápita familiar de mercado19 y la presión tributaria del IRPF. Tanto los valores del Gini como los cocientes de recaudación impositiva a PIB se presentan en términos de prome­ dios simples para todos los países de América Latina. Allí pueden dos comportamientos dife­ renciados: por un lado, para el período 1990-2001 se aprecia un aumento de la recaudación y 130 Darío Rossignolo y=5.045Ͳ7.5555x R2=0.8135 3UHVLRQWULEXWDULD,53) 3UHVLRQWULEXWDULD,53) y=Ͳ2.8855+7.2535x R2=0.6562 un crecimiento de la desigualdad; a partir del año 2001, se aprecia un crecimiento de la recau­ dación con una notable caída en la desigualdad de ingresos antes de la acción de la política pública (las correlaciones son de 0,810 y –0,902 respectivamente). *LQLSURPHGLR &, 3UHVLyQWULEXWDULD,53) Gráfico 5. )LWWHGYDOXHV *LQLSURPHGLR &, 3UHVLyQWULEXWDULD,53) )LWWHGYDOXHV Relación entre la recaudación del IRPF en porcentaje del PIB y el índice de Gini a. 1990-2001 b. 2002-2012 Fuente. Elaboración propia con base en CEPALSTAT, IDLA y SEDLAC. La mayor desigualdad en la distribución implica que mayor cantidad de individuos están concentrados en los tramos superiores de ingreso; dado que la recaudación del Impuesto so­ bre la Renta se concentra en los tramos de ingreso superiores, es razonable esperar una rela­ ción positiva entre ambas variables, lo que puede verificarse en el primer tramo20. No existen muchos estudios que hayan encontrado una relación significativa y negativa entre la desigualdad de la distribución del ingreso y la recaudación tributaria (si bien en este caso sólo se presenta la correlación entre ambas variables). Bird et al. (2004) señalan que si una distribución de la carga impositiva percibida como «injusta» es asumida como causa de la desigualdad en la distribución del ingreso, el resultado puede llevar a reducir la confianza en las instituciones y consecuentemente reducir el nivel del cumplimiento tributario median­ te mayor evasión y elusión. Distribuciones muy desiguales del ingreso pueden llevar a bajos niveles de solidaridad de las élites (altos ingresos) hacia los de ingresos bajos, y consecuen­ temente llevar a un menor financiamiento de bienes públicos. En América Latina, en el pe­ ríodo 2002-2012 se verifica el efecto contrario, menor desigualdad está relacionada con mayor esfuerzo tributario (medido por el ratio recaudación tributaria IRPF a PIB)21. Sobre este argumento se hará hincapié más adelante, para analizar si efectivamente los más ricos están tributando en mayor proporción. 6.2. El comportamiento de los tipos legales y niveles de mínimos no gravados Durante las últimas dos décadas, los países de América Latina evidenciaron un proceso de paulatina reducción en los niveles de los tipos del IRPF que los ubicaron, en algunos casos, por debajo de los niveles internacionales. Se advierte un incremento en los tipos mar­ 131 El Impuesto sobre la Renta Personal y los altos ingresos en América Latina ginales mínimos, lo que afecta a los tramos que concentran la mayor recaudación, y un descenso (seguido de una moderada recuperación) de los tipos marginales máximos, lo que impacta en el grado de progresividad del impuesto. En relación con los tipos marginales máximos, partiendo de tipos promedio sin ponderar para todos los países de América Latina analizados, de 31,3% para las personas físicas a prin­ cipios de la década de 1990 (caída explicada principalmente por las disminuciones evidencia­ das en varios países de América Central, como Panamá o Guatemala), los promedios regiona­ les fueron descendiendo hasta ubicarse en niveles de tipos superiores a los 27,5 puntos. Por el contrario, los tipos marginales mínimos evidenciaron un ligero incremento, al pasar de un tipo promedio de 7,6% en la década de 1990 a un 8,1% durante mediados de la década de 2000 para luego crecer alrededor de un punto porcentual en la segunda mitad de la década para toda la región (gráfico 6). Pese a lo anterior, los niveles de tipos continúan resultando inferiores a los de la OECD. En el gráfico 6 se muestra también la evolución de los niveles de ingreso gravable mínimos y máximos, expresados en múltiplos del ingreso per cápita. A lo largo del período analizado, pueden apreciarse, en relación con el ingreso gravable mínimo, un incremento de más del 50% entre 1991 y 2001, para luego experimentar una caída del 37% hasta 2011. En relación con el ingreso gravable máximo22, se advierte una marcada disminución entre 1991 y 2011. 42.5 42.5 41.1 41.9 42.0 42.2 42.0 41.4 40.7 40.0 80.0 39.8 40.2 38.2 38.9 38.2 37.4 35.0 36.7 36.2 36.1 35.9 35.2 35.0 35.3 34.7 Tasas marginales en porcentajes 31.3 31.3 31.3 31.3 31.3 31.3 31.3 29.4 30.0 26.5 27.6 27.7 27.7 27.5 25.8 25.8 25.0 25.6 25.2 25.4 25.9 25.6 24.9 24.6 25.3 20.0 15.0 10.0 11.1 10.8 11.1 10.4 11.1 11.1 10.9 10.5 10.8 10.8 10.7 10.5 10.4 10.4 10.7 10.6 10.5 10.3 10.4 10.3 10.0 10.6 10.5 5.0 6.9 6.9 6.9 6.9 6.9 6.9 6.9 7.7 9.3 8.8 8.8 8.1 8.1 8.1 8.1 8.1 8.1 9.1 9.1 9.9 9.5 9.5 10.8 75.0 70.0 En múltiplos d el PBI per cápita 45.0 60.0 50.0 40.0 30.0 26.0 23.5 20.0 10.0 1.6 2.3 2.6 20.3 20.4 22.3 2.2 2.5 2.4 12.7 10.8 10.9 10.0 8.5 2.0 2.0 1.8 1.5 1.7 0.0 0.0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 Tasa marginal máxima Promedio AL Tasa marginal máxima OECD promedio sin Mexico, Chile Gráfico 6. Tasa marginal mínima Promedio AL Tasa marginal mínima OECD promedio sin Mexico, Chile 4.8 0.9 1991 1997 1998 1999 2000 2001 2007 2008 2009 2010 2011 2012 América Latina ­ Ingreso gravable mínimo IRPF América Latina ­ Ingreso gravable máximo IRPF La evolución de los tipos marginales del IRPF y niveles de ingreso gravable mínimos y máximos en América Latina y OECD a. Tipos mínimo y máximo en AL y OECD b. Ingreso gravable AL Fuente. Elaboración propia con base en CIAT, CEPALSTAT, OECD Tax Database, Stotsky y WoldeMariam (2002) y USAID Taxes Database. Nota: en el gráfico 6b se presentan sólo los valores de los períodos para los que se cuenta con información. 132 Darío Rossignolo En el gráfico 7 se presenta la relación entre la recaudación y los tipos mínimos, y la rela­ ción entre los ingresos fiscales y los tipos marginales más altos, en el gráfico 8, para ambos subperíodos analizados. Allí puede verse una relación positiva entre los tipos mínimos23 y la presión tributaria del IRPF (coeficiente de correlación de 0,596 para el período 1990-2001 –significativo al 5%–, y de 0,955 para 2002-2012), y una relación negativa entre los tipos máximos y la presión tributaria del IRPF para 1990-2001 (correlación de -0,871), lo que se revierte en 2002-2012 (correlación de 0,807). y=Ͳ0.3567+17.8130x R2=0.9138 3UHVLRQWULEXWDULD,53) 3UHVLRQWULEXWDULD,53) y=0.5030+5.1651x R2=0.3556 7LSRPDUJLQDOPtQLPR &, 3UHVLyQWULEXWDULD,53) Gráfico 7. 