La audición en el músico de la orquesta sinfónica. Un seguimiento de 20 años en 78 músicos The hearing in sinphonic orchestra musician. Twenty years of follow-up in 78 musicians R. Giger, L. Matéfi, R. Castrillón, N. Landis, J. P. Guyot RESUMEN En el 2001, pudimos examinar por segunda vez la audición de 78 músicos de una orquesta sinfónica en los que nosotros habíamos hecho una audiometría tonal 20 años antes. Todos ejercían todavía una actividad de músicos. Al cabo de esos 20 años de seguimiento, la pérdida auditiva de los músicos se repartía en los diferentes percentiles como ocurre en la población testigo (ISO 7029-2000), tanto en las mujeres como en los hombres. En 6 de 24 músicos con una pérdida superior al percentil 0.25, existía otra causa posible de daño auditivo que la práctica de la música. Palabras clave: Hipoacusia, músicos de orquesta. SUMMARY Occupational hearing loss in symphonic orchestra musicians: a follow-up study. Introduction: The aim of the study is to evaluate the risk of occupational hearing loss in a population of professional musicians of a symphonic orchestra. Methods: In 78 musicians, hearing thresholds were measured with pure tone audiometry in 1982 and 2001. An index of global hearing loss was calculated and compared with an unscreened nonindustrial noise-exposed population (NINEP) (ISO7029-2000). Participants to the study also filled in a questionnaire concerning occupational noise activities, leisure noise activities, general health problems and subjective symptoms related to loud music exposure. Results: The global hearing loss of the musicians and of the NINEP showed an equally distribution over the different fractiles (0.25, 0.5, 0.75). Twenty-four musicians had a hearing loss worse than the 0.25 fractile data for the ISO 7029-2000. In this group, we found proportionally more oboists, clarinetists (6 out of 11, 54%), and violinists (10 out of 33, 30%), than trumpeters and trombonists (2 out of 16, 12%). Discussion: This study shows that the hearing loss in professional musicians over time is similar to that of the general population. This does not rule out the possibility of acoustic trauma in some specific subpopulations of musicians. Key words: hearing loss; orchestra musicians. INTRODUCCIÓN El riesgo de daño auditivo por exposición al ruido concierne a toda clase de actividades profesionales y de oficios. Numerosos países han establecido reglamentos y leyes que limitan el nivel de ruido en los sitios de trabajo así como en lugares de entretenimiento.1 A pesar de estas precauciones, ciertos trabajadores están expuestos al ruido. Hay músicos de orquestas sinfónicas que se quejan de la intensidad sonora a las que están expuestos en ciertas orquestas y estiman que corren un riesgo elevado de pérdida auditiva precoz por traumatismo acústico. Su situación Rev.Ac. Ec. ORL 2005; (4)1: es poco particular porque les es difícil tomar medidas de protección como el portar protectores auriculares. El objeto de éste trabajo es el de evaluar la pérdida auditiva de los músicos de una orquesta sinfónica al cabo de los años comparándola a aquella de una población testigo. MATERIAL Y METODOS En 1981, examinamos la audición de músicos profesionales de una orquesta sinfónica.2 En el 2001, una nueva audiometría tonal fue realizada en 78 de esos mismos músicos. Sobre la base de las audiome- Giger y cols. Hipoacusia en Músicos Figura 1. Un índice de pérdida auditiva global fue calculado según la fórmula “diferencia 1981 – 2001 de la suma de umbrales, para las frecuencias de 0,25 a 8 Khz, oído derecho + oído izquierdo/ 2”. Los valores fueron comparados a los de una población testigo según las tablas ISO 7029-2000. Este gráfico muestra la repartición de la pérdida auditiva de instrumentistas femeninas comparadas a la de una población testigo. Las curvas representan la pérdida de audición al cabo de veinte años, por edad y por percentiles 0,25 (25% de la población sufre una pérdida auditiva superior a este margen), 0,5 (50% de la población sufre una pérdida auditiva superior a este margen), 0,75 (75% de la población sufre una pérdida auditiva superior a este margen) sacado de las tablas de la ISO 7029-2000. trías de 1981 y 2001, un índice de pérdida auditiva global fue calculado según la fórmula (diferencia 1981-2001 de la suma de umbrales, por las frecuencias 0.25, 0,5, 1, 2, 4, 6, 8, kHz, oído derecho + oído izquierdo/2). Los valores fueron comparados a los de una población testigo de la misma edad y del mismo sexo, según las tablas ISO 7029-2000.3 RESULTADOS Al cabo de 20 años de seguimiento, la pérdida auditiva de los músicos se reparte en los diversos percentiles como los de una población testigo, tanto para las mujeres como para los hombres (figura 1 y 2). Una pérdida superior al percentil 0,25 existe en 24 músicos. En 6 de