La inconstitucionalidad en el régimen federal Autora Herrera, Rocío Mariel Estudiante UBA 1. Introducción Art. 31.- Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por el Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación; y las autoridades de cada provincia están obligadas a conformarse a ella, no obstante cualquiera disposición en contrario que contengan las leyes o constituciones provinciales, salvo para la provincia de Buenos Aires, los tratados ratificados después del Pacto de 11 de noviembre de 1859. La validez de todo el ordenamiento jurídico en que se traduce el estado de derecho descansa en su subordinación a la Constitución Nacional y en su conformidad con ella. Sin embargo, no alcanza la transcripción en escritos de los derechos si no se crean procedimientos aptos e idóneos que los hagan efectivos y que permitan que la supremacía constitucional deje de ser una mera afirmación teórica sin consecuencias prácticas. Así, el control de constitucionalidad, destinado a preservar la supremacía constitucional, consiste en “el conjunto de mecanismos o procedimientos mediante los cuales se comparan normas o actos de gobierno estatales o de particulares con la constitución suprema para constatar si están o no de acuerdo con ella, y para conseguir una decisión sobre el punto que surta determinados efectos a través de los cuales se mantenga o resguarde la supremacía de la misma constitución.”1 1 Bidart Campos, Germán y Carnota Walter, Derecho Constitucional Comparado tomo I, Buenos Aires, 1998, pág. 112. 1 En consecuencia, partiendo de la base de que el sistema vigente de control de constitucionalidad en nuestro país es el de control judicial difuso, -es decir que se halla a cargo de todos los jueces del Poder Judicial, de todas las instancias y fueros, y que generalmente desemboca en la Corte Suprema de Justicia cuya última palabra definirá el punto en cuestión-, veamos cuales son aquellos mecanismos y procedimientos de los que se vale para ejercer su función. 2. Vías directas establecidas para ejercer el control de constitucionalidad 2.A. Amparo “El amparo es una garantía constitucional que tiene por objeto proteger los derechos reconocidos por la Constitución y su ejercicio contra toda limitación, restricción, o amenaza arbitraria o contraria a la ley, generada por la actividad de órganos estatales o por particulares.”2 “Se trata de una acción judicial breve y sumaria, destinada a garantizar los derechos y libertades constitucionales distintos de la libertad física, que tiene un ámbito distinto del de los procesos ordinarios, por cuanto estos –por su propia naturaleza- no pueden satisfacer la urgencia de la restauración de los derechos presuntamente conculcados, lo cual es un elemento esencial en el proceso del amparo.”3 Es una garantía de acción y efecto rápido pero limitada en su alcance. La acción de amparo nace como una creación pretoriana de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ya que si bien tenía jerarquía constitucional, no estuvo expresamente establecida hasta la Reforma de 1994. 2 3 Badeni, Gregorio, Tratado de Derecho Constitucional tomo II, Buenos Aires, 2006, pág. 1190. Ekmekdjian, Miguel Ángel, Manual de la Constitución Argentina, 6ª ed., Buenos Aires, 2007, pág. 249. 2 El año 1957, marca un antes y un después para la figura del amparo, ya que a pesar de ser una garantía constitucional, la Corte Suprema de Justicia con el argumento de no estar legislada rechazó diversas acciones sumarias de amparo. Dicha jurisprudencia fue modificada el 27 de diciembre de 1957, a partir del fallo “Siri”, y el 5 de septiembre de 1958, en el caso “Kot”. En el 1er caso, la Corte hizo lugar al reclamo del peticionario, instaurando por vía jurisprudencial la acción de amparo contra actos de autoridad publica, concretamente, Siri pedía protección del derecho de expresar ideas por la prensa, el cual estaba siendo cercenado por una autoridad publica. Para el caso la Corte sostuvo que “verificada la manifiesta restricción a una libertad constitucional sin orden de autoridad competente y sin expresión de causa que justifique esa restricción, corresponde que los jueces, de manera inmediata, restablezcan la libertad vulnerada en su integridad, sin que sea obstáculo para ello la inexistencia de una ley que regule el procedimiento para hacer efectiva la garantía. Las garantías existen por el solo hecho de estar consagradas por la Constitución e independientemente de las leyes reglamentarias, ya que caso contrario