1 LA NUEVA LEY EXTRANJERIA DE EXTRANJERÍA Y SUS CONSECUENCIAS JURÍDICAS, SOCIALES, EN LA VIDA COTIDIANA. INTRODUCCIÓN Reforma anunciada, esperada, necesaria para adaptar la ley a la nueva realidad de la sociedad española que la inmigración configura. Pero desacertada e inoportuna tanto desde el punto de vista de los derechos y la integración de las personas inmigrantes como de la construcción una sociedad más democrática y más garantista, más igualitaria, cohesionada. Es una reforma inoportuna porque el contexto socio-económico en el que se ha puesto en marcha, es un contexto de crisis económica, de destrucción de puestos de trabajo, de incremento del paro sin precedentes, de aumento de la precariedad para muchas familias. Esto puede reforzar en el imaginario colectivo (y de hecho lo hace) las visiones más miopes y simplistas pero muy extendidas que vinculan “inmigración y crisis”, “inmigración y paro”, que afirman de una u otra manera más o menos sutil que si los inmigrantes no estuvieran a los de aquí nos iría mejor, que aquí no hay para todos, que nos quitan lo nuestro... Máxime cuando en la exposición de motivos, la Ley afirma varias veces que uno de sus objetivos es ordenar los flujos migratorios en función de nuestra capacidad de acogida y de las necesidades de nuestro mercado de trabajo. ¿Cómo suena esto es un momento de crisis económica y de paro? Pues suena a restricción, suena a que “sobran”. Y suena más aún si lo unimos a la promoción del retorno voluntario a sus países de origen que está llevando a cabo el Gobierno. Abordar esta reforma en este momento refuerza (no sabemos si consciente o inconscientemente, cuanto menos irresponsablemente) la imagen del inmigrante como un “competidor” frente a quien hay que defenderse y no como un ciudadano igual a mí en dignidad y derechos. Y esto tiene consecuencias sociales muy serias como veremos más adelante. ANÁLISIS CRÍTICO DE LOS PUNTOS PRINCIPALES En primer lugar nos vamos a detener en la exposición de motivos de la Ley en la que el Gobierno señala tres causas que justifican la reforma: 2 Incorporar las sentencias del Tribunal Constitucional, que declaró inconstitucionales y dejó sin efecto varios artículos de la Ley en vigor por vulnerar derechos fundamentales tales como los de asociación, manifestación, sindicación, huelga... En la Ley actual sólo se reconocían a los extranjeros residentes (con permiso de residencia legal) y no a los que están en situación administrativa irregular. Estos derechos son inherentes a la persona independientemente de su situación administrativa. La reforma, efectivamente, los reconoce a “todos los extranjeros que se encuentran en territorio español” y no sólo a los residentes. Esto, indudablemente, supone un avance, pero de alguna manera era “obligado”. Aún así, en esta incorporación de las sentencias del TC, quedan pendientes algunos aspectos que luego señalaremos y que esperamos que se subsanen en la fase de enmiendas parciales. Incorporar a nuestro ordenamiento jurídico las Directivas europeas sobre inmigración, de las cuales, la más famosa es la Directiva de Retorno (fecha), más conocida como Directiva de la Vergüenza (datos). Esto en algunos aspectos parece que se ha hecho y se ha hecho correctamente, en otros no se ha hecho (¿reagrupación de ascendientes a los cinco años de residencia?) y en otros se han aprovechado el amparo de esas Directivas para restringir derechos de forma innecesaria. Es el caso de aumento del plazo máximo de retención en los Centros de Internamiento, que pasa de 40 a 60 días. La necesidad de adaptar la Ley a la nueva realidad migratoria en España que plantea nuevos problemas respecto de los que existían cuando se aprobó la última reforma de la Ley. Cabe aquí señalar, como hacen Cáritas, CEAR y Red Acoge en su documento de enmiendas al Proyecto, la utilización del término “problemas”, que tiene una innecesaria connotación negativa (como ellos dicen) y que se puede sustituir por “retos” o “desafíos”. Ya sabemos que el lenguaje no sólo refleja la realidad sino que la crea. Y por otra parte, es verdad que es necesario adaptar la Ley a la nueva realidad migratoria en España pero ¿qué entendemos por adaptar la Ley a la nueva realidad migratoria en España? Si entendemos cerrar más las fronteras, aumentar el control y restringir derechos para disuadir a quienes estén pensando en migrar, incrementar las expulsiones y las sanciones... pues mejor no adaptar nada. Si adaptar significa articular nuevas vías para la entrada legal en España para evitar la inmigración irregular, si entendemos caminar hacia una mayor equiparación de derechos y obligaciones entre los nacidos en España y sus nuevos habitantes, un mayor reconocimiento de la ciudadanía, una mayor protección a los más vulnerables de cara a posibilitar la integración de las personas y de la sociedad... entonces el proyecto de Ley deja 3 pendiente esa necesaria adaptación y la puede dificultar. Por eso decíamos antes que esta reforma es desacertada. ¿CUÁLES SON LOS PUNTOS MÁS CRITICADOS Y SOBRE LOS QUE SE PROPONEN CAMBIOS DESDE LAS ORGANIZACIONES SOCIALES? 