SÓLO PARA PARTICIPANTES Fecha: 31 de octubre y 1o de noviembre de 2002 ORIGINAL: ESPAÑOL Comisión Económica para América Latina y el Caribe - CEPAL Reunión de Expertos: “El impacto de la reforma de pensiones en Colombia sobre la equidad de género” Bogotá, 31 de octubre y 1o de noviembre de 2002 Tendencias demográficas y diferencias de género ante los sistemas de pensiones. _____________________________ Este documento ha sido preparado por el Fondo de Población de Naciones Unidas para Colombia. TENDENCIAS DEMOGRAFICAS Y DIFERENCIAS DE GENERO ANTE LOS SISTEMAS DE PENSIONES. Para analizar las diferencias provocadas por los aspectos demográficos y el impacto de las reformas de pensiones sobre la equidad de genero en Colombia, nos detendremos en aspectos como; • La transición demográfica, los elementos diferenciales por la variable sexo, su significado y comportamiento al interior de los componentes de la transición (mortalidad, fecundidad, y migración) • Las consecuencias de la transición en la estructura poblacional, referidos a los cambios en la estructura por edad, el envejecimiento de la población, el aumento en la esperanza de vida y su diferencial por sexo, • Así mismo intentaremos recoger algunos elementos más relevantes de las condiciones sociales diferenciales que viven mujeres y hombres y que se acumulan en el proceso vital y que llegado el envejecimiento se muestran como reales asimetrías y desventajas para unas y otros. 1. La transición demográfica: Identifica la secuencia de las transformaciones que ocurren en los componentes de la dinámica de la población: Mortalidad, Fecundidad y Migración. Ocurrido de manera generalizada en los países desarrollados. En esos países, se puede identificar una primera etapa en la cual el descenso de la mortalidad, debido a los avances sanitarios, la aparición de antibióticos y el control de epidemias, precedió al descenso de la fecundidad, generando excedentes de población y aumento de las tasas de crecimiento demográfico (boom). En una segunda etapa, la fecundidad descendió en forma más acelerada que la mortalidad y las tasas de crecimiento poblacional empezaron a disminuir. En la tercera, el descenso en fecundidad y en mortalidad fueron cada vez menores y se entró en una cierta estabilidad de las tasas de crecimiento a niveles muy bajos, frecuentemente por debajo del nivel de reemplazo. En el mundo menos desarrollado, el mismo proceso y secuencia de etapas está teniendo lugar, pero con una diferencia fundamental: la velocidad del cambio es mucho mayor, debido al aprovechamiento del conocimiento y 1 experiencias del mundo desarrollado. En los países desarrollados estos procesos duraron cerca de 200 años, mientras que en AL, por ejemplo, los cambios se presentan en 30 años. Esto constituye ventajas y desventajas, en al menos dos aspectos relacionados entre sí: El cambio ocurre en un contexto no desarrollado económica y socialmente, segundo y concomitante, la sociedad y la economía no alcanzan a reaccionar para adecuar la disponibilidad y calidad de bienes y servicios necesarios para atender a la población cambiante en su estructura por edad, sexo, composición familiar, grado de educación, participación laboral, entre otras características. 2. Transición demográfica en Colombia. En Colombia esta transición ha sido de las más aceleradas en América Latina: la reducción de la mortalidad pudo haberse iniciado desde comienzos del siglo XX, pero se profundizó y aceleró en la década de los 50. Una década después, a fines de los años 60, se inició la reducción de la fecundidad, desde 7 hijos por mujer en los 50, a 2.6 hijos por mujer actualmente. El país, ha recorrido rápidamente la primera fase de transición. Es de esperar que se profundice este proceso hasta llegar a tasas muy bajas de crecimiento poblacional, aun cuando en el horizonte de las proyecciones disponibles, no se prevé la condición de población estacionaria. 