tos, nunca compensa el trabajo biológico de' centurias realizado por las plantas silvestres. Con el objeto de conocer el contenido químico de esta «cascarilla serrana» o C. succirubra de altura, tomé la muestra M A S . 13 del descenso de Sambuloma (2.900 m. s. m.) y de las cortezas gruesas de árboles viejos; el resultado fue: 2 . 1 % de alcaloides totales cristalizables. Actualmente verdaderas áreas de ''cascarilla roja" silvestre, no existen o casi han desaparecido en el valle de Limón; parece que después de 1.860 en que visitó Richard Spruee, fueron explotadas con m i y o r intensidad. Pero compensando en parte siquiera esta enorme destrucción y reconociendo el valor de la corteza en la economía agrícola, los habitantes de este valle han dado por hacer regulares plantaciones, y ciertamente que me fue muy satisfactorio el encontrar verdaderas plantaciones de Cinchona. La agricultura principal del va,i lo de Limón ha sido siempre, primero: ia caña de azúcar y luego el café; hoy día es la caña de azúcar y luego la Cinchona, Casi todos los propietarios tienen sus ''cascarillales" en diferentes edades y estados de desarrollo; ei futuro cinchonero de este valle es muy halagador. Además, con las sugerencias e instrucciones dadas por este autor, los agricultores hállanse muy interesados y entusiasmados por realizar nuevas plantaciones. En los pocos días de reconocimiento de estas áreas, pudimos sacar un inventario general de quinocultores y del número de plantas de ''cascarilla roja" existentes, que luego fue presentado en forma de Report a la Misión de Cinchona; el número de plantas calculado pasaba de 50.000. Al propio tiempo que observamos el aspecto económico de la Cinchona en estas áreas, sacamos muchos informes respecto d i desarrollo y de la fisiología. La floración de las cinchonas se realiza en estas áreas generalmente de m a y o a junio y la fructificación de juüo a agosto y aún hasta septiembre, cuando el tiempo ha sido un tanto nublado en junio y julio. La explotación o cosecha de la corteza se hace en forma rudimentaria, pero muy práctica, por medio de machetes. La "cascarilla macho" (Ladenbergia macrocarpa), es también muy común en la faja altitudinal que se cultiva la Cinchona.