Nota completa - Ejército Argentino

Inteligencia Militar
La Transformación de la Inteligencia
Militar del Ejército Argentino
n Por Dirección General de Inteligencia
Entorno
La Inteligencia Militar, pese
a la claridad del mandato legislativo con la promulgación de
las leyes de Defensa Nacional
en el año 1988 y de Inteligencia Nacional en el año 2001,
que circunscriben su ámbito de
acción de manera muy precisa,
no había producido los cambios
culturales, doctrinarios ni organizacionales para adecuarse a
las exigencias que representaba
el nuevo marco normativo.
En este mismo sentido y
completando las Directivas políticas, el Ministerio de Defensa
emite las Resoluciones 381/06 y
1280/08, en donde establece claramente las competencias de los
organismos de inteligencia de
las Fuerzas Armadas como así
también la responsabilidad de
comando directa de la Dirección
General de Inteligencia sobre la
totalidad de los elementos de inteligencia del Ejército.
A pesar de la experiencia de
Malvinas, en donde la Inteligencia Militar no estaba preparada
para encarar cuestiones tácticas,
desde lo institucional fue relegada a un plano irrelevante dentro
de la organización militar, si-
tuación que tuvo como consecuencias inmediatas la falta de
adecuación de la organización
a las exigencias operativas, una
marcada desinversión, el deterioro de las capacidades, el mantenimiento de procedimientos y
doctrinas que no respondían a
una sociedad con plena vigencia
de los valores democráticos y la
consecuente confusión, desmotivación y desmoralización del
personal.
Toda esta situación descripta
conducía inevitablemente a la
desaparición de la Inteligencia
Militar o a su reducción a la mínima expresión.
Mientras la Inteligencia no
tomaba el único rumbo posible,
el campo de combate se iba haciendo mas complejo, más tecnificado, multidimensional y multidisciplinario; lo que también
imponía, como una exigencia
irrenunciable, la actualización
y desarrollo de capacidades propias de una inteligencia moderna que permitiera acompañar y
apoyar con eficacia las operaciones del instrumento militar.
En este marco, las operaciones se encontraban cambiando a
un modelo de Operaciones decisivas rápidas, buscando alcanzar
la idea de anticipación operacional y la ejecución de las mismas
basadas en efectos.
Asimismo, el planeamiento
iba cambiando su modelo, pasando de hipótesis de conflicto
al desarrollo de capacidades.
En consonancia con el avance
de los sistemas de armas, irrumpía la evolución de las tecnologías
de la información y las comunicaciones en el mundo moderno,
cuestión que se imponía como
obligación a su incorporación a
los sistemas de información para
la toma de decisiones en todos
los niveles. Esta incorporación
de las TICS involucraba un conjunto de actividades que no solo
posibilitaban una avanzada y
sistematizada forma de recopilación y procesamiento de datos, sino que también permitían
la extracción de resultados útiles
que pueden ser aplicados en la
toma de decisiones. Esta evolución vertiginosa y permanente
en la gestión de la información
traía como consecuencia inevitable la necesidad de la adaptación
de las organizaciones, la adquisición de tecnología y la incorporación y formación de recursos
humanos calificados.
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Visión
Nuestra visión consistió en
cambiar el paradigma que permitiera sacar de una sola vez y definitivamente a la Inteligencia Militar
de la sospecha y mala reputación
asociada a los años más dramáticos
de la historia reciente; del letargo
producido por años de desinversión, deterioro de capacidades y
falta de desarrollo profesional dentro de las actividades específicas
legales que tiene la obligación de
realizar y devolver a los integrantes de la organización el orgullo de
pertenecer a una especialidad que
forma parte del Ejército, con la dignidad y los recursos para cumplir
con su misión.
El plan
Cuando en el año 2008 iniciamos el proceso de transformación de la Inteligencia Militar del
Ejército Argentino, lo encaramos
con la convicción de un profundo
cambio cultural que involucraba
un nuevo arquetipo respecto de
su concepto de empleo y de la necesaria modernización, en todas
sus dimensiones, para alcanzar
una herramienta ágil, eficiente
y útil a una Fuerza en acción y
acorde a las exigencias del campo
de combate moderno, y con un
criterio dual en lo que respecta al
apoyo a nuestros compatriotas en
caso de desastres naturales.