7LSRPDUJLQDOPtQLPR &, 3UHVLyQWULEXWDULD,53) )LWWHGYDOXHV )LWWHGYDOXHV Relación entre la presión tributaria del IRPF y los tipos marginales mínimos a. 1990-2001 b. 2002-2012 Fuente. Elaboración propia con base en CIAT y CEPALSTAT. y=1.7578Ͳ2.9214x R2=0.7587 y=Ͳ1.9264+12.0634x R2=0.6521 3UHVLRQWULEXWDULD,53) 3UHVLRQWULEXWDULD,53) 7LSRPDUJLQDOPi[LPR &, 3UHVLyQWULEXWDULD,53) Gráfico 8. )LWWHGYDOXHV 7LSRPDUJLQDOPi[LPR &, 3UHVLyQWULEXWDULD,53) )LWWHGYDOXHV Relación entre la presión tributaria del IRPF y los tipos marginales máximos a. 1990-2001 b. 2002-2012 Fuente. Elaboración propia con base en CIAT y CEPALSTAT. Los valores de los ingresos gravables mínimo y máximo están expresados en múltiplos del ingreso per cápita. En consecuencia, si el ingreso per cápita promedio para América La­ tina se incrementó alrededor de un 24,5% entre ambos decenios, la disminución en los nive­ les de ingreso gravable están explicados fundamentalmente por una adaptación pasiva de las El Impuesto sobre la Renta Personal y los altos ingresos en América Latina 133 autoridades fiscales de los países de América Latina, dado que los niveles absolutos estarían creciendo menos que el propio ingreso (denominador de la expresión). Si existen incrementos en los niveles de ingreso per cápita y en los niveles de precios, se generan «deslizamientos tributarios» (bajo la hipótesis de no ajuste inmediato de límites de tramos); con mínimos no gravados cuya evolución es menor que la del ingreso per cápita, los contribuyentes «escalan» en los tramos de ingreso sujetos a tipos marginales crecientes, lo que conlleva un incremento recaudatorio como el verificado. Por otra parte, la caída en los valores de ingresos gravables máximos dan cuenta de un fenómeno similar, de adaptación «pasiva» de la política fiscal; los «deslizamientos»24 deter­ minan incrementos en los recursos fiscales, lo que estaría indicando que los contribuyentes de los tramos más elevados enfrentan un tipo efectivo decreciente, con lo que el impuesto no sólo pierde recaudación, sino también progresividad. Sin embargo, el hecho de que los ingresos medios se incrementen, con escalas y míni­ mos constantes, genera deslizamientos tributarios y acumulación de contribuyentes en las escalas de tipos marginales más elevados. Como este tramo tiene una dispersión de ingresos significativa, el IRPF pierde una característica esencial, que es su progresividad. Niveles de ingresos más elevados, gravados al tipo marginal más elevado, tributan la misma proporción de su ingreso que otros sectores, que aunque también están alcanzados por el tipo marginal máximo, concentran un nivel de ingreso que es varias veces inferior al de los primeros. 7. La evolución de los ingresos altos con datos de declaraciones juradas de impuestos En la sección 5 fueron presentados los resultados del análisis del impacto distributivo del IRPF, basados en información proveniente de encuestas de hogares. Una característi­ ca típica de las encuestas de hogares es el hecho de que ésta no registra los «verdaderos» ingresos de la población. Este fenómeno puede dividirse en tres partes: la falta de res­ puesta, parcial o total, a la encuesta; la subdeclaración de ingresos, y la subcaptación de perceptores. En el primero de los casos, para corregir por falta de respuesta es usual hacerlo median­ te procedimientos de imputación de ingresos no declarados, estableciendo simulaciones de ingresos a partir de determinadas características de los hogares25. En cuanto al segundo, lo imprescindible del ajuste se hace visible cuando, comparando los niveles de Cuentas Nacionales con los totales de las encuestas, se verifica que la subde­ claración es muy diferente según la fuente de ingreso de los perceptores. Es una práctica habitual considerar que las encuestas captan relativamente bien los ingresos por jubilación o trabajo asalariado, pero fallan en registrar adecuadamente los ingresos del capital. Como la participación de las categorías de ingresos (asalariados, jubilados, patrones, cuentapropistas, 134 Darío Rossignolo rentistas) es diferente en cada decil26, el hecho de no incluir un ajuste implicaría que los ingresos de estas personas tenderían a estar más subvaluados que el resto27. Para llevar a cabo este ajuste, el procedimiento habitual es efectuar una corrección por subdeclaración a partir de la información de Cuentas Nacionales, proyectando la estructura del Ingreso Disponible (cuenta del Ingreso Nacional) por factores (asalariados, cuentapropis­ tas, empleadores, capitalistas, jubilados y otros) a los datos de las encuestas28. Adicional­ mente a lo anterior, debe considerarse el hecho de que la distribución funcional del ingreso (es decir, los ingresos por fuente) varía según el tramo de ingreso. El tercer caso corresponde a la subcaptación de perceptores. Las encuestas no captan a los individuos con más altos niveles de ingresos. Este problema es verificable aún después de corregir por subdeclaración de ingresos; a partir de las comparaciones entre los ingresos gravados que surgen de los datos de las declaraciones juradas del impuesto sobre la Renta, y las simulaciones de ingresos gravados a partir de aplicar el ajuste por subdeclaración ante­ riormente mencionado, se advierte que surgen grandes diferencias29. Con el objetivo de analizar en qué medida los contribuyentes de altos ingresos están aportando a la recaudación del IRPF, e involucrar en la medición de desigualdad de ingresos a los sectores más afluentes, ha existido, de un tiempo a esta parte, un marcado esfuerzo en revitalizar los estudios que utilizan información de las declaraciones juradas del IRPF30. Los mismos se han revitalizado a partir de la sucesión de estudios que han avanzado en la construcción de las participaciones de los ingresos más elevados a lo largo de gran parte del siglo veinte y los inicios del siglo xxi en más de veinte países (Atkinson, Piketty y Sáez (2011)), para concluir en el trabajo de Piketty (2014). sobre el desarrollo del sistema capita­ lista. La información permite discriminar el ingreso según su fuente, lo que habilita para analizar los cambios en la composición (asalariados, renta del capital, cuenta propia, emplea­ dores, etc.) de los tramos más elevados. Los individuos de ingresos muy altos son un grupo numéricamente muy reducido como porcentaje de la población, pero su participación en el ingreso nacional es significativa (esto se hace más marcado en los países con alta desigualdad de ingresos). En Estados Unidos, de acuerdo con Atkinson et al. (2011), si bien el top 1% de ingresos concentra una proporción muy reducida de la población, captura un 23,5% del total del ingreso (datos a 2007). En con­ secuencia, su inclusión determina una parte importante de los cambios en la desigualdad31. Atkinson et al. (2011) y Alvaredo (2011) corrigen el índice de Gini convencional para tomar en cuenta la proporción de los individuos con ingresos más altos. Si el parámetro S se define como la participación en el ingreso de los individuos con más altos ingresos y G* como el Gini del resto inferior de la población, el Gini corregido es igual a G*(1- S) + S. El Gini corregido es superior al coeficiente estándar cuando la concentración del ingreso en los niveles más altos es elevada. De acuerdo con Atkinson et al. (2011), un incremento en la El Impuesto sobre la Renta Personal y los altos ingresos en América Latina 135 participación del top 1% del 14%, como la que ocurrió en Estados Unidos entre 1976 y 2006, generó un incremento en el Gini del 8,4%, superior al 7,2% de la medición oficial. Los