Antonio Lucio Vivaldi (Venecia, 4 de marzo de 1678 Viena, 28 de julio de 1741), más conocido como Antonio Vivaldi, fue un compositor y músico del Barroco tardío. Se trata de una de las figuras más relevantes de la historia de la música. Su maestría se refleja en haber cimentado el género del concierto, el más importante de su época. Compuso unas 770 obras, entre las cuales se cuentan 477 conciertos y 46 óperas. Es especialmente conocido, a nivel popular, por ser el autor de la serie de conciertos para violín y orquesta Las cuatro estaciones. Sin embargo, Las cuatro estaciones son unos conciertos para violín en los que la orquesta no actúa como mero fondo de acompañamiento, sino como un relieve: no se limita a acompañar al solista, sino que ayuda al desarrollo de la obra. Esto influirá posteriormente en los conciertos de Händel y, sobre todo, de Bach. Así, Las cuatro estaciones representan el Concerto Soli perfecto, a tal grado que influye notablemente la música de Johann Sebastian Bach, y ésta inexorablemente en Haydn; y Haydn, a su vez, al convertirse en maestro de, entre otros, Beethoven, extiende la influencia de Vivaldi a más músicos sin que, probablemente, hubieran conocido la obra de Vivaldi. Las cuatro estaciones Las cuatro estaciones es el título de un libro de cuatro conciertos para violín y orquesta (La primavera, El verano, El otoño y El invierno) del compositor italiano Antonio Vivaldi, incluido enIl cimento dell'armonia e dell'inventione, Op. 8. Se trata de una obra descriptiva o programática que evoca, a través de elementos de lenguaje musical, distintos aspectos de las estaciones del año. Estilo de la obra Antonio Vivaldi escribió cerca de 500 conciertos para diversos instrumentos, 220 de ellos dedicados al violín, instrumento del cual Antonio era un virtuoso. Cuatro de estos conciertos, pertenecientes a Il cimento dell'armonia e dell'inventione y reunidos en el Op. 8 (1725) escritos para violín solista, orquesta de cuerdas y clavecín, son los que se conocen con el nombre de Las cuatro estaciones. Primavera (Concierto nº 1 en mi mayor, RV. 269) La primavera es uno de los conciertos solistas para violín que forman parte del II cimento dell´armonía e dell´invenzione (Ensayo de la armonía y la invención). Esta obra, publicada en 1726, está dividida en dos libros, cada uno de ellos con seis conciertos. 1 Vivaldi introdujo en la partitura explicaciones escritas de aquello que describe mediante la música: "el canto de los pájaros, los truenos..." Esta obra está compuesta para violín solista y orquesta barroca de cuerda: violines, violas y lo que llamamos el bajo continuo (línea de bajo que se extiende a lo largo de toda la pieza), formado por violonchelos, contrabajos y clavicémbalo. Consta de tres movimientos: 1.º: Allegro, 2º.: Largo, 3.º: Allegro. Uno de los recursos compositivos de Vivaldi es la repetición de un estribillo, llamado ritornello. A continuación se presentan los tres movimientos de "La primavera". I. Allegro Con un sonriente tema de tres compases, la orquesta anuncia la llegada de la primavera. Eco de este tema. Aparición del solista acompañado por un par de violines que imitan el canto de los pájaros. Luego, ondulantes figuras de dobles corcheas describen el agua brotando libremente de una fuente. Súbita aparición del solista sugiriendo una tormenta, nuevas exposiciones del tema con eco y fin del movimiento. II. Largo Sobre el verde campo y a la sombra de un frondoso árbol un pastor de cabras duerme una placentera siesta y, cerca de él, su perro ladra. En este movimiento la formula rítmica está a cargo de los violines, el ladrido del perro es remedado por la viola con dos notas repetidas: do-do….sol-sol. Ausencia de voces graves. III. Allegro (Danza pastoril) En el campo y bajo el cielo azul pastores y ninfas danzan gozosos por la llegada de la primavera. Musicalmente la escena se desarrolla sobre un compás de 12/8, con figuras rítmicas iguales para todas las cuerdas. Verano (Concierto n. º 2 en sol menor, RV. 315) I. Allegro non molto Una lenta introducción describe el intenso calor del verano, de nuevo oímos el canto de las aves en el súbito allegro, el cú-cú en figuras de semicorcheas por el violín solista; después, la tórtola y el 2 jilguero, cuyos cantos son arrebatados por un fuerte viento y el llanto del pastor por miedo a la tormenta. Con huracanados vientos descritos por semicorcheas en toda la cuerda finaliza el movimiento. II. Adagio-Presto-Adagio El temor del pastor aún no se disipa, el solo de violín es interrumpido por los truenos que anuncian la tormenta. III. Presto Gran cantidad de insectos voladores revolotean huyendo de la tormenta, los rayos iluminan el cielo ambiente pleno de tempestad, descripción llena de virtuosismo por el solista. Otoño (Concierto n.º 3 en fa mayor, RV. 293) I. Allegro Los alegres campesinos celebran con danzas y cantos la recolección de la cosecha; musicalmente, la danza está escrita en un compás de 4/4, en donde las figuras rítmicas son iguales tanto para el solista como para toda la orquesta; el cambio rítmico del solista en arpegios de dobles corcheas describe a un borrachín que, después de varias travesuras, al fin se queda dormido. II. Adagio molto Los demás campesinos no dejan solo a este borrachín y lo acompañan en su embriaguez hasta que el vino y el sueño los vence. III. Allegro Llenos de gran entusiasmo y acompañados por los ladridos de sus perros y el sonar de sus cornos, los cazadores se dirigen al bosque. 3 Invierno (Concierto n.º 4 en fa menor, RV. 297) I. Allegro non molto Este movimiento describe ingeniosamente los efectos del frío, el castañeo de los dientes y el temblor del cuerpo. De nuevo aparece la tempestad; para mitigar un poco el frío, los campesinos corren y patalean. II. Largo Con una placentera y larga melodía del violín solista, evoca una tarde de lluvia disfrutando de esta al abrigo de la casa y al calor del fuego de la chimenea. La lluvia está evocada por los pizzicatos del violín primero y el violín segundo. III. Allegro El movimiento en su inicio hace referencia al caminar lentamente sobre el hielo por miedo a caerse, el hielo comienza a agrietarse y todos ahora corren a refugiarse dentro de la casa; por las hendiduras de la puerta y de las ventanas se filtra el fuerte viento; pese a todo, el invierno nos deja grandes alegrías. 4