La tarea a emprender consistió en llevar a cabo un proceso de
transformación y modernización
de la Inteligencia Militar mediante cambios profundos en su organización y doctrina, un plan de
equipamiento secuencial y sostenido que permitiera actualizar y
desarrollar las capacidades pertinentes a su empleo operacional.
Un plan integral de formación
y capacitación del personal que
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permitiera el cambio cultural y la
incorporación de la nueva doctrina y procedimientos de empleo.
Complementando la capacitación del personal, también se
debía desarrollar una gestión
de recursos humanos tendiente a la renovación del personal,
incorporando hombres y mujeres con un perfil profesional
acorde con las actuales exigencias de la organización.
Este proceso de transformación y modernización se debía
realizar en concordancia con la
normativa vigente en materia de
inteligencia, con las acciones de
evolución orgánica encaradas
por el Ejército Argentino y debía considerar como objetivos
principales la recuperación y
desarrollo de capacidades de inteligencia militar, concentrando
gran parte de los esfuerzos en la
optimización de la organización,
el desarrollo de la inteligencia de
combate y el incremento de las
capacidades de comando, control,
comunicaciones y la gestión de la
información.
La ejecución o la
implementación
Toda esta transformación que
se ha concretado entre 2008 y
2012 la podemos sintetizar en
las siguientes acciones:
En materia de evolución orgánica se crearon las organizaciones que permitirían un mejor
comando y control del Sistema
de Inteligencia, generando perfectamente la diferenciación
entre las actividades de asesoramiento y asistencia de las de
adiestramiento, alistamiento y
operaciones.
Esto posibilitaría que una
parte del sistema se abocara al
diseño, evolución orgánica, equipamiento del sistema y actualización doctrinaria, mientras que
la otra parte se dedicaría a la
instrucción y adiestramiento operacional con los nuevos procedimientos y materiales adquiridos.
En este mismo sentido, también fueron creadas unidades
atendiendo capacidades y aptitudes especiales y técnicas y
fueron reactivados elementos
en zonas geográficas que requerían de la presencia de la inteligencia militar.
De esta manera se avanzaba
con el desarrollo de capacidades
específicas y se ocupaban espacios geoestratégicos que contribuyeran con el planeamiento y
Obtención humana: mediante la organización, equipamiento y adiestramiento de
patrullas de inteligencia que deben operar en la profundidad del
campo de combate sin ser detectadas, en condiciones de aislamiento y con los medios técnicos
de avanzada que le permitan su
movilidad en todo terreno, obtener la información y trasmitirla
hacia el elemento de inteligencia
en apoyo al Comandante.
la eventual ejecución de operaciones decisivas.
Pero la gran revolución cultural que introduciría a la Inteligencia Militar en el siglo XXI
sería el diseño y desarrollo del
área de inteligencia de combate y un sistema de gestión de la
información para el comando y
control, con la incorporación de
las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.
Respecto del área de combate se desarrollaron las organizaciones necesarias que se integrarían a las compañías y batallones
de inteligencia de manera tal que
las Grandes Unidades del Ejército Argentino contaran con la capacidad de inteligencia en apoyo
a las operaciones.
La máxima expresión del
área de inteligencia de combate
lo constituye el Destacamento
de Inteligencia de Combate 601,
organización que fue consolidada en este período mediante el
completamiento de sus dotaciones, con personal especializado
en distintas aptitudes y procedimientos de inteligencia y abastecido del material de avanzada
tecnología que requerían sus
compañías para la ejecución de
Obtención electrónica: mediante la organización, equipamiento y adiestramiento de
grupos de obtención electrónica
en el campo de combate, con la
aptitud para detectar, interpretar
y transmitir la presencia de emisiones radioeléctricas, mediante
receptores de comunicaciones
de última generación y la aptitud
de detectar, interpretar y proporcionar alerta temprana respecto
de los movimientos de tropas en
el campo de combate, utilizando
sensores electrónicos de avanzada tecnología y radares de tecnología digital.
Obtención aérea: mediante
la organización, equipamiento y
adiestramiento de grupos de obtención dotados con plataformas
de aviones no tripulados, desarrollados por la inteligencia.
Obtención geoespacial: mediante la organización de grupos
de obtención con la capacidad
técnica para colectar datos, a traManual de Informaciones | 4
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operaciones en diferentes ambientes geográficos y en apoyo
de elementos de distinta aptitud
para el combate.