2 Gráfico 1 Transición de la fecundidad y la mortalidad en Colombia e Italia 19502050 50,0 45,0 40,0 35,0 Tasas 30,0 25,0 COLOMBIA. NATALIDAD 20,0 ITALIA MORTALIDAD ITALIA NATALIDAD 15,0 10,0 5,0 COLOMBIA MORTALIDAD 0,0 19501955 19551960 19601965 19651970 19701975 19751980 19801985 19851990 19901995 19952000 20002005 20052010 20102015 20152020 20202025 20252030 20302035 20352040 20402045 20452050 Años Particularidades del avance en mortalidad. En Colombia el descenso sostenido de la mortalidad desde mediados del siglo pasado, se ha debido al control de un buen número de causas, especialmente las relacionadas con el saneamiento básico, los cambios en prácticas higiénicas y el inicio de programas de prevención sobre las causas que afectan la población infantil (primeras campañas de vacunación). Al parecer, a pesar de los altos índices de violencia y el deterioro actual de las condiciones de vida, el proceso de reducción de la mortalidad general e infantil continúan, lo mismo que el mejoramiento correlativo de la esperanza de vida al nacer, aun cuando con ritmo decreciente. La esperanza de vida, se ha incrementado desde 50 años en promedio a mitad del siglo pasado, a 61, 20 años después (con 0,55 de incremento anual) y hasta un poco más de 68 años hacia 1993 (0.35 de incremento anual). Como ocurre con los procesos demográficos, las ganancias son cada vez menores a medida que se enfrentan más factores estructurales limitantes del fenómeno, por lo cual se espera un avance adicional de sólo 10 años hasta mediados del siglo 21. 3 El aumento de la esperanza de vida en Colombia sea ha debido a la reducción de la mortalidad infantil. Esta ha bajado desde cerca de 130 muertes en menores de un año por cada mil nacidos vivos, al principio de la década de los 50, a 35 por mil en 1993, ubicándose por debajo del promedio de América Latina y el Caribe (49 por mil), África (92 por mil) y Asia (63 por mil). Sin embargo, resta mucho en este proceso, nuestro niveles de mortalidad infantil son todavía tres veces más altos que los observados en regiones más desarrolladas (10 por mil) y superiores a los de 25, de los 37 países de América Latina, entre los que se destacan Costa Rica con 13.7 por mil, Panamá (21 por mil), Cuba (10.2 por mil ) y Martinica (7 por mil). Pocos estudios se han detenido a valorar las diferencias de la mortalidad infantil por sexo, sin embargo los que lo han hecho muestran que existen diferencias – en las mismas condiciones y por las mismas causas siempre mueren mas niños que niñas - 4 La sobremortalidad masculina. La sobre mortalidad masculina en todas las edades y particularmente en el grupo de adultos jóvenes (15-45 años), es un fenómeno directamente asociado con la situación de violencia. Dentro del total registrado, el porcentaje de muertes masculinas, pasó de 56% a 60% entre 1980 y 1998. A partir de 1988, las muertes violentas se convirtieron en la primera causa de muerte; el número anual de homicidios superó las 30.000 personas, y afectó en el 92.6% de los casos, a hombres entre los 15 y 44 años de edad. La sobre mortalidad masculina impacta claramente el diferencial de esperanza de vida al nacer, entre mujeres y hombres. Con base en las estimaciones provenientes del censo hacia 1993, la diferencia alcanzó más de 8 años. Las proyecciones del DANE para el quinquenio 2000-2005, sitúan la esperanza de vida en 69.2 años para los hombres y en 75.3 años para las mujeres, con 6 años de diferencia. En realidad, es muy probable que las ganancias relativas posteriores en la esperanza de vida de los hombres sean cada vez menores por la agudización de la violencia, con lo cual el diferencial por sexo habrá aumentado y no disminuido como lo plantean dichas proyecciones1. Gráfico 7 COLOMBIA: Sobremortalidad m asculina por edades. 