antecedentes de la literatura para el caso de los países de América Latina, si bien con varias diferencias y observaciones metodológicas32, se encuentran en las contribuciones de Alvaredo (2011), quien realiza estimaciones para el caso de Argentina utilizando datos agregados de declaraciones juradas del IRPF tabuladas por tramos de ingresos declarados, los que fueron ajustados utilizando el método de interpolación de Pareto (Atkinson et al. (2011)). Los estudios realizados empleando los microdatos de las declaraciones juradas del IRPF se resumen en el trabajo de Burdín et al. (2014) para el caso de Uruguay, mientras que Alvaredo y Londoño (2013), en el caso de Colombia, y López et al. (2013), también para Chile, emplean en forma combinada ambas fuentes de información. Teniendo en cuenta estas salvedades, en Argentina, la serie construida a partir de la in­ formación disponible por tramos de ingreso, presenta resultados del período 1997-200433. La participación del 1% de ingresos más elevados en el período analizado se incrementó en un 35%, al pasar del 12,4% del ingreso a un 16,8% (Alvaredo (2011)). Para Colombia, consi­ derando el período 1993-2010 a partir de los microdatos de las declaraciones juradas del impuesto sobre la Renta; el top 1% de la distribución concentró el 20,5% del ingreso bruto en 2010. Entre 1993 y 2010 la participación del 1% de ingresos más elevados se mantuvo prácticamente constante entre extremos; sin embargo, la misma ha experimentado fluctua­ ciones de relevancia a lo largo del período bajo análisis al mostrar una caída en el share al 17,3% en 2000 y 2001. En el caso de Chile, a partir de los datos que surgen de las declaraciones juradas del im­ puesto sobre la Renta34, los resultados del estudio muestran que entre 2005 y 2010 la partici­ pación del 1% de ingresos más elevados cayó en un 8%, al pasar del 21,6% del ingreso a un 19,9%; la participación del 0,1%, entretanto, disminuyó del 6,6% en 2005 al 6%, en 2010. En Uruguay para el período 2009-2011, a partir de los microdatos de las declaraciones juradas del IRPF, el top 1% de la distribución concentró el 12,6% del ingreso en 2011; su participación creció desde el 12,2% de 2009. La participación del 0,1% creció entre 2009 y 2011 un 13,3%. En el caso de Argentina, el índice de Gini del ingreso por adulto equivalente35 según las encuestas creció un 2,9% entre 1997 y 2004 (de 0,461 a 0,474); si se incluye al 1% más rico, el incremento en la desigualdad sería del 6,5% (de 0,528 a 0,562)36. Mientras las encuestas de hogares muestran que la desigualdad medida a través el índice de Gini del ingreso monetario individual en Colombia se redujo más de un 6%37 (de 0,59 en 2007 a 0,55 en 2010), al incorporar el top 1% no sólo los niveles de desigualdad son mayo­ res, sino que además las referidas disminuciones en el índice de Gini son menos marcadas. El índice de Gini basado en encuestas era en 2007 de 0,59, siendo en 2010 de 0,554. Corri­ giendo por la información de las declaraciones juradas, el Gini en 2007 era de 0,612, redu­ ciéndose a 0,587 en 2010 [Alvaredo y Londoño (2013)]. 136 Darío Rossignolo En Chile el coeficiente de Gini para la desigualdad de la distribución del ingreso para el período 2004-2010 calculado con los datos de la encuesta CASEN resulta ser, para este úl­ timo año de 0,55, mientras que las estimaciones muestran que su valor fue de 0,57, si se utilizan datos de declaraciones juradas sin corregir, lo que indica que la desigualdad existen­ te en Chile resulta ser significativamente mayor a la reportada oficialmente38. En Uruguay, mientras las encuestas de hogares (ECH) muestran que la desigualdad medida a través el índice de Gini se redujo más de un 6% (de 0,511 en 2009 a 0,480 en 2011), la incorporación del top 1% corrigiendo los datos de la encuesta muestra que la desigualdad no sólo es mayor, sino que la disminución en el índice de Gini es de menor magnitud. Co­ rrigiendo por la información de las declaraciones juradas, el Gini en 2009 era de 0,532, y disminuye en 2011 a 0,51239 (gráfico 9). 0.480 0.547 0.468 0.564 0.501 0.483 0.512 0.507 0.564 0.474 0.50 0.40 0.30 10.0 12.4 12.6 13.5 16.9 15.5 0.70 0.5730.575 20.0 15.0 14.3 25.0 0.613 0.60 0.20 12.9 5.0 0.554 15.0 0.30 10.0 0.20 5.0 0.10 0.00 1997 1998 Participación del 1% más rico 1999 2000 2001 Gini según encuestas 2002 2003 0.0 20.5 20.5 20.8 21.3 20.9 19.8 18.1 17.3 17.3 18.0 19.9 17.8 18.8 19.9 20.5 20.3 20.2 20.5 0.00 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Participación del 1% más rico Gini según encuestas Gini corregido con el 1% más rico de declaraciones juradas 2004 Gini corregido por el 1% más rico de declaraciones juradas a. Argentina b. 0.570 0.580 0.590 0.580 0.570 0.550 0.550 0.550 0.550 0.550 0.60 20.0 15.0 0.50 0.40 0.30 10.0 0.70 0.60 0.20 5.0 0.532 0.524 0.512 0.50 0.511 Participación del 1% más rico Participación del 1% más rico 20.0 0.580 Indice de Gini 0.590 Colombia 25.0 0.70 25.0 0.497 15.0 0.480 0.40 0.30 10.0 0.20 5.0 0.10 0.10 0.0 21.6 21.3 20.1 2005 2006 2007 Participación del 1% más rico Gini según encuestas c. 22.3 21.4 19.9 0.00 2008 2009 2010 Gini corregido por el 1% más rico de declaraciones juradas Chile 0.50 0.40 0.10 0.0 0.60 0.590 0.540 0.544 16.8 0.587 Indice de Gini Participación del 1% más rico 0.461 0.553 0.592 Participación del 1% más rico 0.535 0.574 Indice de Gini 20.0 0.70 0.596 Indice de Gini 25.0 0.0 12.3 2009 Participación del 1% más rico 12.6 12.6 0.00 2010 2011 Gini según encuestas Gini corregido por el 1% más rico de declaraciones juradas d. Uruguay Gráfico 9. Evolución del coeficiente de Gini de las encuestas de hogares y ajustado con datos de participación en el ingreso total del 1% de ingresos más elevados Fuente. Elaboración propia con base en Alvaredo (2011), Alvaredo y Londoño (2013), López, R., Figueroa, E. y Gutiérrez, P. (2013) y Burdin, Esponda y Vigorito (2014). 137 El Impuesto sobre la Renta Personal y los altos ingresos en América Latina En el gráfico 11, se analiza la composición de los ingresos del top 1%. Para el período 2001-2004 en Argentina puede advertirse una caída en la participación de los ingresos sala­ riales en el 1% más rico, al pasar del 49,2% que esta fuente concentraba en 2001 al 30,3% en 2004. Esta caída de la participación de los salarios está compensada con un crecimiento de las rentas empresariales o por cuenta propia, la cual incrementa su participación desde el 34,7% al 45% en 2004. Estas rentas están sin embargo sujetas a la estrechez de la base impo­ nible en función del alcance de las normativas sobre cuáles son las rentas gravadas40. Los individuos de ingresos elevados en Colombia son esencialmente rentistas y propie­ tarios de capital. Para el período 2006-2010, se aprecia una constancia en la participación de los ingresos del capital en alrededor del 42,2% en el caso del top 1%. La participación de los ingresos salariales cae del 29,7% al 28,6%, y aumenta ligeramente el share de los ingresos empresariales y cuenta propia al 18,4% (Alvaredo y Londoño (2013)). Friedman y Hofman (2013) para Chile calculan una descomposición de las participacio­ nes del top 1% de los individuos más