ellos, existía otra causa posible de daño auditivo que la práctica de la música. Un músico realizaba prácticas de tiro, otro frecuentaba las discotecas, otro sufría vértigos luego de una inmersión submarina, otro tenía un carcinoma nasofaríngeo tratado por radioterapia, otro tenía múltiples otitis medias agudas al cabo de 20 años de seguimiento, y otro fue víctima de un síndrome de latigazo. De los músicos en los que la pérdida es superior al percentil 0,25 encontramos una proporción más fuerte en los oboistas y en los clarinetistas (6 de 11, 54%) y en los violinistas (10 de 33, 30%) que en los trompetistas o trombonistas (2 de 16, 12%). Figura 2. Repartición de la pérdida auditiva de instrumentistas masculinos comparados a los de una población testigo, por edad y por percentiles 0.25, 0.50 y 0.75 de la ISO 7029-2000. Rev.Ac. Ec. ORL 2005; (4)1: 2 Giger y cols. Hipoacusia en Músicos DISCUSIÓN Nuestro estudio muestra que la pérdida de la audición al cabo de los años en los músicos profesionales de una orquesta sinfónica es idéntica a aquella de una población testigo. Dos argumentos dejan siempre pensar que una pérdida de audición consecutiva a la exposición prolongada de ruido es posible en un número pequeño de músicos. Primero, encontramos entre los músicos que tienen la pérdida auditiva más importante un número proporcional más elevado de oboistas y violinistas que de trombonistas, trompetistas o percusionistas. Una pérdida de audición en los músicos sería ciertamente menos a causa de la intensidad sonora de su propio instrumento que por la posición que ocupan en la orquesta, sentados delante los percusionistas y trompetistas. Segundo, el grupo testigo sobre el cual las normas ISO son establecidas es constituido por una población general y no por un grupo de sujetos sanos, sin antecedentes de traumatismos acústicos o de afecciones otológicas.3 En otros términos, nuestro estudio no permite excluir que la audición en cierto número de músicos sería talvez mejor que si no hubieran tocado en una orquesta sinfónica. Los resultados de estudios clínicos encaminados a determinar si la música es un factor de sordera son a menudo contradictorios.1 Por ejemplo, Westrmore y Eversden observaron pérdidas auditivas en músicos de diversas orquestas sinfónicas, en particular en aquellos de secciones de percusiones y de cobres,4 mientras que Johnson y col. no encontraron ninguna diferencia de audición entre un grupo de músicos de la orquesta de Minesota y un grupo de no músicos de la misma edad. 5 La divergencia de resultados de los diversos estudios clínicos resultan de un cierto número de sesgos tales como la ausencia de comparación de resultados de la población estudiada a una población testigo de sexo y edad comparable, o la existencia en el sujeto estudiado de un déficit auditivo preexistente.6 Una evaluación correcta del riesgo de déficit auditivo por exposición crónica del ruido debe tomar en cuenta no solo la duración de la exposición al ruido, sino también la frecuencia de períodos de reposo y de la intensidad del ruido del medio ambiente durante esos períodos de reposo. BIBLIOGRAFIA 1. Guyot JPh. Le bruit et les troubles auditifs. Méd et Hyg 1999 ;57 :1968-9. 2. Rabinowitz J, Häusler R, Bristow G, ReyP. Etude la musique de forte intensité chez les musicians de l’Orquestre de la Suisse Romande. Méd et Hyg 1982; 40:1909-12. 3. Acoustics – Statistical distribution of hearing thresholds as a function of age. ISO/FDIS 7029:2000. 4. Westmore GA, Eversden ID. Noise-induced hearing loss and orchestral musicians. Arch Otolaryngol 1981;107:761-4. 5. Johnson DW, Sherman RE, Aldrigdige J, Lorraine A. Extended high frequency hearing sensitivity. A normative threshold study in musicians. Ann Otol Rhinol Laryngol 1986;95:196-202. 6. Dobie Ra. Prevention of noise-induced hearing loss. Arch Otolaryngol 1995;121:385-91. 7. Axelsson A, Lindgren F. Is there a relationship between hypercholesterolemia and noise-induced hearing loss? Acta Otlolaryngol 1985;100:379-82. 8. Pernon J, Brummet R, Brown R. Noise trauma induced in the presence of loop-inhibiting diuretics. Trans Am Acad Ophthalmol Otolaryngol 1977;84:407-13. 9. Gannon RP, Tso SS, Chung DY. Interaction of Kanamycin and noise exposure. J Laryngol Otol 1979;93:341 También hay que tener en cuenta la existencia de toda clase de elementos generales, como problemas metabólicos, uso de medicamentos, drogas, tabaco, etc., factores de medio ambiente, raciales y genéticos.7-9 Estos diversos parámetros implican que una relación de causa-efecto sea más difícil de poner en evidencia dentro de un traumatismo acústico por exposición crónica al ruido que un traumatismo acústico por exposición a uno reciente.1 Es por eso que los datos que disponemos no pueden dar una conclusión franca y culminante. Rev.Ac. Ec. ORL 2005; (4)1: 3