1951-1993 7 Sobremortalidad 6 1993 5 1985 4 3 2 1973 1964 1 1951 0 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95 Edad F uente: Cuadro 11 1 El diferencial por sexo de la esperanza de vida en el periodo 1990-1995 es de 9 años. La tendencia generalizada en condiciones normales es que el diferencial por sexo de la esperanza de vida aumente, más aún en el caso de Colombia, por efectos de la violencia, como ha sucedido con otros países en situación de guerra. 5 C uadro 11 C O LO M B IA:Sobrem ortalidad m asculina por grupos de edad 1950 -1995 Edad Sobrem ortalidad m asculina 1950-52 1962-66 1971-75 1983-87 1991-95 0 1,12 1,18 1,23 1,25 1,30 1 -4 1,16 1,09 1,05 1,06 1,03 5 -9 1,08 1,10 1,15 1,43 1,40 10-14 1,06 1,16 1,35 1,67 1,76 15-19 1,05 1,19 1,42 2,62 4,37 20-24 1,14 1,45 1,85 3,99 6,25 25-29 1,05 1,40 1,81 4,08 5,55 30-34 1,09 1,28 1,47 3,14 4,33 35-39 1,12 1,22 1,30 2,35 3,40 40-44 1,25 1,19 1,16 1,73 2,46 45-49 1,36 1,30 1,28 1,56 1,79 50-54 1,37 1,27 1,23 1,39 1,55 55-59 1,37 1,30 1,28 1,38 1,45 60-64 1,26 1,27 1,29 1,34 1,37 65-69 1,17 1,25 1,29 1,31 1,36 70-74 1,11 1,17 1,21 1,26 1,26 75-79 1,08 1,11 1,13 1,19 1,20 80 y + 1,00 1,00 1,00 1,00 1,00 Fuente C uadro 10 La sobre mortalidad masculina de los adultos jóvenes cursa simultánea al riesgo, que para las mujeres significa el transito por la edad reproductiva y de la mortalidad materna, la cual a pesar del índice tan elevado en Colombia, por su especificidad no impacta la estructura demográfica. 6 El proceso de descenso de la fecundidad. Un aspecto notable del comportamiento demográfico en Colombia es el acelerado descenso de su fecundidad, iniciado a mediados de la década de los años sesenta. Desde entonces la fecundidad ha descendido de 6,7 hijos por mujer a poco más de 3, entre 90-95 y al nivel actual de sólo 2.6 hijos por mujer, para el período 2000-20052 y se espera que continúe descendiendo hacia el futuro, para ubicarse en el nivel de reemplazo (2.1 hijos por mujer) hacia el 2030 (DANE). Los factores que han determinado este descenso en la fecundidad, son fundamentalmente el aumento del nivel educativo de la población, la participación de la mujer en la actividad económica y el uso de anticoncepción, que en Colombia alcanza el 77% de las mujeres unidas, el más alto de América Latina junto con Brasil (RUEDA 2000). Estas transformaciones en los comportamientos reproductivos, una vez adoptados son difícilmente reversibles, por tanto, es de esperar que continúe la tendencia descendente de la fecundidad. Consecuencias de la transición demográfica: Crecimiento de la población. El descenso en las tasas de crecimiento de la población es la primera consecuencia, en Colombia desde un nivel superior al 3 % en el período 1960-1965 a poco más de 1.6 % anual en el período 2000-2005. En las proyecciones de población vigentes (DANE, 1998), no se espera que la población llegue a estabilizarse o a convertirse en estacionaria, pero la tasa de crecimiento continuará descendiendo hasta alcanzar el 0,5 % hacia el año 2050. El crecimiento poblacional colombiano es moderado en el ámbito internacional, ocupa el puesto 74 entre 157 países de Naciones Unidas y relativamente bajo en el contexto de América Latina donde se ubica sólo por encima de Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, México, y Panamá, países que, con excepción del último han experimentado procesos de transición de más antigua data. 2 La encuesta DHS (PROFAMILIA, 2OOO), arroja resultados un tanto menores que el censo y las proyecciones del DANE, y ubica la fecundidad en 2.6 hijos por mujer para el período 1997-2000. 