acaudalados en el ingreso de Chile entre renta laboral y no laboral para años seleccionados a lo largo del período 1990-2012. Los autores comparan las proporciones de ingresos contenidas en dos encuestas, la CASEN y la encuesta ESI (En­ cuesta Suplementaria de Ingresos), que releva de forma más acabada los ingresos elevados. La participación de los ingresos salariales promedia el 90% entre 1990 y 2003, para luego decrecer al 82,2% en 2006, 86,2% en 2009 y 83% en 201241. Composiciónporcentualdelosingresos 100% 90% 80% 70% 37.7 30.3 33.6 49.2 60% 50% 36.7 40% 30% 34.7 20% 10% 0% 45.0 41.4 10.0 6.2 2001 Rentas 19.7 19.0 19.6 5.9 5.3 5.7 2002 2003 2004 Capital Empresariales a. Argentina Salarios Composiciónporcentualdelosingresos Los individuos de ingresos elevados en Uruguay son en una mayor proporción, asalaria­ dos. Para el período 2009-2011, se aprecia una constancia en la participación de los ingresos del trabajo ligeramente superior al 78% en el caso del top 1%. La participación de los ingre­ sos jubilatorios es superior al 18%, mientras que la del capital es inferior al 3%. 100% 90% 3.1 5.0 2.7 3.0 5.8 3.1 2.1 5.6 3.5 2.5 5.1 3.7 2.9 5.5 3.5 42.2 42.4 42.3 40.8 41.2 17.3 18.1 18.1 18.6 18.4 29.7 27.7 28.3 29.3 28.6 2006 Salarios Intereses 2007 2008 Cuentapropia Empresariales 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% b. Colombia 2009 2010 Rentasdelcapital Irregulares 138 Composiciónporcentualdelosingresos 100% 7.1 7.2 90% 10.1 9.2 9.3 8.4 17.8 13.8 17.0 80% 70% 60% 50% 92.9 92.8 40% 89.9 90.8 90.7 91.6 82.2 86.2 83.0 30% 20% 10% Composiciónporcentualdelosingresos Darío Rossignolo 100% 2.6 2.7 2.6 90% 18.7 18.9 18.5 78.7 78.4 78.9 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% 0% 1990 1992 1994 1998 2000 2003 Salarios Rentanosalarial c. Chile 2006 2009 2012 2009 Salarios d. 2010 Jubilaciones 2011 Capital Uruguay Gráfico 10. Composición del 1% de ingresos más elevados Fuente. Elaboración propia con base en Alvaredo (2011), Alvaredo y Londoño (2013), Friedman y Hofman (2013) y Burdin, Esponda y Vigorito (2014). Nota: Cabe aclarar que los resultados provienen de fuentes estadísticas dife­ rentes, por lo cual su comparación debe tomarse con cuidado. La literatura que ha analizado la evolución de la distribución del ingreso, focalizando su enfoque en el estudio de la participación de los tramos de ingresos más elevados, ha procura­ do relacionar las concentraciones de ingresos con los tipos marginales máximos para los países desarrollados con el propósito de analizar en qué medida estos contribuyentes están aportando a la recaudación del IRPF. Alvaredo et al. (2013) señalan que a lo largo del siglo veinte los tipos marginales más altos del IRPF han seguido un patrón de U invertida. Estos autores correlacionan los cambios en los tipos marginales más altos del IRPF desde 1960 con los cambios en las participaciones del 1% de ingresos más elevados para 18 países de altos ingresos. Se puede apreciar una elevada correlación (elasticidad de 0,47) entre las reduccio­ nes en los tipos marginales más altos y la concentración de top 1% de ingresos pre acción fiscal, a la inversa de lo que ocurre en países en los que no ha existido reducción de tipos, en los que no se advierten incrementos en el ingreso que concentra el 1% más rico. Esto implica que los contribuyentes de ingresos más altos están tributando proporcionalmente menos, dado que soportan un tipo efectivo menor. Si bien los estudios comprenden una cantidad de períodos menor a la de los países avan­ zados, a partir de los trabajos descriptos puede establecerse que, para Argentina, entre 1997 y 2004 la participación del 1% más rico creció un 35,2%, mientras que el tipo marginal máximo se mantuvo constante en el 35%. Para Colombia, entre 2000 y 2010 el share del 1% más afluente se incrementó en un 18,1%, mientras que el tipo marginal más alto cayó un 6% (35% a 33%). En Chile, la participación del 1% más afluente en el cálculo ajustado cayó un 0,6%; el tipo marginal más alto se mantuvo constante en el 40% entre 2005 y 2010. Para Uruguay, entre 2009 y 2011 el tipo del IRPF permaneció constante en el 25% y la proporción del 1% de ingresos más elevados creció un 2,4%. Estos resultados son consistentes con las aseveraciones de los párrafos anteriores en relación con el comportamiento del IRPF en América Latina, en donde, si bien se aprecia un El Impuesto sobre la Renta Personal y los altos ingresos en América Latina 139 incremento en la recaudación, la caída en los tipos marginales máximos y los niveles de in­ greso gravable más elevados hacen que el impuesto pierda progresividad, y que los indivi­ duos de altos ingresos estén tributando proporcionalmente en menor medida42. 8. Los cambios normativos más recientes que tienden al fortalecimiento parcial del IRPF Pese a las limitaciones referidas en los párrafos anteriores, en los últimos años se han verificado algunas reformas al Impuesto sobre la Renta en América Latina y el Caribe, las que han sido más numerosas en los últimos años (2007-2012) que en períodos anteriores, aunque han diferido en cuanto a su cobertura y profundidad. Las reformas pueden sintetizar­ se de la siguiente manera43. En varios países (como Chile, el Ecuador, El Salvador, Bolivia, Honduras, México, Perú y Uruguay) hubo una tendencia a aumentar los tipos (de empresas o personas físicas), o a establecer tipos adicionales correspondientes al Impuesto sobre la Renta. Por el contrario, en otros países los tipos se redujeron, aunque con una clara con el fin de compensar las referidas disminuciones se tendió a ampliar la base imponible (los casos de Guatemala, Jamaica, Ni­ caragua, Panamá y la República Dominicana). La mayoría de las reformas, sin embargo, y tanto en Centroamérica como en América del Sur, procuraron ampliar la base imponible del Impuesto sobre la Renta. Se ha extendido la tributación al conjunto de ingresos del trabajo y de las rentas de capital, incluida la aplicación de impuestos a dividendos (Colombia, El Sal­ vador, Guatemala, Jamaica, Nicaragua, Panamá, Perú y República Dominicana). En algunos casos, la ampliación de ciertas exenciones o deducciones permitidas (Chile, Panamá) o el aumento del mínimo no gravado en algunos países (Guatemala, Nicaragua, Panamá), si bien han disminuido la base imponible del Impuesto sobre la Renta, estas reduc­ ciones fueron compensadas con el establecimiento de impuestos mínimos y la reducción de exenciones en la mayoría de los casos, o la precisión de gastos deducibles con el fin de limitar su alcance. El establecimiento o la modificación de impuestos mínimos sobre los ingresos societarios en los últimos años han permitido fortalecer la recaudación del Impuesto sobre la Renta y aumentar el control de la evasión impositiva; en Costa Rica se optó por gravar el activo fijo de las empresas, y en la Argentina se aplica sobre el valor de los activos brutos. El impuesto mínimo que grava el patrimonio o los activos netos es utilizado en Colom­ bia, el Ecuador, Panamá y el Uruguay. En Guatemala se aplica el impuesto de solidaridad que grava con un tipo del 1% sobre activos netos o ingresos brutos, el que sea mayor. Un caso