seria simples formulas teóricas carentes de fuerza obligatoria para los individuos y las autoridades.”4 Al año siguiente, con el caso “Kot”, la Corte extendió el amparo contra actos de particulares. Allí dijo “Siempre que aparezca, en consecuencia, de modo claro y manifiesto, la ilegitimidad de una restricción cualquiera a alguno de los derechos esenciales de las personas así como el daño grave e irreparable que se causaría remitiendo el examen de la cuestión a los procedimientos ordinarios, administrativos o judiciales, corresponderá que los jueces restablezcan de inmediato el derecho restringido por la rápida vía del recurso de amparo.”5 Este cambio en la jurisprudencia de la Corte Suprema, fue plasmado el 20 de octubre de 1966 en la ley 16.986 sobre amparo contra actos de autoridad pública, y posteriormente 4 5 Corte Sup. “Siri, Ángel” Fallos 239:459. Corte Sup. “Kot SRL” Fallos 241:291. 3 contra actos de particulares en el art. 321 CPCCN y por la ley 19.549. Varios años después, específicamente en 1994, fue incorporada por la Reforma Constitucional, a la Constitución Nacional en el art.43.6 Sin embargo, interponer un recurso de amparo no es tan simple, ya que el art. 43 y la ley 16.986 condicionan su viabilidad a determinados requisitos: - El acto u omisión debe emanar de una autoridad publica; - Se manifieste de manera actual e inminente una lesión para los derechos o garantías constitucionales cuya arbitrariedad o ilegalidad sea notoria; - Con excepción de la libertad individual tutelada por el “hábeas corpus”; - No existan recursos o remedios judiciales o administrativos que permitan obtener la protección del derecho o garantía constitucional de que se trate; - El acto impugnado no emane de un órgano del Poder Judicial o haya sido adoptado por expresa aplicación de la ley 16.970; - La intervención judicial no comprometa directa o indirectamente la regularidad, continuidad y eficacia de la prestación de un servicio público, o el desenvolvimiento de actividades esenciales del Estado; - La determinación de la eventual invalidez del acto no requiera una mayor amplitud de debate o de prueba o la declaración de inconstitucionalidad de leyes, decretos u ordenanzas; 6 Art. 43.CN “Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva. Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y formas de su organización. Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los datos a ella referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos, o los privados destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de aquéllos. No podrá afectarse el secreto de las fuentes de información periodística. Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física, o en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, o en el de desaparición forzada de personas, la acción de hábeas corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato, aun durante la vigencia del estado de sitio.” 4 - La demanda sea presentada dentro de los 15 días hábiles a partir de la fecha en que el acto fue ejecutado o debió producirse. De estos requisitos el art. 43 solamente excluye el inc. d del art. 2 el cual establece que “la acción de amparo no será admisible cuando la determinación de la eventual invalidez del acto requiriese una mayor amplitud de debate o de prueba o la declaración de inconstitucionalidad de leyes, decretos u ordenanzas.” Dicho inciso implica un contrasentido, ya que siendo un deber de los jueces el proteger la Supremacía Constitucional, los legisladores no pueden pretender que dejen a un lado tal obligación, para aplicar normas carentes de validez constitucional. “Caso contrario, la propia legislación reguladora del amparo estaría destruyendo la esencia y razón de ser de esa garantía constitucional.”7 Teniendo esto en cuenta, la Corte Suprema estableció en 1967 en los casos “Outon” y “Mate Larangeira Mendez S.A”8 que el principio contenido en la ley 16.986 no es absoluto, “cuando las disposiciones de una ley, decreto u ordenanza resultan claramente violatorios de alguno de los derechos constitucionales, no puede haber obstáculo para que se restablezca inmediatamente a la persona el goce de ese derecho.” En 1990, reiteró la aptitud del amparo como vía para el control de constitucionalidad, en el caso “Peralta”9 al determinar que “el amparo, instituido pretoriamente por aplicación directa de cláusulas constitucionales, y cuya finalidad es la de asegurar la efectiva vigencia de la Constitución misma, no puede recibir un límite legal que impida su finalidad esencial cuando ésta requiere que se alcance la cima de la función judicial, como es el control de la constitucionalidad de normas infra constitucionales. El art. 2º inc. d) de la ley 16.896 no puede ser entendido en forma absoluta, porque ello equivaldría a destruir la esencia misma de la institución que ha sido inspirada en el propósito definido de salvaguardar los derechos sustanciales de la persona reconocidos por la Constitución, cuando no existe otro remedio eficaz al efecto. Impedir este análisis en el amparo es contrariar las disposiciones legales 7 Sagués, Néstor P., Acción de Amparo, Buenos Aires. 