1) POSIBILIDAD DE EMPADRONAMIENTO Y ACCESO A LOS DERECHOS BÁSICOS: Aquí hay un primer aspecto que puede tener mucha trascendencia de no modificarse. Ya sabemos que el empadronamiento es la puerta para que las personas en situación irregular accedan a la asistencia sanitaria pública, a la educación y a las prestaciones sociales básicas. Pues bien, como la Ley actual, la reforma dice: “Los ayuntamientos incorporarán al Padrón a los extranjeros que residan en el municipio y mantendrán actualizada la información relativa a ellos” (Apdo. 8, art. 6.3). Parece que nada ha cambiado... si no fuese porque en la exposición de motivos se ha añadido en el Proyecto (no estaba en el Anteproyecto) una precisión que dice que los términos “residencia” o “residente”, “en todo caso deben entenderse referidos a una situación de estancia o residencia legal”, lo cual parece implicar que los Ayuntamientos sólo podrán incorporar al Padrón a las personas que estén en situación legal y dejaría fuera del Padrón a las personas en situación irregular y, en consecuencia, fuera de los derechos básicos para cuyo disfrute el empadronamiento es un requisito: no podrían acceder a la tarjeta sanitaria y no tendrían atención médica, no podrán llevar a sus hijos/as al colegio, no podrían acceder a las ayudas sociales básicas. P.ej: El Apdo. 14, art. 12.1 dice: “Los extranjeros que se encuentren en España inscritos en el Padrón del municipio en el que tengan su domicilio habitual, tienen derecho a la asistencia sanitaria en las mismas condiciones que los españoles”. Aquí no dice “residentes”. Parece que habla de todos. Pero si según el artículo anterior, sólo “se encuentran inscritos en el Padrón” los que están en situación de residencia legal, se puede entender que los que están en situación irregular no tienen ese derecho... Genera confusión y puede dar lugar a situaciones no deseables. Esto lo ha puesto de manifiesto la plataforma “Salvemos la Hospitalidad” en su segundo documento y Cáritas, Red Acoge y CEAR en su valoración conjunta de la LOEX. Es un poco llamativo que esta precisión que no se encontraba en el Anteproyecto haya sido incluida en el Proyecto cuando, de llevarse a efecto supondría una vulneración de derechos flagrante y un 4 colapso para la situación ya precaria del millón de personas en situación irregular que se calcula hay en España. Suponemos, como también señalan las tres organizaciones aludidas, que esta no es “en ningún caso la intención del Gobierno”. Proponen la modificación de este artículo del modo siguiente: “Los ayuntamientos incorporarán al Padrón a los extranjeros que vivan en el municipio” 2) NUEVAS LIMITACIONES A DERECHOS SOCIALES BÁSICOS: EDUCACION Y VIVIENDA Al introducirse nuevas restricciones de derechos en función de la situación administrativa o del tiempo de residencia, se profundiza desde un instrumento legar en la discriminación y en la desigualdad Derecho a la educación: Hay varias cuestiones discutidas. Como en la Ley actual, se reconoce el derecho a la enseñanza básica, gratuita y obligatoria y el acceso al sistema público de becas a todos los extranjeros menores de 18 años. A los que están entre 16 y 18 años se les reconoce también el derecho a la enseñanza postobligatoria (Bachillerato, Profesional...). A los mayores de 18 años (adultos) la Reforma, como la Ley anterior, sólo les reconoce el acceso a las etapas postobligatorias (Bachillerato, Profesional, Universidad...) y al sistema público de becas a los residentes. Por tanto, quedan excluidos los extranjeros en situación irregular. Esto supondría que una chica de 19 años en situación irregular no podría acceder al Bachillerato o a la Formación Profesional. O que un joven de 25, que trabaja en una fábrica o una empresa de la construcción y desea estudiar para acceder a unas mejores condiciones profesionales y de vida, tampoco podría hacerlo. ¿Qué supone esto? Supone negar la igualdad de oportunidades, que es un principio básico en nuestra sociedad y un objetivo de toda política. Supone condenarles a mantenerse en un nicho profesional y cultural determinado, sabiendo que eso implica también un estrato social. Supone impedir progresar, formarse, desplegar sus potencialidades a una parte de la población y precisamente a la población más joven y con más posibilidades. 5 Esto misma limitación presente en la Ley actual ya fue declarada inconstitucional por el TC porque el derecho a la educación es un derecho universal, un derecho de la persona y no del ciudadano. No se sabe por qué se ha vuelto a incluir. Es también contrario al Plan Estratégico de Integración y Ciudadanía (PECI) del Gobierno que señala como objetivo nº 5: “Facilitar el acceso del alumnado inmigrante a las etapas no obligatorias” porque precisamente es una medida de integración. La educación está profundamente vinculada a la inclusión social y al acceso al empleo. Permitir el acceso a la educación en todos sus tramos a TODA la población supone abrir las posibilidades de romper la barrera de la exclusión y dar un paso más hacia una sociedad integrada. En lo que afecta al Derecho a la educación, hay otra cuestión de cierta importancia y que afecta al acceso del alumnado inmigrante (de todos, en situación regular o irregular) a la educación infantil. La Ley actual incluye un apartado que el proyecto y que dice: “En el caso de la educación infantil, que tiene carácter voluntario, las Administraciones públicas garantizarán la existencia de un número de plazas suficientes para asegurar la escolarización de la población que lo solicite.” Eliminar este apartado podría suponer que las administraciones locales entiendan que no tienen esa obligación y en un momento de recortes y de crisis, puedan reducir plazas y restringir el acceso a la educación infantil al alumnado inmigrante. El Plan Estratégico de Integración y Ciudadanía hace un especial hincapié en el acceso a la educación infantil pues “esta etapa se configura como un periodo decisivo para la adquisición de los cimientos educativos que permitirán tanto los posteriores aprendizajes como la integración social efectiva”. El acceso del alumnado inmigrante a la educación infantil debería ser garantizado para permitir una mejor integración en el sistema educativo, para que no partan de una situación de desventaja frente al resto de los niños y niñas y evitar el posterior fracaso escolar. Derechos en materia de vivienda La Ley actual reconoce el derecho a acceder a las ayudas públicas en materia de vivienda a los extranjeros residentes en las mismas condiciones que los españoles. Estas ayudas incluyen ayudas al alquiler, para rehabilitación de inmuebles, optar a una vivienda social… El nuevo proyecto limita este derecho a los residentes de larga duración (más de cinco años de residencia). 