singular es el de México, donde a partir de 2008 se reemplazó el impuesto que tomaba como base el activo bruto de la empresa por la implementación de un gravamen inspirado en el flat tax (una modalidad de impuesto mínimo a tipo único), denominado impuesto empre­ sarial de tipo único (IETU). Cabe consignar que en la mayoría de las reformas se han inclui­ 140 Darío Rossignolo do normas de tributación internacional nuevas o revisadas, aplicados en gran parte a precios de transferencia y también a paraísos fiscales y a no residentes. El caso de Uruguay resulta singular. A partir del año 2007, la introducción de un mode­ lo dual de imposición a los ingresos ha supuesto una importante simplificación tributaria. En general, las personas físicas que no realizan actividades económicas quedan sometidas al IRPF; pero las sociedades constituidas en el país, los establecimientos permanentes de las empresas no residentes, con un criterio similar al de la OECD, así como las personas físicas con actividades empresariales (si optan por ello) son gravadas por el Impuesto sobre la Renta de las Actividades Económicas (IRAE). EL IRAE tributa con un tipo del 25% sobre las utilidades obtenidas por los sujetos pasivos netas, sin un mínimo no gravado. El cierre de este esquema de sujeción de la renta obtenida en Uruguay viene dado por la existencia del Impuesto sobre la Renta de no Residentes (IRNR), cuyo tenor grava a las personas físicas o jurídicas no residentes sin establecimiento permanente mediante un tipo proporcional del 12%, aplicable sobre la renta bruta y sin mínimo no imponible, aunque existen algunos tipos reducidos, concretamente, del 3 y del 5% para los intereses de obliga­ ciones, depósitos y otros títulos de Deuda y del 7% para los dividendos y utilidades que, previamente, estuvieron sujetas como beneficios al IRAE. El modelo dual de IRPF uruguayo se basa en la idea central de gravar las rentas del trabajo de forma separada de las rentas del capital (intereses, dividendos y utilidades, alqui­ leres, rentas de capital): las primeras con una escala progresiva de tipos y las segundas con un tipo proporcional. Por su parte, las pensiones, por razones organizativas y de gestión, se sujetan a un tributo aparte denominado Impuesto a la Asistencia a la Seguridad Social (IASS) que recae sobre las pensiones privadas y públicas y otras rentas de la pasividad, excluyéndo­ se del IRPF y del IRNR. El mencionado tipo proporcional sobre las rentas del capital es igual al tipo marginal inferior que grava los rendimientos del trabajo, siendo ésta un «ancla» del sistema, el tipo mínimo a partir de la cual se empiezan a gravar las rentas. A su vez, el tipo marginal máximo que grava las rentas del trabajo, es equivalente al tipo que sujeta las rentas (netas) empresariales (Barreix, Roca y Villela (2007)). En Perú también se incorporaron algunos elementos de imposición dual y desde 2009, además de aplicarse una escala progresiva de tipos (del 15% al 30%) sobre los ingresos provenientes de rentas del trabajo, las rentas del capital comenzaron a gravarse con un tipo proporcional del 6,25% (sobre el 80% de la renta gravable). Como excepción se incluyeron los dividendos, que tributan a un tipo del 4,1%, y los intereses de ahorros y depósitos ban­ carios de personas físicas, exoneradas desde 2010 (Gómez Sabaini y Rossignolo (2014)). La República Dominicana y varios países de Centroamérica (El Salvador, Guatema­ la, Honduras, Nicaragua y Panamá) aprobaron reformas tributarias en igual sentido y fijaron tipos uniformes para gravar las rentas de capital que se sitúan entre un 10% y un 15% (con excepciones en los casos de rentas percibidas por los no residentes), que se El Impuesto sobre la Renta Personal y los altos ingresos en América Latina 141 conjugan con tipos mayores para las utilidades empresariales y tipos progresivos para las rentas del trabajo44. 9. Conclusiones La composición de los recursos tributarios en los países de América Latina muestra una estructura sesgada hacia la imposición indirecta, con un menor peso relativo de los impuestos directos y, particularmente, del impuesto sobre la Renta de Personas Físicas. El Impuesto sobre la Renta aplicado en los países desarrollados, además de tener un peso absoluto y relativo mayor dentro de sus estructuras tributarias, no sufre, en términos genera­ les, las falencias técnicas que muestra este gravamen en la mayoría de los países de América Latina, a saber: i) tipos efectivos muy inferiores a los tipos legales; ii) bases estrechas del tributo a la renta, con numerosas exenciones que atentan contra la equidad, especialmente en materia de ingresos financieros, iii) gran parte de la población queda fuera del impuesto por efecto del mínimo no gravado, y iv) un alto grado de evasión del impuesto. El análisis de la evolución del comportamiento de los ingresos tributarios en Latinoamé­ rica muestra un crecimiento de relevancia en la recaudación, y, en forma particular, un incre­ mento en los recursos provenientes del impuesto sobre los ingresos. Resulta interesante desgranar las causas que pueden haber originado este crecimiento en la recaudación. Si se analiza el período 1990-2012, surgen dos tramos diferenciados; en el primer dece­ nio se evidencia un crecimiento de la recaudación acompañado de un incremento del ingreso per cápita y un aumento de la desigualdad del ingreso pre-fiscal. Sin embargo, en la segunda etapa se verifica un crecimiento de la recaudación, correlacionado con un incremento del producto per cápita y una disminución de la desigualdad, según las estadísticas oficiales. Esto da origen a una investigación que profundice el análisis sobre si efectivamente los individuos de mayores recursos están tributando en mayor medida. Basándose en una serie de estudios a nivel internacional y que tuvieron su correlato en algunos análisis para América Latina, estos estudios proponen corregir las mediciones convencionales sobre desigualdad considerando la participación en el total del ingreso de los tramos más ricos (top 1% y meno­ res) para evaluar más acabadamente la concentración de los ingresos, utilizando para ello información de las declaraciones juradas del IRPF, lo que evidencia una mayor desigualdad. El comportamiento de los tipos ha sido un elemento de relevancia para contribuir al in­ cremento en la recaudación; se verifica un aumento de los tipos mínimos, y una disminución del tipo marginal máximo, lo que, en forma concomitante con las participaciones crecientes de los tramos de ingresos más elevados, lleva a que el impuesto pierda progresividad. 