1988, pag.246. Corte Sup. Fallos 267:215 y 269:396. 9 Corte Sup. “Peralta” Fallos 313:1513. 8 5 que lo fundan al establecerlo como remedio para asegurar la efectiva vigencia de los derechos constitucionales, explícitos o implícitos, así como la función esencial de esta Corte de preservar la supremacía constitucional.” Estos antecedentes jurisprudenciales, fueron luego expresamente incorporados al art. 43 de la Constitución: “el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.” Esta incorporación, convierte a la figura del amparo en un medio para ejercer el control de constitucionalidad, sin embargo el amparo ha sido desestimado en numerosas oportunidades por no cumplir con los requisitos expuestos anteriormente, no cumplimiento del plazo para la presentación, falta de prueba, entre otras. La jurisprudencia posterior a la reforma constitucional, en general, ha limitado su procedencia, al cauce estrecho fijado por la corte en el caso Peralta, es decir que solamente procederá la declaración de inconstitucionalidad en el ámbito de la acción de amparo, cuando sea notoria la trasgresión constitucional provocada por la norma aplicable al caso, limitando, por consiguiente, su efecto a inter partes. Tiene autoridad de cosa juzgada, pero solo respecto de la relación jurídica que generó el amparo. 2.B. Acción declarativa de certeza La acción declarativa de certeza, es una de las vías previstas para ejercer el control de constitucionalidad, en donde la pretensión no puede tener carácter abstracto sino que debe tener por objeto despejar el estado de incertidumbre existente respecto de una relación jurídica, causado por una disposición normativa, por medio de una decisión que otorgue a las partes la certeza requerida. Esta regulada por el art. 322 del CPCCN, el cual establece que “podrá deducirse la acción que tienda a obtener una sentencia meramente declarativa, para hacer cesar un estado de incertidumbre sobre la existencia, alcance o modalidad de una relación jurídica, siempre que esa falta de certeza pudiera producir un perjuicio o lesión actual al actor y éste no dispusiere de otro medio legal para ponerle término inmediatamente.” 6 En la causa "Hidronor S. A. c/ Prov. de Neuquén"10 el derecho judicial desarrolló el control de constitucionalidad mediante la acción declarativa de certeza. No se trata de una acción de inconstitucionalidad pura, sino que dentro del debate propio de una causa, es viable plantear la inconstitucionalidad de una norma. Para que proceda son necesarios los siguientes requisitos: - Un estado de incertidumbre de una relación jurídica creado por una norma, susceptible de ocasionar un daño al peticionante. - Interés jurídico suficiente en el accionante. - El daño debe ser real y concreto. - No debe existir otra vía judicial para evitar el daño. - Debe plantearse la inconstitucionalidad de la norma. Estos lineamientos fueron determinados por la Corte Suprema en la causa “Gomer c/ Provincia de Córdoba”11 y aclararon que “ella no tiene carácter consultivo ni configura una indagación especulativa, sino que responde a un caso judicial y busca precaver los efectos de un acto en ciernes”. Nuevamente, nos encontramos ante una vía que no es en si misma declarativa de inconstitucionalidad, sino meramente; es decir, se deben cumplir con los requisitos exigidos, limitando de esta forma el acceso a todas aquellas peticiones abstractas o con un interés difuso. Demás esta decir, que al igual que el amparo, sus efectos son inter partes. 2.C. Recurso extraordinario Como expresé anteriormente, el control de constitucionalidad de nuestro país es el judicial difuso, y en el generalmente la última palabra la tiene la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Ella ejerce su función de manera originaria y por apelación de los casos previstos por el art. 116 y el art.117 de la Constitución Nacional, y para el caso de intervención por apelación, esta puede ser ordinaria o extraordinaria. 