Para alcanzar el objetivo de
implementar el área de combate
se desarrollaron las siguientes
capacidades:
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vés de sensores, de la información geográfica y meteorológica
imprescindible para proporcionar al Comandante los efectos
sobre las operaciones y proporcionarle los sistemas de información geográfica y cartografía
operacional que requiera.
Gestión de información de
combate: a su vez, la información
producida por estas diferentes capacidades a desplegar en el campo
de combate debía ser recibida e
integrada por alguna organización
que posibilitara, a través de plataformas multimedia, presentarla
al Comandante en forma concreta y con el grado de abstracción
necesario para la conducción de
operaciones militares o de apoyo a la comunidad. En ese sentido, se organizaron, equiparon e
instruyeron centros integradores
de inteligencia con las aptitudes
requeridas para proporcionarle
el necesario y sostenido apoyo al
Comandante en operaciones.
Comunicaciones: se organizaron las redes de comunicaciones
de inteligencia de combate con comunicaciones tácticas protegidas
de avanzada tecnología, de manera tal de permitir la transmisión de
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voz, datos e imágenes en tiempo
real y con el alto grado de seguridad que impidan su detección y
análisis de tráfico.
Para desarrollar una eficaz
gestión de la información y un
eficiente Comando y Control
del Sistema de Inteligencia del
Ejército se implementaron las siguientes acciones:
•Se organizó un Centro
de Comando y Control de alta
disponibilidad tecnológica,
con plataformas de gestión
unificadas, en la Dirección
General de Inteligencia, lo
que permite realizar Análisis
Estratégico, Planeamiento y
seguimiento de Operaciones
en Desarrollo y el Control de
gestión de todo el sistema.
•En concordancia con
esta aptitud desarrollada al
máximo nivel, se organizaron en todas las unidades,
pero a menor escala, Centros de Comando y Control
que posibilitan la interacción
con todo el sistema y proporcionan las herramientas para
efectuar el análisis táctico, el
planeamiento de operaciones
y el control de gestión de la
unidad.
•Todo este Sistema Integrado de Gestión de Inteligencia Militar se implementó
a través de redes de informática y comunicaciones de alta
disponibilidad y adecuada redundancia.
Acompañando a estos dos
ejes claves en la transformación
y modernización del Sistema de
Inteligencia, se recuperó la capacidad humana y tecnológica para
la ejecución de medidas de seguridad de contrainteligencia, a través
de la organización, equipamiento
e instrucción de equipos de seguridad de autoridades y la gestión
Movilidad
•Provisión de vehículos
de campaña, de acuerdo con
las necesidades de movilidad
de las organizaciones de inteligencia de combate en todo
terreno.
•Provisión de vehículos
de guarnición para satisfacer
necesidades de seguridad de
instalaciones, de autoridades
y transporte.
•Provisión de embarcaciones tácticas para dotar a
las patrullas y otras fracciones de inteligencia de combate de la movilidad adecuada
en vías navegables interiores.
Comunicaciones
•Provisión de equipamiento para establecer las
comunicaciones tácticas y
estratégicas en forma segura
y redundante, como así también el material de comunicaciones para dotar a las
actividades de seguridad de
material moderno y con medidas de seguridad.
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a través de medios tecnológicos
avanzados de los estudios e inspecciones de seguridad en la Jurisdicción Militar.
Nada de lo diseñado y desarrollado en materia de organización
hubiera sido útil sin un minucioso
plan de equipamiento y una permanente y sostenida instrucción
y adiestramiento, respaldados por
un cuerpo doctrinario moderno
acorde con el nuevo paradigma.
En materia de equipamiento,
en estos cinco años se fueron adquirieron los materiales necesarios para abastecer a las distintas
organizaciones para la implementación de las capacidades descriptas anteriormente, a saber:
Armamento
•Completamiento de las
dotaciones operacionales y
adquisición de armamento
adecuado para la ejecución
de actividades de seguridad.
Infraestructura y
equipos de campaña
•Provisión de equipamiento individual y para las
fracciones de inteligencia de
combate, de acuerdo con las
necesidades operacionales
en distintos ambientes geográficos y para afrontar las
diversas condiciones meteorológicas.
