El deterioro del medioambiente pone en peligro los avances

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Bajo estricto embargo hasta el 2 de noviembre de 2011, 11:00 a.m. hora GMT (Londres),
07:00 a.m. hora estándar del Este (Nueva York).)
El deterioro del medioambiente pone en
peligro los avances mundiales a favor
de los más pobres, advierte el Informe
sobre Desarrollo Humano de 2011
• La falta de acción contra el cambio climático y la destrucción de los
hábitats naturales ponen en peligro los adelantos en materia de salud e
ingresos en los países en desarrollo
• El Informe muestra los vínculos entre la desigualdad de género e
ingresos y el deterioro del medioambiente
Copenhague, 2 de noviembre de 2011—Las proyecciones del Informe sobre Desarrollo
Humano de 2011, publicado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), indican que los avances en los países más pobres del mundo podrían frenarse o
retroceder si no se toman medidas decididas para frenar el cambio climático, evitar la
degradación del medioambiente y reducir las profundas desigualdades entre las naciones y
al interior de ellas.
El Informe titulado Sostenibilidad y equidad: Un mejor
futuro para todos, señala que para conseguir la
sostenibilidad medioambiental de manera más justa
y eficaz es necesario abordar las desigualdades en
acceso a salud, educación, ingresos y por razón de
género en conjunto con las medidas que se aplican
en todo el mundo para impulsar la producción de
energía y la protección de los ecosistemas. La
Administradora del PNUD, Helen Clark, presentó
el Informe hoy en la ciudad de Copenhague,
acompañada de la Primera Ministra de Dinamarca,
Helle Thorning-Schmidt, cuyo gobierno se ha
comprometido a reducir las emisiones de dióxido de
carbono en 40% en los próximos 10 años.
Mientras la comunidad internacional se prepara para la histórica Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, que se celebrará en junio de 2012 en Río de Janeiro,
el Informe subraya que, en el fondo, la sostenibilidad es básicamente un tema de justicia
social, tanto para nuestra generación como para las venideras.
“La sostenibilidad no es solo, ni en primera instancia, un tema ambiental, como se argumenta
tan convincentemente en este Informe”, dice Helen Clark en el prólogo. “Se trata, sobre todo,
de la forma en que elegimos vivir nuestra vida, conscientes de que todo lo que hacemos tiene
consecuencias para los 7.000 millones de habitantes del planeta, así como para los miles de
millones que vendrán en los próximos siglos”.
S-1-1
Desde 1990, el PNUD ha encargado cada año la elaboración independiente de los Informes sobre Desarrollo
Humano. En esa ocasión también se dio a conocer el Índice de Desarrollo Humano (IDH), una medida compuesta
de la situación de los países en materia de salud, educación e ingresos. Este indicador cuestionó por primera vez las
medidas del crecimiento nacional que se basan exclusivamente en criterios económicos y con ella, la institución
hizo un llamado a medir periódicamente los avances mundiales en la calidad de vida de las personas.
Entre 1970 y 2010, las naciones que se ubicaban en el 25% inferior de la clasificación de países avanzaron en la
escala del IDH en un notorio 82%, es decir, duplicaron el promedio mundial. El Informe destaca que si en los
próximos 40 años se mantuviera el ritmo de avance de las cuatro décadas anteriores, la gran mayoría de los países
alcanzaría en 2050 un nivel de IDH igual o mejor del que disfrutan hoy los países que se ubican en el 25% superior
de la clasificación. Esto supone un adelanto extraordinario en desarrollo humano mundial en menos de un siglo.
Sin embargo, la creciente amenaza al medioambiente mundial podría frenar abruptamente estas tendencias
positivas hacia la mitad de este siglo. El Informe señala que las personas que viven en los países más pobres corren
un riesgo desproporcionado de sufrir por las catástrofes relacionadas con el clima, como sequías e inundaciones, y
por la exposición a la contaminación del aire y del agua.
Sostenibilidad y justicia social
A pesar de los adelantos conseguidos en desarrollo humano en los años más recientes, la distribución del ingreso
ha empeorado, todavía persisten graves desigualdades entre hombres y mujeres y el acelerado deterioro del
medioambiente impone una “carga doble de privación” en las familias y comunidades más pobres del planeta,
advierte el Informe. La mitad de todos los casos de desnutrición del mundo se debe a factores medioambientales,
como la contaminación del agua y la escasez de alimentos producto de las sequías. Según el Informe, esto perpetúa
un círculo vicioso de empobrecimiento y daño ecológico.
El Informe también insiste en que una buena calidad de vida no tiene por qué ir siempre acompañada de un alto
consumo de carbono y pone como ejemplo a algunos de los países más ricos, donde si bien las emisiones de
dióxido de carbono han estado estrechamente relacionadas con el crecimiento del ingreso nacional en las últimas
décadas, el consumo de combustibles fósiles no está correlacionado con otras medidas del desarrollo humano,
como la esperanza de vida o la educación. De hecho, muchas naciones industriales avanzadas están consiguiendo
reducir su huella de carbono sin perjudicar su crecimiento.
“El crecimiento impulsado por el consumo de combustibles fósiles no es un prerequisito para una mejor vida
en términos de desarrollo humano”, precisa Helen Clark. “Las inversiones que mejoran la equidad ─por ejemplo
en cuanto a acceso a energía renovable, agua y saneamiento, y salud reproductiva─ pueden mejorar tanto la
sostenibilidad como el desarrollo humano”.