10 11 Corte Sup. "Hidronor S. A. c/ Prov. de Neuquén" Fallos 154:516. Corte Sup. “Gomer c/ Provincia de Córdoba” Fallos 307:1379. 7 Así nos encontramos con el recurso extraordinario, que si bien no esta previsto en la Constitución, es uno de los medios específicos para asegurar la supremacía constitucional en materia federal. Se trata de un recurso "extraordinario" en razón de lo restringido de su objeto, ya que sólo es admisible en los supuestos establecidos en el art. 14 de la ley 48. Según Ekmekdjian recurso extraordinario es “el procedimiento para obtener un pronunciamiento de la corte suprema de justicia de la nación cuando esta en discusión el derecho federal o el control de constitucionalidad de una norma o de un acto.”12 Se caracteriza por: - Ser una vía procesal de apelación para impugnar ante la Corte Suprema la validez total o parcial de las sentencias federales dictadas por tribunales inferiores, que presupongan un agravio tal, que sea lesivo para la vigencia de la supremacía constitucional - Su viabilidad es restrictiva, excepcional y reservada a la materia federal controvertida. Aunque la corte ha ampliado su aplicación a las sentencias arbitrarias y de gravedad institucional - Es un recurso de casación por errores iuris in iudicando - Al igual que todas las sentencias que descalifican la validez constitucional de una norma, las decisiones de la Corte no son erga omnes, sino limitadas a las partes. - Procede contra sentencias definitivas - Es una garantía constitucional de índole procesal. Las reglas jurídicas básicas regulatorias del recurso extraordinario, están en los arts. 14, 15 y 16 de la ley 4813, junto con otras normas que regulan sus aspectos procesales. Los requisitos para su procedencia son los siguientes: 12 Ekmekdjian, Miguel Ángel, Manual de la Constitución Argentina, 6ª ed., Buenos Aires, 2007, pag.47. Art.14. Una vez radicado un juicio ante los tribunales de provincia, será sentenciado y fenecido en la jurisdicción provincial, y sólo podrá apelarse a la Corte Suprema de las sentencias definitivas pronunciadas por los tribunales superiores de provincia en los casos siguientes: 1º) Cuando en el pleito se haya puesto en cuestión la validez de un tratado, de una ley de Congreso, o de una autoridad ejercida en nombre de la Nación y la decisión haya sido contra su validez. 2º) Cuando la validez de una ley, decreto o autoridad de provincia se haya puesto en cuestión bajo la pretensión de ser repugnante a la Constitución Nacional, a los tratados o leyes del Congreso, y la decisión haya sido en favor de la validez de la ley o autoridad de provincia. 13 8 Comunes: - intervención anterior de un tribunal de justicia - causa judicial o resoluciones administrativas de naturaleza judicial - cuestión justiciable - interés legitimo en la petición - resolución que cause gravamen actual - subsistencia de los requisitos comunes al momento en que la corte dicta sentencia Intrínsecos: - Cuestión federal o constitucional. La cuestión federal puede ser: simple, interpretación de clausulas constitucionales o de normas o actos federales; compleja directa, conflicto entre la Constitución y una ley o acto nacional o local; compleja indirecta, conflicto entre una norma o acto nacional o local y otra norma o acto nacional que según la Constitución revista carácter preeminente. - Relación directa e inmediata de la cuestión federal con la materia debatida en el juicio. Es necesario que la solución del caso dependa de la interpretación de las clausulas constitucionales. - Que la cuestión federal haya sido decidida en forma contraria al derecho federal invocado. - Que la recurrida sea una sentencia definitiva. - Que la recurrida haya sido dictada por el superior tribunal de la causa. 