Sensores
•Provisión de material
de receptores de última generación para atender las
necesidades de obtención
electrónica en el espectro
electromagnético, tanto en el
marco estratégico operacional como el táctico.
•Provisión de material de
sensores de diferente clase
para dotar a las organizaciones de la capacidad de detec-
ción de movimientos de tropas en el campo de combate.
Gestión de información
•Provisión de equipamiento informático y multimedia de última generación y
de alta disponibilidad, como
así también las aplicaciones
de software adecuadas para
la gestión de información
tanto en el nivel estratégico
como el táctico.
Óptica
•Provisión de equipamiento de material de óptica, de avanzada tecnología,
que permite la obtención
de información a larga distancia con precisión y alta
resolución.
Plataformas no
tripuladas
•Desarrollo de aeronaves no tripuladas de distinta
autonomía para proveer a las
unidades de inteligencia de
combate.
Esta descripción realizada,
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contiene a los rubros más destacables del importante esfuerzo
de inversión que se viene realizando, para colocar al Sistema
de Inteligencia a la altura de lo
que el Ejército Argentino y la
Defensa Nacional requieren.
En materia de educación, fue
creada la Sección Educación de
Inteligencia de Combate dentro de la Escuela de las Armas,
como complemento del Instituto de Inteligencia de las Fuerzas
Armadas, para proporcionar al
personal los conocimientos necesarios sobre procedimientos
de obtención y procesamiento
de información en el campo de
combate y las destrezas necesarias para el empleo de los materiales específicos que se van
incorporando.
En ese sentido, se dictaron numerosos cursos y cursillos, alcanzando a capacitar a
aproximadamente 1.000 efectivos en procedimientos de empleo y en el uso de los materiales de dotación.
En materia de doctrina, se
redactaron los reglamentos
que conforman el nuevo cuerpo doctrinario de la especialidad, adecuándose el marco
doctrinario general a las leyes
y planeamiento militar vigente y desarrollando la doctrina
particular para la inteligencia
de combate.
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Conclusiones
Todo lo realizado hasta aquí
nos ha permitido alcanzar los
objetivos de motivar al personal
de inteligencia e interesar a oficiales y suboficiales del Ejército
en adquirir la aptitud especial
de inteligencia, aumentando de
manera significativa la cantidad
de postulantes para los cursos básicos que se dictan en el
Instituto de Inteligencia de las
Fuerzas Armadas.
También, estos logros alcanzados nos han permitido, en el
ámbito operacional, afrontar
con profesionalismo y elevado
grado de alistamiento las exigencias de la Operación Fortín
II, que ha requerido un importante despliegue de medios,
operar con alto grado de dispersión y sostener el esfuerzo por
un lapso prolongado.
A partir de todo lo mencionado y con la comprobación de
las medidas realizadas, podemos afirmar con absoluta certeza que las políticas y acciones
de transformación y modernización se están concretando con
excelentes resultados, como
consecuencia de la aplicación
de un minucioso procedimiento de planeamiento y ejecución
presupuestaria basado en criterios de excelencia, control,
supervisión y máximo aprovechamiento de los recursos asignados, llevado a cabo con la
intervención de cada uno de los
Departamentos de la Dirección
General de Inteligencia y con
el inestimable apoyo brindado
por el Ministerio de Defensa,
para la ejecución de los distintos programas de equipamiento.
En virtud de todo lo descripto, podemos apreciar que el
cumplimiento de los objetivos
pone en evidencia un profundo trabajo de modernización
y evolución de la inteligencia
militar, basado en un riguroso
estudio y en acciones efectivas
de organización, equipamiento,
capacitación profesional, cambio cultural y fortalecimiento
espiritual de sus integrantes,
y un compromiso irrenunciable con las normas y objetivos
emanados por la conducción de
la Defensa Nacional.
Solo la adecuada apreciación de la realidad, la visión
clara sobre el rumbo a emprender, el desarrollo de un plan
minucioso y la determinación
de los integrantes de la organización, han permitido revertir,
en poco tiempo, la caótica situación en la que esta área de
la conducción militar se encontraba, devolviéndole a la
Institución y a la Defensa Nacional una capacidad necesaria
y al personal militar y civil de
la especialidad el orgullo de
pertenecer a una organización
prestigiada, tanto en el ámbito
nacional como regional.