142 Darío Rossignolo Adicionalmente se verifica un ligero incremento de los niveles de mínimos exentos (en múltiplos del PIB), lo que da idea de ajuste pasivo por parte de las autoridades tributarias ante incrementos en precios o en ingresos, y una disminución importante de los niveles de renta a partir de los cuales comienza a tributarse con el tipo máximo. En forma concomitan­ te con los tipos máximos, esto contribuye a disminuir la progresividad del impuesto. Otro de los problemas que subyace al diseño de la estructura tributaria en Latinoamérica es el desbalance en el propio impuesto sobre la Renta Personal: el mismo grava principal­ mente las rentas del trabajo asalariado y en menor medida, a las rentas del capital. Se han expuesto algunas modificaciones en las bases imponibles (por ejemplo Uruguay) que han determinado extender la tributación a las rentas de capital, aunque aún en forma incipiente. Si bien algunas reformas aún son muy recientes como para que se manifiesten en un aumento de la carga tributaria, estos factores contribuyeron en diverso grado a que la recau­ dación del impuesto sobre la renta aumentara. Adicionalmente, las fluctuaciones de los pre­ cios internacionales y los shocks exógenos como la crisis de 2011-2012 hacen difícil desgra­ nar el aporte a la recaudación de estas medidas recientes. Una agenda de reformas en aras de otorgarle mayor progresividad al impuesto debe pasar inexorablemente por el incremento de los tipos marginales máximos, con el fin de incrementar los tipos efectivos que los contribu­ yentes de recursos más elevados enfrentan (equidad vertical), a la par de persistir en la am­ pliación de las bases imponibles alcanzando a las rentas del capital (equidad horizontal). Notas 1. En función de la disponibilidad de información, los países de América Latina considerados para este trabajo son dieciocho, a saber Argentina, Bolivia (E. P.), Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominica­ na, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela (R. B.). La cobertura corresponde al gobierno general en los casos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Colombia y México. Para los demás países, los datos corresponden al gobierno o admi­ nistración central. Tanto para América Latina como para la OECD, se trata en todos los casos de promedios no ponderados. 2. No es el objetivo de este trabajo realizar una estimación econométrica que intente explicar el comportamiento de la recaudación impositiva en relación con sus determinantes, lo que se conoce en la literatura como estima­ ciones de «esfuerzo tributario», dado que el propósito es en mayor medida analizar variaciones en bases im­ ponibles, tipos y tributación sobre altos ingresos, y sobre estas variables no se cuenta con datos suficientes y homogéneos para los países de América Latina. Para un resumen de antecedentes sobre estimaciones de «es­ fuerzo tributario», ver Gómez Sabaini et al. (2011). 3. El test de diferencias de medias arroja un valor t de -5,61, valor que resulta estadísticamente significativo; el test de Chow de cambio estructural considerando el año 2001 como quiebre arroja un valor F de 6,5, signifi­ cativo al 1%. 4. En promedios simples. Se han excluido Chile y México por estar comprendidos en los países de América Latina. 5. Se incluyen aquí sólo los recursos tributarios; no se incluyen los ingresos provenientes de la propiedad estatal de recursos naturales. El Impuesto sobre la Renta Personal y los altos ingresos en América Latina 143 6. Las diferencias encontradas en las estimaciones de los distintos países no deben ser atribuidas exclusivamente a la legislación, sino que hay cuestiones metodológicas incorporadas al momento de realizar los cálculos que explican buena parte de las mismas. En el caso de Argentina, por ejemplo, las deducciones más importantes vigentes no fueron consideradas Gastos Tributarios ya que tienen carácter general, como el mínimo exento y las deducciones especiales por trabajo personal, cargas de familia, aportes a obras sociales, a planes privados de salud y a sistemas de jubilación: el caso diametralmente opuesto acontece para Guatemala. 7. Deben tenerse en cuenta también a este respecto la cantidad de tramos en los que se divide el ingreso gravado, y las consecuentes tipos marginales que los mismos tributan. 8. La informalidad en América Latina es un fenómeno de relevancia. Considerando la existencia de contribucio­ nes a la seguridad social hacia mediados de la década de 2000, la misma era relativamente baja en Chile y Uruguay (alrededor del 25% del total de asalariados) y más elevada en Argentina, Brasil y Venezuela (40%). El porcentaje de asalariados sin protección social era de alrededor del 60% o superior en Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay y Perú (Gasparini y Tornarolli (2007)). 9. En CIAT (2013) sintetizan los tratamientos tributarios específicos sobre intereses, dividendos y rendimientos en vehículos de inversión colectiva, como fondos de inversión y fondos mutuos. 10. Cetrángolo y Gómez Sabaini (2009). 11. Las rentas de capital tienen un trato diferenciado. Cuando son realizadas en un plazo menor a un año tributan a un tipo del 10% siempre y cuando correspondan a personas naturales o jurídicas que no se dediquen a la compraventa de bienes muebles o inmuebles, en caso contrario la renta de capital se computará como parte de su ingreso imponible. Cuando el período sea mayor a un año el cálculo se hace en función al número de años por los cuales se ha poseído el bien y la renta imponible del giro ordinario. Sin embargo, cuando este plazo supere los seis años desde la fecha de adquisición, dichas rentas estarán exentas del impuesto mencionado. 12. El principio territorial aplicado corresponde al principio de fuente, a las rentas obtenidas en el país por los sujetos domiciliados o no. 13. Los datos presentados en el cuadro sobre impacto distributivo corresponden a los resultados de una serie de trabajos realizados en varios países de Latinoamérica, con metodología homogénea y bajo la iniciativa del BID. Sucintamente, la misma consistió en realizar el cálculo de incidencia distributiva a partir de los microdatos de las encuestas de hogares correspondientes, ajustadas por subdeclaración de ingresos en relación con el marco de Cuentas Nacionales. A partir de allí se aplicaron los tipos teóricos de los impuestos analizados, sin ajuste por evasión ni incumplimiento, y excluyendo al Impuesto sobre la Renta de sociedades del universo analizado por ser controversial el supuesto de incidencia económica. Para el Impuesto sobre la Renta de Per­ sonas Físicas, por ejemplo, dado que en las encuestas el ingreso de asalariados formales es un ingreso neto de impuestos directos y aportes a la seguridad social, los anteriores debieron excluirse para arribar al cálculo del ingreso bruto. En consecuencia, el índice de Gini pre impuestos comprende la estimación para los ingresos brutos en el caso de los trabajadores formales (para una mayor explicación ver referencias citadas al pie del cuadro). 14. Esto contrasta fuertemente con el resultado del impacto de los impuestos directos en los países de la OECD. En promedios simples, según datos de Euromod, para los 27 países de la Unión Europea, en 2013 el índice de Gini del ingreso original era de 0,482, a partir de los aportes a la seguridad social y los impuestos directos el mismo se reduce a 0,319 (índice RS = 0,162), evidenciando un impacto redistributivo muy superior al existen­ te en la región. 15. En este apartado, el término «población» hace referencia al universo alcanzado por las muestras en las respec­ tivas encuestas de hogares. 