3º) Cuando la inteligencia de alguna cláusula de la Constitución o de un tratado o ley del Congreso o una comisión ejercida en nombre de la autoridad nacional haya sido cuestionada y la decisión sea contra la validez del titulo, derecho, privilegio o exención que se funda en dicha cláusula y sea materia de litigio. Art. 15. Cuando se entable el recurso de apelación que autoriza el artículo anterior, deberá deducirse la queja con arreglo a lo prescrito en él, de tal modo, que su fundamento aparezca de los autos y tenga una relación directa e inmediata a las cuestiones de validez de los artículos de la Constitución, leyes, tratados o comisiones en disputa quedando entendido, que la interpretación o aplicación que los tribunales de provincia hicieren de los Códigos Civil, Penal, Comercial y de Minería, no dará ocasión a este recurso por el hecho de ser leyes del Congreso, en virtud de lo dispuesto en el inc. 11, art. 67 -hoy: art 75, inc. 12- de la Constitución. Art. 16. En los recursos de que tratan los dos artículos anteriores, cuando la Corte Suprema revoque, hará una declaratoria sobre el punto disputado y devolverá la causa para que sea nuevamente juzgada; o bien resolverá sobre el fondo, y aun podrá ordenar la ejecución, especialmente si la causa hubiese sido una vez devuelta por idéntica razón. 9 Las cuestiones federales del art.14 de la ley 48 son cuestiones de derecho federal, quedando excluidas las cuestiones que no sean federales y las de hecho y de prueba. A través de los años la Corte ha efectuado el desarrollo pretoriano de la teoría de las "sentencias arbitrarias". “Sentencia arbitraria es un acto judicial inconstitucional, en la medida que lesiona derechos y garantías reconocidos por la Constitución, que carece de razonabilidad, no siendo una consecuencia o derivación lógica de la debida consideración del tema debatido, del derecho invocado, del derecho aplicado, de los hechos que la motivan o de las pruebas producidas u ofrecidas.”14 No se trata de una tercera instancia normal, en ella no se revisan los errores que puedan presentar las sentencias, ni las divergencias del apelante con la doctrina sentada en las mismas, sigue siendo el ámbito del recurso extraordinario, un ámbito de excepción, donde deben encontrarse en peligro la vigencia de los principios constitucionales o donde sea estrictamente necesario uniformar la interpretación dada a los mismos. Otra ampliación del recurso extraordinario realizada por la Corte Suprema, es la de gravedad institucional, esta se refleja en “aquellas cuestiones sometidas a juicio que excedan el interés de las partes en la causa, proyectándose sobre el general o público, de modo tal que por su trascendencia queden comprometidas las instituciones básicas del sistema republicano de gobierno o los principios y garantías consagrados por la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales por ella incorporados.”15 No existen criterios objetivos respecto a ella, sino que son determinados por la valoración que realice la Corte Suprema. De esta forma, el recurso extraordinario al igual que el amparo y la acción declarativa de certeza, busca preservar la supremacía constitucional. Y si bien, no es la vía más rápida, sus efectos son más extensos y completos. 14 15 Badeni, Gregorio, Tratado de Derecho Constitucional tomo II, Buenos Aires, 2006, pág. 1245 Art. 3, Proyecto de ley de Cámara de Diputados de la Nación, 0357-D-2007 10 Sin embargo, en los últimos años, la Corte ha tomado una postura muy reticente a la hora de admitir los recursos interpuestos. Diríamos, que es prácticamente imposible acceder a ella, convirtiendo de esta forma, el recurso en algo “sumamente extraordinario”. 3. Vía emergente En busca de nuevas formas de ejercer el control de constitucionalidad, me encuentro, con la existencia, en nuestro sistema jurídico republicano, de una vía que aun no logran insertarse en los ámbitos de control federal, pero que puede ser muy eficiente si se le diera el lugar correspondiente. 3.A. Inconstitucionalidad por omisión En el ámbito del derecho constitucional, Bidart Campos ha sido el precursor en el tratamiento de este tema, “Así como se ve con facilidad que la Constitución es vulnerada cuando se realiza un acto que ella prohíbe, no es menos cierto que el plexo constitucional también padece cuando un órgano de poder o hasta un particular omite hacer lo que la norma de base manda.”16 La acción de inconstitucionalidad por omisión, tiene ingreso en nuestro sistema a través de la Constitución Rionegrina de 1988, en su art. 207, inc. 2 ap. d.17 Hoy, 20 años después continua siendo novedosa para la mayor parte del sistema jurídico. 16 Bidart Campos, Germán y Carnota Walter, Derecho Constitucional Comparado tomo I, Buenos Aires, 1998. Artículo 207.