6 Los extranjeros residentes, en general, tienen dificultades en el acceso a la vivienda no sólo por su condición de extranjeros sino también porque sus ingresos, normalmente, son escasos. Sabemos que esto está provocando situaciones de infravivienda, hacinamiento y exclusión residencial. La posibilidad de contar con una vivienda digna juega un papel determinante de cara a la integración y a la inclusión social. La vivienda tiene una función social. En un aspecto tan importante, no se debería tener en cuenta ni la situación administrativa de la persona que puede ser objeto de estas ayudas ni el tiempo de residencia sino el riesgo social que se corre en cada caso concreto. Este recorte de derechos debería indignarnos especialmente cuando la vivienda en nuestro país se ha convertido en un objeto de especulación, de enriquecimiento rápido de unos pocos a costa del endeudamiento y de la exclusión de la mayoría. Nos encontramos aquí con otra cuestión llamativa que corremos el peligro de acabar dando por normal: la cuestión de la gradación de derechos. Las Leyes de Extranjería son una “legalización de la desigualdad” al establecer “categorías de ciudadanos” en virtud del periodo de residencia y de la situación administrativa. Tenemos ciudadanos de primera (los “nacionales”), de segunda (residentes de larga duración), tercera (residentes temporales), cuarta (personas en situación irregular pero empadronadas) y no ciudadanos (no empadronados, inexpulsables…). Como dice el Ferrocarril Clandestino en su Manifiesto contra la LOEX “la producción institucional de desigualdad no se detiene en los inmigrantes calificados de «ilegales». Nos tenemos que cuestionar el que como ciudadanos y como sociedad nos hayamos acostumbrado a la desigualdad. Y esto es especialmente sangrante en derechos básicos de los que depende no sólo la vida individual sino la del cuerpo social como son la vivienda y la educación. Que las personas no puedan acceder a una vivienda no nos escandaliza, nos parece lo “normal” y consideramos una utopía absolutamente irrealizable la universalización de esos derechos. ¿No deberíamos preguntarnos sobre lo que está debajo de esta cuestión? 3) REAGRUPACIÓN FAMILIAR DE LOS ASCENDIENTES. 7 En el tema de la reagrupación familiar hay algunos avances: El hecho de que el cónyuge y los hijos reagrupados, junto con la autorización de residencia obtengan también autorización para trabajar sin necesidad de ningún otro trámite. (Hasta ahora hacía falta una oferta de empleo) Ahora bien, esto que es un aspecto positivo tiene también su cara y su cruz, ya que se añade que “reglamentariamente podrá establecerse que durante el primer año de este permiso los familiares reagrupados sólo tengan acceso a las ocupaciones consideradas deficitarias en mano de obra según la situación nacional de empleo” (no para los residentes de larga duración). Esto supone una limitación y una discriminación no justificada. Nos encontramos aquí de nuevo con esa “gradación de derechos” de la que hablábamos en la vivienda. La cuestión más contestada es la que hace referencia a la reagrupación familiar de los ascendientes (padres y madres), sobre la que se imponen nuevos límites: Se añade el requisito de que sean mayores de 65 años (para no cargar nuestro mercado de trabajo) Se exige la residencia permanente (cinco años de residencia), mientras que hasta ahora sólo se pide la renovación de la primera tarjeta (un año de residencia y permiso para otro) como para la reagrupación de cónyuge e hijos. El objetivo es claro: frenar la reagrupación de los ascendientes. Esta limitación se ha querido plantear varias veces por parte de diversos grupos políticos, sin bien con distintos argumentos. Para el partido en el gobierno, es una exigencia derivada de la legislación europea (no hay ninguna normativa europea que exija fijar una determinada edad). Para otros es una medida de racionalización dado el contexto económico o supone cortar lo que denominan “reagrupaciones en cadena”, como si los inmigrantes, además de estar continuamente viniendo ellos mismos estuviesen también continuamente reagrupando a sus familiares como si esto fuera un “chorro” que no podemos soportar. Cuando nuestros políticos en sus discursos apuntan hacia esto, están conectando y reforzando, en ocasiones intencionadamente y cuanto menos irresponsablemente, con esa imagen social de “invasión” y del inmigrante como un “aprovechado” que no sólo viene él a disfrutar 8 de nuestro bienestar, nuestros derechos y nuestras prestaciones sino que encima trae a los suyos. Hay mucha gente de acuerdo con esto de frenar las reagrupaciones y que piensa que “ya está bien”, que “esto no puede ser”. Frente a esto, qué decir (seguimos la reflexión de Cáritas Española): Que el derecho a vivir en familia y a hacerse cargo de los suyos y velar por su bienestar es un derecho básico. Esta modificación responde más al momento coyuntural que España está viviendo, que a una decisión reflexiva sobre un derecho básico tan importante como el derecho a la vida en familia. No se puede legislar sobre derechos a golpe de coyuntura. No hay ningún dato estadístico que haga pensar que la reagrupación de ascendientes sea un problema sustantivo para nuestra sociedad. Según datos del Foro para la Integración de los Inmigrantes, en el periodo de enero a mayo de 2008 la reagrupación de ascendientes ha supuesto la venida de 450 personas en todo el territorio. No se puede hablar de “reagrupación en cadena” como si fuera una reacción química de combustión inmediata. Los procedimientos pasan por controles muy estrictos y por diversas administraciones. Los abogados y agentes sociales que están implicados con inmigrantes en trámites de reagrupación familiar dicen muchas veces que se está ya poniendo un freno administrativo a los procesos, que se obstaculizan deliberadamente desde la administración y es un auténtico “Via Crucis” para los inmigrantes. Aquí tenemos, entonces, una medida muy popular pero errónea desde una perspectiva de derechos y de integración. 