El Informe propone que la prestación de electrificación para las 1.500 millones de personas que hoy carecen de este
servicio se haga de manera asequible y sostenible, sin un aumento significativo en las emisiones de carbono. Según
el texto, la iniciativa de “Acceso universal a energía”, que cuenta con el respaldo de la ONU, podría concretarse
con inversiones del orden de una octava parte de los fondos que actualmente se destinan a subvencionar el uso de
combustibles fósiles, que bordearon los 312.000 millones de dólares en 2009.
El Informe se une a las voces que instan a considerar urgentemente un impuesto a las transferencias de divisas
u otros cargos a las transacciones financieras internacionales para solventar la lucha contra el cambio climático
y la pobreza extrema. Por ejemplo, se calcula que la aplicación de un impuesto de apenas el 0,005% al comercio
internacional de divisas podría contribuir a reunir 40.000 millones de dólares cada año o más. Esto avivaría
significativamente el flujo de ayuda dirigida a los países más pobres, que ascendió a 130.000 millones de dólares
en 2010, en un momento en que la financiación del desarrollo languidece debido a la crisis financiera mundial.
“Este impuesto permitiría que aquellos que más han ganado con la globalización ayuden a los que menos beneficio
obtienen de ella”, sostiene el Informe y calcula que cada año se necesitan unos 105.000 millones de dólares solo
para financiar las tareas de adaptación al cambio climático, especialmente en Asia Meridional y África
Subsahariana.
S-1-2
El Informe examina algunos factores sociales que no siempre están asociados con la sostenibilidad
medioambiental:
• La expansión de los derechos reproductivos, al acceso a atención de salud y a anticonceptivos abrirían un nuevo
frente en la lucha contra la desigualdad de género y la pobreza, arguye el Informe. Los derechos reproductivos
pueden contribuir a reducir la presión sobre el medioambiente, ya que ralentizarían el crecimiento demográfico
mundial en un momento en que se espera que la población del planeta aumente de 7.000 millones a 9.300 millones
en los próximos 40 años.
• El Informe también subraya que los organismos de control y los que velan por la transparencia, ya sean oficiales
o independientes, como los medios de comunicación, la sociedad civil y los tribunales de justicia, juegan un papel
crucial en fomentar la participación ciudadana en la formulación de políticas ambientales. En el mundo, unas
120 Constituciones nacionales consagran la protección del medioambiente, pero en muchos países no se fiscaliza
el cumplimiento de estas disposiciones.
• El Informe acentúa que urge tomar medidas audaces a favor del desarrollo sostenible en el plano mundial, pero
que las iniciativas locales en apoyo a las comunidades más pobres también pueden ser muy eficaces en función de
los costos y beneficiosas para el medioambiente. Por ejemplo, en India, la Ley de garantía del empleo rural, costó
alrededor de 0,5% del PIB en 2009 y benefició a unos 45 millones de familias, es decir, a una décima parte de la
fuerza laboral del país. Los programas Bolsa Familia, en Brasil, y Oportunidades, en México, cuestan alrededor de
0,4% del PIB nacional pero proporcionan una red de protección social para casi la quinta parte de la población de
cada país.
Los autores del Informe predicen
que el deterioro descontrolado del
medioambiente, desde las sequías en
África Subsahariana hasta el aumento
del nivel del mar que inundaría a países
de litoral bajo como Bangladesh,
podría además causar alzas en el precio
de los alimentos de hasta 50% y
revertir los esfuerzos que actualmente
apuntan a expandir el acceso a agua,
saneamiento y energía de miles de
millones de personas, especialmente en
Asia Meridional y África Subsahariana.
En 2050 y de cumplirse el escenario
de “desafío medioambiental” que tiene
en cuenta el efecto perjudicial del
calentamiento global en la producción
de alimentos y en la contaminación,
el IDH promedio sería 12% inferior en
Asia Meridional y África Subsahariana
que en otro escenario de deterioro
medioambiental. Sin embargo, las
proyecciones más pesimistas de
“catástrofe medioambiental” ─vasta
deforestación, pérdida drástica de la
biodiversidad y aumento de los
fenómenos climáticos extremos─
predicen una disminución del IDH
mundial de 15% en relación con la
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proyección base para 2050. Como es de esperar, los efectos más perniciosos se harán sentir en las regiones más
pobres.
El deterioro del medioambiente podría poner fin a décadas de esfuerzos destinados a expandir el acceso a agua,
saneamiento y electricidad en las comunidades más pobres. “Estas privaciones absolutas, que ya son importantes
en sí mismas, son además una violación flagrante de los derechos humanos”, concluyen los autores.
***
SOBRE ESTE INFORME: El Informe sobre Desarrollo Humano es una publicación editada de manera
independiente por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Puede descargar de manera gratuita la
edición de 2011 del Informe, disponible en 10 idiomas, otros recursos de referencia sobre los índices y análisis
regionales específicos en: http://hdr.undp.org.
SOBRE EL PNUD: El PNUD forja alianzas con todos los niveles de la sociedad para ayudar a construir naciones
que puedan resistir las crisis; promueve y sostiene un tipo de crecimiento que mejora la calidad de vida de todos.
Presentes sobre el terreno, en 177 países y territorios, ofrecemos una perspectiva global y un conocimiento local
al servicio de las personas y las naciones. www.undp.org
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