- El Superior Tribunal de Justicia tiene, en lo jurisdiccional, las siguientes atribuciones: … 2. Ejerce jurisdicción originaria y exclusiva en los siguientes casos: … d. En las acciones por incumplimiento en el dictado de una norma que impone un deber concreto al Estado Provincial o a los municipios, la demanda puede ser ejercida -exenta de cargos fiscales- por quien se sienta afectado en su derecho individual o colectivo. El Superior Tribunal de Justicia fija el plazo para que se subsane la omisión. En el supuesto de incumplimiento, integra el orden normativo resolviendo el caso con efecto limitado al mismo y, de no ser posible, determina el monto del resarcimiento a cargo del Estado conforme al perjuicio indemnizable que se acredite… 17 11 En un intento de definirla, se podría decir que es un mecanismo de control de constitucionalidad, que tiene por objeto lograr la cierta actuación de la conducta de aquellos poderes públicos constituidos con competencia delegada a ellos por la Constitución, toda vez que por su inacción provoquen una situación contraria con sus mandatos. Los requisitos para su procedencia son los siguientes: - existencia de una conducta desobediente o dilatoria, de algún poder estatal en relación a sus obligaciones como tal; - que genere una situación perjudicial o contraria a la Constitución; - debe ser atribuible a algún Poder del Estado; - los legitimados para iniciarla son, desde una individuo que acredite el perjuicio que le provoca la omisión hasta aquellas organizaciones con representación de sectores o grupos que defiendan intereses colectivos u otras instituciones designadas a tal efecto. Las cuestiones resueltas, a través de esta acción, han concluido en la indicación al sujeto pasivo involucrado en el incumplimiento, para que cese en su actitud omisiva. Sin perjuicio, de que los efectos puedan extenderse a sanciones pecuniarias o no. Como ya dije, la inconstitucionalidad por omisión no ha encontrado a nivel federal, la inclusión necesaria y su correspondiente legalización, sin embargo, por el momento se puede acudir a la aplicación analógica de los preceptos del código civil: - el art. 1074 que prescribe: "Toda persona que por cualquier omisión hubiese causado un perjuicio a otro, será responsable solamente cuando una disposición de la ley le impusiere la obligación de cumplir el hecho omitido". - el art. 1112 dispone que las omisiones por las que se puede imputar responsabilidad al Estado, por sus funcionarios, son aquellas en que los mismos incurren en conductas antijurídicas "por ejercicio irregular de las obligaciones que le están impuestas". 4. Lo establecido ya no alcanza, hay que innovar… 12 A lo largo de este trabajo, hemos visto que los procedimientos y mecanismos para ejercer el control de constitucionalidad se vuelven insuficientes. Ya sea, por sus restricciones procesales, o por las que le imponen los mismos jueces. Jueces que tienen la difícil tarea de ser los protectores y defensores de la Constitución Nacional, y también la de, en conjunto con el poder Ejecutivo y el Legislativo, mantener el equilibrio de la división tripartita de poderes. Sin incurrir en intromisiones innecesarias y contraproducentes, que solo causan a la Constitución mas atropellos de los que ya sufre, pero tampoco, sin ponerle un freno al poder que avasalla sobre los otros y rompe con el control sobre el abuso del poder. En este sistema de contrapesos se encuentra el recíproco control, en beneficio de las libertades consagradas; Montesquieu afirmaba: "Cuando el poder legislativo y el poder ejecutivo se reúnen en la misma persona o el mismo cuerpo, no hay libertad, falta la confianza, porque puede temerse que el monarca o el Senado hagan leyes tiránicas y las ejecuten ellos mismos tiránicamente. No hay libertad si el poder de juzgar no está bien deslindado del poder legislativo y del poder ejecutivo. Si no está separado del poder legislativo, se podría disponer arbitrariamente de la libertad y la vida de los ciudadanos; como que el juez sería legislador. Si no está separado del poder ejecutivo, el juez podría tener la fuerza de un opresor. Todo se habría perdido si el mismo hombre, la misma corporación de próceres, la misma asamblea del pueblo ejerciera los tres poderes: el de dictar las leyes, el de ejecutar las resoluciones públicas y el de juzgar los delitos o los pleitos entre particulares." Con esto tiene que enfrentarse el poder Judicial cada vez que se expresa sobre la inconstitucionalidad de una norma. Debe, por un lado, perpetuar la supremacía constitucional a través del “apartamiento” de aquellas normas que la contradicen, y por otro lado, producto de que estas normas son creadas por el poder Legislativo, respetar las actividades llevadas a cabo por este poder, fruto de una delegación de la Ley Fundamental. Excede de este trabajo determinar, cuando los poderes incurren en violaciones a la Constitución, quien tiene la facultad de restablecer el equilibrio y de que forma. Lo que si me compete, es buscar una alternativa al sistema de control constitucional que tan colapsado se encuentra. 