4) MENORES NO ACOMPAÑADOS El menor o la menor es antes menor que cualquier otra cosa (antes es menor que delincuente, antes es menor que extranjero). La LOEX lo contempla al contrario: es antes inmigrante ilegal que menor y por eso la Reforma va fundamentalmente orientada a mejorar la eficacia de las repatriaciones, aún con una vaga alusión al “interés superior del menor” (se supone que les guía el principio de reagrupación familiar). 9 La nueva Ley supone abrir más la puerta a las repatriaciones, incrementando la colaboración con los países de origen. No se resuelven los problemas ni las irregularidades que se producen en los procedimientos de expulsión de menores, no incrementa las garantías para los menores. El menor será devuelto a su familia o a los servicios de protección de menores de su país de origen. ¿Cómo funcionan en estos países los servicios de protección de menores? “La experiencia práctica nos muestra que en el país del que fundamentalmente son originarios, Marruecos, no hay suficientes garantías. Se resalta positivamente que el menor, si tiene suficiente juicio, ha de ser oído antes de que se decida el inicio del procedimiento de repatriación. Los Menores Mayores (16-18) podrán intervenir personalmente en el procedimiento. 5) RÉGIMEN SANCIONADOR (catálogo de infracciones que tienen un “castigo” administrativo: multa o, incluso, expulsión en el caso de extranjeros) Se endurece el régimen sancionador: Se añaden nuevas infracciones y se agravan las sanciones, aumenta la cantidad a pagar. Esto, unido a otras dos novedades que enunciamos a continuación generan un clima mucho más asfixiante en torno a las personas inmigrantes y a quienes pretendan “echar una mano” para salir de la asfixia. Esas dos medidas son: la existencia de un Registro de Entradas y Salidas de personas extranjeras para intensificar el control (algo que hasta ahora no existía) el hecho de que a partir de la reforma las personas extranjeras en los trámites que realicen para actualizar su situación (solicitud de visados, de renovaciones…) tendrán que pagar no en la concesión sino en la solicitud independientemente de que sea concedido o no, lo cual pone más obstáculos a la renovación y hace esta mucho más gravosa económicamente. Se penalizan como conductas fraudulentas prácticas de solidaridad básica, incluso de responsabilidad familiar, y de supervivencia, comportamientos que se llevan a cabo para evitar que la gente se quede tirada en la calle sin nada y que, dicho sea de paso, suponen casi siempre mucha generosidad. 10 Se tipifican como nuevas infracciones graves (de 501 a 10.000 €): Los que hacen referencia a los falsos empadronamientos: Estar empadronado donde no se reside. Empadronar a alguien en un domicilio en donde no reside. Estos mismos hechos que se sancionan como infracción grave en la LOEX, no sólo se dan con población extranjera sino también con nacionales o comunitarios. Por ejemplo, se dan falsos empadronamientos para conseguir puntos en el acceso a un determinado centro educativo, o para obtener una tarjeta de residente y estacionar el vehículo. Sancionar más gravemente estos hechos cuando los realiza un extranjero, supone una discriminación con respecto al resto de la población. La normativa específica que regula el padrón municipal no prevé infracción similar cuando la vivienda no constituya el domicilio real de la persona nacional. Estos supuestos no deberían estar recogidos en la Ley de Extranjería sino en la Ley de Bases de Régimen Local que es el instrumento legal adecuado para sancionar las infracciones que se produzcan en relación al Padrón. Por otra parte, sabemos que este “empadronamiento ficticio” es en muchas ocasiones un “empadronamiento solidario”, la forma de ayudar a una persona en situación irregular a acceder a los derechos básicos y un instrumento para la integración. Es también un recurso de gran utilidad para los Servicios Sociales que derivan a ongs y asociaciones a estas personas y las autorizan a empadronarlas en sus locales firmando incluso acuerdos específicos para ello, para que puedan acceder a prestaciones asistenciales, acogida … A partir de ahora esto no será posible y estas organizaciones advierten del grave riesgo social que pude implicar esta medida. Hacer una oferta de trabajo para solicitar la regularización de una persona y no registrar el contrato. Contratar trabajadores cuya autorización no les permite trabajar en esa ocupación y en ese ámbito geográfico / Encontrarse trabajando en una ocupación, actividad o sector no contemplado en la autorización de trabajo y residencia. 11 Hacerse cargo de una persona que haya venido como turista contando con una carta de invitación y decida permanecer en España más tiempo del que señala su visado o autorización. Esto se considera “promover la permanencia irregular”, cuando muchas veces la persona que invita no tiene responsabilidad en el hecho de que el invitado decida permanecer en el país. (Aquí es mejor poner un ejemplo) Otras acciones que en muchos casos no son fraudulentas sino acciones de solidaridad se tipifican ahora como infracciones muy graves (de 10.001 a 100.000 €): Contraer matrimonio o simular relación laboral con un extranjero con el propósito de obtener la residencia. 