7 Cuadro 1 COLOMBIA: Indicadores de la dinámica demográfica 1950-2050 Períodos 1950-1955 1955-1960 1960-1965 1965-1970 1970-1975 1975-1980 1980-1985 1985-1990 1990-1995 1995-2000 2000-2005 2005-2010 2010-2015 2015-2020 2020-2025 2025-2030 2030-2035 2035-2040 2040-2045 2045-2050 Tasa media anual de Crecimiento 28,96 29,76 30,06 28,22 23,56 22,81 21,40 19,89 19,45 18,71 16,84 15,16 13,69 12,35 10,97 9,60 8,10 7,06 6,07 5,19 Tasas implícitas (por mil) Crecimiento Natalidad Mortalidad natural 31,17 32,29 32,79 30,96 25,98 24,89 23,20 21,36 20,54 18,70 16,83 15,16 13,68 12,34 10,96 9,60 8,10 7,06 6,07 5,19 47,44 45,42 44,17 40,95 34,72 32,60 29,86 27,80 26,97 24,49 22,31 20,57 19,25 18,14 17,09 16,07 15,19 14,74 14,33 13,95 16,27 13,12 11,38 9,99 8,75 7,71 6,66 6,43 6,43 5,79 5,48 5,41 5,57 5,79 6,12 6,48 7,09 7,68 8,27 8,76 ESPERANZA DE VIDA AL NACER (Años) HOMBRES MUJERES TOTAL 48,98 53,48 56,23 58,33 59,70 61,76 63,62 64,23 64,27 67,25 69,17 70,34 70,95 71,68 72,48 73,24 73,95 74,67 75,33 76,00 52,34 56,88 59,68 61,83 63,85 66,25 70,22 71,69 73,04 74,25 75,32 76,27 77,10 77,95 78,80 79,60 80,35 81,10 81,80 82,50 50,62 55,14 57,91 60,04 61,72 63,95 66,84 67,87 68,55 70,66 72,17 73,23 73,95 74,74 75,56 76,34 77,07 77,81 78,49 79,17 TASA DE MORTALIDAD INFANTIL (por mil) 123,2 105,3 92,1 82,2 73,0 56,7 48,4 41,4 35,2 30,0 25,6 22,0 19,1 16,9 15,2 13,8 12,9 12,1 11,6 11,1 Fuente: DANE .Colombia. Proyecciones Departamentales de población por sexo y edad. 1990-2015. Estudios Censales, No 1 y 2. Cambios en la estructura por edad. Como consecuencia de la dinámica poblacional descrita, la estructura por edad de la población se viene transformando sustancialmente. Hacia 1960, cerca del 47% de la población colombiana era menor de 15 años. Según las proyecciones de población del DANE, en el 2000 este grupo representaba algo menos de un tercio, en el 2025 representará sólo la cuarta parte y hacia el 2050 apenas superarán el 20% de la población. La estructura por edad de la población es un reflejo de las tendencias de la fecundidad y la mortalidad del pasado. Un fenómeno muy importante y particular de la situación demográfica colombiana actual es la llegada a la edad de trabajar (15-59 años) y procrear, de los efectivos provenientes de generaciones numerosas procedentes de períodos pasados de alta fecundidad. En consecuencia, este grupo concentra casi dos tercios de la población en el año 2000 y su peso continúa creciendo hasta alcanzar el 63% en el 2020, año cuando empezará a perder importancia relativa. En el período de expansión máxima (1995-2010) el incremento anual absoluto en este tramo de edades es de más de 550.000 nuevos demandantes potenciales de puestos de trabajo y otros servicios sociales, 8 que presionan al aparato productivo del país, y los servicios relacionados, salud y educación, capacitación para el trabajo y adecuados sistemas de transporte que garanticen su movilidad sin mengua de su productividad. Si tenemos en cuenta la sobre mortalidad masculina de este grupo, encontramos que esta presión o necesidad, estará representada especialmente por grupos de mujeres. Desde el punto de vista de la