XV. REMUNERACIÓN DE LOS CONCEJALES

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DOCTRINA ADMINISTRATIVA
XV. REMUNERACIÓN DE LOS CONCEJALES
1. Naturaleza de la remuneración que perciben los concejales. 2.
Improcedencia de conceder por la vía de un Reglamento Interno
y Debates del Concejo Municipal, permisos remunerados en caso
de enfermedad debidamente comprobada.
1.
Naturaleza de la remuneración que perciben los concejales
Los concejales perciben dietas como contraprestación por la
asistencia a las sesiones de Cámara y a las Comisiones a las cuales
estén adscritos. Según el Diccionario de la Real Academia de la
Lengua Española, la palabra «dieta», considerada como pago, tiene
las siguientes acepciones: «Estipendio que se da a quienes ejecutan
algunas comisiones o encargos por cada día que se ocupan de ellos,
o por el tiempo que emplean en realizarlos / Retribución o indemnización fijada para los representantes en Cortes o Cámaras Legislativas» (destacado nuestro).
La interpretación de la palabra dieta, como remuneración, no
es otra que el pago por la función o labor realizada por cada día de
función o de labor, así estaba recogido su significado en el artículo
56 de la derogada Ley Orgánica de Régimen Municipal, que expresamente establecía:
«Los Concejales no devengarán sueldo. Sólo percibirán dietas por
asistencia a las sesiones de la Cámara y de las Comisiones Permanentes, de conformidad con lo establecido en el artículo 159 de
esta Ley» (subrayado nuestro).
Por su parte el artículo 159 eiusdem establecía el límite de las
dietas que podían percibir los concejales durante el mes, estableciendo que sólo podían ser remuneradas hasta cuatro (4) sesiones de las
Cámaras y dos (2) de las Comisiones, si el Cuerpo estaba integrado
por cinco (5), siete (7) o nueve (9) concejales; y hasta seis (6) sesiones
de la Cámara y cuatro (4) de las Comisiones Permanentes, cuando
el número de concejales excediera de nueve (9), siendo tan estricta la
norma en cuanto a la asistencia a las sesiones que establecía que
la pérdida de la dieta al concejal que se retirara antes de finalizar la
respectiva sesión, sin permiso del concejal que la presidía.
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DE LOS CONCEJALES
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Al promulgarse la Ley Orgánica de Emolumentos Para los Altos
Funcionarios y Funcionarias de los Estados y Municipios, se completó el régimen que hasta esa fecha había regulado las remuneraciones
de los concejales, extendiéndoles, en nuestro criterio, beneficios de
los cuales no disfrutaban bajo el amparo de la Ley Orgánica de Régimen Municipal, en concreto los bonos de fin de año y vacaciones.
Esta apreciación la obtiene esta Sindicatura de la interpretación del
artículo 2 de la mencionada Ley que expresamente señala:
«Se entiende por emolumentos las remuneraciones, sueldos, bonos, dietas, primas y cualquier tipo de ingresos mensuales percibidos por el funcionario, en razón de las funciones públicas que
desempeña. Los límites establecidos en esta Ley regirán exclusivamente para los emolumentos que se devenguen de manera
regular y permanente, con exclusión de las bonificaciones de fin
de año y del bono vacacional, a los cuales tienen derecho todos los
funcionarios públicos regulados por esta Ley» (destacado nuestro).
No obstante la claridad de la disposición transcrita, la Contraloría General de la República emitió el Oficio-Circular No. 07-02015 de fecha 18 de noviembre de 2002, en el cual se estableció que
hasta tanto no sea dictado un nuevo régimen municipal,no es posible que los concejales perciban remuneraciones distintas a las previstas en la Ley Orgánica de Régimen Municipal, es decir, dietas, y que
por ende debe entenderse que los límites establecidos en la Ley
Orgánica de Emolumentos, aluden a dicha categoría de remuneración, de la cual, a su decir, no puede desprenderse ningún otro
beneficio o percepción adicional, tales como las bonificaciones de fin
de año y bono vacacional.
Esa interpretación de la Contraloría General de la República
generó la interposición ante la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, de un Recurso de Interpretación acerca
del alcance de los artículos 2 y 7 de la Ley Orgánica de Emolumentos, interpuesto por el Síndico Procurador del Municipio Juan José
Mora del estado Carabobo, al cual se adhirió el Municipio Chacao
en fecha 23 de junio de 2003, por considerar que esa interpretación
restringida lesiona el principio de progresividad de los derechos,
contemplado en el artículo 19 de la Constitución de la República, en
concordancia con el numeral 1 del artículo 89 eiusdem. Este Recurso
aún está en espera de decisión.
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DOCTRINA ADMINISTRATIVA
La nueva Ley Orgánica del Poder Público Municipal nada regula al respecto, ni siquiera señala a la dieta, como sí lo hacía la abrogada Ley Orgánica de Régimen Municipal, como remuneración de
los concejales; sin embargo, ello no quiere decir que esta omisión
en la nueva Ley, dé lugar a considerar que sea otro tipo de remuneración la que se debe pagar a los concejales, ello en virtud de la
naturaleza del cargo edilicio y así está recogido en el Reglamento
Interno y de Debates del Concejo Municipal del Municipio Chacao82
que en su artículo 14 establece:
«Los Concejales están obligados a asistir puntualmente a las
sesiones del Concejo Municipal y las Comisiones, salvo licencia
otorgada por sus miembros en los términos previstos en el siguiente artículo.
Parágrafo Único: El Concejal que asista a la sesión luego de
pasados treinta (30) minutos de iniciada ésta, perderá la dieta así
como el derecho a firmar el control de asistencia correspondiente a esa sesión. De igual forma perderá la dieta el Concejal que
se retire antes de finalizar la misma sin permiso de quien la
presida».
2.
Improcedencia de conceder por la vía de un Reglamento
Interno y Debates del Concejo Municipal, permisos
remunerados en caso de enfermedad debidamente comprobada
Determinada como ha quedado que la forma de retribución
por el servicio edilicio prestado por los concejales es mediante la
figura de la dieta, es decir, pago por la asistencia a cada sesión, en
criterio de esta Sindicatura Municipal, es improcedente otorgarles a
través del Reglamento Interno y de Debates, permisos remunerados
en caso de enfermedad debidamente comprobada, por cuanto ello
iría contra la naturaleza de esa retribución que, como se indicó supra,
se genera por la asistencia efectiva del concejal a cada sesión, e iría
además, contra el derecho que tiene el suplente del concejal a percibir el pago correspondiente a las sesiones a las cuales acuda, en
virtud de la imposibilidad de asistencia de este último.
82 Gaceta Municipal. Nº Extraordinario 6.010 del 15 de diciembre de 2005.
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