5) SOBRE LOS CIES Al hablar de los CIEs, lo primero que debemos hacer es cuestionar su misma existencia dentro de un Estado de Derecho. Los CIEs existen y van a seguir existiendo. Son parte importante de esta política que pretende luchar contra la inmigración ilegal a base de control de fronteras y de expulsiones. Dado que esto es así, es necesario luchar por que se garanticen plenamente los derechos humanos de las personas retenidas en ellos y por la transparencia y el respeto a la legalidad en su gestión pero siempre sin olvidar que el internamiento en un CIE supone una privación de un derecho fundamental que es la libertad de circulación, para personas que no han cometido ningún delito penal sino una falta administrativa como es carecer del permiso de residencia y, por tanto, su mera existencia es cuestionable. Como sabéis, el internamiento en un CIE es una medida cautelar y no penal que ha de ser ordenada por un juez y cuya razón de ser es tener localizado al extranjero al que se le haya abierto un expediente de expulsión durante el tiempo que dura la tramitación de dicho expediente (que puede acabar en dicha expulsión o no, porque no todos los expedientes que se abren acaban en expulsión, y no todas las expulsiones que se decretan se puede llevar a cabo) y que no puede prolongarse, en la Ley actual, más allá de 40 días. Dado que es una medida fuertemente represiva, y que la Ley contempla otras medidas para garantizar la localización del extranjero en caso de que se decida su expulsión, sólo puede ser tomada por el juez en circunstancias muy excepcionales. La realidad indica que esto no es así, que se retiene a personas a las cuales se podría aplicar otras medidas, e incluso a personas que se 12 sabe de antemano que no van a poder ser expulsadas porque no hay acuerdo de repatriación con su país de origen o se desconoce. Así, el internamiento toma más bien la forma de un “castigo encubierto”, una forma de penalizar al inmigrante ilegal, de meter el miedo en el cuerpo y de disuadir a posibles candidatos a emprender el rumbo a nuestro paraíso. La Reforma amplía el plazo máximo de retención en un CIE de 40 a 60 días. La razón que se aduce es que los 40 días son insuficientes para realizar todos los trámites que implica la resolución del expediente. Efectivamente, de cada cinco expedientes de expulsión que se abren sólo se ejecuta uno (aproximadamente), es decir, el 17 %. Esto no se debe a que los 40 días son un tiempo insuficiente para tramitarlas (porque parece ser que sí que lo es) sino al costo elevadísimo de las expulsiones1 (No hay dinero para pagarlas) y, como decíamos antes, a la falta de acuerdos de repatriación con muchos países. Desde aquí, no está justificado el aumento del plazo del internamiento. Por otra parte, según los Convenios internacionales firmados por España, a un extranjero que vaya a ser extraditado a su país por que, presuntamente, haya cometido un delito, no se le puede privar de libertad por un tiempo mayor de 40 días. Si esto es así para un extranjero que vaya a ser devuelto a su país porque presuntamente haya cometido un delito, no se puede entender que para un extranjero que no ha cometido ningún delito, el tiempo de privación de libertad sea mayor. Al menos, ha de ser igual. Esto sin contar que hay países como Francia y 1 La mayoría de las expulsiones se realizan en aviones y suponen sufragar, además del pasaje de ida del extranjero, el de ida y vuelta de los dos policías que lo escoltan. Por ejemplo, la expulsión de un ecuatoriano le sale al Estado por 3.353 euros; la de un senegalés, por 2.000; la de un búlgaro, por 1.400, y la de un chino por 6.750. ¿Por qué, sabiendo que sólo se tiene capacidad económica para afrontar un cierto número de expulsiones al año, se abren muchos más expedientes de expulsión de los que se puede ejecutar? ¿Por qué se decretan expulsiones a personas cuya nacionalidad se desconoce o con cuyos países no existen acuerdos de deportación, sabiendo que, de facto, no se las podrá echar? ¿Por qué se prefiere gastar el dinero en estos costosos procedimientos de internamiento, expulsión y reforzamiento militar de las fronteras en vez de apostar por construir una convivencia con personas nacidas aquí y allí, que probablemente tienen mucho que aportar? De nuevo, la lógica punitiva, la voluntad de castigar a quien llegó a territorio europeo sin permiso, aparece como una de las explicaciones más plausibles. Manifiesto “La Ley de Extranjería http://www.transfronterizo.net/ nos hace desiguales”. Ferrocarril Clandestino. 13 Chipre que han acordado ya un tiempo menor de internamiento (32 días), con lo cual, parece posible reducir y no ampliar este plazo. Se ha comentado también que la Reforma parece abrir la puerta a una de las principales reivindicaciones sociales sobre los CIEs que es la de que las ONGs, asociaciones de defensa de derechos humanos, de defensa de los derechos de los inmigrantes, puedan entrar en los CIEs para atender a las personas retenidas. Efectivamente, dentro de los derechos de las personas retenidas en los CIEs se contempla el derecho “a entrar en contacto con organizaciones no gubernamentales y organismos nacionales, internacionales y no gubernamentales de protección de inmigrantes”. Se hace este reconocimiento de forma muy vaga y abierta. Habrá que esperar a ver cómo se articula en el reglamento. Sin embargo, no se han incluido otras medidas que vienen siendo repetidamente reclamadas por las organizaciones sociales y por los juristas que vienen a pedir, más o menos, que al menos se equipare el control de los CIEs al de las cárceles: La creación de una figura parecida al Juez de Vigilancia Penitenciaria, una jurisdicción específica sobre los CIEs para garantizar los derechos de los internos. Que, dado que el internamiento es una medida excepcional que afecta a un derecho fundamental, sea regulado por una Ley Orgánica 6) ALGUNOS AVANCES PARCIALES: MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO. Las mujeres inmigrantes víctimas de maltrato son un colectivo especialmente desprotegido y que encuentra trabas mayores que el resto de las mujeres para decidirse a poner una denuncia contra su agresor y acceder, así, al sistema de protección jurídico y social. Los motivos son fundamentalmente dos: Su dependencia económica respecto de la pareja en gran parte de los casos, especialmente en las mujeres reagrupadas cuya autorización de residencia y de trabajo depende de la de su pareja. En el caso de las mujeres en situación irregular, el miedo a la expulsión. 