población como recurso, se trata de un gran grupo, de adultos jóvenes con buena calificación, disponibles para el trabajo y la producción. La tasa de dependencia se interpreta como el número de inactivos que debe ser “sostenido” por cada activo de la población. Cuando el indicador es bajo y decreciente, como lo es en la actualidad en Colombia, se puede hablar de una “oportunidad demográfica”, es decir, que la estructura por edad de la población determina un mayor potencial productivo y una coyuntura favorable para la capitalización de los sistemas de seguridad social y pensiones. La situación de oportunidad demográfica se sostendrá en el país a lo largo de tres o cuatro quinquenios. A partir de entonces, por el creciente peso de la población adulta mayor, la inercia demográfica generará una situación adversa al empleo y a la seguridad social. La situación de crisis política, social y económica del país, pero también la falta de conocimiento y conciencia de su existencia, han menguado las posibilidades de emplear adecuadamente a los adultos jóvenes y aprovechar la “oportunidad demográfica”, en cambio esta limitación ha generado mayor desempleo y éxodo de recursos calificados. Las diferenciales por sexo de esta situación no han sido estudiadas. “Nunca en la historia de Colombia hemos tenido ni volveremos a tener tanto capital humano de generaciones jóvenes en posibilidad de trabajar y sin empleo. Son generaciones perdidas para el desarrollo del país, a las cuales se suman las generaciones perdidas por la violencia (y el éxodo)” (FRANCO, 1999). 9 Cuadro 2 Colombia. Evolución de la estructura por edad de la población 1950 – 2050. Población de ambos sexos Años Proporción de población en el grupo en los tramos de Total edad 0–4 5 –14 15 – 59 60 – 74 75+ 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050 17.9 18.8 18.5 18.3 17.3 15.0 14.4 13.4 12.6 12.3 11.3 10.4 9.7 9.1 8.6 8.2 7.7 7.3 7.1 7.0 6.8 24.7 25.9 27.8 28.4 28.5 28.4 26.3 24.4 23.4 22.1 21.4 20.6 19.2 17.9 17.0 16.2 15.5 14.8 14.2 13.7 13.5 52.4 50.4 48.7 48.1 48.9 51.0 53.6 56.1 57.7 59.0 60.4 61.6 62.8 63.1 62.9 62.1 61.2 60.6 59.8 59.0 58.1 4.1 4.1 4.2 4.3 4.4 4.6 4.6 4.7 4.8 4.9 5.1 5.5 6.4 7.7 9.1 10.5 11.8 12.5 13.1 13.5 14.1 0.9 0.8 0.8 0.9 0.9 1.0 1.2 1.3 1.5 1.6 1.8 1.9 2.0 2.2 2.5 3.0 3.8 4.8 5.8 6.8 7.5 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 10 Colombia: Cambios observados y esperados en la estructura por edad, 1950-2050, según cuatro grandes grupos. Ambos sexos. 70,0 60,0 Porcentaje 50,0 40,0 30,0 20,0 10,0 0,0 0-4 1950 5 -14 1975 15-59 60-74 75 y más 2000 2025 2050 Fuente: Cuadro 2 11 Gráfico 1 ESTRUCTURAS POR SEXO Y EDAD 1950-2050 DE COLOMBIA Y ESPAÑA COLOMBIA 1950 ESPAÑA 80 y más 80+ 70 - 74 70-74 60-64 60 - 64 50-54 50 - 54 40-44 40 - 44 30-34 30 - 34 20-24 20 - 24 10-14 10 - 14 0-4 0- 4 -10 -8 -6 -4 -2 0 2 4 6 8 -10,00 10 -8,00 -6,00 -4,00 -2,00 0,00 2,00 4,00 6,00 8,00 10,00 1975 80+ 80 y más 70-74 70 - 74 60-64 60 - 64 50-54 50 - 54 40-44 40 - 44 30-34 30 - 34 20-24 20 - 24 10-14 10 - 14 0- 4 0-4 -10,00 -8,00 -6,00 -4,00 -2,00 0,00 2,00 4,00 6,00 8,00 10,00 -10,00 -8,00 -6,00 -4,00 -2,00 0,00 2,00 4,00 6,00 8,00 10,00 -8,00 -6,00 -4,00 -2,00 0,00 2,00 4,00 6,00 8,00 10,00 -8,00 -6,00 -4,00 -2,00 0,00 2,00 4,00 6,00 8,00 10,00 -8,00 -6,00 -4,00 -2,00 0,00 2,00 4,00 6,00 8,00 10,00 2000 80+ 80 y más 70-74 70 - 74 60-64 60 - 64 50-54 50 - 54 40-44 40 - 44 30-34 30 - 34 20-24 20 - 24 10-14 10 - 14 0- 4 -10,00 0-4 -8,00 -6,00 -4,00 -2,00 0,00 2,00 4,00 6,00 8,00 10,00 -10,00 2025 80+ 80 y más 70-74 70 - 74 60-64 60 - 64 50-54 50 - 54 40-44 40 - 44 30-34 30 - 34 20-24 