4.A. …y es el momento de hacerlo 13 Hoy en día, los medios de comunicación nos permiten estar comunicados en todo momento, en cualquier parte del mundo. Nos permiten ver, que hay países que marchan mejor, peor o igual; y cuando nos enfocamos en uno que esta mejor, a veces, tratamos de imitarlo. Sin embargo nos damos cuenta que, muchas veces, no nos resulta igual que a ellos. Las razones pueden ser varias, pero en definitiva cada sociedad es diferente de otra, algunas mas, otras menos, pero diferentes al fin. Y a nosotros en principio, con sus pro y sus contras, nos funciona el sistema de control judicial difuso. Nuestra sociedad, es la que determina a que control se sujeta mejor; no podríamos, como en Gran Bretaña, no tener un sistema de control constitucional, y a ellos, sin embargo, les sirve. De esta forma, yo creo que lo que deberíamos hacer es, en vez de importar modelos contrarios a nuestras costumbres, perfeccionar el modelo vigente. ¿Cómo? En primer lugar, deberíamos ampliar y extender las vías previstas por nuestro ordenamiento. Sin tantas limitaciones procesales o sustanciales, y con un efecto más abarcador. Si las vías se encuentran colapsadas, es en parte, producto de su mala aplicación, pero también de la crisis que vivimos como sociedad, de la poca valoración de nuestras garantías, tanto por individuos como por el Estado. En tanto y en cuanto, no seamos conscientes de los derechos y obligaciones que nos competen a todos, las garantías continuaran siendo avasalladas, no solo por las personas físicas y jurídicas, sino también por las propias normas. En segundo lugar, los efectos de las sentencias de la Corte Suprema deberían ser erga omnes. No solo por una cuestión de economía procesal, sino también, para evitar la producción de juicios, que por versar sobre cosas ya tratadas, resultan innecesarios. En tercer lugar, la vía de la inconstitucionalidad por omisión, debería ir abriéndose paso en el régimen federal de control. En cuarto lugar, teniendo en cuenta, que los legisladores son los que crean las normas, deberían ser instruidos, previo a la ocupación del cargo, como requisito para ello y durante 14 el mandato, sobre los principios que rigen nuestra Constitución. Ya que si consideramos que el problema deviene de la creación de normas opuestas con la Constitución, es menester sanear desde la base, para evitar que luego, se convierta en un sinnúmero de pleitos. Por ultimo, y no menos importante, se podría disponer, la creación de una comisión o tribunal constitucional, que funcione paralela y simultáneamente con el Poder Judicial, principalmente con la Corte. Este/a se encargaría de la preparación de las causas, en forma conjunta con la Corte o no, que piden la inconstitucionalidad de las normas, o de aquellas que no la piden, pero se evidencia la violación de la Constitución o de una norma superior. En el caso de actuar conjuntamente, luego de analizar la causa, la Corte procedería a dictar sentencia. Y en el caso de actuar de forma separada, la comisión o tribunal luego de investigar y preparar los correspondientes informes, se los entrega a la Corte para que decida sobre la causa. No me refiero a esto de forma estrictamente vinculante, ya que sino estaríamos limitando la capacidad de los jueces de decidir de acuerdo a su sana critica. Pero si pretendo, que la comisión o tribunal constitucional, investigue y colabore en la decisión de los jueces de manera sumamente objetiva, ya que no debe reemplazar la labor de los jueces, sino facilitarles el tan complicado trabajo. Desde ya que la comisión o tribunal, debería estar conformada por especialistas; pero también es una buena oportunidad para darle lugar a las universidades, especialmente a las facultades de derecho que mas instruidas están en el tema, a que participen en la investigación y control. Esto no solo daría mas “fuerza constitucional” a las sentencias, posibilitando que tengan efectos erga omnes, sin incurrir en preceptos universales; sino que prepararía de una forma mas concreta, responsable e inteligente a los futuros abogados y jueces. Encontrar la forma de ser mas eficientes y alcanzarla, implica lograr la celeridad que nuestros derechos necesitan, y conlleva la preciada consecuencia de la justicia. 15