14 La Reforma incluye nuevos artículos que tratan de solventar esa desprotección, pero de forma incompleta o ineficaz, con lo cual, aunque se puede reconocer un pequeño avance, ha de ser mucho más valiente, considerando a la víctima en su condición de víctima antes que de inmigrante irregular. Cuando son mujeres reagrupadas: podrán obtener una autorización de residencia independiente de su cónyuge desde el momento en que se hubiera dictado una orden de protección o cuente con informe del Ministerio Fiscal en que se constate la existencia de indicios de violencia. Pero una autorización de residencia sin autorización de trabajo no acaba con la dependencia económica que permita a la víctima emanciparse de su agresor. Por ello Cáritas, CEAR, Red Acoge proponen una modificación del texto que contemple también el acceso a una autorización de trabajo sin contar con una oferta de empleo. Cuando son mujeres en situación administrativa irregular: Hasta ahora, hay una Instrucción de la Secretaría de Estado de Seguridad que ordena a los agentes policiales que, cuando una mujer en situación irregular acude a poner una denuncia contra su agresor a la comisaría, se le abra un procedimiento sancionador que puede acabar en expulsión. Esto representa un obstáculo de gran envergadura, que es colocado precisamente en la puerta principal de acceso a la justicia, que son las dependencias policiales. Un nuevo artículo de la Reforma dice que ese procedimiento sancionador “será suspendido” mientras se tramita la denuncia y se llega a la sentencia sobre la situación de maltrato. En el momento en que esto se produzca, el procedimiento sancionador seguirá su curso llegando incluso hasta la expulsión. Con lo cual, de hecho, no se elimina ninguna traba para que las mujeres en situación irregular víctimas de maltrato puedan denunciar pues la expulsión, antes o después, puede llevarse a cabo. Diversas organizaciones reclaman que se modifique el artículo declarando que ese expediente sancionador no se abra en ningún caso, de modo que las mujeres puedan denunciar sin miedo y acceder al sistema de protección. La Ley contempla también la mujer en situación irregular víctima de maltrato pueda acceder a una autorización de residencia y trabajo por causas excepcionales. 15 VALORACIÓN Ampliando el “zoom”: Perspectiva global. Es una Ley que sigue la orientación tomada en la Unión Europea en materia de inmigración. Es verdad que el Gobierno ha modificado su política migratoria en el tiempo en que lleva en el poder. Desde la regularización extraordinaria de 2005 y el Plan Estratégico de Ciudadanía e Integración, que expresaban una política más global y abierta, hasta la Reforma de la Ley en curso se puede ver una evolución hacia una política más restrictiva, en el caso de las personas sin papeles incluso más represiva. La Política Europea en materia de inmigración se enmarca en la llamada “Estrategia de Lisboa” (el complemento económico del Tratado de Lisboa). El objetivo señalado en dicha estrategia es convertir a Europa en el espacio más competitivo del mundo. Eso, en materia de inmigración significa: Facilitar la llegada de los inmigrantes que nos “sirvan” para cubrir necesidades de nuestro sistema productivo (tarjeta azul, facilidades para trabajadores extranjeros altamente cualificados, fuga de cerebros... mano de obra de baja cualificación para cubrir los nichos laborales que nadie quiere, migraciones circulares, nuevo visado de búsqueda de trabajo) Evitar a toda costa la entrada de el resto de los inmigrantes, los que no cubren esas necesidades, los que son una “carga” porque no producen y hay que reconocerles derechos. Aquí tenemos, dicho de una forma más dura, dos de los pilares de la política migratoria de nuestro gobierno, recogidos con insistencia en la Ley: Ordenar los flujos migratorios hacia nuestro país en función de nuestra capacidad de acogida y de las necesidades de nuestro mercado de trabajo. La lucha contra la inmigración irregular, que sigue un modelo casi exclusivamente represivo que Rafael Lara, de APDHA, expresa resumidamente en una frase lapidaria: “Impedir que salgan (externalización de fronteras). Si salen, que no lleguen (SIVE, FRONTEX). Y si llegan, que sean expulsados lo antes posible (redadas, expulsiones, CIEs) 16 El tercer pilar, que sería la integración también va cambiando de modo de contenido: en el documento “Principios básicos comunes para las políticas de integración de los inmigrantes en la Unión Europea” (2004), aprobados por el Consejo de la Unión Europea y los representantes de los Gobiernos de los Estados miembros, define la integración como “un proceso bidireccional y dinámico de ajuste mutuo por parte de todos los inmigrantes y residentes de los Estados miembros”, para continuar afirmando que “la integración implica el respeto de los valores básicos de la Unión Europea.” Posteriormente, en el Pacto Europeo de Inmigración y Asilo se habla de “promover la integración armoniosa de los inmigrantes que tengan intención de instalarse en él de forma duradera”. El planteamiento es “Ya que se van a quedar, tomar medidas para que se integren”. Que se integren ellos, nada de dinamismo, ni de adaptación mutua... Todas los puntos que se enumeran en cuanto a la integración son acciones hacia los inmigrantes, no se citan acciones hacia la sociedad receptora. Lo mismo