16. No se ha calculado en todos los casos el porcentaje que paga el 10% más afluente. Por ejemplo, para Argenti­ na el decil 10 concentra el 92% del impuesto; en Chile, el 97%, en Uruguay el 78% y en Brasil el 68%. 17. Debe aclararse que no existen en América Latina, probablemente con la única excepción de México; antece­ dentes de estudios sistemáticos y periódicos, para todos los países, que analicen en forma consistente, con metodología homogénea, el impacto distributivo de los impuestos, a diferencia de lo que ocurre en Estados 144 Darío Rossignolo Unidos, (Congressional Budget Office, Joint Committee of Taxation, Treasury Department’s Office of Tax Analysis), o Euromod o la propia OECD en Europa. En línea con la argumentación aquí presentada, pueden citarse los resultados de las estimaciones para Argentina con datos de 1997 y de 2006, expuestos en Gómez Sabaini y Rossignolo (2014). Allí se muestra que, en primer lugar, que el efecto distributivo de los impuestos depende de la desigualdad antes de la acción fiscal; en segundo, el incremento en el efecto distributivo igua­ lador del IRPF se debe al fuerte efecto del aumento en la tipo impositivo medio, y en una medida menor, al aumento de la progresividad del impuesto. 18. Un posible efecto del impacto del sistema impositivo (o del gasto público) es que se puede producir un cambio en la ordenación de los hogares, al pasar de estar ordenados por la renta equivalente antes del impuesto a es­ tarlo por la renta equivalente después de impuestos (Lambert (1993)). La única explicación de este fenómeno debe encontrarse en la existencia de desigualdad horizontal en el sistema. Esta es la razón de que algunos autores utilicen índices de cambios en el ordenamiento de la distribución de la renta equivalente para medir la desigualdad horizontal del sistema fiscal. Si la política fiscal afecta el ordenamiento inicial de los individuos, los efectos distributivos de las políticas pueden en consecuencia aparecer sobreestimados. En consecuencia, las diferencias asociadas con reordenamientos llevan a separar los efectos distributivos totales en efectos de equidad horizontal y efectos de equidad vertical. Si Gx es el índice de Gini antes de la acción fiscal; Gy es el índice de Gini post acción fiscal luego de los efectos de reordenamiento, y Cy es el índice de Gini post acción fiscal con el ordenamiento inicial, el índice de Reynolds-Smolensky se obtiene relacionando los efectos de equidad vertical y de equidad horizontal de la siguiente manera, en donde es el efecto de equidad vertical y el de reordenamiento: RS = VE − R = ( Gx − C y ) − ( G y + C y ) El efecto reordenamiento, en el caso específico del IRPF en América Latina, y dado el reducido alcance del impuesto, es de un orden de magnitud poco significativo. En el caso de Argentina, por ejemplo, el valor del índice de Reynolds Smolensky sin considerar reordenamiento es de 0,0100, mientras que si se incluyera el efecto de equidad vertical el mismo arrojaría 0,0102. En los resultados expuestos aquí, y en aras de la homo­ geneidad de los resultados, se ha dejado de lado el efecto del reordenamiento. 19. Corresponde a la información de las encuestas de hogares de los respectivos países. No se dispone de infor­ mación para todos los países y períodos analizados, de datos del ingreso antes de impuestos directos para asalariados formales. 20. Esto daría pie al análisis de si en realidad la desigualdad no medida en encuestas ha aumentado en el segundo período, si es que esta hubiera seguido patrones diferentes a los de la década anterior, lo que habría permitido mantener la correlación positiva, aunque sin embargo no se cuenta con datos suficientes para analizar esta hipótesis. 21. Pessino y Fenocchietto (2010) encuentran una relación en el mismo sentido. 22. Corresponden a los niveles de ingreso a partir de los cuales comienzan a aplicarse los tipos mínimo y máximo del IRPF respectivamente, como múltiplos del PIB per cápita. 23. No se ignora que, en varios casos, los tipos marginales mínimas se relacionan con los niveles de mínimo exento (por ejemplo el caso de Uruguay). 24. L os «deslizamientos» mencionados pueden ejemplificarse para el caso de la Argentina. En 1997 el tramo más bajo de ingreso gravable concentraba el 27% del total; el tramo más alto, entretanto, abarcaba al 12,3%. En 2011, más de la mitad de los ingresos gravados (el 58%) surgía de las declaraciones juradas de los contribu­ yentes comprendidos en el segmento de renta sujeta a impuesto más alto; el tramo inferior comprendía sólo al 4,1% del total (Gómez Sabaini y Rossignolo (2014)). 25. Algunos relevamientos más recientes efectúan ajustes a los ingresos por lo que se denomina «renta imputada de la vivienda», o del «consumo de bienes durables» (los hogares propietarios de vivienda no necesitan arren­ dar y pueden utilizar ese ingreso con otros fines). 26. En particular, los ingresos de las personas ricas están compuestos en una mayor proporción por ingresos de capital. El Impuesto sobre la Renta Personal y los altos ingresos en América Latina 145 27. Gómez Sabaini et al. (2013). 28. Sin embargo, la metodología de ajuste por subdeclaración no está exenta de controversias. La disponibilidad de información, los universos con los cuales se establecen las comparaciones, las definiciones aplicables sobre ingreso disponible, que es aquel cuya cuenta se emplea para el ajuste, determinan que no exista una metodo­ logía homogénea e incontrastable con el fin de aplicarla a lo largo de los distintos períodos. 29. Ver Di Gresia (2000) o Alvaredo (2011) para un análisis del caso argentino. 30. Debe notarse que este método trae aparejados algunos inconvenientes de medición, dado que no captan los ingresos que los contribuyentes evaden o cuya fuente no están gravada por la normativa de cada país. La defi­ nición de ingreso y la unidad de observación pueden variar entre distintos países, y aún dentro de un mismo país por los cambios en la legislación, si es que estos hubieren existido. Tanto en el caso de la unidad contri­ buyente, como la incorporación dentro de la base imponible de determinadas rentas que inicialmente no hu­ bieren estado gravadas, o, a la inversa, el establecimiento de una exención sobre determinadas rentas genera heterogeneidades que impactan fuertemente en la comparación a realizar entre distintos países. Tal vez la crítica más importante a esta metodología estriba en que las estimaciones pueden estar sesgadas debido a la evasión o elusión impositiva. Aquellos que declaran impuestos tienen incentivos, sobre todo los de ingresos más elevados, a no revelar la totalidad de sus ingresos con el fin de reducir su obligación tributaria. Sería re­ comendable complementar esta metodología con otras fuentes de información, por ejemplo, datos macroeco­ nómicos de Cuentas Nacionales. 31. En este apartado, como también en lo que concierne a los estudios sobre Latinoamérica, sólo se hará mención a los resultados de considerar la corrección por el 1% de ingresos más elevados por razones de consistencia comparativa. Se reconoce que, como constituyen una proporción mayor de la población en relación a otros tramos, como el del top 0,1% o del 0,01% de ingresos más elevados, la corrección resultante arrojará resulta­ dos de desigualdad mayores que si se hubieran empleado estos últimos. Ver bibliografía citada para los resul­ tados del top 0,1% o del 0,01% de ingresos más altos. 