BOTÁNICA. m de movimientos espontáneos, á los cuales se ha dado el nombre de SNIULLUM Bryozoon. En las anteras de los SHIAGNUM y del MARCHANTÍA es donde principalmente MM. Unge* y Meyen han observado este curioso hecho, y M . Ad. Brongniartlo ha confirmado en las de las FUÑARÍA hygromeirica, TORTULA ruratis y POLYTRICIIUM undulatum. No habiéndose encontrado anteridias sino en un cierto número de Musgos, se habian suscitado dudas sobre la realidad de sus funciones; pero desde que briólogos egercitados se han ocupado de su investigación, hai pocas especies que se hayan presentado sin ellos . Parafisos. Los parafisos (paraphyses, fila suceulenta) son filamentos articulados, derechos al rededor ó en medio de las anteridias que acompañan y que se encuentran generalmente en las flores masculinas y femeninas de los Musgos. Tan pronto tienen la misma longitud, tan pronto son mas cortos que las anteras. También varían mucho en cuanto al número, regularmente indeterminado. Algunas veces faltan completamente. Se componen de una sola hilera (rara vez de dos, ex. PALUDELLA squarrosá) de celdillas prolongadas y revisten la forma cilindrica ó se inflan como una maza ó cuña en la extremidad. Su uso no está aun claramente definido. FLORES FEMENINAS. — La flor hembra, siempre sésil, puede ser terminal (Musa acrocarpi Brid., acraníhi Schwsegr.), ó lateral, es decir, ocupar la axila de una hoja caulinaria ó rameal (Muscr pleurocarpi Brid., pleuranthi Schwaagr.). Se compone de un involucro llamado periquecio, de pistilos ó arquégonos y de parafisos. Periquecio. El periquecio (perichcetium) consiste en hojas cuya forma, número y disposición son mui propensas á variar. Sus hojas, sobre todo por el notable crecimiento que toman después de la fecundación, son generalmente mayores que las hojas caulinarias, lo que es lodo al contrario en las perigoniales. Por otra parte son bastante desemejantes entre sí, siendo las interiores mas largas y mas estrechas que las exteriores y vice versa. Esta desigualdad puede llegar hasta el punto de que se consideren como formando dos periquecios, uno exterior compuesto de hojas empizarradas ovado-lanceoladas, y otro interior formado de filamentos capilares mui largos, rodeando el pistilo ó la vaina como una mecha de pestañas (ex. NECKERA disticha). Pistilo. M. Bischoff ha dado el nombre de arquégonos pistiliformes (arcliegonia pisúlliformia) á los rudimentos del órgano femenino que otros briólogos han llamado pistilos {pistilla, fructus primordia, germina, pistillidia). En las flores unisexuales ocupan los pistilos, solos ó mezclados con los parafisos, el centro del periquecio, y están rodeados de anteridias ó incorporados sin orden á estas en las flores herniafroditas. El pistilo de los Musgos se manifiesta en su origen bajo la forma de un cilindro celuloso, corto y truncado; pero bien pronto la parte inferior llega á inflarse y se puede distinguir, como en el de las Hepáticas, un ovario, un estilo y un estigma. Remitiré tocante á la historia de su desarrollo á lo dicho anteriormente (pág. 266), puesto que la morfosis de este órgano es casi idéntica en las dos familias. La única diferencia notable es que en lugar de rasgarse por la extremidad ó un poco mas abajo en la evolución del fruto, es en la base del pedúnculo, ó mas exactamente hablando, en la punta de la vaina, donde el epígono convertido en cofia se rompe circularmente y que arrastrado por el fruto lo cubre hasta su madurez. El número de pistilos es mui variable no solo en especies diferentes, lo que no tendría nada de extraordinario, sino también en las varias flores de una misma especie y hasta del mismo individuo. Reducido á la unidad en algunas (ex. SCIIISTOSTEGA), se encuentran hasta veinte y mas en otras muchas (ex. MNIUM rosiratum). No obstante, por grande que sea su número no se desarrolla mas que uno, rara vez dos y mas raramente una cantidad mayor. Los otros abortan, se marchitan y persisten al rededor de la vaina ó sobre ella. Estos cuerpos son los que Hedwig juzgaba necesarios 1 2 * Véase: Unger, Uber die Anth. von Sphagnum, Flora, 1834, n° 10, y Ann. Sc. nat., 2" ser., Bot., torn. III,p. 188. — Meyen, Sur les anim. sperm, des végét. infer., misma obra, torn. X , p. 319.—Unger, Nouv. obs. sur les Anth. des Mousses, y Act. Acad. nat. Curios., torn. X V I I I , p. li, y Ann. Sc. nat., torn. X I , p. 257. 2 Véase en Schvragrichen, Supplem. I l l , la singular metamorfosis de un pie femenino del TETRAPIIYS pellucida en otro masculino ó mas bien hermafrodita.