ocurre en el Proyecto de Reforma: “Los poderes públicos promoverán que los extranjeros puedan recibir enseñanzas para su mejor integración social.” Son ellos los que tienen que integrarse, integración como adoctrinamiento y adaptación... aunque mantiene un ligero contenido de “integración bidireccional” (habla de integración “entre los extranjeros y la sociedad receptora”) Es una pena que este Gobierno, que mantiene en el PECI 2007-2010 la concepción de la integración como un proceso bidireccional, de adaptación mutua y la idea de que las políticas de integración se dirigen a la ciudadanía en general, no haya podido, querido reflejar en esta Ley ese otro modelo de entender la integración. Parece, como dijo Miguel Pajares, experto en inmigración de la Universidad de Barcelona, a cuenta del Pacto Europeo de Inmigración y Asilo, “los sectores progresistas europeos deben superar el fatalismo que se está instalando en esta materia (el fatalismo y la necesidad de adaptación al entorno efectivamente se ha instalado en nuestro gobierno), deben desprenderse de la idea de que la inmigración es un asunto aparte, en el que inevitablemente se ha de pasar por encima de conceptos democráticos y progresistas que aplicamos en otros asuntos. Ha de promoverse un nuevo consenso que nos permita transmitir a la sociedad la idea de que otra política de inmigración es posible.”2 2 La Vanguardia, 14 de Octubre de 2008. Miguel Pajares, Pacto Europeo sobre Inmigración. 17 Reduciendo el zoom: nuestra sociedad, nuestros barrios, nuestros espacios. Consecuencias específicas para las personas inmigrantes: ya hemos ido viendo algunas. En general, aumenta su asfixia, su vulnerabilidad, su riesgo de exclusión social especialmente en de las personas en situación irregular. Consecuencias para el conjunto de la sociedad: Esta Reforma de la Ley tiene consecuencias para todos los que compartimos el mismo espacio y el mismo suelo porque configura un tipo de sociedad (desigual, fragmentada, en la que los vínculos humanos y sociales elementales que nos unen unos a otros y posibilitan a la larga la supervivencia de TODOS se disuelven) La imagen social de la inmigración que refuerza: Mientras nos hagan falta y se adapten, que vengan pero cuando no nos hagan falta y se conviertan en una “carga” que se marchen. Esta visión, con mayor o menor virulencia, en versiones suavizadas o combativas, está presente en nuestras calles, conversaciones, familias, compañeros de trabajo, incluso comunidades cristianas. El clima social que se va creando progresivamente que es de hostilidad ante el extranjero antes de de hospitalidad: Ya desde antes de la crisis, pero más aún con la crisis, parece haberse instaurado en la sociedad lo que el Ferrocarril Clandestino llama la “lógica de la escasez” (no hay para todos: no hay trabajo, no hay recursos sociales, no hay plazas de comedor, no hay médicos... Y muchos sabemos que si esto es así, las causas las debemos buscar no en la inmigración sino en otra parte)3. 3 Las personas con documento de identidad español pueden pelearse con las que no lo tienen porque «empeoran las condiciones de trabajo» y «saturan los servicios públicos» y seguir así instauradas en una lógica de la escasez que lleva a la guerra al otro como principio de relación social. También pueden descubrir que tanto unos como otros producimos riqueza y preguntarse dónde demonios está esa riqueza, a dónde fue a parar, quién se la quedó. Autóctonos e inmigrantes, con papeles y sin papeles, podemos unirnos como iguales y buscar juntos otra salida a la crisis que no pase por la guerra al otro. Podemos negarnos a que los inmigrantes sean utilizados como variable de ajuste, plantear la igualdad como principio y pelear juntos por una redistribución de la riqueza para todos, independientemente del lugar en el que nacimos. Manifiesto “La Ley de Extranjería http://www.transfronterizo.net/ nos hace desiguales”. Ferrocarril Clandestino. 18 Como dice el Ferrocarril en su documento sobre la crisis, esta lógica de la escasez lleva a la guerra contra el otro como principio de relación social. O dicho de una manera más suave, al recelo ante el extranjero, a la competitividad, a la división social recelo ante el extranjero, peligro de incremento del racismo, xenofobia. Otro rasgo del clima social que se va creando es el MIEDO: el miedo en “ellos” (a salir a la calle, a la expulsión, a quedarse sin trabajo y sin papeles…), el miedo en “nosotros” (a que nos invadan, a que nos roben, a que nos dejen sin lo nuestro, a que modifiquen nuestras costumbres de toda la vida…) Todos, ellos y nosotros, presos del miedo. Somos la sociedad del miedo inducido: desde la crisis, hasta la gripe A, pasando por el terrorismo o los inmigrantes... ¿Pactamos con esta paranoia? La ruptura de los vínculos sociales. Que es lo que pasa cuando se penalizan como infracciones graves o muy graves, con cuantiosas multas económicas, comportamientos que son modos de solidaridad, de echar una mano en situaciones desesperadas, de posibilitar la supervivencia del prójimo4. El nuevo Régimen Sancionador con as nuevas infracciones referentes al empadronamiento, al proporcionar una oferta de trabajo, a seguir dando cobertura a una persona a la que se ha invitado a venir a España y permanece en el país más allá del tiempo que dura su visado. 