OPINANDO Escrito por Orlando Parga Figueroa - [email protected] — Twitter @PargaOrlando Miércoles 13 de Febrero de 2013 07:14 Amigos míos: TIEMPO DE CUMPLIR — Toda existencia conlleva un proceso de maduración que enfrenta a la naturaleza imperfecta de la debilidad humana con el idealismo que apela a la superación espiritual. Eso significa que en un momento dado de la existencia hay que escoger entre el bien o el mal, entre lo correcto o lo incorrecto… entre lo moral o inmoral. Aunque no se quieran dar por entendidos, a los legisladores puertorriqueños les ha llegado ese encuentro de conciencia. Cuando fui miembro de la Asamblea Legislativa, me costó trabajo justificar que la dieta era un incentivo necesario para conseguir que un legislador cumpliera con el deber de comparecer a la audiencia pública o ejecutiva de las comisiones a las que pertenecía o para que permaneciera en la sesión legislativa hasta la votación final; porque de lo contrario no la cobraría. Como Neruda, confieso que he vivido y que, por tanto, he pecado. Me hice parte del sistema y racionalicé que era un mal necesario. Resultaba a la vez incómodo que al participar de los cónclaves de la Conferencia de Legisladores Estatales de los Estados Unidos, la compensación y beneficios de los legisladores puertorriqueños se comentara con asombro y envidia por los pares de otros estados y territorios; mientras que, acá en los medios de comunicación, era el motivo principal para el insulto nuestro de cada día. La dieta, el estipendio y alto salario legislativos han sido tan enajenantes como para producir intentos de mutilación institucional. Se infiere que la enfermedad está en la sábana y que la maldad está en el frío mármol del Capitolio. En 2005 un 83.4% de los 546,809 electores que votaron, favorecieron eliminar un cuerpo legislativo con la opción unicameral; el año pasado, la Administración Fortuño interpretó la reforma legislativa vía la modalidad de cercenarle una tercera parte a sus miembros. La conducta exhibida estos días por nuestros legisladores de mayoría y minoría ante el incumplimiento de los primeros al compromiso que hicieron con el pueblo, deja al desnudo la fea realidad. Nuestra clase legislativa no acaba de entender que sus hábitos y costumbres, excesos y abusos se han proyectado a nivel tan degradante, que ya el pueblo ha decidido 1/2 OPINANDO Escrito por Orlando Parga Figueroa - [email protected] — Twitter @PargaOrlando Miércoles 13 de Febrero de 2013 07:14 removerlos como un tumor canceroso. El tiempo de la dieta y el estipendio legislativos, se acabó. Menos traumático y peligroso que la cirugía, les resultará la quimioterapia de optar por el bien, lo correcto y lo moral. INVITACIÓN — A sintonizar los sábados al mediodía el programa "El Fiscalizador", de 12:00 M a 1:30 PM, por la Cadena NOTIUNO, en el que estaré dialogando con la radio audiencia sobre los eventos de la semana. PREGUNTO — ¿Cómo contestas el comentario del senador Carmelo Ríos sobre una Legislatura integrada de mujeres y retirados desempleados? 12 de febrero de 2013 2/2