32. Existen dos cuestiones relevantes al equiparar la información de ambas fuentes, más allá de los universos de información, las fuentes de ingresos y los totales de ingresos de referencia. Las declaraciones juradas de hacen referencia al impuesto y al ingreso anuales, y a un período fiscal determinado (existe un Impuesto Personal a las Renta «devengado» anualmente). La información de las encuestas reporta ingresos promedio mensuales de una ventana de observación o puntuales, que los diferentes estudios «extienden» al año, con lo cual ni los períodos fiscales ni los individuos observados son equivalentes. Para contemplar datos equiparables debería poder contarse con los datos de las encuestas que cubran el mismo período, y que además releven los ingresos correspondientes a las mismas unidades muestrales para construir un panel. 33. Los trabajos de Argentina y Colombia no corrigen por evasión, utilidades no declaradas o rentas de capital. 34. Los autores presentan cuatro resultados distributivos: los que surgen de la encuesta de hogares CASEN (En­ cuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional); los que surgen de utilizar los datos originales de las declaraciones juradas del impuesto sobre la Renta provistos por el Servicio de Impuestos Internos, los datos ajustados por la inclusión de utilidades no distribuidas de las empresas, y la información de ingresos declara­ dos ajustados por rentas de capital (aquí se presentan los dos primeros). Según los autores, en Chile existen incentivos para que los propietarios de acciones de empresas retengan las utilidades y no paguen el impuesto sobre la Renta correspondiente cuando ellas son repartidas. Cabe destacar que el impuesto a las rentas de ca­ pital es cero para las acciones de empresas compradas después del año 2001 y el sistema tributario es integra­ do; el impuesto directo a las utilidades devengadas por las empresas es de 18,5%, mientras que el impuesto marginal a la renta de los contribuyentes de más altos ingresos es del 40%, lo que implica que los incentivos para postergar indefinidamente la distribución de utilidades (o para distribuir sólo el 30% que la ley exige como mínimo) son muy significativos. 35. A partir del procesamiento de las declaraciones juradas del Impuesto sobre la Renta, Alvaredo (2011) estima que las encuestas de hogares (EPH) no incluyen a las presentaciones de los tramos de ingresos más elevados, los que representan el 1,5% del total de declaraciones juradas en Argentina y es utilizado para «corregir» el índice de Gini. 146 Darío Rossignolo 36. El autor utiliza aquí el ingreso monetario que surge de las encuestas, el que incluye transferencias monetarias y, para el caso de los asalariados formales, es un ingreso neto del pago del Impuesto sobre la Renta y contri­ buciones a la seguridad social. Para resultar consistente con la información de las declaraciones juradas del IRPF, que explicitan el ingreso gravado antes de impuestos, debería corregirse el ingreso reportado en las encuestas por los factores mencionados, lo que permitiría arribar al ingreso bruto (el autor hace este cálculo para estimar el porcentaje de individuos de ingresos elevados que queda fuera del universo de las encuestas pero no explicita haberlo llevado a cabo en todos los casos). De hacerse esta corrección, la desigualdad repor­ tada en las encuestas sería mayor que la expuesta en el trabajo de referencia. 37. Aquí los autores presentan los valores del índice de Gini del ingreso individual, antes del pago de impuestos sobre ingresos y riqueza realizados por los hogares, y antes de las contribuciones a la Seguridad Social reali­ zadas por los trabajadores. Debería debatirse aquí la introducción de los aportes a la seguridad social realiza­ dos por los empleadores también, dado que el criterio de incidencia del tributo es el mismo que para las con­ tribuciones realizadas por los empleados. 38. Los autores corrigen los datos originales de la encuesta utilizando como Ingreso Total Control una aproxima­ ción al Ingreso bruto de los hogares legalmente declarable. No se especifica la unidad de análisis. 39. En Uruguay se realizan varias correcciones para aproximar el ingreso que surge de las encuestas al universo de información disponible en las declaraciones juradas, presentando el ingreso antes de contribuciones a la seguridad social e incorporando ingresos independientes y de capital. Los valores del Gini corresponden al ingreso per cápita y no se ajusta por evasión. 40. En cuanto a la concentración de la recaudación, de acuerdo con información de AFIP, un total de 1000 grandes contribuyentes (0,02% del total) generan el 60% de la recaudación (dato a 2007). 41. Los autores utilizan los ingresos monetarios, con lo cual incluyen las transferencias en el ingreso considerado (ingreso total del hogar). La encuesta ESI releva una mayor proporción de fuentes de ingresos que la CASEN, aunque no desagrega la misma al presentar la información. La encuesta CASEN, al incluir en su diseño meto­ dológico una comparación con los universos de Cuentas Nacionales, atribuye los ingresos no relevados por rentas, intereses y dividendos al quintil de ingresos más ricos, además de casi el ingreso de los trabajadores independientes para aproximarlo al de Cuentas Nacionales. No se ajusta por evasión. 42. Para el caso de Uruguay, Burdín et al. (2014) muestran que el tipo efectivo para todos los ingresos decrece a medida que se consideran tramos más concentrados (top 1%, 0,5% y 0,1%). Para la renta del capital, el tipo efectivo que tributa el 1% y superiores es menor que la del decil 10 (9,7% y 9,3% para 2011). 43. Ver detalle de reformas en Gómez Sabaini y Rossignolo (2014). 44. Ver Gómez Sabaini y Rossignolo (2014) para mayor detalle. Referencias Alvaredo, F. (2011), «The Rich in Argentina over the Twentieth Century», en Atkinson, A. y Piketty, T. (ed.) (2011): «Top Incomes: A Global Perspective»: 253–98. Oxford University Press. Alvaredo, F. (2011), «A note on the relationship between top income shares and the Gini coefficient» Economics Letters, 110(3): 274-277. Alvaredo, F. y Londoño, J. (2013), «High Incomes and Personal Taxation in a Developing Economy: Colombia 1993-2010», Working Paper No. 12, Commitment to Equity, Center for Inter American Policy and Research, Tulane University. Atkinson, A., Piketty, T. y Saez, E. 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Although Personal Income Tax revenues have increased in the latest decade, the foundations for that behavior do not lay in the fact that high income individuals are paying more taxes, but rather in that tax bases have passively increased, along with income inequality, rise in the minimum and constancy in the top marginal tax rates. These features help conclude that PIT has lost progressivity. Key words: top income inequality, personal income tax, marginal tax rates. JEL classification: D31; D63; H26.