4 En el anteproyecto de ley de extranjería hay todo un capítulo que castiga con multas elevadísimas prácticas que en realidad surgen de manera natural en la convivencia y la amistad entre personas con papeles y sin papeles. Valgan algunos ejemplos: empadronar a un amigo sin papeles que anda de casa en casa y necesita un domicilio de referencia para recibir documentación se considera una falta grave, castigada con una multa de hasta 10.000 €; invitar al país a un amigo extranjero y continuar acogiéndole una vez transcurrido el periodo de tiempo permitido por su visado o autorización recibe, en la letra del anteproyecto, el mismo castigo; tres faltas graves (por ejemplo, empadronar a tres amigos) se consideran una falta muy grave, castigada con multas de hasta 100.000 €; casarse con un amigo, para que salga del infierno de la condición de sin papeles, también aparece calificado de falta muy grave; en el caso de un infractor extranjero, una falta muy grave le supondría la retirada de su permiso de residencia y trabajo, de manera que Khaled, por empadronar a su hermana, su primo y su amigo de infancia, todos ellos sin papeles, en su domicilio, podría quedarse sin papeles como ellos. 19 o está lanzando un mensaje peligroso: “Es mejor no pringarse por el otro, es mejor no echar una mano y desentenderse, porque ayudar tiene sus consecuencias. Tú por tu camino y yo por el mío”. o Pone en una situación muy complicada y difícil a muchas personas inmigrantes que se ven obligadas a elegir entre su sentimiento de responsabilidad hacia sus compatriotas, amigos, hermanos... o exponerse a ser sancionado. o Penaliza a las personas que dan el salto, que se implican y que no permiten que en ellos se instale la lógica de la insolidaridad. Penalizar legalmente la solidaridad es algo muy grave, es un retroceso, es descomponer a la sociedad y a las personas en lo que tenemos de más humano que es la solicitud de unos hacia otros. Y nuestra sociedad va “tragando” con dosis cada vez más altas de inhumanidad. La Reforma ahonda la legalización de la desigualdad que ya existía. Los habitantes de este país, los vecinos de estas ciudades y barrios no somos iguales. Somos desiguales. Los hay con todos los derechos, con bastantes, con menos, con menos aún y con casi ninguno (gradación de derechos y de ciudadanía). Más tremendo que esto, es que los ciudadanos lo demos por normal, que el que otros tengan menos derechos se de por normal. Acabamos dando por normales muchas cosas que no lo son. En los dos siglos anteriores (XIX y XX) los esfuerzos sociales han ido orientados a ampliar la ciudadanía, a ampliar el reconocimiento de la plenitud de derechos a más grupos sociales (burgueses, obreros, mujeres y niños/as...). Y hoy, cuando estaba supuestamente conseguida ese reconocimiento de igualdad (legal) de derechos, volvemos a encontrarnos con una sociedad dividida entre los que sí son iguales en derechos y nos que no lo son. Pactar con esto es un retroceso. Y en nuestra sociedad, en general, estamos pactando con la desigualdad y con mucho atropello. Pero es como si eso no nos afectase a nosotros, son “los derechos de los otros”. ¿QUÉ PODEMOS HACER? 20 Trabajar desde la relación cotidiana. La vida cotidiana es un espacio político, donde se construye sociedad, donde contribuimos a reforzar lo que hay o a transformarlo. El feminismo dijo “lo personal es político”. También podemos decir: “Lo inter-personal es político”. ¿Qué implica trabajar desde la vida cotidiana como espacio político desde el que transformamos la realidad?: Trabajar por transformar la imagen social de la inmigración y de las personas inmigrantes allí donde estemos, en nuestras comunidades, en nuestros barrios, en la tienda a donde vamos a comprar, en el autobús, en conversaciones... No perder ocasiones de compensar la visión negativa y ofrecer otras historias, otros ejemplos, otros argumentos para romper estereotipos y prejuicios. Esto se puede hacer de manera muy sencilla y siempre hemos de hacerlo respetuosamente. Probablemente tendremos poco éxito pero... Poner voluntad y empeño en encontrarnos con el otro y establecer vínculos. Romper la inercia social que nos lleva (también a nosotros/as) a “ir a lo nuestro”. o Generar relaciones de amistad y de reciprocidad con personas imigrantes. o Generar espacios de convivencia y apoyo en la vida cotidiana, espacios donde nos encontremos en igualdad y como seres humanos. Estos espacios no son neutros. Son un signo profético, una “desobediencia”, una forma de resistencia a la lógica del enfrentamiento y una visibilización de que otras relaciones son posibles. Es importante no perder y fomentar la visión política (no sólo asistencial o caritativa) de todas nuestras acciones, opiniones, modos de actuar. Nuestra vida cotidiana tiene incidencia pública y más cuando nos unimos y organizamos en grupos y colectivos. Mantenernos en la denuncia pública en todo lo que podamos. Ser conscientes y crear conciencia, ser memoria de lo que no podemos perder como conquistas en humanidad y como referencia y utopía de sociedad. Resistir al adormilamiento. 21 Trabajar por una democracia de alta densidad que implica igualdad, reparto equitativo de recursos y participación, comenzando por la nuestra. Los que puedan y se atrevan, arriesgarse a la solidaridad aunque esté penalizada. (¿Qué hacemos las congregaciones religiosas?) No tener miedo al dolor y la impotencia cuando acompañamos a la gente que vive situaciones sin salida. No ofrecer resistencia a cruzar con ellos la barrera de dolor, a que nos salpique y ver que no podemos hacer nada más que estar. Todo desde nuestra pequeñez, pero uniendo fuerzas... Las cosas chiquitas. “Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá. Pero quizá desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable.” E. Galeano “Por cómo percibimos y acogemos a los otros, a los diferentes, se puede medir nuestro grado de barbarie o de civilización… Ser civilizado significa ser capaz de reconocer plenamente la humanidad de los otros, aunque tengan rostros y hábitos distintos a los nuestros; saber ponerse en su lugar y mirarnos a nosotros mismos como desde fuera. Nosotros… tenemos la responsabilidad de dar un paso hacia un poco más de civilización.” (Discurso de Tvetzan Todorov, Premio Príncipe de Asturias 2008) “Tú eres tu propia barrera. Salta desde dentro”