20 - 24 10-14 10 - 14 0-4 0- 4 -10,000 -8,000 -6,000 -4,000 -2,000 0,000 2,000 4,000 6,000 8,000 -10,00 10,000 2050 80+ 80 y más 70-74 70 - 74 60-64 60 - 64 50-54 50 - 54 40-44 40 - 44 30-34 30 - 34 20-24 20 - 24 10-14 10 - 14 0-4 0- 4 -10,00 -8,00 -6,00 -4,00 -2,00 0,00 2,00 4,00 6,00 8,00 10,00 -10,00 Fuente: Cuadros Anexo 1 y 2 12 El envejecimiento de la población. El crecimiento del peso relativo de las personas adultas mayores de 60 o 65 años, según sea la edad legal de retiro de la actividad económica se conoce como envejecimiento de la población. En todos los países que han experimentado la transición demográfica, el peso de este grupo poblacional ha creciendo como consecuencia del mismo. También en este caso, las diferencias entre países se relacionan con la amplitud del lapso del proceso de envejecimiento y de la relación del mismo con la capacidad económica y social de atenderlo adecuadamente. Colombia, en el año 2000, contaba con 3 millones de personas mayores de 60 años, en el 2025, espera 8 millones y en el 2050, el grupo alcanzará los 15.5 millones de efectivos. Hoy se observa un incremento anual de 80 mil adultos mayores, pero hacia el 2030 el incremento anual será de 347.500 efectivos, conservando las proporciones anotadas entre mujeres y hombres, que se desprenden de las diferenciales de vida. Además del tamaño del grupo a atender, es importante señalar, que por el aumento de la esperanza de vida, este grupo espera vivir cada vez más años, durante los cuales es necesario garantizarles atención en salud, recreación, cultura, integración productiva a las comunidades, movilidad e infraestructuras amigables. Así mismo, los sistemas de seguridad social y pensiones habrán de hacer provisiones para que las futuras generaciones de ancianos estén cubiertas de manera que estos hombres y mujeres no se conviertan en grupos vulnerables a la pobreza como sucede actualmente. El envejecimiento por si mismo no constituye una catástrofe. Es un proceso ineludible pero previsible, cuantificable y, por lo tanto, manejable, si lo tenemos en cuenta desde ahora (RUEDA 2001). 13 Cuadro 3 Colombia. Indicadores de envejecimiento asociados a la transición demografica. 1950-2050. Años Edad mediana 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050 18,72 17,78 16,94 16,57 16,92 17,90 18,94 20,22 21,69 22,85 24,04 25,43 26,88 28,30 29,30 31,24 32,77 34,16 35,37 36,40 37,31 Indicadores de Relación de poblaciones extremas N75+/N0-4 N60+/N0-14 N75+/N60-64 N75+/N60+ 5,0 4,3 4,4 4,7 5,4 6,9 8,1 9,9 11,8 13,0 15,5 18,0 20,8 24,0 28,6 36,3 49,6 64,9 81,2 97,5 109,6 11,7 11,0 10,9 11,1 11,7 12,9 14,1 16,0 17,5 19,0 20,9 23,9 29,2 36,5 45,1 55,2 67,2 77,8 88,5 98,0 106,4 21,9 19,7 19,4 19,7 21,1 22,7 25,6 28,2 31,0 32,5 34,5 34,0 31,4 28,4 27,2 28,3 32,5 38,1 44,4 50,3 52,8 17,9 16,5 16,3 16,4 17,4 18,5 20,4 22,0 23,6 24,5 25,6 25,4 23,9 22,1 21,4 22,1 24,5 27,6 30,7 33,5 34,5 Fuente: Cálculos a partir del cuadro 2. DANE. Colombia. Proyecciones quinquenales de población por sexo y edad. 1950-2050. Serie Estudios Censales Nª1. Santafé de Bogotá, Julio de 1998. Diferencial de la esperanza de vida por sexo. La longevidad es mayor para las mujeres por razones biológicas. La diferencia en esperanzas de vida entre hombres y mujeres se sitúa entre 3 y 6 años en la mayoría de los países. El diferencial aumenta con el avance en la transición demográfica y epidemiológica, a medida que los factores biológicos de la mortalidad adquieren un mayor peso dentro de los determinantes de la variable. A esto se debe que los países más desarrollados como Estados Unidos, Canadá y Europa