Historia Universal • Bloque 2 Tema: Transformación de los sistemas políticos y nuevas ideas El ensayo Discurso sobre si el restablecimiento de la ciencia y de las artes ha contribuido al mejoramiento de las costumbres, mejor conocido como Discurso sobre las ciencias y las artes, fue escrito por Jean Jaques Rousseau en 1750, con motivo de un anuncio publicado en la entonces Academia de Ciencias, Artes y Bellas Letras de Dijon, ciudad al este de Francia. La academia publicó en el periódico El mercurio de Francia una convocatoria para que profesores, pensadores y gente ilustrada escribiera un ensayo sobe una cuestión que puede plantearse de la siguiente manera: ¿contribuye el desarrollo de las ciencias y las artes al mejoramiento de las costumbres de los hombres? En este ensayo, que le valió a Rousseau severos cuestionamientos, pero también el premio, reconocimiento y fama, presenta una crítica al estado de las costumbres de la Francia de su época, pero sobre todo a la práctica de las ciencias y las artes. En este lúcido ensayo, podemos encontrar ya una ruptura epistemológica respecto al pensamiento ilustrado, ya que las conclusiones a las que el autor llega no son muy favorables en relación con lo que trata. El argumento central se puede resumir en la siguiente oración: “las ciencias y las artes han degradado las costumbres. Se ha sustituido al dios cristiano por el dios de la Razón y la Ciencia”. Contario al pensamiento que se había construido por lo menos en todo el siglo anterior y del que Europa se enorgullecía, Rousseau centra el cuestionamiento en el aspecto de que el desarrollo de las leyes, la ciencia y las artes no representa una línea inequívoca de mejoramiento moral de las personas. Contrario a las intenciones de la academia de ensalzar las virtudes ilustradas que sacaron a Europa de la época “oscurantista”, el autor cree en la sencillez de los primeros tiempos; y recuerda al cristianismo primitivo aunque el tema de dios se encuentra ausente en el ensayo, se trata de un discurso sobre la ausencia de virtud, entendida ésta como la devoción del hombre por sus semejantes, del ciudadano, por su patria, virtud corrompida por el progreso, por la cultura, por la devoción ciega ante la ciencia. Mientras crecen las comodidades (recuérdese la importante obra de urbanización que se suscitó en Francia durante aquella época) y, se perfeccionan los métodos científicos y las artes, el verdadero saber se banaliza, se esconde en discursos grandilocuentes ejercidos en lo apartado de un gabinete; el uso de las formas y modales esconde un velo que aleja a las personas de un saber auténtico. Los argumentos de Rousseau fueron ampliamente discutidos e incluso refutados durante décadas posteriores. El mismo autor, en sus memorias; parece sugerir que este ensayo es el que menos vale de los que ha escrito y el más endeble en cuanto a argumentos; pone en tela de juicio el progreso como una línea que nos conduce inevitablemente a la felicidad; pero, sobre todo, hace notar que creer con fe ciega en la ciencia y la razón puede ser igual de peligroso que cualquier otra creencia si se pierde el sentido de humanidad en el camino. Fuentes: •“Rousseau y Coriche, la oración contra el discurso”. Disponible en http://www.iifl.unam.mx/pnovohispano/uploads/memoxviii/05_ art_78.pdf (consultado el 17 de marzo de 2013). En el siguiente enlace encontrará información sobre este tema. http://www.iifl.unam.mx/pnovohispano/uploads/memoxviii/05_ art_78.pdf D.R. Ríos de Tinta S.A. de C.V. Elaborado por Sergio Ramos Palacios. El discurso de Rousseau sobre las ciencias y las artes