Occidental presenten diferencias de 7 años en esperanzas de vida, mientras los países menos desarrollados tienen diferenciales de 3 años o menos. En Colombia, la situación de violencia está determinando una gran sobre mortalidad masculina en las edades de adultos jóvenes, y esto repercute en un diferencial elevado de esperanzas de vida. La violencia. En 1993, de acuerdo con las estimaciones provenientes del censo, el diferencial era superior a 8 años. Las proyecciones de población del DANE 14 implican diferenciales menores y en descenso a partir de ese año, obedeciendo probablemente a un escenario de disminución de la violencia. Sin embargo, la situación de violencia se ha agudizado, con lo cual se esperaría que el diferencial de esperanzas de vida aumentara. Cuadro 7 Colombia: Estimaciones y perspectivas de evolución de Esperanzas de vida al nacer Esperanza de vida a los 60 y 75 años por sexo, 1950-2050 Al nacer Hombres MujeresDiferenci Hombres MujeresDiferenci a a 1950 – 1955 48.98 52.34 3,36 14.07 15.18 1,11 1955 – 1960 53.48 56.88 3,40 14.86 16.10 1,24 1960 – 1965 56.23 59.68 3,45 15.33 16.65 1,32 1965 – 1970 58.33 61.83 3,50 15.69 17.08 1,39 1970 – 1975 59.70 63.85 4,15 15.90 17.49 1,59 1975 – 1980 61.76 66.25 4,49 16.59 18.22 1,63 1980 – 1985 63.62 70.22 6,60 17.51 19.90 2,39 1985 – 1990 64.23 71.69 7,46 17.93 20.39 2,46 1990 – 1995 64.27 73.04 8,77 18.36 20.80 2,44 1995 – 2000 67.25 74.25 7,00 18.64 21.23 2,59 2000 – 2005 69.17 75.32 6,15 18.79 21.63 2,84 2005 – 2010 70.34 76.27 5,93 18.87 21.99 3,12 2010 – 2015 70.95 77.10 6,15 18.90 22.31 3,41 2015 – 2020 71.68 77.95 6,27 18.95 22.67 3,72 2020 – 2025 72.48 78.80 6,32 19.01 23.04 4,03 2025 – 2030 73.24 79.60 6,36 21.18 24.18 3,00 2030 – 2035 73.95 80.35 6,40 21.42 24.63 3,21 2035 – 2040 74.67 81.10 6,43 21.67 25.09 3,42 2040 – 2045 75.33 81.80 6,47 21.90 25.53 3,63 2045 – 2050 76.00 82.50 6,50 22.14 25.98 3,84 Fuente: DANE, Colombia. Tablas abreviadas de mortalidad, por sexo, para fechas censales y estimaciones quinquenales 1995-2025, .Santafé de Bogotá, mayo de 1998 15 3. Consecuencias para el sistema de pensiones. Según las estimaciones basadas en el censo de 1993, un hombre que llegaba a los 60 años esperaba vivir 18.32 años más y una mujer, 20.83 años más. Como puede verse, el diferencial de esperanza de vida se reduce a medida que se avanza en edad y se han superado ya los tramos de alta sobre mortalidad masculina. Sin embargo, el cálculo de la esperanza de vida hacia el final de la tabla de mortalidad no es independiente de las estimaciones de esperanza de vida en los tramos inferiores e intermedios. Si la sobre mortalidad masculina se ha subestimado, la esperanza de vida de los hombres a los 60 años estará sobreestimada y el diferencial estará subestimado. De lo expresado se deduce que las reformas del sistema de pensiones en Colombia se han basado en una estimación poco realista del diferencial de esperanzas de vida. Una primera conclusión es la necesidad de realizar un estudio demográfico completo, con base en los registros de defunciones que permitan obtener diferenciales de esperanza de vida actualizados y más cercano a la realidad. La mayor esperanza de vida para las mujeres determina el fenómeno llamado de “feminización de la vejez”: las mujeres sobreviven a sus maridos por un período cada vez más prolongado por dos motivos: por su mayor esperanza de vida y por la menor edad de la mujer al formar las parejas. Agravado por la sobre mortalidad masculina por violencia que deja viudas más jóvenes, con hijos más pequeños. Esta, no es una situación ventajosa para ellas. En Colombia, como en muchos países (y no solo los menos desarrollados), la mujer ha vivido un pasado de discriminación en cuanto al acceso y continuidad en el trabajo, el nivel educativo, la remuneración, los ingresos, el acceso a la propiedad, de la vivienda, de seguros y de otros bienes durables. Condiciones sin duda, adversas frente a las posibilidades de obtener una pensión, un monto justo de la misma y el acceso a otros bienes y servicios, 16 como salud, recreación, reconocimiento, lo cual determina, un rápido deterioro de su calidad de vida en la vejez y las ubica, en el mejor de los casos, al interior de familias extensas donde deben seguir asumiendo labores domésticas no remuneradas. Lo anterior se agrava si se tiene en cuenta que buena parte de las viudas del país son mujeres desplazadas que asumen solas la carga de sus hogares. “Las mujeres, sobre todo en los países en desarrollo tienen que cumplir simultáneamente labores de cuidado de las generaciones mayores y de las más jóvenes, sin recibir ninguna remuneración, ni estar cubiertas por sistemas de seguridad social en salud y en pensiones” (CEPSIGER 2002). Se desprende la segunda conclusión: No basta tener en cuenta el diferencial por sexo de la esperanza de vida a la edad de retiro. Con un criterio de equidad de género el sistema deberá tender a compensar a la mujer sus menores posibilidades de cotizar (por la discontinuidad de su vinculación laboral), los menores salarios relativos obtenidos durante su vida laboral y su mayor vulnerabilidad social en la vejez. Se hace necesario estudiar en qué medida la actual diferencia en edades de jubilación iguala el monto monetario total que esperan recibir los hombres y las mujeres al momento de su pensión (posible criterio de equidad). Una tercera conclusión, es la pregunta sobre las condiciones que atravesaron en su pasado las generaciones que van a jubilarse período a período. Por ejemplo, si bien las mujeres tienden a igualar a los hombres actualmente, en cuanto a sus niveles educativos y de participación laboral, esta no es la norma para las generaciones que empezarán a jubilarse en el próximo futuro. Este balance requiere un estudio longitudinal. Es necesario que la reforma pensional en lo referente al incremento de la edad de jubilación de las mujeres, tenga en cuenta aspectos como: 1. Las mujeres trabajan mayoritariamente en el sector informal de la economía. 2. Tienen mayor inestabilidad laboral y desempleo (22%). 3. Su vida laboral es de 16 años en promedio (768 semanas de cotización). 17 Si en la actualidad tienen dificultades para cotizar las 1000 semanas requeridas, Cómo compensar las dificultades para llegar a cotizar 1200 semanas o más, que exige la reforma? 4. La afiliación de las mujeres al sistema obligatorio de pensiones solo es de 39% del total de afiliados. En el inmediato futuro es preocupante la seguridad social de la mujer, por las siguientes causas: a) exclusión de los hombres del mercado laboral y, por tanto de la seguridad social; b) acceso de la mujer al mercado de trabajo cada vez en condiciones de mayor precariedad, flexibles y sin seguridad social; c) la crisis familiar por razones socioeconómicas, culturales y de violencia que aumentan el número de mujeres cabeza de familia en hogares fraccionados o incompletos; d) el ciclo laboral de la mujer difícilmente permite acumular el tiempo requerido y cotizar lo suficiente para pensionarse, más aun cuando los tiempos de trabajo no son continuos y los requisitos de edad y cotización aumentan, e) la adversa situación financiera de la seguridad social pública y la paulatina privatización del sistema. 18